Archivo de la categoría: agro

Me presento 1

Mi nombre es Eleazar Trujillo García, nací en un poblado llamado Omeapan, que pertenece al Municipio de Tlacolulan (lugar de los escribientes, en tiempos de los aztecas fue un lugar de recolección de tributos), Veracruz, México, el 5 de noviembre de 1983, ese lugar ubicado en la sierra aun lado del Cofre de Perote, es un lugar fresco hace años las nevadas eran habituales, crecen confieras, especialmente el pino pero tambien el roble el encino y un árbol nativo de la región denominado Ichcalahuate, no es muy grande pero es de corteza y hojas de una tonalidad gris, a mi me cautiva el aspecto que ofrecen cuando sólo ellos pueblan una zona, resplandecen con la luz del sol. Mis padres por cuestiones de seguridad tuvieron que dejar  ese hermoso lugar y asentarse en otro igualmente hermoso, La ciudad de Xalapa de Enríquez capital del estado de Veracruz-Llave, esta de clima más templado, esta llena de frescura, era conocida por su hermosa vegetación de la que aún quedan abundantes representantes, y por ello fue denominada “Ciudad de las Flores” (hay personas que creen que este es el significado de Xalapa), aunque Xalapa significa manantial en la arena (o manantial arenoso) en honor a un barrio indígena, al caminar por ella aún se notan abundantes árboles entre el desarrollo urbano, salpicándose unos a otros, es una ciudad asentada en las faldas del cerro Macuiltepec, toda ella, rodea este cerro, todo tapizado de frescos y verdes árboles, toda la orografía de Xalapa es accidentada. Además es denominada La Atenas Veracruzana, esto es por que durante mucho tiempo ah albergado la cultura del estado, debido, a sus escuelas,  teatros, bibliotecas y la Universidad Veracruzana, en este lugar crecí, desde los 45 días de nacido, mis padres se asentaron definitivamente en este lugar.

 

Sólo para revisar lo poco que les quedaba en el rancho, lo visitaban los fines de semana, así que mi primera infancia la pase en Xalapa y visitando mi lugar de nacimiento ocasionalmente, esto genero en mi un profundo aprecio por la naturaleza y por las platicas de mis padres con migo (que eran abundantes, por el periodo en el que entraban, pues se aproximaban a los 50 años) donde hablaban con nostalgia de su estancia en la sierra, también me despertó ese aprecio por lo antiguo. Disculpen que me extienda, pero se dicen que el lugar habla mucho del tipo de personas que en el habitan.

  

Eh de aceptar que soy algo temperamental, por lo que una de mis metas es controlar plenamente mi carácter, así como me conduelo y comparto el dolor o la alegría ajena, también me enfado con facilidad.

 

Es a saber que mi alejamiento del cristianismo comenzó a mediados del 2001, con una investigación que regalaría a mis compañeros de clase (de la Facultad de Física) pues me consideraba un “misionero de la verdad” incluso la elección de la carrera de Física, fue con el objetivo de tener más bagaje para adquirirla (según yo verdad aparte demostrar que fe y razon no estan peleadas), pues detrás de mi, una profunda baja autoestima me impulsaba al reconocimiento de los demás, y por ello siempre me encantaba que mis interlocutores aceptasen mis aseveraciones, por ello me aventuré a realizar un panfleto en el que buscaba hacer demostraciones de mis “verdades”(o más bien defender).

Comencé tratando de mostrar de forma enciclopédica (y no por investigación directa) algunas de las evidencias del diluvio, después pasé por una escueta Historia de Israel (de interpretación cristiana), para según yo demostrar el por que “dios” había tenido la necesidad de hacer un nuevo pacto, para ello debía demostrar según yo que la venida de Ieshu, estaba profetizada y con toda exactitud, por los profetas de la verdad, por lo que, tomando las concordancias y otros panfletos cristianos donde por cada acción de Ieshu te remiten a un pasaje de los profetas, al hacer los seguimientos de estos, me empecé a dar cuenta de que todos ellos eran situaciones fuera de contexto, mis únicas bastiones eran para mí las 70 semanas de Daniel del capitulo 11, pero en ellas con libros de Historia en mano los cálculos no cuadraban por más que buscaba fechas la exactitud era grosera, para colmo al investigar las fechas del nacimiento de Ieshu era otro problema, por lo que los márgenes de error eran molestos, la otra bastión era el capitulo 53 de Isaías, pero encontraba serios problemas con palabras que me molestaban, si Ieshu era el hijo de dios ¿por qué razón lo denomina siervo? un hijo no es un siervo, eso no era propio. Mí temeridad me llevo a seguir con mi cometido, y al final terminé utilizando el manipuleo sentimental (era la única herramienta efectiva que me quedaba).

Les regale mi panfleto de unas 200 hojas con dedicación a mis amigos, pero con ello comenzó mi duda. Más adelante platicando con ellos, con sinceridad les manifesté, que si hubiese conocido directamente a Ieshu, no sería su seguidor, sólo que me demostrará sin ninguna duda que el era quien decía ser, y esto no con milagros sino con las Escrituras, uno de ellos sorprendido (pues no tenía mucho que les había regalado el panfleto) me dijo que me pasaba lo de los fariseos que por mucho estudiar, se confundían  (el conocimiento libera de la falsedad). en un primer intento personal trate de justificar a Ieshu y creer que los malvados habían sido sus discípulos y Saulo de tarsis,  poco a poco deje, de “orar” a Ieshu, y comencé a dirigirme al Dios de Israel, al asistir al templo cristiano en el que mi familia es cofundadora y al que yo fui asistente activo, deje entonar las alabanzas y me dedicaba a postrarme todo el culto, y solo dedicarme a orar, pues sus alabanzas eran palabras dolorosas parami, pues eran todas mentira.

 Siempre había sido un ejemplo para los niños y jóvenes de esa iglesia, pues desde chico como tararilla repasaba los conceptos sin temor ante la gente, no me apenaba que me  calificaran de fanático, para mi era un orgullo, la gente se sentía conmovida al escucharme hablar, pues siempre había manifestado habilidad para la oratoria y la improvisación, durante mi adolescencia no evidencie en publico mis crisis, sino todo lo contrario, algunos estudiantes de psicología al platicar con migo les llamaba la atención la madures que presentaba al platicar con ellos (esto es supongo por que mis padres de origen rural y de edades que rebasaban los 50 años y siendo el menor de todos mis hermanos mi convivencia con ellos era más intensa). A mi me elevaba el ego el escuchar tanto elogio desde los pulpitos y en las platicas con la gente, es curioso que cuando mis compañeros de bachiller, tenían problemas en sus hogares recurrían a mi, para recibir consejo o sólo para desahogarse y pedir que orara por ellos…

AMAR A UN SER HUMANO.

Amar a un ser humano es ir más allá de su individualidad como persona;es percibirlo y valorarlo como una muestra de la humanidad entera, como una expresión del hombre, como una manifestación palpable de esa esencia trasendente e intangible llamada ser humano de la cual todos formamos parte, es reconocer a través de él, el milagro de la naturaleza humana, que es tu propia naturaleza, con toda su grandeza y limitaciones, apreciar tanto sus facetas luminosas y radiantes, como sus lados oscuros y sombrios

La disputa I

Esta cancion esta inspirada el el texto «La disputa de Barcelona». me quedó material para armar la parte II, pero si no puedo hacerla agregare contenidos a esta y la cambiare, con lo cual solamente quedara La disputa.

No voy hacer un gran tema ni un hermoso estribillo
cantando la verdad, tiene su propio brillo…

Convenciendo, mintiendo, significados cambiando
durante siglos intentando convencernos del colgado
en tu locura ansias que jesus sea el mesias
o pero todavia, que el mesias ha venido
milagrosamente nacido, el espiritu concebido
con estas palabras puede que te abras
y nosotros perseguidos, el odio conseguido
de todos los malvados, piratas de la fe, son varios
igualmente llevando la voz cantante
usando la lengua como escudo
lo que digo no lo dudo, lamento desilusionarte
jesus no es el mesias el no nacio el dia
que destruyeron el templo, antes fue su tiempo
todo lo suyo trascurrio, nacio y fue muerto
tambien quisiera hablar, a los oyentes informar
de su reinado, donde fue en que momento, reino el colgado?
el profeta ha dicho que desde mar a mar
el mesias extendera su reinado
desde el rio hasta los confines de la tierra
han cortado la historia con una sierra?
jesus no tuvo gobierno, menos un reino
despues de muerto no tuvo poder
el poder de los romanos no se debio a el
luego de la fe recibido, ese imperio se ha ido
siguio hablando el profeta, una gran saeta
cuando tengamos al mesias
el conocimiento de D-s en esos dias
enseñar no sera necesario
como el agua cubrira el mundo
paises, ciudades, pueblos, barrios
las espadas se han de fundir
cesaremos de combatir
año 2008, tu mesias es algo mocho
hay mucha violencia y robo, algo se ha roto
los cristianos han derramado mas sangre
mas que cualquier otro
no te lo achaco a ti
que me estas escuchando
me animo a decirlo
para que pienses bien
antes de bendecirlo
voy a seguir hablando, no te apures a irte
esto es solo un poco, hay mas para decirte
el mesias en un futuro, en esto ya no hay duda
reunira de Israel desterrados, de Judá diseminados
jesus no estuvo en epoca de destierro
desde su nacimiento hasta su entierro
y si asi hubiese sido, de la historia son bandidos
porque no reunio a nadie su ungido
debia contruir el templo
que no fue construido ni destruido.

