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Resp. 272 – ¿Jesús un sacrificio apto?

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En los tiempos del 2do templo eran validos los sacrificios en el exterior? Por que si vemos el sacrificio \»perfecto\» no fue en el lugar santisimo(con mas razon si era dios mismo) sino mas bien lejos del templo, y en ligar de ser sacrificado por un sacerdote del templo…
Mauricio Espinoza, 39a, Ing, Miami, USA

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Resp. 262 – Trato a los seguidores de Jesús

azul0305 nos consulta:

Hago esta pregunta porque verdaderamente si son trasmisores de shalom no puedo comprender.
Por qué al hablar del cristiano se burlan tanto, se habla en una forma tan despectiva. Dónde está la misericordia? y el mostrar el camino, sin agredir. No lo comprendo. Lea lo que muchos escriben y de que m
María Victoria Rodriguez, 48 años. San Miguel del Monte, Argetina.

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Cuento: Un Joven y su Camino.

El siguiente es un cuento que ideé algo breve al principio, pero que a medida que lo escribía se me ocurrían ideas, y más ideas, por lo que no pude evitar hacerlo extenso. No soy literato ni tengo experiencia en escribir relatos, sólo me apoyé en algo de conocimiento, otro poco de lectura de la cual pudiera influenciarme, otro poco de sentido común, pero creo que valdría la pena leerlo si es que se tiene algo de tiempo, o si quieren cópienlo y péguenlo en un word, como deseen. Espero que les guste. Shalom.

Sebastián.

Había un joven y junto a él su familia y algunos amigos. Su familia era su padre, su madre, hermanos y algunos parientes. Siempre juntos andaban en la vida, compartían todo y todos se amaban mutuamente, algo que nunca se rompería era los lazos de amor eterno que entre ellos había.

Cierto día caminando sólo Di-s sabe dónde, divisaron a lo lejos un lugar donde había un tumulto de gente, y por curiosidad se acercaron hacia ahí. Notaron al llegar que de ese lugar nacían varios caminos, cada uno tenía un cartel en la entrada y muchas de las personas empezaban a tomar estos varios caminos.

Se acercaron más a leer lo que estos carteles decían, así fué como leyeron uno que expresaba: » El Camino del Gentil Justo», y tenía un símbolo, como un arco iris. Este camino les inspiraba confianza, y resplandecía con claridad desde adentro, pero notaban que eran poquísimas las personas que entraban acá. Les parecía raro, nunca habían escuchado hablar sobre un gentil justo, ni imaginaban por qué tenía tal símbolo, sin embargo no se detuvieron a pensar mucho en este asunto, más, siguieron leyendo los carteles de los otros caminos.

Había otro cartel que dictaba: »Camino de la Salvación», y éste tenía como símbolo una cruz, sin embargo no les parecía raro, puesto que ya antes de llegar al lugar habían oído mucho sobre este camino. Comprobaron lo que habían oído al ver que muchas personas, la mayoría, eligían éste. Además, éste camino al igual que el anterior, también les inspiraba confianza e irradiaba casi la misma claridad, apenas algo menos, y al ver que eran muchas las personas que entraban por ahí comenzaban ya a decidirse por éste camino. Así la familia y amigos del joven empezaron a entrar, pero el joven se detuvo un momento para pensar, y les dijo que se adelanten, que ya los alcanzaría.

Antes de entrar decidió ver los letreros de los otros caminos. Notó pues que había varias entradas que simplemente decían »camino», o »camino sin retorno», y varios otros. Por último vió que había uno cuyo cartel tenía la leyenda »Camino de la Torá», y tenía como símbolo una estrella de seis puntas.

Acá se detuvo por un instante, se asombró al ver que era la única de todas las entradas que estaba cerrada, cercada por un alambrado de una especie de acero inmenso y que parecía llegar a los cielos. El joven no llegaba a distinguir hasta dónde llegaba, pues escapaba a su vista al mirar hacia arriba. Pensó que cómo es que hay un camino cuya entrada está bloqueada, no tenía sentido para él.

Pronto había menos gente, ya todos iban decidiendo sus caminos, por lo que el joven decidió emprender el que había elegido, en donde su familia y amigos ya habían entrado. Sin embargo, al estar frente a la entrada del Camino de la Salvación, vió que había personas que salían de acá y se dirigían al de la Torá, y que además, sin que nadie los viera escondían en sus ropas una cruz y un libro. Se vestían de una manera extraña, algunos se ponían una redonda »tapita» rara en la cabeza, otros sombreros, otros extrañas mantas, hasta se ponían barba falsa. El joven no entendía qué hacían, por qué se vestían así o para qué.

Entonces vió que estas personas al llegar a la entrada de aquella estrella, comenzaban a trepar el alambrado, cada vez erán más los que hacían lo mismo. Sólo por curiosiad, pospuso su entrada y fué a ver qué encontrarían al llegar al final de esa red.

Así empezó el muchacho también a trepar, trepaba, trepaba, trepaba…y nada. No llegaba a nada. Miraba hacia arriba y sólo había más alambrado…y más trepaba, y más alambrado. Lo curioso acá fué que mientras el subía, las pesonas que ya lo habían hecho antes se cruzaron con él y comenzaban a descender exhaustos, pero él decidió seguir un poco más.

Ya al fin se dió cuenta que era imposible, estaba cansado y miraba hacía arriba y sólo veía…mas alambrado.

Decidió ya descender, y al estar cerca ya del suelo se sorprendió al ver a través de la red a personas dentro de éste camino. Eran personas que tenían una apariencia similar a las que antes trepaban el alambrado, pero éstas emanaban una especie de luminiscencia, tenían unos extraños rollos hermosos que destellaban luz, tampoco entendía el joven lo que veía, todas estas personas aplaudían, bailaban, reían, abrazadas unas con otras, todas alrededor de este rollo. Lo que más le llamaba la atención era cómo estas personas estaban ahí, en ese camino, si era imposible de entrar…el alambrado no sólo era altísimo, imposible de llegar a la cima, sino que a pesar de que se podía doblar un poco, era indestructible a causa del raro material con el que estaba confeccionado. Era realmente imposible de pasar al otro lado.

Además también desde ahí se apreciaba claridad, era distinta a las anteriores pero de la misma hermosura.

Terminó entonces de descender, la gente que antes quería trepar el alambrado ya no estaba, así se dirigió al camino que había elegido.

Al estar nuevamente en la entrada, al leer otra vez el cartel pensaba: –»Si éste es el Camino de la Salvación, no tengo por qué temer, además esto debe significar que me tengo que salvar de algo, que seguramente es oscuro y malo, optaré pues por este camino.»

