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¡Bienvenido lector estimado!
Nuevamente estoy aquí, en casa.
Luego de un tiempo que me tome para el descanso y otro para viajar por diferentes lugares fomentando el noajísmo, que como sabes es el modo de vida que el Eterno ha dado a los gentiles.
Tal como los judíos tenemos nuestros 613 mandamientos, las naciones tienen 7.
Nuestra senda es la de los 613, la de nuestros hermanos noájidas es la de los 7.
A unos y otros el Eterno nos ha dado nuestro adecuado alimento espiritual, nuestro modo de vida que debemos conocer, aplicar y difundir.
Ahora bien, muchas personas, especialmente noájidas, me preguntan el porqué Hashem hizo esta distinción en los mandamientos.
Si todos somos hijos de Él, creados a Su imagen y semejanza, descendientes de Adam a través de Shet y de Noaj, ¿cómo es posible que algunos deban cumplir más preceptos que otros?
¿Acaso esta diferenciación es en cierto modo clasista o que discrimina negativamente?
¿Será que el Eterno desecha a los gentiles y por eso sobreabunda en mitzvot -preceptos- para los judíos?
La respuesta a interrogantes por el estilo es bastante simple, directa, que no requiere de ejercicios mentales complejos ni de encumbradas racionalizaciones filosóficas.
Presta atención a esta palabra del Eterno:
«Porque los Hijos de Israel son Mis siervos; son siervos Míos, a quienes Yo saqué de la tierra de Egipto. Yo soy el Eterno, vuestro Elokim.»
(Vaikrá / Levítico 25:55)
A ver si queda claro.
De las 71 naciones de la tierra solamente una fue declarada esclava del Eterno, solamente la nación judía.
Todos somos hijos de Él, sin distinciones de color, nacionalidad, origen o hasta credo. Todos hijos del Eterno.
Pero hay un solo siervo de Dios, que es Israel.
El Eterno nos sacó de la esclavitud de Egipto, una terrible y mortal prisión del cuerpo y del alma.
De inmediato nos propuso que decidiéramos qué queríamos hacer, y decidimos contraer un contrato perpetuo de esclavitud, pero solamente hacia Él, hacia nada ni nadie más.
Cuando dijimos todos juntos y al unísono:
«¡Haremos todo lo que el Eterno ha dicho!… Todas las cosas que el Eterno ha dicho, haremos y comprenderemos.»
(Shemot / Éxodo 19:8, 24:7)
A partir de ese instante especial y único nos sometimos a la condición de ser esclavos perpetuos del Eterno.
Al mismo tiempo que manteníamos la condición de hijos, los primogénitos, de Él, tal como está escrito:
«Así ha dicho el Eterno: ‘Israel es Mi hijo, Mi primogénito.»
(Shemot / Éxodo 4:22)
Como esclavos tenemos más deberes, mas responsabilidades, más trabajo, más preceptos para cumplir.
En lugar de vivir de acuerdo con los Siete Mandamientos Fundamentales, como el resto de las naciones, tenemos 606 preceptos más. No porque seamos mejores, más lindos, más perfectos, más inteligentes, sino porque tenemos una deuda de gratitud con el Eterno y un pacto que nos declara como esclavos a Sus órdenes.
Por tanto, para el gentil la misión es ser constructor de Shalom en Este Mundo, con una estupenda, justa y buena recompensa también en la Posteridad. Cuando vive de acuerdo a las leyes del noajísmo está construyendo este mundo al tiempo que se edifica la mansión de gozo celestial en los dulces parajes del Paraíso, en donde se deleitará el noájida que ha quitado manchas de su alma y ha permitido que alumbre la Luz del Eterno en su vida.
Pero Israel, los judíos, deben actuar como siervos del Eterno, no solamente como constructores de Shalom, sino además como canalizadores de kedushá -santidad-. Es más pesada la tarea del judío, más compleja, con muchísimo más trabajo y detalles que atender, tal como corresponde al que es servidor.
En una servidumbre que enaltece, que libera, que hace crecer, que alumbra:
«seréis para Mí un pueblo especial entre todos los pueblos.
Porque Mía es toda la tierra, vosotros Me seréis un reino de sacerdotes y una nación santa.’
Éstas son las palabras que dirás a los Hijos de Israel.»
(Shemot / Éxodo 19:5-6)
Si has leído y comprendido hasta aquí debes admitir que no hay ventaja por ser judío, sino más responsabilidad, más oportunidades para equivocarse; lo que conlleva que si se camina por la Buena Senda finalmente se obtenga una radiante Posteridad.
La única duda que quizás te pueda quedar es porque el Eterno ofreció a Israel el rol de ser Sus siervos/sacerdotes/representantes terrenales, y no a las otras naciones.
¿Esto no sería discriminativo por parte del Eterno?
Y la respuesta nuevamente es clara, simple, directa.
El Eterno dio a toda la humanidad Siete Mandamientos Fundamentales, muy cercanos al corazón de cada persona para que los cumpla.
Pero las naciones y las personas prefirieron andar por sus propios caminos.
Inventaron religiones, se hicieron dioses y de dioses, fueron inmorales, despreciaron su vida, la del prójimo y el Pacto Eterno que tenían con Dios.
No fueron capaces de responsabilizarse por el cumplimiento de los Siete Mandamientos Universales.
Solamente un hombre con su esposa eran fieles y leales al Eterno, Avraham y Sará, nuestros primeros patriarcas. Solamente ellos, y su descendencia tras de ellos.
En un mundo plagado de oscuridad, mentira, idolatría y confusión, bastante parecido a nuestra época, solamente un grupo decidió ser seguidores justos del Eterno, solamente los judíos.
Fueron perseguidos, discriminados, masacrados, esclavizados, atormentados, maldecidos por los otros, estigmatizados, robados, etc., y sin embargo se mantuvieron conectados conscientemente con el Padre Celestial.
Es por esta lealtad irrestricta hacia Él que fueron liberados nuestros antepasados por Dios de Egipto, y se les propuso entrar a la Alianza Eterno con Él, para ser hijos y siervos del Altísimo.
En resumen, esto significa que la nación judía fue escogida porque ellos ANTES escogieron al Eterno y mantuvieron su elección, tal así por todas las generaciones.
En resumen, el Eterno ama a todas Sus criaturas, especialmente ama a los humanos creados a Su imagen y semejanza, pero ha destinado a Israel a cumplir un rol de liderazgo espiritual, no por cualidades de superioridad, sino por un compromiso histórico de fidelidad hacia Él.
