Archivo de la categoría: extremo

Una hermosa declaración de Monoteí­smo

Plegaria del Sidur del Shelá Hakadosh
Fuente: "ANENI, Plegarias especiales para ocasiones especiales", Ed. Feldheim, Jerusalén, 2005.

Yo estoy preparado y dispuesto a aceptar sobre mí la creencia en el Dios Eterno, Quien está oculto y es indiscernible para todo ser viviente, debido a Su gran santidad.
Y yo creo con fe completa que el Creador, bendito es Él, es Uno, Único y singular; y no hay unicidad como la Suya en ninguna forma, bendito es Él, y no existe nada más que Él.

Él es Quien conoce las ideas y pensamientos de las almas de Sus concepciones. Él es el único que dió lugar, creó, formó e hizo todos los mundos, y no hay segundo después de Él.
Él fue, es y será Fuerte y Todopoderoso, y fuera de Él no existe otro dios.

Él es Quien crea los cielos, los cielos de los cielos, y todo lo que hay en ellos. Creó el liviatán, todos los pequeños y grandes anfibios, y todos los reptiles que se arrastran sobre la tierra.

Creó las montañas y las colinas. Creó los objetos inanimados, los vegetales, los animales y los seres humanos.
Creó la tierra, todo lo que hay osbre ella y  todo lo que se encuentra por debajo de ella; los mares y todo lo que ellos contienen; creó al hombre, los animales, las bestias del campo y del bosque; toda clase de pájaros y aves que vuelan en el cielo, y todos los reptiles que se arrastran sobre la tierra.

Y Él alimenta y mantiene a todos ellos, desde el más pequeño hasta el más grande.

Creó tierras desconocidas por las personas, y en ellas, distintas clases de criaturas.

Y todo lo creó con inteligencia y sabiduría.

Creó vientos y fuerzas entre el cielo y la tierra. Hizo de las nubes Su carroza, y camina por sobre los extremos de los vientos.

Creó el cielo, los cielos de los cielos y todo lo que ellos contienen. Creó el mundo de los astros, donde cada astro es ínfimo como una semilla de mostaza en relación con el que se encuentra por sobre él. Creó el mundo de los ángeles, miles y millones; incontables son los Ejércitos Celestiales; y todos fueron creados para Su honor, para que lo alaben y relaten Su gloria.

Y el mundo de los astros es ínfimo respecto del mundo de los ángeles, cual semilla de mostaza. Y cada ángel también es ínfimo respecto del ángel que se encuentra por sobre él, cual semilla de mostaza. Y el ángel más elevado de todos es absolutamente insignificante ante el trono de Su honor, y así también lo es el trono de Su honor respecto de Él mismo, bendito sea.

Bendito es Él y Él es bendito.
No tiene aspecto físico ni tiene cuerpo.
Nada se compara con Su santidad.
Él es el comienzo de todo comienzo, y es el Final de todo final.
Él es la Causa de todas las causas y la Razón de todas las razones.
Él es Soberano de todo lo que está arriba y abajo.
Él fue, es y será Fuerte y todopoderoso en este mundo y en el mundo venidero.
No hay nadie más sagrado que Hashem, pues no hay nadie excepto Tú; y no hay otro creador como el Dios de Israel. Pues, ¿quién es dios fuera de Hashem, y quién es creador salvo nuestro Dios?

La Naturaleza de la Judeofobia (G. Perednik) – Unidad 11

  Junto al antisionismo, la otra manifestación de la judeofobia contemporánea es la Negación del Holocausto (NH). Ambos son un intento por reescribir la historia reciente, y por ello se presentan juntos. Porque, si no se justifica el Estado judío (como arguye el antisionismo) debe de ser porque el sufrimiento judío es una maliciosa fantasía (como plantea la NH)…   La judeofobia fue muy activa durante la dictadura militar en la Argentina 1976-1983. De entre los miles de "desaparecidos", los judíos eran la víctima favorita en los centros de tortura… Entre los periodistas que defendían el régimen, Enrique Llamas de Madariaga difundió por la televisión estatal un programa insidioso (30/10/1980) bajo la consigna de que "Si los persiguieron durante cuatro mil aos, por algo será".

 


 

Unidad 11: La Negación del Holocausto – La judeofobia actual

Por: Gustavo Perednik   

Junto al antisionismo, la otra manifestación de la judeofobia contemporánea es la Negación del Holocausto (NH). Ambos son un intento por reescribir la historia reciente, y por ello se presentan juntos. Porque, si no se justifica el Estado judío (como arguye el antisionismo) debe de ser porque el sufrimiento judío es una maliciosa fantasía (como plantea la NH).

En Mi patria, Palestina; el sionismo, enemigo del pueblo (publicado en Alemania en 1975) Ahmed Hussein sostiene que el promotor de la judeofobia es el sionismo, interesado en que los judíos huyan hacia Israel. Así se reitera el ardid de poner a la víctima como victimario. "La mejor propaganda para el Estado de Israel es el judío muerto", explica sin rodeos Hussein y agrega: "después de estudiar profundamente el tema, y basado en eruditos, he llegado a la conclusión de que durante la Segunda Guerra Mundial ni un solo judío fue muerto por ser judío… Sólo la mentira de los seis millones posibilitó la presión sionista para establecer el Estado de Israel y su financiamiento con capital alemán".

Una variante aun más cruel del mismo argumento, es que los sionistas se asociaron con los nazis para exterminar judíos. La expuso Lenni Brenner, muy difundido en la URSS, y llegó al escándalo en Londres en 1987 cuando el Royal Court Theatre decidió no presentar la obra Perdition de Jim Allen, que sostenía esa calumnia. Era en palabras del autor "el ataque más letal contra el sionismo escrito jamás".

Un rastreo de los comienzos de la NH nos lleva al Holocausto mismo, durante el cual por lo menos dos cabecillas nazis, Martin Bormann y Heinrich Himmler, prohibieron toda mención pública de la "Solución Final". Pero por entonces el objetivo de la NH se limitaba a preservar la inconsciencia judía acerca de la dimensión del ataque, a fin de asesinarlos sin resistencia.

Después de la guerra, fueron trotskistas y anarquistas franceses quienes curiosamente iniciaron la NH al descalificar la evidencia del genocidio como "propaganda stalinista". Su primer libro fue Desenmascarando el mito del Holocausto de Paul Rassinier (1964).

En 1979 la NH se organizó en un prolífico Instituto para la Revisin Histórica (IHR) en Torrance, California, que mantiene convenciones anuales y publica el trimestral Journal of Historic Review, enviado sin cargo a doce mil historiadores norteamericanos. Su mentor, Willis Carto, de vieja militancia nazi, fundó el Liberty Lobby (la propaganda judeofóbica más grande de los EE.UU.). El IHR es pseudoacadémico; aunque convoca a profesores, todos ellos carecen de títulos en historia (Rassinier estudió geografía, Butz ingeniería electrónica, Faurisson literatura, etc.).

Desde 1991 uno de ellos, Bradley Smith, coloca avisos en los diarios de las universidades americanas en nombre del CODOH (Comité para el Debate Abierto sobre el Holocausto). Lograron reclutar a un tal David Cole de padres judíos, y a un comentador militar británico, el neonazi David Irving, cuyo best-seller La Guerra de Hitler (1977) esgrimía que Hitler nunca supo que los judíos eran asesinados en Europa.

La NH nos plantea un serio dilema: perdemos al refutar sus argumentos (ya que de este modo los legitimamos como "opinión para abrir el debate acerca del Holocausto"), pero también perdemos si no les contestamos ("los judíos carecen de argumentos"). Los métodos para confrontar el fenómeno merecerían una clase especial que, nuevamente, escapa al marco de nuestro curso. Pero debo mencionar los cuatro niveles de la NH, en orden de la sofisticación de sus argumentos: 1) el Holocausto nunca ocurrió; 2) las cifras fueron abultadas; 3) no hubo ningún plan sistemático de exterminio; 4) en cada guerra hay Holocaustos, y los judíos cacarean sólo el suyo como si fueran los monopolizadores del dolor.

La NH es un fraude peligroso, porque al blanquear los crímenes del nazismo hace posible su reedición, y disemina el odio bajo la excusa de "libertad de expresión" mientras transgrede doblemente la ley: por apología del delito y por incitación a la violencia.

