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Comida noájica

Hay muchos noájidas que optan por comer alimentos certificados como «kosher», es decir, aptos para el consumo de la persona judía.
Otros se niegan a comer chancho (cerdo, puerco, cochino), a usanza de las leyes judías.

Por supuesto que el noájida puede restringir su dieta por cuestiones de gusto personal, costumbre familiar o social, o aspectos de higiene y/o salud.

Pero en modo alguno tienen derecho a considerar que está cumpliendo con el mandamiento de kashrut (dieta alimentaria judaica), o que conseguirá un rédito espiritual específico por tal práctica.

Si no come chancho, es porque no quiere, o porque le hace mal al estómago, o porque lo considera poco higiénico; pero no por razones espirituales.

Tal como expresa la Palabra del Eterno dirigida directamente a los noájidas:

«Todo lo que se desplaza y vive os servirá de alimento. Del mismo modo que las plantas, os lo doy todo.»
(Bereshit / Génesis 9:3)

Todo lo que sea humanamente comestible, sea vegetal o animal, es apto espiritualmente para consumo del noájida.
No hay excusas para esto.

El único mandamiento que deben considerar es el de no comer parte de animal con vida:

Cualquier descendiente de Noaj tiene prohibido comer carne de un animal mientras su alma esté en él.
Es decir, mientras el animal esté vivo.
O sea, un gentil tiene prohibido arrancar una parte de un animal por más mínima que sea, mientras está vivo, y comerla.
Una vez que el animal murió, la carne y la sangre del mismo le quedan permitidos (para un descendiente de Noaj).
(Código de leyes Shulján Aruj, Ioré Deá 66:10)

Así pues, a comer lo que es sano, lo que es rico, lo que es bueno y justo.
Recuerda lavar tus manos, comer con moderación y alegre tranquilidad.
Recuerda agradecer a quien te proveyó del alimento.
Recuerda que a través del comer consigues energía para ser constructor de Shalom.

Y deja lo kosher para los judíos, porque es a ellos a quien corresponde (Devarim / Deuteronomio capítulo 14).

Tres errores frecuentes del noájida

He constatado al menos tres errores de fundamento en los noájidas que recién están descubriendo su verdadera identidad espiritual.
Se debe trabajar sobre estos tres errores para sacar a relucir lo mejor de la identidad noájica.

1- No dependan de una figura que lidere.
A similitud de ovejas tras un pastor, siguen pendientes de alguna persona que las conduzca. Cambian al pastor por un moré o rabino.
Y no debe ser así.
Comprendan, ser noájida no es ser parte de un credo, de una religión, de una secta, de una institución religiosa, de un rebaño.
Ser noájida es lisa y llanamente SER PERSONA, sin ataduras dogmáticas, sin pastores, sin líderes «religiosos».
Por supuesto que alguien debe ser el líder de la comunidad local, o de FULVIDA, porque es una organización humana que requiere diferentes roles, entre los que se incluye el líder.

Pero esa tendencia tan fuerte en algunos de quedarse paralizados esperando la directiva de «arriba», del que dirige, NO ES propia del noajísmo, sino de los esclavos, de los «religiosos».

Algunos me comentan que quieren tener entrevistas con tal o cual rabino de una ciudad cercana… la pregunta es: ¿PARA QUÉ?
Y no saben la respuesta.
El verdadero motivo es que siguen con el patrón de conducta de su vida pasada, de su vida como religioso, en donde no hacen nada sin previa autorización y orden del jerarca religioso.

Eso no es vivir como noájida, sino como un esclavo.

2- No se deben reunir para rezar y leer/estudiar «la Palabra».
En las reuniones comunitarias noájicas está bueno que eleven alguna plegaria, breve, concisa, sin rituales ni religiosidad.
Está bueno que haya alguna lectura de materia de FULVIDA.com, SERJUDIO.com, o de otras fuentes APTAS para noájidas.

Pero, NO deben ser reuniones para estudiar «la Palabra», la Torá, porque esa no es la finalidad del noájida.
El noájida debe vivir a pleno en Este Mundo, que de esa manera conquista su excelente porción de Eternidad.

Por supuesto que es deber del noájida conocer los mandamientos y las reglas correctas para su vida, para que de esa forma anden por la Buena Senda.

Pero, hay que romper con esa actitud de iglesia, de reunirse para adorar, para el servicio, para el sermón, para la unción, «alelusha hermano»…

En las reuniones, además de la breve plegaria y el concreto y NOÁJICO estudio de fuentes espirituales, sin dudas que también debe haber bebida y comida, momentos para el mutuo conocimiento, esparcimiento, proyectos de actividades sociales, formas de ser solidarios, etc.
Para eso se deben reunir, para estar en comunidad, para estar uno con el otro y juntos todos, para construir y aprender a construir Shalom

NO para hacer algo religioso… porque eso es irse por el camino del error.

