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Seguimos con la insistencia en el error…

Me han comentado algunos amigos noájidas que antiguos participantes (o hasta colaboradores) están navegando (¿o naufragando?) en foros de apariencia noájida o netamente judía. Que ya no se allegan a estas riberas de constructores de Shalom.
Una de las excusas es que declaran que tienen derecho a usar términos en hebreo, a estudiar Torá, a hablar como jasídicos de tal o cual Rebe, a ejercer su potestad para decidir qué estudiar acerca de la Torá… incluso a creerse dominadores de los senderos de la «Kabbalah».

Ya hemos escrito al respecto, hemos mostrado fuentes, presentado la clara ley espiritual, traído palabras de rabinos consagrados y expertos… pero parece que no hay forma de frenar la catarata de «envidia» (no sé, en este momento, que otra palabra usar) que lleva al tremendo error. Tristemente alentado por vaya uno a saber qué personas.

Ahora, para beneficio de aquellos amigos (sinceramente amigos en mi corazón) y de aquellos ignotos que pasean por estas mansas orillas, publico un pequeño fragmento del Talmud, que ha sido codificado como ley espiritual.

A diferencia de anteriores ocasiones, no lo traduzco, porque considero que si esos afansosos estudiosos de Torá son tales, no tendrán problema en entender y descifrar debidamente el párrafo.
Como única ayuda resalte con rojo la frase clave, aunque toda la breve cita es de enorme valor.

Quiera el Eterno que pronto los hijos retornen al hogar. Los noájidas al conocimiento del noajismo y su apliación, y los judíos al manantial de la Torá, tal como corresponde a cada uno.

Shalom y que sepamos ser proactivos en traer redención al mundo (interno y externo), al actuar como verdaderos constructores de Shalom.

¿Sentido común?

» Dios da a escoger a la mente entre la verdad y el reposo»

                                                                R.W.  Emerson, The Intellect


Pese a estar inmerso en una de las variantes de la idolatría cristiana, el pensamiento de este  poeta y filósofo demuestra un interés  por la búsqueda de lo verdadero, trascendente así como también de la justicia social. Sus frases reflejan un profundo sentido de la amistad, la belleza, el éxito y la esperanza  aun cuando sufriera la pérdida  de su esposa Elena Louisa Tucker, a los  27 años y la de su hijo Waldo años más tarde, producto de la fiebre escarlata o escarlatina.

Para distinguir lo falso de lo verdadero; la fantasía de la realidad, el Eterno nos ha dotado de la capacidad de razonar e indagar a fin de conocer el mundo que nos rodea y  también que es lo correcto y lo que no. Sin embargo, esto demanda un esfuerzo de nuestra parte. Debemos ser pensadores activos más que simples aprendices. No ser crédulos y aceptar dogmas, sino ser mentes activas que se esfuerzan por participar de las cosas en su realidad y no en lo que aparenta serlo. ¡Qué fácil es quedarse de brazos cruzados y seguir con nuestro estilo de vida que justifica nuestras faltas! Y a la vez ¡Qué difícil es renunciar  a lo que por años nos hemos habituado!

Quiero  invitar a aquellos noájidas que aún no conocen su identidad espiritual a preguntarse si la inspiración que dicen tener  sus maestros, pastores y sacerdotes se contrapone o no con la sabiduría expresada en el Tanaj; si verdaderamente el “cristo” al que siguen cumplió con la voluntad de Aquel que nos dio la vida y la libre voluntad para decidir. Dios los bendiga a todos. Shalom.

                                                             F.P.SM.


El consejo diairo 223

Una madre y una hija.
La primera quiere marcar la vida de su hija, ya adulta, como si aún fuera niña. Retenerla, elegirle sus amistades, decidir sus opciones, hacer que la hija viva apegada a la madre.
¿Cuál es el consejo?

Recuerda, si tú la respetas en su ser diferente, en su ser única, en su ser indepediente.
Si tu la tratas con cariño, das y reconoces el espacio para crecer.
Entonces, lo más probable es que ella te buscará, ella querrá tus consejos, ella aceptará tus palabras, ella deseará tu compañía, ella considerará tus consejos, ella anhelará tu cercanía.

Recuerda que cuanto más la quieras apretar, más lejos querrá ella estar.
Cuanto más la apoyes, con límites JUSTOS, más cerca querrá ella estar.

No fuerces, fluye.

Similar consejo se aplica para otras situaciones de la vida.

Resp. 445 – El camino del gentil justo: Testigos no válidos

guerrero de la paz nos consulta:

Hola Yehuda. Espero esté ud. bien.El motivo de mi consulta son algunos puntos del libro citado refernte a las cortes de justicia dondese indica que las mujeres, niños, esclavos no podrán ser testigos o jueces en una corte.¿No cree que eso seria discriminar ya que cualquiera de los antes mencionados poodría ayudar a esclarecer un caso con su testimonio?Ninguno de los mencionados está realmente descalificado para testificar.Disculpe si le ofendo more,pero quisiera saber la razón.Bendiciones
Fabián Sepúlveda Morales. 20 años.Estudiante. Talca, Chile

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D-os está con Isra’El Ayer, ahora y siempre!!!

Dos soldados del ejercito Israelita entraron en Gaza (a buscar terroristas)

, caminado por las calles ya en una intersección tenian que decidir si ir 

hacia la izquierda o hacia la derecha, y en ese momento «aparecio» como de la nada

una mujer (bestida de negro) y les dijo vayan hacia la derecha, extrañamente

los soldados decidieron «escuchar» a la mujer, luego de caminar un minuto

(junto a la mujer) hubo una gran explosión Justo al lado de donde ellos iban a

ir antes de que la «Mujer» les dijera que fueran al otro lado. Después de que sucediera esto

los soldados le preguntaron a la Mujer, quien eres? y ella les dijo soy Rajel

( refiriendose a la Matriarca Judia).

Ya es hora de publicar estas Historiasx reales para callar a aquellos que viven

el circo de las iglesias de que Israel NO cuenta con D-os como antes!



PD : La Historia es bién conocida en Eretz Israel y está en un articulo que dice»

«Los soldados Israelitas sacan su arma secreta»! 



Saludos



Los soldados llevaban Tefilin y Tzitzit.



AL OTRO LADO

AL OTRO LADO

«Elokim vio todo lo que había hecho, y he aquí que era muy bueno.» (Bereshit / Génesis 1:31)

«Creó Elokim, al humano a Su imagen; a imagen de Elokim lo creó; hombre y mujer los creó. Elokim los bendijo y les dijo: »Sed fecundos y multiplicaos…»«
(Bereshit / Génesis 1:27-28)

El Creador del mundo diseñó un mundo, perfecto con leyes naturales, para que se auto regule, simplemente un mundo donde nosotros imagen suya (y no Él de la nuestra) podamos construir una vida resplandeciente, solidaría,  llena de luz y justicia.

¿Por qué entonces hay tanto dolor,  maldad y sufrimiento en este mundo?

Los astros respetan las leyes, cada átomo, célula y organismo obedece a las leyes que el Creador amoroso, les estableció, pero el ser humano, debido a sus tropiezos, y peor aún su búsqueda por métodos propios, lo alejan de las leyes que el Padre amoroso le ah dado para construir una vida plena, esto genera un desequilibrio, que tiene una reacción adversa en el mundo natural (analice los problemas de calentamiento climático y destrucción de los ecosistemas, producto del egoísmo humano). Errar es de humanos, por ello está escrito:

«Ciertamente no hay persona justa en la tierra que haga lo bueno y no peque.«
(Kohelet / Predicador 7:20)

El problema consiste que a nuestros hijos les heredamos las mismas tendencias, errores, en lugar de enmendarnos y enseñarlos a que se perfeccionen, por ello esta escrito:

No te inclinarás ante ellas ni les rendirás culto, porque Yo Soy Hashem tu Elokim, un Elokim celoso que castigo la maldad de los padres sobre los hijos, sobre la tercera y sobre la cuarta generación de los que me aborrecen.  (Shemot / Éxodo 20: 5)

Esto es por que la persona persiste en el mal camino heredado, ello no quiere decir que las culpas sean heredadas (si las consecuencias).

«El alma que peca, ésa morirá. El hijo no cargará con el pecado del padre, ni el padre cargará con el pecado del hijo. La justicia del justo será sobre él, y la injusticia del pecador será sobre él.«
(Iejezkel / Ezequiel 18:20)

Como notará, aquí, la culpa es intransferible, nadie ni nada puede tomar nuestro lugar en nuestra culpa. ¿y los sacrificios?, los sacrificios son secundarios, no valen nada si no se hace el proceso correcto de arrepentimiento, lea y analice lo siguiente: 

«¿Con qué me presentaré al Eterno y me postraré ante el Elokim Altísimo?
¿Me presentaré ante él con holocaustos, con becerros de un año?
¿Aceptará el Eterno millares de carneros o miles de arroyos de aceite?
¿Daré a mi primogénito por mi rebelión, el fruto de mi vientre por el pecado de mi alma?
[¡NO, nada de eso!]
¡Oh hombre, Dios te ha declarado lo que es bueno!
¿Qué requiere de ti el Eterno?
Solamente hacer justicia, amar misericordia y caminar humildemente con tu Elokim.
«
(Mijá / Miqueas 6:6-8)

«Porque misericordia quiero Yo, y no sacrificios; y conocimiento de Elokim, más que holocaustos.«
(Hoshea / Oseas 6:6)

«(11) Dice Hashem: »¿De qué Me sirve la multitud de vuestros sacrificios? Hastiado estoy de holocaustos de carneros y del sebo de animales engordados. No deseo la sangre de toros, de corderos y de machos cabríos.
(12) Cuando venís a ver Mi rostro, ¿quién pide esto de vuestras manos, para que pisoteéis mis atrios?
(13) No traigáis más ofrendas vanas. El incienso Me es una abominación; también las lunas nuevas, los sábados y el convocar asambleas. ¡No puedo soportar iniquidad con asamblea festiva!
(14) Mi alma aborrece vuestras lunas nuevas y vuestras festividades. Me son una carga; estoy cansado de soportarlas.
(15) Cuando extendáis vuestras manos, Yo esconderé de vosotros mis ojos. Aunque multipliquéis las oraciones, Yo no escucharé. ¡Vuestras manos están llenas de sangre!
(16) »Lavaos, limpiaos, quitad la maldad de vuestras acciones de delante de Mis ojos. Dejad de hacer el mal.
(17) Aprended a hacer el bien, buscad el derecho, reprended al opresor, defended al huérfano, amparad a la viuda.
«

