Archivo de la categoría: esencia

Resp. 154 – Cuidado con falsos dioses y ciertos «maestros»

Estimado More. buen día le saludo una vez más, tengo una pregunta un tanto intrigante para mi
1- ¿Qué tan cierto es que la Torah permite a los gentiles creer en otras cosas?
2- Le comento, hable con un judio y me dio esta referencia de la Torah
«o no sea que alces tus ojos a los cielos y veas el sol, y la luna, y las estrellas, con todo el ejército de los cielos, y seas impulsado a postrarte ante ellos y darles culto; cosas que el Eterno, tu Dios, destinó para alumbrar a todos los pueblos que hay» (Devarim / Deuteronomio 4:19)
Él me dijo que según este versiculo, al gentil le está permitido creer un sin fin de cosas, ¿será esto posible a la luz de éste versiculo?
Saludos Cordiales
Miguel de León

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Resp. 151 – Fechas de diciembre

Saludos
More
Espero se encuentre bien de salud con los suyos alrededor, en la comunidad han surgido varias inquietudes a cerca de,
1-¿como enfrentar las fecha de diciembre?
2- ¿Que hacer si tenemos a nuestros padres viviendo en casa y ellos quieren adornar la casa con arbles de idolatría, muñecos y luces que no van de acuerdo con nuestra senda y que son articulos para fomentar la idolatria, ya que tenemos hijos y no queremos que sean atraídos por el destello de luces y adornos?
3- ¿Como unirnos en celebración al pueblo judio por medio de la fiesta de Januka, que debemos hacer nosotros los noájicos?
4- ¿nuestros hijos nos preguntan que si deben recibir los regalos que les dan en esas fechas en las escuela o amigos, como parte de la celebración de esas fechas?
Gracias por su atención y Asesoria
Mario Hinestroza
Isla de Margarita
Venezuela

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Resp. 145 – ¿Sucio y limpio al mismo tiempo?

Shalom Prof. Ribco.

Me considero un adorador del Eterno. Debo ser sincero y confesarle de inicio que creo en Yhwh como el Dios de Israel, y creo también en Yeshúa el Nazareno como el Mesías prometido en Su bendita Palabra. Ruégole no se ofenda por ésta mi presentación, no es mi fuerte herir susceptibilidades, muchísimo menos la de un hijo de Abraham. Disculpe igualmente mi intromisión en su interesante página -a la cual acudo con cierta frecuencia-. No obstante, apreciado, agradecería un poco de información, si esto le fuese posible; Es sobre la ley del menstruo femenino que señala Levítico 15:

1.- ¿Es aplicable en nuestros días dicha norma en algún sentido, sea para judíos o Noájidas?

2.- ¿De que manera podría ser esto?

Perdone cualquiera expresión que pudiera usted considerar torpe o inadecuada. Agradezco de antemano su amable atención, y no importa cuán breve sea su respuesta, o si no soy atendido, o si ésta demora en llegar, igual le doy las gracias. Me despido como usted suele hacerlo: «Que el Uno y Único Di-s le bendiga y sepamos construir Shalom».

El Señor bendiga a toda su familia siempre. Sinceramente:

Abimael Martínez Martínez
Cd. Reynosa Tamaulipas. México.

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Resp. 144 – Libro de rezos

Shalom, mi nombre es Salvador Y vivo en Maui Hawaii y quiciera hacerle unas preguntas
1.- Como gentil puedo comprar un sidur
2.- Si puedo cual me recomienda
3.- Y que oraciones puedo y no pude decir??
Gracias por su ayuda

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Una flor de siete petalos

Por: José Eduardo Oliveros Hernández

 
        Había una vez, hace
mucho tiempo, un mundo en donde Vivian los Colibríes y algunas otras aves, allí
habitaba un pequeño e inteligente Colibrí de hermoso plumaje color azul  llamado Joe, este era un joven e inexperto
pajarillo que nunca había libado o tomado el néctar de ninguna flor, su madre
una hermosa y sabia colibrí le dijo un dia: — Joe, tienes que salir al mundo a
tomar el néctar de las flores y cumplir con tu misión de colibrí que para eso
vinimos a este mundo. – pero busca una flor especial, que te de la vida–,
agrego la madre,– no busques cualquier flor—ve a los jardines mas allá de este
bosque y nunca dejes de buscar, pues algún dia podrías hallar la Flor que da la vida.–; Joe
había escuchado historias de los colibríes mas viejos acerca de una Flor que
daba la vida, pero sabia como todos que eran solo habladurías y fabulas de
pájaros viejos, — Puro cuento sin sentido–. Pensó.
 

        Pero un DIA como todos
los colibríes al fin a Joe le llego el momento de dejar su casa y salir a
buscar flores para libar y cumplir su misión de colibrí como decían todos los
viejos; — bah! Que gran fastidio, puros cuentos de pájaros viejos–, pensó
lleno de rabia y miedo ante un inmenso mundo que se abría ante él, — ¿quien
dice que tenemos la estupida misión de libar las estupidas flores?–; pero
igual se fue, se lanzo en vuelo hacia el mundo. Durante días, semanas y meses
recorrió bosques, libando flores aquí y allí y todas le parecían lo mismo y la
que hacia le parecía sin sentido, a medida que pasaba el tiempo fue creciendo
mas y madurando y vio que podía mover sus alas cada vez mas rápido. Un buen
dia, de “esos aburridos” que el llamaba, vio un enorme ave bien extraña y fea,
sin embargo no se asusto ni tuvo miedo, mas bien movido por su curiosidad se
acerco al enorme ave y le pregunto: — Oye, ¿Qué eres tú?–, –jamás había
visto nada igual de feo a ti—le dijo entre burlón y curioso; El enorme ave giro
su cabeza y mirándolo con unos enormes ojos le dijo: — Vaya, eres un colibrí
muy atrevido para ser un colibrí– –¿Cómo es que sabes que soy?—le pregunto
Joe sorprendido; — Yo se muchas cosas, he recorrido muchos sitios y lugares y
he aprendido mucho de todo– –Soy un Búho y algunos dicen que somos muy
sabios–; — Así que tu eres un Búho—Respondió el colibrí, –Había oído de
ustedes pero jamás había visto uno–, durante horas Joe y el Búho, que se
llamaba Beto, estuvieron hablando, luego su conversación se hizo habitual de
cada día, Beto le hablo al colibrí de los lugares y las cosas que había visto y
se convirtió en una especie de mentor o guía para Joe, un buen día el colibrí
le hablo sobre su misión en la vida como colibrí y sobre las flores, también le
menciono sobre la Flor
especial en la cual creían los viejos colibríes, su sorpresa no fue pequeña
cuando Beto le dijo: — No son cuentos mi pequeño amigo, esa flor existe, es la Flor que da la vida y la
sabiduría, el que la encuentra y descubre su secreto será sabio y feliz y jamás
estará triste porque será uno con el Gran Hacedor–; –¿Gran Hacedor?—pregunto
muy sorprendido Joe, –¿ Quien es ese Gran Hacedor?—Beto le explico que ese
“Gran Hacedor” era el que había puesto al bosque, a los ríos, a las flores y a
todos los demás animales; aves y no aves en donde estaban y que era el que daba
la vida, pero que no sabia mucho al respecto, que tendría que buscar el Jardín
en donde estaba esa Flor, Joe pensó por toda esa noche, muy asombrado y
extrañado por lo que había sabido, — Entonces todo es verdad,– Pensaba –
Entonces si existe–, pero también estaba consciente de que su amigo Beto no
podría ayudarle mucho ya que no sabia mucho al respecto, así que ese mismo día
decidió que partiría a buscar esa Maravillosa Flor que daba la Vida y la Sabiduría, así se lo
hizo saber al Búho y este trato de disuadirlo para que no se fuera pero en
vista de que no lo logro ya que Joe estaba totalmente decidido a irse pues el
Búho Beto le dio algunas recomendaciones para que no fuera a pasarle algo malo
en su viaje y triste se despidieron los dos amigos.

