Mi preguta es sensilla:
¿los noajidas pueden tatuarse? debido a que Di-s se los prohibe a los judios.
Saludos
Ramon Balastegui
Este texto esta dirigido a aquellos que, si bien, no son seguidores del cristianismo como fieles corderos, practicando con fervor sus ritos y creyendo del todo sus mitos, guardan en lo más íntimo de su esencia un sacro respeto por lo que su tradición inculca.
Jesús ha sido, en esta era del mundo, el más controversial personaje, con respecto a él se han tejido y destejido sectas y organizaciones religiosas grandes y pequeñas, y todo esto sin ninguna de ellas tener suficientes evidencias de su existencia, ninguna religión o secta cristiana o profesora del cristianismo tiene evidencias exactas que muestren históricamente si existió el tal jesús o no, y si realmente son verídicos los milagros y enseñanzas que supuestamente hizo y dio.
Se hace necesario entonces aclarar e investigar los orígenes más o menos reales ó simbólicos del personaje “jesús”.
Empecemos:
Desde hace milenios se viene practicando en occidente el culto al sol, esto tiene sus orígenes en el primer héroe solar (Nimrod), que luego dio paso a Mitra en Persia y a Atón en Egipto. El símbolo del héroe solar no ha variado nunca y esta bastante relacionado con la astrología; de los signos egipcios el más conocido es el disco solar con el punto céntrico, y la cruz (que pareciera haberse fusionado con el pez), en la simbología persa/aria tenemos tanto el pez (un óvalo lazado formando una cola), la cruz (en este caso en forma de X o svástica) y nuevamente el sol, (esta vez es un disco con rayos saliendo del mismo).
Este culto, innegablemente irracional, desde todo punto de vista, centra el culto en uno de los millones de astros de igual o mayor tamaño que existen en el espacio.
La simbología no es la única que no ha cambiado, sino que todos los héroes solares entran por el “solsticio de invierno” y salen por “solsticio de verano”… esto esta ejemplificado en los templos solares desde siempre… Una entrada grande dispuesta hacia oriente, hacia dónde nace el sol, y una cúpula al final, con un óculo en la parte superior (la puerta chica) indicando el tránsito de los “fieles”.
Además de esto, los héroes solares mueren atravesados (como peces) con una lanza y además crucificados o colgados en un madero (tal cual se coloca al pez cuando es muy grande para tomarle la foto de rigor), éstos héroes solares nacen en la era de aries (lo que les vale para decir que son “corderos redentores”) y mueren en la era de piscis.
Jesús no es diferente al resto de los héroes solares, pues al igual que sus anteriores referentes nació en solsticio de invierno, en la era de aries, igual que sus pares estudió la magia y las tradiciones ancestrales de la idolatría, se proclamó así mismo: hijo de un dios, cordero que redime, salvador de los pueblos, único camino para conseguir la vida eterna, no dejó escritos propios sino que utilizó a sus discípulos para que escribieran sobre él, vivió una supuesta vida ascética, murió crucificado y atravesado por una lanza, y ascendió en el solsticio de verano.
Creo que durante las decenas de concilios que tuvieron que efectuarse para acordar las definitivas leyes y dogmas cristianos se tuvo muy en cuenta la historia universal de los héroes solares.
Ahora bien, pareciera que yo estuviera hablando de algo real, de algo, que aunque es descabellado, es probable que sea una visión cultural de D-s en occidente.
Pues no, estoy planteando todo esto para que no quede duda de que, desde Nimrod hacia acá, no ha existido ningún héroe solar, todos y cada uno de los héroes solares, tanto egipcios, como griegos, y así el último que es greco-romano no han sido sino mitos, leyendas sin fundamentos, historias entretejidas alrededor de una figura humana equis, existente en equis siglo… Zoroastro, Mitra, Apolo, Jesús no fueron sino instrumentos de unos aprovechados que, conociendo la tradición, implantaron una religión, idéntica a la anterior, solo que cambiaba de personaje.
Ahora bien… así como la tradición hebrea muestra a Nimrod, para aleccionar, así mismo muestra a un tal Ieshu (cuyo nombre es acrónimo coincidencialmente de Iemaj Shemó Vezijró lo que traducido es: que su nombre y recuerdo sean borrados)
Que lejos está de ser lo que los evangelios muestran;
Según la tradición hebrea Ieshu HaNotzri nació en el año 3671 de la Creación (año 90 antes de la Era Común)
Fue hijo de una mujer llamada Miriam que estaba casada con Iosef. Miriam cometió adulterio con un romano llamado Pantera y tuvo que esconder el origen del niño para no ser culpada de tan terrible delito y evitar que su hijo fuera considerado bastardo.
