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Clarito… que los del dios colgado no saben nada de Dios…

Tres paisanos discuten en un boliche. Ninguno sabe leer ni escribir.
El “santiagueño” Albarracin afirma que la palabra “trara” no puede escribirse. Crisanto Cabrera sostiene que si.

“Todo lo que se habla puede ser escrito” afirma.

“Pago la copa para todos si escribe trara” retruca el santiagueño.

“Se la juego” contesta Cabrera, saca el cuchillo y con la punta dibuja unos garabatos inentendibles en el piso de tierra.

De atrás se asoma el viejo Alvarez y sentencia: “Clarito, trara”.

Este cuento de Luis Antuñano (argentino) me hace recordar la infinidad de emails y participaciones de seguidores del dios que a nadie salva, del falso dios, falso mesías, falso rabino, falso profeta, en fin… falso Jesús/Ieshu/Yeshua (o el nombre que le quieran inventar para zafar de dar la cara).
Los ignorantes de las cosas de Dios determinan qué es espiritual y qué no.
Declaran que los judíos no saben acerca de lo que es propiedad de los judíos.
Dictaminan que solamente ellos tienen la verdad, cuando su librito de fábulas que consideran sagrado está plagado de errores y mentiras.
En fin, ellos, los que nada saben de Dios sentencian a los demás por no querer aceptar a su pobrecito dios, colgadito, muertito, nadita.
Son como el viejo Álvarez, que declara como cierto lo que no entiende, pero quiere hacerse el campechano, el sabihondo, el capaz…

Es hora de que ayudemos a despertar a nuestros hermanos presos por la falsedad del madero.
Recemos por su liberación, visitémoslos, démosle ya uno mano a todas esas almas encarceladas.

Dos temas

Hola, que tal, escribo dos temas que se agregan al anterior. La idea es hacer un CD de hip hop noajida.

No hay excusa

Todo tiene sentido
A cantarlo yo me animo
Dependera de lo que hagamos
La posición en la creación ganamos
Has lo que Hashem dijo
y no pongas demora
Vehículo del bien seras
de la creación seras corona
tengo libre albedrío y no quiero hacer lio
si de mis responsabilidades huyo
motivo no soy de orgullo
elevando cualquier estandarte
creyendo ser importante
la realidad demuestra
que hasta el gusano fue creado antes.

No hay excusa, no hay zozobra
todo falta, nada sobra
las 7 leyes vive
has tu parte en la obra

Dije sobra y no cebra
H x C tengo Hebra
Hebras sueltas, te digo esto a ver que cuentas
Esta pensado, sentido, hablado
Propongo que armemos el entramado
Pueblos ciudades y estados
Primos, vecinos y hermanos
Rechazando al egoismo
Somos parte del noajismo
Repudiando la violencia
Con la lengua como ciencia
Consejos sabios hacen que quites
La pasividad de tu conciencia
En tu salsa hay confianza,
parece cierta pero es falsa
veo que no te das cuenta
piensas que estas correcto
presiones, acciones
de decepciones plagado
de lamentable vida
confiando en el colgado
todo se torna oscuro
negro, gris, tal vez marrón
la unica salida es construir Shalom

No hay excusa, no hay zozobra
todo falta, nada sobra
las 7 leyes vive
has tu parte en la obra

esta es la meta, aunque no quieres que me meta
yo sigo igual, no tengo careta
no intentes convencerme,
menos detenerme
yo vuelvo al comienzo
esto vivo, no lo pienso
Has lo que Hashem dijo
y no pongas demora
Vehículo del bien seras
de la creación seras corona

Esto es hoy, ahora
No dejes pasar las horas. Paz.

Entre el Eterno y yo

Después de haber sufrido
Espiritualmente clandestino
En mi cabeza fue recreado
Lo pasado en mi pasado
Fui silencio puro y arrogancia
Un negocio sin ganancia
Prestancia, confianza, esperanza
Todas sugestiones de la misma farsa
Nacidas del misterio y la incertidumbre
Mi mente fue un fraude inventando una cumbre
orgulloso y corrompido, cada vez mas deprimido
eran las libertades que yo me proponia
desde mis fantasias
esperando que por magia todo cambiaria
mi silencio fue insoportable
pelados todos los cables
con principio de locura
no tenia cura, muerte en vida, sin salida

Cuanto mas podía aguantar sin esto recitar?
Volque mis problemas, de corazón, sin lemas
No hay intermediario, cura o pastor
El compromiso es entre el Eterno y yo.

Su misericordia es eterna, sus palabras tiernas
Para todo el que le teme, sus acciones ciertas
Hagamos lo que nos dijo
Son consejos de padre a hijo
Todo es para nuestro bien
Y para el prójimo tambien
Lo digo por experiencia, cambio mi realidad
Seamos sensatos, grande es su piedad
Hoy soy un simple ser humano
Sin santidad ni endiosado
Con estas que yo detallo, son simples sin ensayo:
No a la Idolatria, D-os Uno y Unico, es la via
Los de piedra y madera, son una Blasfemia
Falta de respeto, deslealtad al Eterno.
No Asesinar, me tenes que escuchar;
Vale mucho la vida humana te pido que no lo hagas
Tampoco robes, de la senda te corres
Acaso no confias en tu realidad,
Que tenes capacidad de ganarte tu sustento,
Lo demas es puro cuento
No relaciones sexuales ilicitas
Goza con tu mujer, deja ya las citas
No comer de un animal que este con vida
Luego de esto invita tus hermanos y convida
Establecer cortes de Justicia
Regirnos con estas leyes seria una gran noticia
Hoy estoy en la creación, recreando
Ya no soy un espectador, solo pensando
Ya no son cuestiones complicadas
dejar los cuentos de hadas.

Cuanto mas podía aguantar sin esto recitar?
Volque mis problemas, de corazón, sin lemas
No hay intermediario, cura o pastor
El compromiso es entre el Eterno y yo.