No hice un gran tema ni un hermoso estribillo
cantando la verdad, tiene su propio brillo…

Deuteronomio 13 y el camino de FULVIDA

Este es un comentario de una asidua visitante, que me ha parecido difundirlo más ampliamente:

«Rosario Couto Casais (2008/07/09)

¡Qué cosas nos inventamos las peresonas con tal de parecer que somos “los elegidos”!

¡¡¡¡Ministerio de Danza Cristiana Católica!!!!

Eso si que es vistoso, ponerse a bailar en medio de la iglesias, dar palmas, levantarse a profetizar (eso dicen), danzar para hacer milagros y otras muchas excentricidades que parecen el distintivo de algunas iglesias cristianas.

Con eso es dificil competir; hay que reconocer que aquí se propone actividades menos brillantes (aparentemente) tales como estudiar, trabajar, disciplina personal, corregir los propios errores; nada de ser profetas, nada de carisma, nada de liberar posesos de las garras del demonio, solamente gente normal que intenta ser un poquito mejor cada día y como no podía ser de otra manera, esto tiene poco atractivo mediático.

¿A quién le gusta oír que no es un ser especial, lleno de gracia a quien se le va a dar la vida eterna, (aunque ahora se muera de hambre) por haberle dado su dinero al pastor de turno?
¿A quién le gusta reconocer que se ha comportado como un ignorante y que tiene que estudiar, formarse, trabajar duro porque nadie le va a hacer milagritos por poner los ojos en blanco gritando Jesús es mi pastor?

Salvo que ya se tenga previamente el convencimiento de que hay algo erróneo en lo que se nos ha transmitido en el cristianismo, es difícil emprender este camino, aunque sea para liberarnos; al fin y al cabo, alcanzar la libertad tiene un precio que consiste en hacernos responsables de nuestros actos y es más fácil tener el respaldo de un pastor o cura que dice lo que hay que hacer, creer, pensar, etc. etc. etc.

Cuento: Un Joven y su Camino.

El siguiente es un cuento que ideé algo breve al principio, pero que a medida que lo escribía se me ocurrían ideas, y más ideas, por lo que no pude evitar hacerlo extenso. No soy literato ni tengo experiencia en escribir relatos, sólo me apoyé en algo de conocimiento, otro poco de lectura de la cual pudiera influenciarme, otro poco de sentido común, pero creo que valdría la pena leerlo si es que se tiene algo de tiempo, o si quieren cópienlo y péguenlo en un word, como deseen. Espero que les guste. Shalom.

Sebastián.

Había un joven y junto a él su familia y algunos amigos. Su familia era su padre, su madre, hermanos y algunos parientes. Siempre juntos andaban en la vida, compartían todo y todos se amaban mutuamente, algo que nunca se rompería era los lazos de amor eterno que entre ellos había.

Cierto día caminando sólo Di-s sabe dónde, divisaron a lo lejos un lugar donde había un tumulto de gente, y por curiosidad se acercaron hacia ahí. Notaron al llegar que de ese lugar nacían varios caminos, cada uno tenía un cartel en la entrada y muchas de las personas empezaban a tomar estos varios caminos.

Se acercaron más a leer lo que estos carteles decían, así fué como leyeron uno que expresaba: » El Camino del Gentil Justo», y tenía un símbolo, como un arco iris. Este camino les inspiraba confianza, y resplandecía con claridad desde adentro, pero notaban que eran poquísimas las personas que entraban acá. Les parecía raro, nunca habían escuchado hablar sobre un gentil justo, ni imaginaban por qué tenía tal símbolo, sin embargo no se detuvieron a pensar mucho en este asunto, más, siguieron leyendo los carteles de los otros caminos.

Había otro cartel que dictaba: »Camino de la Salvación», y éste tenía como símbolo una cruz, sin embargo no les parecía raro, puesto que ya antes de llegar al lugar habían oído mucho sobre este camino. Comprobaron lo que habían oído al ver que muchas personas, la mayoría, eligían éste. Además, éste camino al igual que el anterior, también les inspiraba confianza e irradiaba casi la misma claridad, apenas algo menos, y al ver que eran muchas las personas que entraban por ahí comenzaban ya a decidirse por éste camino. Así la familia y amigos del joven empezaron a entrar, pero el joven se detuvo un momento para pensar, y les dijo que se adelanten, que ya los alcanzaría.

Antes de entrar decidió ver los letreros de los otros caminos. Notó pues que había varias entradas que simplemente decían »camino», o »camino sin retorno», y varios otros. Por último vió que había uno cuyo cartel tenía la leyenda »Camino de la Torá», y tenía como símbolo una estrella de seis puntas.

Acá se detuvo por un instante, se asombró al ver que era la única de todas las entradas que estaba cerrada, cercada por un alambrado de una especie de acero inmenso y que parecía llegar a los cielos. El joven no llegaba a distinguir hasta dónde llegaba, pues escapaba a su vista al mirar hacia arriba. Pensó que cómo es que hay un camino cuya entrada está bloqueada, no tenía sentido para él.

Pronto había menos gente, ya todos iban decidiendo sus caminos, por lo que el joven decidió emprender el que había elegido, en donde su familia y amigos ya habían entrado. Sin embargo, al estar frente a la entrada del Camino de la Salvación, vió que había personas que salían de acá y se dirigían al de la Torá, y que además, sin que nadie los viera escondían en sus ropas una cruz y un libro. Se vestían de una manera extraña, algunos se ponían una redonda »tapita» rara en la cabeza, otros sombreros, otros extrañas mantas, hasta se ponían barba falsa. El joven no entendía qué hacían, por qué se vestían así o para qué.

Entonces vió que estas personas al llegar a la entrada de aquella estrella, comenzaban a trepar el alambrado, cada vez erán más los que hacían lo mismo. Sólo por curiosiad, pospuso su entrada y fué a ver qué encontrarían al llegar al final de esa red.

Así empezó el muchacho también a trepar, trepaba, trepaba, trepaba…y nada. No llegaba a nada. Miraba hacia arriba y sólo había más alambrado…y más trepaba, y más alambrado. Lo curioso acá fué que mientras el subía, las pesonas que ya lo habían hecho antes se cruzaron con él y comenzaban a descender exhaustos, pero él decidió seguir un poco más.

Ya al fin se dió cuenta que era imposible, estaba cansado y miraba hacía arriba y sólo veía…mas alambrado.

Decidió ya descender, y al estar cerca ya del suelo se sorprendió al ver a través de la red a personas dentro de éste camino. Eran personas que tenían una apariencia similar a las que antes trepaban el alambrado, pero éstas emanaban una especie de luminiscencia, tenían unos extraños rollos hermosos que destellaban luz, tampoco entendía el joven lo que veía, todas estas personas aplaudían, bailaban, reían, abrazadas unas con otras, todas alrededor de este rollo. Lo que más le llamaba la atención era cómo estas personas estaban ahí, en ese camino, si era imposible de entrar…el alambrado no sólo era altísimo, imposible de llegar a la cima, sino que a pesar de que se podía doblar un poco, era indestructible a causa del raro material con el que estaba confeccionado. Era realmente imposible de pasar al otro lado.

Además también desde ahí se apreciaba claridad, era distinta a las anteriores pero de la misma hermosura.

Terminó entonces de descender, la gente que antes quería trepar el alambrado ya no estaba, así se dirigió al camino que había elegido.

Al estar nuevamente en la entrada, al leer otra vez el cartel pensaba: –»Si éste es el Camino de la Salvación, no tengo por qué temer, además esto debe significar que me tengo que salvar de algo, que seguramente es oscuro y malo, optaré pues por este camino.»

Al pasar ya la entrada, dentro del camino, dio algunos pasos hasta que a su encuentro salieron unas personas con vestigios con la insignia de la cruz que vió en el cartel. Fué el primer saludo: –¡Saludos hermano!¡Aleluya y enhorabuena para ti haber entrado!– Así hablaban con macabra astucia. Estas personas le dieron una »calurosa bienvenida», lo llamaban hermano y lo felicitaban por haber elegido el camino de un tal »Cristo». Le dieron una supuesta guía de este camino: dos rollos. El muchacho otra vez se asombró ahora al ver que un rollo era muy similar en tamaño y forma al resplandeciente que alcanzó a ver en el Camino de la Torá, sólo que éste rollo no destellaba luz, de hecho era muy opaco y carecía de la extraordinaria belleza del anterior, sin embargo éste parecía lindo y le gustó, entonces lo tomó. También tomó el otro rollo, que era muy similar al primero que le dieron, su título era »Nuevo Pacto» y era también opaco. Después de tomarlos se alejó de ellos y emprendió el viaje. Al alejarse algo el joven, una de estas personas recepcionistas le dijo al otro: –Veo que no hay más gente afuera, apaga entonces las luminarias sobre la entrada-. Habiendo dicho esto fué el otro solícito y apagó aquellas opacas luces. Tal era su oscuro proceder.

Con estas guías entonces emprendió lo que ignoraba iba a ser un largo y arduo camino, difícilmente lo imaginaría, el sólo se sentía contento, feliz de que su camino lo salvaría de algo.