Hizo sus primeros estudios con el Rabí Iehoshúa ben Perajiá en el país de Egipto. Así que fue en su estancia en Egipto en donde Ieshu se inició en la brujería y la idolatría.
Al ser llevado su maestro a Israel por Shimón ben Sjhataj, Ieshú lo siguió. Dice el Talmud (Sanhedrin 107b), que fue un pésimo alumno de Rabí Iehoshua. Aterrorizado por el vil proceder de Ieshu, Rabbí Iehoshúa lo echó y lo rechazó como alumno, aunque luego de un tiempo le dio una segunda oportunidad, pero Ieshú lo rechazó y le contestó: "He aprendido que aquel que peca y hace pecar a otros no tiene derecho a arrepentirse", rechazando el ofrecimiento de Iehoshúa.
De acuerdo a los sabios Ieshú tuvo cinco discípulos: Mattay, diminutivo de Matitiyahu (Mateo); Nakay al parecer Lucas; Nétzer; Buny o Bunay; Todá, adaptado de Taday (Tadeo).
Ieshú sacó sus ideas paganas y poderes para realizar prodigios de la brujería que aprendió en Egipto, aprendió ciencias ocultas y perjudiciales. Ante esta situación un tribunal legalmente constituido, y con todas las garantías y de acuerdo al derecho vigente, lo halló culpable de crímenes capitales, siendo condenado a dos penas de muerte y muriendo apedreado a la edad de 36 años, una víspera de Pesaj. Su cadáver fue colgado de un madero, como modo simbólico de cumplir la segunda sentencia a muerte.
Ieshú ben Pantera no fue ni rabí, ni profeta, mucho menos el Mesías:
Ieshú no fue el Mesías pues no estuvo sobre el trono de David, ni dominó sobre el reino judío, ni trajo paz y justicia a los ciudadanos de Israel, en pocas palabras no se cumplieron en él las profecías mesiánicas.
Ieshu no era rabino, por no haber cursado los cursos correspondientes, por no haber aprobado los exámenes, y no llevó una vida que fuera apropiada a tal título. El título de rabino se puede cancelar inmediatamente dependiendo de la conducta adecuada o no de la persona, como ocurre con el oficio de doctor o abogado. Más bien fue un brujo y pecador.
Ahora bien, a nadie que tenga dos neuronas como mínimo funcionando en su cerebro puede caberle la menor duda de que en jesús y en mucho de lo que se le atribuye como doctrina no se puede, es un error demencial, creer.
Les pondré un ejemplo: Usted conoce a una persona mentirosa, ha dicho a todos sus amigos y conocidos muchas mentiras, usted ha escuchado de él mucha mentira, y de pronto viene a usted y le ofrece alguna cosa… ¿sería capaz de confiar usted en alguien que tenga fama de ser mentiroso/estafador?
Es una mentira/estafa creer en algún héroe solar, es una pérdida de tiempo y energía, además de ser un daño profundo para el acerbo espiritual de la persona.
De ninguna manera una persona puede confiar, practicar, celebrar, estar de una u otra manera vinculado a la errónea creencia mítica de jesús, es imperdonable que se lo considere en términos históricos como “un buen hombre”, no solamente porque no existe certeza de ello, sino porque hay una advertencia en el mito de Ieshu HaNotzri para aquellos que deseen ser fieles a la verdad.
Les pondré otro ejemplo: Usted lee un libro sobre algún tipo que vivió hace miles de años, el libro es una novela, en él se presenta al protagonista como un santito se inventan hechos milagrosos de él, evidentemente el protagonista existió, pero todo el adorno fue surgido de la imaginación del autor de la novela. Anterior a la publicación de dicha novela, historiadores han encontrado un escrito referente al tal personaje, el único existente para la época, escrito por personas honradas, en él se advierte que el personaje en cuestión era tracalero, no era de confiar… los historiadores y arqueólogos no saben nada más, no hay registros de que existió el tal hombre, no hay pruebas que demuestren ni bien ni mal… solo la advertencia ha sido encontrada. Y el otro libro que existe es la novela adornada con la mente de un autor que quizás lo que quiere es ganarse un dinerillo publicando la novela.
¿Sería usted capaz de confiar ciegamente en lo publicado en la novela?, supongamos que no crea en la advertencia antigua; sería mucha estupidez creer en una novela de reciente data… lo más sano es simplemente no creer, no tomar para nada en cuenta al sujeto en particular…
Para concluir, si usted desea ser libre, no se deje seducir por la religión, no tiene ningún sentido creer en algo vacío, si desea verdadera agua refrescante para su sed espiritual, no tome Coca Cola, tome del agua de vida que brota de la Torah. No hay palabra sensata (atribuida) a jesús que ya no haya sido dicha antes en la Torah… de hecho, no hay enseñanza más fresca y constructiva que la que emana de la Torah… lejos de complicaciones, de teologías elaboradas…
Tan solo practicar la bondad, creer en un solo Dios y ser justos y equilibrados. Nada más… sin intermediarios, sin fiestas escandalosas, sin celebraciones al sol ni a la luna, sin medidas estrictas de vestimenta, relaciones personales y/o instrucción académica.