Al pasar ya la entrada, dentro del camino, dio algunos pasos hasta que a su encuentro salieron unas personas con vestigios con la insignia de la cruz que vió en el cartel. Fué el primer saludo: –¡Saludos hermano!¡Aleluya y enhorabuena para ti haber entrado!– Así hablaban con macabra astucia. Estas personas le dieron una »calurosa bienvenida», lo llamaban hermano y lo felicitaban por haber elegido el camino de un tal »Cristo». Le dieron una supuesta guía de este camino: dos rollos. El muchacho otra vez se asombró ahora al ver que un rollo era muy similar en tamaño y forma al resplandeciente que alcanzó a ver en el Camino de la Torá, sólo que éste rollo no destellaba luz, de hecho era muy opaco y carecía de la extraordinaria belleza del anterior, sin embargo éste parecía lindo y le gustó, entonces lo tomó. También tomó el otro rollo, que era muy similar al primero que le dieron, su título era »Nuevo Pacto» y era también opaco. Después de tomarlos se alejó de ellos y emprendió el viaje. Al alejarse algo el joven, una de estas personas recepcionistas le dijo al otro: –Veo que no hay más gente afuera, apaga entonces las luminarias sobre la entrada-. Habiendo dicho esto fué el otro solícito y apagó aquellas opacas luces. Tal era su oscuro proceder.

Con estas guías entonces emprendió lo que ignoraba iba a ser un largo y arduo camino, difícilmente lo imaginaría, el sólo se sentía contento, feliz de que su camino lo salvaría de algo.

Comenzó a la vez que caminaba, a leer las guías. Así supo de la Creación, de que había un Ser superior que creó todo lo que existe y que además había creado al ser humano, y tambíen leyó acerca de los ángeles que eran seres celestiales también creados y al servicio de este Supremo Ser. Dios,así supo que le decían, había creado un lugar llamado Edén y ahí vivían el primer humano y su compañera, pero en una ocasión desobedecieron un mandato del Ser Supremo, por culpa de una serpiente que había engañado a la mujer de aquel jardín, y a causa de esto fueron expulsados…y seguía leyendo más. Entendía todo lo que había en esos rollos, veía cosas positivas, cosas lindas, pero a veces había cosas que no le cerraban, algunas contradictorias, otras sin mucho sentido, algo vacío. También se encontró en estas lecturas muchas referencias a un ser malvado, un espíritu inmundo que sólo quiere hacer perder a los humanos y que gobierna el mundo de los hombres. Alguien que según estos escritos se llama »Satanás el Diablo», pero también lo llamaban por muchos otros nombres, pero la idea general era que se trataba de un ángel que se opuso al Supremo Ser, un enemigo, y se trataba de la misma serpiente que engaño a la primera mujer.

La sola idea de que existía un ser así le producía terror, mucho miedo, pues no quería que este ser lo hiciera perder. Descubrió que de éste ser había que salvarse.

Siguió leyendo y felizmente para él se encontró con que había alguien que tenía el poder de destruir al ser malvado, justamente era la persona a quien los que le dieron la bienvenida al muchacho llamaban Cristo, aunque también se referían a este personaje como Jesús, Jesucristo, etc.

Era alguien que según estos escritos era hijo unigénito del Ser Supremo, y que era del mismo origen de las personas que antes él había visto reir y bailar junto con el rollo luminoso. Así y todo, tampoco le cerraban las cosas que se decían sobre este personaje, pues le daban condición divina, poder milagroso, y hasta se decía que era el mismo Ser Supremo…pero…murió! no entendía esto el joven ¿un dios puede morir? lo habían matado las mismas personas de su nación, porque lo despreciaban…era mortal! murió y todo para salvarnos…eso leía, aunque entendía lo que leía, muchas cosas no le cerraban, no tenían sentido. Igualmente decidió aceptarlo, pues resolvió que era el único que lo salvaría del espíritu malvado, esto era lo que más le aterraba.

Luego de terminar sus lecturas, se encontraba ya en pleno sendero, había gente con él que había hecho lo mismo, también había dejado camino atrás y tenía mas por delante.

Notó que de pronto las personas que terminaron sus estudios empezaron a reunirse en varios grupos, algunos eran de mucha gente, otros con poca, y gran parte de la gente tenía como una venda en los ojos aunque parecía buena, pero lo más increíble era que entre los grupos se discriminaban, se desaprobaban, se despreciaban y hasta se insultaban. Justamente discutían sobre lo que habían leído y competían por sus creencias. Estos grupos tenían líderes, cada líder dirigía a su gente y algunos de estos líderes tenían tambien vendas, otros no. Uno de ellos le decía al joven que si bien son los jefes de su grupo el Líder de todos era el Salvador.

Para sorpresa del muchacho también en este camino se encontraban las personas que al principio querían trepar las redes de la entrada de la Torá, que al no poder pasar del otro lado bajaron y entraron al de la Salvación mientras el joven todavía intentaba subir aquel alambrado. Tampoco habían abandonado sus vestigios, la »tapita», el sombrero, la manta en la cabeza, las barbas…también imitaban a las personas de aquel camino, bailando riendo, aplaudiendo, todos abrazando un rollo parecido al del joven y al resplandeciente, de hecho también tenía cierto brillo, pero requería ser pulido constantemente, porque su brillo no era natural, era igual de opaco que los rollos del joven. Más bien parecían tratar de imitar aquella radiante luz pero no lo lograban. También notó que a una de estas personas se le escaba una cruz de su bolsillo mientras bailaba y festejaba, y creyendo que nadie lo veía, escondía esa cruz. Esta situación le pareció muy inquietante y lo desconcertaba. Este grupo también era como los demás al desaprobar a los otros, algo no andaba bien…

Algunos líderes y especie de supervisores en ocasiones se topaban con el muchacho a pedirle colaboración con dinero, para mantenimiento del camino, pues alegaban que era mucho el tránsito a causa de la gran cantidad de gente y que esto desgastaba el suelo, era »para el bien de todos», decían. El joven un poco perplejo les daba algo del dinero que traía consigo, aunque al ver los suelos no le parecía que estaban en buenas condiciones, o que alguien haya hecho algún mantenimiento. Sin embargo lo entregaba de buena fé, con la intención de ayudar a los demás.

