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La Naturaleza de la Judeofobia (G. Perednik) – Unidad 2

"En esta segunda lección retomamos la tesis sostenida entre otros por el sacerdote norteamericano Edward Flannery, cuyo libro Veintitrés siglos de antisemitismo da la respuesta en el título mismo. Flannery rastreó las primeras citas históricamente documentadas, que evidencian un encono específico contra los judíos. Para entender dicha hostilidad, es necesario que nos introduzcamos en la Alejandría del siglo III a.e.c. "


 

Unidad 02: El judío en el mundo pagano; el fenómeno alejandrino

Por: Gustavo Perednik

 

 

Hemos comenzado el curso explicando los motivos que justifican el nombre de judeofobia para el odio antijudío, y enumeramos las características que hacen del mismo un fenómeno único y singular.

Luego planteamos diversas opiniones acerca de cuándo nació la judeofobia, y nos quedamos con dos alternativas plausibles: que tuvo su germen, o bien en el helenismo, o bien en el cristianismo.

En esta segunda lección retomaremos la primera de esas dos tesis, que fue sostenida entre otros por el sacerdote norteamericano Edward Flannery, cuyo libro Veintitrés siglos de antisemitismo da la respuesta en el título mismo. Flannery rastreó las primeras citas históricamente documentadas, que evidencian un encono específico contra los judíos. Para entender dicha hostilidad, es necesario que nos introduzcamos en la Alejandría del siglo III a.e.c.

Una Posible Cuna de la Judeofobia

Alejandría fue fundada por quizá el máximo conquistador de todos los tiempos, Alejandro Magno, quien, según historia Josefo Flavio, tuvo una actitud favorable hacia los judíos. Les permitió construir sus propios barrios en la ciudad, en la que desarrollaron el comercio y prosperaron. Alejandría se transformó en una segunda Atenas, capital comercial e intelectual del mundo antiguo.

En Eretz Israel, después de la muerte de Alejandro hubo un período de inestabilidad que provocó deportaciones y emigraciones de judíos, especialmente a Alejandría, cuya poblacíon judía creció notablemente.

A comienzos de la era común había allí cien mil judíos, que ocupaban casi la mitad de la ciudad. (La población judía mundial era de cuatro millones, un millón de los cuales residía en Eretz Israel).

En consecuencia, Egipto se transformó tanto en el corazón de la Diáspora judía, como en lo más avanzado de la helenización fuera de Grecia. Y no se sustrajo a la norma del mundo pagano, que en general fue muy tolerante en materia de diversidad religiosa. Después de todo, si cada familia veneraba a sus muchos dioses, qué mal podía haber en dioses adicionales que cada uno eligiera.

Esa atmósfera tolerante, típicamente pagana, permitió a los judíos practicar libremente su monoteísmo. Tres ejemplos de destacadas personalidades que valoraban altamente a los judíos fueron Clearco, Teofrastro y Megástenes, a comienzos del siglo III a.e.c.

Los dos primeros habían sido, como el mismo Alejandro, discípulos de Aristóteles. Clearco de Soli se refiere en su diálogo Del Sueño al encuentro entre su maestro y un judío, y Teofrastro de Eresos llama a los judíos "raza de filósofos", una descripción nada infrecuente en aquella época.

Sin embargo, aquel trío fue en cierto modo una excepción, puesto que la mayor parte de los historiadores alejandrinos fueron notorios por su judeofobia. Una razón para ello puede ser que aunque los egipcios nativos gozaban de prosperidad económica y cultural, no faltaba entre ellos el descontento por la dominación foránea, primero griega y luego romana. Ese resentimiento se tradujo en una xenofobia que terminó por descargarse contra el pueblo hebreo.

Probablemente a los egipcios los irritaba la tolerancia que el imperio había otorgado a los judíos. Esto, más la envidia social frente al florecimiento de esa colectividad, fue caldo de cultivo para las primeras agresiones escritas. Siguen algunos ejemplos.

Hecateo de Abdera fue el primer pagano que se explayó acerca de la historia israelita, y en el siglo IV a.e.c. no excluyó lo legendario de su narración: "debido a una plaga, los egipcios los expulsaron… La mayoría huyó a la Judea inhabitada, y su líder Moisés estableció un culto diferente de todos los demás. Los judíos adoptaron una vida misantrópica e inhospitalaria".

Debe aclararse que el relato de Hecateo no ataca especialmente a los judíos, a tal punto que cuatro siglos después Filón de Biblos se preguntó si aquel historiador no se habría convertido al judaísmo. Pero Hecateo sí es responsable de inventar el primer mito sobre la historia judía, el primero de una extensa y mortífera mitología. Los judíos "habían sido expulsados" y la vida que Moisés "les impuso en recuerdo de su exilio, era hostil a todos los humanos".

Los escritores alejandrinos posteriores (con algunas excepciones como Timágenes y Apián) repetían siempre que los judíos tenían ese origen humillante. El primer egipcio en narrar la historia de su país en griego fue el sacerdote Maneto, quien escribió en el siglo III que "el rey Amenofis había decidido purgar el país de leprosos… que fueron guiados por Osarsiph", a quien Maneto identifica con Moisés. No menciona explícitamente a los judíos, pero habla de "una nación de conquistadores foráneos que prendieron fuego a ciudades egipcias y destruyeron los templos de sus dioses… después de su expulsión de Egipto, cruzaron el desierto en su camino a Siria, y en el país de Judea construyeron una ciudad que llamaron Jerusalem".

El motivo del reiterado rechazo por lo judío que se daba entre aquellos egipcios, es que posiblemente la narración del Exodo ofendía su patriotismo. La religión israelita había hecho del Exodo de Egipto su creencia central, sinónimo de la aspiración judaica por la libertad.

Por ello, no es de extrañar cierto despecho de parte de los egipcios, quienes comenzaron por transformar el Exodo en una gesta nacional de expulsión de indeseables. Para ello, hacía falta denigrar a los supuestos "expulsados", rebuscar las causas posibles de aquella "expulsión". Así, los temas del linaje leproso y la falta de sociabilidad aparecen en las obras de Queremon, Lisímaco, Poseidonio, Apolonio Molon y, especialmente, Apión. Eran egipcios que escribían en griego.

Según Lisímaco "los judíos, enfermos de lepra y de escorbuto, se refugiaron en los templos, hasta que el rey Bojeris ahogó a los leprosos y mandó los otros cien mil a perecer en el desierto. Un tal Moisés los guió y los instruyó para que no mostraran buena voluntad hacia ninguna persona y destruyeran todos los templos que encontraran. Llegaron a Judea y construyeron Hierosyla (ciudad de los saqueadores de templos)".

Mnaseas de Patros (s. II a.e.c.) aporta la novedad de que los judíos "adoran una cabeza de asno" y su contemporáneo Filostrato resume: "los judíos han estado en rebelión en contra de la humanidad; han establecido su propia vida aparte e irreconciliable; no pueden compartir con el resto de la raza humana los placeres de la mesa, ni unírseles en sus libaciones o plegarias o sacrificios; están separados de nosotros por un golfo más grande del que nos separa de las Indias".

Por su parte, Agatárquides de Cnido destacaba las "prácticas ridículas de los judíos, el carácter absurdo de su ley y, en particular, la observancia del Shabat" que los mostraba como un pueblo de holgazanes. La mitificación va creciendo como una bola de nieve, y en el siglo I a.e.c. Apolonio Molon lanza contra los judíos una nueva escalada: "son los peores de entre los bárbaros, carecen de todo talento creativo, no hicieron nada por el bien de la humanidad, no creen en ninguna divinidad… Moisés fue un impostor".