La NH ha expandido la mitología judeofóbica. A leprosos, adoradores de asnos, deicidas, pueblo testigo, asesinos de nios, bárbaros, virus racial, explotadores, confabuladores internacionales y racistas, se agrega ahora el de "inventores de Holocaustos".

La Judeofobia en América

Desde la misma creación de los Estados americanos, los judíos fueron activos en ellos. Por ello no hizo falta su Emancipación legal como en Europa, en donde, según vimos, la judeofobia moderna fue una reacción (inmediata o tardía) contra la Emancipación. Por ello en las Américas la judeofobia puede entenderse parcialmente como un vicio importado.

Aunque en 1654 hubo en New York (por entonces New Amsterdam) un intento de expulsar a los judíos por parte del gobernador holandés Peter Stuyvesant, en general, antes de la independencia de las colonias de Norteamérica, los judíos no sufrieron agresiones físicas, y otras minorías fueron más atacadas.

Durante la Guerra de Secesión norteamericana desde ambos bandos se acusó a "los judíos" de ayudar al enemigo, y el 17/12/1862, Ulysses Grant (el victorioso general de la Unión y 18vo. presidente americano) ordenó la expulsión de todos los judíos de Tennessee. Esta Orden General Número 11 fue revertida por el presidente Lincoln, después de que ya se había aplicado en varias ciudades.

En la última década del siglo pasado apareció una judeofobia más nítida, no como respuesta a Emancipación sino a una brecha cultural frente a los inmigrantes. Según vimos, en 1881 comenzó en Rusia la era de los pogroms y el éxodo más grande de la historia. En 1890 habían ingresado a los EE.UU. más de un millón y medio de judíos, y para 1920 ya eran tres millones.

Parte de la población veterana receló de los recién llegados. Henry Adams (bisnieto del segundo presidente americano) escribía: "La atmósfera judía me hace sentirme aislado. Los judíos van a controlar completamente las finanzas y el gobierno de este país, o estarán muertos". En su novela Las columnas del César (1890), Ignatius Donnelly cuenta que los judíos toman el poder para vengar sus padecimientos en los cristianos. El corolario de esta animosidad fue el "restrictionismo" o movimiento antiinmigratorio. Uno de sus mentores, Madison Grant, en El paso de la gran raza (1916) endilgó a los judíos el mestizaje de la nación. El movimiento logró en 1924 la limitativa Acta de Inmigracin.

Pero la norma fue otra. Los presidentes y líderes norteamericanos expresaron con frecuencia su gran estima por el pueblo judío. Los padres fundadores de los EE.UU. compartían las raíces de los puritanos ingleses quienes, a partir de su amor por la Biblia, revaloraron de ella su idioma, su tierra y su nación. Cuando la Rusia zarista se negó a emitir visas de visita a judíos americanos y dio maltrato a los pocos que las obtuvieron, el gobierno norteamericano canceló en 1911 un viejo Tratado Ruso-Americano.

Si hubo similitudes entre la judeofobia americana y la europea, la escala siempre fue mucho más pequea. Por ejemplo, "el Affaire Dreyfus" americano tuvo lugar en 1913 en Atlanta, cuando el ingeniero Leo Frank fue acusado de asesinato por la sola evidencia del testimonio del principal sospechoso. La Jeffersonian Magazine exigía la ejecución del "abominable, perverso judío de Nueva York" y su editor creaba la Orden de los Caballeros de Mary Phagan (tal era el nombre de la asesinada) para boicotear todos los negocios judíos de Georgia. Dos aos después de comenzado el juicio, Frank fue arrancado de su celda y linchado. Se trató del primer caso de asesinato judeofóbico en los EE.UU., y el último hasta los recientes episodios de Crown Heights. En estos, norteamericanos de color arremetieron contra judíos al azar (mataron a uno) en "venganza" porque dos nios negros murieron atropellados cuando un conductor jasídico perdió el control de su auto.

El parecido con el escenario europeo es más claro en algunos países de Latinoamérica, en donde la judeofobia es más p. Los fundadores de los Estados latinoamericanos no se educaron en el amor puritano por la Biblia y su pueblo; el ambiente de muchos de ellos fue la Iglesia inquisitorial espaola. El caso argentino fue especialmente oscuro, y a él nos referiremos en particular, teniendo en cuenta que se trata de la comunidad más grande y la que más judeofobia sufrió. En el resto de los países el odio antijudío fue casi siempre marginal, y la historia de cada uno escapa a los marcos de nuestro curso.

En los EE.UU. la estela del caso de Leo Frank se disipó en la unidad nacional que acompaó la Primera Guerra Mundial. La posguerra volvió a destapar la judeofobia, debido al temor de que los valores y estilo de vida tradicionales fueran amenazados por la inmigración masiva, por la creciente población urbana y por el liberalismo religioso. El Ku Klux Klan (grupo racista, reaccionario y judeofóbico) llegó en 1924 a cuatro millones de miembros. Como hemos visto, los Protocolos eran difundidos por Henry Ford. Su campaa se detuvo en 1927 con un pedido público de disculpas.

En 1922 la discriminación en la educación se transformó en un tema de debate nacional cuando la Universidad de Harvard anunció que estaba considerando un sistema de cuotas para estudiantes judíos. Aunque el plan fue eventualmente abandonado, las cuotas se aplicaron por medios velados en muchas instituciones terciarias, a fin de limitar el muy alto número de judíos que asistían a ellas (aun para 1945 Dartmouth Colege admitía abiertamente un sistema de cuotas para estudiantes judíos).

El acceso de judíos también estaba limitado para puestos en bancos, compaías de seguro, empresas públicas, hospitales, grandes estudios jurídicos y planteles académicos universitarios. Esta restricción dio en llamarse la judeofobia "cortés" en los EE.UU., que tuvo en los aos treinta un impulso ideológico, con la noción de que "los judíos dominaban el gobierno de Franklin Roosevelt, causaban la gran depresión económica, y querían arrastrar a los EE.UU. a la Segunda Guerra contra una admirable Alemania que surgía".

El principal vocero fue el sacerdote Charles Coughlin, cuyo programa semanal de radio atraía a millones de personas. Cuando en 1942 se supo del Holocausto, la Iglesia ordenó a Coughlin cesar toda actividad no-religiosa. (Es notable cómo ecos de esa voces se escucharon en los EE.UU. a principios de esta década, como la del líder republicano Pat Buchanan cuando acusaba a "los judíos" de arrastrar al país a una guerra contra Irak). En la década del cuarenta la vanguardia aislacionista fue el Comité por América Primero, que incluyó al héroe de aviación Charles Lindbergh. Aun en 1944 una encuesta pública mostró que un cuarto de los norteamericanos veían en los judíos "una amenaza". Pero a partir de la Segunda Guerra, la judeofobia americana descendió notablemente, excepto entre los negros.

En efecto, a pesar de la activa participación de israelitas en el movimiento civil por los derechos de los negros en los aos cincuenta, el movimiento de Poder Negro generó fricciones en las relaciones con los judíos. Nació una forma americanizada del Islam que atrajo a millares de negros en busca de identidad, precisamente en el período de guerra entre el mundo islámico y el Estado judío.

Uno de sus líderes más extremos, Kwame Ture (ex-Stokely Carmichael) declaró en el setenta "nunca haber admirado a un hombre blanco, pero Hitler fue el más grande de entre todos ellos". Expresiones similares de odio se escuchan hoy por parte de Louis Farrakhan y otros jefes del grupo Nación del Islam. Allí se concentran hoy los peligros de la judeofobia en los EE.UU.

En cuanto a Sudamérica, la evidencia de judíos participando en la lucha independentista es más tenue que en el Norte, y se dio en casos como el de Alejandro Aguado en la Argentina. A este país, los judíos fueron explícitamente invitados por el gobierno. En decreto presidencial del 6/8/1881, se enviaba a un agente que atrajera a la Argentina a quienes huían de los pogroms. Hubo alguna reacción hostil contra esa invitación, incluida la de uno de los máximos próceres argentinos, Domingo F. Sarmiento, en El Diario de 1888.