           Joe marcho en su
búsqueda, recorrió bosques y selvas, conoció a innumerables personajes y aves y
no aves, así pasaban mas días y semanas y meses y años colibriescos, pero Joe
no encontraba el jardín donde se encontraba la flor y mucho menos la flor, un
buen día ya cansado de buscar, cuando había recorrido muchos lugares, vio un
jardín muy hermoso, con muchas flores y árboles, se acerco hasta la puerta y
allí había un Cuervo, que le saludo y le dijo con voz chillona y altisonante:
— –Hola Bienvenido, este es mi jardín y todas las aves son bienvenidas, sobre
todo los colibríes–, — me llamo Idol el Cuervo y este es el jardín de Idol
aquí están las flores que dan la Vida Eterna,
pasa y prueba–; Joe estaba cansado de buscar y de las penurias que había
vivido, se sentía confundido y creyó que por fin su suerte le había sonreído
por eso le contó a Idol todas sus aventuras y el objetivo de su búsqueda, el
Cuervo Idol le dijo: — Aquí encontraras muchas Flores que te darán Vida y
Sabiduría y veras al gran “hacedisor”–, — Ven – Agrego el Cuervo – Come de
estas flores, se llaman flores de “jes crist” y estas otras se llaman flores de
“budi”, y estas otras de “krish” y estas se llaman flores de “esoteria” y
aquellas de “brujer” y todas te dan la vida y el conocimiento–, — ¡Pero ten
mucho cuidado!—le advirtió el pajarraco, — no hables con las aves que pasan
por el lado derecho fuera del jardín–, dijo, — esos son los colibríes
extraviados que sirven al Destructor que es el demonio del bosque y que puede
robarte la vida, te lo advierto nunca dejes que se te acerquen–. Joe acepto
como verdad lo que decía el avechucho y se quedo en el jardín, allí empezó a
libar de todas las flores que había, se dedicaba un tiempo a una especifica
pero en vista de que no le satisfacía pasaba a otra, pero siempre se sentía
hambriento y veía que los demás 
colibríes del jardín estaban hambrientas también, pero no solo eso sino
que todos se sentían cada vez mas tristes y temerosos además de débiles, sus
plumajes estaban opacos, sus alas ya no se movían tan rápido como antes apenas
se podían mantener en vuelo y sus ojos estaban 
apagados y nublados, pero Idol les decía que “Eso era normal que luego
pasaría” que libaran mucho mas néctar de esas flores que todo estaría bien. Pero
no era así, al contrario Joe y los otros estaban cada vez peor y hasta se les
dificultaba pensar.

            Un buen día Joe
estaba por el lado derecho del jardín y vio pasar por la parte de afuera a
muchos colibríes machos y hembras que volaban raudos y batían sus alas a una
velocidad fabulosa, sus plumajes eran de vivos colores y hermosos y sus ojos
brillaban, como ya casi él no podía volar estaba sobre una rama y se sorprendió
cuando se le acerco una hermosa colibrí, en realidad la mas hermosa que hubiera
visto y le preguntó:

–¿que te pasa?– — ¿a que te refieres?—respondió Joe, — a que eres
un colibrí y no estas volando, sino que estas parada en una rama y eso no se ve
nunca, además los colibríes no pueden pararse en una rama, deben ser colibríes–,
–¿estas enfermo?—

— No solo un poco cansado—dijo Joe y le pregunto: — ¿Por qué ustedes
no entran en este jardín, aquí están las flores que dan vida—a lo que la
avecilla hembra contesto: –¿Vida?, — no lo parece, nosotros vamos a unos
jardines donde están las Flores que alimentan y de verdad te dan la sabiduría y
la vida y te hacen conocer al Gran Hacedor—

— ¡¿ No son ustedes los que sirven al destructor?! ¿Al demonio del
bosque?—

La avecilla hembra se rió de todas las cosas absurdas que le contó Joe
y le dijo que todas esas cosas eran cuentos y habladurías sin sentido de Idol
que lo que quería era tener a muchos colibríes esclavizados y sirviéndole
entupidamente, la colibrí, que se llamaba Gracia, lo invito a venir con ella a
conocer los otros jardines, Joe venciendo su miedo y haciendo un esfuerzo para
superar su debilidad voló con ella y partieron.

          Durante horas que a
Joe le parecieron interminables volaron hasta que por fin llegaron a un lugar
en que habían dos jardines, uno tenia en la entrada un letrero que decía:
“Jardín de Noa” y el otro tenia en la entrada un letrero que decía: “Jardín de
Judai”. Gracia y Joe se detuvieron frente a ambas entradas y ella le pregunto a
Joe:

        ¿Dónde naciste tú?,–
–¿en el bosque de Cedros, o en el de Robles?, Joe le contesto: — En el de
Robles, ¿Por qué? –

— Porque si naciste en el de Cedros debes ir al Jardín de Judai y si
naciste en el de Robles debes ir al de Noa—Repuso ella.

–¿A que se debe eso?—inquirió Joe, a lo que ella respondió: –Esa es la Ley que hizo el Gran Hacedor,
si eres del bosque de Robles las Flores del Jardín de Noa son las que te
nutrirán mejor y te curaran y devolverán tu fuerza y vigor, si libas las del
jardín de Judai no te harán bien pues no es lo que corresponde a tu identidad
de nativo del bosque de Robles–, –pero yo no te puedo decir mucho es mejor
que entremos y el ave Jardinero nos lo diga–.

