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Más allá del deber

Haz escuchado en alguna ocasión, la frase "mas alla del deber"? generalmente está relacionada con hechos de gran valor, heroísmo y sacrificio, en beneficio de otros. Los protagonistas de estas acciones, son personas que decidieron hacer un esfuerzo extra, personas que no se detuvieron a pensar en su propia seguridad, en su bienestar ó incluso en su comodidad.

Por ejemplo el bombero, que despues de combatir el fuego de un edificio por varias horas, se da cuenta que no fueron evacuadas todas las personas, al escuchar los gritos de auxilio de una mujer que desesperada y con un pequeño en sus brazos, se alcanza apenas a distinguir en lo alto de una ventana, tras una cortina de humo, el bombero sin pensarlo, ignorando los gritos de advertencia de sus compañeros y su cansancio, corre resueltamente hacia el interior del edificio, en busca de la mujer y su pequeño hijo, tras algunos minutos que parecieron eternos, aparece el bombero, con el niño  cargado en un brazo y jalando ala mujer con el otro, exhausto y a punto de sufrir un desmayo, pero con una sonrisa en sus labios.

A los pocos dias,  podrias ver en el noticiero local, el dia de hoy se llevo a cabo la ceremonia, en la que fue honrado el valiente bombero, quien en una heroica acción, y yendo mas alla de su deber, rescato de las llamas a una mujer y  a su pequeño hijo.

O podrias leer en la portada de un periodico, valeroso soldado recibe la medalla de honor del ejercito, por ir mas allá del cumplimiento de su deber, el cuál despues de haber sido herido en el campo de batalla, rescato a dos de sus compañeros que tambien fueron heridos, poniendolos a salvo, lejos del fuego enemigo.

Como te podras dar cuenta, esté tipo de acciones se hacen sin buscar una retribucion, no se busca fama, reconocimiento o incluso agradecimiento, púes si se obtiene es consecuencia de la buena accion.

Pero te preguntaras, qué tiene que ver esto conmigo? en qué me afecta ó me beneficia?, si yo trabajo en una oficina, en una fabrica, soy catedratico en una prestigiosa universidad, soy ejecutiva en una corporación muy importante, en mi negocio, soy estudiante,  o cualquiera que sea tu actividad, antes de contestarte déjame compartir contigo una historia que nos conto mi abuelo, a mis hermanos y a mí cuando eramos pequeños, no se cual sea su origen o de donde provenga, pero era mas o manos así.

Era una pequeña familia, conformada por el padre, la madre y un solo hijo, este muchacho tendria aproximadamente catorce años de edad, era buen hijo, obediente y aplicado en la escuela, un dia murio el abuelo del muchacho y la abuelita se fue a vivir con ellos, pues no podia valerse por sí misma, y estaba siempre en una silla de ruedas, asi qué el muchacho, cuando llegaba de la escuela tenia que atenderla, la anciana, en cuanto llegaba el muchacho le decia, hijo, me sacas al sol?  y el muchacho la sacaba, pasado algun tiempo le decia, hijo, me traes en vaso de agua? y el muchacho dejando su tarea por el momento, le llevaba el vaso de agua, pasado algun tiempo, hijo me pones en la sombra? y el muchacho, de muy buena gana la ponia en un donde le daba la sombra, y asi pasaban todos los dias, la anciana pidiendo algo y el muchacho, siempre contestando con una sonrisa y de buena gana, sí abuelita.

Cuando termino su relato, mi abuelo nos pregunto, verdad que era muy bueno ése muchacho? nosotros sin dudar un segundo, contestamos afirmativamente, entonces mi abuelo, con un pequeña sonrisa y acercandose a nosotros, nos preguntó, no cree que lo podia haber hecho mejor? alo que nosotros, casi en coro contestamos, pero, sí hacia todo lo que  se le pedia y nunca se quejaba!!, entonces mi abuelo, ya sin la sonrisa pero con un leve brillo en la mirada, nos dijo, yo creo que el podia haberle dicho, abuelita, te saco al sol? te llevo un vaso agua? te pongo en la sombra? y luego agrego, ahora diganme, creen que siempre hay una posibilidad de ser mejor?

Ahora te pregunto a ti, creés que tienes una oportunidad de ser mejor?, crees que tienes la posibilidad de ir mas alla de tu deber?, ya sea en tu trabajo, en la escuela, en tu casa, en tu vecindario o en tu diario vivir?, recuerda que ir mas alla de tu deber, requiere de algun sacrificio de tu parte, y que siempre alguien saldra beneficiado ya sea directa ó indirectamente, ejemlo?, sabes somo se creo esta pagina?, sabes que sacrificios se han hecho y se siguen haciendo para que pueda llegar hasta tí y hasta mí?, sabes cuantas veces se ha sacrificado la comodidad personal?, esto sin olvidar que no se recibe pago alguno, pues el fundador de la pagina decidio ir mas alla de su deber.

Asi que no necesitas ser un heroe de guerra, o un bombero que lucha contra las llamas para salvar una vida, basta con hacer mejor, aquello que esta a tu alcance, con no esperar a que se te pida ayuda, siempre que hagas algo que no esta entre tus obligaciones estas yendo mas aya de tu deber, y siempre alguien saldra poco o mucho beneficiado, tambien recuerda que somos un reflejo para los demas, y que al ser una mejor persona, tendras una mejor familia, y al tener una mejor familia, tendras una mejor comunidad para vivir y al tener una mejor comunidad donde vivir, estaremos creando.

    SHALOM

¿Presidente?

Hace más de un año nació FULVIDA, y ha crecido en este tiempo.
Se ha extendido a varios países.
Hasta donde sé, son centenares las personas que se han beneficiado a través de FULVIDA y de FULVIDA.com.
Muchos han roto por fin las cadenas de la esclavitud de las religiones, se han podido acercar al fin con libertad y pureza al abrazo con el Padre celestial.
Otros aún están secuestrados en esas sectas, iglesias y denominaciones; pero gracias a nuestra labor han visto un rayo de Luz, que seguramente seguirá aclarando sus vidas sumidas en oscuridad.
El trabajo aún no ha finalizado, es muchísimo todavía lo que tenemos por delante.
Debemos llevar el mensaje del noajísmo a todos los confines de la tierra, al menos a los de habla hispana. Es un imperativo que desde Arriba nos han dado. Difundir la existencia de las Siete Leyes Universales, declarar la falsedad de las religiones, colaborar con la liberación de nuestros hermanos y hermanas.
Tenemos mucho por delante.

A todo esto, he sido motor de FULVIDA, participé en su creación y fui electo como presidente honorario de la misma.
Rehuyo los honores, detesto la gloria, prefiero la simpleza, tal como los que me conocen pueden confirmar.
Soy simplemente Yehuda, que por razones de presentación o laborales emplea títulos tales como Profesor, Moré, Licenciado o Presidente de FULVIDA.
No preciso del vano honor de la lisonja ni del aplauso para sentir que estoy haciendo lo correcto.
Ni lo quiero, ni lo admito.

Pero, me pregunto en este momento:
¿Por qué NO recibo con frecuencia mensajes de los coordinadores o de los miembros de FULVIDA?
¿Por qué tengo que estar detrás de muchos para que hagan algo de lo que pueden hacer?
¿Por qué NO me envían preguntas interesantes que hagan a la cuestión de la vida noájica?
¿Por qué nunca nadie me invitó, aunque sea solo por cortesía, a su boda, compromiso o de la triste noticia de una defunción?
¿Por qué en FULVIDA.com somos bien pocos los que ponemos el hombro, con tal de que los demás estén informados y nutridos en varios planos?
¿Por qué cuando solicite una módica colaboración económica para sostener el funcionamiento de este sitio, solamente un par de personas respondieron y aportaron con nobleza?
¿Por qué gente que regalaba sus autos, malvendía sus casas, regalaba sus joyas a sus pastores de perdición ahora se enojan cuando solicito algún razonable y necesario aporte económico para el funcionamiento de la Fundación?
¿Por qué ‘líderes’ de FULVIDA desaparecen sin dar señales de vida?
¿Por qué muchos prometen muchas cosas, pero a la hora de demostrar con hechos, se esfuman?
¿Por qué cuando pido algo, nadie (o casi nadie) responde, pero luego exigen y demandan como si tuvieran derechos divinos para hacerlo? ¿Acaso olvidan las miles de preguntas que respondí para su beneficio gratuitamente en serjudio.com, y gracias a lo cual pudieron romper con sus ataduras idolátricas?
¿Por qué me siento tan solo en todo esto?

Y son otras preguntas más que me surgen, pero no quiero cansarlos.
Yo sé que una de las respuestas podría ser: porque a nadie le interesa lo que estás haciendo.

Pero, no sé… tengo constancia de que hay al menos cientos de personas interesadas en esta causa… así que busco respuestas, pero especialmente quiero encontrar soluciones.
No quiero excusas, ni promesas, ni avivados, ni borrados (gente que se esconde), sino que quiero soluciones para hacer funcionar a FULVIDA a pleno.
Quiero soluciones, ahora, porque estoy cansado de esperar y de dar.
Quiero soluciones, porque son ustedes, queridos noájidas, los que están perdiendo el tiempo al no participar, al no activar, al estar ausentes.
Quiero soluciones, porque estoy cansado de estar solo.
Quizás me lo merezco… Seguir leyendo ¿Presidente?

Bicicletas y conciencia noájica

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MISIONEROS: PAULISTAS por la lí­nea de ESAU

            En la vida existen muchas cosas que maravillan al mundo, en primera instancia por su ocurrencia solapada u escondida, hipocresía teatral, cosas que hacen posible que se manifieste de forma teatral la real personalidad de personas que de una manera concurrente y apegada a su estilo, buscan satisfacer sus intereses personales.