Pero el mito más funesto de los inventados en la antigüedad (por sus derivaciones ulteriores, según veremos en próximas lecciones) fue el de Damócrito (s. I a.e.c.): "Cada siete años toman un no-judío y lo asesinan en el templo…" Dos historiadores de marras fueron Queremón, quien relacionó el Exodo con las migraciones de los Hyksos, y Apión, el máximo judeófobo antiguo.

Apión, a quien Plinio el Antiguo y Tiberio llamaron "gran charlatán", fue iniciador de las agitaciones antijudías bajo el gobernador Flaccus (año 38) que provocaron que decenas de miles de judíos fueran asesinados. El recopiló las ideas de sus predecesores y agregó de su propia creatividad: "Los principios del judaísmo obligan a odiar al resto de la humanidad. Una vez por año toman un no-judío, lo asesinan y prueban de sus entrañas, jurándose durante la comida que odiarán a la nación de la que provenía la víctima. En el Sancta Sanctorum del Templo Sagrado de Jerusalem hay una cabeza de asno dorado que los judíos idolatran. El Shabat se originó porque una dolencia pélvica que los judíos contrajeron al huir de Egipto los obligaba a descansar el septimo día".

Dos grandes sabios de esa época enfrentaron a este judeófobo. Flavio Josefo tituló una de sus obras Contra Apión, y el filósofo Filón de Alejandría lideró la delegación de judíos que se entrevistaron con el emperador Calígula a fin de poner fin a la violencia en la ciudad.

La Judeofobia Romana

Cuando la provincia Roma prevaleció sobre lo que había sido el imperio helenista, los escritores romanos heredaron de los griegos también la judeofobia. En Horacio (siglo I a.e.c.) hay condena contra los judíos, pero muy moderada (sus obras son despues de todo, sátiras).

El satirista más famoso de Roma, Juvenal (50-127), culpa a los extranjeros (si bien incluye griegos y sirios destaca a los judíos) de haber provocado la decadencia de la forma tradicional de vida romana. Desprecia especialmente a los judíos porque adoran nubes, haraganean en sábado, practican la circuncisión y son pobres.

Tácito (55-120) repite que los judíos debilitan la moralidad romana, y que los egipcios los expulsaron al desierto, en el que Moisés les enseñó rituales para separarlos de las otras naciones. Según Tácito, cuando los israelitas llegaron a Judea comenzaron con el culto asnal porque los asnos los habían guiado en su marcha por el desierto. "Los judíos revelan un terco vínculo los unos con los otros… que contrasta con su odio implacable por el resto de la humanidad… siniestros y vergonzosos, han sobrevivido sólo gracias a su perversidad… Creen profano todo lo que para nosotros es sagrado, y permiten lo que nos es aborrecible… consideran criminal matar a un bebé recién nacido".

Una característica que cabe analizar aquí es la sobrepercepción del judío, aspecto que ya comienza a verse en autores de esa época. A comienzos de la era común, el historiador y geógrafo Estrabón argüía que "los judíos han llegado a todas las ciudades, y es difícil hallar un lugar en la tierra habitable que no haya admitido a esta tribu, y que no haya sido poseído por ella".

La sobrepercepción del judío es la norma, pero no siempre viene acompañada de judeofobia. Un buen ejemplo es una carta que Mark Twain (el famoso escritor norteamericano, que de ningún modo fue judeófobo) envió al editor de la Encyclopedia Britannica: "leí que la población judía de los EE.UU. es de 250.000. Yo tengo más amigos judíos que esa cifra, por lo que supongo que se trata de un error tipográfico por 25.000.000".

Corresponde aclarar que en todos los países en donde viven, los judíos llegan a ser, como máximo, el 1% de la población (las únicas dos excepciones son EE.UU., donde superan el 2%, e Israel, donde constituyen casi el 90%). Pero casi en todo país son percibidos como si fueran cinco o diez veces más.

Esa sobrepercepción resulta de por lo menos tres razones para esa sobrepercepción: 1) los judíos son eminentemente urbanos (el 90% de ellos está concentrado en las dos ciudades principales de cada país en el que residen); 2) son muy activos en actividades centrales (economía, artes, ciencia); y 3) su historia se transformó en la historia sagrada de una buena parte de la humanidad, por lo que la mayoría de la gente aprende acerca de los judíos en algún momento de su educación, de modo que los judíos están mentalmente presentes en la gente antes de ser personalmente conocidos.

En el siglo I a.e.c. Cicerón describe la "superstición bárbara" de los judíos, y alerta acerca de "cuán numerosos son, aislacionistas e influyentes en las asambleas". La comunidad judía de Roma seguía a la de Alejandría en cuanto a tamaño e importancia, y también allí, los privilegios que algunos emperadores les acordaron para que pudieran observar libremente su estilo de vida, despertaron la envidia de sus vecinos. Esos privilegios incluían la exención de adorar imágenes, práctica que estaba muy entretejida en la vida cotidiana de los romanos.

La política romana nunca fue sistemáticamente judeofóbica (sólo algunos emperadores lo fueron), y su ambivalencia no se modificó ni siquiera durante la guerra contra Judea. Pero los hombres de letras romanos sí tendieron a hacerse eco de los prejuicios alejandrinos. Tíbulo, Ovidio, Quintiliano y Marcial se sumaron a los ataques contra "la perniciosa nación". Séneca los llamó "la nación más malvada,cuyo despilfarro de un séptimo de la vida va contra la utilidad de la misma".

Como vimos, este capítulo de la judeofobia fue principalmente literario, y justificaría la postura de aquellos que ven en Alejandría la cuna del fenómeno.

La pregunta es cómo podría ser de otro modo, de qué manera alguien podría argumentar que la judeofobia nació con el cristianismo (según la quinta de las hipótesis planteadas) si hay tanta evidencia de odio antijudío entre los griegos y romanos. A responder esa pregunta dedicaremos la próxima lección.

La Naturaleza de la Judeofobia (G. Perednik) – Unidad 1

El sacerdote Edward Flannery, en el prólogo a su obra Veintitrés Siglos de Antisemitismo, revela que su interés por este tema nació cuando descubrió que la ignorancia al respecto es un abismo que separa a judíos de cristianos. "¿Cómo es posible que el judío – se pregunta Flannery- abrumado por la conciencia de la secular opresión que ha sufrido en el mundo cristiano, hable en igualdad de condiciones con el cristiano, que está sinceramente convencido de que su interlocutor otorga excesiva importancia a las persecuciones?"


 

Unidad 01: Introducción

Por: Gustavo Perednik

 

El sacerdote Edward Flannery, en el prólogo a su obra Veintitrés Siglos de Antisemitismo, revela que su interés por este tema nació cuando descubrió que la ignorancia al respecto es un abismo que separa a judíos de cristianos. "¿Cómo es posible que el judío – se pregunta Flannery- abrumado por la conciencia de la secular opresión que ha sufrido en el mundo cristiano, hable en igualdad de condiciones con el cristiano, que está sinceramente convencido de que su interlocutor otorga excesiva importancia a las persecuciones?"

Y bien, en ese sentido un curso como el nuestro podrá tender un puente sobre el abismo, permitiendo a más gente conocer páginas muy oscuras de la experiencia humana, y llamativamente poco investigadas.