Así pasaba el tiempo para él, caminando y dando dinero, contemplando gente discutir, llorar, insultar…un caos…a veces leía su guía y se consolaba en ella pero no lograba reconfortarse del todo, recordaba y extrañaba a su familia y amigos, no sabía nada de ellos, sólo estaba seguro que se encontraban en el mismo camino que él. Pasaban días, meses, años…lo mismo de siempre, ya no estaba contento ni seguro del camino que eligió, y seguía caminando…

Pronto notó que el suelo del camino estaba raro, como con barro, a medida que avanzaba había más barro, más incómodo era caminar, de a poco costaba más avanzar, en esta zona ya del camino otros andaban con dificultad y con una constancia que parecía terquedad u obsesión, pero esforzados en seguir a toda costa, »tal vez sea una prueba para saber si queremos seguir»- pensaba- ‘‘¿quién sabe? a lo mejor, después del fango estaría la salvación…»’

En esta zona había carteles raros que decían: »Peligro, no continuar», éstos parecían no estar hechos por los mismos que contruyeron este camino, pues más bien resplandecían de una manera parecida al del rollo que vió al principio. Tampoco comprendió qué origen tenían esos carteles de suma advertencia, ni cómo estaban ahí apartados a un lado del sendero . De alguna manera se podría presumir que no eran de la misma naturaleza que el camino tomado ni de las guías que llevaba consigo. Pero una cosa era segura: ya no quería seguir caminando ahí. Realmente sintió miedo del lugar en el que estaba, peor, no sabía como salir.

Así divisó cerca de uno de esos carteles un pequeño camino que se unía al cual él se encontraba, y rápidamente se dirigió para aquel pequeño sendero y llegó. Era humilde, algo precario, pero más firme que el fango en el que estaba, era como de arena. Si bien no era cómodo de estar parado, pues tenía que estar constantemente moviendo los pies, al menos ya no se hundiría como antes, porque ya a esa altura el otro camino en vez de fango era arena movediza. Entonces se alegró pues creía aún que su Salvador le había mostrado aquella oportunidad, así empezo a andar por este nuevo sendero, y a lo lejos veía que se conectaba con algo que no alcanzaba a ver pues se veía como niebla, pero igual el muchacho siguió.

Ya cerca de donde terminaba este nuevo camino, podía ver atrás de él, lejos pero claro, el destino final de su camino anterior. Primero una especie de rampa hacia abajo.Luego un precipicio. Ciertamente significaba la muerte para los que lleguen, esto estremeció al joven que recordaba a sus allegados, no quería que llegasen ahí, pero el fango del lugar le imposibilitaba volver para buscarlos, no podía él buscar a su familia y amigos.

Llegó triste al final del nuevo sendero… y otro cartel más:»Estás llegando a Fulvida. Fundación Luz de Vida.» »Constructores de Shalom». –¿Shalom? ¿Qué significa eso?– se dijo a sí mismo,-Jamás había oído sobre esa palabra ¿Qué lugar es éste?-

Dejó el cartel atrás y siguió, pero había una espesa niebla que parecía no tener principio ni fin, muy densa, que no dejaba ver qué había del otro lado, y temió seguir, –Tal vez exista un precipicio parecido al que ví antes– dijo, y se quedó parado…

MIentras tanto, del otro lado, había mucha gente, justo a la misma altura de dónde se encontraba el joven, trabajando sobre el camino, parecían estar renovando los pisos. Éstos parecían como de madera firme, con una inscripción en cada una de sus tarimas: »Shalom». En esos momentos las estaban cambiando por unas baldosas que eran de piedra muy dura, mas firmes aún que las de madera, y que también tenían tallada la misma inscripción, y todos trabajaban en esto.

Junto con estas personas había una que parecía ser una especie de asesor, guía y supervisor en esta obra, aunque también ponía manos a la obra. Era muy entendido en el tema, y lo curioso es que no era como los demás trabajadores, traía sobre su cabeza esa redonda tapita, una similar que nuestro joven había visto anteriormente, también un rollo resplandeciente como el que ya conocemos. Él mismo parecía dar pautas, extraía instrucciones de su rollo, de las cuales elegía lo conveniente para sus colegas obreros, aunque todos mostraban una eficacia en lo que hacían. Pero todos trabajaban juntos en lo mismo, hacer más firme y sólido ese camino. Tenían en mente para el futuro cambiar la piedra por acero grueso, para hacer más sólidos aún sus baldosas, aunque requerían de recursos y debido a eso todo lo hacían despacio pero seguro, y siempre en acuerdo mutuo en mantener la inscripción de los suelos de su camino. Cosas como éstas hacían con alegría.

De repente uno de ellos vió sorprendido a un joven parado del otro lado, nuestro muchacho. Con ese asombro le dijo a los demás: – ¡Miren! ¡Un muchacho desconocido está parado al costado de nuestro camino!-, los demás vieron y no con menor sorpresa advirtieron la presencia de aquel extraño. Otros más lejos, no se habían percatado aún del asunto.

¿Quién sera?– se decían –Se ve bastante cansado y angustiado, vamos, acerquémonos y averigüemos quién es y de dónde viene-…entonces dejaron de hacer aquello en lo que trabajaban y fueron a su encuentro. Entonces uno de ellos le habló diciéndole: –Hola, quién eres y de dónde vienes?

El joven oyó estas palabras, pero no vió a nada ni nadie cerca ni alrededor: solo algo de camino que terminaba en una niebla interminable. Entonces se estremeció, pues ya no sabía qué creer. Si era fruto de su imaginación, o que era el tal Diablo, o algun ángel…ya sentía pánico y temblor en todo el cuerpo. Miraba a todos lados pero no veía nada ni a nadie.

Hola-de nuevo-¿No nos ves?– El joven se dió cuenta que no era su imaginación ni alucinación, notó que la voz venía como de la niebla, y tomando valor se camino un poco más hacia ella y miraba la niebla más de cerca, y la examinaba con el entrecejo fruncido, tal es el gesto cuando no se comprende algo, y miraba hacia más arriba, abajo, a los costados…

Las personas del otro lado se extrañaron por la actitud del muchacho: –¿Estará ciego? Yo lo veo claramente– decía alguno a los de su alrededor. Volvieron a hablarle de la misma manera, y el joven ya armado de valor y extraña curiosidad respondió:-¿Quién esta ahí? Sólo veo niebla

¿Niebla? ¿Cuál niebla?– Todos se decían, ya más personas se percataban y se agrupaban en el lugar.

No hay ninguna niebla, te estamos viendo claramente joven. Estás parado ahí moviendo la cabeza intentando ver algo, parece como si fueras ciego

Ya al joven más que miedo sintió curiosidad, hablaba más ameno, tal vez por su propia perplejidad que lo sacaba de su propia asimilación de la situación. –No estoy ciego-dijo-Sólo veo una niebla al terminar éste camino que anduve después de haber transitado otro peor, además hay un cartel con un nombre, Fulvida, no sé que es ni porqué está acá…no entiendo ya nada

En ese momento ya las personas comenzaban a comprender las cosas. el joven evidentemente no era ciego, pues habló del cartel, de Fulvida, del camino…pero de modo alguno él no los podía ver, aparentemente por una supuesta niebla que ellos no veían, sin embargo parecían creerle porque nadie mueve así la cabeza ni mira alrededor como buscando algo, no podía ser un loco por las referencias que hizo. Así que el único misterio era la niebla, pero en vez de meditar sobre eso más bien quisieron ayudarlo por el estado en que se veía, así que nuevo le hablaron: –Joven, te ves muy cansado y bastante afligido. Ven así te daremos comida, agua, ropas…pues pareces necesitado-. Pero el joven dudaba ante estas palabras, y prefería quedarse donde estaba y sin dar gesto de respuesta, lo que desconcertaba en cierto modo a la gente.