 

He dado por llamar a estas “ACTORES DEL PROTAGONISMO ESCENICO” dignos de un oscar de la academia por su actuación en los diferentes niveles o áreas de la vida, actores que en su mayor parte de existencia, han encontrando la forma de cegar a sus interlocutores, manifestando una participación escénica, pero no protagónica, llevando sobre si los laureles de otros que de manera silente o apabullados por la autoridad,  realizan un trabajo protagónico, como diríamos en mi tierra, …ganando indulgencias con escapulario ajeno…”

 

En un abrir y cerrar de ojos nos encontraremos sumergidos en la historia de Esau y Jacob, comparando especialmente a Esau con Saulo de Tarso, encontrando similitudes que llaman poderosamente la atención, puntos de coincidencia producto de la manifestación del hombre verdadero que había en cada uno de estos personajes de la historia bíblica y de la historia neotestamentaria.

 

Cuando hacemos un análisis a partir del escenario bíblico nos encontramos con un Esau que vendió su primogenitura por un plato de lentejas, cosa de conocimiento si se quiere general, un hombre que tuvo en poco el despreciar la providencia que le daría su padre Isaac producto de la herencia de la primogenitura, herencia que vendió a su hermano Jacob a quien muchos tildaron de ladrón, de perverso y de engañador, pero que en un estudio a conciencia de lo escrito sobre la negociación entre Esau y Jacob  encontramos que no hubo engaño en la compra de la primogenitura por parte de Jacob, entonces Esau era el engañador pues era quien reclamaba la bendición de Isaac a su primogenitura, una bendición que venia unida a la  primogenitura que  había vendido.

 

            Con todo esto, en esta breve introducción, podemos comparar la vida y lealtad a sus principios de los descendientes de Esau con Pablo y los misioneros actuales. Encontramos a un Esau que mostraba su rudeza y brutalidad, por no decir falta de inteligencia y sabiduría, hombre que a simple vista parecía bueno pero que manifestaba el engaño y la maldad haciéndose pasar por santo, que engañaba al papá pero nunca pudo engañar a su mamá, cosa que muchos desconocen por falta del complemento de la Torá Oral que explica el versículo "…era Esav [Esau] hombre experto en caza…" (Bereshit / Génesis 25:27), que no sólo cazaba animales en el campo sino cazaba personas con sus palabras y tenía convencido al padre de que él era un santo. De que sus acciones eran puras y acordes a la ley, cuando en realidad todo eso era una máscara de palabras complicadas, que venían a ocultar la verdad: la maldad e hipocresía que anidaba en su corazón y se manifestaba en sus acciones ocultas.

 

Cosas estas comunes en nuestros días, cuando vemos grupos misioneros y no solo misioneros, también políticos cuyas estrategias manifiestan los principios y valores retorcidos de la vida de Esau, quien se apreciaba de hacer las cosas bien, pero que lamentablemente, estaba escudándose en una posición viciada y corrompida, en la búsqueda de ganarse el corazón de sus jerarcas y porque no las arcas financieras que se abrían  frente a sus vidas.

Veamos a largo trazo algunas de las estrategias de Esau, y vayamos haciendo memoria de lo que plantean los misioneros seguidores de la “doctrina paulista”, ojo cualquier parecido con la realidad no es pura coincidencia.

 

Primero: Dice la Palabra de Dios que "…era Esav [Esau] hombre experto en caza" (Bereshit / Génesis 25:27), pero analizando un poco estas palabras podemos decir que también era un experto en la caza de las mentes de los hombres que estaban a su alrededor, ejemplo su padre el cual conocía solo lo que Esau le manifestaba, pues su corazón estaba con los hombres del mundo, una cosa era en la casa de habitación y otra muy diferente era el hombre del mundo, aunque en el fondo era lo mismo “cazador”; por ello se “casó” o se “unió” con dos jóvenes Heteas (Judit y Basemat) y luego solo por contrariar a su padre Isaac, se casó con una mujer de Canaan (Mahalat),  como esperando que Dios obrara en él por casarse con una descendiente de Abraham por el lado de Ismael, mostró así  las hilachas, el desgaste moral  y porque no espiritual en su vida., al contaminarse, mezclarse, integrarse, al mundo que lo rodeaba olvidándose de los preceptos divinos inculcados por sus padres.

 

En todo esto encontramos a Pablo, un hombre que como muchos plantea un protagonismo escénico, en base a engaños y falsedades, estrategia muy usada por su predecesor Esau. Se decía judío nacido en Tarso de Cilicia, “…instruido…, estrictamente conforme a la ley de nuestros padres, celoso de Dios…” Hechos 22:3,  mas luego de manera contradictoria estrictamente manifestando su posición de engañador dice en I Corintios 9:20  “… me he hecho a los judíos como judío, a los que están sujetos a la Ley (aunque yo no este sujeto a la Ley) como sujeto a la Ley…”;  como es que está instruido en la Ley de sus padres y luego dice de sí mismo que se ha hecho pasar como judío a los judíos; ¿Era o no era judío? O acaso ¿Era uno de aquellos que se decía ser judío y no lo era? Otra observación lateral que se observa es que se decía era judío conforme a la Ley de nuestros padres, pero  el no se sujetaba a la Ley  pues decía de sí mismo que se presentaba como sujeto a la Ley ante quienes efectivamente estaban sujetos a la Ley, entonces, era un engañador, un fraude.

 

Un protagonismo escénico que lo llevó a integrarse al mundo que lo rodeaba, no sólo a integrarse sino a contaminarse con las costumbres paganas de ese tiempo, se hizo idólatra cambiando al Dios de sus padres por un hombre al cual seguir, se mezcló con su mundo y ya no tenía una identidad propia. ¡Qué triste resultado de ver una mente enferma que ha perdido la memoria y a olvidado las enseñanzas paternas! Podríamos decir que sufrió de alguna enfermedad neurológica en su defensa (lo que explicaría que oyera voces, viera luces, se desmayara, etc.), pero… no tiene excusa…. Lo hizo a sabiendas de lo que estaba haciendo, con pleno conocimiento de sus mentiras, de su maldad, de sus disfraces que usaba para estafar y engañar y perjudicar al mundo con sus infernales enseñanzas.

 

            Entonces encontramos a una sarta de engañadores, misioneros de Jesús, que aprendieron su estrategia,  de Pablo, que fue el primero en decir que hay que hacerse pasar por lo que no se es, para lograr los objetivos religiosos, paganos, de engañar al mundo, para conseguir la “victoria” de desparramar a su Jesús por el mundo… ¿crees que esto es estar “…conforme a las enseñanzas de nuestros padres…”?

 

            Segundo: Cuando decimos se “casó” es porque literalmente contrajo nupcias con dos jóvenes heteas, unión que trajo amargura y dolor a sus padres (Isaac y Rebeca). Con esta unión Esau manifestó su rebeldía, primeramente a los principios elementales de su familia dados por  Dios  y en segundo lugar a los principios enseñados por sus padres.

 

            Esta unión aparte de demostrar su rebeldía manifestó su integración a los paradigmas establecidos por estas sociedades paganas, patrones sociales que desvirtuaban la obediencia al Dios uno y único y lo mezclaba con sociedades idólatras que lo alejaban de su familia y de la bendición de Dios.

 

            Si a estas alturas comparamos la vida de Pablo con la de Esau, encontraríamos ciertamente un gran parecido. Saulo como se le conocía, se aparto de los principios  fundamentales, preceptos dados por Dios, y se sumergió en las conductas y creencias de los paganos. Se apartó de la verdadera enseñanza de sus padres, para seguir las enseñanzas de los hombres, se dejó deslumbrar por lo que estaba de moda y “vendía” bien.

 

            Se dejó llevar de la moda, ese modismo mató el recuerdo de las POCAS enseñanzas que había recibido de sus mayores, y trajo consigo una nueva interpretación paganizada de las Escrituras, tergiversando las enseñanzas de Israel por nuevas ideas, totalmente ajenas a Dios y a la Verdad. Entonces, se observa la no aceptación de los mandamientos dados por Dios, la rebeldía manifestada claramente en desacatar los preceptos divinos, por obedecer los mandamientos de los hombres. Era entonces un matrimonio intelectual con las corrientes doctrinarias paganas, una unión totalmente desaprobada por Dios.

 

            Desobediencia esta que manifiesta el querer protagonizar su propia destrucción, producto o consecuencia de la desobediencia a Dios  y a sus padres. Así mismo quiso escribir con una aparente santidad, manifestando un falso cumplimiento cabal de la Ley pero sin sujetarse a ella, una máscara de santidad ante el pueblo al cual se presentaba o se mostraba con un camuflaje judío bajo el cual se escondía la verdadera identidad social, la Idolatría pagana, pues no era obediente a los preceptos de Dios.

 

            Ciertamente Saulo era un hombre con máscara de santidad,  máscara que buscaba su propio beneficio, al obtener una posición preponderante en medio de la sociedad pagana en la cual se desenvolvía y en medio de la cual se iba integrando al ser maestro o intérprete de una nueva visión de las religiones romanas existentes pero que deseaban hacer ver como cumplimiento de la Palabra de Dios.

 

            Saulo siempre se presento como judío, entraba a la sinagoga en día de reposo, tomó posición y mezcló enseñanzas con falsas doctrinas y engañó a muchos con palabras lisonjeras, manifestación de la elocuencia en el hablar, para poder engañar a los indoctos, a los faltos de conocimiento, a quienes adoctrinó para creer aun sin ver si era cierto o no, lo que comúnmente llamamos “fe ciega” encegueciendo con artimañas y artilugios de error a aquellos que sin conocimiento, se dejaron llevar como nubes por el viento.

 

            Tercero: Esau manifiesta su desorden moral buscando la compensación, había vendido la primogenitura, más él  todavía quería la bendición de su padre Isaac, bendicion que es la herencia material, el beneficio financiero, ese era supuestamente el propósito de buscar Esau la bendicion de parte de Isaac, era entonces la transmisión de la herencia o propiedad familiar, y porque no decirlo las aspiraciones y las promesas espirituales del padre al hijo mayor a su primogénito.