Solo espero que en vísperas de Pesaj, así como los hijos de Israel celebraran su libertad, muchos noajidas también se hallen libertos de sus yugos…
Basado en enseñanzas del moré Yehuda Ribco.
Este es mi artículo número 100… ha sido un largo y pesado camino el que hemos transitado mi teclado y yo (en los actuales momentos es indebido decir: “mi pluma y yo”, ya que, a menos de que se trate de una palm, la única manera de escribir electrónicamente es a través de un teclado).
Bien, sigamos… En este, mi artículo número 100, oficialmente contabilizado, de mi propia autoría, quisiera compartir con ustedes esta historia. La historia del artículo número 100.
Eran apenas las doce de la nueve de la noche cuando mi escritor entró en la sala, encendió su computador, abrió el programa y ahí aparecí yo, apenas una línea me habia dado ya vida, aunque no conocía que iba a ser de mi, si por capricho de mi escritor iba a tratar de un tema religioso, o social, o quizás político… ahí estaban esas seis palabras escritas, esos tres puntos supensivos me tenían demasiado preocupado; ¿y si me dejaba inconcluso?, sabia de algunos artículos que jamás se publican, debe ser duro eso, decía yo; pero también sabia que algunos jamás llegaban a ser totalmente escritos, nunca veían más que diez palabras, el escritor salía con apuro y lo dejaba hasta ahí, y eso era lo último que sabía de aquel artículo… dicen que los artículos que nunca se terminan, cuando mueren, de soledad, no hayan reposo, pues no saben nada acerca de sí mismos.
Yo era un artículo especial, mis primeras letras decían: “Este es mi artículo número 100″, eso me dio alguna esperanza, si yo era su artículo número 100, mi escritor no se iba a olvidar de mi tan fácilmente, aunque yo creo que el artículo 100 de alguien no debe ser tan especial, hay más de 100 cosas que una persona puede decir, más de 100 temas que se pueden tratar; creo que mi escritor exagera un poco… bueno, un poco de exageración le da un tinte especial al artículo 100, lo hace más llamativo, la gente gusta de este tipo de atención, la verdad yo, como artículo, me siento halagado de ser tan llamativo, ¿de qué iré a tratar?, ¿cuál irá a ser el motivo por el cual pasaré a formar parte de la memoria de mi escritor, y de la de aquellos que me lean?, wow!, que grande, que rico se siente cuando a uno lo leen, cada vez que recorren las lineas se siente como fluyen las palabras, dejan de ser algo escrito y empiezan a formar parte de un mundo individual.
Mi escritor empezó a escribir, yo estaba tranquilo, veia en sus ojos un brillo que denotaba interés, muchas ideas pasaban por sus manos y quedaban plasmadas en mi, en realidad empezaba a saber cuál era mi propósito, mi escritor tiene a veces muy buen humor, escribe con ánimo, se le ve una sonrisa en la cara, lástima que un artículo no pueda sonreirle a su escritor, tanto que hay que agradecerle. Una vez mi escritor se rio de lo que él plasmó en mi, cuanta emoción, no será igual que sonreirle, pero si provocas risa en tu escritor debe sentirse igual.
Hay muchos temas de los que pude haber tratado, pero mi escritor procuró darme especial fuerza, y entonces me dio la oportunidad de contarles qué se siente ser artículo, qué se siente ser el número 100, por esto es que quiero a mi escritor, el piensa siempre en mi, me da connotada relevancia, es un buen tipo, aunque a veces deje a otros artículos por la mitad y nunca más los recuerde, no fue así conmigo.
Muchas gracias por escuchar mi historia, la historia del artículo número 100, fue un placer inmenso poder expresarme gracias a mi escritor. Espero que ahora ustedes dejen que sus artículos también puedan disfrutar lo que yo he disfrutado.
¡Aman y Faraón, más semejantes hoy que nunca!
Mientras escribo este artículo, la luna esta completamente obscura, y entonces viene a mi mente aquella frase, fresca aún en mi memoria, cuando mi bisabuela veía algún fenómeno espacial y decía exclamativamente: “¡Señales en el cielo, ruinas en la tierra!”.
Este mes de Adar ha visto ya el primer eclipse, uno total de luna, aún falta para el último día uno parcial de sol.