Comenzó a la vez que caminaba, a leer las guías. Así supo de la Creación, de que había un Ser superior que creó todo lo que existe y que además había creado al ser humano, y tambíen leyó acerca de los ángeles que eran seres celestiales también creados y al servicio de este Supremo Ser. Dios,así supo que le decían, había creado un lugar llamado Edén y ahí vivían el primer humano y su compañera, pero en una ocasión desobedecieron un mandato del Ser Supremo, por culpa de una serpiente que había engañado a la mujer de aquel jardín, y a causa de esto fueron expulsados…y seguía leyendo más. Entendía todo lo que había en esos rollos, veía cosas positivas, cosas lindas, pero a veces había cosas que no le cerraban, algunas contradictorias, otras sin mucho sentido, algo vacío. También se encontró en estas lecturas muchas referencias a un ser malvado, un espíritu inmundo que sólo quiere hacer perder a los humanos y que gobierna el mundo de los hombres. Alguien que según estos escritos se llama »Satanás el Diablo», pero también lo llamaban por muchos otros nombres, pero la idea general era que se trataba de un ángel que se opuso al Supremo Ser, un enemigo, y se trataba de la misma serpiente que engaño a la primera mujer.

La sola idea de que existía un ser así le producía terror, mucho miedo, pues no quería que este ser lo hiciera perder. Descubrió que de éste ser había que salvarse.

Siguió leyendo y felizmente para él se encontró con que había alguien que tenía el poder de destruir al ser malvado, justamente era la persona a quien los que le dieron la bienvenida al muchacho llamaban Cristo, aunque también se referían a este personaje como Jesús, Jesucristo, etc.

Era alguien que según estos escritos era hijo unigénito del Ser Supremo, y que era del mismo origen de las personas que antes él había visto reir y bailar junto con el rollo luminoso. Así y todo, tampoco le cerraban las cosas que se decían sobre este personaje, pues le daban condición divina, poder milagroso, y hasta se decía que era el mismo Ser Supremo…pero…murió! no entendía esto el joven ¿un dios puede morir? lo habían matado las mismas personas de su nación, porque lo despreciaban…era mortal! murió y todo para salvarnos…eso leía, aunque entendía lo que leía, muchas cosas no le cerraban, no tenían sentido. Igualmente decidió aceptarlo, pues resolvió que era el único que lo salvaría del espíritu malvado, esto era lo que más le aterraba.

Luego de terminar sus lecturas, se encontraba ya en pleno sendero, había gente con él que había hecho lo mismo, también había dejado camino atrás y tenía mas por delante.

Notó que de pronto las personas que terminaron sus estudios empezaron a reunirse en varios grupos, algunos eran de mucha gente, otros con poca, y gran parte de la gente tenía como una venda en los ojos aunque parecía buena, pero lo más increíble era que entre los grupos se discriminaban, se desaprobaban, se despreciaban y hasta se insultaban. Justamente discutían sobre lo que habían leído y competían por sus creencias. Estos grupos tenían líderes, cada líder dirigía a su gente y algunos de estos líderes tenían tambien vendas, otros no. Uno de ellos le decía al joven que si bien son los jefes de su grupo el Líder de todos era el Salvador.

Para sorpresa del muchacho también en este camino se encontraban las personas que al principio querían trepar las redes de la entrada de la Torá, que al no poder pasar del otro lado bajaron y entraron al de la Salvación mientras el joven todavía intentaba subir aquel alambrado. Tampoco habían abandonado sus vestigios, la »tapita», el sombrero, la manta en la cabeza, las barbas…también imitaban a las personas de aquel camino, bailando riendo, aplaudiendo, todos abrazando un rollo parecido al del joven y al resplandeciente, de hecho también tenía cierto brillo, pero requería ser pulido constantemente, porque su brillo no era natural, era igual de opaco que los rollos del joven. Más bien parecían tratar de imitar aquella radiante luz pero no lo lograban. También notó que a una de estas personas se le escaba una cruz de su bolsillo mientras bailaba y festejaba, y creyendo que nadie lo veía, escondía esa cruz. Esta situación le pareció muy inquietante y lo desconcertaba. Este grupo también era como los demás al desaprobar a los otros, algo no andaba bien…

Algunos líderes y especie de supervisores en ocasiones se topaban con el muchacho a pedirle colaboración con dinero, para mantenimiento del camino, pues alegaban que era mucho el tránsito a causa de la gran cantidad de gente y que esto desgastaba el suelo, era »para el bien de todos», decían. El joven un poco perplejo les daba algo del dinero que traía consigo, aunque al ver los suelos no le parecía que estaban en buenas condiciones, o que alguien haya hecho algún mantenimiento. Sin embargo lo entregaba de buena fé, con la intención de ayudar a los demás.

Así pasaba el tiempo para él, caminando y dando dinero, contemplando gente discutir, llorar, insultar…un caos…a veces leía su guía y se consolaba en ella pero no lograba reconfortarse del todo, recordaba y extrañaba a su familia y amigos, no sabía nada de ellos, sólo estaba seguro que se encontraban en el mismo camino que él. Pasaban días, meses, años…lo mismo de siempre, ya no estaba contento ni seguro del camino que eligió, y seguía caminando…

Pronto notó que el suelo del camino estaba raro, como con barro, a medida que avanzaba había más barro, más incómodo era caminar, de a poco costaba más avanzar, en esta zona ya del camino otros andaban con dificultad y con una constancia que parecía terquedad u obsesión, pero esforzados en seguir a toda costa, »tal vez sea una prueba para saber si queremos seguir»- pensaba- ‘‘¿quién sabe? a lo mejor, después del fango estaría la salvación…»’

En esta zona había carteles raros que decían: »Peligro, no continuar», éstos parecían no estar hechos por los mismos que contruyeron este camino, pues más bien resplandecían de una manera parecida al del rollo que vió al principio. Tampoco comprendió qué origen tenían esos carteles de suma advertencia, ni cómo estaban ahí apartados a un lado del sendero . De alguna manera se podría presumir que no eran de la misma naturaleza que el camino tomado ni de las guías que llevaba consigo. Pero una cosa era segura: ya no quería seguir caminando ahí. Realmente sintió miedo del lugar en el que estaba, peor, no sabía como salir.

Así divisó cerca de uno de esos carteles un pequeño camino que se unía al cual él se encontraba, y rápidamente se dirigió para aquel pequeño sendero y llegó. Era humilde, algo precario, pero más firme que el fango en el que estaba, era como de arena. Si bien no era cómodo de estar parado, pues tenía que estar constantemente moviendo los pies, al menos ya no se hundiría como antes, porque ya a esa altura el otro camino en vez de fango era arena movediza. Entonces se alegró pues creía aún que su Salvador le había mostrado aquella oportunidad, así empezo a andar por este nuevo sendero, y a lo lejos veía que se conectaba con algo que no alcanzaba a ver pues se veía como niebla, pero igual el muchacho siguió.

Ya cerca de donde terminaba este nuevo camino, podía ver atrás de él, lejos pero claro, el destino final de su camino anterior. Primero una especie de rampa hacia abajo.Luego un precipicio. Ciertamente significaba la muerte para los que lleguen, esto estremeció al joven que recordaba a sus allegados, no quería que llegasen ahí, pero el fango del lugar le imposibilitaba volver para buscarlos, no podía él buscar a su familia y amigos.

Llegó triste al final del nuevo sendero… y otro cartel más:»Estás llegando a Fulvida. Fundación Luz de Vida.» »Constructores de Shalom». –¿Shalom? ¿Qué significa eso?– se dijo a sí mismo,-Jamás había oído sobre esa palabra ¿Qué lugar es éste?-

Dejó el cartel atrás y siguió, pero había una espesa niebla que parecía no tener principio ni fin, muy densa, que no dejaba ver qué había del otro lado, y temió seguir, –Tal vez exista un precipicio parecido al que ví antes– dijo, y se quedó parado…

MIentras tanto, del otro lado, había mucha gente, justo a la misma altura de dónde se encontraba el joven, trabajando sobre el camino, parecían estar renovando los pisos. Éstos parecían como de madera firme, con una inscripción en cada una de sus tarimas: »Shalom». En esos momentos las estaban cambiando por unas baldosas que eran de piedra muy dura, mas firmes aún que las de madera, y que también tenían tallada la misma inscripción, y todos trabajaban en esto.

Junto con estas personas había una que parecía ser una especie de asesor, guía y supervisor en esta obra, aunque también ponía manos a la obra. Era muy entendido en el tema, y lo curioso es que no era como los demás trabajadores, traía sobre su cabeza esa redonda tapita, una similar que nuestro joven había visto anteriormente, también un rollo resplandeciente como el que ya conocemos. Él mismo parecía dar pautas, extraía instrucciones de su rollo, de las cuales elegía lo conveniente para sus colegas obreros, aunque todos mostraban una eficacia en lo que hacían. Pero todos trabajaban juntos en lo mismo, hacer más firme y sólido ese camino. Tenían en mente para el futuro cambiar la piedra por acero grueso, para hacer más sólidos aún sus baldosas, aunque requerían de recursos y debido a eso todo lo hacían despacio pero seguro, y siempre en acuerdo mutuo en mantener la inscripción de los suelos de su camino. Cosas como éstas hacían con alegría.