Pero el verdadero comienzo de la judeofobia es literario, relacionado a la novela La Bolsa (publicada en 1891 en el prestigioso diario La Nación). En una época en que virtualmente no había judíos en la Argentina, el autor Julián Martel los culpa de la crisis financiera y de la clausura de la Bolsa de comercio, en un libro que constituye un mediocre remedo del francés Drumond. En rigor, la judeofobia de La Bolsa tuvo que ver, más que con la novela en sí, con la glorificación que le dedicaron grandes intelectuales argentinos, al punto de que el texto fue por décadas lectura obligatoria en las escuelas.

Las tensiones con el judío real, con el inmigrante, se dieron sobre todo cuando los sectores más conservadores tendían a identificar bajo el común epíteto de "ruso" tanto a los judíos como a los revolucionarios de Rusia. El detonante para esa reacción fue el asesinato del jefe policial de Buenos Aires, Ramón Falcón, quien había reprimido en forma sangrienta la manifestación del Primero de Mayo de 1909. Ese ao Falcón fue muerto por Simón Radowitzky, de diecisiete aos de edad, un judío recién inmigrado y, para el caso, doblemente "ruso".

A pesar de que la comunidad judía (de la que Radowitzky estaba totalmente desvinculado) hizo todo lo posible por distanciarse del hecho, un ataque físico se lanzó contra los judíos indiscriminadamente el 15/5/1910, en plenos preparativos para celebrar el centenario de su revolución independentista argentina.

La judeofobia creciente estalló unos aos después, en 1919, en el marco de la llamada Semana Trágica, que comenzó como represión a una huelga. Ese ao la Liga Patriótica fue fundada por Manuel Carlés, abuelo de quien fuera en las dos últimas décadas cabecilla del Partido Nacionalista Social argentino.

El periodista ídish Pedro Wald fue detenido acusado de tramar un "gobierno maximalista judío en la Argentina". Al salir de la cárcel torturado escribió la novela Koshmar (pesadilla). Así relató los episodios del 9/1/1919: "…salvajes eran las manifestaciones de los nios bien que marchaban al grito de ‘¡Mueran los judíos!;¡Muerte a los extranjeros y maximalistas!’ Refinados, sádicos, torturaban y programaban orgías… Detienen a un judío y luego de los primeros golpes comienza a brotar un chorro de sangre de su boca; acto seguido le ordenan cantar el himno nacional. No lo sabe; lo liquidan en el acto… No se selecciona. Pegan y matan a quien encuentran…"

El 10 de enero fueron asaltados los locales de las organizaciones Avangard y Poalei Tzion y la Asociación Teatral Judía (IFT). Todo fue arrojado a la calle y quemado, mientras la guardia civil azotaba y robaba. La policía montada observaba cómo ardían en la noche muebles, biblioteca y archivos. Entre otros testimonios reveladores, dos son elocuentes, de un judío y un cristiano.

Escribió el primero, José Mendelson: "Jinetes de la policía arrastraban a los viejos judíos desnudos por las calles de Buenos Aires, les tiraban de sus encanecidas barbas, y cuando ya no podían correr al ritmo de sus caballos, su piel se desgarraba raspando contra los adoquines, mientras los sables y látigos de los hombres de a caballo golpeaban sus cuerpos… En el Departamento Central de Policía pegaban espaciosamente. Cincuenta hombres, ante el cansancio de azotar, se alternaban para cada judío… En la comisaría 7ma. los soldados, vigilantes y jueces, encerraron a los judíos en los baos, donde los torturadores tiraban en forma salvaje de sus bocas, mientras la policía argentina y los soldados les orinaban en la boca…"

El segundo testigo presencial fue Juan Carulla: "Oí que estaban incendiando el barrio judío y hacia allí me dirigí. Al llegar a la Facultad de Medicina, me tocó presenciar el primer pogrom en la Argentina. En medio de la calle ardían piras formadas con libros… se luchaba dentro y fuera de los edificios… se acusaba a un comerciante judío de hacer propaganda comunista pero el cruel castigo se hacía extensivo a otros hebrbajo los gritos de ‘¡Mueran los judíos!’ Pasaban a mi vera viejos barbudos y mujeres desgreadas. Nunca olvidaré el rostro pálido y la mirada suplicante de uno de ellos al que arrastraban un par de mozalbetes, así como la de un nio sollozante que se aferraba a la vieja levita negra, ya despedazada, de otro de aquellos pobres diablos". El saldo en vidas de aquella Semana Trágica fue de ochocientos muertos y cuatro mil heridos.

Con el auge del nazismo en Europa, recrudeció la judeofobia de publicaciones y grupos "germanófilos" nacionalistas. Uno de los más difundidos escritores argentinos, Hugo Wast (seudónimo del director de la Biblioteca Nacional, Martínez Zuviría) publicó en 1935 un par de novelas que difunden el mito de la conspiración judía, El Kahal y Oro. Ese ao se creó la DAIA, nacida para defender los derechos judíos. Zuviría llegó a ser ministro de educación del país en 1943.

Las bandas y las publicaciones nacionalistas no cejaron después de la guerra, y para la década del sesenta la más activa banda judeofóbica argentina fue Tacuara, que tenía por mentores a los sacerdotes Alberto Ezcurra y Julio Meinville. En connivencia con el representante de la Liga Arabe Hussei Triki, Tacuara secuestró, torturó y asesinó. A los padres del estudiante asesinado Raúl Alterman enviaron una explicación: "Nadie mata porque sí nomás; a su hijo lo han matado porque era un perro judío comunista… Si no están conformes, que se retiren todos los perros y explotadores judíos a su Judea natal". Este caso, como los otros crímenes de la judeofobia argentina, quedaron impunes, y esta regla incluye a las voladuras en los últimos aos de la Embajada de Israel y del edificio comunitario AMIA.

Con todo, hay que tener en cuenta que la peligrosidad de grupos como Tacuara no deriva de sus acciones violentas ni de su propaganda nazi, sino de la medida en que están cerca del poder. En este caso, amplios sectores del partido mayoritario, el peronista, apoyaban a la agrupación judeofóbica. En rigor, el parámetro para medir el peligro de la judeofobia en un país determinado, no debe ser el tamao de sus organizaciones, sino su cercanía al poder.

Una versión local de los Protocolos aparece en la Argentina cuando en 1971 un profesor de economía de la Universidad de Buenos Aires, Walter Beveraggi Allende, difundió la patraa del Plan Andinia, supuesto complot para desmembrar la Patagonia de la Argentina y crear allí otro Estado judío. Su denuncia fue llevada a la Confederación del Trabajo y a diversos medios periodísticos. Cuatro aos después Beveraggi publicó La inflación argentina, en cuya tapa la Argentina aparecía crucificada con estrellas de David por el estereotipo de un judío. El periodista Jacobo Timerman narró que cuando era interrogado por la dictadura militar de los aos ochenta, se le exigían detalles del Plan Andinia.

Aunque la judeofobia tiende a ser más visible durante gobiernos democráticos (sobre todo en la transición) en esos momentos se halla más alejada de las cúpulas. Durante las dictaduras, por el contrario, se encuentra encaramada en el poder y precisamente por ello a los gobiernos les es más fácil dominarla. Por ejemplo, la judeofobia fue muy activa durante la dictadura militar en la Argentina 1976-1983. De entre los miles de "desaparecidos", los judíos eran la víctima favorita en los centros de tortura. Pero salvo excepciones (como la del general Ramón Camps) no abundaban las expresiones de judeofobia oficial. Entre los periodistas que defendían el régimen, Enrique Llamas de Madariaga difundió por la televisión estatal un programa insidioso (30/10/1980) bajo la consigna de que "Si los persiguieron durante cuatro mil aos, por algo será".

El estudio de cada uno de los otros países excedería las posibilidades de nuestro curso, pero con gusto contestaré las preguntas de estudiantes interesados en la judeofobia de alguna nación específica (recordar: <gustavop@jazo.org.il>).

En la próxima, nuestra última clase, analizaremos el fenómeno de la judeofobia de modo global y ofreceremos para el mismo algunas explicaciones.