¡Vivo Yo, que no quiero la muerte del impío, sino que el impío se aparte de su camino y viva!, dice el Señor Elokim. ¡Apartaos, apartaos de vuestros malos caminos! ¿Por qué moriréis…?
Si el impío se aparta de su impiedad y practica el bondad y la justicia, por ello vivirá
(Iejezkel / Ezequiel 33: 11,19)

Deje el impío su camino, y el hombre inicuo sus pensamientos. Vuélvase al Eterno, quien tendrá de él misericordia; y a nuestro Elokim, quien será amplio en perdonar.
Porque Mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos son Mis caminos, dice el Eterno.
Como son más altos los cielos que la tierra, así Mis caminos son más altos que vuestros caminos, y Mis pensamientos más altos que vuestros pensamientos.
(Ieshaiá / Isaías 55:7-9)

En una frace:

“Apártate del mal y as el bien” (Tehilim 51:17)

 

Como ves, sin lugar a dudas, este es el camino de la responsabilidad, el camino que el Padre Amoroso nos ah revelado, la responsabilidad es nuestra, de nadie más, usted es el único responsable, no hay sustitutos, ni salvadores, ni atajos, nada este es el camino correcto y de crecimiento que el Creador nos ah revelado. ¿acaso no es lógico?, ¿acaso no es simple?, ¿acaso no esta más al alcance del intelecto, que las complicadas y falsas teologías y hermenéuticas (idolatrías), lee los textos, y si tienes Biblia lee los contextos de ellos, y veras que esto no es teología, es directo y simple.

Es necesario, aclarar que arrepentimiento significa dejar de cometer las malas practicas, y aún cuando estas representen y nosotros tengamos la posibilidad de realizarlas, nos resistamos y no las cometamos de nuevo.

Con este requisito del Padre nos muestra que el cambio es nuestra responsabilidad, por ello esta escrito:

“…Yo les repartiré, en su mismo seno la retribución por sus obras…”  (Ieshaiá / Isaías 65:7).

Por ello se nos anima una y otra vez:

«El que encubre sus pecados no prosperará, pero el que los confiesa y los abandona alcanzará misericordia.«
(Mishlei / Proverbios 28:13)

Esto implica otra acción, confesar nuestro pecado, no a un mediador de ninguna naturaleza, sino al Creador y Padre Amoroso (sin intercesores, sin intermediarios hacerlo es idolatría: (2) »Yo soy Hashem tu Elokim que te saqué de la tierra de Egipto, de la casa de esclavitud:(3) »No tendrás otros dioses delante de Mí.  (Shemot / Éxodo 20). Así como a quienes con nuestros actos hemos ofendido.

 Tomad con vosotros estas palabras y volved a Hashem. Decidle: »Quita toda la iniquidad y acéptanos con benevolencia; en lugar de vacunos te ofrecemos [el fruto de] nuestros labios…

(Hoshea / Oseas 14:3)

«Señor, abre mis labios, y proclamará mi boca Tu alabanza.
Porque no quieres sacrificio… los sacrificios de Elokim son el espíritu quebrantado. Al corazón contrito y humillado no desprecias Tú, oh Elokim.
«
(Tehilim / Salmos 51:17-19)

«Yo dije: ‘oh Eterno, ten misericordia de mí; sana mi alma, porque contra Ti he pecado.’«
(Tehilim / Salmos 41:5)

Este es el  único camino correcto, para recibir el perdón, el camino derecho. Todos los caminos que te presenten como alternativos opacaran la belleza de la luz divina que mora en ti. Caminar por él implica valor  pero la recomienza es maravillosa, se comienza a vivir una verdadera libertad, y a construir una identidad propia, lejos de toda idolatría. Mira cual es la recompensa:

»Yo los sanaré de su infidelidad. Los amaré generosamente, porque Mi furor se habrá apartado de ellos.

» (Hoshea / Oseas 14:5)

18) “Venid, pues, dice el Eterno; y razonemos juntos: Aunque vuestros pecados sean como la grana como la nieve serán emblanquecidos. Aunque sean rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana.

19) Si queréis y obedecéis, comeréis de lo mejor de la tierra.

20) Pero si rehusáis y os reveláis, seréis consumidos por la espada; Por que la boca del Eterno ha hablado.” (Ieshaiá / Isaías 1)

La última frase no es una amenaza, es una advertencia, al no enmendar el hombre sus errores genera desequilibrios, injusticias, entre otras calamidades, ello provoca guerras,  delincuencia, pobreza, hambronas, etc. El no seguir el camino correcto, lleva al humano a construir un infierno, en esta vida, y un profundo padecer en la otra.

Apreciado amigo, ¿que esperas para cruzar al otro lado de las religiones?, para comenzar a construir un mundo mejor, con responsabilidad y equilibrio. No necesitas recibir algo que te es externo y desconocido, sino permitir que la luz que esta en tu interior, salga y resplandezca, recuerda que tu estas creado a la imagen del Padre de todos, una increíble belleza espiritual aguarda en tu interior, presta y deseosa, de salir.

Hemos mencionado que existen leyes en la naturaleza con las que se autorregula y edifica el mundo natural, incluyéndonos a nosotros, El Eterno en su maravilloso Amor, ha establecido con el humano 7 Leyes (sheva mitzvot lebney Noaj) para los hijos de Noe en la alianza:

Prohibición de idolatría.                                                                                                                                                              No blasfemar.                                                                                                                                                                               No asesinar.                                                                                                                                                                     No mantener relaciones sexuales ilícitas.                                                                                                                                                             No robar.                                                                                                                                                                                                               No comer partes de animal con vida.                                                                                                                                       Promover el juicio y la justicia en el lugar de residencia.

Accesibles, a todos y base de la regulación de una vida equilibrada, fundamento para establecer un mundo mejor.

¿Por qué no son los 10 mandamientos? El Decálogo (en realidad son unos 14 mandamientos) que incluyen preceptos exclusivos para el judío, que son una parte de los 613 mandamientos que él ha dado a ellos, en el decálogo esta el guardar el Shabbath, y esa es una distinción judía.

¿Por qué no aparecen explícitos en la alianza con Noe?  La Torah es heredad del pueblo judío:

“Moshe [Moisés] nos prescribió la Totrá, es heredad de la congregación de Iacov [Jacob].” (Devarim/Deuteronomio: 33:4)

“Estos son los mandamientos que el Eterno ordeno a Moshé para los Hijos de Israel, en el monte Sinaí”

Vaikrá/Levitico 27:34

En ella no hay necesidad de repetir algo que ya se sabía bien. Nuestros antepasados, por diferentes circunstancias, las abandonaron para seguir sus propias religiones, buscando sustitutos, y cayendo estas en el desuso y abandono.

Por ventaja, el pueblo judío, y sus sabios, pese a ser perseguidos, masacrados, violentados, difamados, algunos convertidos a la fuerza, etc., han podido guardar la Torah Escrita y la Oral. En esta última se atestiguan los 7 mandamientos a las naciones, que están implícitos en el relato de Noe.

¿Con qué autoridad los sabios judíos establecieron los 7 mandamientos? Los sabios de Israel no los establecieron, ellos sabían por la tradición oral que los patriarcas los guardaban, por lo que al redactar una parte de la Torah oral hay quedó establecido. Ellos (los sabios de Israel, tan difamados por la idolatría) eran los depositarios de la Torah Oral, mira y analiza:

«Cuando te sea difícil decidir en un juicio en tus tribunales… te levantarás y subirás al lugar que el Eterno tu Elokim haya escogido.
Irás a los sacerdotes levitas y al juez que haya en aquellos días y consultarás. Ellos te indicarán la sentencia del juicio.
Harás según la sentencia que te indiquen en aquel lugar que el Eterno haya escogido, y tendrás cuidado de hacer según todo lo que te declaren.
Harás según la Torá [la instrucción] con que ellos te instruyan y según el juicio que pronuncien. No te apartarás de la sentencia que te indiquen, ni a la derecha ni a la izquierda.
«
(Devarim / Deuteronomio 17:8-11)

Cuando aprecies este texto en su dimensión comprenderás por que el profeta dijo:

“Así a dicho el Señor de los Ejércitos:                                                                                                                                  “En aquellos días acontecerá que Diez  hombres de Todas las lenguas de los gentiles, trabaran de la falda de un judío diciendo: Iremos con vosotros, Porque hemos oído que D-s
esta con vosotros.””

(Zejaría/Zacarías 8:23)

La instrucción del Padre Amoroso, es simple y amorosa, además de práctica. Que no te confundan diciéndote que cumplir las leyes del Padre Amoroso es imposibles, eso no es cierto, el Creador dijo, y Él no miente:

«Ciertamente este mandamiento que te mando hoy no es demasiado difícil para ti, ni está lejos.
No está en el cielo, para que digas: ‘¿Quién subirá por nosotros al cielo y lo tomará para nosotros, y nos lo hará oír, a fin de que lo cumplamos?’
Tampoco está al otro lado del mar, para que digas: ‘¿Quién cruzará el mar por nosotros y lo tomará para nosotros, y nos lo hará oír, a fin de que lo cumplamos?’
Ciertamente muy cerca de ti está la palabra, en tu boca y en tu corazón, para que la cumplas.
«
(Devarim / Deuteronomio 30:11-14)

Si el Eterno no miente, entonces, ¿Quiénes mienten?…

Se valiente y avanza, acércate al Eterno y su camino recuerda:

“Cercano está el Eterno a los que lo Le invocan, a todos los que Le invocan de verdad”

(Tehilim/Salmos 145:18)

No necesitas intermediarios ni intercesores, ni salvadores, sólo tu, no hay salvadores más que el Padre Amoroso:

“Mirad hacia Mí, y seréis salvos, en todos los confines de la tierra, porque soy Elokim, y no hay ningún otro”  (Isaías 45: 22).  [Le recomiendo lea todo el capitulo 45 de Isaías, se encontrará con hermosas sorpresas]

Termino con estas palabras invitaciones del Padre Amoroso:

Buscad al Eterno, todos los mansos de la tierra que ejecutáis su decreto. Buscad justicia, buscad mansedumbre; quizás seréis protegidos en el día del furor del Eterno.
(Tzefoniá / Sefonías 2:3)

Guardad cuidadosamente los mandamientos del Eterno vuestro Elokim y Sus testimonios y leyes que te ha mandado.
Harás lo recto y bueno ante los ojos del Eterno, a fin de que te vaya bien
(Devarim / Deuteronomio 6:17-18)

Y veras que el camino del Eterno es sencillo pero grandioso. Atrévete a salir de las religiones, sectas, miedos y todo lo que te esclaviza, que al otro lado de ellas, te encontrarás con tigo mismo, con el brillo pleno que emana de tu alma. 

