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Resp. 735 – la Era Mesiánica y el pecado?

ronal.ar nos consulta:

1- En la era mesiánica se descarta totalmente el pecado,
2- habrá una santidad perfecta, casi perfecta o muy perfecta en el mundo?
3- Por la justicia del rey de Israel y por el acercamiento al Eterno…,
4- o se corregirá tan pronto como aparezca el pecado?
5- alternartivas de correcion de pecados en la era mesiánica un ejemplo por favor.
le agradezco mucho su tiempo el que toma par leerme H\’ le bendiga. con paciencia esperaré…
Ronald J. Gautemala, San Marcos, taxista, 27, noajida.


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Resp. 734 – Que conexion hay con Mesías, Eternidad, el mas allá?

ronal.ar nos consulta:

1- La era mesiánica es el mundo venidero,
1a- cuando resucitaran los muertos,
1b- pero igual seremos mortales,
2- después de vivir la era mesiánica seremos realmente eternos?
3- En la presencia de H’ habiendo vivido esta era absolutamente todos, así será?
4- Que conexión existe entre el mesías, la era mesiánica, el mundo venidero y después la eternidad.
5- Cohabitaremos juntos con los ángeles,
6- serán visibles a nuestros ojos?
7- Quiero poner muy en orden estas cosas en mi cabeza que aun están revueltas.
Ronald J. Gautemala, San Marcos, taxista, 27, noajida.

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liberacion tras 12 años de secuestro libre como los noajidas

No saben cuán asombroso es volver a ver civilización», dijo Pablo Emilio a los medios de comunicación en sus primeras palabras tras su liberación.

El sargento, que dejó entrever que analiza si sigue o no en el Ejército, dijo sin embargo que lo que vivió en estos 12 años de cautiverio lo soportó «por amor al uniforme». «En todo este tiempo he conservado mi uniforme, he soportado por amor a la institución -dijo el sargento-. Respeto la Constitución como soldado y ciudadano».

Moncayo no trajo cartas, pero sí noticias de dos secuestrados: el coronel Yesid Duarte y el sargento Libio Martínez, que era con él el secuestrado más antiguo en manos de la guerrilla de las Farc. Ahora ostenta solo ese triste reconocimiento: «Solicitan que alguna ONG internacional ayude a su libertad (…) Manifestaron que sus vidas corren peligro. Por eso este mensaje, para que tomen nota».

El suboficial, que se fue de su casa a los 19 años y que regresa como un hombre de 31, no ocultó su sorpresa por todos los avances tecnológicos. «Ha sido bello el recibimiento, no saben cuán asombroso es volver a ver civilización», dijo.

Sobre las Farc y cómo fueron sus más de 12 años en cautiverio no quiso opinar. Lo que sí dijo fue que esa guerrilla «existe, es una realidad que no se puede negar». «Parecen invisibles, pero ahí están», anotó.

Moncayo agradeció por su liberación a los presidentes de Ecuador, Venezuela y Brasil, que, aseguró, pidieron y lograron «un gesto de paz» de la guerrilla y señaló que la labor de la senadora Piedad Córdoba fue «incansable» para lograr que regresara a su casa después de todos estos años.

«Yo sé que muchos salen con el síndrome de Estocolmo, recuerdo que un periodista de Radionet nos calificaba a los de Patascoy como guerrilleros. Eso me dolió porque yo he conservado mi uniforme, he soportado estos años por amor al pueblo de Colombia y a la institución a la que pertenezco. Respeto la institución como soldado que soy y como ciudadano que soy de Colombia», señaló Moncayo.

Agregó que su familia «ha cambiado mucho. El cambio es radical, más sin embargo siguen siendo aquellos seres amorosos que siempre me han brindado su apoyo».

Sobre la caminata de su padre, desde Sandoná hasta Bogotá,  dijo que tuvo que verla sufriendo una enfermedad que lo tuvo caminando siete meses en muletas. «Para mi fue demasiado duro ver a mi padre en esas circuinstancias o, no tanto no verlas, porque oí todo por radio».

Aseguró estar maravillado con los actuales avances tecnológicos: «Todo ha cambiado, la tecnología me deja admirado, lo poco que he visto hasta ahora».

La llegada

Tras doce años de espera, Pablo Emilio Moncayo se abrazó, en libertad, con su familia. A esta hora, se dirige a los medios.

A las 5:35 de la tarde la aeronave carreteó y se abrio la puerta. Al bajar, Moncayo le hizo a su padre, quien corría a gran velocidad, una señal de ‘tómalo con calma’.

Luego se fundieron en un enorme abrazo. La hermanita, a quien el sargento no conocía, y el resto de la familia, le dieron claveles blancos.

La familia, padre, madre e hijo, caminaron tomados de la mano por la pista del aeropuerto de Florencia. Gustavo y Pablo Emilio levantaron los brazos en señal de victoria.

A través de su cuenta de Twitter la senadora afirmó que Pablo Emilio les trajo a sus familiares «una olla llena de carne» y «dos loritos».

La congresista Piedad Córdoba, por su parte,  explicó a los medios detalles de la liberación. Contó que llegaron a un sitio donde recogieron a dos guerrilleros. De ahí partieron con los subversivos a otro punto donde, después de una hora, se reencontraron con Pablo Emilio Moncayo.

En la zona de liberación recibieron comunicados de la población y de los guerrilleros. Una hora y media después de haber llegado al sitio apareció el sargento. Piedad Córdoba aseguró además que no se dieron cuenta en qué momento se grabaron las imágenes publicadas por Telesur.

«El Comité Internacional de la Cruz Roja expresa su gran satisfacción que ambas misiones humanitarias se hayan podido llevar a cabo con éxito gracias a los esfuerzos conjuntos del Gobierno y la Fuerzas Pública de Colombia, del Gobierno de Brasil, de los miembros de la comisión de Colombianos y Colombinas por la Paz, de la Iglesia Católica, así como de las Farc-Ep», dijo Adolfo Beteta, vocero del CICR.