 

            En otras palabras el momento culminante de la transmisión del legado material y espiritual de una generación a otra, cosa que desestimó Esau cuando vendió la primogenitura y ahora anhelaba retomar, robando el derecho a primogenitura que había vendido a su hermano Jacob. Acá vemos pues a un hombre sin escrúpulos que decididamente buscaba su propio beneficio. (Algunos presentan el engaño de Jacob a Isaac para obtener la herencia como un acto egoísta de su parte, cosa totalmente errónea pues la primogenitura era por derecho suya. El egoísta en todo caso era Esau quien quiso robar la herencia de la primogenitura que había vendido voluntariamente).

 

            Cuando comparamos a Saulo con Esau, vemos un hombre egocéntrico, sin principios que veía el aparecimiento de una nueva forma religiosa donde el podía tomar una posición de privilegio, estaba pues en el momento de la oportunidad y qué mejor situación como para hacer lo que hizo Esau, buscar una compensación, dentro de los judíos solo era un supuesto zelote, un perseguidor de sectas falsas, pero si lograba entrar como así hizo, en medio de los paganos, pues así como no le costaba hacerse “…a los judíos como judío…” mucho menos le costaría hacerse pasar por pagano a  los paganos o gentil a los gentiles.

 

            Vemos pues una sarta de mentiras unidas en un mar de cruentas rebeldías hacia el Señor nuestro Dios, Hombres que siempre fueron presentados por los mercaderes de la vida como personas santas y honestas buscando vender un producto nuevo para el beneplácito de sus plataformas financieras, personas que no eran mas que artistas dignos de un Óscar de la Academia, hipócritas que  disfrazados de seguidores y cumplidores de la Torá, engañaron y vilipendiaron el mensaje santo de la Torá, hombres que pervirtieron los mandamientos de Dios, apartaron sus oídos de la bendita Palabra, hombres que dejaron la Luz de la Tora y se perdieron en las sombras de la confusión. Artistas que se presentaron como santos y no eran más que santurrones con caras lavadas por la incesante búsqueda de una plataforma financiera que supliera sus necesidades.

 

            ¿Son esos los pastores o supuestos rabinos “mesiánicos” que todavía permites que te manipulen y estafen?

 

Texto escrito con la colaboración y enseñanzas del Moré Yehuda Ribco

Bajarse de la montaña para aprender a vivir bajo el agua

He sido sincero y lo más honesto posible en los artìculos que he escrito en Fulvida.com y en mi blog personal. Lo he dicho ya pero lo repito: de manera similar a como muchos de los amigos lectores de Fulvida.com, mi sobrevuelo y posterior aterrizaje en la pista de las Siete Leyes no fue un camino de rosas pero tampoco un camino pantanoso – todo gracias a Dios. Es que a más de darse cuenta uno que ha estado escalando una montaña enorme pero equivocada, resulta que, como andinista, uno carga su mochila personal. Una mochila llena.

Ahora bien, cuando el montañista está bien enrumbado – tiene un buen mapa y una buena brújula – apunta a la dirección y camino que lo lleven a la montaña apropiada. Además pone en su mochila aquellas cosas que le son de utilidad: una brújula, una linterna, una mini cocinilla, gas para la cocinilla, un pequeño jarrón para derretir nieve y así poder rehidratarse, etc.etc.etc.

El montañista, mientras más experimentado –  "más ducho" como decimos en Ecuador, escoge de mejor manera y cada vez mucho más eficientemente, sus herramientas para escalar en la vida. Con el tiempo se va dando cuenta que no sólo es importante llevar las buenas herramientas, sino que "lo barato sale caro" y opta entonces por comprar cuerdas de primera calidad, botas de primera calidad, carpa de primera, etc. Al fin y al cabo de estas cosas puede depender su vida cuando llege el temporal… Ah y muy importante: el andinista experimentado sabe que "los peores enemigos son el miedo y  la imprudencia".

Algunos, en nuestra vida de andinistas-buscadores-de-la-verdad, nos subimos a varias montañas equivocadas y, lo que es peor aún, llenamos de piedras (totalmente inútiles  y de hecho perjudiciales) nuestras mochilas. De hecho muchos ni siquiera utilizamos (a su tiempo) el sentido común (que a veces parece ser poco común) para sacar las piedras de las expediciones anteriores. ¿Cuál es el resultado? Que, progresivamente, el mochilero  se va haciendo cada vez más daño a causa del peso e inutilidad del incrementado peso. Pero peor aún: en su búsqueda se acostumbra a cosas complicadas y parece cada vez más autoconvencido de que "seguro llegar a la verdad debe doler".

En buena hora de mi vida, me encontré lejos de mi patria, de mi familia y de un entorno donde todos los agentes eran más andinistas sombies que elogiaban al que se calzaba la mochila más grande.

Y ahí estaba yo: por fin tomando la decisión de cuestionar si es realmente peligroso sacarme al menos una piedrita de mi mochila…   ¿Fácil? Nunca he dicho que lo sea. Pero mucho más pronto que tarde mi organismo empezó a sentir alivio por aquellos gramos que arrojé. ¿Otra piedrita? ¿Por qué no? ¿Otra más? ¿Qué tal una cuarta?… Pronto empecé a volverme más diestro en el arte de arrojar piedras contaminadas y uno que otro bulto podrido de mi mochila y, más importante aún, ya no envidiaba a aquellos que, cual gallitos de pelea, competían para ver quien rompía el récord de cargar la mochila más pesada. Piedra a piedra, cada vez más eficiente, cada vez más rápido, cada vez más saludable y vuelto a la vida…

Con el tiempo por fin entendí (algo que había leido hace muchos años) de por qué era que mientras unos estudiantes cristianos y musulmanes (de una universidad) contestaban a la pregunta planteada por su profesor,  "¿qué harían si reciben una condena de ser sumergidos al fondo del mar?", diciendo (los primeros) "me arrepentiría de todos mi pecados para irme con Jesús" y (los segundos) "lo aceptaría con resignación pues estaba escrito en el libro de Alá", (por otro lado) el único estudiante judío de la clase contestaba "¡aprendería a vivir bajo el agua!". ¡Claro! Este descendiente de Abraham sabía que es en este mundo donde uno está en capacidad de trascender las limitaciones de nuestro ser finito para conectarnos con el Infinito. 

Entonces, ¿a qué le llamamos sensibilizar con nuestro prójimo? ¿Sentarse a llorar con quienes no quieren sacarse sus mochilas? No. Más bien le invito a que nos terminemos de secar las lágrimas, a que nos levantemos y nos animemos a caminar rumbo a la montaña correcta – a la vez que nos vamos quitando piedras de la mochila –  y a mostrar a otros mochileros con el ejemplo que aun cuando uno haya tenido la mochila más grande del mundo, ES posible cambiar. Avance, estimado lector, para que usted mismo les diga a sus pares "¡vamos para adelante! Si puedo darte una mano, con mis defectos y virtudes, te la doy. Pero no te puedo dar caminando lo que a ti te corresponde".

Y si se pone a pensar cómo sería el mundo si todos camináramos más aliviados y libres, con herramientas de primera calidad en nuestra mochila en vez de piedras putrefactas, se daría cuenta que

comer no es malo, pero meter algo en decomposición al estómago hace daño;
beber no es malo, pero el alcohol industrial sirve para otras funciones;
usar la libre expresión no es malo, pero difamar y mentir es parecido a asesinar;
la política no es mala, pero el mal uso de ella puede arruinar pueblos enteros;
la izquierda no es mala y tampoco lo es la derecha, pero si camina solo a un extremo no podrá ir derecho, de frente a su montaña.

¿La política es un tema vetado para los noájidas? ¡Todo lo contrario! Necesitamos más políticos honestos y mucho mejor si tienen claro que el camino de Dios es el camino de la moderación.

Al igual que con otros tópicos – como familia, amigos, salud mental, salud física, economía y amor al prójimo – hacer pólítica con un sustento de Ética y Moral brotando de las Siete Leyes, no sólo que no "desgasta al ser humano" sino que de hecho lo lleva a conectarse con las necesidades de su pueblo: ¿cómo mejoramos nuestra sociedad? ¿esta ley estorba o ayuda?

¿Decir que un tirano llegó como presidente y se transformó en dictador es odiarlo? "Callar para no perder más" fue la estrategia cómplice usada por Europa: millones pagaron con sus vidas la desidia y quemimportismo. Entonces mi estimado lector si usted quiere saber si seguir los acontecimientos políticos puede

beneficiar su vida como noájida;
enseñarle a ser mejor noájida;
motivarle a encontrar pautas para marcar la diferencia ante el malestar que le rodea;
añadir significado a su vida,

entonces mi respuesta es ¿por qué no? ¿Acaso no le bendijo el Creador a usted (mucho más que a mi) con inteligencia, lógica, sensibilidad y sentido común?

Pero si usted amable lector prefiere leer aquel horóscopo que le dice "hoy es un perfecto día para ti signo noájida: cargarás una vez más tu mochila empedrada", bueno, es su decisión. Usted bien puede escoger que artículo le conviene y cuál no.

Finalmente, con toda la sinceridad de la que soy capaz, quiero hacerle un llamado estimado lector para que active todo su potencial en beneficio de la divulgación apropiada y crecimiento de las Siete Leyes en el mundo hispanoparlante. ¡Usted puede marcar la diferencia! Por mi parte trataré de seguir aportando todo lo que me es posible desde el lugar en el que esté – no hace falta ser coordinador / representante de Fulvida para ello.

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Foto: El monte Sinaí visto desde arriba (Wikipedia – la enciclopedia libre).

El Alzheimer del pueblo palestino

NMI Digital-Caracas. Un chiste macabro dice que la enfermedad de Alzheimer brinda un gran beneficio: sólo permite conocer gente nueva… Pero causa el enorme daño de borrar la propia historia. Y esto no es un chiste. La tragedia palestina, al marginar la historia, obtura sus vías de solución. Se ha dicho que los palestinos “no pierden la oportunidad de perder la oportunidad”. Y esto es así porque no recuerdan sus propios errores y, en consecuencia, no advierten que pueden hallar su independencia y prosperidad a la vuelta de la esquina.