 

Si tienes dudas, no dudes en ponerte en contacto con nosotros:

 

http://fulvida.com

 

bnoaj101@yahoo.com.mx

DECIDIR, NO es lo mismo que, HACER.

En esta oportunidad tan solo quiero compartir esta reflexion con cada lector. Permitirle a cada uno meditar en silencio, y con la compañia de si mismo…

     Hay tres pajaros en una cerca; dos de ellos deciden volar…!

– ¿Cuántos pajaros quedan?

– La respuesta es :»Quedan tres Pajaros».

Solo por decidir hacer algo, no significa que harás lo que hayas decidido.

La caridad (tzedaká)

El concepto de tzedaká es uno de los pilares fundamentales del judaísmo. Su significado es literalmente justicia, pero se la utiliza generalmente para definir la caridad. Se encuentra en la Torá como una obligación para los judíos y cuentan con ciertas reglas para aquello; generalmente se destina los fondos del dinero de la tzedaká a centros de difusión de Torá, a los pobres y necesitados, centros de difusión de noajismo, etc.

Pero para los noájidas no es una obligación, no se encuentra como mandamiento del Creador dado a Noaj; pero el noájida de todas maneras lo puede realizar voluntariamente, y no necesariamente debe ser dinero de manera exclusiva, sino también donaciones de ropa, alimentos, frazadas; cosas que ayudan al necesitado, sin tener NUNCA en mente que está cumpliendo con una obligación dada por el Creador, pero sin duda alguna que este desinteresado acto de generosidad  es bien vista a los ojos del Eterno. Es muy probable que este acto de bondad sea recompensado en éste o en el otro mundo.

(Es muy importante que de decidir donar dinero o caridad, no sea recibido por pastores, líderes mesiánicos, falsos rabinos, o promotores de falsas doctrinas idólatras que tengan como bandera la rebeldía contra el Eterno; ya que de actuar uno así, se convierte, a pesar de su buena intención, en cómplice de la rebeldía idolátrica…es duro, pero mejor ser cuidadosos)

Ahora, estudiando un poco sobre el tema, hace en realidad bastante tiempo, antes de participar en Fulvida, me encontré con que esta acción en sí es retribuída, y que lo que se dona en algún momento de la vida retorna. Una de sus explicaciones está basada en las letras hebreas que conforman la palabra tzedaká. Cada una de sus letras son: tzadik; dalet; kof; he, recordemos que en hebreo se lee de derecha a izquierda.

No es mi intención entrar en muchos detalles, así que sólo comentaré que existe un sistema llamado At-Bash, que es una tabla en donde se cambia la primer letra por la última (alef por tav), la segunda por la penúltima (bet por shin), la tercera por la antepenúltima (guimel por resh), y así sucesivamente; y como el alfabeto hebreo consta en total con 22 letras, las once primeras se corresponden con las últimas once.

Aplicando este concepto a la palabra tzedaká resulta:

tzadik = he

dalet  = kof

kof    = dalet

he    = tzadik

Obtenemos como resultado la misma palabra tzedaká, pero al revés. Aludiendo que todo lo que se da como tzedaká o caridad, vuelve de la misma manera; es decir, se es retribuído. Si quieren ver con mejores detalles lo anterior pueden hacerlo en este link, donde encontrarán otras cosas interesantes.

Bueno hasta ahora esta teoría es muy linda e interesante, pero, ¿funciona?. La verdad es que no pretendo de esto hacer LA fórmula milagrera, ni fomentar el recurrir a misticismos ni nada por el estilo, sino compartir un concepto que al menos para mí tiene mucho valor. Brindar apoyo a los demás, sea monetario o caritativo en cualquiera de sus formas. Es por eso que les quiero compartir en resumen dos testimonios personales que me brindaron mucha satisfacción personal, por lo que acarrea en cuanto a iluminación espiritual; la primera fué antes de ser miembro de Fulvida, y aún con rastros de idolatría, y la segunda fue hace menos de una semana, en plena identidad noájica.

1) Me iba de viaje para Mar del Plata en marzo de este año, llevaba conmigo un dinero juntado de meses que lo iba a destinar a la Sociedad Unión Israelita Marplatense (SUIM), donde funciona un pre-escolar, además de difusión de Torá y ayuda a necesitados. Aún antes de irme tenía en el cajero del banco $700 (pesos argentinos) que en realidad en ese momento no necesitaba, pero pensé en retirarlos con el propósito de sumar $70 (el %10) a lo que llevaba como caridad. El día antes de irme fuimos de compras y aproveché para retirar el dinero del cual luego en casa sacaría lo correpondiente, al volver lo hice y lo guardé todo en un sobre. Al día siguiente al desayunar, mi vieja se acerca con un paquete, un juego de sábanas que había comprado el día anterior que yo ni ví y me dice: »esto es para vos», »!uh buenísimo,gracias!» le dije, y sólo por curioso y sin el tema de la caridad en mente le pregunté cuánto le había costado, sólo para saber el precio; y me dijo: »$70…bueno, en realidad $69.90 pero es $70 al fin.»

Casi que me río solo, pero contuve la emoción aunque por dentro reía de alegría. Sobre todo porque recordaba esa tabla de At-Bash, y sobre el retorno, la retribución; a pesar de que todavía no había llegado a real destino.

2) Hace casi más de un mes empezaba a sacar ropas del placard, remeras (polos o camisetas les suelen decir en otros países), abrigos, pantalones,etc., que yo ya no iba a usar más y pensaba en entregarlas porque se venía el frío y seguramente había quienes iban a necesitarlo. Saqué todo lo que tenía y los puse todo junto en un lugar hasta decidir en cuál institución de ayuda al pobre lo iba a dejar, debido a que no quería darlo a iglesias o instituciones donde tuvieran algún estandarte idólatra, por más que el destino fuera el pobre. Más que nada porque no quería que se entregara al pobre en nombre de Jesús o de la virgen por ejemplo, y así el pobre al aceptar la donación aceptara el nombre en quién se hacía la entrega. ¿Complicado yo? tal vez…

Luego de días al conocer a los chicos de Fulvida Argentina, David me mencionó una fundación que justamente se llama Tzedaká e hizo un post al respecto, y me pareció buena opción, aunque ya iba encontrando otros adecuados.

El día 25 de mayo fué domingo y fuimos a comer a casa de una tía (hizo un locro espectacular), y volvimos a la tarde-noche, y tiempo después me fui a dormir. Al día siguiente ya habiendo decidido el destino de la ropa, voy a buscarla a donde la había dejado, y solo estaban un par de pantalones y pocas ropas…le pregunte a mi vieja »¿y la ropa?», »se la dí a tu tía, para que la done». Me vino alguna sensación de amargura (tal vez injustificada), porque mi tía es evangélica, y pensaba que de seguro lo iba a llevar a alguna iglesia o algo afín, aunque me decía mi madre que tal vez lo haría en algún comedor o parecido. En fin, sabía que mi tía actuaría de muy buen corazón, por lo que confiaba en que lleguen a buenas manos de la mejor vía posible; pero principalmente que el destinatario sea el necesitado, sea cristiano, hincha de boca o river, o la abuela de alguna vecina. Con este pensamiento me consolé.

Este sábado 28/06 invitamos a mi sobrino a comer a casa (un rico asado), y cuando llegó me saludó y me dijo: »esto te manda mi papá para vos», y me dió una pila de remeras que ya él no usaba, se los acepté con gusto sin recordar aún lo de hace más de un mes, y los dejé sobre mi cama. Cuando llegó la noche me fuí a dormir y estaban las remeras sobre la cama, las guardé en el placard y ahí recordé todo: »hacía un tiempo doné ropa…y ahora vuelve a mí,ropa».Y esta vez estaba solo así que me salió una sonrisa que solo sabe Di-s cómo era.

Entonces:¿casualidad?,¿causalidad?; realmente pueden pensar o reflexionar como gusten amigos, pero yo prefiero estar plenamente seguro (no sólo creer en) de que todo había sido resultado de la tzedaká/caridad.Estos dos casos no tienen tanto significado en lo material para mí como sí lo tiene y en abundante en lo espiritual y emocional. La ropa en sí no es algo que realmente necesite aunque sí le estoy muy agradecido al Eterno, pero lo que me colmó de alegría no fué en sí el hecho de haber sido retribuído, sino en confirmar Sus maravillas, y que en verdad la tzedaká es un mérito profundo; y si en todo el mundo se practicara esto, ayudando los más adinerados, famosos, ricos, a los menesterosos, los enfermos, los hambrientos de África por ejemplo, seguramente se haría justicia social o tzedaká como su sentido literal sugiere, porque todos estarían en condiciones parejas de dignidad en cuanto a la manera de vivir y convivir; y la era mesiánica estaría más cerca. Tan importante es la tzedaká/caridad.

Hasta acá un par de humildes testimonios que espero haya gustado. Shalom.

Sebastián.

Cuento: Un Joven y su Camino.

El siguiente es un cuento que ideé algo breve al principio, pero que a medida que lo escribía se me ocurrían ideas, y más ideas, por lo que no pude evitar hacerlo extenso. No soy literato ni tengo experiencia en escribir relatos, sólo me apoyé en algo de conocimiento, otro poco de lectura de la cual pudiera influenciarme, otro poco de sentido común, pero creo que valdría la pena leerlo si es que se tiene algo de tiempo, o si quieren cópienlo y péguenlo en un word, como deseen. Espero que les guste. Shalom.

Sebastián.