            Entraron al jardín
de Noa y allí Joe se emociono cuando vio a otro Búho quien era el ave
jardinero, este se llamaba Sabion y era mas pequeño y joven que Beto, su viejo
amigo, luego de presentarse a Sabion este les dio la bienvenida y les explico:

–Aquí encontraran la
Flor
de Siete Pétalos o Flor de Noa, deben saborear el néctar
de cada pétalo primero para poder llegar a saborear el néctar del centro de la Flor, el néctar del Centro es
la esencia que da Vida pues viene del Gran Hacedor que se Llama Eterno–. –Cada
pétalo te enseñara una Verdad Única. —

— El Primer pétalo te Enseñara que solo hay Un Gran Hacedor y solo
Uno, no podrás reconocer ni servir ni adorar a otro hacedor delante de EL.—

— El Segundo Pétalo te enseñara que nunca puedes tomar el Nombre del
Único Gran Hacedor falsamente, ni maldecirlo, ni deshonrarlo—

–El Tercer Pétalo te enseñara que no tomaras nada que no te halla
sido dado o que no hallas ganado por tu esfuerzo—

–El cuarto pétalo te enseñara que solo te relacionaras con otros
Dignamente y sin nada que valla en contra de la ley del Gran Hacedor—

–El quinto pétalo te enseñara a no quitar la vida a ningún ser
inocente o indefenso—

–El sexto pétalo te enseñara a seguir las leyes y hacer justicia de
acuerdo a la ley del Gran Hacedor llamado Eterno—

–El séptimo y ultimo pétalo te enseñara que no puedes ser cruel con
ningún ser inferior en evolución a ti ni a comer partes de el con vida ni con
su esencia de vida—

          Luego el Búho Sabion
les dijo que una vez que cada pétalo fuera parte de ellos podrían llegar al
centro de toda la Flor
y recibir la Esencia
de Sabiduría y Vida que venia del Único Gran Hacedor, llamado Eterno.

           Con el Tiempo
Joe  y Gracia se dedicaron a saborear
cada pétalo y a recibir su sabiduría, Joe recupero su Fuerza y Vitalidad, su
plumaje volvió a ser de un intenso color Azul y en la medida que saboreaba e internalizaba
la esencia del néctar de cada pétalo, sus alas se movían mas rápido y su
inteligencia crecía, un día en que vio hacia el Jardín de Judai, pues había
comunicación entre los dos jardines, le pregunto a Sabion: –¿Por qué los
Colibríes que nacimos en el Bosque de los Robles no podemos libar las Flores
del jardín Judai? — –¿ Por que tienen tantos Pétalos?–; Sabion le
contesto:– Las Flores del Jardín de Judai tienen 613 Pétalos y el Único Gran
Hacedor las Reservo solo para sus Colibríes del Jardín de los Cedros, pues
ellos tienen que realizar algo que El les Encargo a ellos, mas sin embargo los
colibríes del Jardín de Noa son socios y Hermanos de los Colibríes del Jardín
de Judai en el perfeccionamiento de todo el Bosque– –Pero— continuo Sabion—Lo
que le corresponde a cada colibrí es distinto, ellos deben saborear con mucho
sacrificio cada uno de los 613 pétalos para poder llegar a la esencia del
centro de la flor, pues lo que les encomendó a esos colibríes el Gran Hacedor
Único requiere que eso sea así.

        Joe entendió que así
eran las cosas y que el No era quien para inquirir en los designios del Único
Gran Hacedor llamado Eterno quien de paso le había dado la oportunidad de
llagar a su Jardín de Noa y conocer a sus hermanos de su Jardín de Judai,
además había conocido a Gracia y ese día le diría que quería que fuera su
pareja para siempre y trajeran mas colibríes al Jardín de Noa sobre todo a los
que estaban prisioneros del cuervo Idol, en fin después de todo su mamá y Beto
además de los Colibríes Viejos si tenían Razón, si Existía una Flor que daba la Vida a los Colibríes del
Bosque de Los Robles, esa Flor era la
Flor
de Noa, sonrió y zumbando se fue a buscar a Gracia,
sonriendo y alegre mientras caía la tarde…..

 

FIN

Noajismo y valores familiares

Pregunta. Apreciado Juan quisiera compartir esta duda con usted: ayer hablando con mi madre (quien es católica) ella me decia que por qué el noajismo no hablaba de la familia ni del amor familiar ni cosas por el estilo porque ella solo veía documentos que hablaban sobre el individuo. Obviamente yo le discrepe su comentario pero se hizo dificil explicarle ya que carecia de un documento que hablara al respecto…. me gustaría en la medida de lo posible que me guiara hacia un texto o video que hable del tema. De antemano le agradezco su atención Atte. Luis Zarate, Cartagena – Colombia Seguir leyendo Noajismo y valores familiares

Los hijos de Noaj

Está testimoniado:

«Los hijos de Noaj [Noé] que salieron del arca fueron: Shem [Sem], Cam y Jafet, Cam fue el padre de Canaán.«
(Bereshit / Génesis 9:18)

Cada uno de estos descendientes, hijos y nieto, representan una faceta del individuo y de la sociedad.

Shem representa la espiritualidad, la búsqueda del Eterno por medio de la Buena Senda. Es decir, el conocimiento de las porciones aptas de Torá y el adecuado cumplimiento de los mandamientos que el Eterno te ha impuesto.
Es el puente que une lo humano con lo trascendente.
Es la esencia pura e inalterable que nos da vida.
Es la Luz de nuestro ser, nuestra identidad y nuestra posteridad.

Iafet es símbolo de intelectualidad, de razonamiento, de belleza, de progreso científico, de una chispa de creatividad y una pizca de ingenio.
Es el pensador que indaga para encontrar sendas provechosas y productivas, que beneficien a la persona y al individuo; aunque ignora la Buena Senda (quizás porque no la percibe, o quizás porque no la toma en cuenta).
Pero también representa la frialdad, el pensamiento desprovisto de corazón, la severidad, el juzgamiento, el orgullo, la jactancia, el feroz apego a las reglas, la obsesión, los planes por sobre las personas, los fines que son justificados por los medios.

Jam es sinónimo de voluptuosidad, de deseos, de pasiones, de sentimientos, de desborde, de energía anímica, de actividad, de explosión.
Es el que anhela el encuentro con el Padre celestial sin mediación, sin reflexión, sin ceremonias, sino tan sólo con un dejarse fundir con la divinidad.
Pero también es la acción salvaje y sin sentido, la superstición, el egoísmo, la esclavitud a las adicciones, el aferrarse a las propias pasiones, el hambre de poder por sobre otros, la negación de los derechos ajenos, la rebelión alocada en contra del Eterno.

Canaan representa el materialismo, el afán por acopiar, por poseer.
Es el que no busca al Eterno en modo alguno.
Es el que se ríe del dolor ajeno, el que destruye por el placer de destruir, el que quebranta por el gozo de oír la rotura, el que ataca sin piedad ni motivo.
Es la furia desatada, vacía de cualquier objetivo, sino tan solo por expresar furia, romper, pisotear, demoler, arrasar, violentar, atemorizar.