¿Qué cosas tan importantes han olvidado? Por razones de espacio, sólo puedo brindar una síntesis.

Al terminar la Segunda Guerra Mundial, Palestina estaba bajo el mandato colonial de Gran Bretaña. La comunidad judía profundizó su lucha emancipadora porque, desde finales del siglo XIX, venía construyendo su Estado y no aceptaba algo que no fuera la independencia. Había fundado centenares de kibutz, escuelas, hospitales, caminos, granjas, teatros, forestó yermos, canalizó el agua y hasta edificó Tel Aviv sobre dunas de arena.

Creó la primera universidad, la primera orquesta sinfónica y el primer instituto científico del Medio Oriente. Tenía aparato administrativo y fuerzas de defensa. Gran Bretaña, que contaba con el apoyo de la comunidad árabe de Palestina y de la Liga Árabe que ella misma había ayudado a fundar, elevó el problema a las Naciones Unidas con la esperanza de que condenasen las pretensiones judías y pudiese continuar su mandato.

Se formó un comité integrado por países neutrales que recomendó el fin del tiempo colonial británico y la partición de Palestina en dos Estados: uno árabe y otro judío. Las fronteras del Estado judío fueron dibujadas según las poblaciones predominantemente judías y el resto fue adjudicado al Estado árabe. Ambos se mantendrían unidos por cruces territoriales y la complementación económica.

¿Qué pasó? Los judíos aceptaron el veredicto. Aunque no se les hacía un regalo, porque Israel ya existía gracias al sudor de sus habitantes, se legitimaba su anhelo de soberanía. Los árabes, en cambio, rechazaron la oferta y proclamaron su intención de arrojar a todos los judíos al mar. En efecto, apenas Israel proclamó su independencia, siete ejércitos árabes violaron la decisión de las Naciones Unidas y se arrojaron sobre el exiguo territorio. Los judíos carecían de armas: nadie se las vendía porque consideraban imposible que pudiesen sobrevivir. El único país que accedió a proporcionárselas fue Checoslovaquia, porque suponía que el socialismo del flamante Estado lo llevaría a la órbita soviética.

En conclusión, si la agresión árabe hubiese triunfado, no existiría Israel. Pero la historia fue distinta. La guerra la quisieron y forzaron los árabes, no Israel. Y perdieron. Ahí comenzó la tragedia palestina. Por culpa de sus dirigentes. De haber actuado con sensatez, en 1947 ya hubieran tenido su Estado propio.

Luego de la derrota, los países vencidos se apoderaron de lo que quedaba de Palestina. Gaza pasó a ser administrada por Egipto y Cisjordania fue anexada al reino de Transjordania, que cambió su nombre por Jordania. En consecuencia, los territorios que hubieran correspondido al Estado árabe palestino fueron devorados por esos dos países, no por Israel. Pero durante dieciocho años ni una sola voz egipcia, jordana o palestina reclamó convertirlos en un Estado independiente, con Jerusalén Este de capital. Jerusalén Este había quedado en manos jordanas, pero no fue convertida en su capital ni fue a visitarla ningún jefe de Estado árabe; era un villorrio marginal donde, eso sí, se destruyeron las centenarias sinagogas, se arrancaron lápidas del Monte de los Olivos para construir letrinas y se prohibió el acceso de los judíos al Muro de las Lamentaciones.

Los palestinos perdieron otra vez la oportunidad de proclamar su Estado en Gaza y Cisjordania. Llegó el año de 1967. Los Estados árabes, impulsados por el entonces presidente de Egipto, Gamal Abdel Naser, decidieron terminar con Israel. Bloquearon el Golfo de Akaba y exigieron el retiro de las tropas de Naciones Unidas que evitaban el encontronazo de los enemigos. Pese a los desesperados ruegos de Israel, las Naciones Unidas se marcharon y dejaron libre la ruta de la matanza. Pero Israel, que no tenía ocasión suicida, no esperó a que fuera demasiado tarde, a que la mano del verdugo lo agarrase del cuello. Estalló la Guerra de los Seis Días.

La victoria israelí fue impresionante. Pero no cambió la realidad: Israel seguía siendo un pequeño Estado en medio del océano árabe. En consecuencia, tendió la mano a sus enemigos y ofreció negociaciones de paz que incluían la devolución de territorios. Los líderes árabes se reunieron en Jartum para dar su respuesta. Y la respuesta fueron los arrogantes y famosos “tres noes”: no al reconocimiento, no a las negociaciones y no a la paz con el Estado de Israel.

Los palestinos volvieron a perder esa oportunidad. Ahora olvidan que un halcón como Menahem Begín, para obtener la paz con Egipto, le reintegró generosamente hasta el último grano de arena del Sinaí. Y que además le obsequió pozos petrolíferos, rutas, aeropuertos, los complejos turísticos de Taba y Sharm El Sheik, desmantelando incluso la ciudad judía de Yamit, construida entre Gaza y el Sinaí. Vale la pena recordar que quien estuvo a cargo de la penosa tarea de sacar a los colonos israelíes de la península fue el entonces general Ariel Sharón.

Debo obviar otros hechos para referirme a la última, magnífica y ya olvidada oportunidad desperdiciada. Sucedió en Camp David II. El Primer Ministro israelí, Ehud Barak, más pacifísta que Rabin, le ofreció a la Autoridad Nacional Palestina todo lo que pretendía (menos la autodestrucción, por supuesto). Arafat replicaba con un monocorde no. Clinton le reprochó, irritado: “Basta de decir no: haga sus propias propuestas”. No las hubo. No las hubo porque habrían conducido a la paz.

El líder israelí volvió triste: había ofrecido sin resultado mucho más de lo que su pueblo aceptaría. Arafat volvió alegre porque continuaría la guerra que lo mantiene en la primera página de los diarios de todo el mundo. Su vida de combatiente le otorga más laureles que la aburrida administración de un país. Era obvio que pocos días después iba a lanzar la segunda, innecesaria y criminal Intifada.

Digámoslo sin cobardía: entre la creación de un Estado palestino pacífico y la promocionada Intifada, ¡Arafat eligió la Intifada! Si ahora no existe un Estado palestino independiente es por voluntad de la dirigencia palestina, no de Israel. Hay que denunciar esta verdad simple y dura. De lo contrario, se ahondará en la estéril tragedia que enluta al Medio Oriente y que demora una solución que está al alcance de la mano.

La enfermedad de Alzheimer impide recordar que esta Intifada fue decidida antes de Camp David, como confesó el ministro palestino de Comunicaciones.

No estalló contra Sharon, que ni siquiera era ministro, sino contra el pacifista Barak, quien durante los cinco meses que le quedaban en el gobierno recurrió a todas las declaraciones y negociaciones posibles, directas e indirectas, para que cesara la violencia y continuara el proceso de paz. No hubo caso, no hubo un solo día sin ataques palestinos y el efecto inevitable fue el triunfo electoral del Primer Ministro Ariel Sharón.

Desde hace décadas, en Israel actúa el Movimiento Paz Ahora, que dinamiza a un millón de adherentes. ¿Qué movimiento por la paz existe entre los palestinos? No pido que reúnan cien mil, ni diez mil. ¡Me conformaría con sólo mil! Pero eso no es posible porque su dirigencia ha estimulado la pérdida de memoria y un desmesurado crecimiento del odio. Los palestinos, después de cada nueva frustración, se dedican a matar judíos. “Habrá paz”, dijo Golda Meir, “cuando amen a sus hijos más de lo que nos odian a nosotros”.

Esta también es una simple y dolorosa verdad.

Marcos Aguinis

¿¿¿Un gobierno democrático???

Algunas personas aún sueñan con ese idilio que enseñan en la escuela de que la democracia es el gobierno para, por y del pueblo. Conozco a varias personas que votan por tal ó cual candidato por considerarlo una persona demócrata. Basta con hacer una encuesta en su comunidad preguntándoles a sus vecinos qué opinan de su gobierno actual (esto no aplica en Venezuela y en algunos otros países de América Latina) para que les digan que es un gobierno democrático.

A mi manera de ver las cosas, y vaya que he sido tildado de demasiado realista en ciertas ocasiones, un gobierno democrático es imposible…. la democracia no es un sistema que sea del agrado de los políticos que gobiernan (de hecho existen dos políticas, la que se hace desde la oposición, que es justa y equilibrada y la que se hace en el gobierno que siempre busca tener un poco más de libertad de lo que debiera).

El país con la más impecable historia política en el hemisferio es EEUU y ni ese país ha logrado la "perfecta democracia" de la que tanto se ufanan los "americans citizens". Sólo investigamos un tanto en los libros y documentos históricos y veremos una guerra civil de cesesión por la negativa de los estados confederados a dar libertad absoluta a los ciudadanos afroamericanos; y luego veremos más adelante como la cultura indígena estuvo suprimida y execrada de la vida cotidiana de los habitantes de las grandes urbes, más tarde veremos las inmensas injusticias cometidas en la época de los derechos civiles, las leyes secas, las imposiciones militares en la primera y la segunda guerra mundial a sus ciudadanos, los inmensos impuestos y pare usted de contar, que hasta el sol de hoy la democracia en el gobierno de los EEUU goza del beneficio de la duda.

Si ese Estado, que ha poseído la misma constitución de 13 principios desde su fundación hasta nuestros días, ese Estado cuyas instituciones son aún más antiguas que cualquier candidato aspirante a presidente, si el gobierno de los EEUU no puede, apelando a los hechos prácticos, considerarse una absoluta democracia.

¿Cómo podemos ufanarnos nosotros, los latinoamericanos, de haber logrado el avance social de tal sistema?