Resp. 249 – Eliminar los rastros de corrupción

Apreciado Señor Ribco.
Hay algunas preguntas repetitivas para las que me falta conocimiento,a todas respondo dentro de la lógica de lo q es el Noájismo , pero es posible q sean mas profundas de lo q yo estimo.
1-Si es legítimo visitar los difuntos el día de todos los santos.
2-Como reemplazar la celebración de san francisco cuando se le
pone una cruz a los sembrados de trigo.
3-Como quitar el mal de ojo, sin usar agua bendita( esta es una
creencia muy arraigada en mi pueblo).
4-Como será el reino para las naciones.
5-Quienes seran afectados por las plagas.
6-Que sucedera para quienes no tengan la señal de la bestia.
7-Si pueden llevar una joyita con los monitos acostumbrados,sin
perderla.
Hay más Señor Ribco pero de a poco se las haré llegar si a usted le parece bién.
Con mucho apresio y agradecimiento.
Nidia.

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Un brevísimo resumen de la historia de Purim

Corría alrededor del año 360 AEC (según cronología tradicional, aproximadamente 520 AEC según cronología occiental), el mundo estaba dominado por el poderosísimo imperio Persa.
De un extremo al otro del mundo Persia dominaba.
Entre las naciones sojuzgadas estaba la judía, que se encontraba dispersa entre los 127 estados y provincias del Imperio. También la tierra de Israel estaba bajo posesión persa.

El jefe de tan magno imperio era un torpe a la vez que malévolo emperador, Ajashversosh se llamaba, tal como es recordado en la memoria milenaria judaica.

Por saberse inepto para el gobierno, coloca como primer ministro plenipotenciario al hombre más capacitado para controlar los bienes del imperio, para desarrollar la economía, para aumentar el poderío de Persia.
Ubica a Aman, descendiente de la nación de Amalek, como primer ministro.
Éste era un hombre perverso, pero muy hábil para los juegos de la política y la diplomacia. Mezlaba con calidad la presión con la apariencia de bondad.
Era allegado al poder, se regodeaba con los poderosos, manipulaba con maestría los destinos del imperio.
A pesar de todo su poderío, interiormente era un ser oscuro, a causa de su enfermizo odio hacia los judíos y desprecio por el monoteísmo del Eterno, y también por su baja autoestima, que lo llevaba a inflar su ego artificialmente.

Los judíos que estaban exilados en el imperio no discernían el mal que se les avecinaba.
Confiados en sus décadas de residencia entre sus opresores, se habían acostumbrado a su vida diaspórica. Llamaban «único hogar» a las tierras de su desolación, adoptaban la cultura local con buen ánimo y sin inmutarse por la creciente asimilación que los estaba consumiendo.
El ideal de Sión estaba apagado, la idea de la redención nacional parecía un mito de abuelas, el apego a la tradición judaica era consdierado por muchos como muestras de arcaísmo, de algo ridículo y pasado de moda.
En silencio, hasta con admiración, se admitía por la mayoría de los dirigentes el insulto que se profería en contra del judaísmo y de las cosas del Eterno. Y en esa onda conducían a sus seguidores.

Por supuesto, había un núcleo de personas justas, temerosas del Eterno, apegados a la Torá, conscientes de su identidad espiritual, cumplidoras de los preceptos, adeptos a la bondad y la justicia.
Este núcleo era encabezado por Mordejai, un rabino y líder nacional político de los judíos en Persia.
Pero incluso él tenía que conciliar su ferviente adhesión a su identidad con la realidad circundante. Sin variar un ápice de lo halájico, lo legal, pero siendo flexible en lo que pudiera serlo.

Como es un resumen, continuaremos siendo breves.

Amán orquestó el primer plan de «la solución final del problema judío».
Era sencillamente brillante en su maldad y perfeccion genocida.
El plan ya estaba en marcha.
Lentamente los judíos fueron perdiendo su identidad, en parte por propia responsabilidad, en parte por el medio en el que se encontraban.
Ahora también perderían ciertos derechos, hasta que finalmente perderían todos la vida.

¿Te lo imaginas?
Tú, tus padres, tus hijos, tu esposa/o, tus hermanos, tus vecinos, todos, pero todos los judíos que conoces (y los que eran anónimos para ti) morirían un día.
Sin salida, sin negociación, sin escape.

La sentencia estaba echada sobre la nación judía.
El edicto malvado ya había sido sellado y firmado por el emperador.
Nada, aparentemente nada, podría detener la inminente masacre.

Los asesinos tenían casi un año para ultimar los detalles del genocidio.
Tenían tiempo suficiente para solucionar esos aspectos que no podían quedar librados al azar.
Todo estaba preparado para la solución final… todo…

En tanto, el Eterno había ocultado Su rostro, que metafóricamente significa que permitía que la historia se desarrollara según sus carriles lógicos. Si debía haber una matanza global, ésta ocurriría, el Eterno no intervendría para detenerla.
No habría plagas, como las que detuvieron al poderoso faraón.
No habría milagros evidentes, deslumbrantes manifestaciones del poder inusitado del Eterno.
Pasaría lo que tendría que pasar.

Pero, aunque el Eterno tenga Su rostro oculto, aunque el milagro parezca ausente, Él no abandona ni deja desamparado a Israel.
El pueblo judío, la niña de «Sus ojos», nunca es entregada completamente a los lobos que desean su destrucción.
Podrán caer millones de santos y justos, pero la nación santa prevalece.
Así también fue en aquella remota época.

El milagro oculto se llamaba Ester, una señora judía que había sido desposada a la fuerza por el emperador.
Ella mantenía también oculto su rostro, ya que no había confesado su nacionalidad ni su identidad.
A ojos del emperador Ester era una chica persa, con sus costumbres y formas de vida.
Pero ella era judía, era familiar directa de Mordejai, era la que podría traer la salvación a los judíos.