Así pues, si no se reúnen porque nadie se siente capacitado «para enseñar», resulta que están haciendo algo incorrecto.
Siguen esclavos del paradigma de la religión, porque no han entendido aún que su misión, esa que Dios les ha dado, es ser constructores de Shalom, y no calienta sillas en alguna escuela de «la Palabra».

¿Queda claro?

3- Las cosas judaicas son para los judíos.
Algunos siguen buscando el judaísmo, y de esa manera siguen demostrando que no han despertado aún. Siguen con la conciencia dormida, anestesiada.
Están confundidos, como lo estaban cuando buscaban a Dios en las religiones.

El Padre Celestial le ha dado a los gentiles para que vivan los Siete Mandamientos, el noajísmo.
NO les ha dado ni la Torá, ni la Tradición judía, ni los rituales y símbolos judíos, ni el judaísmo.
Les ha dado SU PROPIA IDENTIDAD, que NO ES la judía.

Por tanto, aquellos que siguen desesperados, o confundidos, pretendiendo hacer cosas judaicas, hablar como judíos, tomar cuestiones judías como propias, sencillamente están yendo por un camino que NO ES el que el Eterno les ha dado.

Por supuesto que algunos, luego de mucho transitar correctamente por la Buena Senda noájica, pueden querer convertirse al judaísmo, pero esos debieran ser los menos, un puñadito. Porque si el Eterno te ha hecho nacer gentil y te ha dado el camino del gentil justo, ¿por qué crees que el campo del otro es más verde y saludable?
¿Acaso desconfías del Todopoderoso?

Por supuesto que los noájidas y los judíos somos hermanos y socios, podemos compartir muchas cosas, adoramos al mismo Dios, tenemos el mismo ideal de Shalom, en fin, compartimos, pero en modo alguno somos o hacemos lo mismo.

Seguir prendido a una imagen judaica, es rechazar el regalo que el Eterno te ha dado, y es confundirse y por tanto perder la conciencia de las cosas.

Ahora dime, ¿cuál de estos tres errores es el tuyo?
¿Qué harás para enmendarte?
¿Qué otros errores has descubierto en ti?

Espero tus comentarios constructivos aquí mismo.

Que sepamos ser siempre constructores de Shalom, primero adentro, luego afuera.

¿Cuándo crecemos?

Dice al comienzo de la Parshá Hazinu:
“¡Escuchad, oh cielos, y hablaré; y oiga la tierra los dichos de mi boca!
Gotee como llovizna mi doctrina; caiga como el rocío mi discurso, como viento de lluvia sobre el césped y como gotas de lluvia sobre la hierba.
Cuando yo mencione el nombre del Eterno, dad grandeza a nuestro Dios.
Aunque El sea la Roca (el fuerte) perfecta es su obra, porque todos sus caminos son justicia; Dios es fiel y sin iniquidad, justo y recto es El.”
(Deuteronomio/Devarim 32: 1-4)