De repente uno de ellos vió sorprendido a un joven parado del otro lado, nuestro muchacho. Con ese asombro le dijo a los demás: – ¡Miren! ¡Un muchacho desconocido está parado al costado de nuestro camino!-, los demás vieron y no con menor sorpresa advirtieron la presencia de aquel extraño. Otros más lejos, no se habían percatado aún del asunto.

¿Quién sera?– se decían –Se ve bastante cansado y angustiado, vamos, acerquémonos y averigüemos quién es y de dónde viene-…entonces dejaron de hacer aquello en lo que trabajaban y fueron a su encuentro. Entonces uno de ellos le habló diciéndole: –Hola, quién eres y de dónde vienes?

El joven oyó estas palabras, pero no vió a nada ni nadie cerca ni alrededor: solo algo de camino que terminaba en una niebla interminable. Entonces se estremeció, pues ya no sabía qué creer. Si era fruto de su imaginación, o que era el tal Diablo, o algun ángel…ya sentía pánico y temblor en todo el cuerpo. Miraba a todos lados pero no veía nada ni a nadie.

Hola-de nuevo-¿No nos ves?– El joven se dió cuenta que no era su imaginación ni alucinación, notó que la voz venía como de la niebla, y tomando valor se camino un poco más hacia ella y miraba la niebla más de cerca, y la examinaba con el entrecejo fruncido, tal es el gesto cuando no se comprende algo, y miraba hacia más arriba, abajo, a los costados…

Las personas del otro lado se extrañaron por la actitud del muchacho: –¿Estará ciego? Yo lo veo claramente– decía alguno a los de su alrededor. Volvieron a hablarle de la misma manera, y el joven ya armado de valor y extraña curiosidad respondió:-¿Quién esta ahí? Sólo veo niebla

¿Niebla? ¿Cuál niebla?– Todos se decían, ya más personas se percataban y se agrupaban en el lugar.

No hay ninguna niebla, te estamos viendo claramente joven. Estás parado ahí moviendo la cabeza intentando ver algo, parece como si fueras ciego

Ya al joven más que miedo sintió curiosidad, hablaba más ameno, tal vez por su propia perplejidad que lo sacaba de su propia asimilación de la situación. –No estoy ciego-dijo-Sólo veo una niebla al terminar éste camino que anduve después de haber transitado otro peor, además hay un cartel con un nombre, Fulvida, no sé que es ni porqué está acá…no entiendo ya nada

En ese momento ya las personas comenzaban a comprender las cosas. el joven evidentemente no era ciego, pues habló del cartel, de Fulvida, del camino…pero de modo alguno él no los podía ver, aparentemente por una supuesta niebla que ellos no veían, sin embargo parecían creerle porque nadie mueve así la cabeza ni mira alrededor como buscando algo, no podía ser un loco por las referencias que hizo. Así que el único misterio era la niebla, pero en vez de meditar sobre eso más bien quisieron ayudarlo por el estado en que se veía, así que nuevo le hablaron: –Joven, te ves muy cansado y bastante afligido. Ven así te daremos comida, agua, ropas…pues pareces necesitado-. Pero el joven dudaba ante estas palabras, y prefería quedarse donde estaba y sin dar gesto de respuesta, lo que desconcertaba en cierto modo a la gente.

Viendo todo esto y sin decir nada estaba el supervisor de aquellas personas, un hombre sabio y solícito cuando los demás lo requerían, pues todo lo hacía con amor pero también seriedad, por esto y otras cosas más era respetado. Era llamado por todos »Moré» cuyo significado es maestro. Éste excelso hombre pues decidió romper su silencio hablándole a todos sabia y firmemente con estas palabras:

Escúchenme estimados amigos y compañeros, el joven que ven ahí me figuro que viene de un camino lejano, que evidentemente no fué propicio para él, sino miren nada más el estado en el que está. Lo sé muy bien porque tristemente sé acerca de ese horrible camino aunque no lo he andado ni me interesa hacerlo, ni aunque sea para conocer. Éste pobre desafortunado tiene una expresión de desasosiego, vacío y soledad y sus pies rondan la miseria de haber andado por un terreno áspero y pantanoso, al parecer le costó mucho llegar acá y creo que su único medio fué ese pequeño sendero que ven detrás de él. Lo que yo veo y que parece ser es que hay algo que él llama »niebla» que no le deja ver lo que hay hacia acá, pero ustedes no pueden ver. Esto se trata de una alguna probable imposibilidad que le dejó aquel miserable camino andado de ver lo que realmente es bueno, una especie de membrana ante sus ojos frente a lo recto y justo, fíjense bien en lo que ustedes recién trabajaban y tendrán la respuesta al enigma: este suelo es por demás superior al que anduvo el joven, ustedes sí lo pueden ver puesto que no tienen esa membrana a causa del buen suelo, pero él a ustedes no. La razón primordial por la que se origina esta niebla es un secreto de Di-s que no tiene que ocuparles la cabeza pues nada bueno hallará para quién lo investigue, sólo Él sabe por qué forma este fenómeno. Más bien ahora vaya uno cerca del muchacho y extiéndale la mano traspasando este camino, para que lo pueda ver y se tranquilice, después veamos cómo ayudarle. Tal cosa es lo que el Eterno desea y manda.-

Ante semejantes palabras todos enmudecieron, porque eran concientes de la sabiduría de todo en cuanto hablaba y además estaba ya claro en sus mentes el asunto. Así que uno de ellos se acercó al joven y le extendió su mano. El muchacho del otro lado miraba estupefacto cómo una mano abierta de repente salía extendida de aquel denso y grisáceo muro, a esa altura este nuevo fenómeno para él sobrepasaba su ya pobre discernimiento y si antes estaba inmóvil, ahora parecía de piedra, una parálisis difícil de describir.

Comprendió todo el sabio Moré, y alzando la voz le dijo de una manera dulce: –No debes temer joven, solamente acerca tu mano y agarra fuerte de la que ves

El joven sintió esta nueva voz más santa que la anterior, así logró recomponerse un poco de su estado, y ya con más seguridad respondió:-Gracias. Sí lo haré, porque siento en tus palabras paz que jamás sentí antes, pero dime…¿Eres tu el Salvador?

Esto dijo porque mantenía la creencia que tuvo cuando descubrió el pequeño sendero que lo sacó del desastroso lodo de su camino antes andado. Pero entonces el Moré al escuchar aquella pregunta insensata, se disgustó y le habló con serenas y directas palabras: –No soy ningún Salvador ni otra cosa que se le parezca, pues aquello que te han dicho sobre esa persona sólo fueron calumnias que por la inocencia que en tí veo creíste. Te digo que aunque tuviste buen corazón estuviste errado en varias de tus acciones, no te culpo pues sólo fuiste victima de falacias, pero la verdad es que no hay salvación alguna por donde antes anduviste. Se nota igualmente que tienes buen corazón y tu intención es sana, sino no hubieras encontrado este lugar que aún no ves. Vamos, confía y tiende tu mano.-

La primera sensación del joven fué de miedo y tristeza, por lo que aquél decía de su supuesto salvador, si bien no huvo violencia en sus palabras, para el joven fueron duras, pues no estaba preparado para escucharlas y se entristeció porque tenía razón el hombre sabio, de alguna manera llegaba a ese lugar movido por alguna fuerza de la que nunca se percató, así recordaba la luminiscencia de los objetos que anteriormente había visto. Pero inmediatamente después y felizmente para él, sintió una nunca antes percibida sensación de esperanza. Por ésta última entonces, alargó su mano y tomó fuertemente la que lo esperaba, y tomando impulso pasó del otro lado.

Entonces cerró los ojos en su primera reacción, porque en ese lugar había más claridad que del lugar de donde venía, de hecho recordaba la claridad del Camino del Gentil Justo, y se preguntaba si se encontraría ahí. Luego de adaptarse a la nueva vista, comenzaba a contemplar el lugar y sus gentes. Sin saberlo aún, se había salvado él mismo.

Entonces las personas más cercanas le dieron la calurosa bienvenida, lo felicitaban por haber tomado el coraje que lo hizo pasar al buen camino, e inmediatamente se dispusieron a atenderlo.

Éstas personas cercanas eran justamente las muy pocas que el joven había visto entrar al principio de todo, en el Camino del Gentil Justo, ésta era la extraña razón por la que no se percataron nunca de la niebla. Así confirmó el muchacho aquello que pensaba y supo que estaba ahí, con gentiles justos. Y así recibía con alegría las palabras de aliento que le daban, le decían esto y aquello, todo era recibido gratamente por el muchacho y éste les respondía con gratitud. Así hablaban.