En asuntos palaciegos finalmente Ester manifiesta su judeidad al emperador, al tiempo que «por casualidad» Amán era defenestrado de su poder y emergía el sol del noble Mordejai.
No contaremos la historia, esto es un resumen, si deseas conocerla tienes la Meguilat Ester a tu disposición, léela, estúdiala… es uno de los cuatro preceptos que los judíos tenemos para Purim.

Finalmente Amán es colgado en la horca que había preparado para Mordejai.
Su familia fue aniquilada, a causa de su rebelión en contra del rey.
Los judíos recibieron ayuda estatal para defenderse de sus enemigos, y tras cruenta batalla los judíos vencieron a sus enemigos.
Mucha sangre corrió esos días por Persia. Sangre de inocentes judíos que morían defendiendo su vida; y la sangre de corruptos asesinos, que morían a causa de su odio en contra de los sacerdotes del Eterno, de su odio en contra de los judíos.

Mordejai quedó en el cargo de primer ministro.
Ester mantuvo su sitial de reina principal, incluso fue madre del siguiente emperador de Persia.
Para los judíos fue una época de terror que se trastoco en una de Luz y alegría.

El holocausto fue detenido, también el holocausto blanco de la asimilación.
Reverdeció el ideal de Sión, el amor por la Torá, la adhesión a los preceptos.

Los judíos y sus amigos noájidas vencieron.

El Perdón

Segue meu artigo sobre O PERDÃO.  Agora em espanhol.

Queridos hermanos noajidas, el perdón siempre fue un tema muy intrigante para mi.

¿Perdonar a quien? ¿Porqué perdonar? ¿Qué tipo de acto en mi contra merece mi perdón? ¿Merecen perdón mis enemigos?

Todas estas preguntas son motivo de mucha introspección en mi. Pero, en el fondo del alma, sé que estoy dispuesto a perdonar siempre o por lo menos hay algo en mi corazon que me dice que tengo que perdonar.

Intentaré explicar el porqué de este sentimiento.

Lo primero que creo es que cuando Hashem hace nacer al sol diariamente, no hace distinción sobre en quien recibirá su luz. Cuando el Eterno hace llover, no escoge quien merece sus gotas benditas de agua. Del mismo modo, cuando hay huracanes y tempestad, todos abajo están sobre estas intemperies.

Esta lei, la de que todos están sometidos a los fenómenos de la naturaleza, no se aplica en casos raros, como la de las 10 plagas que cayeron sobre el pueblo egipcio, librando a los hebreos y a los que los acompañaban.

Lo que quiero decir es que si Dios no elige personas para recibir rayos de sol o gotas de lluvia, posiblemente, nos esta mandando un mensaje para que nos aprovechemos de Su extrema bondad y cambiemos el rumbo de nuestras vidas. Que nos dirijamos hacia El (teshuvah) y que cometamos el menor numero de errores posibles. Para mi, el sol de todos los dias, es una manera con que Dios nos dice que está dispuesto a perdonarnos dependiendo de nuestro arrepentimiento.

¿Y que decir del Yom Kipur?

Por eso queridos, ¿Qué puedo yo decir de errores que otras personas cometen contra mi? ¿Hasta donde puedo ser severo con mi semejante? Y ¿Cuál es el error que yo tengo que perdonar?

Pienso que cuando hablo al respecto de errores y expectativas de otras personas tengo que llevar en cuenta los de mi mismo y de qué manera quiero que estas personas se comporten en relación a mi cuando los cometo.

De todas maneras, hay algo muy claro para mi: No debo tener en mi corazón rencor o remordimiento y que el hecho de perdonar tiene que ver con una de las leyes de Noé, que son las “Leyes de Cortes de Justicia”.

Bendito sea el Eterno.

Traduzido por Ivan Quintana

Resp. 172 – Sacrificio de Noaj

talmidim2007 nos consulta:

Buen dia more ojala se encuentre bien con bendicion, si Noaj fue instruido a ingresar animales puros e impuros a el arca porque Noaj hizo sacrificio de animales siendo que la idea era conservar las especies y el sacrificio de noaj fue de olor agradable a El Eterno?
edgar juarez 29 años consultor mexico

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Hijos y siervos

¡Bienvenido lector estimado!

Nuevamente estoy aquí, en casa.
Luego de un tiempo que me tome para el descanso y otro para viajar por diferentes lugares fomentando el noajísmo, que como sabes es el modo de vida que el Eterno ha dado a los gentiles.
Tal como los judíos tenemos nuestros 613 mandamientos, las naciones tienen 7.
Nuestra senda es la de los 613, la de nuestros hermanos noájidas es la de los 7.
A unos y otros el Eterno nos ha dado nuestro adecuado alimento espiritual, nuestro modo de vida que debemos conocer, aplicar y difundir.

Ahora bien, muchas personas, especialmente noájidas, me preguntan el porqué Hashem hizo esta distinción en los mandamientos.
Si todos somos hijos de Él, creados a Su imagen y semejanza, descendientes de Adam a través de Shet y de Noaj, ¿cómo es posible que algunos deban cumplir más preceptos que otros?
¿Acaso esta diferenciación es en cierto modo clasista o que discrimina negativamente?
¿Será que el Eterno desecha a los gentiles y por eso sobreabunda en mitzvot -preceptos- para los judíos?

La respuesta a interrogantes por el estilo es bastante simple, directa, que no requiere de ejercicios mentales complejos ni de encumbradas racionalizaciones filosóficas.