Había un joven y junto a él su familia y algunos amigos. Su familia era su padre, su madre, hermanos y algunos parientes. Siempre juntos andaban en la vida, compartían todo y todos se amaban mutuamente, algo que nunca se rompería era los lazos de amor eterno que entre ellos había.

Cierto día caminando sólo Di-s sabe dónde, divisaron a lo lejos un lugar donde había un tumulto de gente, y por curiosidad se acercaron hacia ahí. Notaron al llegar que de ese lugar nacían varios caminos, cada uno tenía un cartel en la entrada y muchas de las personas empezaban a tomar estos varios caminos.

Se acercaron más a leer lo que estos carteles decían, así fué como leyeron uno que expresaba: » El Camino del Gentil Justo», y tenía un símbolo, como un arco iris. Este camino les inspiraba confianza, y resplandecía con claridad desde adentro, pero notaban que eran poquísimas las personas que entraban acá. Les parecía raro, nunca habían escuchado hablar sobre un gentil justo, ni imaginaban por qué tenía tal símbolo, sin embargo no se detuvieron a pensar mucho en este asunto, más, siguieron leyendo los carteles de los otros caminos.

Había otro cartel que dictaba: »Camino de la Salvación», y éste tenía como símbolo una cruz, sin embargo no les parecía raro, puesto que ya antes de llegar al lugar habían oído mucho sobre este camino. Comprobaron lo que habían oído al ver que muchas personas, la mayoría, eligían éste. Además, éste camino al igual que el anterior, también les inspiraba confianza e irradiaba casi la misma claridad, apenas algo menos, y al ver que eran muchas las personas que entraban por ahí comenzaban ya a decidirse por éste camino. Así la familia y amigos del joven empezaron a entrar, pero el joven se detuvo un momento para pensar, y les dijo que se adelanten, que ya los alcanzaría.

Antes de entrar decidió ver los letreros de los otros caminos. Notó pues que había varias entradas que simplemente decían »camino», o »camino sin retorno», y varios otros. Por último vió que había uno cuyo cartel tenía la leyenda »Camino de la Torá», y tenía como símbolo una estrella de seis puntas.

Acá se detuvo por un instante, se asombró al ver que era la única de todas las entradas que estaba cerrada, cercada por un alambrado de una especie de acero inmenso y que parecía llegar a los cielos. El joven no llegaba a distinguir hasta dónde llegaba, pues escapaba a su vista al mirar hacia arriba. Pensó que cómo es que hay un camino cuya entrada está bloqueada, no tenía sentido para él.

Pronto había menos gente, ya todos iban decidiendo sus caminos, por lo que el joven decidió emprender el que había elegido, en donde su familia y amigos ya habían entrado. Sin embargo, al estar frente a la entrada del Camino de la Salvación, vió que había personas que salían de acá y se dirigían al de la Torá, y que además, sin que nadie los viera escondían en sus ropas una cruz y un libro. Se vestían de una manera extraña, algunos se ponían una redonda »tapita» rara en la cabeza, otros sombreros, otros extrañas mantas, hasta se ponían barba falsa. El joven no entendía qué hacían, por qué se vestían así o para qué.

Entonces vió que estas personas al llegar a la entrada de aquella estrella, comenzaban a trepar el alambrado, cada vez erán más los que hacían lo mismo. Sólo por curiosiad, pospuso su entrada y fué a ver qué encontrarían al llegar al final de esa red.

Así empezó el muchacho también a trepar, trepaba, trepaba, trepaba…y nada. No llegaba a nada. Miraba hacia arriba y sólo había más alambrado…y más trepaba, y más alambrado. Lo curioso acá fué que mientras el subía, las pesonas que ya lo habían hecho antes se cruzaron con él y comenzaban a descender exhaustos, pero él decidió seguir un poco más.

Ya al fin se dió cuenta que era imposible, estaba cansado y miraba hacía arriba y sólo veía…mas alambrado.

Decidió ya descender, y al estar cerca ya del suelo se sorprendió al ver a través de la red a personas dentro de éste camino. Eran personas que tenían una apariencia similar a las que antes trepaban el alambrado, pero éstas emanaban una especie de luminiscencia, tenían unos extraños rollos hermosos que destellaban luz, tampoco entendía el joven lo que veía, todas estas personas aplaudían, bailaban, reían, abrazadas unas con otras, todas alrededor de este rollo. Lo que más le llamaba la atención era cómo estas personas estaban ahí, en ese camino, si era imposible de entrar…el alambrado no sólo era altísimo, imposible de llegar a la cima, sino que a pesar de que se podía doblar un poco, era indestructible a causa del raro material con el que estaba confeccionado. Era realmente imposible de pasar al otro lado.

Además también desde ahí se apreciaba claridad, era distinta a las anteriores pero de la misma hermosura.

Terminó entonces de descender, la gente que antes quería trepar el alambrado ya no estaba, así se dirigió al camino que había elegido.

Al estar nuevamente en la entrada, al leer otra vez el cartel pensaba: –»Si éste es el Camino de la Salvación, no tengo por qué temer, además esto debe significar que me tengo que salvar de algo, que seguramente es oscuro y malo, optaré pues por este camino.»

Al pasar ya la entrada, dentro del camino, dio algunos pasos hasta que a su encuentro salieron unas personas con vestigios con la insignia de la cruz que vió en el cartel. Fué el primer saludo: –¡Saludos hermano!¡Aleluya y enhorabuena para ti haber entrado!– Así hablaban con macabra astucia. Estas personas le dieron una »calurosa bienvenida», lo llamaban hermano y lo felicitaban por haber elegido el camino de un tal »Cristo». Le dieron una supuesta guía de este camino: dos rollos. El muchacho otra vez se asombró ahora al ver que un rollo era muy similar en tamaño y forma al resplandeciente que alcanzó a ver en el Camino de la Torá, sólo que éste rollo no destellaba luz, de hecho era muy opaco y carecía de la extraordinaria belleza del anterior, sin embargo éste parecía lindo y le gustó, entonces lo tomó. También tomó el otro rollo, que era muy similar al primero que le dieron, su título era »Nuevo Pacto» y era también opaco. Después de tomarlos se alejó de ellos y emprendió el viaje. Al alejarse algo el joven, una de estas personas recepcionistas le dijo al otro: –Veo que no hay más gente afuera, apaga entonces las luminarias sobre la entrada-. Habiendo dicho esto fué el otro solícito y apagó aquellas opacas luces. Tal era su oscuro proceder.

Con estas guías entonces emprendió lo que ignoraba iba a ser un largo y arduo camino, difícilmente lo imaginaría, el sólo se sentía contento, feliz de que su camino lo salvaría de algo.

Comenzó a la vez que caminaba, a leer las guías. Así supo de la Creación, de que había un Ser superior que creó todo lo que existe y que además había creado al ser humano, y tambíen leyó acerca de los ángeles que eran seres celestiales también creados y al servicio de este Supremo Ser. Dios,así supo que le decían, había creado un lugar llamado Edén y ahí vivían el primer humano y su compañera, pero en una ocasión desobedecieron un mandato del Ser Supremo, por culpa de una serpiente que había engañado a la mujer de aquel jardín, y a causa de esto fueron expulsados…y seguía leyendo más. Entendía todo lo que había en esos rollos, veía cosas positivas, cosas lindas, pero a veces había cosas que no le cerraban, algunas contradictorias, otras sin mucho sentido, algo vacío. También se encontró en estas lecturas muchas referencias a un ser malvado, un espíritu inmundo que sólo quiere hacer perder a los humanos y que gobierna el mundo de los hombres. Alguien que según estos escritos se llama »Satanás el Diablo», pero también lo llamaban por muchos otros nombres, pero la idea general era que se trataba de un ángel que se opuso al Supremo Ser, un enemigo, y se trataba de la misma serpiente que engaño a la primera mujer.

La sola idea de que existía un ser así le producía terror, mucho miedo, pues no quería que este ser lo hiciera perder. Descubrió que de éste ser había que salvarse.

Siguió leyendo y felizmente para él se encontró con que había alguien que tenía el poder de destruir al ser malvado, justamente era la persona a quien los que le dieron la bienvenida al muchacho llamaban Cristo, aunque también se referían a este personaje como Jesús, Jesucristo, etc.

Era alguien que según estos escritos era hijo unigénito del Ser Supremo, y que era del mismo origen de las personas que antes él había visto reir y bailar junto con el rollo luminoso. Así y todo, tampoco le cerraban las cosas que se decían sobre este personaje, pues le daban condición divina, poder milagroso, y hasta se decía que era el mismo Ser Supremo…pero…murió! no entendía esto el joven ¿un dios puede morir? lo habían matado las mismas personas de su nación, porque lo despreciaban…era mortal! murió y todo para salvarnos…eso leía, aunque entendía lo que leía, muchas cosas no le cerraban, no tenían sentido. Igualmente decidió aceptarlo, pues resolvió que era el único que lo salvaría del espíritu malvado, esto era lo que más le aterraba.

Luego de terminar sus lecturas, se encontraba ya en pleno sendero, había gente con él que había hecho lo mismo, también había dejado camino atrás y tenía mas por delante.

Notó que de pronto las personas que terminaron sus estudios empezaron a reunirse en varios grupos, algunos eran de mucha gente, otros con poca, y gran parte de la gente tenía como una venda en los ojos aunque parecía buena, pero lo más increíble era que entre los grupos se discriminaban, se desaprobaban, se despreciaban y hasta se insultaban. Justamente discutían sobre lo que habían leído y competían por sus creencias. Estos grupos tenían líderes, cada líder dirigía a su gente y algunos de estos líderes tenían tambien vendas, otros no. Uno de ellos le decía al joven que si bien son los jefes de su grupo el Líder de todos era el Salvador.