Hasta 1879, el odio hacia los judíos no tenía siquiera un nombre especial. Ese año Wilhelm Marr acuñó el término "antisemitismo" a fin de distanciar el fenómeno de toda connotación religiosa. El panfleto de Marr, "La victoria del judaísmo sobre el germanismo considerada desde un punto de vista no-religioso" exhortaba a que se hostilizara a los judíos independientemente de sus inclinaciones religiosas. Pero el vocablo que Marr eligió tiene varios defectos.

En principio, "semitas" no hay. Puede hablarse de lenguas semíticas, o de grupos semitas de la remota antigüedad, pero suponer que, por ejemplo, un judío de Holanda, uno de Etiopía pertenecen a la misma "raza semita" junto con un árabe de Marruecos, es a todas luces absurdo.

En segundo lugar, y más importante aún, personas contra los semitas, no sólo que no hay, sino que nunca hubo. Jamás se crearon partidos, publicaciones, o ideas que combatieran a los "semitas". Es más, la voz se presta a juegos de palabras. En marzo de este año, el canciller egipcio Amer Musa respondió a una acusación preguntando: "¿Como vamos a ser antisemitas, si nosotros somos semitas?"

Lo lamentable es que el término acuñado por un judeófobo como Marr se difundió por doquier, aun cuando tres años después, un prestigioso pensador judío, León Pinsker, sugirió la más apropiada palabra, "judeofobia", para caracterizar el encono hacia los judíos.

"Judeofobia" es más precisa porque en el prefijo señala el verdadero destinatario de esta aversión, el judío, y en el sufijo alude a su carácter irracional. Es cierto que en psicología "fobia" también responde a su origen griego, "miedo". Y se habla de ailurofobia (miedo a los gatos), nictofobia (a la noche) o claustrofobia (a los lugares cerrados). Pero en ciencias sociales tiene un significado más cercano al odio (no al temor) como en "xenofobia" (odio a los extranjeros).

La judeofobia no es una forma de la xenofobia, puesto que los judíos no son extranjeros de los países en los que viven. Y si, como dijimos, tampoco son una raza, la judeofobia no es una especie del racismo. Es un fenómeno muy singular, y como tal vamos a estudiarlo.

Hemos ofrecido cinco justificaciones del término "judeofobia" en lugar del usual "antisemitismo". Estas incluyen motivos históricos, semánticos y lógicos. Pero si aún no están convencidos de que el uso de "judeofobia" sea el deseable, permítanme agregar un argumento más.

El prefijo "anti" combinado con el sufijo "ismo" sugiere una opinión que viene a oponerse a otra opinión, como en antimercantilismo, antidarwinismo o antiliberalismo. Pero la judeofobia no es una idea. Jean-Paul Sartre, en su famoso libro sobre el tema, sugiere que no le permitamos al judeófobo disfrazar su odio de "opinión". En la medida en que usemos "antisemitismo", los judeófobos podrán adornar a sus rencores con una aureola de criterio razonado, lo que además nos impide entender el fenómeno de la judeofobia con claridad.

La Singularidad de la Judeofobia 

Odios contra grupos siempre existieron. Pero en nuestro estudio partimos de la base de que el despecho contra los judíos es único. Los judíos fueron odiados en sociedades paganas, religiosas y seculares. En bloque, fueron acusados por los nacionalistas de ser comunistas, por los comunistas de ser capitalistas. Si viven en países no judíos, son acusados de dobles lealtades; si viven en el país judío, de ser racistas. Los judíos ricos fueron agredidos y los pobres maltratados. Cuando gastan su dinero son resentidos por ostentosos; cuando no lo gastan, son despreciados por avaros. Fueron llamados cosmopolitas sin raíces o chauvinistas étnicos. Si se asimilan al medio, son temidos por quintacolumnas; si no, son odiados por cerrarse en sí mismos. Cientos de millones de personas han creído por siglos, que los judíos beben la sangre de los no-judíos, que causan plagas y envenenan pozos de agua, que planean la conquista del mundo, o que asesinaron al mismísimo Dios.

En aras de ordenar la clase, digamos que no hay odio más antiguo, más generalizado, más permanente, profundo, obsesivo, peligroso y quimérico que la judeofobia. Veamos cada característica separadamente.