Presta atención a esta palabra del Eterno:

«Porque los Hijos de Israel son Mis siervos; son siervos Míos, a quienes Yo saqué de la tierra de Egipto. Yo soy el Eterno, vuestro Elokim.»
(Vaikrá / Levítico 25:55)

A ver si queda claro.
De las 71 naciones de la tierra solamente una fue declarada esclava del Eterno, solamente la nación judía.
Todos somos hijos de Él, sin distinciones de color, nacionalidad, origen o hasta credo. Todos hijos del Eterno.
Pero hay un solo siervo de Dios, que es Israel.
El Eterno nos sacó de la esclavitud de Egipto, una terrible y mortal prisión del cuerpo y del alma.
De inmediato nos propuso que decidiéramos qué queríamos hacer, y decidimos contraer un contrato perpetuo de esclavitud, pero solamente hacia Él, hacia nada ni nadie más.
Cuando dijimos todos juntos y al unísono:

«¡Haremos todo lo que el Eterno ha dicho!… Todas las cosas que el Eterno ha dicho, haremos y comprenderemos.»
(Shemot / Éxodo 19:8, 24:7)

A partir de ese instante especial y único nos sometimos a la condición de ser esclavos perpetuos del Eterno.
Al mismo tiempo que manteníamos la condición de hijos, los primogénitos, de Él, tal como está escrito:

«Así ha dicho el Eterno: ‘Israel es Mi hijo, Mi primogénito.»
(Shemot / Éxodo 4:22)

Como esclavos tenemos más deberes, mas responsabilidades, más trabajo, más preceptos para cumplir.
En lugar de vivir de acuerdo con los Siete Mandamientos Fundamentales, como el resto de las naciones, tenemos 606 preceptos más. No porque seamos mejores, más lindos, más perfectos, más inteligentes, sino porque tenemos una deuda de gratitud con el Eterno y un pacto que nos declara como esclavos a Sus órdenes.

Por tanto, para el gentil la misión es ser constructor de Shalom en Este Mundo, con una estupenda, justa y buena recompensa también en la Posteridad. Cuando vive de acuerdo a las leyes del noajísmo está construyendo este mundo al tiempo que se edifica la mansión de gozo celestial en los dulces parajes del Paraíso, en donde se deleitará el noájida que ha quitado manchas de su alma y ha permitido que alumbre la Luz del Eterno en su vida.

Pero Israel, los judíos, deben actuar como siervos del Eterno, no solamente como constructores de Shalom, sino además como canalizadores de kedushá -santidad-. Es más pesada la tarea del judío, más compleja, con muchísimo más trabajo y detalles que atender, tal como corresponde al que es servidor.
En una servidumbre que enaltece, que libera, que hace crecer, que alumbra:

«seréis para Mí un pueblo especial entre todos los pueblos.
Porque Mía es toda la tierra, vosotros Me seréis un reino de sacerdotes y una nación santa.’
Éstas son las palabras que dirás a los Hijos de Israel.»
(Shemot / Éxodo 19:5-6)

Si has leído y comprendido hasta aquí debes admitir que no hay ventaja por ser judío, sino más responsabilidad, más oportunidades para equivocarse; lo que conlleva que si se camina por la Buena Senda finalmente se obtenga una radiante Posteridad.

La única duda que quizás te pueda quedar es porque el Eterno ofreció a Israel el rol de ser Sus siervos/sacerdotes/representantes terrenales, y no a las otras naciones.
¿Esto no sería discriminativo por parte del Eterno?
Y la respuesta nuevamente es clara, simple, directa.
El Eterno dio a toda la humanidad Siete Mandamientos Fundamentales, muy cercanos al corazón de cada persona para que los cumpla.
Pero las naciones y las personas prefirieron andar por sus propios caminos.
Inventaron religiones, se hicieron dioses y de dioses, fueron inmorales, despreciaron su vida, la del prójimo y el Pacto Eterno que tenían con Dios.
No fueron capaces de responsabilizarse por el cumplimiento de los Siete Mandamientos Universales.
Solamente un hombre con su esposa eran fieles y leales al Eterno, Avraham y Sará, nuestros primeros patriarcas. Solamente ellos, y su descendencia tras de ellos.
En un mundo plagado de oscuridad, mentira, idolatría y confusión, bastante parecido a nuestra época, solamente un grupo decidió ser seguidores justos del Eterno, solamente los judíos.
Fueron perseguidos, discriminados, masacrados, esclavizados, atormentados, maldecidos por los otros, estigmatizados, robados, etc., y sin embargo se mantuvieron conectados conscientemente con el Padre Celestial.
Es por esta lealtad irrestricta hacia Él que fueron liberados nuestros antepasados por Dios de Egipto, y se les propuso entrar a la Alianza Eterno con Él, para ser hijos y siervos del Altísimo.
En resumen, esto significa que la nación judía fue escogida porque ellos ANTES escogieron al Eterno y mantuvieron su elección, tal así por todas las generaciones.

En resumen, el Eterno ama a todas Sus criaturas, especialmente ama a los humanos creados a Su imagen y semejanza, pero ha destinado a Israel a cumplir un rol de liderazgo espiritual, no por cualidades de superioridad, sino por un compromiso histórico de fidelidad hacia Él.

Actualmente, gracias a Dios, hay un renacer noájida.
Más y más cada día son los gentiles que quieren buen alimento espiritual. Están hastiados de la basura que han ingerido durante siglos y quieren la libertad para sus almas.
Confundidos creen que el judaísmo es la respuesta para ellos. Entonces como ciegos e ignorantes pretenden convertirse al judaísmo. Es que sienten gran necesidad del encuentro con el Eterno y no saben, no conocen que SU senda es el noajísmo, tal como ha diseñado Hashem para ellos.
Así pues, enseña a tu allegado gentil la existencia del sendero del noajísmo, no lo lleves por nueva confusión hacia una conversión al judaísmo que en principio no es idónea para su verdadera identidad espiritual.
Da a conocer los Siete Mandamientos Universales y promueve para que este renacer noájico crezca y se multiplique, pues es lo que el Eterno ha dictado con Amor y Sabiduría para los hijos de las naciones del mundo.
Que entienda y sienta el noájida el orgullo y grandeza que se encuentra en el camino noájico, en el cumplimiento leal de los mandamientos de los benei Noaj.
Que viva a plenitud siendo un constructor de Shalom, de acuerdo a la identidad que ha recibido desde lo Alto.
En FULVIDA.com hay más información y maneras de apoyar a los noájidas.