 

La Naturaleza de la Judeofobia (G. Perednik) – Unidad 1

El sacerdote Edward Flannery, en el prólogo a su obra Veintitrés Siglos de Antisemitismo, revela que su interés por este tema nació cuando descubrió que la ignorancia al respecto es un abismo que separa a judíos de cristianos. "¿Cómo es posible que el judío – se pregunta Flannery- abrumado por la conciencia de la secular opresión que ha sufrido en el mundo cristiano, hable en igualdad de condiciones con el cristiano, que está sinceramente convencido de que su interlocutor otorga excesiva importancia a las persecuciones?"


 

Unidad 01: Introducción

Por: Gustavo Perednik

 

El sacerdote Edward Flannery, en el prólogo a su obra Veintitrés Siglos de Antisemitismo, revela que su interés por este tema nació cuando descubrió que la ignorancia al respecto es un abismo que separa a judíos de cristianos. "¿Cómo es posible que el judío – se pregunta Flannery- abrumado por la conciencia de la secular opresión que ha sufrido en el mundo cristiano, hable en igualdad de condiciones con el cristiano, que está sinceramente convencido de que su interlocutor otorga excesiva importancia a las persecuciones?"

Y bien, en ese sentido un curso como el nuestro podrá tender un puente sobre el abismo, permitiendo a más gente conocer páginas muy oscuras de la experiencia humana, y llamativamente poco investigadas.

Hasta 1879, el odio hacia los judíos no tenía siquiera un nombre especial. Ese año Wilhelm Marr acuñó el término "antisemitismo" a fin de distanciar el fenómeno de toda connotación religiosa. El panfleto de Marr, "La victoria del judaísmo sobre el germanismo considerada desde un punto de vista no-religioso" exhortaba a que se hostilizara a los judíos independientemente de sus inclinaciones religiosas. Pero el vocablo que Marr eligió tiene varios defectos.

En principio, "semitas" no hay. Puede hablarse de lenguas semíticas, o de grupos semitas de la remota antigüedad, pero suponer que, por ejemplo, un judío de Holanda, uno de Etiopía pertenecen a la misma "raza semita" junto con un árabe de Marruecos, es a todas luces absurdo.

En segundo lugar, y más importante aún, personas contra los semitas, no sólo que no hay, sino que nunca hubo. Jamás se crearon partidos, publicaciones, o ideas que combatieran a los "semitas". Es más, la voz se presta a juegos de palabras. En marzo de este año, el canciller egipcio Amer Musa respondió a una acusación preguntando: "¿Como vamos a ser antisemitas, si nosotros somos semitas?"

Lo lamentable es que el término acuñado por un judeófobo como Marr se difundió por doquier, aun cuando tres años después, un prestigioso pensador judío, León Pinsker, sugirió la más apropiada palabra, "judeofobia", para caracterizar el encono hacia los judíos.

"Judeofobia" es más precisa porque en el prefijo señala el verdadero destinatario de esta aversión, el judío, y en el sufijo alude a su carácter irracional. Es cierto que en psicología "fobia" también responde a su origen griego, "miedo". Y se habla de ailurofobia (miedo a los gatos), nictofobia (a la noche) o claustrofobia (a los lugares cerrados). Pero en ciencias sociales tiene un significado más cercano al odio (no al temor) como en "xenofobia" (odio a los extranjeros).

La judeofobia no es una forma de la xenofobia, puesto que los judíos no son extranjeros de los países en los que viven. Y si, como dijimos, tampoco son una raza, la judeofobia no es una especie del racismo. Es un fenómeno muy singular, y como tal vamos a estudiarlo.

Hemos ofrecido cinco justificaciones del término "judeofobia" en lugar del usual "antisemitismo". Estas incluyen motivos históricos, semánticos y lógicos. Pero si aún no están convencidos de que el uso de "judeofobia" sea el deseable, permítanme agregar un argumento más.

El prefijo "anti" combinado con el sufijo "ismo" sugiere una opinión que viene a oponerse a otra opinión, como en antimercantilismo, antidarwinismo o antiliberalismo. Pero la judeofobia no es una idea. Jean-Paul Sartre, en su famoso libro sobre el tema, sugiere que no le permitamos al judeófobo disfrazar su odio de "opinión". En la medida en que usemos "antisemitismo", los judeófobos podrán adornar a sus rencores con una aureola de criterio razonado, lo que además nos impide entender el fenómeno de la judeofobia con claridad.

La Singularidad de la Judeofobia 

Odios contra grupos siempre existieron. Pero en nuestro estudio partimos de la base de que el despecho contra los judíos es único. Los judíos fueron odiados en sociedades paganas, religiosas y seculares. En bloque, fueron acusados por los nacionalistas de ser comunistas, por los comunistas de ser capitalistas. Si viven en países no judíos, son acusados de dobles lealtades; si viven en el país judío, de ser racistas. Los judíos ricos fueron agredidos y los pobres maltratados. Cuando gastan su dinero son resentidos por ostentosos; cuando no lo gastan, son despreciados por avaros. Fueron llamados cosmopolitas sin raíces o chauvinistas étnicos. Si se asimilan al medio, son temidos por quintacolumnas; si no, son odiados por cerrarse en sí mismos. Cientos de millones de personas han creído por siglos, que los judíos beben la sangre de los no-judíos, que causan plagas y envenenan pozos de agua, que planean la conquista del mundo, o que asesinaron al mismísimo Dios.

En aras de ordenar la clase, digamos que no hay odio más antiguo, más generalizado, más permanente, profundo, obsesivo, peligroso y quimérico que la judeofobia. Veamos cada característica separadamente.