Actualmente, gracias a Dios, hay un renacer noájida.
Más y más cada día son los gentiles que quieren buen alimento espiritual. Están hastiados de la basura que han ingerido durante siglos y quieren la libertad para sus almas.
Confundidos creen que el judaísmo es la respuesta para ellos. Entonces como ciegos e ignorantes pretenden convertirse al judaísmo. Es que sienten gran necesidad del encuentro con el Eterno y no saben, no conocen que SU senda es el noajísmo, tal como ha diseñado Hashem para ellos.
Así pues, enseña a tu allegado gentil la existencia del sendero del noajísmo, no lo lleves por nueva confusión hacia una conversión al judaísmo que en principio no es idónea para su verdadera identidad espiritual.
Da a conocer los Siete Mandamientos Universales y promueve para que este renacer noájico crezca y se multiplique, pues es lo que el Eterno ha dictado con Amor y Sabiduría para los hijos de las naciones del mundo.
Que entienda y sienta el noájida el orgullo y grandeza que se encuentra en el camino noájico, en el cumplimiento leal de los mandamientos de los benei Noaj.
Que viva a plenitud siendo un constructor de Shalom, de acuerdo a la identidad que ha recibido desde lo Alto.
En FULVIDA.com hay más información y maneras de apoyar a los noájidas.
Y tú, amigo judío, quizás hoy has comprendido tu propio rol en Este Mundo, que en parte incluye el proclamar la verdadera libertad para el Hombre.
Tal como recuerda el profeta:
«vosotros os habíais vuelto a Mí y habíais hecho lo recto ante Mis ojos, al proclamar libertad cada uno a su prójimo»
(Irmiá / Jeremías 34:15)
¡Te deseo a ti y a los tuyos que pasen un Shabbat Shalom UMevoraj!
¡Qué sepamos construir shalom!
Moré Yehuda Ribco
Tú tienes presente que el Padre Celestial ha sellado un pacto eterno contigo, así como con el resto de la humanidad.
Un pacto que los noájidas (los gentiles, personas no judías) deben cumplir rigurosamente, por amor y fidelidad al Eterno.
Es un pacto muy simple, completamente cercano al corazón de la persona, pero al mismo tiempo de profunda riqueza y contenido.
De tu parte, lo cumples a través de la adhesión a los Siete Mandamientos Fundamentales, con sus derivados legales:
1- No servir ni venerar dioses que no son el Eterno.
2- No blasfemar, no maldecir al Eterno.
3- No asesinar.
4- No robar.
5- No mantener relaciones sexuales que han sido prohibidas (infidelidad conyugal, bestialismo, homosexualidad e incesto).
6- No comer parte de animal con vida.
7- Procurar que hayan institutos de Legislación y Justicia en la sociedad.
Como puedes observar, son preceptos accesibles a cualquier persona.
De hecho, en la mayor parte del mundo se siguen casi todos estos Siete Preceptos.
Se establecen modos y formas de legislación y justicia.
Es delito robar y asesinar.
En gran medida existen leyes y normas en contra de la infidelidad matrimonial, existen leyes en contra del incesto y del bestialismo (actualmente, y a causa de un lobby que presiona de mil maneras distintas, se está mitigando la censura social a la práctica de la homosexualidad; pero este libertinaje no coincide con el desarrollo de la humanidad, sino con su alejamiento de la corrección).
Es costumbre en gran cantidad de sociedades que no se coman partes de animal con vida, si bien siguen manteniéndose algunas costumbres adversas.
Las personas suelen abstenerse de maldecir a las deidades, aunque sin saberlo muchísimas personas incurren en pecado en este punto, pues ofenden al Eterno, al Padre Celestial. Pero, son muy pocos los que lo hacen con ánimo de rebeldía, por oposición voluntaria en contra de Él. Por lo cual, el pecado (que existe y es grave), es menos severo.
Así pues, hasta aquí podemos considerar que en buena medida la humanidad se adhiere inconscientemente a su legado espiritual, esto es, los Siete Mandamientos Fundamentales. (Por no reconocer el origen en el pacto con Noaj, y su confirmación en Sinaí, el valor del cumplimiento es menor; pero allí está).
Nosotros, que vivimos en sociedades de mayoría cristiana, o con un pasado reciente de tal mayoría, podemos advertir que el cristianismo se afilia con bastante claridad a estos mandamientos.
PERO, fallan groseramente en el cumplimiento de al menos uno de estos mandamientos: el de no adorar o servir dioses falsos.
Pues, toda su doctrina religiosa reposa en cimientos de corrupción, de idolatría, de desprecio al Dios que es Uno y Único.
Por supuesto que el pecado de la idolatría es gravísimo, pues cuando uno deja de lado al Eterno, con facilidad desecha el resto de los mandamientos.
Es el fundamento de los fundamentos, el centro de la existencia, el reconocer al Eterno, y solamente a Él.
Claro, la mayoría de los cristianos son ignorantes de las verdaderas cosas de Dios, de los asuntos realmente espirituales.
Son como niños que han sido criados en el error y no tienen comprensión.
Así pues, a la hora de considerar a tus vecinos y allegados cristianos, debieras verlos con amor y respeto, con consideración y ternura.
Ellos, en su mayoría, son personas de bien, que actúan con bondad, que buscan lo mismo que los fieles al Eterno: construir un mundo de Shalom.
Solamente que están errados, profundamente errados, en sus doctrinas religiosas, pues adoran a un falso dios y un mentiroso redentor. Son ovejitas extraviadas detrás de un falso mesías, un farsante pastor.
Pero, ellos no lo hacen con espíritu de rebelión o maldad, al menos no la mayoría de ellos.
Sino que están confundidos, perdidos en la oscuridad y creen que las palabras altisonantes de sus líderes y libros «sagrados» tienen la «verdad».
Sin embargo, hay algunos grupetes de taimados, estafadores de la fe, maliciosos y rebeldes, que se enmascaran como si fueran santos y portadores de luz, cuando son proxenetas de la maldad, promotores de la maldición. Estos agentes del mal no son personas inocentes, sino rebeldes en contra del Eterno. Gente que no debemos admitir en nuestro seno, pues corrompen sin piedad. Aman la corrupción y se apasionan por destruir lo bello y bueno. Pero, son los menos, un puñado venenoso, el cual debes distinguir de la enorme masa de gente buena y sencilla, que está atrapada en la fe como si fuera una telaraña.