Quizás muchos no relacionemos muy bien que mensaje podría querer transmitirnos nuestro Creador por medio de estos eclipses; pero me atreveré a sugerir algunas posibles muestras de lo que el futuro les depara a los Amanes del mundo y sus semejantes Faraones.
Tanto Purim como Pesaj son festividades de alegría y libertad; en Pesaj, D’’s mismo, con portentos, señales y milagros más que evidentes salvó a Israel de la esclavitud física, los llevó a Sinaí y los adoptó como pueblo Suyo; en Purim, D’’s, por medio de los maduros líderes de este pueblo, reafirmó su decisión, mostró que no hay debajo del cielo otra Nación como Israel, los salvó ahora de la muerte física, y los condujo nuevamente a su regazo, ahora en tierra prometida.
Pesaj simboliza el nacimiento de un pueblo, Purim simboliza la madurez; sin embargo, aunque estas dos fiestas son alegres y su símbolo nos induce a la alegría del espíritu, para cierto grupo no es así, para algunos estas dos fiestas son símbolo de amarga soledad y vacío, de fracaso. En Pesaj, el duro corazón de Faraón vio como sus huestes eran esclavas de la fuerza del mar, después de que los hijos de Israel hubieron cruzado en seco, en Purim, Aman sintió en carne propia lo que su corazón tramó para los hijos de Israel.
A mi parecer hoy la luna da un claro mensaje a los actuales Amanes… muestra la sangre de los justos, se enrojece al punto de ennegrecerse para enseñarles a los asesinos y terroristas sus crímenes… más tarde, cuando falte un escaso día para iniciarse el mes de Nisán, cuando apenas falten horas para iniciarse un nuevo año en Israel, estará dando un mensaje el sol, a los Faraones actuales del mundo… les mostrará el juicio que sobre ellos vendrá.
Amanes y Faraones de este siglo, los que aún viven, los que aún hacen maldad, los que aún perseveran en su injusticia y se sienten rebeldemente cómodos puestos contra el Rey de Reyes… recuerden estas fechas, 14 y 29 de Adar, recuerden que en estas fechas les ha sido mostrada por Providencia Divina, su sentencia. Se que ustedes no rectificarán, que su corazón se endurecerá, que sus macabros planes trazados tratarán de seguirlos, pero no verán sus objetivos cumplidos, se frustrará ahora por completo y para siempre la esclavitud y la muerte, sus imperios caerán, sus cimientos serán estremecidos por el implacable juicio de Hashem.
Ahora bien, para los justos y Santos de Este Mundo estas señales representan alegría y esperanza. Alegrémonos y tengamos esperanzas de que actuando como lo hicieron los hijos de Israel, con valentía, actitud y compromiso llegaremos a librarnos totalmente de la esclavitud y evitaremos la muerte espiritual.
Cuando comencé a leer acerca del Judaísmo, me sentí fuera de lugar, como si el pueblo hebreo me excluyera. Dentro de mí sentía un gran vacío por el hecho de no contar con la gran fortuna de haber nacido judío.
Cada vez que leía a un Rabino, recordaba aquel viejo pasquín anti-semita "Los Protocolos de los Sabios de Sión", y mi ignorancia conectaba y acomodaba las ideas de aquella pseudo-novela (inventada para justificar lo injustificable contra el pueblo Judío), con las palabras de sabiduría que destilaban de los Sabios de Israel en los artículos que leía.
Solía mal-entender la necesidad y la urgencia con la que los Rabinos y estudiosos de Torá llaman a su pueblo a la unidad, tal como es la voluntad del Eterno.
Me confundía el concepto de Primogénito…
Como si un padre solo tuviera amor para éste.
Como si los demás hijos, que le han demandado de todo su amor para poder subsistir y desarrollarse, no fueran dignos de ser felices, sabios.
Como si cada uno de ellos no estuviera llamado a desarrollar su potencial al máximo, para recibir toda Su enseñanza, y propagar y dar continuidad a su esencia a través de las generaciones.
Si, lo admito, sentí celos, como alguna vez lo sintió Caín, que optó por hacer el mal…
Así como también lo hizo Esaú, el hijo malvado de Isaac, que optó por honrar a su padre, para obtener ventajas, y no por amor o respeto. Sólo que yo hoy, Bendito sea El Eterno, cuento con la libertad y algo de entendimiento, que me posibilita usar mi libre albedrío para construir el mundo tal como el Padre lo dispone: según mi identidad gentil, como heredero de un hombre, Noé, que fue justo en una época en que el mal era bien visto.
El rol de los Judíos, como sacerdotes del mundo, es vital para el mundo entero y no sólo para Israel.
Preservar la herencia es saludable e importante, no solo para el pueblo de Dios, sino para todos los seres humanos, que vemos en el hermano mayor un modelo de vida y conducta.