Para sorpresa del muchacho también en este camino se encontraban las personas que al principio querían trepar las redes de la entrada de la Torá, que al no poder pasar del otro lado bajaron y entraron al de la Salvación mientras el joven todavía intentaba subir aquel alambrado. Tampoco habían abandonado sus vestigios, la »tapita», el sombrero, la manta en la cabeza, las barbas…también imitaban a las personas de aquel camino, bailando riendo, aplaudiendo, todos abrazando un rollo parecido al del joven y al resplandeciente, de hecho también tenía cierto brillo, pero requería ser pulido constantemente, porque su brillo no era natural, era igual de opaco que los rollos del joven. Más bien parecían tratar de imitar aquella radiante luz pero no lo lograban. También notó que a una de estas personas se le escaba una cruz de su bolsillo mientras bailaba y festejaba, y creyendo que nadie lo veía, escondía esa cruz. Esta situación le pareció muy inquietante y lo desconcertaba. Este grupo también era como los demás al desaprobar a los otros, algo no andaba bien…

Algunos líderes y especie de supervisores en ocasiones se topaban con el muchacho a pedirle colaboración con dinero, para mantenimiento del camino, pues alegaban que era mucho el tránsito a causa de la gran cantidad de gente y que esto desgastaba el suelo, era »para el bien de todos», decían. El joven un poco perplejo les daba algo del dinero que traía consigo, aunque al ver los suelos no le parecía que estaban en buenas condiciones, o que alguien haya hecho algún mantenimiento. Sin embargo lo entregaba de buena fé, con la intención de ayudar a los demás.

Así pasaba el tiempo para él, caminando y dando dinero, contemplando gente discutir, llorar, insultar…un caos…a veces leía su guía y se consolaba en ella pero no lograba reconfortarse del todo, recordaba y extrañaba a su familia y amigos, no sabía nada de ellos, sólo estaba seguro que se encontraban en el mismo camino que él. Pasaban días, meses, años…lo mismo de siempre, ya no estaba contento ni seguro del camino que eligió, y seguía caminando…

Pronto notó que el suelo del camino estaba raro, como con barro, a medida que avanzaba había más barro, más incómodo era caminar, de a poco costaba más avanzar, en esta zona ya del camino otros andaban con dificultad y con una constancia que parecía terquedad u obsesión, pero esforzados en seguir a toda costa, »tal vez sea una prueba para saber si queremos seguir»- pensaba- ‘‘¿quién sabe? a lo mejor, después del fango estaría la salvación…»’

En esta zona había carteles raros que decían: »Peligro, no continuar», éstos parecían no estar hechos por los mismos que contruyeron este camino, pues más bien resplandecían de una manera parecida al del rollo que vió al principio. Tampoco comprendió qué origen tenían esos carteles de suma advertencia, ni cómo estaban ahí apartados a un lado del sendero . De alguna manera se podría presumir que no eran de la misma naturaleza que el camino tomado ni de las guías que llevaba consigo. Pero una cosa era segura: ya no quería seguir caminando ahí. Realmente sintió miedo del lugar en el que estaba, peor, no sabía como salir.

Así divisó cerca de uno de esos carteles un pequeño camino que se unía al cual él se encontraba, y rápidamente se dirigió para aquel pequeño sendero y llegó. Era humilde, algo precario, pero más firme que el fango en el que estaba, era como de arena. Si bien no era cómodo de estar parado, pues tenía que estar constantemente moviendo los pies, al menos ya no se hundiría como antes, porque ya a esa altura el otro camino en vez de fango era arena movediza. Entonces se alegró pues creía aún que su Salvador le había mostrado aquella oportunidad, así empezo a andar por este nuevo sendero, y a lo lejos veía que se conectaba con algo que no alcanzaba a ver pues se veía como niebla, pero igual el muchacho siguió.

Ya cerca de donde terminaba este nuevo camino, podía ver atrás de él, lejos pero claro, el destino final de su camino anterior. Primero una especie de rampa hacia abajo.Luego un precipicio. Ciertamente significaba la muerte para los que lleguen, esto estremeció al joven que recordaba a sus allegados, no quería que llegasen ahí, pero el fango del lugar le imposibilitaba volver para buscarlos, no podía él buscar a su familia y amigos.

Llegó triste al final del nuevo sendero… y otro cartel más:»Estás llegando a Fulvida. Fundación Luz de Vida.» »Constructores de Shalom». –¿Shalom? ¿Qué significa eso?– se dijo a sí mismo,-Jamás había oído sobre esa palabra ¿Qué lugar es éste?-

Dejó el cartel atrás y siguió, pero había una espesa niebla que parecía no tener principio ni fin, muy densa, que no dejaba ver qué había del otro lado, y temió seguir, –Tal vez exista un precipicio parecido al que ví antes– dijo, y se quedó parado…

MIentras tanto, del otro lado, había mucha gente, justo a la misma altura de dónde se encontraba el joven, trabajando sobre el camino, parecían estar renovando los pisos. Éstos parecían como de madera firme, con una inscripción en cada una de sus tarimas: »Shalom». En esos momentos las estaban cambiando por unas baldosas que eran de piedra muy dura, mas firmes aún que las de madera, y que también tenían tallada la misma inscripción, y todos trabajaban en esto.

Junto con estas personas había una que parecía ser una especie de asesor, guía y supervisor en esta obra, aunque también ponía manos a la obra. Era muy entendido en el tema, y lo curioso es que no era como los demás trabajadores, traía sobre su cabeza esa redonda tapita, una similar que nuestro joven había visto anteriormente, también un rollo resplandeciente como el que ya conocemos. Él mismo parecía dar pautas, extraía instrucciones de su rollo, de las cuales elegía lo conveniente para sus colegas obreros, aunque todos mostraban una eficacia en lo que hacían. Pero todos trabajaban juntos en lo mismo, hacer más firme y sólido ese camino. Tenían en mente para el futuro cambiar la piedra por acero grueso, para hacer más sólidos aún sus baldosas, aunque requerían de recursos y debido a eso todo lo hacían despacio pero seguro, y siempre en acuerdo mutuo en mantener la inscripción de los suelos de su camino. Cosas como éstas hacían con alegría.

De repente uno de ellos vió sorprendido a un joven parado del otro lado, nuestro muchacho. Con ese asombro le dijo a los demás: – ¡Miren! ¡Un muchacho desconocido está parado al costado de nuestro camino!-, los demás vieron y no con menor sorpresa advirtieron la presencia de aquel extraño. Otros más lejos, no se habían percatado aún del asunto.

¿Quién sera?– se decían –Se ve bastante cansado y angustiado, vamos, acerquémonos y averigüemos quién es y de dónde viene-…entonces dejaron de hacer aquello en lo que trabajaban y fueron a su encuentro. Entonces uno de ellos le habló diciéndole: –Hola, quién eres y de dónde vienes?

El joven oyó estas palabras, pero no vió a nada ni nadie cerca ni alrededor: solo algo de camino que terminaba en una niebla interminable. Entonces se estremeció, pues ya no sabía qué creer. Si era fruto de su imaginación, o que era el tal Diablo, o algun ángel…ya sentía pánico y temblor en todo el cuerpo. Miraba a todos lados pero no veía nada ni a nadie.

Hola-de nuevo-¿No nos ves?– El joven se dió cuenta que no era su imaginación ni alucinación, notó que la voz venía como de la niebla, y tomando valor se camino un poco más hacia ella y miraba la niebla más de cerca, y la examinaba con el entrecejo fruncido, tal es el gesto cuando no se comprende algo, y miraba hacia más arriba, abajo, a los costados…

Las personas del otro lado se extrañaron por la actitud del muchacho: –¿Estará ciego? Yo lo veo claramente– decía alguno a los de su alrededor. Volvieron a hablarle de la misma manera, y el joven ya armado de valor y extraña curiosidad respondió:-¿Quién esta ahí? Sólo veo niebla

¿Niebla? ¿Cuál niebla?– Todos se decían, ya más personas se percataban y se agrupaban en el lugar.

No hay ninguna niebla, te estamos viendo claramente joven. Estás parado ahí moviendo la cabeza intentando ver algo, parece como si fueras ciego

Ya al joven más que miedo sintió curiosidad, hablaba más ameno, tal vez por su propia perplejidad que lo sacaba de su propia asimilación de la situación. –No estoy ciego-dijo-Sólo veo una niebla al terminar éste camino que anduve después de haber transitado otro peor, además hay un cartel con un nombre, Fulvida, no sé que es ni porqué está acá…no entiendo ya nada

En ese momento ya las personas comenzaban a comprender las cosas. el joven evidentemente no era ciego, pues habló del cartel, de Fulvida, del camino…pero de modo alguno él no los podía ver, aparentemente por una supuesta niebla que ellos no veían, sin embargo parecían creerle porque nadie mueve así la cabeza ni mira alrededor como buscando algo, no podía ser un loco por las referencias que hizo. Así que el único misterio era la niebla, pero en vez de meditar sobre eso más bien quisieron ayudarlo por el estado en que se veía, así que nuevo le hablaron: –Joven, te ves muy cansado y bastante afligido. Ven así te daremos comida, agua, ropas…pues pareces necesitado-. Pero el joven dudaba ante estas palabras, y prefería quedarse donde estaba y sin dar gesto de respuesta, lo que desconcertaba en cierto modo a la gente.

Viendo todo esto y sin decir nada estaba el supervisor de aquellas personas, un hombre sabio y solícito cuando los demás lo requerían, pues todo lo hacía con amor pero también seriedad, por esto y otras cosas más era respetado. Era llamado por todos »Moré» cuyo significado es maestro. Éste excelso hombre pues decidió romper su silencio hablándole a todos sabia y firmemente con estas palabras:

Escúchenme estimados amigos y compañeros, el joven que ven ahí me figuro que viene de un camino lejano, que evidentemente no fué propicio para él, sino miren nada más el estado en el que está. Lo sé muy bien porque tristemente sé acerca de ese horrible camino aunque no lo he andado ni me interesa hacerlo, ni aunque sea para conocer. Éste pobre desafortunado tiene una expresión de desasosiego, vacío y soledad y sus pies rondan la miseria de haber andado por un terreno áspero y pantanoso, al parecer le costó mucho llegar acá y creo que su único medio fué ese pequeño sendero que ven detrás de él. Lo que yo veo y que parece ser es que hay algo que él llama »niebla» que no le deja ver lo que hay hacia acá, pero ustedes no pueden ver. Esto se trata de una alguna probable imposibilidad que le dejó aquel miserable camino andado de ver lo que realmente es bueno, una especie de membrana ante sus ojos frente a lo recto y justo, fíjense bien en lo que ustedes recién trabajaban y tendrán la respuesta al enigma: este suelo es por demás superior al que anduvo el joven, ustedes sí lo pueden ver puesto que no tienen esa membrana a causa del buen suelo, pero él a ustedes no. La razón primordial por la que se origina esta niebla es un secreto de Di-s que no tiene que ocuparles la cabeza pues nada bueno hallará para quién lo investigue, sólo Él sabe por qué forma este fenómeno. Más bien ahora vaya uno cerca del muchacho y extiéndale la mano traspasando este camino, para que lo pueda ver y se tranquilice, después veamos cómo ayudarle. Tal cosa es lo que el Eterno desea y manda.-

Ante semejantes palabras todos enmudecieron, porque eran concientes de la sabiduría de todo en cuanto hablaba y además estaba ya claro en sus mentes el asunto. Así que uno de ellos se acercó al joven y le extendió su mano. El muchacho del otro lado miraba estupefacto cómo una mano abierta de repente salía extendida de aquel denso y grisáceo muro, a esa altura este nuevo fenómeno para él sobrepasaba su ya pobre discernimiento y si antes estaba inmóvil, ahora parecía de piedra, una parálisis difícil de describir.