La democracia no es una forma de gobierno, aunque así prediquen mil y un libros del tema, si la sociedad no es democrática, si el colectivo no entiende, no es capaz de asimilar en su justa medida lo que significa ese concepto taaaan profundo, jamás el gobierno podrá siquiera aparentar ser democrático.

Estuve hablando en días pasados con un gran amigo, y comentábamos mientras caminábamos, cuanta desidia ha llegado a la ciudad donde vivimos; de pronto nos vimos envueltos en un cavilar respecto de la independencia… (a veces uno empieza por la nariz y acaba en la cola) y él me preguntaba: ¿por qué "ellos" (los libertadores) hicieron la independencia?

Debo confesar que el mundo en mi mente se detuvo y tal fue mi asombro al ver que una persona  A ESTAS ALTURAS no hubiese comprendido el valor y significado de tal hecho…

Lo único que acerté a decir, reponiéndome inmediátamente de mi asombro, fue lo siguiente, dándole, como a un niño de primaria, una clase bastante sencilla para no atormentar sus pensamientos con muchos conceptos abstractos:

Iniciamos el recorrido cuando los europeos vinieron a América a vivir (eso es lo que llamamos colonización), durante mucho tiempo vivieron familias que tuvieron hijos nacidos en estas tierras, a ellos, por haber nacido acá se les empezó a llamar "criollos", como los europeos fueron gente de poder por sobre los habitantes de este continente, los usaron como empleados suyos… pero algunos indígenas no tenían la suficiente resistencia para los trabajos que se determinaron hacer los europeos (básicos para la sustentación como sembrar productos alimenticios, criar animales, pescar, sacar minerales para proveerse de dinero, etc’s) entonces compraron "esclavos" a reinos africanos para su uso en estas tierras.

Ahí comenzó a haber en América tres culturas diferentes, los aborígenes nativos, los europeos y los de ascendencia europea también nativos y los venidos de África y sus hijos nativos también.

Como todas esas culturas comenzaron a socializar (no nos detendremos en los pormenores de esta socialización injusta y discriminatoria) y tuvieron hijos y esos hijos tuvieron hijos; los que nacían acá, ya hubieren sido de uniones entre blancos, o entre negros, o entre indios, o mixtos, reconocían como su tierra a esta tierra.

Como las extensiones coloniales eran inmensas, pues el continente es muy grande, los gobiernos europeos dividieron sus territorios en América en Provincias, Capitanías Generales y Virreinatos, para facilitar el auto-gobierno local… Pero ésto empezó a generar en la población un sentido de pertenencia por ese lugar que agrupaba provincias (en algunos casos el Virreinato y en otros la Capitanía General), porque cada lugar tenía un nombre que abarcaba a mucho territorio y cuando la gente debía dar sus señas, indicaban que provenían de ese lugar amplio llamado Venezuela, ó Rio de la Plata, Perú ó Chile, este sentido de pertenencia generado comenzó a hacer que los nativos (de todos los orígenes culturales) quisieran administrar lo que ellos creían eran SUS recursos… porque a pesar de ser ésta su tierra los gobernantes provenian aún de Europa (en el caso español más que todo).

Esto fue el pie para los movimientos de independencia y lo que trajo como consecuencia nuestra separación (forzada) del Reino de España.

Gracias a D’ el joven entendió el asunto y pudimos proseguir con el tema del caos en el país.

Pues bien, este ejemplo ilustra en cierta medida lo que es mi percepción de la democracia… No se puede lograr que un gobierno sea demócrata si uno no ha entendido lo que vale el concepto, no se es libre hasta que no se sabe qué es la libertad.

¿Conoces ó crees conocerla?

La Naturaleza de la Judeofobia (G. Perednik) – Unidad 9

… las peores víctimas de la judeofobia zarista fueron los niños. La causa principal fue un sistema de reclutamiento de judíos, promulgado en 1827, conocido como Cantonismo. La ley establecía que la edad de conscripción obligatoria serían los doce (12) años, bajo el pretexto de excluir a quienes sostenían a sus familias. El objetivo lo aclaraba la propia ley, al fijar que "los menores judíos serán colocados en establecimientos de entrenamiento preparatorio para servir en el ejército del zar por veinticinco años durante los cuales serán guiados a fin de aceptar el cristianismo". Los niños así reclutados se llamaban cantonistas ("cantones" eran las barracas de entrenamiento) y se los disciplinaba bajo amenaza de hambre y castigos corporales.

 


 

Unidad 09: Rusia: entre Zares y Soviets

Por: Gustavo Perednik   

Dedicamos las últimas dos lecciones a dos modelos de la judeofobia moderna, Francia y Alemania. Ahora pasaremos al tercer paradigma, el conspiracional. Hemos dicho que en la época moderna, el país con más libelos de sangre fue Rusia, donde el agravante adicional fue que, en contraste con los papas y monarcas de Occidente, los zares estimularon la calumnia.

El primer caso ruso ocurrió en Senno en 1799, cuando antes de la Pascua cuatro judíos fueron arrestados debido al hallazgo de un cadáver. Ese año se solicitó al poeta Gabriel Derzhavin que investigara. Su Opinión elevada al zar acerca de la organización del status de los judíos de Rusia denunció el "parasitismo económico" y que "en estas comunidades se hallan personas que perpetran el crimen, o que por lo menos protegen a quienes lo perpetran, de derramar sangre cristiana, de lo que los judíos fueron sospechosos en varias épocas en distintos países. Si bien considero que tales crímenes en la antigüedad fueron cometidos por fanáticos ignorantes, creo apropiado no pasarlos por alto".

Con este sello semioficial, el zar Alejandro I dio instrucciones para que el libelo fuera revivido en Velizh, en donde el juicio duró diez años. Y aunque los judíos probaron finalmente su inocencia, el mero debate público bastó para que el siguiente zar Nicolás I se negara a firmar una circular de 1817 que requería no incriminar a judíos sin evidencias. La judeofobia se exacerbaba mientras duraban esos procesos, cualesquiera fueran los veredictos.

Libelos en Kovno, Zaslav, Volhynia, Saratov, etc., llevaron a que en 1855 se designara otro comité investigador. Una vez más sus conclusiones fueron categóricas: no había ninguna evidencia para acusar a los judíos. Y sin embargo, la noticia del asesinato ritual se difundía sin pausa y "expertos" en el tema publicaban libros que "describían los modos" en que la sangre cristiana se utilizaba (ejemplos de libelistas en Rusia fueron Lutostansky y Pranatis, fuera de ella Desportes y Cholewa).

Después de la partición de Polonia a fines del siglo XVIII, el mayor bloque de israelitas quedó bajo dominio ruso; durante el siglo XIX la mitad de los judíos del mundo vivían en Rusia (aproximadamente cinco de los diez millones). La judeofobia se intensificaba agravada por los sucesivos juicios de asesinato ritual.

Los judíos tenían prohibido residir fuera de la Zona de Residencia (Catalina II había formulado una invitación a los extranjeros para que se radicaran en el país, pero explicitó: "todos, excepto los judíos". También la emperatriz Elizabeth, cuando le solicitaron la admisión de judíos con propósitos comerciales había replicado: "No acepto beneficios de los enemigos de Cristo").

Con todo, las peores víctimas de la judeofobia zarista fueron los niños. La causa principal fue un sistema de reclutamiento de judíos, promulgado en 1827, conocido como Cantonismo. La ley establecía que la edad de conscripción obligatoria serían los doce (12) años, bajo el pretexto de excluir a quienes sostenían a sus familias. El objetivo lo aclaraba la propia ley, al fijar que "los menores judíos serán colocados en establecimientos de entrenamiento preparatorio para servir en el ejército del zar por veinticinco años durante los cuales serán guiados a fin de aceptar el cristianismo". Los niños así reclutados se llamaban cantonistas ("cantones" eran las barracas de entrenamiento) y se los disciplinaba bajo amenaza de hambre y castigos corporales.

Sobre los hombros de los líderes comunitarios judíos se depositaba la responsabilidad de alcanzar altos cupos de adolescentes. Estos provenían de los hogares más pobres, de los que eran arrancados para siempre. Cada comunidad se veía en la obligación de recurrir a bravucones llamados jpers ("secuestradores" en idioma ídish) que arrebataban a los niños ante los gritos de padres y vecinos. Desde los ocho (8) años de edad, los niños eran aprisionados en el edificio de la comunidad y de allí los retiraba el ejército. El sistema se hizo más riguroso durante la Guerra de Crimea (1854) cuando la cuota se fijó en treinta conscriptos por cada mil judíos, y las bandas de jápers acechaban para cazar a sus víctimas.

De la Zona de Residencia, los niños eran transferidos hasta Siberia, en viaje de varias semanas. El pensador ruso Alexander Herzen registró su encuentro con un convoy de cantonistas en 1835, y la explicación que recibió del oficial a cargo: "un muchachito judío es una criatura debilucha y frágil… no está habituado a marchar en ciénagas por diez horas diarias, ni a comer galleta entre gente extraña, sin madre ni padre que lo mimen; por ende tosen y tosen hasta que se tosen ellos mismos a la tumba… Ni la mitad llegará a destino; mueren así nomás como moscas… Ya dejamos un tercio en el camino" dijo, señalando la tierra.

Durante las tres décadas en que hubo cantonismo, cuarenta mil niños judíos fueron reclutados. El nombre bíblico Be-emek Ha-Bajá, En el Valle de Lágrimas, que mencionamos hace tres clases, también fue el título de una novela del escritor ídish Mendele Mojer Sforim (m. 1917), en la que se narra ese horror (Peretz Smolenskin y otros escritores también incluyeron páginas escalofriantes sobre el tema).

Una vez en las barracas, los niños que sobrevivían eran entregados a sargentos que habían sido entrenados para "influir" en la religión de los mancebos. Los "educadores" usaban hambre, privación de sueño, azotes y varios otros tormentos hasta que se alcanzaba el bautismo, o la muerte. Después de la ceremonia, los jovencitos debían cambiar sus nombres, eran registrados como hijos de padrinos designados, y comenzaban el entrenamiento propiamente dicho. Sus nuevos camaradas frecuentemente les hacían recordar su origen judío por medio del maltrato y la humillación. El zar Nicolás I definía el cantonismo como "el método para corregir a los judíos del reino".