Tú, como noájida activo, debes reconocer la bondad que hay en la gran mayoría de los que se hacen llamar cristianos, a la vez que distingues ese punto oscuro y sumamente tóxico, que es la infidelidad al Eterno, y en ciertos casos la blasfemia.
Por esto, en vez de oponerte y censurarlos amargamente, puedes aproximarte con autenticidad y sinceridad, para expresar tu aprobación al 99% de sus conductas y actitudes.
Puedes compartir los mismos ideales de paz, bienestar, armonía, etc.
Sin embargo, hay un aspecto el cual tú no puedes admitir, que es la idolatría, que es la fe enfermiza en Jesús, con el consiguiente desprecio por el Uno y Único.
Ahora que sabes esto, ¿cómo puedes administrar tus energías para acercar más gente a la Buena Senda?
¿Qué puedes hacer para que más personas sean constructores completos de Shalom?
Para compartir con ustedes, fragmentos de un interesante trabajo que me llegó por e-mail de un autor que desconozco, no obstante nos brinda bastante luz sobre las bases idolátricas del cristianismo…
Alrededor de 3.500 años antes de Cristo aparecen en los Vedas, libro sagrado de la India, las primeras referencias al dios Mitra. Se le nombra como dios unido a Varuna. Ambos formaban una dualidad inseparable; Mitra era el dios del amanecer, de la luz y del sol; Varuna es el dios del crepúsculo y de la noche. Ambos, luz y oscuridad se encargaban del buen funcionamiento de la bóveda celestial.
Por influencia de los arios hindúes que se trasladaron hacia el actual Irán y Turquía, ya en el año 1.400 antes de Cristo, se le nombra como dios garante de un tratado entre los Hititas y el Reino de Mitanni, situado en el actual Kurdistán, a caballo entre Turquía e Irak.
Alrededor del año 1.000 antes de Cristo, nace en Bakctriana, ciudad de Persia— actual Irán— un hombre llamado Zaratustra. Este hombre es considerado por muchos historiadores como el primer ser humano que cambió verdaderamente la Historia y la concepción del mundo y de la persona.
Zaratustra recibió una “Revelación”, proclamando al verdadero dios, creador del Universo, al que llamó Ahura Mazda que significa “Señor Sabio”. En oposición a él, estaba Angra Mainyu que significa “Demonio de la Mentira”. Ni qué decir tiene que ambos personificaban el Bien y el Mal. Ambos luchaban por imponerse sobre la Creación y sobre los hombres.
El Mandeísmo, nombre dado a esta revelación, fue la primera gran religión que tuvo un libro sagrado, el Avesta, que significa “La Palabra”, y su antigüedad es mayor que la Biblia, la cual tomó de este libro algunos de sus pasajes más conocidos.
Desgraciadamente, sólo se conserva un tercio del libro original escrito por Zaratustra al dictado de Ahura Mazda, según le iba siendo revelado. Lo más extraordinario, es que Zaratustra tuvo doce discípulos, la tradición persa le otorga la autoría de cientos de milagros y curaciones, incluso la resurrección de varios cadáveres.
En la religión mazdeísta ya se habla de un diluvio universal, de un arca en la que se salvaron una pareja de animales de cada especie y una familia. Se entroniza una Santísima Trinidad compuesta por los dioses Ahura Mazda, Mitra y la diosa Anahita, esposa de Ahura Mazda y madre de Mitra.
El Mazdeísmo habla de la primera pareja humana, de Paraíso, del Cielo y del Infierno, del juicio tras la muerte, de la resurrección de los muertos y del juicio final, tras la victoria sobre Angra Mainyu, ayudado por sus demonios, mientras Ahura Mazda y Mitra serán ayudados por los ángeles y arcángeles.
También anuncia el Avesta, la aparición en La Tierra de un Salvador, un Redentor de la Humanidad, que vendrá a enseñar a los hombres su misión en la vida y a vencer al mal.
Este redentor es Mitra, hijo de Ahura Mazda. Según el Avesta, Mitra nació en una gruta el día 25 de diciembre. Una luz resplandeciente situada sobre la gruta despertó a unos pastores que fueron a adorarle. Unos magos, enterados por las estrellas de su nacimiento, fueron a obsequiarle ofrendas. En la gruta, un buey y una mula ayudaban a calentar al niño dios. Los mazdeístas creían que Zaratustra era una encarnación del dios Mitra, que había venido a la Tierra para salvar a la Humanidad.
Mitra, tras su nacimiento, ayunó en el desierto durante cuarenta días y sufrió una “pasión” que se celebraba en la semana del 23 de marzo, con la llegada de la Primavera. Curiosamente es la fecha aproximada en que se celebra la Pasión de Jesucristo.
Durante dicha pasión, Mitra se veía obligado a matar a un toro, de cuya sangre brotaba toda la Creación.
Plutarco, habla de los misterios de Mitra en el año 87 antes de Cristo, ya que esta religión, la Mitraica, se extendió por todo el Imperio Romano llevada por las legiones que la adoptaron en masa cuando llegaron a Asia Menor. Incluso el emperador Trajano la protegió y declaró el domingo día del sol dedicado a Mitra como día festivo en todo el imperio, más tarde lo adoptó también el cristianismo como día del Señor.
La religión Mitraica tenía en su liturgia el bautismo con agua para ingresar en la misma y la confirmación posterior. En la entrada de los mitreos o templos, estaba situada una pila con agua bendecida por los sacerdotes en la cual se mojaba la mano y luego la frente para entrar purificados. Se realizaba una ceremonia o ágape, en el cual se bendecían el pan y el vino o agua, y se repartía entre los asistentes como si fuera la carne y sangre de Mitra de forma simbólica. Se cantaban himnos en honor a Mitra.
El clero estaba estructurado entre Padres, o sacerdotes comunes, Amtistides u obispos y Pontífices. Sobre todos ellos gobernaba el Padre de los Padres, título equivalente al de Papa.
Las fechas más señaladas en el calendario sagrado de Mitra eran: el 25 de diciembre, día del nacimiento del dios; el 6 de enero, día de la adoración de los magos; el 24 de marzo, semana de pasión de Mitra; el 6 de mayo, revelación del Avesta a Zaratustra; el 16 de mayo, comienzo del ayuno de Mitra en el desierto; el 24 de junio, Mitra asciende a los cielos y es proclamado segunda persona de la trinidad; el 16 de agosto, Mitra es nombrado por Ahura Mazda intermediario entre él y los hombres y se le otorga todo el poder sobre la Tierra y sus moradores.