Comprendió todo el sabio Moré, y alzando la voz le dijo de una manera dulce: –No debes temer joven, solamente acerca tu mano y agarra fuerte de la que ves

El joven sintió esta nueva voz más santa que la anterior, así logró recomponerse un poco de su estado, y ya con más seguridad respondió:-Gracias. Sí lo haré, porque siento en tus palabras paz que jamás sentí antes, pero dime…¿Eres tu el Salvador?

Esto dijo porque mantenía la creencia que tuvo cuando descubrió el pequeño sendero que lo sacó del desastroso lodo de su camino antes andado. Pero entonces el Moré al escuchar aquella pregunta insensata, se disgustó y le habló con serenas y directas palabras: –No soy ningún Salvador ni otra cosa que se le parezca, pues aquello que te han dicho sobre esa persona sólo fueron calumnias que por la inocencia que en tí veo creíste. Te digo que aunque tuviste buen corazón estuviste errado en varias de tus acciones, no te culpo pues sólo fuiste victima de falacias, pero la verdad es que no hay salvación alguna por donde antes anduviste. Se nota igualmente que tienes buen corazón y tu intención es sana, sino no hubieras encontrado este lugar que aún no ves. Vamos, confía y tiende tu mano.-

La primera sensación del joven fué de miedo y tristeza, por lo que aquél decía de su supuesto salvador, si bien no huvo violencia en sus palabras, para el joven fueron duras, pues no estaba preparado para escucharlas y se entristeció porque tenía razón el hombre sabio, de alguna manera llegaba a ese lugar movido por alguna fuerza de la que nunca se percató, así recordaba la luminiscencia de los objetos que anteriormente había visto. Pero inmediatamente después y felizmente para él, sintió una nunca antes percibida sensación de esperanza. Por ésta última entonces, alargó su mano y tomó fuertemente la que lo esperaba, y tomando impulso pasó del otro lado.

Entonces cerró los ojos en su primera reacción, porque en ese lugar había más claridad que del lugar de donde venía, de hecho recordaba la claridad del Camino del Gentil Justo, y se preguntaba si se encontraría ahí. Luego de adaptarse a la nueva vista, comenzaba a contemplar el lugar y sus gentes. Sin saberlo aún, se había salvado él mismo.

Entonces las personas más cercanas le dieron la calurosa bienvenida, lo felicitaban por haber tomado el coraje que lo hizo pasar al buen camino, e inmediatamente se dispusieron a atenderlo.

Éstas personas cercanas eran justamente las muy pocas que el joven había visto entrar al principio de todo, en el Camino del Gentil Justo, ésta era la extraña razón por la que no se percataron nunca de la niebla. Así confirmó el muchacho aquello que pensaba y supo que estaba ahí, con gentiles justos. Y así recibía con alegría las palabras de aliento que le daban, le decían esto y aquello, todo era recibido gratamente por el muchacho y éste les respondía con gratitud. Así hablaban.

Mientras aquellos hablaban de tales cosas, se iba reuniendo más gente aún que antes, algunas ya habían visto algo, otras recién se enteraban. Muchos se recordaban a sí mismos actuando como el muchacho, pues también en otro tiempo habían caminado y conocían del macabro Camino Salvador. Éntre éstos hubo entonces alguno que les hablaba a los que tenía a su alrededor diciendo:

Escúchenme amigos noájidas, todos que descendemos del noble Noaj. Al ver a aquel joven vino a mi memoria todo aquello que he pasado cuando caminaba por aquel deplorable Camino de la Salvación, borrado sea este nombre. También de similar manera llegué a este lugar, tal como el Moré nos describió hace un momento, y recuerdo un sendero perdido que sería mi esperanza para llegar acá así como también veía una niebla antes de llegar y pasé por parecidas circunstancias, y muchos de ustedes saben bien de qué hablo. No nos debería entonces extrañar que ahora nosotros no veamos nada de eso, pues nuestra visión es pulcra y sé que me entienden, lo que veo es que tal niebla no desapareció en verdad y hay muy pocos caminos como los que conectan a éste, el nuestro, yo también advertía que a lo largo de toda esa niebla no se veía ni a lo lejos algún otro sendero esperanzador, fué un milagro que haya encontrado aquél uno de éstos caminos. Por eso les propondré cómo debemos actuar de aquí en adelante:

MIentras algunos de nosotros siguen con la obra de mejorar estos suelos, otros vayan prestos con ayuda de máquinas o cualquiera otra que sirva, a disipar esa espesa niebla que no deja ver para acá, a pesar de que no la vemos está ahí, y debemos hacerlo. También apresurémonos en construir más caminos como el de arena que se ve ahí, pero que sea de un mejor material, más firme, por ejemplo las maderas que estamos ahora sacando. Si así obramos entonces hay mas probabilidades de que más personas extraviadas como éste pobre joven encuentren el camino que en verdad deben tomar. Vamos, no perdamos más tiempo hablando y hagámoslo.-

Dicho esto todos empezaron a obrar de esta manera, felices porque entonces tenían una nueva manera de construir su Shalom, ayudando a los perdidos, y así renovaban su lema de Constructores de Shalom, descubrían pues un nuevo significado.

Así entonces comenzaba también el joven su nueva y definitiva etapa, aunque le sería largo y costoso la adaptación total a esto nuevo, pero no lo abandonaba su esperanza: ahora sí entendía sobre Di-s. Entonces él mismo luego del descanso empezó en silencio a aprender todo cuanto había ahí, observando por largo tiempo las obras sobre los suelos, a los que disipaban la niebla y a los que construían pequeños senderos conectores.

Notó también que entre ellos estaba un hombre con la tapita redonda, de semblante sabio y reconfortante. Pero no hizo preguntas ni comentarios, pues le vencía el sueño en ese momento después de sus penurias interminables, así se durmió a un costado hasta el día siguiente.

Era viernes ahora cerca del mediodía, el joven abrió los ojos y se sentía bien descansado, mucho había dormido por el sueño pesado y al ver alrededor notaba que estaban todos trabajando en lo mismo del día anterior,y nuevamente el Moré entre ellos, portando esos magníficos rollos de luz que ya el joven conocía de lejos y por los cuales aún se extrañaba. Se incorporó entonces y fué a su encuentro, cuando estuvo al lado del guía quiso ver el contenido de lo que leía , y al posar su vista sobre las letras sintió un ardor en los ojos que lo hizo cerrarlos y retroceder un poco. Refregó sus párpados y volvió a abrirlos con dificultad, pero podía ver.

Advirtió todo esto el sabio hombre y le hablo así: –Estimado, tuviste suerte esta vez, pues si mirabas otras letras de estos rollos era inevitable la pérdida de tu vista con el tiempo. Tus ojos naturales no son aptos para leer de esas letras, pero sí lo son para leer las que viste recién, sólo que no estás listo y por eso sentiste sólo ardor, pudo ser peor para ti. Ten paciencia y con lentitud aprende todo de cuanto hay aquí, luego podrás leer con mi ayuda algo de esto, pero nunca lo intentes solo. Ahora me despido de tí querido, pues tengo obligaciones en otro lugar, para que sepas soy del Camino de la Torá y allá debo ir.-

Luego habló a los demás exhortando:- Amigos, me voy ahora a lo mío pues llegará Shabbat y tengo cosas múltiples que hacer y el tiempo apremia. Algunos de ustedes acompañen a este joven en lo que necesita, lo que realmente necesita, sé que me entienden. Ahora me despido y nos veremos pronto. Cariños y fuerza noájidas.-

Así hablo y se alejó con sus cosas. Recién en ese momento comprendió algunas cosas el joven pues aquél que se iba tenía el mismo resplandor de las personas que estaban alrededor de los rollos radiantes del principio. Luego de pensar en eso le dijo a su más cercano: –¿Shabbat?¿Noájidas? no comprendo a qué se refiere

Le respondió entonces el gentil sonriendo: – Amigo, Shabbat es un día especial de nuestro Moré y de los que son como él, y debe preparar ciertas cosas y hacer otras, pero eso por ahora no debe acuciarte, con el tiempo sabrás de qué se trata, aunque es importante que vayas sabiendo que no debes imitarlo, jamás. Del mismo modo actuarás con los rollos que viste, seguro ya te lo habrá dicho. Ten paciencia y sabrás todo lo que debes saber, sobre cómo trabajar en los suelos de Fulvida, aunque si te fijas al lado y muy cercano de nuestro camino verás otros caminos parecidos a éste. Ése se llama por ejemplo »Benei Noaj», aquél otro tiene por nombre »Gran Arca» y muchos otros más, todos juntos en realidad forman el verdadero Camino del Gentil Justo, el nuestro es en realidad uno pequeño en comparación con éste inmenso…en cuanto a los noájidas, se refiere a los descendientes de Noaj, que tú conoces como Noé…

Así entonces empezaría a aprender con paciencia y virtud todo lo que a él competía, se le inculcarían las 7 leyes universales sobre las que todos ahí se regían, las cosas que debería hacer, las que tendría permitido, las que tendría totalmente prohibido, todo lo recibiría con felicidad, aunque sin olvidar a sus seres queridos de los cuales no supo más y le preocupaba, y también para esto le darían aliento pues si tenían buen corazón como el joven el Eterno haría que llegaran como él, así le hablarían y todos los días futuros en su vida trabajaría como los demás contruyendo suelos, disipando nieblas por conocer él mismo los tormentos antiguos, Desechando las cosas que llevaba física y mentalmente consigo. Desecharía sobre cestos de basura al costado de su nuevo camino los rollos opacos que traía, así como sus expresiones antiguas, todos en los mismos cestos donde otros también llegarían como él, así como también los gentiles que ya obraban tiempo hace y estaban en constante aprendizaje desechando sus cosas también. También el Moré le enseñaria con amor y alegría a leer de lo que podía de los rollos que eran llamados Torá (de acá el camino del Moré), y de éste hombre el joven aprendería mucho, del Shabbat mencionado, y otras cosas que no debería imitar. Así sería de ahí en más para nuestro joven, y se convertiría algún día en un ejemplar noájida.