Por ello es tan importante la identidad y los símbolos propios de los guías de la humanidad, para que sean distinguidos entre la muchedumbre para que se resalte su esencia.
Muchas dudas surgen, una que a mi me costó en particular y de hecho apenas ahora la estoy "digiriendo":
¿Por qué ciertos privilegios a un grupo de personas?
¿Por qué el llamado a ser especiales?
Yo me respondo con la analogía de un Rey, sí, un monarca: goza de ciertos privilegios, pero que carga consigo una gran responsabilidad – la de guiar a sus hermanos con sabiduría, procurando el bienestar de todos, poniéndose a su entero servicio, tal como debe ser.
Otro ejemplo con el que mi maestro me aclaró este punto, que admito me costó interpretar, resulta ser bastante ilustrativo: Un bus (El mundo), requiere de pasajeros (La Humanidad), y requiere de un conductor (El Pueblo judío), para llegar a buen término, ahora bien, ni los pasajeros , ni el conductor, son el uno mas importante que el otro, los dos son importantes, pues un Bus sin pasajeros, ¿hacia donde podría ir?, igual, estos pasajeros , sin un conductor idóneo, podrían terminar en un abismo.
Así que alegrémonos pues contamos con la mayor evidencia de la existencia de Dios: su pueblo escogido, su Primogénito con su Torá viva.
Procuremos como hijos de Noaj, como hijos del Creador, hacer nuestra parte para que su misión sea llevada a cabo: sirviendo con humildad y compromiso a la manera gentil – escuchando atentamente lo que El tiene para nosotros, lo que El manda.
Cuando pensamos en el dolor, inmediatamente nos remitimos a situaciones
extremas, donde nuestra alma y cuerpo siente una terrible sensación de
pesar.
Hablamos de sufrimiento como si entendiéramos toda su plenitud y, en
definitiva, lo consideramos malo.
Todos en la vida sufrimos en algún momento, y me atrevería a afirmar
que el dolor (en mayor o menor grado) está presente en casi cada instante de
nuestra existencia. Ahora bien, poco sabemos de nuestra procedencia y de
nuestro destino. Siendo así:
¿Para qué o por qué este sentimiento tiende a acompañar casi cada
instante de nuestra vida en una u otra forma con mayor o menor intensidad?
Si aceptamos que fuimos creados con un propósito, el de refinar nuestro carácter, y acercarnos a la Fuente de todo lo existente y lo no existente, tal como afirman los Sabios, ¿no cambiaría nuestra forma de asumir nuestro destino, nuestro yugo"?
¿Acaso no es bendición esos encargos que El nos da, de manera que nuestra alma, nuestra esencia, se pueda pulir para acercarnos más a El?
De cierta forma, la pena y el dolor están ahí, para movernos, para recordarnos quienes somos, para regalarnos ese don preciado de la humildad.
También nos obligan a acercarnos a los demás, para reconocer en nuestros pares, a nosotros mismos.
El libre albedrío , también presenta sus problemas, uno es que es mal usado por algunos que encuentran en hacer el mal al prójimo, su forma de vida. Todos en alguna oportunidad o muchas, le hemos hecho daño a alguien, es por eso que El Eterno nos ordena establecer cortes de justicia, para mitigar esa forma de dolor.
El sufrimiento como señal de nuestro errado proceder, pretende volvernos al camino correcto, lastimoso, pero las más de las veces el daño es causado por nostoros mismos, por desconocernos como humanos, como creación de la mismísima Bondad, que pronto enviará al Rey de los Hebreos para redimir al mundo.
Últimamente me he hecho una pregunta que resulta algo incómoda, sobre todo
con los valores de Occidente:
¿Será que en el mundo por venir, cesará el sufrimiento?
¿Será el deseo de cada ser humano?,¿Será el de Dios?
No clamo por que cese el dolor.
Siempre estará ahí.
Pero, cuanto más cumplamos con su voluntad, las Siete Leyes para los gentiles y los 613 mandamientos para los judíos, estaremos más cerca al Creador y por ello estaremos en condiciones de sobrellevar las vicisitudes y dolores de la vida
Muchos aún no conocen a profundidad lo que es el noajismo, algunos siguen pensando que es una nueva religión y otros estan llegando apenas a ver de qué se trata esto.
Pues, es por esto, que he escrito esto (originalmente publicado en forocomunidea).
“Si seguimos la maduración de la idea monoteísta en sus consecuencias ulteriores sólo llegaremos a una conclusión: no mencionar para nada el nombre de Dios, no hablar acerca de Dios.