Y agregó: «Como Institución humanitaria, neutral, imparcial e independiente, el CICR reitera su disponibilidad, en cualquier momento, para facilitar la liberación de otras personas privadas de libertad, así como la entrega de los restos mortales del mayor de la Policía Julián Ernesto Guevara a su familia».

Por su parte, el presidente Álvaro Uribe Vélez se mostró alegre con el regreso del sargento Moncayo, le dio la bienvenida y agregó que «Colombia recibe con los brazos abiertos a quienes regresan del cautiverio y rechaza con la mayor firmeza a los secuestradores».

También expresó su gratutud «al Gobierno del Brasil; al Comité de la Cruz Roja Internacional; nuestra gratitud a la Iglesia Católica» y «al Alto Comisionado, por la tarea que han cumplido».  

La lluvia puso en peligro la operación

La operación sin embargo, fue accidentada y por poco se frustra por culpa de las lluvias.

Desde que comenzó el día, las nubes grises que se posaron sobre Florencia despertaron la preocupación entre quienes esperaban, en la capital del Caquetá, la liberación.

Los primeros en llegar fueron decenas de periodistas, a las  5 a.m.,  que libraron una batalla campal por los mejores puestos bajo unas carpas que estaban al lado de la pista del aeropuerto Gustavo Artunduaga.

En ese momento se esperaba que la operación, como en Villavicencio, comenzara hacia las 9:00 de la mañana a pesar de que una leve llovizna caía sobre los dos helicópteros de la fuerza aérea brasileña, que desde ayer en la tarde estaban en Florencia.
Dos horas después, a las 7:00 a.m., la preocupación se sentía entre quienes esperaban que comenzara la operación. Un fuerte aguacero se desató sobre la capital del Caquetá.

El defensor de derechos humanos Iván Cepeda, quien apareció durante una corta escampada, decía que a pesar del mal tiempo tenían pensado que el operativo comenzara a la hora prevista.
Pero los fuertes aguaceros, que no dieron tregua las horas que siguieron, hicieron que los rumores llenaran de incertidumbre el ambiente.

Hacia las 10:00 se hablaba de que la operación estaba en un «punto de espera». Que en el lugar donde la guerrilla esperaba a la comisión con el militar secuestrado estaba lloviendo mucho más que en Florencia. Y que, incluso, todo podría cancelarse si el tiempo no mejoraba hacia el medio día.

Una hora después apareció en el aeropuerto, sonriente, monseñor Leonardo Gómez Serna, el representante de la Iglesia Católica en el proceso. Él, que llegó con el profesor Gustavo Moncayo y su familia, contó que se había pasado la mañana pidiendo al cielo para que la lluvia se detuviera.

«Estábamos orando para que deje de llover. Lo hice con el profesor, su familia y toda Colombia» dijo el cura. Y agregó, que a pesar del mal tiempo, Gustavo Moncayo había pasado la mañana inmensamente feliz. Las oraciones de Gómez y el profesor Moncayo, al parecer, dieron resultado.

Uno minutos después el comisionado para la paz, Frank Pearl, llegó hasta la pista del Gustavo Artunduaga para decirle a los periodistas que el clima había mejorado y que los militares brasileños que conducirían en el helicóptero, acababan de informarle que ya podían partir hacia la selva para traer al sargento de regreso.

Y entonces, pocos minutos después, apareció Piedad Córdoba. Vestida completamente de blanco, caminó a paso rápido hacia el Super Cougar que los llevaría a la zona de la liberación. No dio declaraciones, tan sólo se asomó por la ventana de la aeronave y saludó.

Acompañándola estaban seis miembros de la tripulación de Brasil, dos delegados del CICR, un médico y monseñor Leonardo Gómez Serna.

A través de su cuenta de Twitter, la congresista contó algunos detalles del despegue, como la oración que hizo el obispo de Magangué quien dijo que hablaría «con su jefe en el cielo» para que la operación humanitaria fuera exitosa.

Y entonces, a las 11:18 de la mañana, tras más de tres horas de incertidumbre, por fín el helicóptero alzó vuelo. De inmediato, el padre del sargento, el profesor Gustavo Moncayo, su hija Yuri Tatiana y la mamá del oficial, Estela Cabrera, se fundieron en un abrazo en el que no faltaron las lágrimas.

En el aeropuerto ya no se respira un ambiente de incertidumbre. Y el profesor Moncayo espera con su familia sobre la pista que llegue, de una vez por todas, el sargento, su hijo.

ALBERTO MARIO SUÁREZ
CARLOS ALBERTO GONZÁLEZ
Enviados especiales de ELTIEMPO
Florencia (Caquetá)

Parashá Tzav 5770 : Construcción de Shalom

Esta semana en el pueblo judío se lee públicamente del rollo de la Torá la sección denominada TZAV, que se encuentra en el libro Vaikrá o Levítico.

Como hacemos habitualmente, encontremos perlas preciosas de conocimiento y espiritualidad que nutran el alma de todo ser.

En esta porción de Torá se enumeran distintos tipos de sacrificios que eran llevados por los judíos de antaño al santo Templo.
El último de los mencionados es el «Korbán Shelamim», que se puede traducir como «sacrificio de paces».
Veamos qué nos enseña la famosa obra «La Voz de la Torá», del Rabino E. Munk, en su comentario a Vaikrá 7:37.

El Midrash acentúa el hecho de que los sacrificios de shelamim (de paces) son colocados al final de la enumeración y este hecho se reproduce en Bemidbar 29:39, después de la enumeración de los korbanot tzibur (sacrificios públicos).
La paz (SHALOM) aparece así como el supremo objetivo, dado que los shelamim están destinados a restablecer la paz entre la creatura y el Creador, entre el hombre y su prójimo, entre el individuo y su conciencia.
Para nuestros Sabios, la paz no es un simple don de la creación ni una ley de la naturaleza. No es solamente una doctrina moral del pacifísmo a ultranza, que busca la paz sin importar a qué precio, aun a costa de sacrificar principios sagrados del hombre y la renuncia categórica del uso de la fuerza.
La paz, la verdadera paz, presupone por el contrario un esfuerzo permanente del hombre para llegar al estado en el cual los antagonismos, los conflictos y las contradicciones de la sociedad al fin se pasan y cuyos elementos de base se convierten en los componentes de un vasto sistema de armonía universal, coronada por el Reino de Dios en la tierra…
Rabí Iehoshua ben Levi la compara con el fermento en la pasta, la considera como el elemento promotor del movimiento y del progreso en el seno de la sociedad.
Después de que la paz y armonía que reinaban en el Paraíso fueron eliminados, como consecuencia del primer pecado, los hombres tienen la tarea permanente de reconstituirlos en su esplendor inicial y de consagrar a esta tarea lo mejor de ellos mismos.
La paz continúa siendo el gran ideal universal, cuya realización depende de la voluntad de los hombres y de la bendición Divina.

