Aparte de la Torá, hay un camino universal para toda la humanidad. Este camino contiene siete categorías básicas de mandamientos. Estas siete categorías de mandamientos proveen un fundamento ético y moral para la sociedad humana. Además, hay fuentes hebraicas que afirman que todos los seres humanos deberían cumplir con estos mandamientos puesto que son sugeridos por la razón humana y el entendimiento del corazón. (Introducción al Talmud por Rabbi Nissim Gaon).
Hay un número creciente de no judíos quienes estamos comprometidos con el cumplimiento de los preceptos de este camino universal. Somos conocidos como Benei Noaj – los hijos de Noé – puesto que los mandamientos fundamentales fueron reafirmados en la generación de Noaj, después del gran Diluvio.
Un antiguo sabio llamado Maimónides afirma que este camino universal fue luego reafirmado cuando la Torá fue dada en el monte Sinai. (Leyes de los Reyes 8:11). Los noajidas aceptamos que la Torá y sus interpretaciones fueron dados al pueblo judío en el Monte Sinai, por eso entendemos que el desarrollo integral de nuestra identidad depende en gran medida de las enseñanzas de los Maestros judíos autorizados y capacitados.
Quizás al igual que tu, la gran mayoría arrastramos con nosotros una pesada mochila llena de enseñanzas Cristianas. La gran diferencia es que en estos momentos esa mochila pesa cada vez menos, puesto que hemos elegido aceptar las enseñanzas de la Torá concernientes a la Unicidad de Dios, lo relativo al Mesías, el propósito del ser humano en este mundo, y otros asuntos relacionados. Nos consideran y nos consideramos verdaderos amigos del pueblo judío a nivel mundial, respetamos su identidad espiritual. A diferencia de muchos cristianos que buscan “convertir” al pueblo judío, nosotros los noájidas procuramos apoyarlos en su caminar espiritual.
Como amigos del pueblo judío, rechazamos cualquier forma de antijudaismo, y apoyamos todas aquellas ideas que procuren bienestar para la nación judía en su tierra Israel.
Muchos de los noajidas re-nacidos divinizaron a un hombre que vivió hace aproximadamente 2.000 años atrás, y muchos proclamaron que la única manera de acercarse a Dios era a través de ese hombre. Es un deber rechazar dicha creencia, y elegir seguir la verdad, la enseñanza original de Abraham y Sarah, quienes enseñaron a los seres humanos a rezar directamente a Dios. De hecho, todas las grandes figuras incluyendo Moshé (Moisés), Aarón, Miriam, Débora, David, Isaías, y Jeremías, rezaron directamente a Dios. Basta con leer alguno de los Salmos del Rey David para entenderlo.
Tristemente existen grupos que enseñan las raíces hebreas de la fe Cristiana. Ellos proclaman que esas raíces hebreas son necesarias para la humanidad. Sin embargo, desde la perspectiva de la Torá, quienes rezan directamente a Dios, tal y como lo hicieron los patriarcas, son los únicos que en realidad fueron a la “raíz” de su identidad espiritual, puesto que emulan a Abraham, Sara y a todas las grandes figuras bíblicas.
Es necesario recordar que “Hashem está cercano a todos lo que Lo llaman, a todos lo que lo llaman con sinceridad” (Salmo 145:18). Maestros de la Luz y la Verdad explican que Dios esta cerca de TODOS, sin miramientos de nacionalidad. En otras palabras, tú no necesitas ser judío para experimentar el amor de Dios.
A muchos nos dijeron que nuestra alma estaría eternamente condenada y que no entraría al cielo si no aceptábamos al personaje central del cristianismo como “Señor y Salvador”. Bueno, aquí has encontrado buena compañía, puesto que, desde el punto de vista de esos maestros cristianos, el pueblo de Israel no irá al cielo, y nosotros no rezamos ni consideramos a ese personaje como “Señor y Salvador” sino que recordamos la máxima: “Yo, solamente Yo, soy Hashem, y no hay Salvador fuera de Mi” (Isaias 43:11).
Debes aprender una antigua enseñanza:
“Los piadosos de entre las naciones tienen una porción en el Mundo Venidero”
(Tosefta –Sanhedrin 13:1)
“Acontecerá en lo postrero de los tiempos, que será firmemente establecido el monte de la casa de Hashem como cabeza de los montes, y será exaltado sobre los collados, y correrán a él todas las naciones. Y vendrán muchos pueblos, y dirán: Venid, y subamos al monte de Hashem, a la casa del Dios de Jacob; y nos enseñará sus caminos, y caminaremos por sus sendas. Porque de Sion saldrá la ley, y de Jerusalén la palabra de Hashem. (Isaias 2:2-3).
Quiera el Eterno guiarte, bendecirte y protegerte en el desarrollo de tu identidad noájida.