Un efecto colateral del sistema fue que muchos padres optaban (aunque reticentemente) por enviar a sus hijos a escuelas públicas o a colonias agrícolas, ya que así se los eximía de la conscripción. Por ello éstas pasaron a ser financiadas por el impuesto de vela, un gravamen sobre las velas para rituales judíos, tales como recordatorios y casamientos.

El Baile Y Su Fin

La deplorable situación de los judíos de Rusia hizo que creyeran que un zar con nuevas ideas personificaría un promisorio amanecer. Alejandro II es todavía llamado el Zar Libertador en la historiografía rusa, debido a su política liberal, la Era de las Grandes Reformas. En lo que se refiere a los judíos, el cantonismo fue abolido y la Zona de Residencia mitigada. Como escribe Jaim Potock en su historia de los judíos, los iluministas judíos en Rusia supusieron que comenzaba la Emancipación según el modelo occidental "y el baile comenzó". Pero no calcularon que el proceso liberador desataría un violento contragolpe.

Ya avanzados en el curso de judeofobia, podemos prever lo que ocurrió: como en Francia y Alemania, los judíos ingresaron en las artes y el periodismo, fueron abogados y dramaturgos, críticos y compositores, pintores y poetas. De súbito se los percibió notorios y ubicuos en la vida política y cultural del país. Y no a todos los gentiles los entusiasmó esta repentina participación judía en la vida de la patria. Estereotipos judíos repulsivos comenzaron a aparecer en las obras de Lermontov, Gogol y Pushkin. Dostoievsky fue más lejos y en La Cuestión Judía (1873) justificó la repulsa, acusando a los judíos de "explotadores, chupasangres de la población que los rodea, en especial de los pobres e ignorantes campesinos… Los rusos, ciudadanos del único país donde el cristianismo es aún fuerza dominante, son considerados por los judíos como bestias de carga". Para él, los judíos, sentados sobre sus bolsas de oro, tramaban contra Rusia desde el Oeste.

Pero el baile continuaba. La prensa y la literatura judía florecieron, especialmente en hebreo y en ídish; también en ruso. Zvi Dainow publicó en hebreo un sermón en honor del zar, y Lev Levanda llamaba a los judíos a "despertar bajo el cetro de Alejandro II". Y de golpe se apagaron las luces.

El 31 de marzo de 1881 fue una de las fecmás fatídicas de la historia judía. Marcó el mayor éxodo de judíos de la historia, cuando dos millones de ellos establecieron las comunidades judías de los EE.UU., de Latinoamérica, y de la Tierra de Israel.

El asesinato de Alejandro II, fue el trampolín para una furibunda reacción judeofóbica, so pretexto de que en la célula revolucionaria que asesinó al zar había una joven judía. El nuevo y precario régimen convocó a las masas culpando a "los judíos" del regicidio. Las viejas formas de la judeofobia rusa (Zona de Residencia, cantonismo, etc.) fueron reemplazadas a partir de Alejandro III por otras más temibles aún, como los pogroms ("embestida" en ruso) que eran ataques del populacho contra la población indefensa, con saqueos, incendios, violaciones y asesinatos.

El bao de sangre inspirado por el gobierno ocurrió en tres olas de furor creciente, y dejó decenas de miles de muertos, e incontables mutilados y heridos. El primero de los pogroms tuvo lugar en abril de 1881 en Yelizavetgrad. El nuevo ministro de interior, conde Nicolás Ignatiev, los denominó "actos de justicia espontánea del pueblo ruso explotado".

Por un lado, los grupos revolucionarios redoblaron su accionar; por el otro, surgieron organizaciones ultraconservadoras para combatirlos, y para que se revirtiera la liberalización de Alejandro II. Entre ellas la Liga Sagrada, la Unión del Pueblo Ruso, las Centurias Negras, la Nobleza Unificada. Su lema era "Golpea al judío y salva a Rusia". En cuanto a los bolcheviques y anarquistas, muchos aceptaron los pogroms, en los que veían un medio para despertar al pueblo, que eventualmente se volcaría contra el régimen. Su lema revolucionario era "Golpea a la burguesía y al judío!"

Ignatiev informó al zar acerca de la violencia desatada: "durante los últimos veinte años -escribe- los judíos gradualmente ganaron el comercio y la industria… hicieron todos los esfuerzos para explotar a la población general… Así han fomentado una ola de protesta, que cobró la infortunada forma de violencia… La justicia exige normas severas que alteren las relaciones entre los habitantes generales y los judíos, y protejan a los primeros de la dañina actividad de los últimos".

Estas "normas severas" fueron conocidas como las Leyes de Mayo, decretos "temporarios" que se aplicaron a los judíos hasta la revolución de 1917, y que les prohibían residir fuera de ciertas ciudades y aldeas (cien en total) y cancelaban todo contrato de compraventa con judíos en las áreas prohibidas. De este modo los comerciantes rurales se libraron de la competencia de sus colegas judíos, y los policías fueron dotados de un instrumento permanente de extorsión y maltrato a los judíos que aún vivían en regiones vedadas.

Gracias a presión internacional, un decreto proyectado fue abortado: la expulsión de todos los judíos a las planicies de Asia Central. Pero una restricción que sí se agregó en la nueva Rusia fue el Numerus Clausus ("números cerrados") para estudiantes judíos (esta práctica restrictiva prevaleció en muchos países, incluso en los EE.UU.). En julio de 1887 el Ministerio de Educación estipuló para los establecimientos secundarios y terciarios, un tope de 10% de judíos en las ciudades de la Zona de Residencia, 5% afuera de ella, y 3% en Moscú y Petersburgo. A veces estos topes incluían aun a judíos que se habían convertido al cristianismo.

Uno de los propulsores de estas restricciones fue el conde Constantino Pobedonostev, cuyo cargo era similar al de un ministro de religión. Como opinaba que los judíos tenían más talento que los rusos, temía que los dominaran. Por ello bregaba por la total rusificación y vaticinó el destino de los judíos de Rusia: "Un tercio morirá, un tercio emigrará y un tercio se asimilará".

Además de lo antedicho, la faceta de la judeofobia rusa que tuvo mayor influencia a largo plazo fue su modo de justificarse. La Ojrana, policía secreta del zar, procuraba explicar ideológicamente sus acciones por medio de un libro actualizara la vieja tradición demonológica. Había buenos precedentes.

El primero de ellos, según vimos, era la obra en cinco tomos del abate Barruel (el mismo que frustró el Sanhedrín de Napoleón) en la que mostraba la detestada Revolución Francesa como la culminación de una milenaria conspiración secreta. Tres libros que emparentaban la conspiración con los judíos aparecieron en 1869: uno alemán (El discurso del rabino de Hermann Goedsche), uno francés (El judío, el judaísmo y la judaización de los pueblos cristianos de Gougenot de Mousseaux, quien recibió "por su coraje" la bendición papal de Pío IX), y uno ruso (El libro del Kahal de Jacob Branfman).

También se citaba una fuente inglesa, que no surgía de textos judeofóbicos sino de una travesura literaria. Me refiero a Coningsby, la novela de Benjamín Disraeli publicada en 1844. En un párrafo el rico y aristocrático judío Sidonia refiere cómo durante sus travesías por Europa en busca de un préstamo, comprobaba que en cada país el ministro al que entrevistaba, era indefectiblemente judío. Y concluye con el siguiente comentario: "Ya ves, entonces, mi querido Coningsby, que el mundo está gobernado por personajes muy diferentes de los que imaginan quienes no están detrás del escenario" (capítulo XV del libro tercero). ¡Y esto había salido de la pluma de un judío que llegó a ser Primer Ministro! (Innecesario aclarar que quienes lo citaban para "demostrar el poder de los judíos" salteaban el hecho de que los varios ministros mencionados en la novela en rigor no eran judíos).

El mito reaparece hacia 1850 en muchos diarios alemanes que buscaban misteriosas raíces para la revolución de 1848. En la novela Biarritz de Goedsche, el capítulo En el cementerio judío de Praga refiere una reunión secreta nocturna durante la Fiesta de los Tabernáculos, en la que los delegados de las doce tribus de Israel planeaban una vez por siglo la toma del planeta.

Otra publicación en alemán, que para 1875 ya iba por la séptima edición, fue La conquista del mundo por los judíos, de un tal Millinger (alias Osman-Bey). Allí se señalaba como fuente del mal a la Alliance Israélite Universelle (aunque fundada en 1860, se la presentaba tan antigua como los judíos) y se auguraba que "En un mundo sin judíos las guerras serán menos frecuentes porque nadie lanzará a una nación contra la otra; cesarán el odio entre las clases y las revoluciones, porque los únicos capitales serán nacionales que jamás explotan a nadie… Tendremos ante nosotros la Edad de Oro, el ideal del progreso en sí. ¡Arrojad a los judíos al Africa! ¡Viva el principio de las nacionalidades y de las razas! ¡La Alliance Israélite Universelle sólo puede ser destruida mediante el exterminio total de la raza judía!".

Como varios señalaban a la Alliance de París como centro de la confabulación, allí fue donde la Ojrana (policía política del zar) instaló al agente Orgeyevsky con el objeto de "documentar" las siniestras actividades judías. El ministro Peter Stolypin descartó varias propuestas por "propaganda inadmisible para el gobierno", pero terminaron por aceptar un panfleto del místico Sergei Nilus, escrito por 1902.

El libro supuestamente contenía los "verdaderos" protocolos del congreso efectuado en Basilea (Suiza) un lustro antes (el Primer Congreso Sionista Mundial) que, aunque supuestamente había fingido el objetivo de establecer un hogar nacional para los judíos, en realidad se había convocado para un plan de dominación mundial. En dichos Protocolos de los Sabios de Sin, rabinos y líderes expresan sin vueltas su sed de sangre, maquinaciones y ansias de poder. La historia completa de cómo se fraguó el libro fue explicada por Norman Cohn en El mito de los Sabios de Sión (1967).