Mientras aquellos hablaban de tales cosas, se iba reuniendo más gente aún que antes, algunas ya habían visto algo, otras recién se enteraban. Muchos se recordaban a sí mismos actuando como el muchacho, pues también en otro tiempo habían caminado y conocían del macabro Camino Salvador. Éntre éstos hubo entonces alguno que les hablaba a los que tenía a su alrededor diciendo:

Escúchenme amigos noájidas, todos que descendemos del noble Noaj. Al ver a aquel joven vino a mi memoria todo aquello que he pasado cuando caminaba por aquel deplorable Camino de la Salvación, borrado sea este nombre. También de similar manera llegué a este lugar, tal como el Moré nos describió hace un momento, y recuerdo un sendero perdido que sería mi esperanza para llegar acá así como también veía una niebla antes de llegar y pasé por parecidas circunstancias, y muchos de ustedes saben bien de qué hablo. No nos debería entonces extrañar que ahora nosotros no veamos nada de eso, pues nuestra visión es pulcra y sé que me entienden, lo que veo es que tal niebla no desapareció en verdad y hay muy pocos caminos como los que conectan a éste, el nuestro, yo también advertía que a lo largo de toda esa niebla no se veía ni a lo lejos algún otro sendero esperanzador, fué un milagro que haya encontrado aquél uno de éstos caminos. Por eso les propondré cómo debemos actuar de aquí en adelante:

MIentras algunos de nosotros siguen con la obra de mejorar estos suelos, otros vayan prestos con ayuda de máquinas o cualquiera otra que sirva, a disipar esa espesa niebla que no deja ver para acá, a pesar de que no la vemos está ahí, y debemos hacerlo. También apresurémonos en construir más caminos como el de arena que se ve ahí, pero que sea de un mejor material, más firme, por ejemplo las maderas que estamos ahora sacando. Si así obramos entonces hay mas probabilidades de que más personas extraviadas como éste pobre joven encuentren el camino que en verdad deben tomar. Vamos, no perdamos más tiempo hablando y hagámoslo.-

Dicho esto todos empezaron a obrar de esta manera, felices porque entonces tenían una nueva manera de construir su Shalom, ayudando a los perdidos, y así renovaban su lema de Constructores de Shalom, descubrían pues un nuevo significado.

Así entonces comenzaba también el joven su nueva y definitiva etapa, aunque le sería largo y costoso la adaptación total a esto nuevo, pero no lo abandonaba su esperanza: ahora sí entendía sobre Di-s. Entonces él mismo luego del descanso empezó en silencio a aprender todo cuanto había ahí, observando por largo tiempo las obras sobre los suelos, a los que disipaban la niebla y a los que construían pequeños senderos conectores.

Notó también que entre ellos estaba un hombre con la tapita redonda, de semblante sabio y reconfortante. Pero no hizo preguntas ni comentarios, pues le vencía el sueño en ese momento después de sus penurias interminables, así se durmió a un costado hasta el día siguiente.

Era viernes ahora cerca del mediodía, el joven abrió los ojos y se sentía bien descansado, mucho había dormido por el sueño pesado y al ver alrededor notaba que estaban todos trabajando en lo mismo del día anterior,y nuevamente el Moré entre ellos, portando esos magníficos rollos de luz que ya el joven conocía de lejos y por los cuales aún se extrañaba. Se incorporó entonces y fué a su encuentro, cuando estuvo al lado del guía quiso ver el contenido de lo que leía , y al posar su vista sobre las letras sintió un ardor en los ojos que lo hizo cerrarlos y retroceder un poco. Refregó sus párpados y volvió a abrirlos con dificultad, pero podía ver.

Advirtió todo esto el sabio hombre y le hablo así: –Estimado, tuviste suerte esta vez, pues si mirabas otras letras de estos rollos era inevitable la pérdida de tu vista con el tiempo. Tus ojos naturales no son aptos para leer de esas letras, pero sí lo son para leer las que viste recién, sólo que no estás listo y por eso sentiste sólo ardor, pudo ser peor para ti. Ten paciencia y con lentitud aprende todo de cuanto hay aquí, luego podrás leer con mi ayuda algo de esto, pero nunca lo intentes solo. Ahora me despido de tí querido, pues tengo obligaciones en otro lugar, para que sepas soy del Camino de la Torá y allá debo ir.-

Luego habló a los demás exhortando:- Amigos, me voy ahora a lo mío pues llegará Shabbat y tengo cosas múltiples que hacer y el tiempo apremia. Algunos de ustedes acompañen a este joven en lo que necesita, lo que realmente necesita, sé que me entienden. Ahora me despido y nos veremos pronto. Cariños y fuerza noájidas.-

Así hablo y se alejó con sus cosas. Recién en ese momento comprendió algunas cosas el joven pues aquél que se iba tenía el mismo resplandor de las personas que estaban alrededor de los rollos radiantes del principio. Luego de pensar en eso le dijo a su más cercano: –¿Shabbat?¿Noájidas? no comprendo a qué se refiere

Le respondió entonces el gentil sonriendo: – Amigo, Shabbat es un día especial de nuestro Moré y de los que son como él, y debe preparar ciertas cosas y hacer otras, pero eso por ahora no debe acuciarte, con el tiempo sabrás de qué se trata, aunque es importante que vayas sabiendo que no debes imitarlo, jamás. Del mismo modo actuarás con los rollos que viste, seguro ya te lo habrá dicho. Ten paciencia y sabrás todo lo que debes saber, sobre cómo trabajar en los suelos de Fulvida, aunque si te fijas al lado y muy cercano de nuestro camino verás otros caminos parecidos a éste. Ése se llama por ejemplo »Benei Noaj», aquél otro tiene por nombre »Gran Arca» y muchos otros más, todos juntos en realidad forman el verdadero Camino del Gentil Justo, el nuestro es en realidad uno pequeño en comparación con éste inmenso…en cuanto a los noájidas, se refiere a los descendientes de Noaj, que tú conoces como Noé…

Así entonces empezaría a aprender con paciencia y virtud todo lo que a él competía, se le inculcarían las 7 leyes universales sobre las que todos ahí se regían, las cosas que debería hacer, las que tendría permitido, las que tendría totalmente prohibido, todo lo recibiría con felicidad, aunque sin olvidar a sus seres queridos de los cuales no supo más y le preocupaba, y también para esto le darían aliento pues si tenían buen corazón como el joven el Eterno haría que llegaran como él, así le hablarían y todos los días futuros en su vida trabajaría como los demás contruyendo suelos, disipando nieblas por conocer él mismo los tormentos antiguos, Desechando las cosas que llevaba física y mentalmente consigo. Desecharía sobre cestos de basura al costado de su nuevo camino los rollos opacos que traía, así como sus expresiones antiguas, todos en los mismos cestos donde otros también llegarían como él, así como también los gentiles que ya obraban tiempo hace y estaban en constante aprendizaje desechando sus cosas también. También el Moré le enseñaria con amor y alegría a leer de lo que podía de los rollos que eran llamados Torá (de acá el camino del Moré), y de éste hombre el joven aprendería mucho, del Shabbat mencionado, y otras cosas que no debería imitar. Así sería de ahí en más para nuestro joven, y se convertiría algún día en un ejemplar noájida.

Pasaron tres años de haber llegado a su lugar ya amado, y advirtió para su sorpresa que de su camino amado se desprendían como puentes gigantescos con carteles que dictaban: »Al Camino de la Torá»; éstos puentes se veían muy dificutosos para tomar por el complicado andar que demandaba: muchas subidas, bajadas, curvas, escalinatas, todo tipo de complicaciones, pero también se notaban muy firmes. En algunos de ellos se veían hombres gentiles andando acompañados de hombres parecidos al Moré, pero que sugerían un rango algo más alto y exhibían magnificencia. Éstos eran por el joven ya conocidos, porque su Moré siempre les hacía referencia cuando le enseñaba, decía que los consideraba sus maestros y que no sólo en vida los eran sino también aquellos ancestros que dejaron sus sabios escritos y de los cuales el Moré leía. A ellos pues también los consideraba sus maestros, y eran por él llamados Rabinos.

Los últimos eran entonces los acompañantes de los noájidas en los puentes, pero mientras éstos andaban por ahí de manera dificultosa, aquellos caminaban sin problemas, pues los puentes no les representaba incomodidad alguna, a pesar de las depresiones e irregularidades de sus estructuras, eran parte de su Camino de la Torá. Y les daban fuerzas los Rabinos a sus guiados, cuando éstos sucumbían en su andar, porque solos no podían ni debían.

El muchacho sabía de esas dificultades, porque mientras aprendía de sus 7 leyes tenía referencias sobre sus colegas los Judíos (así se llamaban los felices bailadores del rollo de luz), y de la luz de aquel otro buen camino, pero él decidió seguir de largo…estaba contento con su propia labor y no quería dejar de ser noájida aunque apreciaba a aquellos de los puentes, al llegar al otro lado de largo brazo se encontrarían con muchos de los excelsos hombres para ser como ellos y al fin ser llamados Judíos.

Así continuaba su extenso y amado camino, donde siguió avanzando en años hasta convertirse en hombre, luego hizo su propia familia, tenía no menos ejemplar mujer, buenos hijos nacidos noájidas que seguirían los pasos del buen padre…ya entonces estaba completo porque sentía en si interior que cumplía con todo cuanto el Eterno su Di-s le encomendaba, pero no consideraba lo que sentía para no caer en soberbia, más bien seguía cumpliendo y cumpliendo como si no llegara nunca a hacerse. Así era su proceder en su vida.