Dios se convierte entonces en lo que es potencialmente en la teología monoteísta, el Uno sin nombre, un balbuceo inexpresable, que se refiere a la unidad subyacente al universo fenoménico, la fuente de toda existencia; Dios se torna verdad, amor, justicia. Dios es yo, en la medida en que soy humano.”
(Erich Fromm en “El Arte de Amar”)
Esta maduración de la que habla el filósofo antes citado, es la que mueve el eje central del noajismo. No hay más secreto que éste. Dios se ha dejado de llamar Religión, el hombre ya no necesita, para saber que ama a D’’s, de prácticas ritualísticas y complejos sistemas teológicos que pretenden explicar lo inefable.
D’’s se ha dejado de ver desde el punto de vista patriarcal, así como también desde el punto de vista matriarcal, podría decirse que ahora no ocupa un lugar, sino que lo abarca todo; cada resquicio de la vida de la persona, en esta “madurez” ahora esta sanamente invadido por una profunda conciencia y acciones que identificamos con Él.
El Noajismo, como se ha explicado en numerosas oportunidades, no es algo nuevo; si lo vemos desde el punto de vista estricto, su origen se remonta a la época post-diluviana inmediata; y su duración (enseñanza y práctica consecuente) podemos seguirla hasta la época pre-sinaítica (Los Sabios explican que los hijos de Israel que vivieron antes del Éxodo, así como los Patriarcas de Israel, fueron noajidas, pues en este tiempo no se habían revelado los Mandamientos que dio a Israel como heredad eterna). Luego de que D’’s se revelara a Israel, entregándoles Su Torah y dándole atribuciones “especiales”, vemos como progresivamente el mundo noajida aparece en otros términos; ya no como aquellos seguidores fieles del Eterno, sino como “descarriados”.
Podemos concluir de esto, que, históricamente, el noajismo como práctica hereditaria, es decir, como Tradición de las setenta naciones descendientes de Noé, fue mermando, hasta desaparecer casi completamente. Las posibles consecuencias de esta desaparición pueden tener un trasfondo bastante intrincado de averiguar, ya que pudieron haber influido varios factores, como el nacional-imperialismo, el auge de la magia y las artes ocultas, el egoísmo por parte de algunos gobernantes y su desmedida ambición por convertirse en “dioses”, o “semi-dioses”, el ascetismo, el desequilibrio a favor de una excesiva intelectualidad, el perversionismo, y pare usted de contar…
Sin embargo, y volviendo al origen del noajismo, podríamos concluir que tal herencia/cualidad (noajica/integralista) proviene desde tiempos primigenios, o sea, nació con el ser humano; ya que Adam no tuvo más que seguir principios integrales de vida para tener una sana relación de “amor” con D’’s y construir “shalom/paz”
Esos principios podemos desglosarlos de esta manera:
Creo que las he sintetizado bien.
Estas son las leyes básicas que un noajida debe seguir, abandonando, claro está, todo vestigio que empañe el libre y fluido desarrollo de los principios que nos acercan a D’’s.
En variados artículos Yehuda Ribco ha explicado la importancia (pero no determinancia) de un nombre sobre la persona que lo lleva. No me voy a meter en asuntos del Moré. Para preguntas más serias por favor, con paciencia, acudan a él…
Pero, como dice el título de este artículo, estoy en este momento dando gracias a Dios por haber inspirado a mis padres. O mejor dicho por no haberles inspirado tantísimo…
Me pusieron Juan Ricardo. Simple. Dios les pague. No hay para que buscar la quintaesencia de su significado. Es importante que no tenga un contexto como Adolfo o Stalin o Coronel Hugo, etc. Pero como verán en el artículo de mi compatriota Aurelio Paredes, periodista de la Revista Vistazo, otros de mis coterráneos tuvieron padres con hartisisisisima inspiración…
Como dice la canción: Es mi tierra linda de Ecuador tiene de todo…
Para terminar: si tiene ganas de hacer turismo, vaya a la provincia de Manabí, allá en Ecuador, a más nombres exóticos encontrará las mejores playas y la mejor comida ecuatoriana! Y dejo constancia que no soy manabita….
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http://www.vistazo.com/estilo.php?sEdicion=946&sID=8&id=987
Hitler vive en Manabí
Se imagina a Hitler con sus tres generaciones residiendo en Ecuador y dedicándose a la política, la mecánica y la animación de fiestas, o un lugar donde él como disc-jockey ponga a bailar a John Kennedy, Chaplin, Cristóbal Colón, Franklin Roosevelt, George Washington, Simón Bolívar, Juana del Arco, Gary Cooper, Blanca Nieves, Klifford o Ben Hur.
Si cree que esto es imposible, basta con visitar en Manabí, Chone, Convento y sus alrededores, para entender que ahí todo es posible.