  1. Antiguo. Robert Wistrich tituló a su último libro sobre el tema "El odio más antiguo". Veremos enseguida las distintas posibilidades acerca de cuándo nació la judeofobia, pero adelantemos ya que se trata de un inquina que continuó más o menos durante dos milenios y medio. O como explica Shmuel Etinger, la judeofobia "es un fenómeno que se prolongó ininterrumpidamente, en lo fundamental, desde la época helénica hasta nuestros días, aunque asume características distintas en el curso de la historia. Precisamente, su continuidad histórica es un factor decisivo en su intensidad y en su capacidad de adaptarse a las cambiantes condiciones contemporáneas".
  2. Generalizado. De todos los países europeos en los que residieron, los judíos fueron expulsados alguna vez. Los ejemplos más recordados son Inglaterra en 1290, Francia en 1306 y en 1394, Hungría en 1349, Austria en 1421, numerosas localidades de Alemania entre los siglos XIV y XVI, Lituania en 1445 y en 1495, España en 1492, Portugal en 1497, y Bohemia y Moravia en 1744. En las más diversas situaciones históricas, los judíos fueron hostilizados en casi todos los países del mundo, aun aquellos en donde no estaban. El Japón de hoy es un ejemplo de cómo la judeofobia puede existir aun cuando la comunidad judía sea minúscula. Y China es frecuentemente citada como la excepción a esta regla de la universalidad de la judeofobia.
  3. Permanente. En la mayoría de los lugares, la judeofobia continúa años, décadas, e incluso siglos después de que los judíos han partido. El rey Eduardo I expulsó a los judíos de Inglaterra en 1290, y su readmisión no se produjo hasta 1650. Es notable que Shakespeare pudo crear su estereotípico Shylock, el judío de "El Mercader de Venecia", después de tres siglos en los que en su país no había judíos. La audiencia podía despreciar al judío y burlarse de él, sin que ninguno de ellos, ni sus padres, ni sus abuelos, los hubieran conocido en persona.
    En el siglo XVII Francisco de Quevedo atacaba a su competidor literario, Luis de Góngora, aludiendo a su "nariz judía" y amenazando con que untaría sus poemas con tocino a fin de que los judíos no se los plagiaran… aunque éstos habían sido expulsados de su país hacía más de un siglo.
    En Latinoamérica, Julián Martel escribe su novela "La Bolsa" en la que se acusa a los judíos de haber hecho quebrar la Bolsa de Comercio de Buenos Aires en 1890, una época en la que virtualmente no había judíos allí.
    Un último ejemplo: en 1968 el gobierno polaco lanzó una campaña por radio y televisión tendiente a "desenmascarar a los sionistas de Polonia". Casi treinta años después de que tres millones de judíos polacos fueran exterminados por los alemanes, en Polonia podía aún despertarse odio por una diminuta minoría que no alcanzaba al 1% de la población.
  4. Profundo. Como resultado de los atributos mencionados, los estereotipos mentales en contra de los judíos están hondamente arraigados. Si tenemos en cuenta que por siglos, cientos de millones de personas creyeron que los judíos transmiten la lepra, que matan niños cristianos para sus rituales, que dominan el mundo entero, que son una raza promiscua o criaturas diabólicas, que Dios desea que sufran, u otras variantes, entonces se ve por qué la judeofobia es tan fácil, por qué el judeófobo no debe invertir muchos esfuerzos en despertar antipatías contra el judío, ya que no tiene más que echar mano a la asociación mental apropiada a un momento determinado.
    Se dice de Goebbels, el ministro de propaganda alemán durante el régimen nazi, que había distribuido un cartel que mostraba a un hombre montado en un bicicleta con la leyenda "La desgracia de Alemania son los judíos y los ciclistas". El lector se preguntaba ingenuamente "¿Y por qué los ciclistas?" y así la propaganda había cumplido con su objetivo. La profundidad de la judeofobia había hecho una buena parte del trabajo.
  5. Obsesivo. Para el judeófobo los judíos no son un enemigo; son el enemigo. No ve satisfecho su impulso hasta que el judío no es quebrado del modo más total. Durante los siglos XIX y XX en el imperio ruso las palizas y asesinatos de judíos se difundieron a tal punto, que se acuñó el término "pogrom" para definirlos. Y eran vistos por sus perpetradores como el medio de salvar a la nación. "Byay Zhidov Spassai Rossiyu, Golpea al judío y salva a Rusia" era su lema.
    Ernest Cassirer reflexionó en "Modernos mitos políticos" acerca del discurso de despedida de Adolf Hitler a la nación alemana, antes de su suicidio el 30 de abril de 1945. ¿Cuál fue su mensaje? No recordó las glorias de Alemania, ni expresó dolor por la destrucción de su país; no se arrepintió del baño de sangre en el que acababa de sumir al mundo; ya no promete la conquista. Su atención sigue fija en un punto que lo obsesiona: los judíos, "el enemigo eterno". "Si soy vencido, la judeidad podrá celebrar"… Y si bien Hitler encarnó la judeofobia en su extremo máximo, la obsesividad es una característica reiterada.
  6. Peligroso. Debido a su profundidad, con mucha frecuencia la hostilidad contra los judíos desborda la discriminación y estalla en violencia física. En casi todos los países en donde los judíos viven o vivieron, fueron en algún momento sometidos a golpizas, tortura y muerte, por el único motivo de ser judíos. Por ello toda expresión judeofóbica es potencialmente más peligrosa que expresiones de aversión contra otros grupos. Por ejemplo, en todos los países hay chistes xenofóbicos en contra de minorías. En los EE.UU. son los chistes de polacos, en Inglaterra de irlandeses, en Brasil de portugueses, en la Argentina de gallegos, en Suecia de noruegos, etc. Los chistes de judíos pueden ser tan inofensivos como cualquiera de los otros. Sin embargo, si no hubieran existido habido chistes de judíos en Europa durante uno o dos siglos antes del Holocausto, la virulencia de la judeofobia podría haber sido menor, y los nazis habrian encontrado menor apoyo para su genocidio. Para las otras minorías mencionadas, no hubo hogueras, cámaras de gas y hornos crematorios. Y la judeofobia se transmite en gestos, en chistes y en generalizaciones, mucho más que en conferencias. Ulteriormente, cuando un prejuicio es tan peligroso, los chistes pueden ser letales.
  7. Quimérico. Este bien puede ser el rasgo esencial. El odio de grupo deriva usualmente de una incorrecta interpretación de la realidad. Si como hoy, un francés odia a los argelinos porque corrompen su cultura, o un alemán odia a los turcos porque le quitan sus puestos de trabajo, en ambos casos la realidad ha sido mal interpretada. Ciertamente hay desempleo en Alemania, pero no son los turcos los culpables de ello.
    El caso de la judefobia difiere de la xenofobia mencionada. No hay que confrontarse con una interpretación incorrecta, sino con mitos. Los judíos son odiados por comer no-judíos en el pasado, o por dominar el mundo en el presente, por haber matado a Dios, o por haber inventado el Holocausto, o por promover las guerras, la esclavitud, el mal.

No es fácil contender con argumentos de esta índole.

Incluso si hubiera odios que comparten una o dos de estas características, no se encontrará uno que, como la judeofobia, combine todas ellas. Que la encaremos de modo singular no significa, por supuesto, minimizar el sufrimiento de otros grupos, o condonar la persecución contra otras minorías cualesquiera. Todo aborrecimiento de grupo, todo racismo y persecución deben ser repudiadas. Pero la judeofobia sigue siendo el odio más antiguo, profundo, peligroso y quimérico, y si la diluimos en un mar de discriminaciones y prejuicios, la entenderemos menos. Empecemos por analizar cuándo se originó el fenómeno.

Seis Teorías sobre el Origen de la Judeofobia

Puede esgrimirse que la judeofobia comenzó:

  1. con los primeros hebreos, hace cuatro milenios;
  2. con la esclavitud egipcia hace algo más de tres milenios;
  3. con el Retorno a Sión, hace dos milenios y medio;
  4. con el helenismo alejandrino, hace veintitrés siglos;
  5. con el cristianismo, hace dos milenios;
  6. con el totalitarismo moderno, hace algo más de un siglo.

En esta lección intentaremos descartar las teorías 1,2,3 y 6. En la próxima nos concentraremos en la teoría 4, y en la lección subsiguiente en la 5.

Sobre la teoría 1, digamos que rastrear la judeofobia hasta la época patriarcal es incorrecto, tanto histórica como teóricamente. Desde el punto de vista histórico, no es cierto que los judíos hayan sufrido persecuciones por tanto tiempo. Aunque hay algunos versículos bíblicos que evidencian un tono judeofóbico, extraeremos de la Biblia solamente arquetipos que faciliten la comprensión, y no precisión histórica.

El primer ejemplo podría ser Abimelej, el rey de Guerar en el Neguev, quien espetó al patriarca Isaac: "Alejate de entre nosotros, puesto que te has hecho más poderoso que nosotros" (Génesis 26:16). Este es un arquetipo de los argumentos que emplea la judeofobia, especialmente porque el original hebreo puede leerse "Alejate de entre nosotros, porque has prosperado a costa nuestra".

Desde la teoría, sostener como Hermann Gunkel que con los primeros hebreos aparece la judeofobia, es dar por sentado que las meras diferencias son la fuente del odio, y no la intolerancia frente a la diferencias. Abraham no tenía por qué generar enemigos por el hecho de proponer la distinción monoteísta; la judeofobia comienza con los judeófobos, no con los judíos.

En cuanto a la teoría 2, quien sostenga con Charles Journet que la motivación del Faraón era judeofóbica, debe tomar la Biblia demasiado literalmente. Es cierto que el monarca egipcio expresa un tercer argumento habitualmente empleado por judeófobos: que los judíos son una quinta columna. Así lo enuncia el Faraón: "He aquí los hijos de Israel, son más que nosotros y más fuertes. Actuemos contra ellos con astucia para que no se multipliquen y, para que cuando nos acaezca una guerra, no se unan a nuestros enemigos para combatirnos" (Exodo 1:9-10). Pero sería más razonable atribuirle a los egipcios un intento xenofóbico de esclavizar a otros pueblos, una práctica usual de la antigüedad, y no un odio específico contra los judíos como tales.

Otros arquetipos de judeofobia que trae la Biblia son los pueblos que atacaron a los hebreos gratuitamente, durante la marcha hacia la Tierra Prometida. Los dos más destacados son Amalek y Midián, precisamente por la gratuidad del ataque. En esos dos casos, a diferencia de Moab, el trayecto de los hebreos no representaba amenaza alguna para ellos. Por ello el ataque fue generado por la saña y a mansalva. Pero la historicidad de esos combates es demasiado nebulosa como para que puedan considerarse comienzos de la judeofobia.