Llegaba entonces al tiempo de su vejez que toca la puerta de los que mucho viven, estaba cerca ya de sus 120 años,  cosa admirable porque fué de los pocos en lograrlo. El blanco de sus cabellos era el fiel anunciador de su grandeza y saber a cualquiera que lo viese. A él acudían los muchos jovenes y hombres que buscaban sabiduría, para hacer todo lo que debían y que este anciano hizo en su juventud. Recordaba a su Moré instructor a quien mucho le debía, y con esto en la mente enseñaba el también todo lo que había aprendido, era menester hacer todo lo que se podía para llegar a buen puerto, así era todo para quien fué una vez joven que ahora estaba cerca del final de su camino y de sus días.

Un día de repente se sintió distinto a los demás días de su vida, se acercaba el final de su sendero y el anciano bien lo reconocía y con gusto pues no temía, sabía bien en su corazón que había cumplido cabalmente sus 7 leyes, aunque nunca cesó de hacerlo mientras le quedaba fuerza, como si siempre le quedara algo por cumplir. Llegaba ya al final de los férreos bloques con el querido Shalom inscripto, cuando un sueño distinto pero muy dulce le vencía, se tomó la cabeza con una mano y se sentó. Estas ganas de dormir eran distintas a las demás.

Así como el fiel trabajador se levanta temprano a la mañana, antes del cantar del gallo, y se dirige a su deber durante todo el día hasta llegada casi la noche y vuelve muy cansado y se va a la cama a dormir sin pensar en la reparadora cena, tal era el cansancio del anciano. Pronto apoyó el resto de su cuerpo sobre el suelo amado y comenzaba a cerrar los ojos. La misericordia del Eterno había hecho cansar los arrugados párpados del centenario noájida, y éstos se rindieron por fin y se juntaron para que sus ojos terrenales no vieran nunca más. Así fueron pues los últimos momentos del ejemplo de muchos.

Pasado un tiempo imposible de decir si mucho o poco, nuevamente se levantaba el hombre ahora desorientado; no sentía su cuerpo o lo que sentía más bien era algo muy extraño y nunca antes sentido, se sentía vivo pero de otra manera… –¿Qué es esto?– se decía su espíritu sin norte al principio.

Se incorporó, o más bien una hizo una acción parecida, y con sus nuevos ojos veía muchas personas sollozando juntas, eran sus descendientes, amigos, colegas, todos queridos alrededor de algo. Era su cuerpo material. Ësto lo conturbó más pues si bien sabía de qué se trataba la muerte, sólo esa vez, que era la única, era como si nunca hubiera aprendido al respecto. Para las personas presentes había sucumbido el anciano en medio del camino, pues sus ojos veían más camino por recorrer, mientras que los del anciano ya en espíritu veían el fin del suyo.

Sin tiempo para deliberar sintió el alma la atracción del otro lado, era como si caminara sin necesidad de usar piernas, como si una fuerza externa lo hiciera dezplazar hacía una nueba niebla para él nunca antes vista. Era ésta la cortina que separaba el fin del camino de lo maravilloso que se aproximaba. Cruzó así la línea divisora y empezaba la paz.

Notó ahora que después de cruzar había un patio al que llegaba también otro camino que llegando a su fin se unía al suyo. Y de él llegaban otros, los judíos, tal como lo hacía como el anciano, y al ver la señal de ese sendero leyó: »Fin del Camino de la Torá», al darse vuelta al suyo vió: »Fin del Camino del Gentil Justo». Éstos se unían entonces al final para hacer saber a todos que tanto un camino como el otro eran los necesarios para llegar a buen destino.

Se juntaban entonces gentiles y judíos para saludarse y seguir hacia la enorme puerta de un edificio áureo con argénteos adornos, tal construcción daba la idea de un tribunal. No era otra cosa más que eso, y la fuerza desplazadora los guiaba a todos mezclados hacia su interior. Entonces el fiel noájida sentía temor reverencial y alegría a la vez, pues bien sabía lo que llegaría. Se abrieron las puertas y se hizo una fila entre los muchos llegados para entrar. Al hacerlo, el interior del lugar era destellante, hermoso, indescriptible apenas los ojos espirituales podían mirar algo hacia el suelo que también era de luz. Apenas se podía ver algo, casi nada…

Avanzó una persona delante de él y una voz enfrente e imposible de ver su emisor decía: –Dime Yehuda, ¿Has cumplido con las 613 órdenes que te He dado?-.

Conmoción. Ésto sentía el buen gentil y todos los demás detrás de él. –Sí, las he cumplido– respondía el judío, y avanzaba pero no se sabía dónde.

Quedó ahora solo el siguiente frente a la Majestuosa Voz, que le dijo: –Dime Noaj-(por ésto era la grata sorpresa que se llevó en vida al saber del nombre de su ancestral patriarca)-¿Cumpliste con las 7 órdenes que te He dado?-. Al momento se llenaba su alma de inmensa alegría, y con una sonrisa respondió: –Sí mi Señor, tal como lo he aprendido-dijo, y agregó:- Perdóname mi gran Señor, ¿Qué es de mi familia y amigos a quienes nunca más vi?-, a lo que la Magnificencia respondió: –No te preocupes por ellos, han recibido también su juicio justo como tú, más, complácete porque lleno de misericordia es el mismo-. Dicho ésto avanzó mediante la fuerza recorriendo la Sala de Justicia, hacia una puerta que daba a otro exterior.

Había tenido su juicio justo, y sentía amor por su Amo, cantaba alabanzas, se abrazaba con otros, y se disponía a gozar de las cosechas de su siembra. Estaba ahora en otro patio, interior, que llevaba a un gran portal hermoso del mismo dorado y plateado que el Sagrado Tribunal, sabía que aquél era su Mundo Venidero, al que todos se dirigían con no menor gozo que el noájida.

Caminaba hacía ahí cuando de pronto de su interior salían personas que parecían alborotadas de mucha alegría, hablando rumores, escuchando voces y gritos del primer patio, anterior al Tribunal, como si se hablaran con los que están del otro lado, pero no alcanzaba a entender lo que decían, así que se acercó a ellos. Tanto era el alboroto que sólo alcanzó a entender unas pocas palabras, las suficientes para aumentar su alegría. Todos los que habían salido volvían a entrar corriendo, tal vez para avisar al resto. Detrás de ellos caminaba Noaj lentamente hasta que quedó solo, y traspasaba de a poco el acceso al mundo de gozo con una sonrisa y un ligero pensamiento sobre lo que recién había oído:

Andaba por el Camino de la Torá un tal Mashíaj…

FIN.

Fundamentos del «éxito» de la cruz: Culpa y pecado

Sin dudas es un tema complejo y extenso, por lo que adrede seré breve y me acotaré a un par de aspectos nadas más.
Te sugiero que leas el texto que se abre haciendo clic aquí, que trata sobre la temática de los «Bastones tóxicos», entre los que se encuentran todas las sectas de misioneros («mesiánicos-israelitas», etc.).

Hasta donde he podido comprobar, estos grupos fundamentan su éxito al manipular con notable eficacia dos aspectos que anidan en los recovecos del inconsciente humano:

la culpa y
la promesa de salvación milagrosa
(fácil, o de aparente bajo costo).

Manipulan a sus seguidores con notable habilidad para inducirlos a sentir culpa constantemente. Los obligan (o ayudan) a creer que son malos, pecadores, imperfectos, no merecedores de amor y respeto.
Las sectas mesiánicas tienen a su favor al, así denominado, «Nuevo Testamento» (o con cualquier nombre espurio que lo presenten); que lamentablemente ubica al ser humano al nivel de un miserable demonio irredento, carente de posibilidades en sí mismo, débil, eternamente condenado a la perdición por un crimen que no cometió (el que llaman «Pecado Original»), y con su corazón anhelante por pecar. Se nos hace culpables (a todos los humanos) de tener perdida la relación con Dios y ser destructores del mundo, simplemente por el hecho de haber nacido. Todos estamos condenados a nacer «muertos espiritualmente», a causa de la contaminación del «Pecado Original».
Ésta es la doctrina que nació con el Pablo de Tarso (1), y que todos sus seguidores mantienen hasta el día de hoy. (Por supuesto, todos los seudo judíos «mesiánicos» son fieles seguidores de las pérfidas doctrinas del Pablo de Tarso, al que ellos con un descaro increíble denominan «rabí Shaul»).
Cuando el pastor (seudo «rabino mesiánico», realmente el descaro no tiene parangón) manipulador tiene en sus manos esta arma mortal, con gran facilidad convencerá a su crédulo auditorio de que son culpables de TODO, absolutamente TODO lo que él quiera culparlos.
Por ejemplo: que merecen el infierno por ir a un gimnasio a ejercitarse; que merecen el infierno por escudriñar el «Antiguo Testamento»; que merecen el infierno por contradecirlo; que merecen el infierno por festejar su cumpleaños; que merecen el infierno por comer torta redonda; que merecen el infierno por decir «academia»; que merecen el infierno por leer serjudio.com; etc. (Todos estos ejemplos son REALES, aunque parezcan soberanamente tontos; y es triste, pero hay personas que los aceptaron para sus vidas, y los creen, y viven sumidos en el dolor y la horrenda culpa).

Al mismo tiempo, y nuevamente con el idolátrico NT en sus manos, los pastores ofrecen «la salvación» y «milagros» a granel.
Realmente a la Luz de la Torá, no dan salvación, ni ocurren milagros, ni se están proveyendo a la persona de lo que es alimento para su alma y espíritu.
Pero, los funestos pastores juegan con esa necesidad primitiva de la persona, de obtener todo «de arriba», como cuando éramos bebes y por el mero hecho de desearlo, un pecho venía a consolarnos.