Y tú, amigo judío, quizás hoy has comprendido tu propio rol en Este Mundo, que en parte incluye el proclamar la verdadera libertad para el Hombre.
Tal como recuerda el profeta:

«vosotros os habíais vuelto a Mí y habíais hecho lo recto ante Mis ojos, al proclamar libertad cada uno a su prójimo»
(Irmiá / Jeremías 34:15)

¡Te deseo a ti y a los tuyos que pasen un Shabbat Shalom UMevoraj!
¡Qué sepamos construir shalom!

Moré Yehuda Ribco

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Una plegaria por Venezuela

Bendito Seas, HaShem, por siempres jamás y bendita sea Tu misericordia y honor por los siglos de los siglos, !Amén Veamén¡
Vengo a Ti, Padre amado, apoyado en Tus muchas misericordias y en unión de todos los justos que habitan en esta noble tierra, a pedirte por la salud de mi país, Venezuela, a implorarte por el levantamiento integral de este bravo pueblo, por la restauración de su honor y por su total libertad. Que Tu manto de Shalom, OH Eterno, nos cobije a todos, de norte a sur y de este a oeste, y que toda sombra de muerte y sequedad sean del todo desvanecidos por la fuerza de Tu esplandor, ese resplandor que procede de Tu Torá, de Tu bondad y de Tus justos y piadosos hijos que con su santidad cubren de belleza a nuestra nación. Líbranos, Padre Eterno, de toda confrontación violenta y de toda devastación social. Que veamos correr en nuestras calles, no la sangre de nuestros ciudadanos e hijos, sino el agua fresca de Tu conocimiento y verdad. Derrama como lluvia sobre nuestras ciudades y estados Tu emanación de vida y piedad, y que se vea manifestada en toda su grandeza en solidaridad, hermandad y tolerancia mutua. Permítenos entender que todos somos hermanos, que nos necesitamos y nos debemos el uno al otro, a pesar de las diferencias que nos distinguen, esas diferencias que nos hace ser un pueblo especial y único. Perdona, por favor, todas nuestras rebeliones y soberbias, y salvanos de la peste, la plaga y la impureza que circunda a nuestro alrededor. Despierta sobre nuestras almas, y sobre el alma de la nación, Tus trece Atributos de misericordia y no permitas, por amor de Tu Nombre, que seamos entregados al caos y la confusión. Ayúda a nuestros compatriotas, hombres y mujeres, jóvenes y ancianos, doctos y campesinos, a salir de la ignorancia, las tinieblas y la idolatría. Que Tu grandeza y Tus Siete Preceptos Universales sean reconocidos por todas y cada una de nuestras familias y que el Arco Iris, con sus siete colores, nos inspire a vivir una vida plena, en Tu temor, en Tus caminos y en el respeto a nuestros semejantes.
Que Tu derecha aplaque a Tu izquierda y que nuestras vasijas sean rectificadas, purificadas y henchidas de luz eterna.
!Que así sea Tu voluntad!

Cuatro niveles de sincero arrepentimiento

Es importante tener presente que hay muchas cosas que aprender y mucho que andar y compartir en la vida que el Señor nuestro Dios nos da en este mundo, por ello doy gracias primeramente al Eterno por la sabiduría y sencillez que ha puesto en las enseñanzas del More Yehuda Ribco quien con esa pluma sencilla trae a nuestras vidas la enseñanza de un camino al cual Hashem nos llama a andar como Justos, por ello pido al Eterno grandes bendiciones que multipliquen la sabiduría para tratar cada asunto de la vida que comparte con todos aquellos que hemos visto la Luz del Eterno a través de sus enseñanzas, Publicado con autorización del More Yehuda Ribco