Todos estos son hijos de Noaj, los primeros noájidas.
¡Cuántas cosas podemos aprender de estas figuras!

Por ejemplo, ¿cómo encauzan correcta y constructivamente los Siete Mandamientos Universales estos paradigmas?

Te propongo que dialoguemos al respecto…

La bendición de ser IRHE SHAMAIM.

Este escrito va dedicado a las personas que
pudieran sentir cierta soledad al no pertenecer,
  a pesar de ser creyentes del Único Dios, a
ninguna religión organizada como tal. Gran error.

Antes de nada decir que yo me he visto en tal
situación durante algún tiempo, hasta que pude madurar mi espiritualidad
gracias, sobre todo,
  a conversaciones
mantenidas con el Lic. Yehuda y que han posibilitado darme cuenta de las
bendición que es, llegar a ser un creyente gentil. Por otra parte, durante toda
aquella época, pretendía ser lo que no era, si no somos judíos, simplemente no
lo somos; es posible que deseemos la conversión, pero no es necesaria, Dios es
el único Dios para todos, para toda la humanidad:

Veamos, volvamos nuestra vista al Bereshit,
(génesis) (Advertencia: esto no es un estudio de la Torah, un estudio serio de
ella supone una preparación especial que sólo un erudito estudioso de la misma
posee, principalmente un rabino)

 Si lo
comparamos con las mitologías o leyendas de otras tradiciones culturales, nos
damos cuenta enseguida que la mayoría de los dioses de otras épocas son
descritos como dioses de una ciudad, de un pueblo (la denominación de Dios de
Israel no debe llevarnos a equívocos, obedece a motivos que exceden este
artículo)… en el Bereshit Dios es el Creador de toda la humanidad y, algo muy
importante, establece una relación con su creación.

Si seguimos la comparación con mitos y leyendas
vemos que normalmente el hombre es una creación debido a un error (mitos
indios) y resultado de muchos ensayos de humanos diferentes, también debido a
que los dioses necesitan esclavos, (mesopotamia), etc. Frente a ello el primer
libro de la Torah
nos muestra que El Creador hace al hombre a su imagen y semejanza (¿Qué más prueba
de la dignidad que nos reserva? ¿qué más prueba que nuestra soledad es
ficticia?) y, además, se relaciona con él dando libertad (por ello haciéndonos
responsables de nuestros actos) y realizando pactos, acuerdos, alianzas… es
decir, sin imponernos nada. (¿Qué más prueba de su misericordia?)

Mucha gente suspira por pertenecer al pacto que se
realizó con Abraham, Isaac y Jacob… pero se olvidan que ya antes, (Abraham no
aparece hasta el capítulo 12) ya se
había celebrado un pacto con toda la humanidad en la persona de
Noaj (Noé). Cumpliendo lo pactado en esta alianza el gentil cumple su misión en
la tierra en espera del mundo venidero.

Regresemos 
la lectura del Bereshit; Hemos visto que nos muestra a Dios, un único
Dios creador de todo el género humano, que “se preocupa” por su creación, no es
un Dios lejano que se aisla, sino que busca una relación con el ser humano. Y
vemos también que el plan inicial es la que el ser humano sea feliz, lleno de
dicha. Pero esta dicha que Dios nos había reservado en el primer tiempo, se
rompe por el propio ser humano, la confianza se rompe, pues el ser humano va a
confiar más en otro ser (la serpiente) antes que en su Creador.

Se produce una separación, que no ruptura
(enternece leer lo escrito en el versículo 21 del capítulo 3 en pleno proceso
de expulsión del paraíso), con su Creador y por ello con su propia naturaleza,
y a la postre, separación con otros seres humanos.

Dicha separación será el comienzo del sufrimiento
humano, y el nacimiento de una añoranza, de un anhelo de regreso al paraíso
perdido, de vuelta con el creador.

La misericordia de Dios es infinita y no se agota
en un acto de deslealtad, de falta de confianza, y no nos abandona. Dios
nos va a facilitar un camino para mitigar ese anhelo y todo ello a pesares que
esta separación que se había iniciado con Adán se ha ido incrementando en las
sucesivas generaciones (y el hombre ha ido adorando a sus propias invenciones),
a pesar de todo ello, Dios vuelve su vista a la humanidad representada en un
hombre: Noaj, para celebrar un nuevo pacto, una nueva alianza.

En una humanidad cada vez más corrompida, más
orgullosa (falta de humildad) más desleal con su creador… más alejada de Él, un
hombre va a merecer el Favor Divino. ¿El motivo? La Torah sólo nos cuenta de
Noaj que era un hombre recto y honrado y andaba en los caminos de Dios (6: 9)
De otras motivaciones nada se dice, la tierra estaba corrompida y llena de
crímenes y violencia, todo ser viviente se había corrompido en su camino en la
tierra (6: 11,12) pero Noaj era probo y justo, que andaba en los caminos del
Señor.

Aquí tenemos la esencia de la relación correcta
con el creador, la confianza en Dios, y en sus caminos, la rectitud (“Mi escudo
es con Dios, que salva a los justos de corazón”, salmo 7: 11).

La vida recta de Noaj, favoreció la relación con
Dios, del mismo modo que la vida del malvado hace que se hunda él mismo
(“<<El malvado>> se cava un pozo y cae en él, en el foso que él
mismo hizo”, salmo 7: 16).

¿Qué aprendemos?

Dios nunca ha abandonado al género humano, es éste
el que, mal usando su libertad, se aleja de Dios. Y el hombre recto se halla
cerca de Él.

Volviendo a Noaj: gracias a su rectitud se va a
establecer un nuevo pacto, vigente a día de hoy, un pacto no diferente al que
Dios había ya inscrito en nuestros corazones (y que permitía la justicia innata
de aquellos que Le buscan, confían y Le son leales) y se va a concretar en una
serie de normas básicas para una vida recta en los caminos del Señor:

Estas normas son concretan las siguientes Mitzvot, mandamientos que todo ser humano debe
cumplir:

1. Creer en la unidad y unicidad de Hashem; No idolatría

2. No adorar otros dioses; No blasfemia

3. No asesinar; (desde Caín y Abel… que ofensa al propio Creador)

4. No robar; Nuestro sustento hay que ganarlo por medios dignos y honrados

5. No mantener relaciones sexuales prohibidas; las relaciones sexuales
incorrectas que tanta inmadurez provocan a la par como causa y efecto

6. No comer carne de un animal vivo; Al hombre se le da el dominio sobre otros
seres, se convierte en guardián y continuador de la obra divina. El causar
sufrimiento innecesario nos aleja de la bondad inicial y, por tanto, también
nos aleja del que es BUENO.