Viendo todo esto y sin decir nada estaba el supervisor de aquellas personas, un hombre sabio y solícito cuando los demás lo requerían, pues todo lo hacía con amor pero también seriedad, por esto y otras cosas más era respetado. Era llamado por todos »Moré» cuyo significado es maestro. Éste excelso hombre pues decidió romper su silencio hablándole a todos sabia y firmemente con estas palabras:

Escúchenme estimados amigos y compañeros, el joven que ven ahí me figuro que viene de un camino lejano, que evidentemente no fué propicio para él, sino miren nada más el estado en el que está. Lo sé muy bien porque tristemente sé acerca de ese horrible camino aunque no lo he andado ni me interesa hacerlo, ni aunque sea para conocer. Éste pobre desafortunado tiene una expresión de desasosiego, vacío y soledad y sus pies rondan la miseria de haber andado por un terreno áspero y pantanoso, al parecer le costó mucho llegar acá y creo que su único medio fué ese pequeño sendero que ven detrás de él. Lo que yo veo y que parece ser es que hay algo que él llama »niebla» que no le deja ver lo que hay hacia acá, pero ustedes no pueden ver. Esto se trata de una alguna probable imposibilidad que le dejó aquel miserable camino andado de ver lo que realmente es bueno, una especie de membrana ante sus ojos frente a lo recto y justo, fíjense bien en lo que ustedes recién trabajaban y tendrán la respuesta al enigma: este suelo es por demás superior al que anduvo el joven, ustedes sí lo pueden ver puesto que no tienen esa membrana a causa del buen suelo, pero él a ustedes no. La razón primordial por la que se origina esta niebla es un secreto de Di-s que no tiene que ocuparles la cabeza pues nada bueno hallará para quién lo investigue, sólo Él sabe por qué forma este fenómeno. Más bien ahora vaya uno cerca del muchacho y extiéndale la mano traspasando este camino, para que lo pueda ver y se tranquilice, después veamos cómo ayudarle. Tal cosa es lo que el Eterno desea y manda.-

Ante semejantes palabras todos enmudecieron, porque eran concientes de la sabiduría de todo en cuanto hablaba y además estaba ya claro en sus mentes el asunto. Así que uno de ellos se acercó al joven y le extendió su mano. El muchacho del otro lado miraba estupefacto cómo una mano abierta de repente salía extendida de aquel denso y grisáceo muro, a esa altura este nuevo fenómeno para él sobrepasaba su ya pobre discernimiento y si antes estaba inmóvil, ahora parecía de piedra, una parálisis difícil de describir.

Comprendió todo el sabio Moré, y alzando la voz le dijo de una manera dulce: –No debes temer joven, solamente acerca tu mano y agarra fuerte de la que ves

El joven sintió esta nueva voz más santa que la anterior, así logró recomponerse un poco de su estado, y ya con más seguridad respondió:-Gracias. Sí lo haré, porque siento en tus palabras paz que jamás sentí antes, pero dime…¿Eres tu el Salvador?

Esto dijo porque mantenía la creencia que tuvo cuando descubrió el pequeño sendero que lo sacó del desastroso lodo de su camino antes andado. Pero entonces el Moré al escuchar aquella pregunta insensata, se disgustó y le habló con serenas y directas palabras: –No soy ningún Salvador ni otra cosa que se le parezca, pues aquello que te han dicho sobre esa persona sólo fueron calumnias que por la inocencia que en tí veo creíste. Te digo que aunque tuviste buen corazón estuviste errado en varias de tus acciones, no te culpo pues sólo fuiste victima de falacias, pero la verdad es que no hay salvación alguna por donde antes anduviste. Se nota igualmente que tienes buen corazón y tu intención es sana, sino no hubieras encontrado este lugar que aún no ves. Vamos, confía y tiende tu mano.-

La primera sensación del joven fué de miedo y tristeza, por lo que aquél decía de su supuesto salvador, si bien no huvo violencia en sus palabras, para el joven fueron duras, pues no estaba preparado para escucharlas y se entristeció porque tenía razón el hombre sabio, de alguna manera llegaba a ese lugar movido por alguna fuerza de la que nunca se percató, así recordaba la luminiscencia de los objetos que anteriormente había visto. Pero inmediatamente después y felizmente para él, sintió una nunca antes percibida sensación de esperanza. Por ésta última entonces, alargó su mano y tomó fuertemente la que lo esperaba, y tomando impulso pasó del otro lado.

Entonces cerró los ojos en su primera reacción, porque en ese lugar había más claridad que del lugar de donde venía, de hecho recordaba la claridad del Camino del Gentil Justo, y se preguntaba si se encontraría ahí. Luego de adaptarse a la nueva vista, comenzaba a contemplar el lugar y sus gentes. Sin saberlo aún, se había salvado él mismo.

Entonces las personas más cercanas le dieron la calurosa bienvenida, lo felicitaban por haber tomado el coraje que lo hizo pasar al buen camino, e inmediatamente se dispusieron a atenderlo.

Éstas personas cercanas eran justamente las muy pocas que el joven había visto entrar al principio de todo, en el Camino del Gentil Justo, ésta era la extraña razón por la que no se percataron nunca de la niebla. Así confirmó el muchacho aquello que pensaba y supo que estaba ahí, con gentiles justos. Y así recibía con alegría las palabras de aliento que le daban, le decían esto y aquello, todo era recibido gratamente por el muchacho y éste les respondía con gratitud. Así hablaban.