Nosotros humildemene hemos acuñado un lema, una misión, una meta: CONSTRUIR SHALOM a cada instante.

Que sepamos hacerlo y lo consigamos.

El noajismo y el espaguetti

Italia, su espaguetti, tagliatelli, fetuccini, , linguini, fusilli lunghi, bucatini, pappardelle, tonnarelli… qué maravilla…!  Ni qué decir de los tortellini, tortelloni, canelones, lasagna, ravioli.

No dejemos a un lado sus salsas: Salsa al Pesto, salsa Segrisola, salsa de Tomate Italiana, salsa boloñesa, salsa vegetal para pasta, salsa Scarparos, y un largo etcétera.

Pero… ¿qué tiene que ver el noajismo con todo esto?

Miremos:

Supongamos que en Italia hace miles de años sucedió un evento magno, un evento en el cual el pueblo italiano recibió el gran libro del espaguetti. Dicho libro contiene los ingredientes para preparar un espaguetti único, sin igual, imposible de imitar.

Además el libro cuenta con recetas de salsas, las mejores, inigualables, para chuparse los dedos…! Ni la receta de la Nona los iguala…!

Imaginemos que la entrega del libro del espaguetti fue la manera oficial en que Italia se convirtió en sinónimo de pasta. Fue allí donde se marcó el momento histórico en que dicha nación quedó marcada como la representante por excelencia en materia de espaguetti.

Sin embargo, siglos antes, imaginemos, ya los italianos sabian hacer pasta, pero no fue hasta ese entonces en que habian sido seleccionados para ser los representantes de una tradición que seria transmitida de generación en generación. Hasta convertirse en su signo distintivo.

Por otro lado, todas las demás naciones tambien sabian hacer espaguetti, pero no al estilo italiano. Ellos, las naciones,  sabian preparar la pasta con una receta menos complicada, una salsa un tanto más básica si se quiere.

No obstante, solo los italianos desarrollarian a lo largo de los siglos un cumulo de conocimientos relativos a la pasta y a las salsas que llegaria a constituirse en su bandera, en su legado, en su tradición.

Las demás naciones tambien comerian uno que otro espaguetti, una que otra salsa, pero no seria su principal tradición, ya que a tales pueblos no les fue dado el gran libro del espaguetti.

Dejemos a un lado el espaguetti, pensemos en el noajismo.

El pueblo hebreo fue y es el receptor de una voluntad Divina, fueron elegidos como depositarios de la Torá. Su signo distintivo es la Torá. Si en Italia la principal tradición es el espaguetti, si en la India la principal tradición son las especias, si en el Reino Unido la principal tradición es el té, si en Argentina la principal tradición son los cortes de carne… en Israel, la principal tradición es la transmisión de la Torá.

Italia es experta en transmitir de generación en generación la receta del espaguetti. El pueblo hebreo es experto en transmitir de generación en generación el conocimiento de la Torá.

Así como nos acercamos a un cheff italiano, así como confiamos en la receta de la nona, porque ellos son los expertos en la materia, pues su tradición milenaria lo avala, DEL MISMO MODO debemos aprender a confiar en lo que los maestros de Torá enseñan respecto a la identidad noájida, ya que ésta (sin ser obligación) reposa en el seno de la tradición judia, sin que esto signifique que el noajismo en su esencia sea judio.

Lo que significa es que el pueblo judío, cuando aun no habia sido elegido como depositario de la Torá, ya tenia amplia experiencia en la práctica de los mandamientos dados a Noaj. Y dicho conocimiento quedó en la memoria nacional, quedó grabado en la Tradición.

Por tanto, son los maestros de Torá los «Top Cheff» los únicos confiables respecto al tema noájida.

Si logramos entender la idea arriba expuesta, quizás logremos entender por qué los Siete Mandamientos de Noaj no están explicitos en la Torá del mismo modo en que están los llamados Diez Mandamientos.

Si logramos entender tal idea, podremos comenzar a entender por qué para los noájidas no hay un «recetario», un libro lleno de mandamientos y explicaciones dadas por Dios.

Nosotros, los demás paises, podemos comer espaguetti, prepararlo incluso al estilo italiano, pero la verdadera pasta italiana solamente la preparan los italianos que recibieron la receta que se transmitió de generación a generación. Lo máximo que podemos hacer es cocinar la pasta, hacer la salsa, pero dificilmente tendrá el sabor caracteristico de Italia, porque ellos son los expertos en la materia, ellos cuentan con una tradicion milenaria al respecto. Nadie ha preparado más pasta que ellos. Nadie ha comido más pasta que ellos.

Lo mismo sucede con el pueblo judío. Los maestros de Torá son los expertos en la materia, y a menos que confiemos en lo que nos están diciendo, los noájidas terminaremos con una crisis de identidad sumamente destructiva.

Pero, ¿cómo confiar en lo que los maestros de Torá nos están diciendo?, ¿Cómo saber que no es un plan orquestado por unos cuantos rabinos para mantener a los gentiles lejos del asunto judio?

Como dijo Tebbie el personaje central del film «El violinista en el tejado»: Tradición.

Una tradición que se transmitió entre miles, personas dedicadas enteramente a la comprensión y prácticapasando por la transmisión fiel de dicho conocimiento.

El noajismo no reposa sobre la revelación de un individuo que aguantó hambre durante un mes en el desierto, y luego se apareció diciendo que habia recibido una epifania en la cual le indicaban que él era el elegido.