Moisés habla a los hijos de Israel, y pone como testigos al cielo y la tierra, para que todo lo que a continuación sigue no sea un sin sentido más, una doctrina confabulada a manera de religión para encantusar adeptos y oprimir el alma. Moisés coloca al cielo y a la tierra como garantes de la doctrina revelada en Sinaí, de la Tradición custodiada fielmente.
Moisés, pide que su doctrina permee en los corazones de un Israel novato, de un Israel creyente en la Unidad y Unicidad de D’, pero un tanto terco para asumirse como Unidad separada del resto de las naciones, con el fin superior de ser Sacerdote del Altísimo, toda una nación de lumbreras que fueran la guía del mundo, que no anduvieran detrás de caprichos nacionalistas, sino que su patria, tal como la de los levitas, no fuera específicamente geográfica, aunque los límites para su propia supervivencia humana ya hubiesen sido prometidos por Hashem a Avraham mucho tiempo antes, desde el Mar Mediterráneo, hasta más allá de los confines del Mar Muerto.
Moisés pide a los cielos y a la tierra que no sea chocante al pueblo elegido la Tradición, que sea una rica sensación de bienestar, de calma, de aceptación, que empape lentamente y con suavidad cada resquicio del alma de quienes contrayeron tamaña responsabilidad.
Moisés pide, de forma imperativa, que sólo al Eterno sea dada gloria, porque sólo aquÉl que no fue creado, que no es material, y por tanto está fuera de nuestro raciocinio, aquÉl que Es desde siempre y por los siglos de los siglos, que no tiene límites temporales, que no tiene accidentes, y por tanto es un Concepto Único y sin parangón alguno, aquÉlla Fuente Primigenia de Vidas, el Río del cual fluyen los cuatro ríos del Edén, el Árbol de Vidas, la Espada Fulgurante que guarda el Camino al Paraíso, el Rey del Universo, el Inefable Nombre, la No-Materia, el No-Creado, el Creador, Dios de las huestes, Todopoderoso, Grande, Santo y Roca Fuerte, Fortaleza de Salvación, Uno y Único, sólo Él merece el elogio de Su Creación, la alabanza constante, la alabanza con el Don que proviene de Él, La Palabra, y con nuestro propio desarrollo, La Acción.
Moisés le dice a su pueblo que quien sea justo, quien tenga dicha en su vida y dé dicha a la vida de otros, quien construya Shalom, quien haga justicia perdurable, quien camine en rectitud, quien acepte sus limitaciones, pero todos los días trate de corazón enmendarse y quien colabore en hacer de su entorno un lugar verdaderamente apacible, armónico, que sea sustentable y dé sustento está en el Camino a la Verdad. Quien reconozca que sólo hay Uno que es más que todo, quien reconozca que cualquier otra cosa no merece sino el apelativo de vanidad, quien reconozca que no hay labor más provechosa que apartar el ego y dar de sí en la construcción del Shalom, sin perder la claridad en la acción; quien haga de su propia vida la Voluntad dEl que le creó, sólo ese está haciendo méritos en el camino a reconocer la verdadera fuente de aguas vivientes, sólo ese está haciendo méritos en el sendero de la luz, sólo ese practica la Justicia.
Pero, ¿cómo se cuándo estoy siguiendo la Voluntad del Padre?
Dice en la Parashá Nitzavim:
“Porque este mandamiento que te ordeno hoy no te es encubierto ni está lejos de ti;
no está. en el cielo para que digas: ¿Quién subirá por nosotros al cielo y nos lo traerá, y nos hará oírlo para que lo cumplamos”
Ni está más allá del mar para que digas: ¿Quién pasará por nosotros al otro lado del mar y nos lo traerá, y nos hará oírlo para que lo cumplamos?
sino que la palabra está muy cerca de ti, en tu boca y en tu corazón, para que la pongas por obra.”
(Deuteronomio/Devarim 30: 11-14)
Es decir: No creas que la Justicia es una legislación para seres superiores que puedan apartarse radicalmente de este mundo material, elevándose en las esferas celestes. No está fuera de nuestro alcance, no se encuentra en los cielos ni más allá del mar. No hay que ir lejos para encontrarlos, están en nosotros mismos, en nuestra boca, en nuestro corazón. La Torah no se dirige en manera alguna a seres angelicales, divorciados totalmente de lo material. Algunas religiones sostienen que sólo matando la materia se puede servir a D’; La Torah dice que, únicamente encauzando la materia, dirigiéndola, sin matarla. Por ello la Torah no es un tratado de leyes espirituales, de ciencias ocultas o de prácticas místicas, al estilo monástico, sino de preceptos humanos dedicados al hombre y “sólo al hombre”. No hay que servir a D’ con ascetismo y tristeza, sino por el contrario, éstos constituyen faltas que denotan un desconocimiento total del espíritu de la Torah.
La Torah no depende en modo alguno de la civilización en que se halla, ni es producto de determinada cultura o función de diversas épocas y circunstancias. Es la materialización eterna de los principios espirituales que permanecen constantes a través de las edades. Guiarse por ella no significa retroceso o reacción, sino al contrario, un progreso hacia la total realización de sus fines: “el reino del Eterno en la Tierra”. La Torah exige de nosotros no concesiones parciales, sino entrega íntegra y total. No basta con que la palabra de Dios esté siempre en tus labios y las oraciones en tu lengua. No cumple el hombre toda su misión sino por intermedio de los preceptos; no puede el hombre disociar las actividades mentales de su realización práctica. También en su aspecto moral debe permanecer íntegro, pudiendo decir: la felicidad mía, de mi pueblo y de la humanidad entera, dependen de mí. Otra interpretación del Midrash sobre los mismos versículos (l1-14) dice que la ciencia sagrada no reside en las personas, cuya vanidad sube hasta los cielos y sobrepasa el océano. El verdadero sabio no conoce el orgullo; sabe que su ciencia e inteligencia no alcanzarán jamás el infinito y lo absoluto, y que el conocimiento de la Ley Sagrada sólo puede residir en las personas modestas.
Así pues se es justo, apartándose de toda creencia religiosa, alejándose de todo vínculo con deidades materiales, con objetos creados, con astros que podemos ver, que si bien determinan un arquetipo, pueden llevarnos a hacernos un estereotipo, enajenándose de asuntos místicos que no tratan lo concreto, lo que produce frutos, no estudian la eliptica ni los movimientos de recesión y precesión las plantas, sólo disponen de éstos elementos en su beneficio y en el beneficio del resto de la creación, no se angustia el león cuando no consigue qué comer, descansa y reemprende la búsqueda, no hiere la madre a los hijos, ni la nueva camada a la vieja sin que ésto tenga una razón de ser. El género humano, perfecto por ser hechos a imagen y semejanza de Él, menos que menos puede actuar de manera visceral a la hora de ser humano.
No está arriba, ni en la tierra, ni en el mar, ni en elementos que nos son útiles la Salvación/Trascendencia, está en nuestros actos, en nuestra boca, en nuestro corazón, dentro de nosotros, no llega por medio de sangre de intermediarios, ni por salidas del sol cada mañana, ni por fases lunares, ni ciclos de equinoccios, ni avances tecnológicos, ni descubrimientos arqueológicos, ni dogmas misticos y herméticos, ni fluctuantes y muy emotivos actos de culto, no está en cenas festivas ni en celebraciones, todos estos “accesorios” son lo que en el Génesis dice:
“Y dijo Dios: Haya luceros en la expansión de los cielos para apartar el día de la noche, y sean por SEÑALES, y por plazos, y por días y años;”
(Génesis/Bereshit 1: 14)
Nada más, sólo esa es su utilidad, mientras que la nuestra es inmensa, a nosotros no es propio el cultivar todo lo que D’ creó para ser cultivado, a nosotros nos es propio descubrir cada rincón del vasto universo, no para gloriarnos en nuestra ciencia, sino para dar constante reconocimiento a nuestra finitud, a nuestra pequeñez, y así sim embargo a nuestra inmensa responsabilidad de custodiar todo lo que es más grande que nosotros mismos, a nosotros nos es propio vernos como imperfectos, por no ser sujetos de un rítmico y contínuo ciclo de re-Creación, y perfectos por estar a cargo de todo aquello que hizo D’ para hacer.
En el principio, dice el Génesis:
“Y la tierra estaba vana y vacía, y (había) oscuridad sobre la faz del abismo, y un espíritu de Dios se cernía sobre la faz de las aguas.”
Éste espíritu, procedente de D’, que se “Separaba” de Él sobre la faz de las aguas, es el futuro aliento de vida que introduciría el Creador por las narinas del Adam, el primer ser humano, así pues, somos emanación de la Fuente de Vidas desde antes de la Fundación del Mundo, y luego vinimos a cumplir la única, pero valiosisima misión, de ser “pastores” del mismo, custodios y co-jueces con Él de todo lo Creado. Es Inmensa la Gloria que por esto merece el Altisimo, y es riquísima la Sabiduría que todo ésto ideó, y que cada día re-Hace.
Crecemos, entonces, cuando aprendemos que nuestro tránsito es valioso, y que no hay una vida llena de dificultades para crecer, sino que esas dificultades las hacemos nosotros, que el primer tropezadero somos nosotros y que todo cambia cuando así lo decidimos.