La religión de Mitra era una religión mistérica, es decir, que guardaba algunas ceremonias en secreto sólo para unos pocos iniciados. Los creyentes en Mitra no eran admitidos de inmediato a todos los secretos de la liturgia ni se le explicaban todas las doctrinas y dogmas. Existían una serie de grados, a través de los cuales iban ascendiendo los fieles según su preparación y la piedad de su vida demostrada ante los sacerdotes y compañeros de culto.
La religión de Mitra se extendió por todo el Imperio Romano. El Cristianismo y el Mitraismo convivieron hasta la llegada al poder de Constantino el Grande, el cual, creyente de Mitra, no dudó en aprovechar la ocasión para fusionar ambas doctrinas. El Cristianismo adoptó la estructura del clero mitraico; ya que la Iglesia Primitiva Cristiana no tenía sacerdotes, todos los creyentes eran iguales ante Dios y todos podían tomar la palabra y dirigir las asambleas en donde se recordaban las palabras de Jesús y sólo existían unos encargados de moderar y poner orden entre los asistentes. Luego se nombraron personas entre los más ancianos y respetados, para que administraran los bienes de la congregación y repartieran entre los más pobres las dádivas de los más favorecidos, pero en las primeras iglesias cristianas no existía el clero como tal.
Constantino convocó el Concilio de Nicea en el siglo IV, y lo presidió aunque no era cristiano. Los obispos o encargados de las iglesias de aquella época, se dejaron embaucar con los regalos y donaciones imperiales, así como con las promesas de nombramientos oficiales, que les equiparaban a los magistrados del imperio.
De aquél concilio presidido por un no cristiano, el emperador Constantino, nació el Cristianismo tal y como lo conocemos hoy, con Jesús convertido en Dios, segunda persona de la Santísima Trinidad y Redentor de los hombres, la estructura clerical y la mayoría de los dogmas y creencias cristianas.
A partir de ese momento, el Mitraismo fue perseguido a muerte, sus libros quemados, sus templos derribados, y en pocos años, proscritos por edicto imperial de Teodosio. No es extraño que hoy sea difícil encontrar un libro sobre esta religión que tanto ha “aportado” a nuestra cultura y nuestra forma de vivir.
No existe ningún original de los Evangelios cristianos canónicos anterior al siglo V. Todos los Evangelios fueron reescritos, interpolados, modificados y adaptados a las nuevas normas eclesiales copiadas del mitraismo. Los Evangelios originales escritos en el siglo I y II, desaparecieron tras la persecución implacable de la jerarquía imperial y eclesiástica. La figura de Jesús fue retocada para hacerla más parecida a Mitra, Dionisos, Adonis, Osiris, Krisna y otros dioses “redentores” de la Humanidad. Todos ellos murieron y resucitaron, algunos de ellos nacieron de una virgen. Adonis por ejemplo resucitaba en Primavera; Krisna estuvo muerto tres días.
En Egipto se realizaba desde tiempo inmemorial una ceremonia de iniciación, mediante la cual el neófito era atado a una cruz tumbada horizontalmente y depositado en lo más profundo del templo en donde permanecía sin luz, agua ni comida, durante tres días. Al término de su “muerte”, el neófito era sacado a la luz y proclamado nacido de nuevo.
El Cristianismo “adoptó” las fechas más importantes del mitraismo como suyas, para aprovechar la inercia y la fe de las masas que ya estaban acostumbradas a celebrarlas desde siglos. Sólo se limitaron a cambiar el nombre del dios a honrar.
Autor: WALID YEAID YOHAID
Tomemos a una persona judía promedio, que no tenga algún ánimo resentido en contra del judaísmo, que esté centrada emocionalmente y preguntémosle:
¿De qué «religión» son tus padres?
La respuesta será: judía.
(En realidad no existe religión judía, pero usamos esta palabra por comodidad a la hora de escribir este texto. Existe el judaísmo, que es una forma de vida particular de la nación judía. Así como existe el noajísmo, que es la forma de vida integral para los noájidas, es decir, toda la humanidad).
Entonces continuemos:
¿Y de qué «religión» eran tus cuatro abuelos?
La respuesta será: judía.
Sigamos nuestra conversación:
¿Y de qué «religión» eran tus ocho bisabuelos?
La respuesta será: judía.
Persistamos un poquito más:
¿Y de qué «religión» eran tus 16 tatarabuelos?
La respuesta será: judía.
¿Y sus padres?
Judíos.
¿Y los padres de sus padres?
Judíos.
¿Sabes hasta dónde se puede rastrear el linaje judío y la adhesión al judaísmo?
Pues, hasta los patriarcas y matriarcas de Israel: Avraham, Itzjac, Iaacov, Sará, Rivca, Rajel y Lea.
Estamos hablando de una cadena ininterrumpida de casi 4.000 años, ¡CUATRO MIL AÑOS!
En Medio Oriente, en África, en Asia, en Europa, en América, en Australia y Oceanía, en todos lados, durante generaciones y generaciones la constante identidad judía, su recuerdo de los lazos con la Familia de Israel, con la tierra patria, con la herencia y patrimonio espiritual.
Perseguidos, encerrados, masacrados, ofendidos, esclavizados, atormentados, hambreados, victoriosos, prósperos, integrados a la sociedad, en toda situación posible, en las buenas y en las malas, en el día y la noche, al andar y al estar quietos, siempre, siempre manteniendo la propia identidad, aferrándose al judaísmo, sin dudas, sin menoscabos.
Ahora bien, ve a un conocido gentil, uno cualquiera, no importa su religión, etnia, nacionalidad, etc. Quizás el gentil que tengas más cerca para preguntar sea un cristiano, en alguna de sus miles de variaciones.
Vé y pregúntale:
¿De qué religión son tus padres?
La respuesta no es única.
Algunos te dirán que eran católicos, otros evangélicos, otros presbiterianos, bautistas, etc.
Pero, supongamos que vives en un país que sigue teniendo predominancia católica, por lo que la respuesta quizás sea: católica.
Entonces continuemos:
¿Y de qué religión eran tus cuatro abuelos?
¿La respuesta será: católicos?
Supongamos que sí, pues estamos en un país de mayoría católica.
Pero, tú debes conocer personas católicas que no tiene a todos sus abuelos de esa religión…
Sigamos nuestra conversación:
¿Y de qué religión eran tus ocho bisabuelos?