El noajismo reposa sobre algo sumamente firme, potente, fuerte, una cadena de conocimientos llamada Tradición. No una tradición noájida, ya que tal cosa no existe. No podemos ir a buscar en la Torá las raices hebreas de los gentiles tal como lo hace la religión llamada mesianismo o netzaritas.

Lo que si debemos considerar es que es esa Tradición la que contiene la manera correcta de cómo se practican los Siete Mandamientos y sus ramificaciones. No a la manera judia, pero si a la manera de un pueblo que primeramente fue noájida y luego, por su excelencia en el compromiso con su identidad, fue elegido para ser el depositario de mayores resposabilidades, y luego desarrolló su identidad espiritual judia, que nada tiene que ver con la identidad espiritual noájida.

Quizás no logremos comprender la magnitud del asunto, puesto que como gentiles carecemos de ese bagage milenial conque cuenta el pueblo judío. Recordemos que mientras el pueblo hebreo se dedicaba a la práctica asidua de su identidad espiritual, las demas naciones se dedicaban incluso al espaguetti. Lo cual no es malo, ya que hoy en dia todos comemos espaguetti. Y hoy en dia todos podemos conocer qué es el noajismo gracias a una nación que no se pasó milenios cocinando pasta.

Algo debemos aceptar, y creo que en eso estamos de  acuerdo: El experto en asuntos de Torá es el pueblo judío. Y es gracias a ellos que muchos de nosotros hemos despertado la conciencia de nuestra identidad espiritual.

En fin, frente a nosotros dos opciones: Tener confianza, puesto que incluso los Siete Mandamientos de Noaj son parte de los 613 mandamientos que el pueblo judío tiene como responsabilidad guardar, y nos están siendo enseñados por una nación que en su momento se hizo experta en la materia, o

salir corriendo creyendo que los judíos nos quieren dominar y nos están vendiendo una falsa voluntad Divina. Y por tanto, todos debemos hacernos judíos.

De igual modo entonces todos corramos a hacernos italianos ya que quizas el espaguetti que Italia nos enseñó a hacer no sea el verdadero espaguetti.

Pensemos.

Actitud Noajida

(Este texto me lo dieron para publicarlo y compartirlo con ustedes)

Encontrar  tu verdadera identidad

 Sentirte identificado con lo que realmente eres

 Tomar la actitud correcta y sentirte orgulloso de ser noajida

 Alimentar tu espíritu con conocimiento verdadero.

Algo complicado para una persona que toda la vida se ha dedicado a solo satisfacer su ego y alimentar su cuerpo con cosas vanas que solo lo destruyen, y sin temor a equivocarme casi  todos actuamos así pensando que nadie nos observa, olvidándonos del Creador pues la humanidad ha llegado a un grado de egoísmo que te pone a pensar. Que será el día de mañana si nuestros hijos siguen creciendo en un mundo que día a día vamos destruyendo, que pasara si no nos damos cuenta de todo lo que estamos perdiendo por no querer cumplir con nuestra parte, no quiero ni pensar que pasara cuando las personas terminemos con parte importante de la naturaleza que deberíamos cuidar y disfrutar, muchas cosas se podría evitar dañar si tan solo cumpliéramos nuestros siete Mandamientos, pues el Creador en su infinita sabiduría lo determino de esa forma no hay otra cosa que pueda salvarnos y salvar nuestro mundo que no sea cumplir Su voluntad.

Tenemos muchas cosas que hacer sin embargo la mayor parte de la humanidad prefiere ocultar la bondad de su corazón, no tienen tiempo para buscar lo bueno que tienen dentro de ellos, de limpiar su espíritu su mente su corazón, alimentan su ego pero no su espíritu dejan que su mente se pierda en la basura que hoy en día es tan común ver, su intelecto es limitado pues la mayor parte de la gente se conforma con practicar una religión que les ha sido impuesta desde pequeños, o que han adoptado por equivocación sin saber nunca que vivieron equivocados desde el principio, pereza mental de no buscar mas allá de lo que te dijeron conformarte con una larga triste y cruel historia de mentiras que lo único que provoca en tu persona es aferrarte a ideas ilógicas que no nutren en nada tu existencia.

Qué fácil es caminar con los ojos cerrados y sentirnos dueños de nuestra vida cuando ni siquiera eso nos pertenece, qué fácil es alimentar nuestro ego y olvidarnos de ser humildes, qué fácil es pensar que estamos solos y sentirnos dueños de todo lo que nos rodea cuando deberíamos agradecer al creador por la oportunidad de disfrutar y de estar viviendo este instante.

El  conocimiento que se enseña en Fulvida es una gran ayuda para salir de ese abismo que te de destruye y destruye y ni te das cuenta. Pues la ignorancia de tu verdadera identidad empobrece tu vida de tal forma que puedes vivir y jamás saber que la voluntad del Creador se cumplirá de cualquier forma, pues El lo ha dispuesto así, hagas lo que hagas el determina lo justo para cada persona por esta razón y muchas más si tienes la oportunidad de reconocer tu verdadera identidad no dudes en cumplir la tarea que te ha sido encomendada, algo bueno y muy grande te espera toma una actitud noajida y comienza a vivir a ver las cosas como son, a experimentar una forma de vida cumpliendo la voluntad del Uno y Único Dios.

NOTA.-gracias a la buena voluntad del More Yehuda Ribco de construir shalom y de compartir su conocimiento es que ahora puedo compartir con ustedes y encontrar armonía y equilibrio en mi y en mi familia, gracias.   