7. Instituir un Código Legal; Es, en cierto sentido, continuar la labor
divina estableciendo normas de justicia (no se habla de leyes sin más u otras
normas, desgraciadamente la historia nos muestra demasiados casos de normas de
diversos gobernantes que no han sido precisamente justas) que faciliten la
armonía.

Cada uno de ellos ha sido suficientemente explicado y desarrollado otros
textos que el lector puede encontrar en está página web. De todas formas un
mero recordatorio explicativo de estos hermosos y sencillos preceptos que
encauzan a esta vía podría ser: Evitando la idolatría y la blasfemia se está
posibilitando una relación sin estorbos, ni intermediarios con nuestro Creador
(en Él confiamos, sólo en Él, ni en ídolos ni otras falsedades, sólo en sus
caminos, no en los creados por hombres u otros seres)

Evitando el asesinato, el robo, eliminamos la mayoría de males que aquejan a
la humanidad. Evitando el adulterio y otros usos indebidos de la sexualidad,
evitamos sufrimientos (al igual que no haciendo sufrir innecesariamente a los
animales) a la par que establecemos una vida sana, alejada de la mentira y base
de una sociedad estable.   

Basados en estos principios, la creación de normas y tribunales de justicia
(repito: DE JUSTICIA) sirven para superar las posibles diferencias entre
hombres y evitar las maldades que tanto han dañado el camino de los hombres
sobre la tierra.

Sólo quiero recalcar dos cosas:

                         
Noaj no halló la gracia ante Dios
por ser de una nación, raza o tribu en concreto, ni por haber hecho grandes
cosas, sino por ser justo y confiar en
su Dios.

                         
Dios nunca, a pesar de nuestras deslealtades, nunca nos ha
abandonado;
  siempre ha estado cerca de
aquellos que se han mantenido en sus caminos: (“El Eterno se acerca a todos los
que Le llaman, a todos los que Le invocan en verdad” Salmo 145: 18) Es nuestra
responsabilidad el camino que escogemos.

Si con la expulsión del paraíso se produce una separación del hombre de su
Creador, estos preceptos facilitan el acercamiento y preparan correctamente al
hombre para que ocupe su lugar en le mundo venidero (OLAM HABÁ). Sólo cumpliendo
adecuadamente estos preceptos un gentil, se convierte en un Jasid Umot Haolam,
un piadoso entre las naciones, la observancia de estos preceptos nos hace
hombres justos y rectos; en otras palabras:

Nos hacemos semejantes a aquel Noaj que un día halló
gracia y misericordia a los ojos de Dios.

Por todo ello no dejo de sentirme orgulloso de ser un Benei Noaj.

Cuatro niveles de sincero arrepentimiento

Es importante tener presente que hay muchas cosas que aprender y mucho que andar y compartir en la vida que el Señor nuestro Dios nos da en este mundo, por ello doy gracias primeramente al Eterno por la sabiduría y sencillez que ha puesto en las enseñanzas del More Yehuda Ribco quien con esa pluma sencilla trae a nuestras vidas la enseñanza de un camino al cual Hashem nos llama a andar como Justos, por ello pido al Eterno grandes bendiciones que multipliquen la sabiduría para tratar cada asunto de la vida que comparte con todos aquellos que hemos visto la Luz del Eterno a través de sus enseñanzas, Publicado con autorización del More Yehuda Ribco