  1. Antiguo. Robert Wistrich tituló a su último libro sobre el tema "El odio más antiguo". Veremos enseguida las distintas posibilidades acerca de cuándo nació la judeofobia, pero adelantemos ya que se trata de un inquina que continuó más o menos durante dos milenios y medio. O como explica Shmuel Etinger, la judeofobia "es un fenómeno que se prolongó ininterrumpidamente, en lo fundamental, desde la época helénica hasta nuestros días, aunque asume características distintas en el curso de la historia. Precisamente, su continuidad histórica es un factor decisivo en su intensidad y en su capacidad de adaptarse a las cambiantes condiciones contemporáneas".
  2. Generalizado. De todos los países europeos en los que residieron, los judíos fueron expulsados alguna vez. Los ejemplos más recordados son Inglaterra en 1290, Francia en 1306 y en 1394, Hungría en 1349, Austria en 1421, numerosas localidades de Alemania entre los siglos XIV y XVI, Lituania en 1445 y en 1495, España en 1492, Portugal en 1497, y Bohemia y Moravia en 1744. En las más diversas situaciones históricas, los judíos fueron hostilizados en casi todos los países del mundo, aun aquellos en donde no estaban. El Japón de hoy es un ejemplo de cómo la judeofobia puede existir aun cuando la comunidad judía sea minúscula. Y China es frecuentemente citada como la excepción a esta regla de la universalidad de la judeofobia.
  3. Permanente. En la mayoría de los lugares, la judeofobia continúa años, décadas, e incluso siglos después de que los judíos han partido. El rey Eduardo I expulsó a los judíos de Inglaterra en 1290, y su readmisión no se produjo hasta 1650. Es notable que Shakespeare pudo crear su estereotípico Shylock, el judío de "El Mercader de Venecia", después de tres siglos en los que en su país no había judíos. La audiencia podía despreciar al judío y burlarse de él, sin que ninguno de ellos, ni sus padres, ni sus abuelos, los hubieran conocido en persona.
    En el siglo XVII Francisco de Quevedo atacaba a su competidor literario, Luis de Góngora, aludiendo a su "nariz judía" y amenazando con que untaría sus poemas con tocino a fin de que los judíos no se los plagiaran… aunque éstos habían sido expulsados de su país hacía más de un siglo.
    En Latinoamérica, Julián Martel escribe su novela "La Bolsa" en la que se acusa a los judíos de haber hecho quebrar la Bolsa de Comercio de Buenos Aires en 1890, una época en la que virtualmente no había judíos allí.
    Un último ejemplo: en 1968 el gobierno polaco lanzó una campaña por radio y televisión tendiente a "desenmascarar a los sionistas de Polonia". Casi treinta años después de que tres millones de judíos polacos fueran exterminados por los alemanes, en Polonia podía aún despertarse odio por una diminuta minoría que no alcanzaba al 1% de la población.
  4. Profundo. Como resultado de los atributos mencionados, los estereotipos mentales en contra de los judíos están hondamente arraigados. Si tenemos en cuenta que por siglos, cientos de millones de personas creyeron que los judíos transmiten la lepra, que matan niños cristianos para sus rituales, que dominan el mundo entero, que son una raza promiscua o criaturas diabólicas, que Dios desea que sufran, u otras variantes, entonces se ve por qué la judeofobia es tan fácil, por qué el judeófobo no debe invertir muchos esfuerzos en despertar antipatías contra el judío, ya que no tiene más que echar mano a la asociación mental apropiada a un momento determinado.
    Se dice de Goebbels, el ministro de propaganda alemán durante el régimen nazi, que había distribuido un cartel que mostraba a un hombre montado en un bicicleta con la leyenda "La desgracia de Alemania son los judíos y los ciclistas". El lector se preguntaba ingenuamente "¿Y por qué los ciclistas?" y así la propaganda había cumplido con su objetivo. La profundidad de la judeofobia había hecho una buena parte del trabajo.
  5. Obsesivo. Para el judeófobo los judíos no son un enemigo; son el enemigo. No ve satisfecho su impulso hasta que el judío no es quebrado del modo más total. Durante los siglos XIX y XX en el imperio ruso las palizas y asesinatos de judíos se difundieron a tal punto, que se acuñó el término "pogrom" para definirlos. Y eran vistos por sus perpetradores como el medio de salvar a la nación. "Byay Zhidov Spassai Rossiyu, Golpea al judío y salva a Rusia" era su lema.
    Ernest Cassirer reflexionó en "Modernos mitos políticos" acerca del discurso de despedida de Adolf Hitler a la nación alemana, antes de su suicidio el 30 de abril de 1945. ¿Cuál fue su mensaje? No recordó las glorias de Alemania, ni expresó dolor por la destrucción de su país; no se arrepintió del baño de sangre en el que acababa de sumir al mundo; ya no promete la conquista. Su atención sigue fija en un punto que lo obsesiona: los judíos, "el enemigo eterno". "Si soy vencido, la judeidad podrá celebrar"… Y si bien Hitler encarnó la judeofobia en su extremo máximo, la obsesividad es una característica reiterada.
  6. Peligroso. Debido a su profundidad, con mucha frecuencia la hostilidad contra los judíos desborda la discriminación y estalla en violencia física. En casi todos los países en donde los judíos viven o vivieron, fueron en algún momento sometidos a golpizas, tortura y muerte, por el único motivo de ser judíos. Por ello toda expresión judeofóbica es potencialmente más peligrosa que expresiones de aversión contra otros grupos. Por ejemplo, en todos los países hay chistes xenofóbicos en contra de minorías. En los EE.UU. son los chistes de polacos, en Inglaterra de irlandeses, en Brasil de portugueses, en la Argentina de gallegos, en Suecia de noruegos, etc. Los chistes de judíos pueden ser tan inofensivos como cualquiera de los otros. Sin embargo, si no hubieran existido habido chistes de judíos en Europa durante uno o dos siglos antes del Holocausto, la virulencia de la judeofobia podría haber sido menor, y los nazis habrian encontrado menor apoyo para su genocidio. Para las otras minorías mencionadas, no hubo hogueras, cámaras de gas y hornos crematorios. Y la judeofobia se transmite en gestos, en chistes y en generalizaciones, mucho más que en conferencias. Ulteriormente, cuando un prejuicio es tan peligroso, los chistes pueden ser letales.
  7. Quimérico. Este bien puede ser el rasgo esencial. El odio de grupo deriva usualmente de una incorrecta interpretación de la realidad. Si como hoy, un francés odia a los argelinos porque corrompen su cultura, o un alemán odia a los turcos porque le quitan sus puestos de trabajo, en ambos casos la realidad ha sido mal interpretada. Ciertamente hay desempleo en Alemania, pero no son los turcos los culpables de ello.
    El caso de la judefobia difiere de la xenofobia mencionada. No hay que confrontarse con una interpretación incorrecta, sino con mitos. Los judíos son odiados por comer no-judíos en el pasado, o por dominar el mundo en el presente, por haber matado a Dios, o por haber inventado el Holocausto, o por promover las guerras, la esclavitud, el mal.

No es fácil contender con argumentos de esta índole.

Incluso si hubiera odios que comparten una o dos de estas características, no se encontrará uno que, como la judeofobia, combine todas ellas. Que la encaremos de modo singular no significa, por supuesto, minimizar el sufrimiento de otros grupos, o condonar la persecución contra otras minorías cualesquiera. Todo aborrecimiento de grupo, todo racismo y persecución deben ser repudiadas. Pero la judeofobia sigue siendo el odio más antiguo, profundo, peligroso y quimérico, y si la diluimos en un mar de discriminaciones y prejuicios, la entenderemos menos. Empecemos por analizar cuándo se originó el fenómeno.

Seis Teorías sobre el Origen de la Judeofobia

Puede esgrimirse que la judeofobia comenzó:

  1. con los primeros hebreos, hace cuatro milenios;
  2. con la esclavitud egipcia hace algo más de tres milenios;
  3. con el Retorno a Sión, hace dos milenios y medio;
  4. con el helenismo alejandrino, hace veintitrés siglos;
  5. con el cristianismo, hace dos milenios;
  6. con el totalitarismo moderno, hace algo más de un siglo.

En esta lección intentaremos descartar las teorías 1,2,3 y 6. En la próxima nos concentraremos en la teoría 4, y en la lección subsiguiente en la 5.

Sobre la teoría 1, digamos que rastrear la judeofobia hasta la época patriarcal es incorrecto, tanto histórica como teóricamente. Desde el punto de vista histórico, no es cierto que los judíos hayan sufrido persecuciones por tanto tiempo. Aunque hay algunos versículos bíblicos que evidencian un tono judeofóbico, extraeremos de la Biblia solamente arquetipos que faciliten la comprensión, y no precisión histórica.

El primer ejemplo podría ser Abimelej, el rey de Guerar en el Neguev, quien espetó al patriarca Isaac: "Alejate de entre nosotros, puesto que te has hecho más poderoso que nosotros" (Génesis 26:16). Este es un arquetipo de los argumentos que emplea la judeofobia, especialmente porque el original hebreo puede leerse "Alejate de entre nosotros, porque has prosperado a costa nuestra".

Desde la teoría, sostener como Hermann Gunkel que con los primeros hebreos aparece la judeofobia, es dar por sentado que las meras diferencias son la fuente del odio, y no la intolerancia frente a la diferencias. Abraham no tenía por qué generar enemigos por el hecho de proponer la distinción monoteísta; la judeofobia comienza con los judeófobos, no con los judíos.

En cuanto a la teoría 2, quien sostenga con Charles Journet que la motivación del Faraón era judeofóbica, debe tomar la Biblia demasiado literalmente. Es cierto que el monarca egipcio expresa un tercer argumento habitualmente empleado por judeófobos: que los judíos son una quinta columna. Así lo enuncia el Faraón: "He aquí los hijos de Israel, son más que nosotros y más fuertes. Actuemos contra ellos con astucia para que no se multipliquen y, para que cuando nos acaezca una guerra, no se unan a nuestros enemigos para combatirnos" (Exodo 1:9-10). Pero sería más razonable atribuirle a los egipcios un intento xenofóbico de esclavizar a otros pueblos, una práctica usual de la antigüedad, y no un odio específico contra los judíos como tales.

Otros arquetipos de judeofobia que trae la Biblia son los pueblos que atacaron a los hebreos gratuitamente, durante la marcha hacia la Tierra Prometida. Los dos más destacados son Amalek y Midián, precisamente por la gratuidad del ataque. En esos dos casos, a diferencia de Moab, el trayecto de los hebreos no representaba amenaza alguna para ellos. Por ello el ataque fue generado por la saña y a mansalva. Pero la historicidad de esos combates es demasiado nebulosa como para que puedan considerarse comienzos de la judeofobia.