¿La respuesta será: católica?
Aquí lo veo más dudoso… pero, la conquista por sangre y terror que perpetró el imperio cristiano en América es centenario, por lo que quizás la respuesta sea: católica… pero no te puedo dar la seguridad de que así sea…
Y si avanzas en tu investigación, ¿hasta dónde llegará la cadena de católicos?
Hasta los ancestros indígenas, los habitantes de esta bella tierra antes de la hecatombe organizada desde Europa por los portadores de la cruz.
Allí ya no habrá más ancestros cristianos, sino de religiones autóctonas americanas. Esto hace unos 500 años atrás, hace tan poquito en comparación con la extensa cadena familiar del judaísmo.
O quizás alguno pueda rastrear sus ancestros hasta Europa, y tenga antepasados cristianos hace mil años, allá entre los Pirineos.
Pero, no mucho más allá de mil años atrás, pues Europa también era una proliferación de religiones, mucho más poderosas y extendidas que el cristianismo de aquella época.
Por supuesto que no encontrarás un gentil que tenga registros familiares de 4.000 años atrás, ni una constancia e identidad religiosa.
En alguna oportunidad alguien se convirtió a la religión que actualmente tienen sus descendientes.
Pero… no, tampoco es así.
Pues las religiones van mutando, van cambiando para mantener el interés de las masas.
El cristianismo de hace mil años no es igual al cristianismo de tu vecino, ese al que le estás preguntando por su familia.
Era una doctrina diferente, prácticas diferentes, una cosmovisión diferente.
Lo demuestra la multiplicidad de sectas y religiones cristianas, miles de ellas, que cada una se autoproclama como la verdadera y única vía de salvación y trata como heréticas a todas las otras.
No es así en el judaísmo, que permanece inmutable desde hace unos 3300 años.
Por supuesto que se desarrollaron ciertos aspectos, se modificaron ciertas costumbres, pero su sustancia y cuerpo se mantiene inmodificable.
La misma Torá y los mismos mandamientos desde hace unos 3300 años hasta ahora.
Ahora bien, tú como noájida, ¿en quién puedes confiar?
¿En alguien que conoce su familia hasta sus primeras raíces, y que es leal a sus creencias y costumbres?
¿O en alguien que no sabe muy bien de dónde proviene, ni qué religión tenían sus antepasados, y que vive en una religión «a medida»?
Considéralo antes de indagar en religiones, para que no pierdas tu tiempo ni arriesgues tu salvación.
Mejor toma la mano de un buen maestro judío, que te lleve por la Buena Senda, esa misma Senda que marcó el Eterno hace más de 4.000 años, y que los judíos hemos sido los únicos que no nos apartamos.
En esta época de renacer noájico, es tu oportunidad de volver a la Buena Senda, de aceptar la guía del maestro judío, para desarrollar tu verdadera identidad y esencia espiritual. Para no estar más preso de las esclavitudes de religiones e imperios, y poder ser un leal siervo del Rey de reyes y Señor de señores, el Padre Celestial.
¿Te atreves a andar por la Buena Senda?
Todavía me resuenan los ruegos inútiles y los desesperados llantos de los niños. No había misericordia para nadie. Muchas veces corro a través de las habitaciones, hasta que me doy cuenta que es mi memoria que no puede olvidar los sonidos de la muerte. Todas las noches rezaba a Dios y le preguntaba ¿por qué estoy viva? ¿acaso me guardas como semilla para sembrarme de nuevo? Judith Klein, «Semillas de Dios»
Si buscas en la Torá los Siete Mandamientos Fundamentales enunciados en
una lista detallada, como el del Decálogo por ejemplo, no lo
encontrarás.
¿Por qué no?
Al menos por dos motivos.
El primero, es que los Siete Mandamientos Universales fueron ordenados
por el Eterno muchos siglos antes de que Él dictara la Torá y la
entregara a Israel.
Era un código de vida conocido y practicado muchísimo tiempo antes de que hubiera un texto de la Torá.
El segundo motivo es que la Torá, como sabes, fue dada por el Padre Celestial a Israel, es propiedad y herencia de la nación judía.
Por tanto, sus textos son para los judíos, sus relatos tratan esencialmente de la nación judía, los mandamientos enumerados en ella son para judíos, su propósito es servir de guía de vida a los hijos de Israel.
Tal como claramente quedó escrito:
«Moshé [Moisés] nos prescribió la Torá, es heredad de la congregación de Iaacov [Jacob].»
(Devarim / Deuteronomio 33:4)
De los hijos de Iaacov, de los judíos, de nadie más.
Tal es la decisión del Eterno, que todos Sus hijos (las personas) debemos respetar.
Por tanto, tú querido hermano noájida, NO debes considerar que la Torá es de tu propiedad, como NO consideras que la casa del vecino es tu casa.
A cada cual le toca su justa y correcta porción, según Voluntad de Dios, y debemos alegrarnos y gozar por ello.
Según aprendemos de lo que está escrito:
«Cuando el Altísimo repartió heredades a las naciones, cuando separó a los personas, estableció las fronteras de los pueblos según el número de los Hijos de Israel.
Porque la porción del Eterno es Su pueblo; Iaacov [Jacob] es la parcela de Su heredad.»
(Devarim / Deuteronomio 32:8-9)
Así pues, no hay lista de los mandamientos noájicos en la Torá, porque la Torá no es para los noájidas, sino para los judíos.
Tal como no hay leyes uruguayas en la Constitución brasileña.
¿Estamos de acuerdo?
Sin embargo, en otras ocasiones mostramos el origen de los Siete Mandamientos Fundamentales en la Torá.
Especialmente se manifiestan en los relatos concernientes a los primeros tiempos de la humanidad, en la época en la cual no existía Torá revelada, porque tampoco existía pueblo judío.
Ahora, quisiera demostrarte cómo podemos verlos en un breve e intenso párrafo de la Torá, que narra con exactitud el momento en que el Padre Celestial sella la alianza noájica, con Noaj/Noé y sus descendientes.
«Entonces Elokim bendijo a Noaj [Noé] y a sus hijos, y les dijo: ‘Sed fecundos, multiplicaos y llenad la tierra.
El temor y el miedo de vosotros estará en todos los animales de la tierra, en todas las aves del cielo, en todo lo que se desplaza en la tierra y en todos los peces del mar. En vuestras manos son entregados.
Todo lo que se desplaza y vive os servirá de alimento. Del mismo modo que las plantas, os lo doy todo.