Conversión al judaísmo y estudio de Torá para el gentil en relatos del Talmud

Prestemos atención a un, aparentemente, sencillo y conocido relato verídico del TALMUD:

«Enseñaron nuestros Maestros acerca de un gentil que se presentó ante Shamai (el supremo jefe de la academia que lleva su nombre), y le dijo:
‘¿Cuántas Torot tienen ustedes?’.
Le respondió:
‘Dos, una Torá Escrita y una Torá Oral’.
Le dijo el gentil:
‘La escrita yo te la acepto, pero la oral no la acepto. Conviérteme al judaísmo para que me enseñes Torá Escrita’.
Shamai lo expulsó de inmediato de su presencia de modo tajante.
El gentil fue ante Hillel (el supremo jefe de la academia que lleva su nombre), con similares pretensiones.
Hillel lo convirtió al judaísmo.
Luego le enseñó el alefato:
‘Ésta es una alef, ésta una bet, ésta una guimel, etc.’.
Al día siguiente se lo enseñó pero al revés.
Entonces el reciente converso le reprochó:
‘¿Cómo me dices que es así si ayer me dijiste que era de otra manera?’.
Le respondió el sabio:
‘¿Y tú qué me reprochas a mí? Si confías en mí, aceptarás lo que te enseñe. Que la Torá Oral debes admitirla, también lo aceptarás’.
El converso reconoció su torpeza anterior, fue humilde ante su maestro y aprendió lo que él le enséñó.»

Talmud Babli, Shabat 31a

Hay tantas enseñanzas y consejos de vida en este texto que podríamos escribir un libro, pero quiero centrar en unos pocos puntos, nada más. En aspectos netamente relacionados con pretensiones de gentiles al respecto de estudio de Torá y de cuestiones atinentes en exclusiva a la nación judía.

Ante todo, no podemos dejar de pasar la ignorancia irreverente y casi blasfema del gentil al comienzo del relato.
Él, amparado en su torpeza egoísta, se creía en condiciones como para contradecir a un enorme sabio y además definir qué era lo correcto y qué no en cuestiones de Torá.
¡Por favor!
Eso es de mediocre, de arrogante, de vacío, de débil mental, de pobre de conocimiento y de espíritu… ¿no les parece?
El perfecto extraño y hueco quiere enseñarle al maestro de maestros lo qué era el área de trabajo y vida del maestro… ¿no es de una irreverancia necia y patética?
Este gentil decidió, basado en su ceguera, que sí a una parte de la Torá, pero que no a otra. Y con esa base impuso sus condiciones de cómo habría de ser su conversión al judaísmo.
Me suena mucho a esos que vienen cada dos por tres a decirme que no se convertirán al judaísmo por la vía legal de la ortodoxia, sino que se ampararán en la reforma, en los conservadores, en su fe, en vaya uno a saber en qué… porque ellos creen, ellos escucharon, a ellos les dijeron por allí que las cosas se pueden hacer así como ellos quieren. Que no cuenta la halajá (reglamentación legal vigente), ni las condiciones marcadas claramente por la ley, ni los requerimientos indispensables espirituales… ¡qué les importa a ellos!
Ellos harán lo que les parezca, opinarán lo que se les ocurra, repetirán lo que algún oscuro «rabino» (si es que lo fuera) les dijo, o cosas aún peores, tales como comerse la fantasía burda y tóxica de los falsos judíos mesiánicos o fantoches similares.
Como sea, esa actitud del gentil del relato se suele evidenciar en la actualidad con demasiada frecuencia.
Por supuesto que hay falsos maestros, curreros, fetraficantes, palurdos con título, que puede hacer su dinero y obtener poder vendiendo «conversiones» al judaísmo, inventando pretextos para que la gente se «convierta», y otros etcéteras más. Tales como esos miserables que nos robaron el famoso y lucido nombre de SERJUDIO, para poner su dudosamente legal sitio con similar nombre que el nuestro, pero que lleva a la gente a los más crueles errores, mentiras, engaños y probablemente estafas. Una de esas espantosas mentiras es decir que es obligatorio que el gentil se convierta al judaísmo… y con la astucia típica del serpiente del Edén, con la habilidad para el engaño del timador, usan palabras rebuscadas para «demostrar» su punto de vista. Claramente el entendido reconoce la moneda falsa y la aborrece por vil. Pero, el ignorante, o el apasionado que no mide sus asuntos con la vara correcta, quizás se deja llevar hacia el abismo asqueante de la mentira espiritual y de la estafa.
No faltan los que son ignorantes y se dejan embaucar por los avivados que quieren dinero, o fama, o poder.
Así pues, de esos ignorantes abundan, ¡y cuántos! en la actualidad, que se dejan convencer por los fetraficantes de la secta judía o ajena que sea, para hacer supuestas conversiones al judaísmo, que no son nada más que papeles sin valor, parodias, burlas, engaños, nulos completamente de cualquier valor como verdadera conversión. Y, tristemente, el laico Estado de Israel mira para otro lado y deja que estos no-conversos obtengan derechos que solamente corresponden a verdaderos judíos, sean nacidos o convertidos correctamente.
Pero, gracias a Dios habemos los que como Shamai e Hillel no admiten ni un milímetro de falsedad, que no toleran la mentira, que se oponen al engaño, que llaman a las cosas por su nombre aunque a algunos les haga temblar la verdad.

Este fue el primer tema: los que dicen querer convertirse pero se vienen con un manojo de pretensiones ridículas, de falsas creencias, que difícilmente les facilita el camino a la verdadera conversión al judaísmo.

Pasemos al segundo tema.
Éste tiene que ver con el orden del relato.
Léelo y responde por favor: ¿qué hizo primero el sabio de sabios Hillel, convirtió al gentil o le enseñó Torá?
Pues… ¡ni siquiera le enseñó el alefato, el abecedario hebreo antes de convertirlo!
¡Mucho menos le enseñó o estudio junto a él Torá!
Te recuerdo algunos links, para que retengas en tu mente y corazón y agradezcas que este humilde Moré te alimenta con el buen pan espiritual que te hace bien y bendice:

Esta es una breve recopilación de decenas de textos que publicamos que están avalados y basados en la Torá misma, en la legislación correspondiente, en las palabras de los Sabios de todas las épocas.
Pretender contradecir esto, es como el gentil del cuento que se cree con derecho a opinar y decidir acerca de lo que no sabe y no le compete.
¿No era de infame y tonto inmiscuirse en donde no le corresponde y está prohibido por el mismísimo Dios?