Descartadas las hipótesis 1 y 2, pasemos a explicar la 3, que señala el origen de la judeofobia en la época del Retorno judío a Sión durante el siglo V a.e.c. Probablemente, de esta época data el máximo arquetipo bíblico de la judeofobia, Hamán. En efecto, algunos historiadores relacionan a este personaje con el rey persa Jerjes I, quien habría sido el Ajashverosh (Asuero) del libro de Ester. De acuerdo con este texto, Hamán fue el visir del rey que planeó el genocido de todos los judíos del extenso reino. Y, otra vez, aun cuando la historicidad de los hechos no fue demostrada, las palabras de Hamán tuvieron eco en las de los judeófobos de todas las épocas: "Hay un pueblo disperso en todas las provincias… cuyas leyes son distintas de las del pueblo, y no observan las órdenes del rey… Escríbase que sean destruidos" (Ester 3:8).

Más allá de la Biblia, hay dos eventos de ese siglo V a.e.c. que sí podrían marcar la génesis de la judeofobia. Uno en la tierra de Israel (el ataque contra los que regresaban de Babilonia para reconstruir Jerusalem) y otro en la Diáspora (la destrucción del templo judío de Elefantina en Egipto).

Cuando Nejemías, en cumplimiento del permiso que otorgara el rey Ciro de Persia, lideró el Retorno a Sión en el año 445 a.e.c., debió confrontarse con la activa oposición de Sanbalat I "el enemigo" (Nejemías 6:1,16).

Tres décadas después, el templo que la comunidad judía había erigido en la pequeña isla de Elefantina en el Nilo, fue destruido. El templo se había levantado en el 590 a.e.c. y fue destruido en el 411 a.e.c. por los sacerdotes de Khnub con la ayuda del comandante persia Waidrang. Pero más que un estallido judeofóbico, aquella destrucción parece haber sido un acto fanático de egipcios que resentían el dominio persa.

Podemos concluir que los episodios de Sanbalat y de Waidrang fueron aislados, y no dejaron huellas en la historia de la judeofobia, que aún debía nacer. Esta conclusión nos deja con tres tesis, las 4, 5 y 6.

Esta última fue sostenida por Hannah Arendt, quien en "Los orígenes del totalitarismo" describe "el antisemitismo como una ideología secular evidentemente diferente" del odio religioso contra los judíos. Esta descripción es simplista. Por supuesto que los partidos políticos judeofóbicos se crearon en Alemania en el los años 1880s, y por entonces ocurrió por primera vez que un régimen utilizara la judeofobia como un medio calculado para obtener poder, pero lo importante no es cuándo la judeofobia fue por primera vez un instrumento político, sino cuando apareció.

Es cierto que el siglo XIX trajo consigo un nuevo tipo de judeofobia. Pero el fenómeno ya existía: es único precisamente por su adaptabilidad a distintos contextos históricos. Esta característica muestra tanto su permanencia como su singularidad.

Nos quedamos entonces, con las dos teorías más aceptables. Las raíces de la judeofobia están o bien en el helenismo, o bien en el cristianismo. En las próximas dos clases analizaremos sendas posibilidades.

Bibliografía

La bibliografía general en la que se basa el curso es:

  • "Historia del antisemitismo" de León Poliakov, en cinco tomos.
  • "Antisemitismo" de James Parkes, Ed.Paidós, Bs.As., 1965.
  • "Veintitrés siglos de antisemitismo" de Edward Flannery, Ed. Paidós, Bs. As., 1964.
  • La bibliografía especial, se irá ofreciendo en cada una de las clases.

Creerse o ser…

Pregunta.

realmente ,me llama la atencion el sitio,de la misma forma en que se ejerce ,la observancia de las siete leyes de los hijos de Noe,soy judio ,no observante ,y realmente me ha impresionado ,es mas ,desconocia ,ese grupo ,o esa condicion ,e inclusive para mi es nuevo el nombre de Noajida. pero ,como siempre estamos aprendiendo,para mi ,es parte de ese aprendizaje,que es bien recibido. Quizas sea mucho pedir ,hacer alguna que otra pregunta,que pueda interpretarse como torpe ,pero querria esclarecerme ,para saber ,aun mas ……….. Los rabinos a travez de este pacto ,aceptan a uno como judio? Ustedes se sienten judios? o solo son como entiendo seguidores de las siete leyes de Noe’? quizas ,quisiera hacerle mas preguntas ,pero ,como estoy abrumado,y como este es un hecho ,totalmente nuevo en mi vida ,me ha impactado. Los saludo ,con el respeto mas sincero , Rolando G.

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Quien mato a Jesus?

Quien mato a Jesus?

 

Mateo 20:19

 

Y le entregaron a los gentiles para que le escarnezcan; y azoten y crucifiquen mas el tercer día resucitara.

 

Los gentiles?

 

Ver: Marcos 10:33 al 34

 

10:33 He aquí subimos a Jerusalén, y el Hijo del Hombre será entregado a los principales sacerdotes y a los escribas, y le condenarán a muerte, y le entregarán a los gentiles;

10:34 y le escarnecerán, le azotarán, y escupirán en él, y le matarán; mas al tercer día resucitará.

 

Gentiles y judios?

 

Juan 19:14 al 18

 

19:14 Era la preparación de la pascua, y como la hora sexta. Entonces dijo a los judíos: ¡He aquí vuestro Rey!

19:15 Pero ellos gritaron: ¡Fuera, fuera, crucifícale! Pilato les dijo: ¿A vuestro Rey he de crucificar? Respondieron los principales sacerdotes: No tenemos más rey que César.

19:16 Así que entonces lo entregó a ellos para que fuese crucificado. Tomaron, pues, a Jesús, y le llevaron.

19:17 Y él, cargando su cruz, salió al lugar llamado de la Calavera, y en hebreo, Gólgota;

19:18 y allí le crucificaron, y con él a otros dos, uno a cada lado, y Jesús en medio

 

LOs judios?

 

Quien mato a Jesús? Los gentiles o los judíos?

 

Aquí hay tres versiones, escoge la que quieras. Lee todos los versículos que te menciono y dime quien en realidad lo mato?

 

Pilato?

Los gentiles?

El mismo Jesús?

El dijo que nadie le quita la vida sino que el mismo la pone!

Se te olvido esto?

Cometió el mismo entonces suicidio?

Fue el padre?

El lo envió a morir?

No lo dice así tu biblia?

Fueron los judios?

 

Aquí Jesús dice una profecía, si no fueron los gentiles entonces esta profecía de el llamado Jesús no se cumplió (Mateo 20:19). Porque razón ustedes solo  mencionan los judíos como los criminales del llamado Jesús? Las mismas escrituras en Marcos 10:33 al 34 dice que ambos lo mataron.

 

Quiero aclarar que no creo que lo matara alguno, ya que no creo lo escrito en el NT, pero aun así esto de que lo mataron los judíos solamente es un asunto serio. Esto ha traído años de odio hacia nuestro pueblo. Y todo por no estudiar el llamado NT y darse cuenta de los terribles errores que este tiene.

 

 

Que lo matamos nosotros?

 

Si no hubiese muerto ahora mismo tu estuvieras con tu pecado. No era esta su misión? Que fácil es hacer un juicio contra nosotros. No han leído el NT lo suficiente como para ver estos errores? Si lees bien los versículos veras que dice que lo mataron los gentiles, judíos y después los dos.