“Tener personas con nombres raros es nuestro orgullo. Muy pocos se averguenzan de ello y hasta hoy conozco alguien que lo haya cambiado. Esa es nuestra identidad por ello muchos nos aferramos a mantener esa tradición, aunque la ley trate de impedirlo”, dice Hitler Fluver Corral Saldarreaga, chonero de 64 años, quien legó su nombre a tres de sus hijos, Hitler Leonardo (14), Hitler Stalin (10) y Hitler Humberto (26), quien a su vez bautizó a su primer hijo, Hitler Aníbal (5), que ya habla del historial del nombre.
“Es por un señor alemán de bigotes como los de Abdalá, que era muy malo”.
En esta zona costera de montañas agrestes, caminos culebreros, calores sofocantes, famosa por la belleza de sus mujeres, revisar los archivos del Registro Civil, los directorios telefónicos o conversar con su gente es entrar al mundo de lo inesperado.
Tal es la idiosincrasia manabita, que ello es motivo de estudio. Así, escritores como Mar Pacífico Cedeño publican libros donde constan nombres como: Nereis, Elito Estenio, Algemiro, Jese, Exdison, Lidix, Benéfrido, Blanca Celeste, Rosa Librada, Diosa Eufeli, Kliffor Wesmiter, Jafec Zagalo, Jesús Glorioso, Esilda, Everguito, Lucero del
cielo, Alcímidor, o Claro Oscuro.
Dicha fama hizo que hace 20 años, el periodista Marcelo Marchán, “Tomás del Pelo”, en su página humorística de diario El Universo, organizara el vicecampeonato nacional de nombres raros.
Vicecampeonato, porque según él, el campeonato ya lo había ganado Chone.
Origen de una costumbre
Pero, ¿cuál es el origen de esa particularidad? Para el historiador Enrique Delgado Coppiano, todo se remonta 150 años atrás cuando Chone, llamada así por el vocablo cara “Casa Ardiente”, era una comarca poblada por gente extremadamente religiosa, cuya costumbre por devoción era poner a sus hijos, nombres del santoral católico. Así, los primeros choneros se llamaron: Pedro, Pablo, María o Matilde, como también: Ambrosio, Hermenegildo, Anacleto, Basilio, Melanio, Teresa de los Andes o Juana del Arco.
“La tradición fue evolucionando. En 1880 llegaron los primeros inmigrantes europeos (griegos, yugoslavos, alemanes, italianos e ingleses) y turcos (no libaneses) que venían huyendo de los conflictos políticos y que vieron en este valle exuberante un sitio próspero para establecerse, por la extracción de madera de balsa o caucho. Con ellos llegaron también sus nombres que pertenecen a filósofos y personajes de la literatura y la época”, dice Delgado.
Así, se popularizaron nombres griegos como: Agamenón, Pericles, Aquiles, Fenelón, Temístocles, Afrodita; italianos como: Giussepe, Paulo, Robertino, Giampero, Valerio; o alemanes como: Froben, Klausen, Karlz o Franz.
“Poner nombres poco comunes se fue haciendo parte intrínseca del manabita, sobre todo en el campo, donde se agregó su propia creatividad, inspirado en la naturaleza.
Arbolito, Crepúsculo, Ocaso, Viento de la Mañana, Floreslinda, Amapola, Rosalva”, señala Cedeño, cuya familia es testigo de ello. Entre sus 11 hermanos están: Sol Ecuador, Zoila Estrella, Cielo Rocío, Aurora del Amanecer y Alba.
Tal es el orgullo de los Mares, que el que legó su nombre a su hijo y su nieto, aún lamenta no haberle puesto Mar de Belén a su hija, por oposición de su esposa María de Lourdes, quien dio su nombre a la niña. Pero fue mejor, así evitó que la molesten, comentamos. “No crea, aquí la gente no se molesta por su gracia (nombre) o por cómo “menta” (cómo se llama) pues tiene nombres peores”, acota.
Algo parecido señalan los Hitler. “A nosotros nos dicen ¡Heil Hitler!, ¡Führer!, o ¡Nazis!, pero uno no hace caso y ya”, dice Hitler Corral Vera, quien además del nombre, heredó de su padre sus oficios de mecánico y animador de fiestas. “Los invitados dicen que ellos bailan con Hitler, nosotros preferimos llamarnos los mecánicos del ritmo”, bromea.
“El nombre no hace al hombre, todo lo contrario, el hombre se hace un nombre y debe honrarlo. Yo al igual que Hitler hago política, pero mientras él fue un genocida, lo mío es el servicio”, dice este dirigente estudiantil y sindical.