En resumen, el gentil NO DEBE dedicarse al estudio de Torá, ni siquiera al estudio del hebreo (como lengua sacra), sino que eso compete en exclusiva a los que son parte integrante legalmente del pueblo judío.
Pero, claramente el gentil puede estudiar lo que le corresponde de la Torá de Israel, que son las cuestiones que lo refuerzan en el conocimiento y aplicación de los Siete Mandamientos y sus derivados legales, siempre y cuando sean con estricta vigilancia de un maestro judío experto, para que el estudio de buena voluntad no termine derivando en hipocresía y terror.
Esto no es lo que el humilde maestro Yehuda decidió, sino lo que la LEY de Dios ha decretado. Quien quiera oírlo, qué bueno; quien busque excusas para hacer otra cosa… qué malo, aunque sea con buenas intenciones.

Esta prohibición de dedicarse al estudio de Torá incluso se aplica al gentil que está en camino de conversión, pues esta persona puede y debe estudiar acerca de judaísmo, sus fiestas, rituales, el compromiso de cambio de vida que le significará el convertirse a judío; pero, el gentil en proceso de conversión tampoco se dedica al estudio de Torá, tal como tampoco observa el Shabat o festividades según sus reglas respectivas; saben porqué: ¡por qué no le corresponde ni le pertenece!
¡Cuánto menos para el gentil que quiere seguir siendo gentil, con todo su derecho y bendición por eso!

No faltará el avivado de siempre que busca justificar su EGO con cualquier cosa, por supuesto que también con la mentira más sutil o la más burda.
No faltará el que diga que este relato es un cuentito y que el orden no importa y que tal y cual.
Por supuesto, actúa como el gentil del relato, pretendiendo cosas que no son, imponiendo sus falsedades como si fueran verdaderas.
Es lo que hacen siempre, esos pastores del error.

Pero, que no quede en mis palabras, no me creas a mí en nada de lo que te digo por favor, no me creas, sino que analiza, investiga, coteja, pero siempre con personas de altura y valor real, con fuentes originales y ciertas, con lo que puede ser usado para cotejar.
En este caso, te ayudaré con otro relato verídico:

«Otro caso de un gentil que se presentó ante Shamai, a quien le dijo:
‘Conviérteme con la condición de que me digas TODA la Torá mientras me sostengo en un solo pie’.
Shamai lo expulsó con la vara de medición que usaba en la construcción.
El gentil fue ante Hillel con la misma propuesta.
Hillel lo convirtió al judaísmo.
Luego le enseñó Hillel: ‘Lo que te sea odioso a ti no se lo hagas a tu prójimo; esa es la esencia de la Torá completa, ahora vete a estudiar en profundidad el resto’.»
Talmud Babli 31a

Como ves, nuevamente un gentil pretensioso con respecto a las condiciones que impone sobre cuestiones de judaísmo, espiritualidad, vida noájica, etc.
Similar al caso anterior, parecido a cientos o miles que pululan por las calles de ciudades y de internet.
(¿Quizás tú eres o eras uno de ellos? Cuéntame si quieres aquí debajo, en la sección de comentarios).

Y nuevamente el sabio maestro primero lo convierte y luego le enseña la esencia de la Torá y entonces recién le indica que se vaya a estudiarla.
¿Entiendes?
No es el moré Yehuda quien lo dice… ¡esa es la realidad!
De hecho, del propio relato puedes advertir que ni siquiera le enseñó el mandamiento judío (uno de los 613) que dice: «Ama a tu prójimo como a ti mismo», ¡ni siquiera eso le dijo -como mandamiento o estudio- antes de convertirlo legal y realmente a judío!

Tienes mucho para meditar.
Mucho para reparar de tus acciones y creencias tergiversadas.
Mucho para conversar con la gente de tu cercania, para ver si comienzan a hacer las cosas bien, como Dios manda, o si seguirán haciendo las cosas torpes dle necio.

Mi cariño para ti.

 

Tu deseo del Mashiaj

Según dicta la Tradición, los judíos deben esperar con confianza plena la llegada de la Era Mesiánica.
A diario pedir los judíos por el entronamiento del rey de Israel sobre el trono de Israel en la tierra de Israel para el pueblo de Israel.
Muchos lo hacen, con gran pasión y entrega esperan.

La pregunta que podríamos hacer con justicia es: ¿PARA qué esperan la Era Mesiánica?

Veamos:

«El Eterno hará que sobreabundes en bienes, en el fruto de tu vientre, en el fruto de tus animales y en el fruto de tu campo, en la tierra que el Eterno juró a tus padres que te daría.
Él te abrirá su buen tesoro, los cielos, para dar lluvia a tu tierra en su tiempo y para bendecir toda la obra de tus manos. Tú darás prestado a muchas naciones, pero tú no pedirás prestado.»

(Devarim / Deuteronomio 28:11-12)

Están los que anhelan la tranquilidad material, el retorno al hogar, la prosperidad, el tranquilo transcurrir de los días, la amplitud, la certeza del desahogo y placer.
En la base profunda del sionismo laico se encuentra este anhelo de redención mesiánica, el retorno del individuo a su tierra original, el arraigo a una patria, el sentirse independientes y fuertes en su propios límites.

«Cada uno se sentará debajo de su vid y debajo de su higuera. Y no habrá quien los amedrente«
(Mijá / Miqueas 4:4)

Están los que añoran una vida placentera, de comodidad, de seguridad, de fin de las persecuciones antisemitas, de terminar con el vagabundeo por la diáspora. No se prioriza el aspecto territorial, ni de disfrutar de una patria, de un seno materno nacional, sino el simple y sencillo gozo de no seguir en el desamparo, en la perpetua duda de si el día de mañana se estará aquí o nuevamente será exilado o exterminado el judío.

«Él juzgará entre las naciones y arbitrará entre muchos pueblos. Y convertirán sus espadas en rejas de arado, y sus lanzas en podaderas. No alzará espada nación contra nación, ni se adiestrarán más para la guerra.»
(Ieshaiá / Isaías 2:4)

Están los que sueñan con un ideal de independencia política, de renombre nacional en el concierto de las naciones, de liderar como nación el auge de una nueva era de plenitud mundial.
Su patria mesiánica es un paso indispensable para levantar la bandera de la humanidad unida, de encontrar nuevos rumbos a la vanguardia de las naciones verdaderamente unidas.
Sueñan con la paz internacional, con los prodigios de la ciencia y la técnica al alcance de todos, con el final de la hambruna y de los negociados multinacionales. Sueñan con un mundo unido sin imperialismos, ni ideologías que pudran las entrañas de las personas y las sociedades.