Mientras aquellos hablaban de tales cosas, se iba reuniendo más gente aún que antes, algunas ya habían visto algo, otras recién se enteraban. Muchos se recordaban a sí mismos actuando como el muchacho, pues también en otro tiempo habían caminado y conocían del macabro Camino Salvador. Éntre éstos hubo entonces alguno que les hablaba a los que tenía a su alrededor diciendo:

Escúchenme amigos noájidas, todos que descendemos del noble Noaj. Al ver a aquel joven vino a mi memoria todo aquello que he pasado cuando caminaba por aquel deplorable Camino de la Salvación, borrado sea este nombre. También de similar manera llegué a este lugar, tal como el Moré nos describió hace un momento, y recuerdo un sendero perdido que sería mi esperanza para llegar acá así como también veía una niebla antes de llegar y pasé por parecidas circunstancias, y muchos de ustedes saben bien de qué hablo. No nos debería entonces extrañar que ahora nosotros no veamos nada de eso, pues nuestra visión es pulcra y sé que me entienden, lo que veo es que tal niebla no desapareció en verdad y hay muy pocos caminos como los que conectan a éste, el nuestro, yo también advertía que a lo largo de toda esa niebla no se veía ni a lo lejos algún otro sendero esperanzador, fué un milagro que haya encontrado aquél uno de éstos caminos. Por eso les propondré cómo debemos actuar de aquí en adelante:

MIentras algunos de nosotros siguen con la obra de mejorar estos suelos, otros vayan prestos con ayuda de máquinas o cualquiera otra que sirva, a disipar esa espesa niebla que no deja ver para acá, a pesar de que no la vemos está ahí, y debemos hacerlo. También apresurémonos en construir más caminos como el de arena que se ve ahí, pero que sea de un mejor material, más firme, por ejemplo las maderas que estamos ahora sacando. Si así obramos entonces hay mas probabilidades de que más personas extraviadas como éste pobre joven encuentren el camino que en verdad deben tomar. Vamos, no perdamos más tiempo hablando y hagámoslo.-

Dicho esto todos empezaron a obrar de esta manera, felices porque entonces tenían una nueva manera de construir su Shalom, ayudando a los perdidos, y así renovaban su lema de Constructores de Shalom, descubrían pues un nuevo significado.

Así entonces comenzaba también el joven su nueva y definitiva etapa, aunque le sería largo y costoso la adaptación total a esto nuevo, pero no lo abandonaba su esperanza: ahora sí entendía sobre Di-s. Entonces él mismo luego del descanso empezó en silencio a aprender todo cuanto había ahí, observando por largo tiempo las obras sobre los suelos, a los que disipaban la niebla y a los que construían pequeños senderos conectores.

Notó también que entre ellos estaba un hombre con la tapita redonda, de semblante sabio y reconfortante. Pero no hizo preguntas ni comentarios, pues le vencía el sueño en ese momento después de sus penurias interminables, así se durmió a un costado hasta el día siguiente.

Era viernes ahora cerca del mediodía, el joven abrió los ojos y se sentía bien descansado, mucho había dormido por el sueño pesado y al ver alrededor notaba que estaban todos trabajando en lo mismo del día anterior,y nuevamente el Moré entre ellos, portando esos magníficos rollos de luz que ya el joven conocía de lejos y por los cuales aún se extrañaba. Se incorporó entonces y fué a su encuentro, cuando estuvo al lado del guía quiso ver el contenido de lo que leía , y al posar su vista sobre las letras sintió un ardor en los ojos que lo hizo cerrarlos y retroceder un poco. Refregó sus párpados y volvió a abrirlos con dificultad, pero podía ver.

Advirtió todo esto el sabio hombre y le hablo así: –Estimado, tuviste suerte esta vez, pues si mirabas otras letras de estos rollos era inevitable la pérdida de tu vista con el tiempo. Tus ojos naturales no son aptos para leer de esas letras, pero sí lo son para leer las que viste recién, sólo que no estás listo y por eso sentiste sólo ardor, pudo ser peor para ti. Ten paciencia y con lentitud aprende todo de cuanto hay aquí, luego podrás leer con mi ayuda algo de esto, pero nunca lo intentes solo. Ahora me despido de tí querido, pues tengo obligaciones en otro lugar, para que sepas soy del Camino de la Torá y allá debo ir.-

Luego habló a los demás exhortando:- Amigos, me voy ahora a lo mío pues llegará Shabbat y tengo cosas múltiples que hacer y el tiempo apremia. Algunos de ustedes acompañen a este joven en lo que necesita, lo que realmente necesita, sé que me entienden. Ahora me despido y nos veremos pronto. Cariños y fuerza noájidas.-

Así hablo y se alejó con sus cosas. Recién en ese momento comprendió algunas cosas el joven pues aquél que se iba tenía el mismo resplandor de las personas que estaban alrededor de los rollos radiantes del principio. Luego de pensar en eso le dijo a su más cercano: –¿Shabbat?¿Noájidas? no comprendo a qué se refiere

Le respondió entonces el gentil sonriendo: – Amigo, Shabbat es un día especial de nuestro Moré y de los que son como él, y debe preparar ciertas cosas y hacer otras, pero eso por ahora no debe acuciarte, con el tiempo sabrás de qué se trata, aunque es importante que vayas sabiendo que no debes imitarlo, jamás. Del mismo modo actuarás con los rollos que viste, seguro ya te lo habrá dicho. Ten paciencia y sabrás todo lo que debes saber, sobre cómo trabajar en los suelos de Fulvida, aunque si te fijas al lado y muy cercano de nuestro camino verás otros caminos parecidos a éste. Ése se llama por ejemplo »Benei Noaj», aquél otro tiene por nombre »Gran Arca» y muchos otros más, todos juntos en realidad forman el verdadero Camino del Gentil Justo, el nuestro es en realidad uno pequeño en comparación con éste inmenso…en cuanto a los noájidas, se refiere a los descendientes de Noaj, que tú conoces como Noé…

Así entonces empezaría a aprender con paciencia y virtud todo lo que a él competía, se le inculcarían las 7 leyes universales sobre las que todos ahí se regían, las cosas que debería hacer, las que tendría permitido, las que tendría totalmente prohibido, todo lo recibiría con felicidad, aunque sin olvidar a sus seres queridos de los cuales no supo más y le preocupaba, y también para esto le darían aliento pues si tenían buen corazón como el joven el Eterno haría que llegaran como él, así le hablarían y todos los días futuros en su vida trabajaría como los demás contruyendo suelos, disipando nieblas por conocer él mismo los tormentos antiguos, Desechando las cosas que llevaba física y mentalmente consigo. Desecharía sobre cestos de basura al costado de su nuevo camino los rollos opacos que traía, así como sus expresiones antiguas, todos en los mismos cestos donde otros también llegarían como él, así como también los gentiles que ya obraban tiempo hace y estaban en constante aprendizaje desechando sus cosas también. También el Moré le enseñaria con amor y alegría a leer de lo que podía de los rollos que eran llamados Torá (de acá el camino del Moré), y de éste hombre el joven aprendería mucho, del Shabbat mencionado, y otras cosas que no debería imitar. Así sería de ahí en más para nuestro joven, y se convertiría algún día en un ejemplar noájida.

Pasaron tres años de haber llegado a su lugar ya amado, y advirtió para su sorpresa que de su camino amado se desprendían como puentes gigantescos con carteles que dictaban: »Al Camino de la Torá»; éstos puentes se veían muy dificutosos para tomar por el complicado andar que demandaba: muchas subidas, bajadas, curvas, escalinatas, todo tipo de complicaciones, pero también se notaban muy firmes. En algunos de ellos se veían hombres gentiles andando acompañados de hombres parecidos al Moré, pero que sugerían un rango algo más alto y exhibían magnificencia. Éstos eran por el joven ya conocidos, porque su Moré siempre les hacía referencia cuando le enseñaba, decía que los consideraba sus maestros y que no sólo en vida los eran sino también aquellos ancestros que dejaron sus sabios escritos y de los cuales el Moré leía. A ellos pues también los consideraba sus maestros, y eran por él llamados Rabinos.