II.- CUATRO NIVELES DE SINCERO ARREPENTIMIENTO
GENESIS 44:23
Lic. Yehuda Ribco Shabbat: Tevet 7, 5766; 6/1/06
Un comentario a la Parashá Vaigash
Esencia y máscaras
En la parashá de esta semana, los hermanos, más específicamente Yehudá el líder, recuerdan que Iosef, en su personificación del mandamás egipcio, había dicho:
«‘…Si vuestro hermano menor no viene con vosotros, no veréis más mi cara…'» (Bereshit / Génesis 44:23)
En cierta manera, estas palabras eran su reto, su prueba hacia los hermanos.
Pues, ellos debían demostrar que existía el tal hermano menor que ellos habían mencionado, pero que estaba ausente. Además, debían exhibir que eran capaces de viajar con suficiente armonía como para traerlo en paz hasta Egipto. Que habían cambiado y que ya no eran los hermanos pendencieros y envidiosos que lo habían lanzado a él al oscuro pozo y a la dura esclavitud.
Además, era también una manera para poder reconocer que el padre y el hermano menor confiaban lo suficiente en ellos como para admitir este viaje en conjunto. Pues, si padre o hermano menor desconfiaban de la honorabilidad de los hermanos, difícilmente el hermanito viajaría con ellos.
En cierta manera, la frase que citamos era también algo así como su amenaza hacia los hermanos. Pues de no traer al hermano, no habría realmente comida.
Además, ellos estarían demostrando que no eran dignos de confianza, pues decían algo y luego no lo cumplían. Y además, era la clara amenaza de que terminarían en prisión de por vida, o algo peor, si aparecían nuevamente en Egipto sin Benjamín.
Pero, en cierta manera este enunciado de Iosef era también una profunda enseñanza hacia sus hermanos (y de paso para nosotros). Tal como si les estuviera diciendo:
Ustedes que no supieron comportarse correctamente con el hermano menor en el pasado, tienen ahora la oportunidad de redimirse mediante la teshuvá -el sincero arrepentimiento-. Pueden revivir aquella situación, y tomar ahora una decisión errónea como antaño, o una acertada que cambiará para siempre sus vidas.
Si escogen bien, se limpiarán de una enorme carga, de mucho resentimiento y dolor.
La decisión depende exclusivamente de ustedes, son ustedes los que escogerán si me volverán a ver como hombres íntegros o si continuarán cargando su pesada culpa de por vida.
Cuando dijo «…no volveréis a ver mi rostro…», la idea era que eventualmente volverían a ver al príncipe egipcio, que era la careta más imponente que ocultaba la verdadera personalidad de Iosef; pero, para volver a ver a Iosef el hermano, al Yo Auténtico, ellos debían hacer teshuvá, y ese era el mensaje oculto de la frase.
Y he aquí una gran enseñanza para nosotros. Si nos concentramos en lo esencial y hacemos lo correcto para obtener bendiciones de paz, la serenidad insuflará vida a en nuestras vidas. Si nos enfocamos en nuestro Yo Esencial o Auténtico para comunicarnos con el Yo Auténtico del prójimo, sin dejarnos engañar por los Yoes Vividos1, por las caretas que nos ponemos por miedo, entonces lograremos un enlace vital que nos fortalece. Si hacemos que nuestro hermano menor, aquel que no está contaminado por los valores pasajeros, por las modas, por los adoctrinamientos, ese hermano menor que permanece casto y puro, si hacemos que él vaya con nosotros, que se manifieste, entonces podremos hallar el verdadero rostro de nosotros y de nuestro semejante.
Es un hecho que todos cargamos con algún resentimiento, más o menos profundo, más o menos consciente, más o menos activo y perjudicial. Desde incluso antes de nacer nos van depositando sentimientos, ideales, sueños, agresiones, libretos que no son nuestros, pero que se van convirtiendo en una máscara que encubre nuestra auténtica identidad. Nos vamos familiarizando con las máscaras de aquellos que nos rodean y vamos por la vida creyendo que las máscaras que presentamos son nuestra identidad. ¡Pero ciertamente que esto no es así! Nuestra identidad esencial no se ve disminuida o crece con los influjos externos, es un núcleo estable y permanente (incluso nos sobrevive luego de la muerte a Este Mundo). Pero tristemente la mayoría vivimos una vida de engaños, voluntarios pero en general involuntarios, y provocados por enfocarnos en las máscaras en vez de en la identidad esencial. Como esas máscaras nacen a partir de las máscaras de los otros, nuestros sentimientos de los sentimientos de otros, nuestros pensamientos negativos de pensamientos negativos de otros, etc., debemos hacer un profundo proceso de reparación, de teshuvá, para retornar a nuestra esencia y de esa manera hacer nuestra parte para redimir al mundo.
«Teshuvá», en el contexto de valores y ética se traduce generalmente como «arrepentimiento». También puede ser entendida como «respuesta» o como «reparación».
Todas estas acepciones que de cierta manera ya hemos usado hasta ahora, pero de hecho, la traducción literal es «retorno». ¿A qué o quién retorna el que retorna, el que hace teshuvá? Pues, retorna a su auténtica identidad, a su Yo Esencial, a la chispa de divinidad que nos da vida. Retornando, reencontrando cada uno de nosotros nuestro Yo Esencial, estamos también encontrando el camino para cumplir cabalmente el mandamiento que nos dice:
“… [Haz de saber que] Yo soy, el Eterno tu Elokim que te saqué de la tierra de Egipto, de la casa de esclavitud…» (Shemot / Éxodo 20:2)
En nosotros está continuar liberarnos o seguir siendo los esclavos del sentimiento adverso, y así ir por la vida como un derrotado, que no está libre para gozar y crecer. Padeciendo esclavitud emocional, mental y espiritual, que nos llevará a in-cumplir de cierta manera el precepto que nos ordena:
«…No tendrás dioses [poderes] ajenos delante de Mí…» (Shemot / Éxodo 20:3)
¿Cómo es esto? Pues, el que está esclavo de «poderes ajenos», que es adicto a todo tipo de dependencias (personas, cultos tóxicos, Jesús, drogas, Internet, fama, dinero, etc.), está ante-poniendo su «droga» al Eterno. Por ejemplo, el ambicioso que está fervientemente detrás de la adquisición de dinero, ¿acaso es íntegro de corazón y acciones para con el Eterno? Quizás sea una buena persona, excelente ser humano y hasta alma caritativa, pero si su fervor está puesto en el dinero, está esclavo de su dependencia. Tal como este esclavo, son todos los otros que dependen (en un sentido profundo y existencial) de valores, objetos o personas que no son el Eterno.
Aprendamos entonces que está en nosotros el optar por dejar el pesado pero conocido camino del dolor, para comenzar el del retorno, y posterior crecimiento.
Aprendamos a vivir menos nuestras máscaras, y menos a juzgar las máscaras de nuestro prójimo, para poder re-encontrarnos un poco más con el prójimo verdadero y con nuestro Yo verdadero.
Para lograrlo, primero debemos hacer caso al salmista:
«…Apártate del mal y haz el bien…» (Tehilim / Salmos 37:27)
Cuatro son los niveles para comprender este profundo consejo, tal como cuatro son las etapas para desarrollar este versículo a plenitud en nuestras vidas4:
En nuestro interior así como en el mundo, el mal está mezclado y confundido con el bien. Recordemos que el fruto del árbol del Conocimiento se llamaba «del bien y del mal» (Bereshit / Génesis 2:9), es decir, de ambos confundidos en un sólo elemento. Si hubiera sido solamente fruto para conocer el mal, el Eterno no se habría avergonzado de mencionarlo así… Siendo que la luz y la oscuridad se funden en un abrazo caótico (Bereshit / Génesis 1:4), ¿cómo discernir a simple vista cuál parte del fruto es para bien y cuál no lo es?
El primer paso para crecer es darse cuenta de este hecho: a veces lo que llamamos «bueno» es tan solamente una apariencia de bien, y lo que consideramos «malo» en su esencia tampoco lo es. Cuando no podemos discernir lo que es luz de lo que es oscuridad, no hallamos oportunidades de crecimiento, estamos varados y en caos (Ieshaiá / Isaías 57:20). Por eso es imprescindible aprender a diferenciar realmente lo bueno de lo que no lo es, sin engaños, sin trampas al solitario, sin mediatintas. Saber esto, es el primer paso.