Pero no comeréis carne con su vida, es decir, su sangre
Porque ciertamente por vuestra propia sangre pediré cuentas. Pediré cuentas a todo animal y al hombre. Yo pediré cuentas a cada uno por la vida del hombre.
El que derrame sangre de hombre, su sangre será derramada por hombre; porque a imagen de Elokim Él hizo al hombre.
Sed vosotros fecundos y multiplicaos. Reproducíos en la tierra y multiplicaos en ella.’
Entonces Elokim habló a Noaj [Noé] y a sus hijos con él, diciendo: ‘He aquí que Yo establezco Mi pacto con vosotros, con vuestros descendientes después de vosotros»
(Bereshit / Génesis 9:1-9)
Ahora, veamos los Siete Mandamientos en este párrafo.
1- No comer partes de animal con vida, porque está dicho que no se coma carne con vida.
2- No asesinar, porque dice que el Eterno pedirá cuentas del que derrame la sangre de una persona.
3- No servir a dioses que no son el Eterno, porque éste es un pacto que Él sella con la humanidad. No dioses ajenos, no otros personajes, sino directamente Él quien manifestó Su Voluntad a Noaj y sus descendientes, por lo cual, le deben fidelidad únicamente a Él.
4- No maldecir al Eterno, porque, ¿cómo se puede atrever la persona a hablar en contra de Aquel que le da vida, dominio y poder?
5- No mantener relaciones sexuales ilícitas (básicamente: adulterio, homosexualismo, bestialismo), porque el Eterno bendice para que las personas sean fecundas y se multipliquen, pero además que los descendientes tengan conciencia de quienes son sus progenitores, ya que está dicho «con vuestros descendientes después de ustedes».
6- No robar, pues solamente nos pertenece aquello que «en nuestras manos es entregado», no lo que pertenece a otros.
7- Establecer organismos legislativos y de justicia, porque para hacer aplicar los otros mandamientos y regularlos es indispensable que existan institutos sociales al respecto. Cuerpos legislativos, cortes de justicia, alguaciles de la Ley, etc.
Así puedes ver con simpleza, sin complicadas elaboraciones ni forzados intentos de demostración, la belleza intrínseca de los Siete Mandamientos Universales.
Como último detalle, quizás alguien pudiera argumentar que estos mandamientos estaban bien en otras épocas, en un «antiguo pacto o testamento», pero que hubo alguna radical modificación que los convirtió en caducos.
Alguien quizás pudiera decir que los noájidas no tienen porque seguir estos mandamientos en la actualidad.
Pero, la respuesta la ha dado el Eterno, quien estableció:
«Ésta será la señal del pacto que establezco entre Yo y vosotros, y todo ser viviente que está con vosotros, por generaciones, para siempre»
(Bereshit / Génesis 9:12)
Para siempre, ha dicho el Eterno.
Mientras exista la humanidad existe el deber de conocer y vivir de acuerdo a estos Siete Mandamientos Fundamentales.
Nada, ni nadie, lo puede modificar o cancelar.
Tres hijos tuvo Noaj.
Shem, Jam y Iafet son las semillas de las que brotan los diferentes ramales que son las naciones de la tierra.
En la unidad de estos tres se encuentra la humanidad integrada.
De acuerdo a lo que la Tradición nos indica, cada uno de estos hijos es como una matriz que modela la esencia de sus descendientes.
De Shem descienden personas con predominio en el plano espiritual y en la zona creativa/imaginativa del plano intelectual.
Pensemos en las eminencias rabínicas, en el semillero «religioso» que surgió del Medio Oriente, en las fábulas y relatos fantásticos asiáticos, etc.
De Iafet descienden personas con predominio en el plano intelectual, particularmente en lo referido a la lógica y razonamiento, pero también con amplia inserción en la zona de las artes y relaciones sociales.
Tomemos como ejemplo a los filósofos griegos, los pintores y escultores europeos de todas las épocas, los arquitectos y políticos descollantes en Europa.
De Jam descienden personas con predominio en el plano emocional y en el desarrollo del plano físico.
Comprobemos la sensualidad y poderío físico de los originarios de África, su comprobada genialidad en la música emotiva y las danzas.
Por supuesto que estas son tendencias que subyacen a la esencia de cada persona, pero NO son factores determinantes ni condiciones exclusivas.
Es decir, no debe ser tomado como una clasificación racista, que encajona y delimita con generalizaciones la riqueza y variedad de cada individuo.
Así, puede haber descendientes de Shem que sean excelentes estetas, Jamitas notables en matemáticas, Iafitas ricamente imaginativos.
Todos estamos formados por cinco planos: espiritual, intelectual, social, emocional, físico/material; pero, esta matriz esencial, este predominio de alguna de las facetas, es real y está operativa.
Esta introducción es especialmente interesante para los noájidas en nuestras tierras.
En su mayoría son descendientes de europeos, o han sido adoctrinados dentro de los parámetros iafitas de pensamiento.
Tienen la tendencia a descubrir con razonamiento y lógica incluso aquellos aspectos que se hunden profundamente en otros planos de existencia, y que quedan realmente inaccesibles al poder del análisis mental.
Esto es notable en lo que refiere a los mandamientos.
Para los que descienden de Iafet, o para los que están sometidos a una educación de tendencia iafita, resulta sumamente difícil entender que el origen de los mandamientos no radica en la mentalidad humana, sino que provienen del Eterno.
De este modo, lo que parece razonable -en términos humanos-, igualmente no aplica en lo que respecta a los mandamientos.
Tomemos como ejemplo el anhelo de muchos noájidas por cumplir con el mandamiento del Shabbat.
Piensa, argumentan y creen que si es bueno para los judíos, debiera serlo también para cualquier otra persona.
Desde un punto de vista iafita, es decir lógico y racional, es un postulado impecable e implacable.
Pero, desde el punto de vista shemita, que se enraiza en lo espiritual, que se adentra en lo supra-racional, carece de cualquier valor.
En los asuntos espirituales uno no se debe manejar por lo que mejor le parece, por lo que razona, por lo que deduce, y mucho menos por lo que cree,
sino por lo que el Eterno ha establecido.
Los mandamientos radican en el plano espiritual, no en el intelectual.
Es cierto que la mayoría de los mandamientos pueden ser comprendidos, o se les puede encontrar alguna razón accesible por el pensamiento humano.
Es cierto que en el cumplimiento de los mandamientos se suelen atravesar los cinco planos de la existencia humana.