Los últimos eran entonces los acompañantes de los noájidas en los puentes, pero mientras éstos andaban por ahí de manera dificultosa, aquellos caminaban sin problemas, pues los puentes no les representaba incomodidad alguna, a pesar de las depresiones e irregularidades de sus estructuras, eran parte de su Camino de la Torá. Y les daban fuerzas los Rabinos a sus guiados, cuando éstos sucumbían en su andar, porque solos no podían ni debían.

El muchacho sabía de esas dificultades, porque mientras aprendía de sus 7 leyes tenía referencias sobre sus colegas los Judíos (así se llamaban los felices bailadores del rollo de luz), y de la luz de aquel otro buen camino, pero él decidió seguir de largo…estaba contento con su propia labor y no quería dejar de ser noájida aunque apreciaba a aquellos de los puentes, al llegar al otro lado de largo brazo se encontrarían con muchos de los excelsos hombres para ser como ellos y al fin ser llamados Judíos.

Así continuaba su extenso y amado camino, donde siguió avanzando en años hasta convertirse en hombre, luego hizo su propia familia, tenía no menos ejemplar mujer, buenos hijos nacidos noájidas que seguirían los pasos del buen padre…ya entonces estaba completo porque sentía en si interior que cumplía con todo cuanto el Eterno su Di-s le encomendaba, pero no consideraba lo que sentía para no caer en soberbia, más bien seguía cumpliendo y cumpliendo como si no llegara nunca a hacerse. Así era su proceder en su vida.

Llegaba entonces al tiempo de su vejez que toca la puerta de los que mucho viven, estaba cerca ya de sus 120 años,  cosa admirable porque fué de los pocos en lograrlo. El blanco de sus cabellos era el fiel anunciador de su grandeza y saber a cualquiera que lo viese. A él acudían los muchos jovenes y hombres que buscaban sabiduría, para hacer todo lo que debían y que este anciano hizo en su juventud. Recordaba a su Moré instructor a quien mucho le debía, y con esto en la mente enseñaba el también todo lo que había aprendido, era menester hacer todo lo que se podía para llegar a buen puerto, así era todo para quien fué una vez joven que ahora estaba cerca del final de su camino y de sus días.

Un día de repente se sintió distinto a los demás días de su vida, se acercaba el final de su sendero y el anciano bien lo reconocía y con gusto pues no temía, sabía bien en su corazón que había cumplido cabalmente sus 7 leyes, aunque nunca cesó de hacerlo mientras le quedaba fuerza, como si siempre le quedara algo por cumplir. Llegaba ya al final de los férreos bloques con el querido Shalom inscripto, cuando un sueño distinto pero muy dulce le vencía, se tomó la cabeza con una mano y se sentó. Estas ganas de dormir eran distintas a las demás.

Así como el fiel trabajador se levanta temprano a la mañana, antes del cantar del gallo, y se dirige a su deber durante todo el día hasta llegada casi la noche y vuelve muy cansado y se va a la cama a dormir sin pensar en la reparadora cena, tal era el cansancio del anciano. Pronto apoyó el resto de su cuerpo sobre el suelo amado y comenzaba a cerrar los ojos. La misericordia del Eterno había hecho cansar los arrugados párpados del centenario noájida, y éstos se rindieron por fin y se juntaron para que sus ojos terrenales no vieran nunca más. Así fueron pues los últimos momentos del ejemplo de muchos.

Pasado un tiempo imposible de decir si mucho o poco, nuevamente se levantaba el hombre ahora desorientado; no sentía su cuerpo o lo que sentía más bien era algo muy extraño y nunca antes sentido, se sentía vivo pero de otra manera… –¿Qué es esto?– se decía su espíritu sin norte al principio.

Se incorporó, o más bien una hizo una acción parecida, y con sus nuevos ojos veía muchas personas sollozando juntas, eran sus descendientes, amigos, colegas, todos queridos alrededor de algo. Era su cuerpo material. Ësto lo conturbó más pues si bien sabía de qué se trataba la muerte, sólo esa vez, que era la única, era como si nunca hubiera aprendido al respecto. Para las personas presentes había sucumbido el anciano en medio del camino, pues sus ojos veían más camino por recorrer, mientras que los del anciano ya en espíritu veían el fin del suyo.

Sin tiempo para deliberar sintió el alma la atracción del otro lado, era como si caminara sin necesidad de usar piernas, como si una fuerza externa lo hiciera dezplazar hacía una nueba niebla para él nunca antes vista. Era ésta la cortina que separaba el fin del camino de lo maravilloso que se aproximaba. Cruzó así la línea divisora y empezaba la paz.

Notó ahora que después de cruzar había un patio al que llegaba también otro camino que llegando a su fin se unía al suyo. Y de él llegaban otros, los judíos, tal como lo hacía como el anciano, y al ver la señal de ese sendero leyó: »Fin del Camino de la Torá», al darse vuelta al suyo vió: »Fin del Camino del Gentil Justo». Éstos se unían entonces al final para hacer saber a todos que tanto un camino como el otro eran los necesarios para llegar a buen destino.

Se juntaban entonces gentiles y judíos para saludarse y seguir hacia la enorme puerta de un edificio áureo con argénteos adornos, tal construcción daba la idea de un tribunal. No era otra cosa más que eso, y la fuerza desplazadora los guiaba a todos mezclados hacia su interior. Entonces el fiel noájida sentía temor reverencial y alegría a la vez, pues bien sabía lo que llegaría. Se abrieron las puertas y se hizo una fila entre los muchos llegados para entrar. Al hacerlo, el interior del lugar era destellante, hermoso, indescriptible apenas los ojos espirituales podían mirar algo hacia el suelo que también era de luz. Apenas se podía ver algo, casi nada…

Avanzó una persona delante de él y una voz enfrente e imposible de ver su emisor decía: –Dime Yehuda, ¿Has cumplido con las 613 órdenes que te He dado?-.

Conmoción. Ésto sentía el buen gentil y todos los demás detrás de él. –Sí, las he cumplido– respondía el judío, y avanzaba pero no se sabía dónde.