En la práctica es hacer el esfuerzo consciente para cumplir los preceptos «de no hacer» y cumplir los «harás», sin dar excusas ni justificaciones para no cumplir unos u otros.8 – 47:27
1. Por ejemplo: darte cuenta que puedes estar guardando rencor en tu corazón y que por consiguiente no estás amando realmente a tu prójimo como a ti mismo2.
2. El segundo paso es apartarse de lo negativo ANTES de proceder a hacer lo bueno. Es como tener un campo para arar y sembrar pero que está plagado de malas hierbas, que absorberán todos los nutrientes que destinemos a nuestro sembradío y no le darán oportunidad de vivir.
Así pues, en ocasiones la destrucción es imprescindible paso previo para le construcción. La crítica es indispensable para el crecimiento.
El extirpar nuestras cualidades nocivas como antesala para poblar nuestro ser de virtudes. Renunciar a pensamientos, palabras y acciones negativas que nos perjudican sin sentido y dañan sin motivo verdadero al prójimo. En la práctica es esforzarse por cumplir los preceptos de «no hacer» y complementarlos de inmediato con los «harás». Por ejemplo: no guardes rencor en tu corazón para que ADEMÁS puedas efectivamente amar a tu prójimo como a ti mismo.
3. Cuando hemos evolucionado un poco más, estamos en condición de vivir esta frase de otra manera, con más dulzura en nuestros juicios, reconociendo que no estamos libres de errores, lo que significa que si cometemos un error o pecado no por ello somos malos. Si llegamos a ser auténticos en esta vivencia, tampoco juzgaremos severamente a nuestro prójimo, y encontraremos la manera de encauzarnos y encauzarlo sin entrar en penosos conflictos o altercados personales.
Mala es la acción, no la persona que la comete (Kohelet / Predicador 7:20).
De esta manera, hacemos bien y en esta acción constructiva nos estamos apartando del mal, pues «…incluso una pequeña luz dispersa una gran oscuridad…» (Jovat HaLevavot 5:5). Al mismo tiempo, cuando actuemos bien no nos henchiremos de falso orgullo, ni nos sentiremos en falta o culposos si no alcanzamos la meta, pues sabemos que el mal siempre está presente, pero vive solamente si nosotros le damos vitalidad. Este tercer nivel no es fácilmente accesible para la persona que no ha desarrollado una personalidad centrada, humilde, pues no es común que se nos enseñe a juzgar con equilibrio ni a ser gratificadores con mesura. Pero si lo alcanzamos, el mal pensamiento, la mala palabra, la mal acción, el mal sentimiento no tendrán mucha fuerza para obstaculizarnos al hacer lo que es bueno. En la práctica es cumplir los preceptos «harás» de tal manera que ya casi no se tenga que necesitar con urgencia ciertos preceptos de los de «no hacer» (especialmente los de índole ética, en relación al prójimo). Por ejemplo: como amas a tu prójimo como a ti mismo con tanta autenticidad y vigor, entonces ya CASI ni siquiera sientes que algún rencor pueda guardarse en tu corazón.
4. Por último, el cuarto nivel es propio de una persona que alcanza a vivir como un tzadik, una persona que hace que su vida gire en torno a la justicia compasiva. Quizás no lleguemos a este nivel, pero podemos actuar algún día con el ánimo de alcanzarlo. ¿Cómo se interpreta y vive el «apartarse del mal para hacer el bien» para este nivel? Es hacer un proceso de conversión o reciclaje, para decirlo en un término moderno. En este nivel se desprende la chispa de divinidad que está en lo malo3, o se descubre la finalidad positiva. Se recicla el desecho en material productivo. Se descubre el valor de lo despreciado. Se usa el poder para el bien. Se confía en el Eterno y no en dependencias endebles que son ídolos vanos. El apartarse entonces no es un alejarse, sino un desvanecer el mal para convertirlo en bien. En este nivel la conciencia está tan limpia de juicios duros, y tan apegada al Eterno, que no ofende ni teme. Cumple con los preceptos de la Torá con integridad y vive a plenitud.
Es, sin dudas, una persona verdaderamente libre. En la práctica es cumplir y ayudar a cumplir los preceptos de «no hacer» y los «harás», porque así el Eterno lo demanda. Por ejemplo: ayudar al que te guarda rencor en su corazón a liberarse de esa carga oscura y deprimente para que ambos puedan amarse mutuamente.
Notas:
1- El Yo Esencial o Auténtico de cada uno es uno y único, una chispa de divinidad que nos forma. Los Yoes Vividos son múltiples en cada persona.
Incluso aquella persona que se aferra a una sola máscara, a un solo Yo Vivido, no deja de estar oculto detrás de diversos antifaces pero que se han amalgamado defectuosamente en uno que representa su personalidad.
2- «…No te vengarás ni guardarás rencor a los hijos de tu pueblo. Amarás a tu prójimo como a ti mismo. Yo soy el Eterno…» (Vaikrá / Levítico 19:18).
3- Recordemos que el mal también es una creación del Eterno, por tanto su finalidad siempre es para bien. A veces no se puede desarrollar la chispa de divinidad en lo negativo, y permanece en oscuridad esperando ser redimida.
4- Cada una de estas etapas o niveles está como rectificación o complemento para cada una de las cuatro personalidades básicas, lea aquí para tener una idea al respecto.
Preguntas y datos para meditar y profundizar:
El Rav Elías Schwartz cuenta en uno de sus textos:
La primera vez que el tren vino a su pequeña aldea, los jasidim decidieron mostrarle a su Rebbe este avance de la civilización moderna. Mientras el Rebbe se aproximaba a la estación, divisó una larga línea negra, fría, anónima y apática de coches encadenados unos con otros. La maquina estaba al frente, fiera en su plenitud de fuego y calor. Su impetuoso humo se elevaba entre las altas nubes. De pronto, con un estruendo poderoso y una bocanada monumental de humo la locomotora comenzó a andar, y la larga línea negra de coches se movía a su paso. Los jasidim entonces preguntaron con curiosa gracias reverente a su maestro: «Rebbe, Rebbe, ¿qué opina usted de esta maravilla?». El sabio hombre hizo un gesto con sus hombros y dijo: «No es muy novedoso… ¿no les resulta familiar que haya uno fuerte y lleno de fuego interior arrastrando tras de sí a una larga fila de sujetos oscuros, fríos, dubitativos y apáticos?».