«Pues no saldréis con apresuramiento, ni iréis huyendo; porque el Eterno irá delante de vosotros, y el Elokim de Israel irá a vuestra retaguardia.»
(Ieshaiá / Isaías 52:12)

Están los que calculan los beneficios personales o colectivos de la Era Mesiánica. No se detienen en una patria o tierra como hogar, ni en el descanso del exilio, ni en un mundo de belleza y plenitud pacífica; sino que analizan y especulan sobre la temática.
Abundan en datos, estudian posibilidades, se esfuerzan por comprender y por penetrar el manto de secreto del futuro tiempo, pero como si fueran desprovistos de emociones.
Es un tema de estudio y no mucho más; aunque, entre los más prácticos, es también una propuesta para realizar humanamente.
Idear mundos utópicos para ser construidos por el ser humano y no por estar asociados con Dios en la redención de la Era Mesiánica.
Podrían pretender fabricar la Era Mesiánica por caminos netamente humanos, tales como los grandes soñadores filantrópicos de todas las épocas.
Llenos de ideas e ideales, pero ausentes de la realidad espiritual.
Los que confían en el hombre, y solamente en él, pueden tener buenas intenciones morales, ser muy humanistas, pero cuando dejan fuera de la fórmula al componente principal, a Dios, entonces no están construyendo con buenos fundamentos.
Apresuran una venida del Mashiaj de un modo alternativo y no consagrado.

«Porque éste será el pacto que haré con la casa de Israel después de aquellos días, dice el Eterno: Pondré Mi Torá en su interior y la escribiré en su corazón. Yo seré su Elokim, y ellos serán Mi pueblo.
Ya nadie enseñará a su prójimo, ni nadie a su hermano, diciendo: ‘Conoce al Eterno.’ Pues todos ellos Me conocerán, desde el más pequeño de ellos hasta el más grande, dice el Eterno. Porque Yo perdonaré su iniquidad y no Me acordaré más de su pecado.’
«
(Irmiá / Jeremías 31:32-33)

Están los que trabajan ahora por construir shalom, por ser socios del Eterno para el advenimiento de la Era Mesiánica.
No buscan ventajas personales, no desean premios, no demandan beneficios, sino simplemente se reconocen como siervos del Eterno y buscan la Era Mesiánica para que los bienes materiales faciliten el conocimiento del Eterno, el desarrollo de una vida de servicio al Eterno por medio del cumplimiento de Sus mandamientos.
Trabajan por vivir en una Era de plenitud en todos los planos, pero no para regodeo del EGO, sino para servicio del Eterno.

Tales cinco tipos de personas que a su modo se vinculan con el ideal mesiánico.
También entre los gentiles existe el deseo del Mesías, en parte como copia de la creencia judía; pero en parte por el «recuerdo del futuro» marcado en los espíritus de todas las personas que impulsan al anhelo de un mundo mejor.
¿Con cual de los tipos que mencionamos puedes identificarte?
¿Con el que espera para su provecho material;
con el que espera para su beneficio emocional;
con el que espera para el beneficio social;
con el que espera para el beneficio mundial;
con el que espera para servir a Dios, tal como le corresponde como noájida fiel en un mundo de fidelidad?

Los gentiles que envidian la Torá de Israel

En numerosas ocasiones hemos demostrado con citas de leyes perpetuas y de decretos de rabinos con autoridad que el estudio de Torá está vedado para el gentil, a no ser el estudio de aquellas porciones que le enseñan acerca de los Siete Mandamientos, y/o de aquellas porciones que le refuerzan en su unión con Dios.

Por supuesto que incluso el estudio de las secciones apropiadas debe hacerse bajo guianza estricta de maestro judío idóneo, que conozca tanto el texto santo, como las leyes al respecto del estudio así como el marco legal acorde para el gentil, de modo tal de preservar a la persona del error, ahuyentar el mal y proveer de buen pan espiritual a aquel que está buscando llenar su alma de contenido espiritual y no solamente de brindar manjares de vanidad o de cosas santas pero que no le brindan shalom sino dolor.

Con los asuntos del Eterno no se juega, pero igualmente, el EGO, o la ignorancia, o el afán, o la envidia, o el rechazo de la correccíón impulsan a la persona a negar la verdad, a repudiar las leyes santas, a inventar excusas para hacer lo prohibido pero hacerlo parecer como algo luminoso.

Esta actitud terca, de real rebelión en contra de lo dispuesto por Dios, recuerda el dicho del inspirado sabio:

«Aun cuando el insensato ande en el camino, le falta entendimiento, y a todos hace saber que es insensato.»
(Kohelet / Predicador 10:3)

Veamos bien el verso.
El insensato no anda por valle de muerte, no está transitando el inmundo camino de la idolatría, no ensalza a dioses/salvadores falsos; no, no hace eso el terco del verso; claramente dice que el insensato del verso anda por «el camino».
Se justifica diciendo que quiere estudiar Torá para cumplir lo que le corresponde, que no quiere hacer cosas erróneas, que detesta la perversión del camino del mal.
Así se justifica, con la máscara de las buenas intenciones.
Pero, las buenas intenciones sin el conocimiento, sin el equilibrio, sin la lealtad, suele terminar en tremendos fracasos, en caídas al abismo.
Y es exactamente lo que termina por decir el verso, aunque el necio pretenda andar por «el camino», no deja de hacer las cosas que hace habitualmente: acciones y palabras de insensato.
Para todo aquel que tiene ojos comprensivos es evidente que el insensato es eso… un insensato.
Alguien que pudiendo haber sido humilde, leal, fiel, de bendición, prefiere ser terco, cerrar sus ojos y oídos, buscarse algún pretextito para hacer lo que quiere y no lo que le corresponde hacer.
Entonces, al negarse a vivir como Dios le ha decretado, al usurpar lo que no le pertenece, al pretender andar de una manera que no es la propia, no alcanza la trascendencia, no se compra el paraíso, no adquiere cordura, no avanza en su misión sagrada, sino que se sumerge más profundo en su insensatez.