Descartadas las hipótesis 1 y 2, pasemos a explicar la 3, que señala el origen de la judeofobia en la época del Retorno judío a Sión durante el siglo V a.e.c. Probablemente, de esta época data el máximo arquetipo bíblico de la judeofobia, Hamán. En efecto, algunos historiadores relacionan a este personaje con el rey persa Jerjes I, quien habría sido el Ajashverosh (Asuero) del libro de Ester. De acuerdo con este texto, Hamán fue el visir del rey que planeó el genocido de todos los judíos del extenso reino. Y, otra vez, aun cuando la historicidad de los hechos no fue demostrada, las palabras de Hamán tuvieron eco en las de los judeófobos de todas las épocas: "Hay un pueblo disperso en todas las provincias… cuyas leyes son distintas de las del pueblo, y no observan las órdenes del rey… Escríbase que sean destruidos" (Ester 3:8).

Más allá de la Biblia, hay dos eventos de ese siglo V a.e.c. que sí podrían marcar la génesis de la judeofobia. Uno en la tierra de Israel (el ataque contra los que regresaban de Babilonia para reconstruir Jerusalem) y otro en la Diáspora (la destrucción del templo judío de Elefantina en Egipto).

Cuando Nejemías, en cumplimiento del permiso que otorgara el rey Ciro de Persia, lideró el Retorno a Sión en el año 445 a.e.c., debió confrontarse con la activa oposición de Sanbalat I "el enemigo" (Nejemías 6:1,16).

Tres décadas después, el templo que la comunidad judía había erigido en la pequeña isla de Elefantina en el Nilo, fue destruido. El templo se había levantado en el 590 a.e.c. y fue destruido en el 411 a.e.c. por los sacerdotes de Khnub con la ayuda del comandante persia Waidrang. Pero más que un estallido judeofóbico, aquella destrucción parece haber sido un acto fanático de egipcios que resentían el dominio persa.

Podemos concluir que los episodios de Sanbalat y de Waidrang fueron aislados, y no dejaron huellas en la historia de la judeofobia, que aún debía nacer. Esta conclusión nos deja con tres tesis, las 4, 5 y 6.

Esta última fue sostenida por Hannah Arendt, quien en "Los orígenes del totalitarismo" describe "el antisemitismo como una ideología secular evidentemente diferente" del odio religioso contra los judíos. Esta descripción es simplista. Por supuesto que los partidos políticos judeofóbicos se crearon en Alemania en el los años 1880s, y por entonces ocurrió por primera vez que un régimen utilizara la judeofobia como un medio calculado para obtener poder, pero lo importante no es cuándo la judeofobia fue por primera vez un instrumento político, sino cuando apareció.

Es cierto que el siglo XIX trajo consigo un nuevo tipo de judeofobia. Pero el fenómeno ya existía: es único precisamente por su adaptabilidad a distintos contextos históricos. Esta característica muestra tanto su permanencia como su singularidad.

Nos quedamos entonces, con las dos teorías más aceptables. Las raíces de la judeofobia están o bien en el helenismo, o bien en el cristianismo. En las próximas dos clases analizaremos sendas posibilidades.

Bibliografía

La bibliografía general en la que se basa el curso es:

  • "Historia del antisemitismo" de León Poliakov, en cinco tomos.
  • "Antisemitismo" de James Parkes, Ed.Paidós, Bs.As., 1965.
  • "Veintitrés siglos de antisemitismo" de Edward Flannery, Ed. Paidós, Bs. As., 1964.
  • La bibliografía especial, se irá ofreciendo en cada una de las clases.

La resbaladera de Bernoulli

Mis dos caramelitos tienen personalidades muy distintas, pero me encanta ver que, aunque peleen a veces, son buenos hermanos. Se quieren y se cuidan entre sí. A mis dos hijos les encanta salir al parque y jugar con el columpio, al sube-y-baja y por supuesto a la resbaladera – su juego favorito.  ¿Qué hace atractiva a la resbaladera? Por supuesto la velocidad que toman los niños al soltarse de la parte superior para entregarse en manos de la ley de atracción gravitatoria – la misma del manzanaso en la cabeza de Sir Newton.

¿Se ha fijado en la forma de una resbaladera? No describe una línea recta entre el punto más alto – donde el niño se suelta – y el punto más bajo – donde el padre feliz recibe al bólido mientras la madre desde cerca advierte una y otra vez que tengan cuidado…

Es la forma de la resbaladera lo que inadvertidamente genera fascinación en los niños. Dicha forma no es una casualidad. Es, de hecho, la solución a un famoso problema de la Matemática, que a su vez dió inicio al Cálculo Variacional – indispensable hoy en muchísimos desarrollos tecnológicos.

Galileo había conjeturado en 1638 que la solución debería ser un arco de círculo. Pera esta curva no soluciona el problema de la Braquistócrona (el término proviene del Griego  (brakhistos) "el menor" y  (khronos) "tiempo"). Este fue planteado oficialmente por Johann Bernoulli en Acta Eruditorum en Junio de 1696 como un "reto a los matemáticos más brillantes del mundo".  El problema consiste en:

"Dados dos puntos A y B en un plano vertical, ¿cúal es la curva que descrita por una partícula afecta solo a la gravedad, recorre desde A hasta B en el menor tiempo?"

¿Cuál sería la peor estrategia a seguir? No sin sorpresa, es una estrategia extremista: partir verticalmente hacia abajo desde A hasta alcanzar la altura de B para entonces regresar a ver a B y darse cuenta que es inalcanzable – recordemos que sólo la gravedad provoca el movimiento y esta actúa sólo en sentido vertical.

¿Otra estrategia? ¿Qué tal si aplicamos el hecho de que "el camino más cercano entre dos puntos es la línea recta" y hacemos una resbaladera en línea recta desde A hasta B. Si se anima a hacer un experimento se dará cuenta que si bien ahora sí se alcanza el punto B, no hay tanta emoción como en la resbaladera del parque. Esta estrategia es el otro extremo posible y sin embargo, tampoco es la solución que disfrutan los chiquillos.

La solución, que matemáticamente no se obtiene de una manera tan simple como cuando se busca las soluciones de la ecuación a x2 + b x + c = 0, es un segmento de cicloide. En mayo de 1697 fueron publicadas en Acta Eruditorum 4 maneras para alcanzar la solución: la resolución de Leibniz aparece en la página 205, la resolución del retador Johann Bernoulli aparece en las páginas 206-211, la de Jacob Bernoulli (hermano mayor del retador) está entre las páginas 211-214, y la de Newton en la 223. La resolución de de L’Hopital tuvo que esperar hasta 1988 para aparecer como un apéndice de un trabajo de Jeanne Peiffer. 

La mentada solución, coresponde a equilibrar apropiadamente las dos estrategias extremas que mencionamos previamente. Es como si Dios dejara un mensaje no sólo a los "matemáticos más brillantes del mundo" sino a todos los padres: sus hijos los amarán y apreciarán si los llevan por el parque de la vida haciéndolos jugar y practicar los caminos del equilibrio y la moderación, a cada hijo conforme a su propia personalidad

Como ya mencioné, el problema de la braquistócrona dió a luz a una rama excitante de la matemática, el Cálculo de Variaciones. Pero hasta aquí llega la analogía con la resbaladera, porque este parto tuvo que ver con disputas fuertes entre los dos hermanos Bernoulli que, según R. Thiele, tuvieron su génesis mucho tiempo atrás, en buena medida debido a su padre, que no era muy practicante del arte racional llamado moderación. Uno podría conjeturar que debido a estas disputas no se les concedió a los Bernoulli el privilegio de alcanzar la formalización del Cálculo Variacional – método para resolver no sólo el problema de la braquistócrona sino otros de la misma especie. Aquella herramienta se conoce hoy en día como la ecuación de EulerLagrange, en honor a dos matemáticos que lealmente compitieron pero no pelearon sin sentido.

 

Fuentes:

Weisstein, Eric W. "Brachistochrone Problem." From MathWorld–A Wolfram Web Resource. http://mathworld.wolfram.com/BrachistochroneProblem.html

Fotos:

Resbaladera: http://stonek.com/_FOTOGRAFOS/nanan/thumbs/nanan_SV506521.jpg

Otros: http://www-groups.dcs.st-and.ac.uk/~history

 

Asia… dónde van???

Veo con mucha preocupación el destino de los pueblos del lejano oriente; es una constante ver noticias y saber de hechos que ocurren en los países del Asia Oriental que son graves y atentan contra la salud general de la humanidad.