¿Cómo creer?

Consulta. Primero estuve leyendo su blog, y encontré al parecer una pequeña falta de ortografía… Segundo. Estuve leyendo el Camino del Gentil. Aún no lo termino, pero mi pegunta es la siguiente… ¿cómo creer en Dios y a la vez temerle…??? Mis padres son católicos, no son muy proactivos con respecto a esta religion, y yo no realize la primera comunión, sólo me bautizaron. Desde hace años, que estoy en busca de la fe, de creer en algo… y el año pasado hay algo que me sucedió que me hizo pedir ayuda a Dios… realizar una demanda. Pero me di cuenta que si bien creo que existe un Dios, esto se produjo solo por la desesperacion… De ante manos agradezco su respuesta. Saludos profesor. Identidad en reserva.

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Respuesta. Gracias tanto por tu pregunta como por tu corrección de ortografía. Si tienes más preguntas u observaciones sobre la ortografía no dejes de avisarme y vemos qué se puede hacer al respecto.

Estuve leyendo el Camino del Gentil. Aún no lo termino, pero mi pegunta es la siguiente… ¿cómo creer en Dios y a la vez temerle…???

Te felicito por ser un buscador de la verdad. Nunca pierdas eso, es una de las características básicas del ser humano. Por ello te invito a que efectivamente termines la lectura del Camino del Gentil Justo (Clorfene & Rogalsky) y ¿qué tal si luego lo relees? Las respuestas que te voy a dar no son de mi inspiración, están básicamente contenidas en el libro mentado.

Creer que existe Dios, que es Uno y Unico, que sostiene al universo entero a cada segundo y (entonces) vivir conforme a este conocimiento es, justamente, temer a Dios.

Tratemos de explicarlo. Primero que nada, «temer» no se refiere a «tener miedo». En condiciones normales uno no le tiene miedo a un padre o a una madre sino un respeto profundo y reverencial. Así como «tememos» a un progenitor es que debemos «temer» a Dios (claro elevando la cosa a la máxima potencia posible).

¿Cómo procedería un ladrón si sabe que en el supermercado en que se encuentra han puesto un nuevo sistema de vigilancia que no deja prácticamente ningún rincón fuera de observación? No creo que se anime a «trabajar», ¿cierto? Lo mismo sucede con Dios, puesto que nos observa todo el tiempo, y si estamos concientes de ello, ¿nos atreveríamos a obrar mal sabiendo que El nos mira (aun sabiendo que ninguna persona nos mira)?