 

Que escoges?

 

Si escoges uno de los evangelios, entonces lo escrito en los otros evangelios es falso.

 

La verdad es una y no dos o tres.

Magda Colón

 

Doce caracterí­sticas básicas de un noájida tí­pico

Noájida

Confía solamente en el Eterno, que es el Padre celestial, que es el Creador del universo, que es el Dios Uno y Único, que es el Dios que liberó a los Hijos de Israel, que es el Dios que les entregó directamente a todo el Pueblo judío presente Su perfecta e inmutable Torá. No pone su fe en dioses humanos, ni en dioses ajenos, sino que solamente en Aquel que se manifestó a ciencia cierta delante de TODO el pueblo judío.

Se rige por un simple y estricto código que se basa en la justicia, la bondad, la verdad y la fidelidad. Acata las disposiciones de sus líderes, siempre y cuando no contradigan el código de conducta que proviene de la Torá, tal cual es iluminada por los Sabios verdaderos de Israel. No acepta como verdad espiritual ninguna palabra de otros libros que se hacen llamar «sagrados» y que son base de religiones del mundo.

Se concentra en la vida. Trabaja con libertad, ánimo, coraje, valentía, alegría en la construcción de Este Mundo, con la confianza de que está sembrando los buenos frutos que recogerá en el Mundo Venidero. La muerte es un hecho ineludible al final del camino, por el cual no hay que preocuparse, ya que el Padre celestial le ha dado la vida para que la desarrolle a plenitud. Por tanto, no teme a la muerte, no ronda en su mente todo el tiempo la idea de la muerte, no se dedica a «salvarse», no indaga con ansiedad y angustia al respecto de «cielos e infiernos», pues tiene certeza absoluta de que su cielo y su infierno dependen de sus obras en Este Mundo. Vive a plenitud, en la medida de sus posibilidades, pues confía en la Justicia y Amor del Padre celestial.

Escoge el camino por el cual andará de acuerdo a su libre albedrío, pues confía en que Dios le ha provisto de la capacidad para tomar buenas decisiones. Para actuar con corrección debe estudiar de buenas fuentes y analizar con madurez, para aprender cada vez mejor lo que es correcto. NO pasa su vida aterrorizado por el futuro. Sus líderes NO le amenazan constantemente con el infierno, castigos, tormentos, maldiciones, y otros sufrimientos inconsolables. NO achaca todos sus males a satanases y demonios, a enemigos materiales o etéreos. Sus maestros y líderes NO le exigen total sumisión ni obediencia ciega.
Por el contrario, el noájida puede y debe dialogar, preguntar, criticar con mesura, exponer sus puntos de vista, votar en las decisiones trascendentes de su comunidad, etc.

Colabora maduramente con sus hermanos judíos, pues entiende que cada uno tiene su lugar y su rol. El Eterno ha escogido a Israel para ser la nación santa, el reino de sacerdotes. Por tanto, no ataca a los judíos, no los aborrece, no los quiere suplantar, no quiere robarles su identidad única.
Con sus hermanos noájidas es solidario, colaborador, un amigo fiel, un compañero que no hace depender su ayuda o cariño de las creencias del otro.
Respeto y admisión del otro son sus patrones normales de conducta.

Predican con su acción acorde a los preceptos que Dios ha dado. NO predican con palabras altisonantes, incoherentes, carentes de fundamentos. NO envuelven con palabras complejas, que finalmente no quieren decir nada. JAMÁS amenazan, acusan, agreden, confunden, demandan furiosamente, ni apelan al sentimentalismo barato en procura de manipular a su audiencia. No dan dádivas o caridad como mecanismo para atraer adeptos, ni abusan del prójimo.

Su vida es simple, equilibrada, armoniosa. No rehuyen de los placeres, ni tampoco de sus deberes. Son responsables y comprometidos con la realidad. Carecen de rituales obsesivos, o de actos supersticiosos, o de objetos fetiches.

No tienen dogmas ni doctrinas irracionales. Están libres de doctrinas  faltas de racionalidad o carentes de valor espiritual. NO repiten lemas huecos, ni consignas de los jefes, ni frases rebuscadas pero ridículas, ni versículos fuera de contexto. Sino que desarrollan su intelecto, canalizan sus emociones, cultivan su espíritu en todos los planos que Dios nos ha dado.

Sus líderes viven de su trabajo honrado. No parasitan a los miembros de su comunidad, no amenazan con el infierno para conseguir «diezmos» u otras dádivas.
En caso de recibir sueldo de su comunidad, es un ingreso justo, de acuerdo a la tarea que realiza y al contrato laboral que la comunidad acepta abonar, tal como se paga a un secretario, a un gerente, a limpiador, etc.

La familia es un pilar fundamental. El respeto y aprecio por el cónyuge, el esmero por criar correctamente a los hijos, la unidad familiar, etc. No se abandona a la familia para correr a la «iglesia», ya que el centro de la comunidad noájica es la familia.

No acepta la discriminación negativa, el sexismo, los abusos de poder, las teocracias, el totalitarismo, la corrupción, ni cualquier otra manifestación del extravío del individuo y/o la sociedad. Dentro de la legalidad lucha para establecer justicia.

Son ciudadanos respetuosos y leales de su patria, pues es su deber espiritual participar de la vida pública para que la justicia sea establecida y sostenida.


Te ruego que hagas un ejercicio interesante.
Con total honestidad elabora una lista paralela a la que te he presentado, pero que en lugar de reflejar a un típico noájida, defina a un típico seguidor de Jesús, en cualquiera de sus miles de vertientes (católico, evangélico, bautista, falso judío mesiánico, falso judío netzarita, trinitario, unitario, etc.).
Luego, si lo deseas coméntame lo que has descubierto.
¿Te parece?

Resp. 81 – Tatuajes

SHALOM:
Mi preguta es sensilla:
¿los noajidas pueden tatuarse? debido a que Di-s se los prohibe a los judios.
Saludos
Ramon Balastegui

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La Balada de Uziel.Cuento, parte I

Había decidido suicidarme. Ya ni el alcohol, ni las drogas, ni siquiera el sexo me levanta él animo,  tantos años desperdiciados  madrugando  para ir al trabajo y tan solo para ser pisoteado por alguien a quien siempre consideré inferior a mí, nunca soporté él tener que tomar el bus y ser apretujado por  tanta gente que no paraba de sonreír, de que diablos se ríen??? , luego llegar a casa y encontrar un sitio solo, frío y con tantos malos recuerdos, oh! caterine por que tenías que morir , cuanta falta me haces, siempre pasa lo mismo, justo en esa parte me derrumbo y lloro . No lo soporto mas , tan solo quiero que esto termine de una vez por todas, donde está mi arma?