Durante los primeros tres lustros los Protocolos tuvieron poca influencia. Luego los rusos, motivados por un artículo publicado en el Morning Post de Londres (7/8/1917) que sugería la existencia de un gobierno judío secreto e internacional, decidieron enviar copias de los Protocolos a numerosos diarios europeos para "corroborar" la hipótesis.

El éxito de la patraña no tuvo precedentes. Millones de ejemplares se vendieron en más veinte idiomas. En los EE.UU. su gran mentor fue el magnate del automóvil, Henry Ford, quien durante los años veinte difundió la mentira en su diario The Dearborn Independent. También The Spectator londinense requirió en 1920 que se designara una Comisión Real para revisar si existía una confabulación judía internacional para destruir el cristianismo. De ser probada su existencia, "se justificará nuestra cautela para admitir judíos a la ciudadanía… Debemos arrastrar a los conspiradores a la luz, y mostrarle al mundo cuán malvada es esta plaga social".

¿Suena al Sínodo de Conversos del año 1235? ¿Beben los judíos sangre cristiana? ¿Nos dominan secretamente? La Comisión Real nunca fue erigida, gracias a que un corresponsal del diario The Times, Philip Graves, descubrió casualmente la novela en base de la cual se habían fraguado los Protocolos. Era una sátira contra Napoleón III escrita medio siglo antes (en 1865), Diálogos en el infierno de Maurice Joly, en la que los franceses (no los judíos) acumulaban poder. De 2.560 renglones, 1.040 habían sido copiados literalmente por Nilus, palabra por palabra. El editorial del Times del 18 de agosto de 1921 fue una resonante admisión del macabro error. Los Protocolos eran falsos y la conspiración judía mundial un nuevo mito judeofóbico.

Pero tal como había sucedido con el libelo de sangre, el hecho de que la patraña fuera racionalmente desenmascarada no disminuyó el odio. Los Protocolos siguieron difundiéndose y creyéndose como ninguna obra anterior. Aun en 1992 salió en primera página del diario Sovetskaia Rossiia una serie de artículos de Yoann (Metropolitano Ortodoxo Ruso de Petersburgo) que denunciaba con los Protocolos un complot judío del que Rusia era el primer blanco.

Nueva Esperanza, Nueva Frustración

Otra vez el déja vu. Nos hace recordar las esperanzas que despertó el iluminismo después de siglos de judeofobia cristiana. ¿Qué vemos ahora en el horizonte? Parece nuevamente la salvación de los judíos de los mitos acumulados, de la discriminación y el desprecio, las mentiras y leyendas. Es la Rusia del siglo XX en cuyo aire flotan racionalismo y socialismo, en la que los revolucionarios que luchan por la igualdad se mofan de las supersticiones del pasado y planifican la religión de la razón en un mundo de confraternidad. La revolución bolchevique pondría fin a la discriminación y la violencia de los zares… Pero oh sorpresa, muchos de sus portaestandartes mostraron ser ellos mismos judeófobos.

Entre ellos, los teóricos del anarquismo, quienes propugnaban la destrucción de todo el viejo régimen, salvo una parte. Así escribía en 1847 el francés Pierre Proudhon acerca de los judíos: "Esta raza lo envenena todo al entrometerse por doquier. Exigid su expulsión de Francia, a excepción de los hombres casados con mujeres francesas. Prohibid las sinagogas, no los admitáis en ningún empleo, procurad la abolición final de esta secta… El judío es el enemigo de la raza humana. Uno debe devolver esta raza al Asia o exterminarla… Por fuego o expulsión el judío debe desaparecer… Lo que los pueblos de la Edad Media detestaban por instinto, yo detesto por reflexión, y de modo irrevocable".

El principal teórico de la revolución, Carlos Marx, nació judío y fue bautizado a los seis años por su padre, Hirschel, hijo, yerno y hermano de rabinos, y descendiente de sabios talmúdicos. Hirschel cambió su nombre por Heinrich y se hizo protestante cuando un edicto prusiano de 1817 prohibió a los judíos ejercer la abogacía (fue uno de los miles a los que nos referimos, que se convirtieron al cristianismo con la reversión post-napoleónica de la Emancipación).

El primer ensayo de Carlos Marx, La Cuestión Judía (1844) fue en respuesta a Bruno Bauer, quien había condicionado la Emancipación de los judíos a que éstos abjuraran de su religión. Para Marx ni la apostasía era suficiente: "La nacionalidad quimérica del judío es la del comerciante… La base secular del judaísmo es la necesidad práctica, el interés propio. ¿Cuál es el culto mundano del judío? El chalaneo. ¿Cuál es su dios mundano? El dinero. La sociedad burguesa crea continuamente judíos… La emancipación del chalaneo y del dinero, y consecuentemente del judaísmo real, será la autoemancipación de nuestra era". La emancipación humana es, en el libro de Marx, un sinónimo de la abolición del judaísmo.

Hemos trazado dos contrastes. Uno, el del enciclopedismo con el contexto medieval del que provenía; otro, el del socialismo con su telón de fondo zarista. La pregunta es por qué estos dos movimientos basados en el racionalismo y la confraternidad estuvieron infestados de la judeofobia que caracterizaba el viejo orden. Aparentemente, las sociedades europeas estaban tan saturadas por siglos de odio antijudío, que fueron incapaces de producir un iluminismo o un socialismo libres del mal.

En un abarcador estudio, el historiador Zosa Szajkowski no pudo encontrar una sola palabra en defensa de los judíos en la literatura socialista francesa entre 1820 y 1920, aun cuando la mitad de ese lapso estuvo repleta de seiscientos pogroms. Como ejemplos de la judeofobia izquierdista, mencionamos a Toussenel, Fourier y Proudhon. Saint-Simon es la notable excepción. En cuanto a Marx, a partir de sus escritos y biografía, podemos reflexionar acerca de cuatro aspectos de la judeofobia, a saber:

A) Los judeófobos inflan la importancia de los judíos de los que disgustan, y enfatizan su judeidad aun cuando sea virtualmente inexistente. Así, para los nazis el comunismo era una ideología judía. Y dentro de la izquierda, el anarquista Mikhail Bakunin (quien consideraba a los judíos "una nación de explotadores") llamaba a Marx "un Moisés moderno". Por el contrario, cuando hay judíos importantes para su causa, los judeófobos se esmeran en empañar la judeidad. Así, el origen judío de Marx fue soslayado por los regímenes comunistas. En la edición de 1952 de la Enciclopedia Soviética se omitió toda mención al respecto.

B) Como los judíos eran acusados desde los dos flancos del espectro político con argumentos contradictorios, no tenían ninguna posibilidad de salir airosos de la acusación (como cuando se les censura a un tiempo el ser avaros y ostentosos, o entrometidos y muy cerrados). A pesar de su sufrimiento bajo los estados cristianos, los judíos fueron ulteriormente vistos por muchos librepensadores como el germen del cristianismo. Del mismo modo, la judeofobia de Marx y los marxistas no disuadió a los judeófobos anticomunistas de acusar a "los judíos" de haber creado el marxismo. Por esta razón, durante la guerra civil que siguió a la revolución bolchevique, las bandas de combatientes anticomunistas en Ucrania asesinaron a cincuenta mil judíos inocentes que residían en Ucrania.

C) Otro rasgo típicamente judeofóbico de Marx fue pasar por alto tanto el sufrimiento de los judíos como la existencia del odio antijudío en su época. Su antagonismo hacia los judíos se expresó en sus ensayos como en su correspondencia privada. Nunca tuvo una palabra de solidaridad para las víctimas de los pogroms, cuya inmigración a Londres comenzó mientras Marx vivía allí. Este "humanismo selectivo" es una característica de los judeófobos de izquierda, judíos y no-judíos por igual. En 1891 la reunión de la Segunda Internacional Socialista en Bruselas (que incluyó a muchos delegados judíos) rechazó una moción de condena a la creciente judeofobia. Cuando queramos desenmascarar tendencias judeofóbicas, debemos preguntar al sospechoso si la judeofobia realmente existe en el presente. Una respuesta negativa sería muy elocuente.

D) Marx también ejemplifica un fenómeno que exacerba la judeofobia: el que dio en llamarse judío ajudaico (como en el título del libro de Isaac Deutscher publicado de 1968, un año después de su muerte. El judío ajudaico es un revolucionario radical quien, aunque no tiene conexión alguna con el judaísmo, es percibido como "el judío" por la sociedad que aspira a destruir. El judío ajudaico simpatiza con todo perseguido, siempre y cuando no sea judío. Así lo definía Rosa Luxemburgo en una carta de 1916: "¿Para qué vienes a mí con tus penas judías? Me sicerca de las desdichadas víctimas de las de las plantaciones de caucho en Putumayo, o de los negros del Africa con cuyos cuerpos los europeos juegan a la pelota… No tengo un rincón para el ghetto reservado en mi corazón: me siento en mi hogar en todo el mundo, doquiera que haya nube, y pájaros y lágrimas humanas". En retrospectiva, esos judíos del ghetto en 1916 habrían gustosamente cambiado su destino con los trabajadores brasileños o africanos. Pero como lo dijera Irving Howe "aún en el más cálido de los corazones hay un lugar frío para los judíos".

En cuanto a los seguidores de Marx en la Rusia comunista, estudiaremos su judeofobia en nuestra próxima clase.

Las cosas sencillas de la vida

Hola amigo noájida.

Muchos de los visitantes de este sitio, así­­  como de los miembros de FULVIDA han sido esclavos de esa prisión espiritual y vital que se denomina: «Jesús» (en cualquiera de los nombres que sus propagandistas le quieran dar: Yahoshua, Yeshuah, Jamelej Jamashiach, etc.).