Un diálogo imposible

Has de saber que los misioneros no tienen capacidad para dialogar.
Cuando alguien habla con ellos, no está en un diálogo, sino en un monólogo de a dos, en una conversación entre sordos.

Los misioneros han sido adiestrados para memorizar pero no para analizar.
Encerrados en sus prisiones del alma, se enroscan alrededor de algunos temas que creen dominar, cuando ciertamente lo único que poseen es una tenacidad férrea para no liberarse de las pesadas cadenas que los aprisionan.

Son capaces de decir una incoherencia tras otra, sin el mínimo rasgo de madurez intelectual ni atisbo de meditar en lo que dicen.
En la misma frase te pueden decir que no y sí al mismo asunto, y a pesar de esto, no hallan incongruencias en sus exposiciones.

Se creen dueños de alguna verdad revelada astralmente, pero de la cual desconocen fuentes y fundamentos.
Pero osan acusar a los demás de «ciegos», de «tener un velo», de «ser ignorantes», de «desconocer la Palabra», etc.
En lo que típicamente se denomina una «proyección», que quiere decir poner fuera de uno sus propias fallas, para achacar la culpa y mal a otros, sin hacerse cargo de sus propias zonas oscuras.

Ellos solamente saben repetir lemas que han aprendido de memoria, y como no dedican neuronas al razonamiento, a la creatividad o a la investigación su capacidad de memorizar puede ser bastante prodigiosa.

No razonan, no tienen pensamiento crítico, temen a las dudas.
Cuando expelen frases con signos de interrogación, en verdad están afirmando alguna de sus doctrinas, ya que carecen del espíritu necesario para proponer cuestionamientos o interrogar con el ánimo de buscar la verdad.

Se escudan detrás de palabrería hueca, que aparece como altisonante y compleja, pero que efectivamente no es más que palabras sin sentido, en frases plagadas de oscuridad.
Aquellas expresiones que parecen ser silogismos o construcciones elaboradas por la lógica, no dejan de ser cáscaras vacías que envuelven un gran vacío emocional y una pobreza intelectual.

Les falta sencillez, son estériles en humildad, sus discursos atiborrados de pomposas estrofas no quiere decir nada.
Escapan de la simplicidad del hombre equilibrado, ya que al quitarse los ropajes de complejidad inútil dejarían al descubierto su desvergonzada desnudez espiritual y su escasa altura emocional.

No razonan, porque su religión es producto del plano emocional y se mueve únicamente en ese carril.
Pueden ser muy hábiles en la manipulación emocional, en hacer sentir culpa, en hacerse las víctimas, en decirte cuanto te aman mientras te aporrean hasta matarte.

Te acusan de sus pecados, porque son incapaces de asumir responsablemente el resultado de sus acciones.
Buscan culpables o salvadores, aunque ni unos ni otros tengan alguna relación con el tema en cuestión.

Si les preguntas algo profundo con honestidad, con ánimo de aprender o hacer luz; ellos te responderán con ecos de palabras dichas por otros, a los que consideran santos o elevados, pero que difícilmente puedan pasar una prueba de moralidad.
O quizás se esconderán detrás de maldiciones o acusaciones.
O quizás huirán para no mirarse al espejo del alma y reconocer su amargo rostro, consumido por el famelismo espiritual.

Son personas con las cuales es muy difícil tratar, ya que te harán sentir culpable de crímenes que no has cometido; pero si tú no caes en sus lisonjeras trampas, entonces serás humillado, insultado o denostado para finalmente ser excluido.

Se meten en donde nadie los llama, comentan acerca de lo que nadie les pide que opinen, se creen con derecho a hacer oír sus chirriantes voces, aunque tengan prohibido el ingreso.
Ah, pero no intentes detenerlos, o te acusarán de satanás o alguna otra lindeza.

En resumen, si quieres conversar con un misionero, estás condenado al fracaso.
Porque es imposible el diálogo con uno de ellos.

A pesar de todo, el 99% de ellos no tienen un mal corazón. No son adrede gente rebelde en contra del Eterno y el Hombre. Más bien son esclavos de sus doctrinas y miedos.
Por tanto, no te enojes con la generalidad del misionero, ni le guardes rencor.
Por el contrario, ya que el diálogo es imposible, enséñale con el ejemplo de tus actos a ser una persona libre, un verdadero fiel del Eterno, una persona completa e íntegra para que no sea más un muñeco de trapo entre las garras de sus pastores, falsos rabinos y otros clérigos de la idolatría.
En otros textos de este sitio te doy ideas y consejos de cómo hacerlo.

Hasta aquí mi descripción.
Te pido que si tú tienes experiencias sobre este tema, nos las hagas saber, poniendo tu comentario aquí abajo.