II.- CUATRO NIVELES DE SINCERO ARREPENTIMIENTO
GENESIS 44:23
Lic. Yehuda Ribco Shabbat: Tevet 7, 5766; 6/1/06
Un comentario a la Parashá Vaigash
Esencia y máscaras
En la parashá de esta semana, los hermanos, más específicamente Yehudá el líder, recuerdan que Iosef, en su personificación del mandamás egipcio, había dicho:
«‘…Si vuestro hermano menor no viene con vosotros, no veréis más mi cara…'» (Bereshit / Génesis 44:23)
En cierta manera, estas palabras eran su reto, su prueba hacia los hermanos.
Pues, ellos debían demostrar que existía el tal hermano menor que ellos habían mencionado, pero que estaba ausente. Además, debían exhibir que eran capaces de viajar con suficiente armonía como para traerlo en paz hasta Egipto. Que habían cambiado y que ya no eran los hermanos pendencieros y envidiosos que lo habían lanzado a él al oscuro pozo y a la dura esclavitud.
Además, era también una manera para poder reconocer que el padre y el hermano menor confiaban lo suficiente en ellos como para admitir este viaje en conjunto. Pues, si padre o hermano menor desconfiaban de la honorabilidad de los hermanos, difícilmente el hermanito viajaría con ellos.
En cierta manera, la frase que citamos era también algo así como su amenaza hacia los hermanos. Pues de no traer al hermano, no habría realmente comida.
Además, ellos estarían demostrando que no eran dignos de confianza, pues decían algo y luego no lo cumplían. Y además, era la clara amenaza de que terminarían en prisión de por vida, o algo peor, si aparecían nuevamente en Egipto sin Benjamín.
Pero, en cierta manera este enunciado de Iosef era también una profunda enseñanza hacia sus hermanos (y de paso para nosotros). Tal como si les estuviera diciendo:
Ustedes que no supieron comportarse correctamente con el hermano menor en el pasado, tienen ahora la oportunidad de redimirse mediante la teshuvá -el sincero arrepentimiento-. Pueden revivir aquella situación, y tomar ahora una decisión errónea como antaño, o una acertada que cambiará para siempre sus vidas.
Si escogen bien, se limpiarán de una enorme carga, de mucho resentimiento y dolor.
La decisión depende exclusivamente de ustedes, son ustedes los que escogerán si me volverán a ver como hombres íntegros o si continuarán cargando su pesada culpa de por vida.
Cuando dijo «…no volveréis a ver mi rostro…», la idea era que eventualmente volverían a ver al príncipe egipcio, que era la careta más imponente que ocultaba la verdadera personalidad de Iosef; pero, para volver a ver a Iosef el hermano, al Yo Auténtico, ellos debían hacer teshuvá, y ese era el mensaje oculto de la frase.
Y he aquí una gran enseñanza para nosotros. Si nos concentramos en lo esencial y hacemos lo correcto para obtener bendiciones de paz, la serenidad insuflará vida a en nuestras vidas. Si nos enfocamos en nuestro Yo Esencial o Auténtico para comunicarnos con el Yo Auténtico del prójimo, sin dejarnos engañar por los Yoes Vividos1, por las caretas que nos ponemos por miedo, entonces lograremos un enlace vital que nos fortalece. Si hacemos que nuestro hermano menor, aquel que no está contaminado por los valores pasajeros, por las modas, por los adoctrinamientos, ese hermano menor que permanece casto y puro, si hacemos que él vaya con nosotros, que se manifieste, entonces podremos hallar el verdadero rostro de nosotros y de nuestro semejante.
Es un hecho que todos cargamos con algún resentimiento, más o menos profundo, más o menos consciente, más o menos activo y perjudicial. Desde incluso antes de nacer nos van depositando sentimientos, ideales, sueños, agresiones, libretos que no son nuestros, pero que se van convirtiendo en una máscara que encubre nuestra auténtica identidad. Nos vamos familiarizando con las máscaras de aquellos que nos rodean y vamos por la vida creyendo que las máscaras que presentamos son nuestra identidad. ¡Pero ciertamente que esto no es así! Nuestra identidad esencial no se ve disminuida o crece con los influjos externos, es un núcleo estable y permanente (incluso nos sobrevive luego de la muerte a Este Mundo). Pero tristemente la mayoría vivimos una vida de engaños, voluntarios pero en general involuntarios, y provocados por enfocarnos en las máscaras en vez de en la identidad esencial. Como esas máscaras nacen a partir de las máscaras de los otros, nuestros sentimientos de los sentimientos de otros, nuestros pensamientos negativos de pensamientos negativos de otros, etc., debemos hacer un profundo proceso de reparación, de teshuvá, para retornar a nuestra esencia y de esa manera hacer nuestra parte para redimir al mundo.
«Teshuvá», en el contexto de valores y ética se traduce generalmente como «arrepentimiento». También puede ser entendida como «respuesta» o como «reparación».
Todas estas acepciones que de cierta manera ya hemos usado hasta ahora, pero de hecho, la traducción literal es «retorno». ¿A qué o quién retorna el que retorna, el que hace teshuvá? Pues, retorna a su auténtica identidad, a su Yo Esencial, a la chispa de divinidad que nos da vida. Retornando, reencontrando cada uno de nosotros nuestro Yo Esencial, estamos también encontrando el camino para cumplir cabalmente el mandamiento que nos dice:
“… [Haz de saber que] Yo soy, el Eterno tu Elokim que te saqué de la tierra de Egipto, de la casa de esclavitud…» (Shemot / Éxodo 20:2)
En nosotros está continuar liberarnos o seguir siendo los esclavos del sentimiento adverso, y así ir por la vida como un derrotado, que no está libre para gozar y crecer. Padeciendo esclavitud emocional, mental y espiritual, que nos llevará a in-cumplir de cierta manera el precepto que nos ordena:
«…No tendrás dioses [poderes] ajenos delante de Mí…» (Shemot / Éxodo 20:3)
¿Cómo es esto? Pues, el que está esclavo de «poderes ajenos», que es adicto a todo tipo de dependencias (personas, cultos tóxicos, Jesús, drogas, Internet, fama, dinero, etc.), está ante-poniendo su «droga» al Eterno. Por ejemplo, el ambicioso que está fervientemente detrás de la adquisición de dinero, ¿acaso es íntegro de corazón y acciones para con el Eterno? Quizás sea una buena persona, excelente ser humano y hasta alma caritativa, pero si su fervor está puesto en el dinero, está esclavo de su dependencia. Tal como este esclavo, son todos los otros que dependen (en un sentido profundo y existencial) de valores, objetos o personas que no son el Eterno.
Aprendamos entonces que está en nosotros el optar por dejar el pesado pero conocido camino del dolor, para comenzar el del retorno, y posterior crecimiento.
Aprendamos a vivir menos nuestras máscaras, y menos a juzgar las máscaras de nuestro prójimo, para poder re-encontrarnos un poco más con el prójimo verdadero y con nuestro Yo verdadero.
Para lograrlo, primero debemos hacer caso al salmista:
«…Apártate del mal y haz el bien…» (Tehilim / Salmos 37:27)
Cuatro son los niveles para comprender este profundo consejo, tal como cuatro son las etapas para desarrollar este versículo a plenitud en nuestras vidas4:
En nuestro interior así como en el mundo, el mal está mezclado y confundido con el bien. Recordemos que el fruto del árbol del Conocimiento se llamaba «del bien y del mal» (Bereshit / Génesis 2:9), es decir, de ambos confundidos en un sólo elemento. Si hubiera sido solamente fruto para conocer el mal, el Eterno no se habría avergonzado de mencionarlo así… Siendo que la luz y la oscuridad se funden en un abrazo caótico (Bereshit / Génesis 1:4), ¿cómo discernir a simple vista cuál parte del fruto es para bien y cuál no lo es?
El primer paso para crecer es darse cuenta de este hecho: a veces lo que llamamos «bueno» es tan solamente una apariencia de bien, y lo que consideramos «malo» en su esencia tampoco lo es. Cuando no podemos discernir lo que es luz de lo que es oscuridad, no hallamos oportunidades de crecimiento, estamos varados y en caos (Ieshaiá / Isaías 57:20). Por eso es imprescindible aprender a diferenciar realmente lo bueno de lo que no lo es, sin engaños, sin trampas al solitario, sin mediatintas. Saber esto, es el primer paso.