En el plano físico dos de los grandes ríos de china están en peligro de morir, de secarse, de dejar de contribuir con toda esa agua dulce tan necesaria para la vida, inmensas extensiones sembradas han hecho perder enormes áreas de bosques, proveedores de oxígeno, grandes fábricas e industrias contaminantes se localizan en las márgenes de los ríos y en las costas del mar expidiendo gases tóxicos y vertiendo en las aguas innumerables desechos nocivos, poderosos complejos gasíferos y minas de carbón han destruido con vida silvestre y socavan la tierra, degenerando en una futura improductividad de esos terrenos.

En el plano social vemos como la sociedad china se ve sometida a una incontrolable superpoblación, a una incontenible ola de suicidios y a una inevitable trata y tráfico de personas con el fin de liberar la carga del estado. El gobierno chino es duro, dictatorial, represor, expansionista, el mercado chino es una amenaza para el resto del mundo, la mano de obra casi gratuita abarata los costos y el exceso de producción diversifica la economía china, haciendo cada vez más grande el mercado de exportaciones y presionando más a los países socios comerciales de esta potencia devastadora.

En el plano intelectual puede notarse que la sociedad china esta limitada; limitada a creer en el comunismo como forma de auto-gobernarse, limitada a trabajar y a no dedicarse a un estudio serio de las cosas. En china se aprecia mucho la ecuación en los primeros años de vida, pero ¿Cuál es la educación que les dan a los niños? ¿Deberíamos llamar educación a la ideologización? En fin…

En el plano espiritual no hace falta que mencione el vacío inmenso que hay en esa sociedad, profesando el ateísmo un 49 % y el resto dedicándose a deificar cualquier cosa que sea creación…

Si hablamos de Japón tenemos que están limitados de espacio, que sufren una ola de suicidios también, una creciente e indetenible violencia en muchos sentidos. Aunque el gobierno de Japón es democrático no deja de ser éste tan perjudicial como el chino, pues el gobierno nipón es excesivamente abierto, desinteresado en propugnar los valores, pero muy interesado en el expansionismo comercial y hasta territorial.

En conclusión, el continente asiático tiene países extremadamente pobres como Vietnam, Laos, Sri Lanka, India y China, aunque éstos sean exportadores de mucha manufactura, textiles y maquinaria, y tiene países ricos, en extremo como Corea del sur, Japón y Taiwán, aunque éstos vayan rumbo a una total y absoluta pérdida de sus valores.

¿Hacia dónde va este continente?

¿Qué destino les está deparado?

D’ quiera que estas naciones rectifiquen pronto y retornen a la senda de la justicia, la verdad y la paz.

Armonizando el Universo

El Tremendo impacto de la entrega de la Torá en Sinay, fue sentido por todo el mundo.

Cuando la Torá fue dada a Israel, su sonido repercutió de un lado al otro del mundo. Los monarcas no judíos se llenaron de pánico, se reunieron con el profeta Bilam y le preguntaron:
– “¿Qué es este tremendo ruido que escuchamos?, ¿puede que se aproxime un nuevo diluvio en el mundo?”
– Bilam les contestó: No, D-s ya juró que no traería otro diluvio al mundo
– Volvieron a preguntar: ¿Puede que no sea un diluvio de agua sino de fuego?
– No – respondió Bilam – D-s prometió nunca más destruir al género humano
– Entonces ¿qué significa este tremendo ruido que escuchamos?
– Les dijo Bilam: D-s tiene una joya preciosa en Su tesoro, (La Torá), la cuál quiere dar a sus hijos 

¿Cómo puede comparar el Midrash, el extremo acto de destrucción masiva – el gran diluvio – con el más grande y significativo evento de la historia – La Revelación de la Torá?
¿Por qué las voces de Sinay traen de vuelta la espantosa memoria del diluvio?

HaShem creó el universo, con preciso balance entre los aspectos físicos y espirituales.

Según el Midrash la estatura de Adam, se prolongó de la tierra a los cielos, ¿qué significa?, ¿era realmente tan alto? La descripción de Adam viene a expresar exactamente el equilibrio entre los componentes terrenales y los celestiales, físicos y espirituales, del hombre.
Con el pecado del árbol de la Sabiduría, el delicado balance fue roto. El acto de Adam, contrario al mandato de HaShem, hizo disminuir la estatura espiritual de la humanidad. Sus cualidades físicas, sin embargo quedaron poderosas como antes. Por eso la gente de esa época vivió largas vidas.
El des-balance entre lo físico y lo espiritual llevó a una situación, en la cuál el impulso físico, sobrepaso a las aspiraciones espirituales. Todo se corrompió, su propias naturaleza sobre la Tierra.

Para corregir este des-balance, HaShem trajo el Gran Diluvio. Este catastrófico evento debilitó severamente al dominio físico limitando sus poderes. La humanidad después del diluvio fue profundamente alterada, su vida se volvió más corta, su estatura disminuyó, en lo físico y espiritual.

Esta explicación se aclara en el Pacto del Arco Iris ¿Existió el arco iris antes del Diluvio?, ¿cómo fue que el arco iris de repente se convirtió en un símbolo de protección del Juicio Divino después del diluvio?
En realidad el arco iris fue creado antes del primer sábado de la creación Antes del diluvio, sin embargo el arco iris no podía ser visto. La densidad de las nubes oscurecieron el arco iris. Solo después del Diluvio, en un mundo disminuido, pudo el arco iris hacerse visible.
El arco iris significa debilidad; debilidad física donde las nubes no pudieron ocultar más la debilidad espiritual, donde solo la promesa Divina previene la destrucción del mundo como castigo por su corrupción.
Solo en unas pocas generaciones por el mérito de los Tzadikim y por su esfuerzo físico y espiritual hicieron que el no se viese en su días.

Además de debilitar el universo material. Las secuelas del diluvio produjeron un alboroto a nivel espiritual del mundo, con el marco de los siete mandamientos de Noaj. El diluvio anuló todas las obligaciones previas e inicio una nueva era para la reparación del mundo por medio de los siete preceptos de Noaj.

En una futura generación, un segundo y superior sendero podrá mantener el delicado balance del Universo.

La Torá trajo un nuevo camino para corregir y purificar al mundo. Por eso el Midrash compara el Diluvio con la Revelación de la Torá, ambos eventos sirvieron para proteger el equilibrio interno entre materialismo y espiritualidad.

El Midrash cita a los Reyes del libro de los Salmos: “En el diluvio el Señor se sentó en el trono. El Señor dará fortaleza a su pueblo”
El versículo compara el efecto del Diluvio, con el de la Torá. El camino de la Torá es superior, en lugar de destruir y debilitar el mundo físico, la Torá construye y fortalece; como concluye el versículo: “El Señor bendecirá a su pueblo con la paz – en el camino de la serenidad y la perfección”

Rab. Iona Blickstein

Resp. 56 – Todos los hijos de Noé

Estimado Lic. Ribco:
Me ha surgido una duda acerca del origen de ser noájida. de los hijos de Noah, surgieron las civilizaciones del medio oriente, como arabia, Egipto y Etiopia. Ahora bien, en nuestro caso, como latinoamericanos, se nos considera ascendientes de indigenas y europeos, quienes no tiene nada que ver con oriente medio, ya que los europeos no se acercaron mucho al medio oriente en la antiguedad sino para hacer guerras y conquistas (Macedoni y Roma por ejemplo), mientras que los indigenas de américa, provienen de tribus nomadas que emigraron del extremo oriente (Mongolia, Korea, Japon). Por lo tanto, pareciera que no somos noájidas, aunque se sigan los mitzvot. ¿Se debe tomar esta historia en su forma literal, y ser considerados "barbaros" que siguen los 7 mitzvot? O ¿Como se debe entender esto? Agradeciendo de antemano sus respuestas.
Julio Hernández
Guatemala 
Shalom Ubraja.

Seguir leyendo Resp. 56 – Todos los hijos de Noé

Viene Jesús por Segunda vez?

Viene Jesús por Segunda vez?

 

El Nuevo Testamento Cristiano nos dice que Jesús le hablo a sus discípulos hace 2000 años,  diciendo que el regresaría.