Pasaron tres años de haber llegado a su lugar ya amado, y advirtió para su sorpresa que de su camino amado se desprendían como puentes gigantescos con carteles que dictaban: »Al Camino de la Torá»; éstos puentes se veían muy dificutosos para tomar por el complicado andar que demandaba: muchas subidas, bajadas, curvas, escalinatas, todo tipo de complicaciones, pero también se notaban muy firmes. En algunos de ellos se veían hombres gentiles andando acompañados de hombres parecidos al Moré, pero que sugerían un rango algo más alto y exhibían magnificencia. Éstos eran por el joven ya conocidos, porque su Moré siempre les hacía referencia cuando le enseñaba, decía que los consideraba sus maestros y que no sólo en vida los eran sino también aquellos ancestros que dejaron sus sabios escritos y de los cuales el Moré leía. A ellos pues también los consideraba sus maestros, y eran por él llamados Rabinos.

Los últimos eran entonces los acompañantes de los noájidas en los puentes, pero mientras éstos andaban por ahí de manera dificultosa, aquellos caminaban sin problemas, pues los puentes no les representaba incomodidad alguna, a pesar de las depresiones e irregularidades de sus estructuras, eran parte de su Camino de la Torá. Y les daban fuerzas los Rabinos a sus guiados, cuando éstos sucumbían en su andar, porque solos no podían ni debían.

El muchacho sabía de esas dificultades, porque mientras aprendía de sus 7 leyes tenía referencias sobre sus colegas los Judíos (así se llamaban los felices bailadores del rollo de luz), y de la luz de aquel otro buen camino, pero él decidió seguir de largo…estaba contento con su propia labor y no quería dejar de ser noájida aunque apreciaba a aquellos de los puentes, al llegar al otro lado de largo brazo se encontrarían con muchos de los excelsos hombres para ser como ellos y al fin ser llamados Judíos.

Así continuaba su extenso y amado camino, donde siguió avanzando en años hasta convertirse en hombre, luego hizo su propia familia, tenía no menos ejemplar mujer, buenos hijos nacidos noájidas que seguirían los pasos del buen padre…ya entonces estaba completo porque sentía en si interior que cumplía con todo cuanto el Eterno su Di-s le encomendaba, pero no consideraba lo que sentía para no caer en soberbia, más bien seguía cumpliendo y cumpliendo como si no llegara nunca a hacerse. Así era su proceder en su vida.

Llegaba entonces al tiempo de su vejez que toca la puerta de los que mucho viven, estaba cerca ya de sus 120 años,  cosa admirable porque fué de los pocos en lograrlo. El blanco de sus cabellos era el fiel anunciador de su grandeza y saber a cualquiera que lo viese. A él acudían los muchos jovenes y hombres que buscaban sabiduría, para hacer todo lo que debían y que este anciano hizo en su juventud. Recordaba a su Moré instructor a quien mucho le debía, y con esto en la mente enseñaba el también todo lo que había aprendido, era menester hacer todo lo que se podía para llegar a buen puerto, así era todo para quien fué una vez joven que ahora estaba cerca del final de su camino y de sus días.

Un día de repente se sintió distinto a los demás días de su vida, se acercaba el final de su sendero y el anciano bien lo reconocía y con gusto pues no temía, sabía bien en su corazón que había cumplido cabalmente sus 7 leyes, aunque nunca cesó de hacerlo mientras le quedaba fuerza, como si siempre le quedara algo por cumplir. Llegaba ya al final de los férreos bloques con el querido Shalom inscripto, cuando un sueño distinto pero muy dulce le vencía, se tomó la cabeza con una mano y se sentó. Estas ganas de dormir eran distintas a las demás.

Así como el fiel trabajador se levanta temprano a la mañana, antes del cantar del gallo, y se dirige a su deber durante todo el día hasta llegada casi la noche y vuelve muy cansado y se va a la cama a dormir sin pensar en la reparadora cena, tal era el cansancio del anciano. Pronto apoyó el resto de su cuerpo sobre el suelo amado y comenzaba a cerrar los ojos. La misericordia del Eterno había hecho cansar los arrugados párpados del centenario noájida, y éstos se rindieron por fin y se juntaron para que sus ojos terrenales no vieran nunca más. Así fueron pues los últimos momentos del ejemplo de muchos.

Pasado un tiempo imposible de decir si mucho o poco, nuevamente se levantaba el hombre ahora desorientado; no sentía su cuerpo o lo que sentía más bien era algo muy extraño y nunca antes sentido, se sentía vivo pero de otra manera… –¿Qué es esto?– se decía su espíritu sin norte al principio.

Se incorporó, o más bien una hizo una acción parecida, y con sus nuevos ojos veía muchas personas sollozando juntas, eran sus descendientes, amigos, colegas, todos queridos alrededor de algo. Era su cuerpo material. Ësto lo conturbó más pues si bien sabía de qué se trataba la muerte, sólo esa vez, que era la única, era como si nunca hubiera aprendido al respecto. Para las personas presentes había sucumbido el anciano en medio del camino, pues sus ojos veían más camino por recorrer, mientras que los del anciano ya en espíritu veían el fin del suyo.

Sin tiempo para deliberar sintió el alma la atracción del otro lado, era como si caminara sin necesidad de usar piernas, como si una fuerza externa lo hiciera dezplazar hacía una nueba niebla para él nunca antes vista. Era ésta la cortina que separaba el fin del camino de lo maravilloso que se aproximaba. Cruzó así la línea divisora y empezaba la paz.

Notó ahora que después de cruzar había un patio al que llegaba también otro camino que llegando a su fin se unía al suyo. Y de él llegaban otros, los judíos, tal como lo hacía como el anciano, y al ver la señal de ese sendero leyó: »Fin del Camino de la Torá», al darse vuelta al suyo vió: »Fin del Camino del Gentil Justo». Éstos se unían entonces al final para hacer saber a todos que tanto un camino como el otro eran los necesarios para llegar a buen destino.

Se juntaban entonces gentiles y judíos para saludarse y seguir hacia la enorme puerta de un edificio áureo con argénteos adornos, tal construcción daba la idea de un tribunal. No era otra cosa más que eso, y la fuerza desplazadora los guiaba a todos mezclados hacia su interior. Entonces el fiel noájida sentía temor reverencial y alegría a la vez, pues bien sabía lo que llegaría. Se abrieron las puertas y se hizo una fila entre los muchos llegados para entrar. Al hacerlo, el interior del lugar era destellante, hermoso, indescriptible apenas los ojos espirituales podían mirar algo hacia el suelo que también era de luz. Apenas se podía ver algo, casi nada…

Avanzó una persona delante de él y una voz enfrente e imposible de ver su emisor decía: –Dime Yehuda, ¿Has cumplido con las 613 órdenes que te He dado?-.

Conmoción. Ésto sentía el buen gentil y todos los demás detrás de él. –Sí, las he cumplido– respondía el judío, y avanzaba pero no se sabía dónde.

Quedó ahora solo el siguiente frente a la Majestuosa Voz, que le dijo: –Dime Noaj-(por ésto era la grata sorpresa que se llevó en vida al saber del nombre de su ancestral patriarca)-¿Cumpliste con las 7 órdenes que te He dado?-. Al momento se llenaba su alma de inmensa alegría, y con una sonrisa respondió: –Sí mi Señor, tal como lo he aprendido-dijo, y agregó:- Perdóname mi gran Señor, ¿Qué es de mi familia y amigos a quienes nunca más vi?-, a lo que la Magnificencia respondió: –No te preocupes por ellos, han recibido también su juicio justo como tú, más, complácete porque lleno de misericordia es el mismo-. Dicho ésto avanzó mediante la fuerza recorriendo la Sala de Justicia, hacia una puerta que daba a otro exterior.

Había tenido su juicio justo, y sentía amor por su Amo, cantaba alabanzas, se abrazaba con otros, y se disponía a gozar de las cosechas de su siembra. Estaba ahora en otro patio, interior, que llevaba a un gran portal hermoso del mismo dorado y plateado que el Sagrado Tribunal, sabía que aquél era su Mundo Venidero, al que todos se dirigían con no menor gozo que el noájida.

Caminaba hacía ahí cuando de pronto de su interior salían personas que parecían alborotadas de mucha alegría, hablando rumores, escuchando voces y gritos del primer patio, anterior al Tribunal, como si se hablaran con los que están del otro lado, pero no alcanzaba a entender lo que decían, así que se acercó a ellos. Tanto era el alboroto que sólo alcanzó a entender unas pocas palabras, las suficientes para aumentar su alegría. Todos los que habían salido volvían a entrar corriendo, tal vez para avisar al resto. Detrás de ellos caminaba Noaj lentamente hasta que quedó solo, y traspasaba de a poco el acceso al mundo de gozo con una sonrisa y un ligero pensamiento sobre lo que recién había oído:

Andaba por el Camino de la Torá un tal Mashíaj…

FIN.

Respuesta al edicto de »fé».

Como complemento al anterior post, les hago llegar una iluminada respuesta de un representante judío al edicto injusto.