Pero hay un nivel superior a abstenerse de hacer algo incorrecto por temor a Dios. Es cuando (a más de abstenerte de hacer lo incorrecto) haces lo que es correcto por temor a Dios.

Te doy un ejemplo. Durante la segunda guerra mundial muchas personas se abstuvieron de asesinar judíos, gitanos y homosexuales a pesar de que estaba de «moda» hacerlo. Estas personas se abstuvieron de hacer lo incorrecto. Otras personas fueron más allá, adicionalmente, protegieron o escondieron judíos (o gitanos u homosexuales) para tratar de salvar vidas humanas. Estas personas hicieron lo correcto (si quieres leer un poco sobre ellas busca la página de Yad Vashem y busca el enlace a Historias de Gentiles Justos).

Pero hay todavía un nivel superior de conectarse con el Creador. Es cuando dejamos de hacer lo incorrecto y hacemos lo correcto, pero no (sólo) por temor a Dios sino por amor a Dios…

Mis padres son católicos, no son muy proactivos con respecto a esta religion, y yo no realize la primera comunión, sólo me bautizaron.

¡Gracias a Dios! Sí, gracias Dios que tus padres no sean proactivos en su Catolisismo. Si hubieran sido «fieles» a su Catolisismo te lo hubieran inculcado y tu no tendrías la maravillosa oportunidad de buscar por tus propios medios la Verdad.

¿No hiciste la primera comunión? ¡Felicitaciones! Yo tampoco la hice ni nunca la haré pues ya soy mayorsito y me he dado cuenta que hacerlo sería renegar de mi fé en el Creador.
¿Se puede meter el Infinito en una cosa finita? Imposible. Entonces, ¿tiene sentido creer que Dios se metió en el cuerpo de un ser humano? Creer en un dios-hombre es idolatría.

Desde hace años, que estoy en busca de la fe, de creer en algo… y el año pasado hay algo que me sucedió que me hizo pedir ayuda a Dios… realizar una demanda. Pero me di cuenta que si bien creo que existe un Dios, esto se produjo solo por la desesperacion…

En el capítulo del Camino del Gentil Justo que trata sobre la Oración dice:

Cuando un gentil se ve presionado por una emergencia personal, se espera definitivamente que rece a Dios. Tal plegaria demuestra una creencia básica en Dios, exhibiendo la confianza de que sólo El es Quien da el sustento y que sólo El sana. Aquel que no reza a Dios en época de necesidad demuestra que no crée en El sino en otras fuerzas.

Así que tu clamor a Dios cuando estuviste en aprietos vino de lo más profundo: fue porque reconoces efectivamente que El existe.

Lo que sí: no busques una «fé». Hay muchas, casi todas vestidas de piedad pero que contienen elementos de mentira e idolatría.
Más bien busca la Verdad. No te canses de buscarla. Cuando la encuentres te darás cuenta que no te exige rituales, si no simplemente que cumplas con tus obligaciones como ser humano civilizado y que seas feliz.

¡Sigamos adelante!
Juan

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Sobre el autor: El Dr. J. Mayorga es Matemático de profesión, Suma Quan Laude y mejor graduado de su promoción en Escuela Politécnica Nacional – Ecuador. Obtuvo su Doctorado en Ciencias de la Ingeniería (Mención en Modelamiento Matemático) en Universidad de Chile – Chile. Su trabajo de investigación tiene que ver con métodos matemáticos de la Mecánica Cuántica. Ha sido Representante en Chile y Coordinador Internacional de Fundación Luz de Vida, creada con el propósito de promover entre los hispanoparlantes la observancia de las Siete Leyes Universales, herencia de las naciones de acuerdo con la tradición judía. Ha traducido del inglés al español «Los Siete Colores del Arco Iris» (Y. Bindman), «El Camino del Gentil Justo» (Ch. Clorfene & Y. Rogalsky) y «¿El Verdadero Mesías?» (A. Kaplan).

Reglamentos de los mandamientos

El Eterno ordenó en Su Torá 613 mitzvot -mandamientos- para la nación judía.
De éstos, hay 66 que son reglamentos que debieran respetar los hijos de las naciones, los noájidas, pues son derivaciones de sus Siete Mandamientos Fundamentales.

Es una lista elaborada por el Dr. A. Lichtenstein a partir de la codificación legal de Maimónides.