Todo empezó hace cuatro años, era un joven recién graduado de derecho, un abogado prometedor según mis colegas, llevaba cinco años de casado con caterine una linda sicóloga, dos años menor que yo y quien esperaba una linda niña, mi primer hija, la vida me sonreía y pensaba que nada podía dañar tanta felicidad, que tan lejos estaba, como un imbecil me ufanaba que mi SUERTE nunca me abandonaría, a pesar de mi corta edad ya tenía una gran casa y un auto ultimo modelo, me creía intocable, pero cuanto cambiarían las cosas en mi existencia.Por herencia era católico pero nunca fui practicante, tanto así que mi matrimonio fue una ceremonia civil,aún me parece todo lo católico tan falso tan contradictorio que me repugna desde lo mas interno de mi ser ver la hipocresía de aquellos que mal se hacen llamar sacerdotes, pero dentro de mí hay un amor incontenible por mi creador y quería buscarle y obedecerle, mas no encontraba como ni donde. Mas una tarde cuando salía de la oficina, mi asistente Mónica llevaba una gran biblia negra y le pregunté desde cuando la leía, ella me dijo que había encontrado una IGLESIA cristiana que le había devuelto la paz que había perdido desde su divorcio, y luego me dispara la invitación para que la acompañara a la próxima reunión, como moniquita no era nada fea yo asentí pensando que sería la oportunidad perfecta para llevarla a la cama, pero oh que triste, no paro de maldecir el día que acepté, pues ese día fue el principio de mi fin, si tan solo hubiera sabido todas las mentiras, estafas, burlas y engaños que me esperaban en la tal iglesia y en la tragedia en que todo desencadenaría  tal vez me hubiera suicidado ese día…. CONTINUARÁ.

Respuesta a una carta de un misionero

Con el permiso del More, transcribo aca la respuesta enviada a un misionero que envio una molesta carta  afirmando una cantidad de disparates y errores, que son la base de la fe de este señor y de otros miles que aun siguen perdidos en la nube de la idolatria de Jesus.

He aqui lo que le respondi.

En base a este carta, quisiera que vieramos varios puntos.
Usted dice que no le importa lo que digan sobre Jesus, ¿entonces por que a nosotros nos debiera importar lo que usted diga? Si estamos tirando opiniones graciosamente, sin fundamentos, entonces yo puedo creer que Papa Noel existe y aquel que no me cree es un hereje. Si, de acuerdo a su punto de vista delirante, cada cual es el dueño de la verdad solamente porque cree en eso.

Si usted esta tan seguro, es su delirio, es su problema, pero al menos tenga la dignidad de respetar a los demas y no ofenderlos con sus injuriosas blasfemias, mentiras, media verdades y otras cosas aberrantes.

Ahora, si su fe es fiable, debe estar basada en algo mas que solo creencias personales.
Debe estar fundamentada en libros de origen reconocido y verdadero, en hechos comprobables y/o testimoniados por testigos de confianza.

Por supuesto, usted en su delirio religioso solamente aporta su fe, algunos versiculos perversamente sacados de contexto, mal traducidos o directamente inventados.
Usted se basa en un libro reconocido por ser falso, el nuevo testamento, que no tiene ninguna valor ni historico, ni espiritual ni vale un apica como testimonio.

En su ceguera delirante, porque eso es lo que parece, usted menciona repetidamente a Jesus como dios.
Pero, que interesante, ¿Donde menciona la Tora, que es la Palabra de Dios, que Dios se una  trinidad?
No pido sombras o paralelismos, pido algo textual, en letras claras.
Porque la Tora dice sin dudas: Dios es Uno y Único.
Tal cual dice textualmente.
Y no disparates de idolatra.

Por que Dios prometio que nunca romperia su pacto con Israel, pero el mito de los cristianos miente cuando dice que lo rompio?

Pero ademas, si fue capaz de romper su palabra, por que entonces habriamos de creer en el?
Yo no puedo creer en un dios que quiebra su palabra, cuando promete algo a eternidad pero un dia decide no cumplirlo mas.
Eso mas que un dios, es un farsante de algun panteon pagano. Tipico de ellos.

Y si rompio su pacto eterno con los judios, como sabemos que no ha vuelto a romperla ?

Por si sus errores o mentiras fueran pocas, debe saber que los judios no rechazaron a Jesus por su origen.
Lo rechazaron por que es contrario a las enseñanzas, a las normas que les habia dado el mismo Dios al salir de egipto.
Eso se llama apego a la tradicion. Muy claramente El dijo que ni se quitara o adicionara una sola letra a la palabra que El dio.

Si aceptamos que alguien pudo aparecer en esa epoca y decir que todas las normas que Dios mismo les habia dado eran obsoletas y debian ser abandonadas, por que entonces no aceptamos ahora que por ejemplo Jose Luis de Jesus Miranda es el nuevo cristo ?
La situacion es EXACTAMENTE igual.
Los catolicos y cristianos han cometido errores y atropellos. Se han desviado del mensaje que les dejo Jesus
Asi que lo mas logico es que Jesus rompa el pacto
O
Que vuelva a la tierra, de nuevo como hombre y refunde una iglesia
Y eso esta haciendo ese señor…
No es asi?

Pero para el pueblo judio, esto no es posible
Y no lo es por que tienen la palabra dada por el mismo Dios a TODO el pueblo presente al momento de la entrega.
Y saben que cada palabra alli contenida se cumplira y es valida, y corroborada por TODO un pueblo de testigos.
Y nunca van a cambiar lo alli escrito para adecuarlo a las necesidades o por temor a los poderosos
Los ejemplos abundan en la historia, y estan COMPLETAMENTE documentados de la fidelidad judia a Dios y Su Palabra, asi como de la infidelidad de las iglesias, de todas ellas.
Cuantas veces ha cambiado la iglesia la biblia sus palabras para adecuarse a las comodidades del momento?

 Usted habla de supuestos estudios historicos
Y en eso si demuestra una total ignorancia de la historia judia y mas aun de la historia universal
Por ejemplo, NUNCA servian 2 sumos sacerdotes, solo UNO.
Pero en los evangelios se habla de 2
Por que en NINGUNA obra historica se menciona la tradicion de liberar un preso?
Por que el fraude Jesus fue ejecutado a muerte junto a dos rateros en la cruz? Acaso los romanos castigaban el robo con la cruz? Eso es ridiculo! Para la risa, si no hubiera llevado al mundo al mas horrible horror de la idolatria, la inmoralidad, la mentira.

Busque por fuera de la iglesia, busque en la historia

 Cordial saludo

 Alvaro Buitrago (con aditamentos del More Yehuda)

Algunas puntualizaciones

Shalom.
Conversando con amigos noájidas, entablando nuevos contactos, ampliando el conocimiento de la identidad noájica me he topado a menudo con algunas dudas, temores, anhelos, ideas, creencias, suposiciones, que quisiera ahora puntualizar.
Son solamente algunas de ellas, si Dios quiere y con tu ayuda podremos ir mejorando esta lista.

  1. Los noájidas son algo así como el hermanito tonto y desvalido de los judíos.
    ¡FALSO!

    El Padre celestial le ha brindado a los noájidas una identidad espiritual muy bien definida, les ha provisto de elementos para nutrir su identidad, los ama y quiere que desarrollen todas sus potencialidades como noájidas.
    Noájidas y judíos somos ciertamente hermanos, descendientes de la misma pareja inicial humana, criaturas todos de Dios. Pero no hay inválido ni perfecto, solamente hay diferencias de roles que debemos cumplir. Tal como ha designado el Padre celestial y no por capricho de las personas o las colectividades.

    Los noájidas han de tomar la mano firme que le brindan algunos maestros judíos. Entiende bien que no son TODOS los judíos, ni el judaísmo el judaísmo, sino algunos maestros, aquellos que están interiorizados con los mandamientos y reglamentos que el Eterno les ha conferido y desean servirlos como la "Luz para las naciones" que el profeta visualizó hace casi tres mil años.