En la práctica es hacer el esfuerzo consciente para cumplir los preceptos «de no hacer» y cumplir los «harás», sin dar excusas ni justificaciones para no cumplir unos u otros.8 – 47:27
1. Por ejemplo: darte cuenta que puedes estar guardando rencor en tu corazón y que por consiguiente no estás amando realmente a tu prójimo como a ti mismo2.
2. El segundo paso es apartarse de lo negativo ANTES de proceder a hacer lo bueno. Es como tener un campo para arar y sembrar pero que está plagado de malas hierbas, que absorberán todos los nutrientes que destinemos a nuestro sembradío y no le darán oportunidad de vivir.
Así pues, en ocasiones la destrucción es imprescindible paso previo para le construcción. La crítica es indispensable para el crecimiento.
El extirpar nuestras cualidades nocivas como antesala para poblar nuestro ser de virtudes. Renunciar a pensamientos, palabras y acciones negativas que nos perjudican sin sentido y dañan sin motivo verdadero al prójimo. En la práctica es esforzarse por cumplir los preceptos de «no hacer» y complementarlos de inmediato con los «harás». Por ejemplo: no guardes rencor en tu corazón para que ADEMÁS puedas efectivamente amar a tu prójimo como a ti mismo.
3. Cuando hemos evolucionado un poco más, estamos en condición de vivir esta frase de otra manera, con más dulzura en nuestros juicios, reconociendo que no estamos libres de errores, lo que significa que si cometemos un error o pecado no por ello somos malos. Si llegamos a ser auténticos en esta vivencia, tampoco juzgaremos severamente a nuestro prójimo, y encontraremos la manera de encauzarnos y encauzarlo sin entrar en penosos conflictos o altercados personales.
Mala es la acción, no la persona que la comete (Kohelet / Predicador 7:20).
De esta manera, hacemos bien y en esta acción constructiva nos estamos apartando del mal, pues «…incluso una pequeña luz dispersa una gran oscuridad…» (Jovat HaLevavot 5:5). Al mismo tiempo, cuando actuemos bien no nos henchiremos de falso orgullo, ni nos sentiremos en falta o culposos si no alcanzamos la meta, pues sabemos que el mal siempre está presente, pero vive solamente si nosotros le damos vitalidad. Este tercer nivel no es fácilmente accesible para la persona que no ha desarrollado una personalidad centrada, humilde, pues no es común que se nos enseñe a juzgar con equilibrio ni a ser gratificadores con mesura. Pero si lo alcanzamos, el mal pensamiento, la mala palabra, la mal acción, el mal sentimiento no tendrán mucha fuerza para obstaculizarnos al hacer lo que es bueno. En la práctica es cumplir los preceptos «harás» de tal manera que ya casi no se tenga que necesitar con urgencia ciertos preceptos de los de «no hacer» (especialmente los de índole ética, en relación al prójimo). Por ejemplo: como amas a tu prójimo como a ti mismo con tanta autenticidad y vigor, entonces ya CASI ni siquiera sientes que algún rencor pueda guardarse en tu corazón.
4. Por último, el cuarto nivel es propio de una persona que alcanza a vivir como un tzadik, una persona que hace que su vida gire en torno a la justicia compasiva. Quizás no lleguemos a este nivel, pero podemos actuar algún día con el ánimo de alcanzarlo. ¿Cómo se interpreta y vive el «apartarse del mal para hacer el bien» para este nivel? Es hacer un proceso de conversión o reciclaje, para decirlo en un término moderno. En este nivel se desprende la chispa de divinidad que está en lo malo3, o se descubre la finalidad positiva. Se recicla el desecho en material productivo. Se descubre el valor de lo despreciado. Se usa el poder para el bien. Se confía en el Eterno y no en dependencias endebles que son ídolos vanos. El apartarse entonces no es un alejarse, sino un desvanecer el mal para convertirlo en bien. En este nivel la conciencia está tan limpia de juicios duros, y tan apegada al Eterno, que no ofende ni teme. Cumple con los preceptos de la Torá con integridad y vive a plenitud.
Es, sin dudas, una persona verdaderamente libre. En la práctica es cumplir y ayudar a cumplir los preceptos de «no hacer» y los «harás», porque así el Eterno lo demanda. Por ejemplo: ayudar al que te guarda rencor en su corazón a liberarse de esa carga oscura y deprimente para que ambos puedan amarse mutuamente.
Notas:
1- El Yo Esencial o Auténtico de cada uno es uno y único, una chispa de divinidad que nos forma. Los Yoes Vividos son múltiples en cada persona.
Incluso aquella persona que se aferra a una sola máscara, a un solo Yo Vivido, no deja de estar oculto detrás de diversos antifaces pero que se han amalgamado defectuosamente en uno que representa su personalidad.
2- «…No te vengarás ni guardarás rencor a los hijos de tu pueblo. Amarás a tu prójimo como a ti mismo. Yo soy el Eterno…» (Vaikrá / Levítico 19:18).
3- Recordemos que el mal también es una creación del Eterno, por tanto su finalidad siempre es para bien. A veces no se puede desarrollar la chispa de divinidad en lo negativo, y permanece en oscuridad esperando ser redimida.
4- Cada una de estas etapas o niveles está como rectificación o complemento para cada una de las cuatro personalidades básicas, lea aquí para tener una idea al respecto.
Preguntas y datos para meditar y profundizar:
El Rav Elías Schwartz cuenta en uno de sus textos:
La primera vez que el tren vino a su pequeña aldea, los jasidim decidieron mostrarle a su Rebbe este avance de la civilización moderna. Mientras el Rebbe se aproximaba a la estación, divisó una larga línea negra, fría, anónima y apática de coches encadenados unos con otros. La maquina estaba al frente, fiera en su plenitud de fuego y calor. Su impetuoso humo se elevaba entre las altas nubes. De pronto, con un estruendo poderoso y una bocanada monumental de humo la locomotora comenzó a andar, y la larga línea negra de coches se movía a su paso. Los jasidim entonces preguntaron con curiosa gracias reverente a su maestro: «Rebbe, Rebbe, ¿qué opina usted de esta maravilla?». El sabio hombre hizo un gesto con sus hombros y dijo: «No es muy novedoso… ¿no les resulta familiar que haya uno fuerte y lleno de fuego interior arrastrando tras de sí a una larga fila de sujetos oscuros, fríos, dubitativos y apáticos?».

¿Puedo ser algo más que humano?

Cuán irracionales encontramos algunos convencionalismos, algunos modos y costumbres que etiquetan a la persona nos resultan fuera de lugar; esta en crisis la identidad. Algunos se sienten o creen pertenecer a algo, piensan que son parte de un algo, un algo que a veces les es dificil explicar, o sea, no logran descubrir la raíz de su identidad.
Somos sin duda algo, pero no parte de. Nos hemos llamado Raza Humana, sin embargo decimos que hay muchas razas, y digo yo: el africano, como el asiático, el árabe como el europeo, el amerindio como el esquimal no estamos constituidos de los msimos elementos que conforman la tierra. Somos biológicamente animales de la tierra, sin más que eso. Todos.
Sin embargo hay en cada uno de nosotros una identidad especial, individual, indivisible, sin igual y cuyo desarrollo depende en gran medida de las capacidades y habilidades que vayamos adquiriendo de elementos socio-culturales que tomamos. 

Es el pensamiento lo único que nos hace diferentes, todo un universo interno, enlazado con el todo, pero autónomo, libre, en la medida que se conquiste aquello. Para convivir y trascender la convivencia ¿qué hay que tener? 

"Fides est substantia rerum sperandarum, argumentum non apparentium"
La fé es la sustancia de las cosas que esperamos, y la prueba de todo lo que no llega a los sentidos, dijo alguna vez uno de los tantos idolatras que poblaron, pueblan y esperemos que no sigan poblando nuestro mundo.