Primer fundamento: No idolatría

  1. Prohibido pensar en la posibilidad de que exista una deidad que no sea Dios, el Uno y Único.
  2. Prohibido hacerse, o mandar a hacer, cualquier imagen con fines de adorarla.
  3. Prohibido hacer ídolos para uso de otros.
  4. Prohibido hacer cualquier escultura (de las vedadas), aunque no sean expresamente con fines idolátricos.
  5. Prohibido jurar por cualquier falsa deidad, ni adorarla, ni ofrendarle cualquier cosa, ni realizar ningún ritual religioso frente a un ídolo, incluso aunque no sea el acto habitual de adorarlo.
  6. Prohibido adorar cualquier idolatría de acuerdo a sus ritos corrientes.
  7. Prohibido sacrificar a los hijos en honor a las deidades.
  8. Prohibido la práctica y consulta de Ov.
  9. Prohibido la práctica y consulta de Iddoni.
  10. Prohibido recurrir a cualquier cosa idolátrica, sea de palabra, pensamiento, acción o cualquier otra cosa que pueda inducir a apartarse de Dios.

Segundo fundamento: No blasfemar

  1. Reconocer la existencia del Eterno.
  2. Reverenciar a Dios.
  3. Rezar a Dios.
  4. Santificar el Santo Nombre de Dios.
  5. Prohibido execrar el Santo Nombre de Dios.
  6. Estudiar las partes permitidas de la Torá.
  7. Honrar a los sabios de la Torá, y respetar a los maestros propios.
  8. Prohibición de maldecir (proferir insultos).

Tercer fundamento: No robar

  1. Prohibido hurtar (en secreto).
  2. Prohibido robar (abiertamente).
  3. Prohibido usurpar.
  4. Prohibido estafar (mentir).
  5. Prohibido negarse a pagar lo que se adeuda.
  6. Prohibido cobrar de más.
  7. Prohibido codiciar.
  8. Prohibido desear con ánimo negativo lo que es de otro.
  9. Permitir al obrero comer de los frutos de su labor, cuando se dan determinadas condiciones reglamentadas.
  10. Prohibido para el obrero comer de los frutos de su labor, cuando las condiciones no lo habilitan.
  11. Prohibido para el obrero llevarse los frutos de su labor, deben ser ingeridas en el lugar de trabajo.
  12. Prohibido secuestrar.
  13. Prohibido usar falsos pesos y medidas.
  14. Prohibido poseer falsos pesos y medidas.
  15. Se debe ser exacto en el uso de pesos y medidas.
  16. El ladrón debe devolver, o pagar por, lo que ha robado.

Cuarto fundamento: No asesinar

  1. Prohibido asesinar a cualquier persona (asesinato NO es lo mismo que matar o ajusticiar).

Quinto fundamento: No relaciones sexuales ilícitas

  1. Prohibido copular con la madre.
  2. Prohibido copular con la hermana.
  3. Prohibido copular con la esposa del padre.
  4. Prohibido copular con la esposa de otro hombre.
  5. Prohibido copular un hombre con un animal.
  6. Prohibido copular una mujer con un animal.
  7. Prohibido mantener relaciones homosexuales masculinas.
  8. Prohibido mantener relaciones sexuales un hombre con su padre.
  9. Prohibido mantener relaciones sexuales con el hermano del padre.
  10. Prohibido ponerse en cualquier situación que pueda derivar en un acto sexual prohibido.

Sexto fundamento: Establecer cortes de justicia

  1. Designar jueces y oficiales de justicia en cada una de las comunidades.
  2. Tratar con igualdad a los litigantes.
  3. Indagar diligentemente en el testimonio de los testigos.
  4. Prohibido proceder maliciosamente contra alguno de los litigantes.
  5. Prohibido que el juez reciba regalos o sobornos de los litigantes.
  6. Prohibido que el juez honre a uno de los litigantes en juicio.
  7. Prohibido que el juez actúe movido por el temor a uno de los litigantes.
  8. Prohibido que el juez llevado por su compasión favorezca a un litigante pobre.
  9. Prohibido que el juez discrimine a un litigante porque sea un pecador.
  10. Prohibido que el juez, llevado por su debilidad, no imponga las penas justas y apropiadas.
  11. Prohibido que el juez discrimine contra el extranjero, el desamparado o el huérfano.
  12. Prohibido que el juez oiga la declaración de uno de los litigantes en ausencia del otro.
  13. Prohibido designar a un juez con reconocida ignorancia de la ley.
  14. Prohibido incriminar bajo evidencia circunstancial.
  15. Prohibido castigar por delitos cometidos bajo coerción.
  16. La corte es la capacitada para administrar la pena capital.
  17. Prohibido que la ley sea tomada bajo propia mano, vengarse.
  18. Obligación de prestar testimonio en la corte.
  19. Prohibido prestar falso testimonio.

Séptimo fundamento: No comer partes de un animal con vida

  1. Prohibido comer partes de un animal que esté con vida.
  2. Prohibido comer partes de un animal que haya sido matado por otro animal.

Estos son los 66 mandamientos de la Torá para los judíos que debieran ser tomados como reglamentos por los noájidas.
Sin embargo no se agotan en esta lista.
Pues los noájidas pueden y deben asumir compromisos sociales expuestos en la Torá como mandamientos para los judíos, ser solidarios, ser caritativos, ser conciliadores, amar al prójimo, respetar y honrar a sus mayores, cuidar la naturaleza, dar vida, criar hijos saludables, cuidar la salud, desarrollar el un mundo de paz e integridad, etc.