Su promesa es aun el tema central en la creencia Cristiana. Excepto por una pequeña minoría, los cristianos creen aun que el vendrá nuevamente. Le llaman la parusía, el Rapto.

Es su promesa valida aun?

 

Es esta promesa para esta época?

Le hizo la promesa a los de aquella época para después romper su palabra?

La promesa

Lo siguiente es tomado de la misma farsa Biblia Cristiana llamado el nuevo testamento.

Mateos 16:27 y 28

27-Porque el Hijo del hombre ha de venir en la gloria de su Padre, con sus ángeles, y entonces pagará a cada uno  según su conducta.

28-Yo os aseguro: entre los aquí presentes hay algunos que no gustarán la muerte hasta que vean al Hijo del hombre venir en su Reino.

 

El lenguaje es claro. Jesús le dijo a sus discípulos que alguno de ellos no verían muerte o gustarían muerte (no morirían) antes de su regreso y reinado.

 

Si te han enseñado que este verso tiene que ver con la transfiguración,  lea Apocalipsis 20:12. Este coincide con Mateos 16:27 y 28 y describe que su regreso seria para el día de juicio. Léelos y compare estos uno con el otro.

 

12-Y vi a los muertos, grandes y pequeños, de pie delante del trono;  fueron abiertos unos libros,  y luego se abrió otro libro, que es el de la vida; y los muertos fueron juzgados según lo escrito en los libros, conforme  a sus obras.

 

Como podemos ver Jesús se refiere aquí a el día del juicio y bien claro dice que era para aquella generación.

 

Otra ves Jesús le dice a sus discípulos, 

 

Mateo 24:30 al 34  

    

30-Entonces aparecerá en el cielo la señal del Hijo del hombre; y entonces se golpearán el pecho todas las razas de  la tierra y verán al Hijo del hombre venir sobre las nubes del cielo con gran poder y gloria.

31-El enviará a sus ángeles con sonora trompeta, y reunirán de los cuatro vientos a sus elegidos, desde un extremo de los cielos hasta el otro.

32-De la higuera aprended esta parábola: cuando ya sus ramas están tiernas y brotan las hojas, sabéis que el verano  está cerca.

33-Así también vosotros, cuando veáis todo esto, sabed que El está cerca, a las puertas.

34-Yo os aseguro que no pasará esta generación hasta que todo esto suceda.

 

Describe aquí ciertos eventos y advierte a los que están oyendo, 

“Yo os aseguro que no pasará esta generación hasta que todo esto suceda”  

Aquí habla de esa generación!

Estos versículos dicen claro que Jesús hablaba para esa presente generación y no para la actual. Existen muchos versículos que dicen lo mismo en el llamado Nuevo testamento.

Tanto en los evangelios como en la epístolas. Los discípulos entendían firme mente esto.

Veamos

 Mateos 10:22 al 23

 22-Y seréis odiados de todos por causa de mi nombre; pero el que persevere hasta el fin, ése se salvará.

23-Cuando os persigan en una ciudad huid a otra, y si también en ésta os persiguen, marchaos a otra. Yo os aseguro: no acabaréis de recorrer las ciudades de Israel antes que venga el Hijo del hombre.

Como pueden ver aquí dice que el  “Les asegura:  no acabaréis de recorrer las ciudades de Israel antes que venga el Hijo del hombre.

Las ciudades de Israel no son tantas como para que les tome 2000 años en recorrerlas. Aquí Jesús le hablaba a aquella generación, les habla a los apóstoles y no a generaciones futuras. No hay duda de esto en este versículo.     

Veamos otro versículo,

1 de Corintios 7:29 al 31

29-Os digo, pues, hermanos: El tiempo es corto. Por tanto, los que tienen mujer, vivan como si no la tuviesen.

30-Los que lloran, como si no llorasen. Los que están alegres, como si no lo estuviesen. Los que compran, como si no poseyesen.

31-Los que disfrutan del mundo, como si no disfrutasen. Porque la apariencia de este mundo pasa.

 Pablo le dice a los corintios 15:50 al 53

 50-Os digo esto, hermanos: La carne y la sangre no pueden heredar el Reino de los cielos: ni la corrupción hereda  la incorrupción.

51-¡Mirad! Os revelo un misterio: No moriremos todos, mas todos seremos transformados.

52-En un instante, en un pestañear de ojos, al toque de la trompeta final, pues sonará la trompeta, los muertos resucitarán incorruptibles y nosotros seremos transformados.

53-En efecto, es necesario que este ser corruptible se revista de incorruptibilidad; y que este ser mortal se revista de inmortalidad.

 Les dice que el tiempo es corto y queda poco tiempo.

Les escribe con urgencia entendiendo que es corto el tiempo. No habla aquí de un evento que ocurrirá dentro de 2000 años, sino en poco tiempo. Dice que no todos morirán, hablándoles a aquella generación.  

Que mas claro que este versículo?

Nosotros, los que vivamos, los que quedemos.

En esta porción de la carta de Pablo a los tesalonicenses, habla de los que quedan aun vivos, para aquella época, no para esta. Solo tiene que leer los versículos despacio y con entendimiento.

 

I Tesalonicenses   4:15 al 18

15-Os decimos eso como Palabra del Señor: Nosotros, los que vivamos, los que quedemos hasta la Venida del Señor no nos adelantaremos a los que murieron.

16-El Señor mismo, a la orden dada por la voz de un arcángel y por la trompeta de Dios, bajará del cielo, y los que murieron en Cristo resucitarán en primer lugar.

17-Después nosotros, los que vivamos, los que quedemos, seremos arrebatados en nubes, junto con ellos, al encuentro  del Señor en los aires. Y así estaremos siempre con el Señor.

18-Consolaos, pues, mutuamente con estas palabras.

 Como puede leer aquí dice bien claro; los que quedamos seremos arrebatados, hablando de aquella época y repito no la actual.

Veamos mas escritura indicando la urgencia inmediata del asunto sobre la segunda venida. El Nuevo Testamento esta lleno de referencias sobre la venida inmediata.

 

I Pedro   4

7-El fin de todas las cosas está cercano. Sed, pues, sensatos y sobrios para daros a la oración.

De acuerdo al Nuevo Testamento el regresara para la generación en la cual el estaba viviendo.

Mateo 24:30 al 34

30-Entonces aparecerá en el cielo la señal del Hijo del hombre; y entonces se golpearán el pecho todas las razas de  la tierra y verán al Hijo del hombre venir sobre las nubes del cielo con gran poder y gloria.

31-El enviará a sus ángeles con sonora trompeta, y reunirán de los cuatro vientos a sus elegidos, desde un extremo de los cielos hasta el otro.

32-De la higuera aprended esta parábola: cuando ya sus ramas están tiernas y brotan las hojas, sabéis que el verano  está cerca.

33-Así también vosotros, cuando veáis todo esto, sabed que El está cerca, a las puertas.

34-Yo os aseguro que no pasará esta generación hasta que todo esto suceda.

Jesus no llego para aquella época, no llegara para esta. Esto esta muy bien explicado en este estudio, usando referencias del mismo llamado Nuevo Testamento. Todos los discípulos murieron y Jesús no llego. La promesa que fue hecha para ellos fue rota al no cumplirse. Los discípulos en vano esperaron una farsa promesa y en vano esperan los cristianos ahora.

JESUS NO VIENE!

La historia gemela de Jeroboam – Primera parte

Por Alfredo Zambrano G.


Le invitamos a
que lea con paciencia, con dedicación y mucho esmero este
texto que ha sido cuidadosamente elaborado para su
instrucción y desarrollo en la vida noájida.



“Yo, pues, te tomaré a ti, y reinarás sobre todo lo que
deseare tu alma, porque serás rey sobre Israel. Y sucederá
que si obedecieres todo cuanto te mandare, y anduvieres en
Mis caminos, e hicieres lo recto a Mis ojos, guardando Mis
estatutos y Mis mandamientos, como lo hizo David, Mi siervo,
entonces Yo estaré contigo, y edificaré para ti casa segura,
como la edifiqué para David; y a Israel te la daré a ti”.


(1 Reyes 11: 37-38)

Seguir leyendo La historia gemela de Jeroboam – Primera parte