Cuando se encontraron con el noají­­smo, pudieron descubrir que Dios demanda de ellos una vida sencilla y simple, abierta, plural, madura, racional, regocijante, sin amenazas, libre y liberadora.
Y para muchos esto les pareció «poca cosa», «demasiado fácil», «muy simple», «poco espiritual».
Es que, todaví­­a cargan en sus mochilas espirituales y existenciales con pesadas piedras «religiosas» que les inyectaron en su pasado dentro de la prisión de la religión.
Creen, porque así­­ los adiestraron, que el servicio a Dios debe ser algo rematadamente irracional, puramente emotivo, lleno de rituales complejos, de profecí­­as disparatadas, de sumisión a los deseos del lí­­der endiosado, de encasillarse en un dogma de fe oscura, de encerrarse en el recinto de su iglesia, de odio a lo que no es de su iglesia, de falsa mansedumbre y nulo amor al prójimo…
Tú que has estado encadenado en esa cárcel de ceguera y ahora tienes abierto (al menos) un ojo (espiritual) asientes a mis palabras, reconoces que es correcta esta descripción, porque sabes que es así­­… tú lo has sufrido.

Si tomamos el texto de la Torá, que es la Palabra revelada por Dios mismo, que es el libro perfecto e inmodificable que Dios ha dado, si leemos en la Torá, sin rebuscadas interpretaciones pastoriles… ¿qué encontramos?
¿Una vida de pesadas cargas religiosas, de oscuridad de la fe, de dogmas vací­­os, complicadas fórmulas que pretenden demostrar que un perdido pecador es un dios y un salvador?
¿O encontramos una vida de compromiso y responsabilidad, llena de trabajo por hacer para beneficio de la sociedad, que deja muy poco espacio para cosas irracionales, palabras rebuscadas, o complejas doctrinas que pretenden demostrar lo indemostrable?

Si eres sincero, si tienes al menos un ojo (espiritual) abierto, si te informas sin adoctrinamientos, solamente puedes llegar a una conclusión: es tu deber despojarte de esas mochilas que te pusieron en tu religión para buscar la vida verdadera, de simple y bello servicio real al Eterno.
Es tu deber adoptar la hermosa vida al estilo noájico, libre de complejidades de religión, despojada de confesiones y dogmas irrisorios ante la luz de la razón.
Es tu deber también limpiar tu alma de la sed por cosas complicadas, misticismo, rituales, objetos, etc.

Ante ti tienes todo el mundo para rectificar, y debes empezar por la calle en que vives: ¡tú mismo!

Acércate a la Luz y permite ser alumbrado para andar con humildad y sencillez junto al Eterno, para actuar con bondad y justicia contigo y con todos.

Deja de lado tu afán por rituales, por doctrinas religiosas, por cabalisterias, por cualquier cosa que te aparta del buen camino que Dios ha dispuesto para ti.

Creeme que lo que parece como tan simple, tan chato, realmente tiene una profundidad e intensidad espiritual inmensas. Estas a los pies del Trono Celestial cumpliendo con los Siete Mandamientos Universales, sin necesidad de afear tu relación con Dios con rituales que son completamente vanos y ajenos.

Así ­­ pues, amigo noájida, cuando sientas que el camino que Dios ha trazado para ti es insuficiente, recuerda Quién fue el que trazo ese camino para ti… y entonces te dedicarás con amor y reverencia a perfeccionar tu vida y el mundo.

Quedo de ti,
el Eterno te bendiga.

¿Es el egoí­smo idolatrí­a?

En serjudío.com, Yehuda nos enseña en el tema ”La causa del mal” que en la base de todos absolutamente todos los males provocados por la persona se encuentra el así llamado Ietzer-Ha Rá que significa la tendencia a lo negativo, que si le damos nombre es egoísmo. (Les recomiendo que vean en esta misma página el tema “Esa Tendencia” donde Yehuda enseña clara y detalladamente lo que es Ietzer-Ha Rá)

Siguiendo con el tema La causa del mal, Yehuda nos enseña que existen dos modalidades del egoísmo, una constructiva y otra nociva. Me referiré a la nociva a través de esta pregunta ¿Es el egoísmo una forma de idolatría?

Vayamos al Diccionario de la Real Academia (Drae) para ver el significado de cada palabra.

 

Egoísmo:   (del latín ego, yo) Inmoderado y excesivo amor que uno tiene a si mismo, y que le hace atender desmedidamente a su propio interés, sin cuidarse del de los demás.

Idolatría:   1- Adoración que se da a los ídolos y falsas deidades

2- Amor excesivo y vehemente a una persona.

 

Solo partiendo de estas dos definiciones podemos afirmar que el egoísmo si es idolatría, porque desde el momento que el centro de atención de todo lo que se mueve  a mi alrededor y rige mi vida soy yo y todo lo que hago y espero está basado nada más que en mi propio beneficio sin importarme beneficiar a mi prójimo, da como resultado que el hombre con el egoísmo se diviniza, es decir se convierte en su propio dios, lo que según el concepto enumerado arriba es idolatría.

 

Uno de los siete Preceptos Universales que debo cumplir me demanda no adorar o servir espiritualmente a nada ni nadie fuera de El (D-os), porque solamente El es digno de adoración y servicio y si existe un solo D-os Infinito y Supremo sobre todas las cosas, no debo entonces reemplazar al Ser Supremo por ídolos limitados ya sean otros seres o uno mismo. Es más en el libro del Gentil Justo de (Chaim Clorfene y Yakov Rogalsky) dice de la idolatría:

La esencia de las Siete LEYES universales es la prohibición en contra de la idolatría. Aquel que reverencia a una deidad, distinta del Creador, niega el fundamento de la religión y rechaza la completitud de las Siete Leyes Universales. Por otro lado, “quién se guarda a si mismo de la idolatría” demuestra creer en D-os y afirma la completitud de las Siete Leyes.

Por lo tanto queda claro que el egoísmo es una forma de idolatría.

 

En varios de los temas que Yehuda expone en Serjudío.com nos enseña claramente las consecuencias nefastas que trae el egoísmo a la vida del hombre, como por ejemplo, que el egoísmo es un cáncer emocional y espiritual que debilita y acaba con la vida del que lo padece y probablemente de quién esta a su alcance. El egoísmo es la raíz y la finalidad de todas las acciones y actitudes negativas humanas. También dice que otra forma de idolatría es la egolatría, el egoísmo exacerbado, pues no solo niega a D-os sino también al prójimo. El que es movido por el egoísmo siempre es llevado a la infelicidad, a la espera desesperada, pues nunca se calma el corazón, ya que jamás para de esperar más y más provecho para  sí.

 

Cada uno de nosotros tiene en su interior una cierta medida de egoísmo y como vimos al comienzo, es bueno en su medida constructiva si la aprendemos a usar, pero es importante empezar a trabajar en la nociva para cambiarla desde ya. Mientras más pronto la corrijamos dando a nuestro prójimo la ayuda necesaria de acuerdo a nuestras capacidades reales y sin esperar nada a cambio, absolutamente nada,  porque si doy esperando algo a cambio sigo en el mismo egoísmo.

 

Cuando decidimos voluntariamente enrumbarnos por el Camino Derecho porque esta ruta es buena y apropiada como esta escrito “Tu caminarás en Sus Caminos” (Deut. 30.16) debemos seguir su ejemplo. Así como D-os es Compasivo, el hombre debe ser compasivo, Así como D-os es llamado Misericordioso el hombre debe ser misericordioso. Es obligación del hombre seguir el ejemplo de D-os a lo máximo de sus capacidades. (extraído  del libro El Gentil Justo de Chaim Clorfene y Yakov Rogalsky)

 

¿Cual es la cura del egoísmo?

 

–    Debemos tener siempre una actitud bondadosa y una disposición positiva para el servicio a nuestro prójimo.

–    Debemos compartir lo nuestro con el prójimo sin esperar absolutamente Nada a cambio y Nada es Nada. Sabemos que cuando ayudamos al prójimo trascendemos el mal.

–    Es posible trasformar el egoísmo en voluntad de dar, (altruismo). Hay que tener en cuenta que: Hay quiénes reparten y les es añadido más, y hay quiénes retienen indebidamente, sólo para acabar en escasez (Mishlei / Proverbios 11:24). Y no olvidar que: La persona generosa será prosperada, y el que sacia a otros también será saciado. (Mishlei / Proverbios 11:25)

 

Les dejo este relato y un buen consejo digno de imitar (extraído de serjudío.com de la Parashá Vaietze  Amor sin lejanías)

 

Era por todos conocido el hecho de que el Rabino daba para caridad más del máximo establecido por los Sabios para tal finalidad, que es un 20% de los ingresos netos. Ante esta ruptura de una norma rabínica, los discípulos estaban consternados por su extraña actitud. A lo cual respondió el justo y venerable rabino: Si bien tienen: No es correcto que la persona se atreva a contravenir las sentencias de nuestros sabios, pues aquel que se aventura mas allá de los límites, entra en el escabroso terreno que lleva a la perdición.

Pero tu sabes que cuando llega el momento en que cada uno de nosotros es juzgado ante el divino Trono, prestan fiel testimonio nuestros actos que hemos realizado en vida. Cada acto acorde con los preceptos se constituye en un defensor nuestro, en tanto que cada uno de nuestros actos erróneos o pecaminosos, se erige como un acusador, y el Juez juzga a partir de estos testimonios prestados por nuestros actos.

Yo prefiero que cuando se levanten para acusarme, sea por esta pasión mía de ayudar al prójimo necesitado, más allá de los límites impuestos por los justos Sabios en lugar de recibir acusaciones por egoísmo, avaricia, codicia, estafa, idolatría y tantas otras dolencias para el espíritu.

Te aconsejo que jamás contravengas las órdenes de los Sabios, te pido que no me juzgues  tan severamente pues soy humano y débil, y estoy habituado a pecar de esta manera.

 

Norma Medina