Así pues, la persona sometida a los más extravagantes vejámenes emocionales y espirituales a manos de estos pastores, se ve tironeada constantemente entre los dos extremos descritos: por una parte se lo hace sentir la peor basura del mundo, sin remedio ni esperanza; al instante siguiente se le someterá a la intensa promesa de salvación en tanto siga con fidelidad los dictados de su pastor. Es que, le hacen creer que lo que el pastor dice es la única manera de «ser salvos». Y es difícil, para alguien sometido a este adoctrinamiento reconocer que «le han lavado el cerebro» y que no está bien.

Si tú tienes familiares, amigos o conocidos en alguna de estas sectas podrás reconocer cuán cierto es lo que acabo de describir. Quizás no te habías percatado de esta realidad, pero ahora la tienes ante tus ojos.

Ayuda a tu prójimo que está esclavizado a este mortal «bastón tóxico», encuentra la manera de llevarlo a la senda noájida (si es gentil) o al camino judío (si lo es).

Y si eres tú quien está en una de estas sectas «mesiánicas», mírate al espejo y confiésate si no es éste el amargo retrato de tus días…

Iebarejejá H’ – Dios te bendiga, y que sepamos construir Shalom
————————————————————-
Notas:
1- «Epístola a los Romanos» cap. 5 verso 12: «Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron.» Este es uno de los versos perversos en lo que se basa la crasa doctrina del «Pecado original», con su inmenso peso de culpa colectiva e imborrable.

Conflicto Agrario

Algo parece a punto de romperse. Es una sensación difusa y seguramente infundada, pero es la que se intenta transmitir a través de la crispación que determinados periodistas, dirigentes políticos y sociales exhiben en airados debates que ocupan horas enteras de programación televisiva, en la dramaticidad de los títulos de los diarios nacionales.
Es que detrás del conflicto agrario, que debería circunscribirse a lo que realmente significa, la discusión por el reparto de la renta agraria, se esconde además la necesidad imperiosa de la derecha autóctona de reagruparse en torno a una fuerza política poderosa y unificada. En tanto, su variante más extrema, integrada por protagonistas y admiradores del genocidio dictatorial, aprovecha el río revuelto para secuestrar militantes populares y amenazar a los testigos de sus crímenes con el nada secreto objetivo de detener los juicios contra los ejecutores del terrorismo de Estado.
“El campo es el que sostiene al país”, exclaman los principales beneficiarios del dólar alto y la extraordinaria suba del precio de los commodities en los mercados internacionales, una frase que muchos repiten por desconocimiento. En verdad, aunque es una fuente fundamental de divisas, el sector aportó poco más de 19.000 millones de pesos al Producto Bruto Interno en 2007, lo que representa el 5% de la economía nacional, fue uno de los que menos tributó –1.170 millones de pesos, equivalente al 4% del total– en concepto de Impuesto a las Ganancias y ocupa al 11% de la población activa. Su contribución al crecimiento global entre 2002 y 2007, fue del 3,76%. Lo expuesto no implica disminuir su incuestionable importancia, sino desmentir la pretensión totalizadora que se revela en algunos discursos. Por ejemplo, la que manifiestan sus dirigentes al considerar como un acto solidario y responsable el no haber interrumpido el transporte de alimentos durante la segunda etapa de su arremetida y prometer que no van a desabastecer a la población, como si se tratara de una graciosa concesión y no de una obligación legal.
Está claro que el tenso clima social imperante no ha sido fruto de azarosos acontecimientos, sino consecuencia de una operatoria minuciosamente planificada por ciertos grupos económicos, la derecha política y algunos grandes medios de comunicación. Algo de todo esto confluyó en el acto del 25 de mayo en Rosario, donde junto con los dirigentes agrarios pudo verse a los Rodríguez Saá, Carrió y Blumberg, entre otros.
Sin embargo, esta operatoria que merced a la abrumadora campaña mediática ha concitado la adhesión de una fracción importante de la ciudadanía, no está dirigida exclusivamente contra el Gobierno, sino contra cualquier propuesta que apunte a la intervención estatal en sus negocios. Lo que se está jugando en esta dura pulseada es si quien decide la asignación de recursos y la distribución de la renta es el Estado o el mercado. Una crucial discusión política que explica las dificultades para arribar a acuerdos.

Avance sojero
En este sentido, las retenciones –que están siendo aplicadas, con distintas características en 40 países del mundo entre los que se cuentan algunos tan disímiles como Rusia, Ucrania, Colombia y Costa Rica– son, además, una herramienta fundamental, apta para desvincular los precios internos de los alimentos de los que rigen en el mercado internacional. En el caso de las que se aplican a la soja, los cuestionadores de su vigencia argumentan que no se trata de un alimento que se consuma significativamente en la Argentina, omitiendo consignar que el continuo avance de la superficie sembrada de ese producto en detrimento de la que se dedica a otros cultivos, a la ganadería o a la lechería, deteriora la tierra, la satura de fertilizantes y herbicidas, disminuye la diversidad, limita la oferta agroindustrial y destruye empleo rural.
Curiosamente, este instrumento económico fue utilizado en la década del 60 por el ultraliberal ministro de Economía de la dictadura de Juan Carlos Onganía, sin que los directivos de la Sociedad Rural manifestaran la menor oposición. Más aún, cuando se comercializó la cosecha 1995/96, en pleno auge del laissez faire, la sobrevaluación de la moneda era equiparable a un promedio de retenciones del 44,2%, circunstancia que pareció no preocupar a las entidades ruralistas que –con la excepción de la Federación Agraria Argentina– acompañaron fervorosamente esas políticas.
¿Por qué el paro patronal y las indignadas asambleas cuando los principales reclamos de los chacareros que producen menos de 500 toneladas ya fueron contemplados a través de los reintegros y los subsidios en los fletes? Porque algunos de los promotores de las medidas están seducidos con la posibilidad de constituirse en epicentro de un polo opositor capaz de neutralizar y desalentar cualquier intento de fortalecer la intervención estatal en la economía, única garantía de soberanía alimentaria. Pero también porque la estructura del campo argentino ya no es la de hace tres o cuatro décadas. Casi ha desaparecido el latifundio improductivo ante el estímulo de los altos precios de las materias primas y surgió un nuevo modelo basado en las instalación del capital financiero como dinamizador de la producción, expresado fundamentalmente por los pooles de siembra, asociados a media docena de poderosas empresas agroalimentarias multinacionales, que arriendan tierras en la pampa húmeda a altos valores, lo cual determinó que para muchos pequeños y medianos propietarios fuera más rentable alquilar sus campos sin asumir mayores riesgos que trabajarlos personalmente.

Más concentración
El fenómeno, nada menor, empujó a una fracción de los pequeños y medianos productores, víctima objetiva de la situación descripta, a actuar como aliada de sus victimarios, política suicida que a corto plazo puede potenciar las contradicciones ya existentes en las organizaciones.
Como consecuencia de estos cambios, se ha agudizado el proceso de concentración de la tierra. Del total de las explotaciones en todo el territorio nacional, el 10% dispone del 78% de la superficie, el 90% restante posee el 22%. Los fundos de menos de cien hectáreas –el 58% de los establecimientos– controlan apenas el 2,8%.
Además, unas 280.000 familias numerosas pertenecientes a 22 pueblos indígenas y otras 220.000 que suman más de 1.500.000 de personas, no producen soja ni están vinculadas a los agronegocios, siembran y crían animales para autoconsumo. 1.300.000 peones rurales laboran con los salarios más bajos del mercado o lo hacen informalmente sin protección social alguna y centenares de miles de productores fueron expulsados de sus tierras por el modelo imperante y pasaron a engrosar las filas de los excluidos en las grandes urbes. Todos ellos carecen de la visibilidad que otorgan los grandes medios de comunicación y sus opiniones no son tenidas en cuenta a la hora del debate.
Por su parte, el Gobierno se abroquela y resiste las presiones, que se fueron haciendo mayores como fruto de sus propios errores políticos, en la convicción de que cualquier paso atrás significaría no sólo una señal de debilidad que precipitaría otros reclamos sectoriales, sino también la legitimación de la acción directa para la obtención de reivindicaciones. No obstante, a la hora en que se escriben estas líneas, parece dispuesto a aceptar alternativas que no supongan la derogación lisa y llana de las retenciones móviles.
Cualquiera sea el resultado de las negociaciones en marcha, no habrá soluciones mágicas ni rendiciones incondicionales. La matriz distributiva, conviene recordarlo, conserva muchos rasgos del modelo neoliberal. No se ha gravado la renta financiera ni se tomaron medidas firmes con el fin de revertir o, al menos, detener el proceso de concentración y extranjerización de la economía.
Así, la imposición de retenciones es condición necesaria pero no suficiente para instaurar un esquema más equitativo, que requiere –entre otras cuestiones– avanzar en una ley de Arrendamientos que detenga la expansión de los fideicomisos financieros y los fondos de inversión, erradicar las condiciones de explotación del trabajador rural, hacer cumplir la ley de bosques para acabar con los desmontes, impedir que las grandes empresas productoras de aceite, usinas lecheras y frigoríficos monopolicen las compensaciones o los subsidios, y utilizar los fondos que de ellas se derivan, no para sostener el sistema de premios y castigos a los gobernadores provinciales, sino para promover efectivamente una redistribución de la riqueza que favorezca a los sectores más postergados de la sociedad, lo cual exige una gigantesca acumulación de fuerzas políticas y sociales que trascienda los objetivos coyunturales y apunte a una profunda transformación de las estructuras vigentes.