Es tu tarea, hermano noájida, encontrar la guía idónea de un maestro judío que te muestre la Buena Senda que el Eterno ha diseñado para ti, para que te sumes con conciencia y ánimo a la sociedad de los que somos constructores de Shalom.

Resp. 170 – Equilibrio integral en la vida del Ben Noaj

talmidim2007 nos consulta:

Buen dia more si los 7 preceptos para las naciones son de orden espiritual puede ser que el cumplimiento cabal de los mismos lleve a un equilibrio en los demas planos (fisico,emocional,social y mental)y si es asi podria comentarme como
edgar juarez 29 años consultor mexico

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Un error lleva a otro error

Un error lleva a otro y así en una cadena descendente de miseria, dolor, mentiras, excusas, huida, falsedad, muerte…
Un error lleva a otro, tenlo presente y detén tu paso equívoco, busca la Luz, encuentra las señales que indican el Buen Camino, para que enmiendes tu conducta y corrijas tu vida.
Porque un acto positivo genera otro acto positivo, en una creciente buena onda que se expande hacia tu interior y hacia la sociedad.

Un error lleva a otro error.
Si adoras/sirves/crees en dioses que no son Dios, entonces fácilmente dirás cosas despreciables del Eterno. Te apartas de Él y entonces blasfemas, y tal vez ni siquiera te das cuenta de las manchas horribles que estás poniendo sobre tu alma.

Luego, de tanta lejanía del Eterno incluso la imagen de Él en tu prójimo desconoces, lo que te lleva a despreciar a otras personas, a mancillar su honor, a burlarte de su inocencia, a asesinarlo socialmente o realmente.

Cuando la vida del otro no vale nada, cuando da lo mismo si lo maltratas o si lo respetas, cuando el enojo es motivo suficiente para la ofensa gratuita, el golpe o la muerte, cuando el otro es «cosa», prontamente la belleza y pureza del contacto sexual se degrada, y te comportas como animal en celo. Te da lo mismo con quien te apareas, en tanto satisfagas tu instinto sexual. ¿Qué te importa? ¿Qué se meten los demás a decirte lo qué hacer o no? Si todo da lo mismo para el que no valora la imagen del Eterno en cada persona.

Por supuesto que si la vida no vale nada, si el honor e integridad del prójimo es despreciable, por supuesto que en un caso así sus propiedades están a tu disposición según tu voluntad. Tomas aquello que te gusta, sin ocuparte más que de tu seguridad y satisfacción.
Robas, defraudas, mientes, corrompes… ¿qué mas da?

A esta altura, te alimentas de carroña, cual animal.
Ni siquiera cruza por tu mente que hay un entorno que es tu hogar, el hogar de todas las criaturas.
Destruyes, ensucies, polucionas, maltratas, matas…

A estas alturas, qué te importa la sociedad, el orden, el progreso, la solidaridad, la justicia. Todo es un recipiente de basura, todo es confusión, desde adentro de ti hasta todo lo que ves.
Vives en el mundo que te fabricaste con tu desplome de un error detrás de otro…

Estás siempre a tiempo de retornar a la Buena Senda.
No precisas fe, sino buenas acciones.
Recomponer lo dañado, restituir lo perdido, reforzar tu comunión con el Padre Celestial, amar al prójimo con sincera generosidad.
Estás a tiempo, pero tómate un instante para ver en que lugar del peldaño estás… ¿ya seguiste dioses que no son el Eterno? ¿Ya dijiste cosas incorrectas acerca de Él y lo que es Suyo? ¿Ya asesinaste, de hecho o social/moralmente? ¿Ya  rompiste los lazos conyugales? ¿Ya robaste? ¿Ya maltrataste tu medio ambiente? ¿Ya fuiste corrupto?

Un error lleva a otro…
Querer ignorar tu situación es otro error…

Vuelve querido, vuelve a la Buena Senda, allí en donde estés…

Reproducirse y multiplicarse

Hace muchos años lancé una pregunta a la Web, esperaba obtener alguna respuesta, iniciar algún diálogo fructífero, generar alguna idea, algo… pero nada…

La pregunta decía más o menos así: ¿Por qué no se incluye la reproducción como mandamiento para los noájidas (como uno de los Mandamientos Fundamentales-Universales), siendo que el Eterno le ordenara a Adam y a Noaj (con sus descendientes) que se reprodujeran y se multiplicaran?

Te brindaré yo hoy la respuesta.

Como tú ya has sido instruido, el Padre Celestial ha comandado a toda la humanidad Siete Mandamientos Fundamentales, que son la base para la vida equilibrada, saludable, con vistas a la trascendencia.
A través de estos Siete Mandamientos se construye Shalom, dentro de uno mismo, con el prójimo y en la sociedad.
A través del cumplimiento cabal de estos mandamientos también se consigue la pureza espiritual, el reforzamiento del lazo indestructible que nos une con el Todopoderoso.