Pero no todos se enorgullecen del nombre. El juez Tercero de lo Penal de Chone, Adolfo Hitler Flores de Valgaz Álava, prefirió no comentar sobre el tema, ni permitir fotografías, pues como juez tiene una imagen que mantener, como para bromear por un nombre que no pidió llevar y que no se lo cambia por respeto a su padre, que por mantener la tradición, bautizó con nombres inusuales a sus 17 hijos, de los cuales el más popular es Querido Ecuador.
Entre los Flores de Valgaz hay los Holmes Bladimiro, Cita, Tirsa, Pascacio, Balduvino, Barón, Ensa, Gudfe, Amnys, Odilón, Euler, Jaminthon, Winter Bienvenido o Giu Ecuador.
“Así son nuestras tradiciones. Hay familias enteras que tienen nombres raros y hay como una disputa entre parientes por ver quién pone los más originales”, acota Mar Pacífico Cedeño, que tiene en su familia a Mareike, Ilka Grushenka, Katleen Nesbit, Lisken, Sirena del Mar de Vinces, Sol Abraham, Oyuki Miosotti y Zura Dalinda, quien no dudó en bautizar a su hijo como Jason Arick.
“Cada nombre tiene un porqué, el mío es por un ave silvestre, mi hermana Oyuki por una novela japonesa que leía mi madre, Miosotti por una flor. El de mi hijo porque su padre tenía un amigo que falleció y se llamaba así”, señala Zura Dalinda.
Rarezas y mitos
Delgado Coppiano, cuenta que en los años 30 y 40, la costumbre se afianzó tanto al punto que se hizo una “obligación”.
Así por afán de imitación se ponía nombres de artistas o escritores como Gary Cooper, Douglas Fairband, Shakespeare, Tito Guizar o Charles Chaplin; de servicios públicos que llegaban a la zona como: Autoridad Portuaria, por agradecimiento a marcas que sirvieron para su supervivencia o simplemente por novedad.
Su afán investigativo nació por curiosidad, pues siendo propietario de la imprenta Colomba que elaboraba los diplomas escolares, se encontró con nombres que lo sorprendieron como: Talco Johnson y Land Rover Zambrano, Zinger Moreira, o Eveready Mancilla.
“Al ir a los colegios a hablar con los padres de los chicos para preguntar el origen del nombre, tuve cada sorpresa. Zinger se llamaba así, en agradecimiento a la máquina de coser con la que la abuela del niño, mantenía la familia; Land Rover porque ese jeep que aquí se usaba como taxi, causó la prosperidad del importador Benustti Zambrano. Talco Johnson, porque al nacer el niño tuvo salpullido y una monjita de la Caridad del hospital le dijo a la madre, póngale talco Johnson para que se cure y ella entendió que era el nombre que debía ponerle”.
Sin embargo, reconoce que también hay “fábulas” creadas por cuentos de la gente, como la historia de una señora Pita casada con un señor Alache, que al parir sintió tantos dolores que bautizó a su hija como Dolores Alache Pita; o del señor Vaca y la señora Gando, cuya madre se llamaba Zoila, por quien bautizaron a su hija como Zoila Vaca Gando. Así hay la fábula de Sóstenes Zenón Bustos, Estoika Gando, Armando Bronca o Zoila Dueña de la Casa.
“Eso debió suceder, con los nombres que investiga”, dice el jefe del Registro Civil de Portoviejo, Enrique Zambrano, cuando le inquirimos por varios nombres peculiares aparecidos en el concurso de nombres raros. “Si no constan en el sistema ni como cedulados, ni como no cedulados, ni están en el registro de fallecidos o de nacimiento, es porque o no existieron o porque son personas que existiendo nunca registraron su identidad”.
Lo cierto es que nunca pudo hallarse el registro de: Semen de los Dioses Bazurto Quezada, Perfecta Circuncisión Hidalgo, Burger King Herrera Suárez, Houston Texas Ponguillo Loor, Martes Trece Santana, Cadena Perpetua Vásquez Jijón, Año Bisiesto Owen, Everguito Coito o Dosauno Angulo.
Más allá de fábulas, la costumbre existe, aunque la ley lo prohíba. “A veces es difícil hacer entender a la gente que no ponga esos nombres. He tenido conflictos terribles, en los que para evitar problemas, se tiene que ceder”, acota.
Por ello, hace poco tuvo que inscribir a Roberto.-, ¡Sí! Roberto.- (con signo de puntuación), Rafaye al hijo de Ramón Falconí Yépez, por las dos primeras letras de sus nombres; o Sida, Shakira, Tin Delgado y David Beckam.
De seguro, quizá pronto alguien quiera bautizar a su hijo como Dale Correa, porque al parecer, así como Ripley es ecuatoriano, Fulano de tal, Menganito, Perencejo o Palito de los palotes, debieron andar por Manabí.