  2. Los noájidas deben formar parte, estar asociados o recibir asistencia de alguna comunidad judía.
    ¡FALSO!
    Los noájidas no son ni niños pequeños, ni personas ineptas.
    Está en manos de cada noájida como individuo el formar asociaciones de noájidas, el incrementar el conocimiento de Dios, el fomentar la vida noájica.
    Está también en sus capacidades y derechos el querer fundar institutos de amistad con organizaciones judías, etc. Pero, esto no es lo fundamental en su rol como noájidas.
    Su rol, el que Dios ha definido para los noájidas, es el de desarrollar Este Mundo a plenitud, colaborar en hacer del mundo un lugar de santidad. Por medio de las buenas obras, de la justicia, la caridad, la bondad, la solidaridad, el estudio, el compromiso, etc.
    Como algo absolutamente superficial y accesorio está el hecho de formar alianas culturales con organizaciones judías o convertirse en apéndices de instituciones judías.

  3. El noajísmo es un paso intermedio hacia la conversión al judaísmo.
    ¡FALSO!
    Nuevamente esta creencia errónea está muy difundida y es muy perjuicial.
    Al igual que las anteriores demuestra una falta de conocimiento de la identidad noájica así como una escasa autoestima en su condición de noájida.
    El noajísmo es una meta en sí misma, es la meta espiritual para aquellos que han nacido como gentiles, por Voluntad de Dios.
    Algunos pueden querer convertirse a judíos, pero por cuestiones meramente individuales, no porque ésta sea la finalidad de la espiritualidad noájica.

  4. Los noájidas no pueden dirigir sus comunidades noájicas, eso debe hacerlo un rabino.
    ¡FALSO!
    La comunidad noájica es la casa grande para el individuo y la familia noájica.
    En cada hogar es el jefe de familia el que lidera, sea este jefe el padre, la madre, ambos o algún otro; algo similar debe ocurrir con la comunidad de noájidas.
    Cada una encontrará el estilo que le es más acorde a su idiosincracia, más democrática, mas verticalilsta, paternalista, consejos directivos, etc. Marcando sus pautas, dirigiendo su vida con madurez y compromiso hacia los valores que son parte integral de la cida noájica.
    Por supuesto que la asistencia de algún maestro judío capacitado, sea rabino o no, es de absoluta importancia, para tener el enlace vital con la Torá y con los que han de servir como "sacerdotes entre las naciones".

  5. El noajísmo es una religión.
    ¡FALSO!
    Tal como ya hemos enseñado es una forma de vida, que no deja de lado la nutrición correcta de la espiritualidad de acuerdo a lo q es esencial para el noájida.

  6. La comunidad de noájidas es una iglesia.
    ¡FALSO!
    La comunidad de noájidas es la reunión de noájidas en torno a un centro comunitario. Esta mancomunidad de individuos tiene varias finalidades, que ya hemos expuesto en un texto anteriorimente.
    Por supuesto que la comunidad noájica provee de asistencia en el plano espiritual, pero es la antítesis de una iglesia, pues no se funda en dogmas, en le fe ciega, en la sumisión, en los rituales vacíos o en la falsa espiritualidad.

  7. El noajísmo es anti-misionero.
    ¡FALSO!
    El noajísmo es un modo de vida integral. Su identidad no se fundamenta en estar en contra de algo, no es un movimiento reaccionario, sino que nace por Voluntad divina y tiene marcado desde Arriba un claro camino de plenitud.
    Una de sus facetas es servir como guía para los que buscan la Luz celestial, el abrazo con el Padre celestial, y por esto debe necesariamente decir un "NO" rotundo a toda idolatría, y muy particularmente a la que se hace pasar por santidad y reemplazante de la Alianza de Dios con Israel.
    Así pues, el noájida no es anti-misionero, pero se opone con firmeza a toda la corrupta farsa que estos personajes (los misioneros de toda índole) quieren imponer con astucia, violencia, humillaciones u otras maneras enfermizas.

Hasta aquí por el momento, envíame por favor sugerencias para seguir actualizando esta página.

Purim para noájidas

Como sabes, Purim es una festividad de la nación judí­­a.
Hace miles de años un perveso lí­­der polí­­tico del imperio Persa (¡oh coincidencia, en parte la actual Irán!) quiso exterminar a la nación judí­­a, del primero al último. Su único motivo era el odio que tení­­a hacia Dios, y por ende a los que Él escogió como nación especial para servirLo como sacerdotes.
Su implacable orden serí­­a ejecutada sin falta, llevándose a cabo la «solución final» del pueblo judí­­o.

El valor, el arrojo y la confianza puesta en Dios de algunos principales de la nación judí­­a (Mordejai y su prima Ester) canalizaron el milagro oculto que se envió desde Arriba, lo que revirtió el horror que finalmente cayó sobre los enemigos de Dios y de los judí­­os.
El malvado perseguidor de fieles del Eterno murió en su propia trampa, también fracasaron y todos sus socios y allegados cómplices en sus macábros designios.

Como ves, es una fiesta netamente judí­­a, ya que celebra la salvación que tuvo esta nación.

Pero, los noájidas tienen también posibilidad de celebrar en este dí­­a, de una manera que sea noájica, sin copiar ni tomar prestada una identidad que no les corresponde.

  • En Purim los noájidas pueden reunirse para comer y beber en un festejo mesurado pero lleno de regocijo.
  • En tal reunión vespertina es aconsejable que se converse acerca de la historia de Purim, no es necesario leer la «Carta de Ester» que se encuentra en el Tanaj, pero si quieren lo pueden hacer.
  • Es apropiado que tengan textos escritos por maestros judí­­os sobre el tema, pero especialmente sobre las enseñanzas éticas que se desprenden de la historia de la festividad.
  • Deben convidar a gente pobre y menesterosa a participar de este evento. Por pobre y menesteroso se puede entender personas con carencias materiales, y/o solitarias, y/o desprovistas de comunidad y/o que andan por caminos de idolatrí­­a.
  • Si el que ha sido convidado no quiere o no puede concurrir a la celebración, es oportuno que se le entreguen algunos alimentos festivos (lo que sea tí­­pico en la región en que el noájida vive), así­­ como algún folleto o texto resumido y claro acerca de Purim y su valor para la identidad noájica.
  • Si lo desean, pueden realizar una fiesta de disfraces para los más pequeños de la comunidad, como manera de divertirlos en tanto se educan y además darles la oportunidad de vivir aspectos del carnaval (que suele caer en estas fechas) pero sin el contenido tóxico de esta fiesta pagana.
  • En caso de no poder preparar un festí­­n o no poder compartir uno, es correcto que se enví­­en golosinas a las personas allegadas. Si el allegado no conoce la festividad, incluya el folleto que mencionamos más arriba.
  • Debe hacerse un momento en esta jornada para reflexionar, individual o colectivamente, en la necesidad de la participación de cada uno, que todos y cada uno es indispensable, pues el milagro se canaliza por medio de la actividad personal.
  • También debe darse el tiempo para reflexionar en qué puede hacer para ayudar a que en el mundo termine la discriminación negativa, el odio hacia los judí­­os, la rebelión en contra del Padre celestial.

Hasta aquí­­ algunas sugerencias, que espero sea bien tomadas y aplicadas por los miembros de FULVIDA y por todos los noájidas que desean andar por el camino del bien y la justicia.

Quedo a las órdenes para responder a tus preguntas y espero que me comentes como pasaron esta festividad viviéndola al modo noájico.

Shalom y bendiciones