Pero, esto no quita el hecho cierto, los mandamientos brotan en el plano espiritual, tienen su raíz allí, su origen y su destino son espirituales, aunque se involucren completamente con el resto de los planos (intelectual, social, emocional y físico/material).
Por tanto, las deducciones y asunciones racionales no tienen verdadero fundamento en lo que respecta a los mandamientos.
Si el Eterno ha decretado que determinado conjunto de los mismos pertenezcan exclusivamente a los judíos, así debe ser admitido y acatado, sin buscar excusas ni hacer malabares mentales para rechazar el dictamen celestial.
Si el Eterno ha decretado la pertenencia de la Torá a Israel, nadie puede argumentar otra cosa, aunque sean plausibles muchas justificaciones que procuren demostrarlo.
El patrimonio espiritual del noájida son los Siete Mandamientos Fundamentales, con todos sus derivados.
Esa es su vida y posteridad, es su edificación en Este Mundo y su gozo en el Mundo Venidero.
Aunque cueste entenderlo con la mente, aunque pueda resultar escaso o deslucido.
El noájida que desciende de Iafet, o que ha sido adoctrinado en los parámetros iafitas, debe esforzarse por romper esas cárceles mentales, que quieren esclavizar el mundo a sus pensamientos, para permitirse confiar en lo que proviene del plano superior, que es el espiritual.
Como dijimos más arriba, todas las personas estamos formados por los cinco planos. Por tanto, si naturalmente nuestra tendencia no se expresa espiritualmente, igualmente estamos capacitados para entrenarnos en vivir bajo la Luz del Espíritu.
El comienzo puede resultar arduo, pero es sencillo: cumplir con los mandamientos que le corresponde cumplir, sin pretender vivir de acuerdo a una identidad que le es ajena.
Si se actúa así, en sintonía con la fibra íntima espiritual propia, más pronto o más tarde la persona obviara sus patrones de conducta que lo apartan de la Buena Senda, y se introducirá con vigor en su tarea de actuar como constructor de Shalom.
Feliz Fiesta de las luces!!!
Buenas noches moré, Espero que se encuentre usted bien
Moreh, por lo poco que se, encuentro que la tradicion oral es muy importante en la historia.
¿Noaj aprendio de alguien a ser justo?, se me ocurre que debió haber algun vestigio del que el se pudo aferrar y asi empezar a indagar y aprender.
La pregunta, porque me parece que es importante resaltar la importancia de las condiciones y las vendas a todos los niveles que obstruyen, o permiten algun paso de luz.
Saludos moreh, y espero que pase una Feliz semana junto a su familia!
Juan Pablo, Colombia
En este estudio vamos a analizar los diferentes conceptos que se tiene de la palabra fe:
1.- Fe (confianza absoluta) definición científica: La convicción que tenemos los seres humanos de creer en algo cuya prueba recae en hechos.
Ejemplo: El objetivo de la enseñanza de los padres, es dotar al niño de la capacidad de establecer su propia fe en base a su propia experiencia, ósea, dotarle de criterio y capacidad de contraste o en otras palabras, enseñarle a creer con criterio.
Etimológicamente, en griego, significa «decir todo,» es decir, libertad de palabra y, por lo tanto, confianza, franqueza, seguridad.
2.- Fe, del latín fidere, «confiar», es en la terminología religiosa, «el asentimiento firme de la voluntad a una verdad basada sola y únicamente en la revelación divina». Royston, E. Diccionario de religiones. Fondo de cultura económica.
Es la confianza de lo que no se espera la certeza de lo que no se ve ósea una fe ciega sin un fundamento o una base.
Creer sin evidencia, en algo que dijo alguien sin conocimiento, sobre cosas sin fundamentos.
Actitud fundamental del cristiano por la que pone en Dios toda su confianza y cree lo que Dios le enseña por su Hijo y por la Iglesia.
Con estas definiciones se aprecia una diferencia entre las dos, ya que la primera hace referencia es desde un punto de vista científico, el segundo y son conceptos desde el punto de vista religioso, donde esta definición idolatrita no concuerda con la realidad y verdad de Dios.
Por ejemplo hay personas que caen en un estado de enfermedad, la cual con un simple tratamiento medico esta pueda desaparecer, y por su puesto mejora el paciente, pero por el fanatismo de afearse en un concepto errado nos confiamos en Dios, para quitar la enfermedad, ignorando que la ciencia proviene de Dios, y no acuden al medico y su estado empeora al extremo de llegar a la muerte y expresamos frases falsas sin fundamento alguno “que era la voluntad de Dios”, cuando uno de los principios del Eterno es el mantener y cuidar la vida.
Si Dios ha creado la ciencia es para beneficio de la humanidad, a través de la cual el ser humano puede crecer y desarrollarse, y así lograr un cuerpo y vida sana, haciendo de lado esos falsos concepto que los lleva a la ruina destrucción y la muerte, en el entendido que la fe debe estar basada en la experiencia que se tiene de algo como por ejemplo para las personas hipertensas no deben consumir cierto alimento que les afecta su salud, para construir una casa la mezcla del concreto debe contener x cantidad de arena, x de cemento y x de agua, ya que de lo contrario la construcción corre el riesgo de caerse o su duración es menor a una que cumpla con todos sus componentes exactos, y de donde se ha obtenido esta información de la experiencia.
Pero en el mundo idolátrico, hay que admitirlo de una vez desconociendo la experiencia, ya que las certezas no son tales, sino saltos de fe, porque nunca comprobamos, sino simplemente creemos.
“En el judaísmo tradicional no hay mucho espacio para la fe, pues ésta es apropiada para la idolatría, que todo responde con mitos y dogmas, mientras nada permite cuestionar ni criticar (pues la fe desaparecería).
En el judaísmo tradicional se alimenta el tesón por la práctica de los preceptos, por el estudio exhaustivo de Torá, por el inquirir sin vergüenzas, por incluso enfrentar a Dios en pos de desentrañar lo que es Justo y Verdadero (lea un ejemplo en Bereshit / Génesis 18:22-33)”. Htp//Serjudio.com Lic. Prof. Yehuda Ribco
Romanos 3:20 ya que nadie será justificado ante EL por las obras de la ley,
pues la ley no da sino el conocimiento del pecado.
El hombre u hombres que escribieron bajo el nombre de Pablo, pretenden
revelar una gran y completamente mentira en una nueva verdad. Se nos esta diciendo que por obras de la ley ninguna carne se justifica.