Por supuesto que estos mandamientos, al ser fundamentales, sirven como raíz y tronco a una serie de otras reglas, innumerables, que sostienen la vida y el progreso individual y colectivo.

Te los recuerdo:

  • No adorar, servir, reconocer dioses ajenos al Eterno.
  • No maldecir al Eterno.
  • No asesinar.
  • No robar.
  • No mantener relaciones sexuales ilícitas.
  • No comer parte de animal con vida.
  • Establecer sistemas de justicia (justa) en tu localidad.

Por supuesto que la orden de reproducirse está contenida en el mandamiento de no asesinar, puesto que el dar nueva vida es la contraparte de quitar la vida del inocente.

Pero, ciertamente que NO es uno de los mandamientos, no ha sido expresado por la divina Voz con ese carácter.

Y la cuestión es que en el fondo cada uno de los siete mandamientos fundamentales son frenos y canalizaciones a nuestros instintos básicos, que nos detienen el actuar emocional, de mero animal, y nos obligan a comportarnos como lo que somos: hijos de Dios.
Te doy un ejemplo muy claro.
El animal, por lo general, no contempla la pureza de sus relaciones sexuales, sino que las mantiene cuando el impulso lo domina y si la situación externa lo permite.
Pero no así debe ser con las personas, sino que uno primero debe reconocer la condición del otro/otra, si está disponible para nosotros y nosotros para él/ella, si estamos en el lugar y el momento que corresponde, y no solamente en el que la pasión nos demanda la acción.
De modo similar con los otros mandamientos.
No hay un instinto enclavado en nuestras hormonas que nos determine a ser justos, por lo que hay un mandamiento que nos exige serlo.
Y así con los demás, tómate un tiempo para pensarlo y entenderlo.

El reproducirse es un hecho normal, natural, apetecible, necesario en cierto punto.
No es una barrera a lo natural, sino que es parte del cauce normal de la persona.
Por tanto, para los noájidas no es un mandamiento, sino un derivado necesario de otro mandamiento.
Un mandamiento que le da parámetros, como el del respeto a los lazos conyugales; y otro que le da sentido, como el de preservar la vida.

Los judíos recibieron 613 mandamientos, acordes con la función que el Eterno les ha encomendado, que sobrepasa el de la construcción de Shalom, ya que se le agrega el de ser canales de santidad en el mundo.
Por tanto, hasta las acciones naturales están codificadas por los mandamientos que el Eterno ha dado en exclusiva a la nación judía.
Así pues, uno de los 613 mandamientos para los judíos es el reproducirse, expresado como mandamiento, legislado como tal.
Aunque no es así para los noájidas, como ya te he explicado, esto no quita la realidad de que también los noájidas deben poner empeño en procrear, en reproducir la imagen del Eterno en el mundo, como parte de su sagrada tarea de ser constructores de Shalom.

Cuando no se puede hacer, porque algún factor físico lo impide, entonces es menester que la familia noájida encare la posibilidad de adoptar criaturas, porque el mero hecho reproductivo biológico no es lo único que completa esta tarea sagrada, sino también la educación y acompañamiento de los hijos.

Pero además, podemos tener muchos hijos espirituales, que son aquellos a los que ayudamos a andar por la Buena Senda, a los que hemos atraído con bondad y justicia al modo de vida noájico.
Así pues, hermano noájida tienes ante ti una tarea inmensa, que te permitirá ser socio en la noble tarea de construir Shalom en Este Mundo, y te dará innumerables tramos de gozo celestial en tu posteridad.

Gracias a D’

La vida es efimera, el paso por este mundo no tiene un tiempo definido; algunos se van antes y otros después, unos ven más cosas que otros, unos viven más experiencias que otros, nacemos iguales, pero no morimos de la misma manera; el desarrollo de nuestra personalidad, de nuestra individualidad determinará eso. Seguir leyendo Gracias a D’

«Los Siete Colores…» al aire, ¡por fin!

Hace seis años, un día viernes allá en la bonita (pero no tan amable) ciudad de Viena abandoné, gracias a Dios, el Cristianismo. Medio helado y metido en las cobijas, leía unos artículos de fuentes judías ortodoxas, hasta que el sentido común y la lógica vencieron a la ya desgastada resistencia que presentaban mis creencias religiosas.

Lloré mucho. Pero no soy de las personas a las que les gusta llorar si no más bien de «armas tomar», como se dice en Ecuador. El domingo inmediato, fui a la iglesia donde iba y devolví unas cuantas cosas que me habían prestado, no volví nunca más. Ni volveré a entrar a una iglesia (a menos que sea para salvar la vida de alguien). Seguir leyendo «Los Siete Colores…» al aire, ¡por fin!