Fuente: http://www.acciondigital.com.ar/

Las semillas de la discordia

En el documental «El mundo según Monsanto», Marie Monique Robin denuncia el impacto económico, ambiental y sanitario que generan las semillas transgénica de soja y el herbicida roundup. Argentina tiene 16 millones de hectáreas plantadas con semillas de Monsanto y la documentalista advierte que el país «está marchando hacia un suicidio programado».

Hay una palabra -o mejor dicho una marca registrada-, que muy pocos dirigentes y periodistas se han atrevido a mencionar como uno de los actores ocultos del conflicto con el agro. Esa palabra es Monsanto, el principal fabricante de organismos genéticamente modificados (OGM), cuyos granos de soja, maíz y algodón se propagan por el mundo pese a las alertas económicas, médicas y ambientales.

El periodista Horacio Verbitsky ha señalado que Monsanto, Syngenta, Bayer, YPF Fertilizantes y Nidera, nucleados en la Asociación Argentina de Productores en Siembra Directa (AAPRESID), son actores del conflicto camuflados detrás de las cuatro entidades ruralistas. Con 70 por ciento de la superficie agrícola trabajada, contra 6 por ciento en el resto d mundo, la Argentina es un líder mundial del controvertido método de siembra directa que propiciasn estas empresas.

Un documental que se estrenó a mediados de marzo por la cadena franco-alemana ART, generó revuelo mundial. En el documental «El mundo según Monsanto», Marie Monique Robin denuncia el impacto económico, ambiental y sanitario que generan las semillas transgénica de soja y el herbicida roundup. Argentina tiene 16 millones de hectáreas plantadas con semillas de Monsanto y la documentalista advierte que el país «está marchando hacia un suicidio programado».

El trabajo expone las consecuencias que tiene para el ambiente y el suelo el monocultivo de la soja transgénica. También retrata los efectos en la salud humana de la utilización del Roundup, un herbicida sospechado de producir cáncer.

Robin reproduce una entrevista con el médico entrerriano Darío Gianfelici, que constató un aumento de los abortos espontáneos, las muertes fetales precoces, las disfunciones de la tiroides y del aparato respiratorio, de las funciones renales o endocrinas, de enfermedades hepáticas y dermatológicas o de problemas oculares graves. También denuncia «los efectos que pueden tener los residuos de Roundup que ingieren los consumidores de soja».

Según el médico entrerriano, en la región ha habido un número importante de casos de nenes que nacen sin uno o ambos testículos o cuya uretra no llega al final del pene y de nenas que comienzan a menstruar a los tres años.

Durante una reciiente visita a la provincia de Corrientes, Robin advirtió: «Quisiera de verdad que en la Argentina se entienda lo peligroso que son los productos que vende Monsanto. En el documental hay muchos científicos que me dicen que ese herbicida es cancerígeno. Me indican que el Roundup da cáncer y que va a ser prohibido un día como lo fue el PCB. Pero lo que pasa es que mientras tanto se sigue fumigando medio país con este herbicida cancerígeno», asegura la documentalista.

Como resultado del documental y el libro homónimo de la misma autora, en abril, el gobierno de Francia decidió suspender el cultivo de maíz transgénico de Monsanto. La medida se tomó en el marco de la detección de «elementos científicos nuevos», lo que abre la necesidad de realizar evaluaciones que indiquen los efectos del OGM MON 810 (la sustancia cuestionada) a largo plazo sobre el medio ambiente y sobre posibles efectos sanitarios.

En una entrevista publicada por el diario francés «Le Monde», el relator de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para el Derecho a la Alimentación, Olivier de Schutter, denunció que las prácticas de especulación en productos alimenticios están detrás de la crisis alimentaria en más de 40 países.

Schutter se pronunció a favor de «una modificación de las reglas de la propiedad intelectual» de «un pequeño número de empresas» como Monsanto, Dow Chemicals y Mosaic, que controlan las patentes de las semillas, los pesticidas o los abonos y cuyos beneficios se disparan.

A pesar de los reveses y las críticas, las ganancias de la empresa están aumentando aceleradamente debido al aumento de la tasa de lucro media en la agricultura.

Según la revista alemana Der Spiegel, los rendimientos de Monsanto en el primer trimestre del 2007 casi se triplicaron, yendo de 90 millones de dólares a 256 millones. Para José Batista de Oliveira, de la coordinación nacional del Movimiento de los Sin Tierra (MST) de Brasil, tales números representan el control, por parte de Monsanto, de los agricultores de todo el planeta y de la tasa de lucro del comercio internacional.

Con ello se demuestra que los transgénicos no son simplemente organismos genéticamente modificados, sino también productos creados en laboratorios que ponen a la agricultura en las manos del mundo financiero e industrial, controlando las semillas e imponiendo el uso de los insumos y venenos que producen.

Monsanto entró a la Argentina a finales del 90 vendiendo sus semillas a un precio tres veces más bajo que en el mercado mundial, y sin cobrar regalías. Pero en 2005 exigió al Gobierno argentino que le pague los nueve años de regalías que no cobró.

El gigante agroquímico embargó siete cargamentos de harina y pellets de soja argentina en puertos europeos. El poderoso lobby de Monsanto pretendía cobrar licencias retroactivas por un gen que la propia empresa reconoce no haber patentado en tiempo y forma.

Monsanto cultiva su imagen con una sofisticada campaña de relaciones públicas que tratan de perfilar a la multinacional como «una empresa amiga de los hombres de campo que está dedicada a luchar contra el hambre en el mundo. «Nos va bien porque hacemos el bien», es el lema de la empresa que aparece en avisos publicitarios y spots televisivos.

Pero la controversia siempre ha estado unida a esta trasnacional norteamericana.

Uno de los titulares del diario The Independent de Lóndres del 22 de mayo de 2005, sacudió tanto a Monsanto como a la industria biotecnológica y alimentó la controversia sobre el consumo de maíz genéticamente modificado. El artículo de Geoffrey Lean revelaba la existencia de un informe secreto de la empresa sobre su maíz transgénico Mon 863. El informe, de 1,139 páginas, mostraba que las ratas de laboratorio alimentadas con el nuevo maíz Mon 863 «resistente a los gusanos de raíz» desarrollaron riñones más pequeños y exhibieron anormalidades en la sangre. En una primera lectura, los síntomas parecen similares a los descriptos por el médico entrerriano.

Monsanto también le dio al mundo la hormona transgénica BST (hormona somatotropina bovina), cuyo uso está prohibido en la Unión Europea, Canadá, Australia y Nueva Zelanda por los efectos dañinos en la salud animal y las posibles consecuencias en los consumidores de esta leche. En Estados Unidos, fue aprobada gracias a que en el momento de la evaluación de la hormona, dos investigadoras que habían trabajado con Monsanto en el desarrollo del producto, «consiguieron» empleo en la agencia reguladora y emitieron un informe de «inocuidad» que resultó muy oportuno para la multinacional.

La lista de las maniobras de Monsanto para seguir produciendo tóxicos a sabiendas de que tenían fuertes impactos en la salud es extensa. Uno de los casos que más claramente muestra la «ética» de esta multinacional, según denuncia la investigadora Silvia Ribeiro, es el juicio por muertes y daños graves a la salud de más de 20 mil familias en Anniston, Alabama, Estados Unidos. Monsanto y Solutia, una subsidiaria de éste hasta 1997, produjeron en ese pueblo el químico PCB durante más de 40 años, pese a que, como se demostró en el juicio que las condenó en 2003, Monsanto había recibido durante décadas evidencias que estaba contaminando gravemente las cuencas de agua e intoxicando a la población del lugar. Monsanto tenía el monopolio del PCB y decidió ocultar los informes, porque este producto le reportaba enormes ganancias.

Fuente: www.waltergoobar.com.ar

Resp. 247 – Ahorro saludable

Eduardo Martinez nos consulta:

Apreciado Moré
Me indicaron que ahorrar contradice al Eterno en cuanto a que El es Shadai y que al hacerlo puedo acarrear maldicion a mi vida, porque al ahorrar dudo de EL.
Por favor indiqueme que es lo correcto y cual es el fundamento en la Tora.
Todá raba y bendiciones.
Eduardo Martínez
Eduardo Martínez, 50 años, Comerciante, Guadalajara, México.

Seguir leyendo Resp. 247 – Ahorro saludable

Resp. 243 – Séptimo día y noájidas

Seba-Noaj nos consulta:

Estimado moreh: que repercusion o efectos tiene el shabat sobre los noajidas justos,o por qué no,sobre el mundo en gral.a pesar que solo judios pueden y deben guardarlo?me refiero a si se forjan bendiciones,milagros,etc.Busque al respecto y lei que tenia beneficios para todos,pero primero Israel
Sebastian Gloria Salas, 27 años, Bs As, Argentina

Seguir leyendo Resp. 243 – Séptimo día y noájidas