Quedó ahora solo el siguiente frente a la Majestuosa Voz, que le dijo: –Dime Noaj-(por ésto era la grata sorpresa que se llevó en vida al saber del nombre de su ancestral patriarca)-¿Cumpliste con las 7 órdenes que te He dado?-. Al momento se llenaba su alma de inmensa alegría, y con una sonrisa respondió: –Sí mi Señor, tal como lo he aprendido-dijo, y agregó:- Perdóname mi gran Señor, ¿Qué es de mi familia y amigos a quienes nunca más vi?-, a lo que la Magnificencia respondió: –No te preocupes por ellos, han recibido también su juicio justo como tú, más, complácete porque lleno de misericordia es el mismo-. Dicho ésto avanzó mediante la fuerza recorriendo la Sala de Justicia, hacia una puerta que daba a otro exterior.

Había tenido su juicio justo, y sentía amor por su Amo, cantaba alabanzas, se abrazaba con otros, y se disponía a gozar de las cosechas de su siembra. Estaba ahora en otro patio, interior, que llevaba a un gran portal hermoso del mismo dorado y plateado que el Sagrado Tribunal, sabía que aquél era su Mundo Venidero, al que todos se dirigían con no menor gozo que el noájida.

Caminaba hacía ahí cuando de pronto de su interior salían personas que parecían alborotadas de mucha alegría, hablando rumores, escuchando voces y gritos del primer patio, anterior al Tribunal, como si se hablaran con los que están del otro lado, pero no alcanzaba a entender lo que decían, así que se acercó a ellos. Tanto era el alboroto que sólo alcanzó a entender unas pocas palabras, las suficientes para aumentar su alegría. Todos los que habían salido volvían a entrar corriendo, tal vez para avisar al resto. Detrás de ellos caminaba Noaj lentamente hasta que quedó solo, y traspasaba de a poco el acceso al mundo de gozo con una sonrisa y un ligero pensamiento sobre lo que recién había oído:

Andaba por el Camino de la Torá un tal Mashíaj…

FIN.

Respuesta al edicto de »fé».

Como complemento al anterior post, les hago llegar una iluminada respuesta de un representante judío al edicto injusto.

Respuesta de Isaac Abravanel al Edicto de Expulsión:

Sus Majestades:

Abraham Senior y yo agradecemos esta oportunidad para hacer nuestro último alegato escrito llevando la voz de las comunidades judías que nosotros representamos. Condes, duques y marqueses de las Cortes, caballeros y damas: no es un gran honor cuando un judío es llamado a asistir por el bienestar y seguridad de su pueblo, pero es desgracia mayor que el Rey y la Reina de Castilla y Aragón y por supuesto de toda España tenga que buscar su gloria en gente inofensiva. Encuentro muy difícil comprender como todo hombre judío, mujer y niño pueden ser una amenaza a la fe Católica. Son cargos muy fuertes, demasiado fuertes. ¿Es que nosotros la destruimos?

Es todo lo opuesto. ¿No estáis ogligando en este edicto a confinar a todos los judíos en lugares restringidos y a tantas limitaciones en nuestros privilegios legales y sociales, sin mencionar que nos forzáis a cambios humillantes? ¿No fue suficiente la imposición de la fuerza, no nos aterrorizó vuestra diabólica Inquisición? Déjeseme mostrar en toda su dureza esta materia a todos los presentes; no dejaré callar la voz de Israel en este día.

Escuchad ¡oh cielos!, y sea permitido que se me escuche, Rey y Reina de España. Isaac Abravanel se dirige a vos; yo y mi familia somos descendientes directos del Rey David, verdadera sangre real; la misma del Mesías corre por mis venas. Es mi herencia, y yo lo proclamo en nombre del rey de Israel.

En nombre de mi pueblo, el pueblo de Israel, los escogidos por Dios, declaro que son inocentes y sin culpa de todos los crímenes declarados en este abominable edicto. El crimen y la transgresión es para vos; para nosotros es el soportar el decreto sin justicia que Vos habeis proclamado. El día de hoy será de derrota y este año, que se imagina como el año de la gran gloria, será el de la vergüenza más grande de España. Es reconocido que la palabra honor debe ser propia de buenas y nobles acciones; de la misma forma, un acto impropio haría sufrir la reputación de una persona. Y si reyes y reinas acometen hechos dudosos se hacen daño a ellos mismos; como bien se dice, cuanto más grande es la persona el error es mayor.

Si los errores son reconocidos a tiempo pueden ser corregidos y el ladrillo débil que soporta el edificio puede ser resituado en posición correcta. Asimismo un edicto errado, si es cambiado a tiempo, puede ser corregido; pero objetivos religiosos han aventajado a la razón y malos consejos han precedido al justo razonamiento. El error de este edicto será irreversible, lo mismo que estas obligaciones que proclaman; mi rey y mi reina, escuchadme bien: error ha sido, un error profundo e inconcebible como España nunca haya visto hasta ahora. Vosotros sois los únicos responsables, como instrumentos del poder de una nación; si las artes y letras dan pautas a sensibilidades mas refinadas, si vosotros habéis aplacado el orgullo del infiel musulmán pese a la fuerza de su ejército mostrando conocimiento del arte y de la guerra y respetando su conciencia ¿con qué derecho los inquisidores recorren los campos quemando libros por miles en piras publicas?

¿Con qué autoridad los miembros de la Iglesia desean ahora quemar la inmensa biblioteca arábiga de este gran palacio moro y destruir sus preciosos manuscritos? Porque es por autoridad vuestra, mi rey y mi reina. En lo más profundo de sus corazones Vuestras Mercedes han desconfiado del poder del conocimiento, y Vuestras Mercedes han respetado sólo el poder. Con nosotros los judíos es diferente. Nosotros los judíos admiramos y estimulamos el poder del conocimiento. En nuestros hogares y en nuestros lugares de rezo el aprendizaje es una meta practicada por toda la vida. El aprendizaje es una pasión nuestra que dura mientras existimos; es el corazon de nuestro ser; es la razón, según nuestras creencias, para la cual hemos sido creados. Nuestro agresivo amor a aprender pudo haber contrapesado su excesivo amor al poder. Nos pudimos haber beneficiado de la protección ofrecida por vuestras armas reales y vos os pudisteis haber beneficiado de los adelantos de nuestra comunidad y del intercambio de conocimientos, y digo que nos hubiésemos ayudado mutuamente.

Así como se nos ha mostrado nuestra debilidad, su nación sufrirá la fuerza de un desequilibrio al que Vuestras Mercedes han dado comienzo. Por centurias futuras, vuestros descendientes pagarán por los errores de ahora. Vuestras Mercedes verán que la nación se transformará en una nación de conquistadores que buscan oro y riquezas, viven por la espada y reinan con puño de acero; y al mismo tiempo os convertiréis en una nación de iletrados, vuestras instituciones de conocimiento, amedrentadas por el progreso herético de extrañas ideas de tierras distintas y otras gentes, no serán respetados. En el curso del tiempo el nombre tan admirado de España se convertirá en un susurro ente las naciones. España, que siempre ha sido pobre e ignorante, España, la nación que mostró tanta promesa y que ha completado tan poco. Y entonces, algún día, España se preguntará a sí misma: ¿que ha sido de nosotros? ¿Por qué somos el hazmerreír entre las naciones? Y los españoles de esos días mirarán al pasado para ver por qué sucedió esto. Y aquellos que son honestos señalarán este día y esta época de la misma manera que cuando esta nación se inició. Y la causa de su decadencia no mostrará a nadie más que a sus reverenciados soberanos Católicos, Fernando e Isabel, conquistadores de los moros, expulsores de los judíos, fundadores de la Inquisición y destructores de inquisitivas mentes de los españoles.