Respuesta de Isaac Abravanel al Edicto de Expulsión:

Sus Majestades:

Abraham Senior y yo agradecemos esta oportunidad para hacer nuestro último alegato escrito llevando la voz de las comunidades judías que nosotros representamos. Condes, duques y marqueses de las Cortes, caballeros y damas: no es un gran honor cuando un judío es llamado a asistir por el bienestar y seguridad de su pueblo, pero es desgracia mayor que el Rey y la Reina de Castilla y Aragón y por supuesto de toda España tenga que buscar su gloria en gente inofensiva. Encuentro muy difícil comprender como todo hombre judío, mujer y niño pueden ser una amenaza a la fe Católica. Son cargos muy fuertes, demasiado fuertes. ¿Es que nosotros la destruimos?

Es todo lo opuesto. ¿No estáis ogligando en este edicto a confinar a todos los judíos en lugares restringidos y a tantas limitaciones en nuestros privilegios legales y sociales, sin mencionar que nos forzáis a cambios humillantes? ¿No fue suficiente la imposición de la fuerza, no nos aterrorizó vuestra diabólica Inquisición? Déjeseme mostrar en toda su dureza esta materia a todos los presentes; no dejaré callar la voz de Israel en este día.

Escuchad ¡oh cielos!, y sea permitido que se me escuche, Rey y Reina de España. Isaac Abravanel se dirige a vos; yo y mi familia somos descendientes directos del Rey David, verdadera sangre real; la misma del Mesías corre por mis venas. Es mi herencia, y yo lo proclamo en nombre del rey de Israel.

En nombre de mi pueblo, el pueblo de Israel, los escogidos por Dios, declaro que son inocentes y sin culpa de todos los crímenes declarados en este abominable edicto. El crimen y la transgresión es para vos; para nosotros es el soportar el decreto sin justicia que Vos habeis proclamado. El día de hoy será de derrota y este año, que se imagina como el año de la gran gloria, será el de la vergüenza más grande de España. Es reconocido que la palabra honor debe ser propia de buenas y nobles acciones; de la misma forma, un acto impropio haría sufrir la reputación de una persona. Y si reyes y reinas acometen hechos dudosos se hacen daño a ellos mismos; como bien se dice, cuanto más grande es la persona el error es mayor.

Si los errores son reconocidos a tiempo pueden ser corregidos y el ladrillo débil que soporta el edificio puede ser resituado en posición correcta. Asimismo un edicto errado, si es cambiado a tiempo, puede ser corregido; pero objetivos religiosos han aventajado a la razón y malos consejos han precedido al justo razonamiento. El error de este edicto será irreversible, lo mismo que estas obligaciones que proclaman; mi rey y mi reina, escuchadme bien: error ha sido, un error profundo e inconcebible como España nunca haya visto hasta ahora. Vosotros sois los únicos responsables, como instrumentos del poder de una nación; si las artes y letras dan pautas a sensibilidades mas refinadas, si vosotros habéis aplacado el orgullo del infiel musulmán pese a la fuerza de su ejército mostrando conocimiento del arte y de la guerra y respetando su conciencia ¿con qué derecho los inquisidores recorren los campos quemando libros por miles en piras publicas?

¿Con qué autoridad los miembros de la Iglesia desean ahora quemar la inmensa biblioteca arábiga de este gran palacio moro y destruir sus preciosos manuscritos? Porque es por autoridad vuestra, mi rey y mi reina. En lo más profundo de sus corazones Vuestras Mercedes han desconfiado del poder del conocimiento, y Vuestras Mercedes han respetado sólo el poder. Con nosotros los judíos es diferente. Nosotros los judíos admiramos y estimulamos el poder del conocimiento. En nuestros hogares y en nuestros lugares de rezo el aprendizaje es una meta practicada por toda la vida. El aprendizaje es una pasión nuestra que dura mientras existimos; es el corazon de nuestro ser; es la razón, según nuestras creencias, para la cual hemos sido creados. Nuestro agresivo amor a aprender pudo haber contrapesado su excesivo amor al poder. Nos pudimos haber beneficiado de la protección ofrecida por vuestras armas reales y vos os pudisteis haber beneficiado de los adelantos de nuestra comunidad y del intercambio de conocimientos, y digo que nos hubiésemos ayudado mutuamente.

Así como se nos ha mostrado nuestra debilidad, su nación sufrirá la fuerza de un desequilibrio al que Vuestras Mercedes han dado comienzo. Por centurias futuras, vuestros descendientes pagarán por los errores de ahora. Vuestras Mercedes verán que la nación se transformará en una nación de conquistadores que buscan oro y riquezas, viven por la espada y reinan con puño de acero; y al mismo tiempo os convertiréis en una nación de iletrados, vuestras instituciones de conocimiento, amedrentadas por el progreso herético de extrañas ideas de tierras distintas y otras gentes, no serán respetados. En el curso del tiempo el nombre tan admirado de España se convertirá en un susurro ente las naciones. España, que siempre ha sido pobre e ignorante, España, la nación que mostró tanta promesa y que ha completado tan poco. Y entonces, algún día, España se preguntará a sí misma: ¿que ha sido de nosotros? ¿Por qué somos el hazmerreír entre las naciones? Y los españoles de esos días mirarán al pasado para ver por qué sucedió esto. Y aquellos que son honestos señalarán este día y esta época de la misma manera que cuando esta nación se inició. Y la causa de su decadencia no mostrará a nadie más que a sus reverenciados soberanos Católicos, Fernando e Isabel, conquistadores de los moros, expulsores de los judíos, fundadores de la Inquisición y destructores de inquisitivas mentes de los españoles.

El edicto es testimonio a la debilidad cristiana. Esto ha demostrado que los judíos son capaces de ganarle a los siglos. Argumento viejo sobre estas dos creencias. Esto explica el por qué existen falsos cristianos: estos cristianos cuyas creencias han sido sacudidas por argumentos que el judío conoce mejor. Esto explica por qué la nación cristiana se perjudicara como dice que lo ha sido. Deseando silenciar la oposición judía, la mayoría cristiana ha decidido no seguir argumentando, eliminando la fuente del contraargumento. No se le dio oportunidad alguna al judío.

Esta es la ultima oportunidad para traer este tema a tierra española. En estos últimos momentos de libertad, otorgada por el Rey y la Reina, yo, como representante de la judería Española, reposo en un punto la disputa teológica. Yo la dejaré con un mensaje de partida, a pesar de que a Vuestras Mercedes no os guste.

El mensaje es simple. El histórico pueblo de Israel, como se ha caracterizado por sus tradiciones, es el único que puede emitir juicio sobre Jesús y sus demanda de ser el Mesías; y como Mesías, su destino fue el de salvar a Israel, de modo que debe venir de Israel a decidir cuándo debe salvarlo. Nuestra respuesta es la única respuesta que importa, o acaso Jesús fue un falso Mesías. Mientras el pueblo de Israel exista, mientras las gentes de Jesús continúen en rechazarlo, su religión no puede ser validada como verdadera. Vuestras Mercedes pueden convertir a todas las gentes, a todos los salvajes del mundo, pero mientras no conviertan al judío, Vuestras Mercedes no han probado nada, salvo que pueden persuadir a los que no están informados.

Lo dejamos con este confortante conocimiento. Porque Vuestras Mercedes pueden disponer de sus poderes, pero nosotros poseemos la verdad por lo alto. Vuestras Mercedes podrán desposeernos como individuos, pero no podrán desposeernos de nuestras almas sagradas y de la verdad histórica, que es el único testigo nuestro.

Escuchad, Rey y Reina de España, en este día Vuestras Mercedes han engrosado la lista de fabricantes de maldades contra los que quedan de la Casa de Israel; si Vuestras Mercedes se empeñan en destruirnos, todos han fracasado. Mas, sin embargo, nosotros prosperaremos en otras tierras lejanas. Y doquiera que vayamos, el Dios de Israel estará con nosotros, y a Vuestras Mercedes rey Fernando y reina Isabel, la mano de Dios los atrapará y castigará por la arrogancia de sus corazones.
Hágase a Vuestras Mercedes autores de esta iniquidad; a lo largo de generaciones por venir, será contado repetidamente cómo su fe no fue benevolente y cómo su visión se cegó. Pero, más que sus actos de odio y fanatismo, el coraje del pueblo de Israel será recordado por haberse enfrentado contra el poderoso Imperio Español y por habernos apegado a la herencia religiosa de nuestros padres, resistiendo a los argumentos inciertos.

Expúlsennos, arrójennos de esta tierra que hemos querido tanto como Vos, pero los recordaremos, Rey y Reina de España, como los que en nuestros santos libros buscaron nuestro daño. Nosotros los judíos, con nuestros hechos en las paginas de la historia y nuestros recuerdos de sufrimiento; e incurriréis en un daño mayor a vuestros hombres que el mal que nos habéis causado. Nosotros los recordaremos, y a su vil edicto de expulsión, para siempre.

Viendo estas palabras, al augurarle desastres al reino católico español en la posteridad en sus descendientes, en mi opinión personal tal vez errada o no (sólo Di-s sabe), podemos verificarlo por ejemplo, poco más de 300 años despues:

Napoleón invadía con sus tropas Portugal, previa autorización del gobierno español para recorrer España. Al reaccionar el pueblo español ante la presencia de las tropas, el rey Carlos IV cede el trono a su hijo Fernando VII, apoyado por el pueblo.

Carlos IV se arrepintió y reclamó su corona alegando que lo habían obligado a ceder el reino, para este conflicto Napoleón decidió hacer de mediador, y logró que Fernando VII devolviera la corona a Carlos IV, y éste se la cedió a Napoleón. Fernando VII es tomado prisionero y los súbditos reclamaron por la soberanía del rey cautivo, y crearon juntas de gobierno todas comprendidas en una Junta Central, en Sevilla.

Las tropas de Napoleón disolvieron tal junta y en enero de 1810 invadieron toda España. Al llegar rumores sobre ésto a América, y al no haber autoridad política de España sobre los virreinatos, empiezan los aires emancipadores y los focos de resistencia que más tarde desembocarían en la liberación de América del Sur que todos conocemos en mayor o menor medida, comenzando en el Virreinato del Río de la Plata.

España perdería para siempre la soberanía sobre las colonias del Nuevo Continente. ¿Será por haber sido incautos los reyes de antaño con su edicto?

Aclaración: no hago con esto ninguna burla al hermano español, sólo trato de mostrar la iniquidad de la edad media, y sus posibles consecuencias; así como fué la España Católica, lo fueron tambien las Cruzadas, los almohades, etc.