Dará mil excusas, criticará hasta un punto de más o de menos de aquel que le quiere corregir, inventará filosos argumentos para escudarse, hallará bajo alguna piedra alguna voz que apoye sus desatinos, pero no dejará de ser un insensato que anda como insensato por el camino.

Todos los entendidos lo verán y se apartarán de sus acciones, de sus prédicas, pues reconocen que no tienen verdadera base, sino solamente es EGO astutamente disfrazado de piedad, de anhelo de Dios, pero no deja de ser EGO.

El inspirado autor anuncia:

«Anda según los caminos de tu corazón y según la vista de tus ojos, pero ten presente que por todas estas cosas Elokim te traerá a juicio.»
(Kohelet / Predicador 11:9)

Sí, así es.
Van con alegría por donde quieren, hacia donde sus emociones los llevan.
Ven algo que anhelan, que codician, que pueden alcanzar -sin importar cómo- y hacia allí se dirigen.
Aunque en la senda luzcan carteles de «Pare», «No estacione», «Calle cerrada», etc., ellos rechazan verlos o dan muchos argumentos astutamente vacíos para dar a entender que no son para ellos, sino para otros, para gente de por ahí, pero no para ellos.
Sus ojos codician, sus corazones arden de pasión insana y con la excusa de querer beber de la Palabra de Dios, de llenar sus almas de «la Palabra», se precipitan hacia lo que no les pertence, pisotean la herencia de otros, usurpan lugares, llegan hasta la traición en caso de ser necesario, pues no se gobiernan en realidad, sino que son títeres de sus EGOS.

Insertan la palabra «dios» cada dos letras, citan frases supuestamente talmúdicas, pronuncian con reverencia nombres de rabinos, saben de memoria textos supuestamente cabalísticos, son máquinas de buscar y repetir cuestiones de judaísmo… pero siguen sin aceptar la verdad impuesta por Dios: el judaísmo es para judíos, en tanto que el noajismo es para noájidas.
En la base del judaísmo está la Torá, en la base del noajismo está el pacto de Dios con la humanidad representado por el arcoiris.

Son sus ojos avaros y sus corazones celosos los que les vuelven necios, desleales, eternos criticones de de otros pero faltos de un mínimo de sincera autocrítica.

Repudian a Dios aunque dicen «dios» cada dos letras.
Viven una vida de falsedad pues no admiten la verdad.
Hasta son capaces de pretender que sus antepasados eran parte del Tanaj o del pacto de Israel, con tal de seguir aferrados a su necedad de envidiar a Israel por la Torá que le pertenece al pueblo elegido y no a ellos.

Y aunque quizás lo sepan, no admiten que Dios finalmente los traerá a juicio por sus acciones, por sus disfraces y peor aún… por llevar a los ingenuos por caminos de falsedad que son bellamente adornados como santidad.

En resumen, querido hermano noájida, si tienes anhelo de Torá, cumple con tu parte, cumple con los Siete Mandamientos, pues ellos son TU Torá.
Si quieres contar historias bíblicas, lee las que corresponden a noájidas, pero no lo que corresponde a la identidad que te es ajena.
Estudia lo que te hará crecer de acuerdo a tu espiritualidad, y no lo que envidias de los judíos.

Por último, si no te gustas la reprensión de este texto, me da mucha pena, porque seguirás en terquedad actuando como insensato en lugar de dejar que la Luz del Eterno penetre en tu alma y de bendición a tu vida.

Dijo el profeta:

«La castigaré por los días dedicados a los Baales, a los cuales ha quemado incienso y para los cuales se ha adornado con sus aretes y sus joyas. Ella se ha ido tras sus amantes y se ha olvidado de Mí’, dice el Eterno
(Hoshea / Oseas 2:15)

Pronto te olvidaste de quien te rescató de la putrefacción del alma, rápidamente te fuiste con tus infidelidades detrás de tus lisonjeros amantes. Ofrendaste a aquellos que te ofrecieron falsas promesas de bendición, huiste con los que te susurraron lo que querías oír.
Pero del Eterno no te puedes escapar, por más disfraces y palabras rebuscadas que presentes.
Cuando llegue el momento del juicio, se te juzgará por tu fidelidad hacia tu identidad espiritual y no por cuanto has usurpado de la herencia que le corresponde a otro.

Llena tu alma del buen pan espiritual de FULVIDA, de noajismo sincero y estricto, entonces reencontrarás a tu hogar, a los tuyos, a tu estabilidad, a tu equilibrio y eternidad.

Sigue andando por el camino que no es tuyo y tu torpeza seguirá siendo tu rostro a ojos del entendido.

A todo el pueblo cristiano y mesiánico del mundo:

Este es un texto publicado hace un tiempo en SERJUDIO.com, vale la pena releerlo, estudiarlo y comentarlo con sabiduría.
Su autor es el Sr. Alfredo Zambrano, de Venezuela.
Vayamos al texto.

A todo el pueblo cristiano y mesiánico del mundo:

Desde lo más profundo de mí ser:

Este es la experiencia de un hombre que decidió servir al Eterno en contra de todo riesgo.

Shalom, estimados Javerim:

Mi nombre es Alfredo Zambrano García, de 39 años de edad. Nací en un pueblo llamado Ocaña, Norte de Santander – Colombia, pero fui criado en la ciudad de San Cristóbal, estado Táchira – Venezuela. Desde que tenía 17 años de edad estuve sumido en el mundo del evangelicalismo y los movimientos protestantes como “predicador” y “conferencista”. Fui creciendo en rango y posición dentro de los círculos cristianos, esto, en cuanto a autoridad y reconocimiento. Viajé a prácticamente todos los estados de mi nación y a un gran número de ciudades en Colombia. Me expandí a Curazao, Ecuador, Argentina, República Dominicana y Guatemala. Estuve entre los así denominados “grandes predicadores” y fui muy bien cotizado.

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