La verdad es que tal cosa no es cierta. El propósito de la ley de Hashem no
fue la de dar al hombre justificación, creyendo que realizando tal actividad ya estoy justificado, alcanzando un lugar igual que el de D-s error.
El propósito de la Torá es encaminar a la Sociedad de este mundo material a uno moral y de justicia, en donde todos puedan convivir en paz y armonía.
En el entendido que los mandamientos o leyes de D-s, son una guía a una vida mejor. Las leyes de la Torá son un estilo de vida para una persona ya salva de su vida pecaminosa y no un modo de salvación como a muchos se les ha hecho pensar. En ningún momento se dio la idea de que estas leyes fueran para salvación ya que en casi toda la Torá se llama primero al arrepentimiento y luego al cambio de vida, ósea lo del Judío para el Judío lo del Gentil para el Gentil, ya que hay leyes solo para el Judío y leyes para el Gentil, esto es muy importante de tener en cuenta y no errar como pasa con los movimientos Mesiánicos que quieren imponer al gentil leyes que son del Judío, y violan la identidad del pueblo de Israel. Por ejemplo una persona de nacionalidad Venezolana, quiere hacer cosas en otro país como votar en las elecciones para elegir un gobernante del tal país, para poderlo hacer primero debe adquirir la nacionalidad del país y luego cumplir con las leyes del país del cual obtuvo la nacionalidad, de lo contrario no puede, y esto es lo que esta ocurriendo con el pueblo de Israel que algunas religiones quieren violar su identidad, cosa que según el ejemplo no se puede hacer.
La Torá tiene leyes y mandamientos solo para Judíos y leyes y mandamientos para los Gentiles, y otras que es para ambos pueblos y no podemos separar, como mantener la Paz (Shalom), la armonía, la existencia de un único y verdadero D-s, entre muchas otras, para poder convivir los pueblos en total unidad y armonía, sin caer en enfrentamientos unos contra otros como hoy día existe, ya que nuestro Eterno y verdadero D-s busca es la unidad, conforme a su leyes que están en la Torá cosa que no podemos menospreciar.
Es por ello que los mandamientos y leyes son para la rectitud y no justificación. Esto lo podemos ver en:
Deuteronomio 6:25 “Entonces tendremos justicia, cuando cuidemos de cumplir todo este mandamiento en presencia del señor, nuestro Dios, como Él nos lo tiene mandado”. Cuidar de poner en práctica todos estos mandamientos ante Heshem nuestro D-s, como él nos ha prescrito.
Ahora la pregunta que surge aquí es, ¿Que significa la palabra justicia? Una de las definiciones es, ser exonerado por un Juez; ser declarado inocente por un jurado, Etc.
Salmo 143:2 Leemos así; “Y no entres en juicio con Tu siervo, porque ningún viviente podrá ser justo delante de Ti”.
Si puedes entender en este verso, notaras que este es un hecho permanente en nuestras vidas; y no esta sujeto a cambio. El hombre puede declararse justo, pero nunca lo será delante de D-s. Por más justa que se quiera llamar una persona, delante de la justicia de D-s nunca lo será. La justicia de D-s es
absoluta, nadie la puede igualar. La justicia del hombre es una justicia
aparente, por lo tanto delante de D-s ningún hombre será justificado, ya que
el es el verdadero Juez justo. Nunca podremos debatir con D-s en cuanto a
quien es justo o quien no lo es, ya que delante de D-s todos somos injustos.
Nunca tendremos la justicia justa y perfecta de D-s. Y quiero que esto entre
en sus mentes. Nadie, pero nadie aquí en la tierra puede tener la justicia
perfecta de D-s así que si no tenemos esta clase de justicia, no somos
justos. Y si no somos justos no somos justificados. No se da cuenta el
cristiano que después de llamarse Justo delante de D-s. El hombre sigue
haciendo injusticia aun siendo llamado justificado por la fe?.
No existe ningún hombre que no peque aun siendo lavado con la sangre del
Llamado Jesús. Si se sigues pecando ya no eres justo. Ahora si no te acuerdas
de lo que significa ser justo, regresa a buscar lo que significa la palabra
para que refresques tu conocimiento.
Puede que creas de corazón en un D-s que murió y derramo su sangre por ti,
Esta palabra la encontramos en:
Romanos 5:9 ¡Con cuánta más razón, pues, justificados ahora por su sangre, seremos por él salvos de la cólera! Pero la cosa es que no es así. Esto es palabra de hombre y la palabra de hombre no salva. La Santa Torá dice una y otra vez que D-s nunca muere.
El hombre nunca será justificado delante de D-s, ya que tendríamos que tener
la justicia de El, y esta clase de justicia es absoluta. Nunca llegaremos a
ser como El. Es por esto que somos perdonados, si es que nos arrepentimos de nuestra manera de vivir. Veamos que dice:
Ezequiel 18:25-28
“25. Y vosotros decís: No es justo el proceder del Señor. Escuchad, casa de Israel: ¿Que no es justo mi proceder? ¿No es más bien vuestro proceder el que no es justo?
26. Si el justo se aparta de su justicia, comete el mal y muere, a causa del
mal que ha cometido muere.
27. Y si el malvado se aparta del mal que ha cometido para practicar el derecho y la justicia, conservará su vida.
28. Ha abierto los ojos y se ha apartado de todos los crímenes que había
cometido; vivirá sin duda, no morirá”. Hashem perdona por medio del arrepentimiento, pero perdón no es justificación. Querido lector no dejes que palabras mal interpretadas te alejen de la verdad de la Torá. La serpiente descamino a Adán y a Eva, diciéndoles que de nada valía el obedecer la ley establecida y ya puedes ver los resultados del fatal error.
Estas mismas palabras las puedes leer una y otra vez en el llamado nuevo
pacto. «La ley no salva». ¿Crees tú que esta sea la verdad?
En la Torá esta la vida. Escoge la Vida y Vivirás. Vive en la Ley de D-s y Vivirás.
Es por ello que mucha gente muere, y termina en un caminos errados creyendo en doctrinas y conceptos incorrectos que nada tiene que ver con la realidad, a la que El Eterno nos ha traído a este mundo, pero que el hombre a desviado creando posiciones encontradas y distintas la verdad confundiendo y apartándose mas de D-s. Por ello les exhorto a tener cuidado y ha buscar la luz del Eterno para lograr una verdadera reconciliación y perdón mas no una justificación.
Abg. José N. Linares G. (Chano)