En cierta forma es esa una gran verdad, aunque a mi parecer no dicha de la manera más específica.
Nuestros ojos observan un espectro de 160º, casi un semicirculo; aunque no queramos esto es así; ellos perciben ese ángulo, la única manera de evitarlo es cerrando los ojos y aún así veremos el mismo ángulo dentro de nuestros párpados. A través de nuestras pupilas todo ese mar de información, de realidad, es absorbida, captada y almacenada. Pero qué vemos, ¿acaso vemos con detalle toda la realidad?; ¿no es cierto que nos enfocamos al ver en un objeto, y a veces gracias a la inercia en una idea, en un punto tan lejano que lo que esta en el presente, no es desconocido. Es un presente progresivo violento, queremos estar, ansiamos tanto estar, que no somos, que no nos dedicamos a ser, a estar en un reposo activo, de contemplación, de despeje, de atención, de sensibilización. Discriminamos; establecemos prioridades, colocamos una cosa por encima de las demás; nos apegamos a la tierra, y eso es bueno, pero no en exceso; no cuando pierdes la brújula de la dirección por ir en pos de una sóla cosa.
El sentido no se pierde, los que nos perdemos somos nosotros al no usar nuestros sentidos en la medida en que debemos. La pituitaria percibe cada olor que existe en el planeta y alcanza un importante radio de acción, es una glándula maravillosa a la que poco prestamos atención. Sólo los olores que vemos, los olores que escuchamos, sólo esos somos capaces de atender. Si no lo vemos, no lo conocemos; las cosas son, pero si no las conozco no existen.
Definitivamente es una realidad la necesidad de fe; precisamente por la flojera de descubrir sin discriminar; de vivir sin pre-juzgar, de sentir sin temor la realidad más sublime, lo más notorio y lo mas oculto, lo que esta a la vista; hacernos de una certeza cierta por nuestros sentidos.

Nuestro deseo de pertenecer a algo, de vernos separados del resto, de auto-discriminarnos, de auto-excluirnos, de fragmentarnos, separandonos del todo, creo que se debe a esas ansias egoístas de sumergirnos en nuestros Yoes, meticulosamente creados, moldeados, muy bien pintados que asemejan una autenticidad increíble.
Esto nos impide alcanzar el propósito, llegar al centro, conocernos y por lógica conocer al de al lado. Pareciéramos seres que intentan llegar al norte viajando al este; Y me pregunto: ¿no crees que si sigues la misma dirección hacia el este llegarás solamente al este y nunca alcanzarás el norte? y me respondo casi enseguida: Puesto que quiero ir al norte debo guiarme por algo; ¿hay algún instrumento que nos guíe mejor que nuestros sentidos? ¿acaso alguna vez han engañado a alguien? ¿no son los mejores sensores de la realidad?; ¿quién es el artífice de estos instrumentos? Sin duda alguna es D’, el Creador. Tan sólo si redujéramos el ego, las pasiones, si quitáramos de encima de lo esencial lo aprendido, si refináramos el instinto, si suprimimos lo que nos pesa, la carga ligera y el sentido presto a la percepción más sutil, estoy seguro que nuestra brújula adquiriría dimensiones más precisas que un GPS y que cualquier aparato de ubicación.

Ver las diferencias es algo normal; pero esas diferencias van reduciéndose en la medida en que vemos en nosotros las cualidades del otro; y vemos en el otro cualidades  nuestras. Si esto no lo llevamos a la práctica haríamos como dijo Marcos Mundstock (humorista argentino integrante de Les Luthiers) razonaríamos fuera del recipiente. Y no es lo que queremos. Tino, Asertividad, Autenticidad es lo que queremos.
Dijo Rabi Levitas de Yavne en el Pirkei Avot: "Sé de espíritu modesto en extremo, pues el porvenir del hombre es la putrefacción"
¿Qué tiene que ver el espíritu con el fin de la carcaza?, Si un sabio de Israel aconseja un espíritu de humildad es porque las acciones del espíritu se reflejan en el cuerpo físico; y si se consigue la verdadera humildad, aquella que no es apariencia de debilidad, sino fuerza para saberse débil y voluntad para reparar constantemente el camino, entonces claramente el sello impuesto en aquel mundo venidero será reflejado en este; y en el cuerpo físico.
Dijo Rabi Ishmael: "No juzgues sólo por ti mismo, pues no juzga por Sí mismo sino Uno; y no digas: "Acepten mi parecer", pues a ellos les es lícito y no a ti."
¡Qué aromas del paraíso se desprenden de las enseñanzas de los sabios de Israel! ¡Qué lecciones de vida nos dejan los elegidos de D’ para ser Luz a las naciones, faro que guía a buen puerto, señal que marca el sendero a aguas de bendición!
¿Quiénes somos para juzgar desde nuestro cerrado ángulo? No es correcto que ande yo el camino mirando a mi juicio; requiero del consenso, de la discusión con otros puntos de vista, incluso de la exposición de motivos del enjuiciado. Y si no soy yo el más apto para juzgar, si sólo no puedo determinar que esta bien y que esta mal; si necesito de un referente; si requiero de los valores establecidos, de ubicarme correctamente; ¿cómo puedo pedir se acepte el parecer de un neófito?

Esta demostrado que nuestra percepción es limitada; que no estamos sólos, que a todo hombre le llega su hora, que D’ nos otorgó el don de los sentidos para usarlos, descubrilos, manejarlos, dominarlos; no para dejarnos dominar por los senti-mientos, por las pasiones, por las trabas que se interponen entre la realidad y nosotros. Que la empatía es el medio, que como dijera alguna vez Ghandi: "el amor es el medio, la verdad es el fin; si utilizamos el medio, tarde o temprano llegaremos al fin." Que como dijera una segunda vez este hombre de paz: "La pureza de los medios debe ser igual a la pureza del fin"
Que mirando con numinosidad al mundo, abandonando el orgullo, que sabiendonos fuertes nos sintamos aún débiles para seguir escalando; que las costumbres, los papeles, los convencionalismos, los moralismos mojigatos, son lastres en nuestro crecimiento, que desprendernos de dogmas nocivos adquiriendo el sentido primordial; el criterio; podemos alejarnos de cualquier dogma y construir una vida; alejada de vicios, de identidades hechas a medida tal y como el traje nuevo del emperador, que si descubrimos que por encima de todo nuestra humanidad es perfecta, pues es capaz de intentar enderezar lo imperfecto, fijándose en ello; que poseemos roles, habilidades distintas a las de los demás pero que la unión bajo el mismo fin es lo que da armonía al mundo. que el propósito individual no debe convertirse en ascetismo espiritual, que no somos espíritus ermitaños pues un lazo de amor une al Padre con sus hijos y a los hijos entre ellos. Que si nos conducimos sabiendo que el día más bello es hoy, que la cosa más fácil es equivocarse, que el obstáculo más grande es el miedo, que el mayor error es abandonarse, que la distracción más bella es el trabajo, que la peor derrota es el desaliento, que la primera necesidad es comunicarse, que lo que hace más feliz es ser útil a los demás, que el peor defecto es el mal humor, que el regalo más bello es el perdón, que lo más imprescindible es el hogar, que la ruta más rápida es el camino recto, que la mayor satisfacción es el deber cumplido, que el valor más grande es el amor, entonces habremos de pasar juntos, como hermanos, en armonía por el gran vestíbulo que nos lleva al salón donde haremos banquete en la postrer preparación.