El edicto es testimonio a la debilidad cristiana. Esto ha demostrado que los judíos son capaces de ganarle a los siglos. Argumento viejo sobre estas dos creencias. Esto explica el por qué existen falsos cristianos: estos cristianos cuyas creencias han sido sacudidas por argumentos que el judío conoce mejor. Esto explica por qué la nación cristiana se perjudicara como dice que lo ha sido. Deseando silenciar la oposición judía, la mayoría cristiana ha decidido no seguir argumentando, eliminando la fuente del contraargumento. No se le dio oportunidad alguna al judío.

Esta es la ultima oportunidad para traer este tema a tierra española. En estos últimos momentos de libertad, otorgada por el Rey y la Reina, yo, como representante de la judería Española, reposo en un punto la disputa teológica. Yo la dejaré con un mensaje de partida, a pesar de que a Vuestras Mercedes no os guste.

El mensaje es simple. El histórico pueblo de Israel, como se ha caracterizado por sus tradiciones, es el único que puede emitir juicio sobre Jesús y sus demanda de ser el Mesías; y como Mesías, su destino fue el de salvar a Israel, de modo que debe venir de Israel a decidir cuándo debe salvarlo. Nuestra respuesta es la única respuesta que importa, o acaso Jesús fue un falso Mesías. Mientras el pueblo de Israel exista, mientras las gentes de Jesús continúen en rechazarlo, su religión no puede ser validada como verdadera. Vuestras Mercedes pueden convertir a todas las gentes, a todos los salvajes del mundo, pero mientras no conviertan al judío, Vuestras Mercedes no han probado nada, salvo que pueden persuadir a los que no están informados.

Lo dejamos con este confortante conocimiento. Porque Vuestras Mercedes pueden disponer de sus poderes, pero nosotros poseemos la verdad por lo alto. Vuestras Mercedes podrán desposeernos como individuos, pero no podrán desposeernos de nuestras almas sagradas y de la verdad histórica, que es el único testigo nuestro.

Escuchad, Rey y Reina de España, en este día Vuestras Mercedes han engrosado la lista de fabricantes de maldades contra los que quedan de la Casa de Israel; si Vuestras Mercedes se empeñan en destruirnos, todos han fracasado. Mas, sin embargo, nosotros prosperaremos en otras tierras lejanas. Y doquiera que vayamos, el Dios de Israel estará con nosotros, y a Vuestras Mercedes rey Fernando y reina Isabel, la mano de Dios los atrapará y castigará por la arrogancia de sus corazones.
Hágase a Vuestras Mercedes autores de esta iniquidad; a lo largo de generaciones por venir, será contado repetidamente cómo su fe no fue benevolente y cómo su visión se cegó. Pero, más que sus actos de odio y fanatismo, el coraje del pueblo de Israel será recordado por haberse enfrentado contra el poderoso Imperio Español y por habernos apegado a la herencia religiosa de nuestros padres, resistiendo a los argumentos inciertos.

Expúlsennos, arrójennos de esta tierra que hemos querido tanto como Vos, pero los recordaremos, Rey y Reina de España, como los que en nuestros santos libros buscaron nuestro daño. Nosotros los judíos, con nuestros hechos en las paginas de la historia y nuestros recuerdos de sufrimiento; e incurriréis en un daño mayor a vuestros hombres que el mal que nos habéis causado. Nosotros los recordaremos, y a su vil edicto de expulsión, para siempre.

Viendo estas palabras, al augurarle desastres al reino católico español en la posteridad en sus descendientes, en mi opinión personal tal vez errada o no (sólo Di-s sabe), podemos verificarlo por ejemplo, poco más de 300 años despues:

Napoleón invadía con sus tropas Portugal, previa autorización del gobierno español para recorrer España. Al reaccionar el pueblo español ante la presencia de las tropas, el rey Carlos IV cede el trono a su hijo Fernando VII, apoyado por el pueblo.

Carlos IV se arrepintió y reclamó su corona alegando que lo habían obligado a ceder el reino, para este conflicto Napoleón decidió hacer de mediador, y logró que Fernando VII devolviera la corona a Carlos IV, y éste se la cedió a Napoleón. Fernando VII es tomado prisionero y los súbditos reclamaron por la soberanía del rey cautivo, y crearon juntas de gobierno todas comprendidas en una Junta Central, en Sevilla.

Las tropas de Napoleón disolvieron tal junta y en enero de 1810 invadieron toda España. Al llegar rumores sobre ésto a América, y al no haber autoridad política de España sobre los virreinatos, empiezan los aires emancipadores y los focos de resistencia que más tarde desembocarían en la liberación de América del Sur que todos conocemos en mayor o menor medida, comenzando en el Virreinato del Río de la Plata.

España perdería para siempre la soberanía sobre las colonias del Nuevo Continente. ¿Será por haber sido incautos los reyes de antaño con su edicto?

Aclaración: no hago con esto ninguna burla al hermano español, sólo trato de mostrar la iniquidad de la edad media, y sus posibles consecuencias; así como fué la España Católica, lo fueron tambien las Cruzadas, los almohades, etc.

Conflicto Agrario

Algo parece a punto de romperse. Es una sensación difusa y seguramente infundada, pero es la que se intenta transmitir a través de la crispación que determinados periodistas, dirigentes políticos y sociales exhiben en airados debates que ocupan horas enteras de programación televisiva, en la dramaticidad de los títulos de los diarios nacionales.
Es que detrás del conflicto agrario, que debería circunscribirse a lo que realmente significa, la discusión por el reparto de la renta agraria, se esconde además la necesidad imperiosa de la derecha autóctona de reagruparse en torno a una fuerza política poderosa y unificada. En tanto, su variante más extrema, integrada por protagonistas y admiradores del genocidio dictatorial, aprovecha el río revuelto para secuestrar militantes populares y amenazar a los testigos de sus crímenes con el nada secreto objetivo de detener los juicios contra los ejecutores del terrorismo de Estado.
“El campo es el que sostiene al país”, exclaman los principales beneficiarios del dólar alto y la extraordinaria suba del precio de los commodities en los mercados internacionales, una frase que muchos repiten por desconocimiento. En verdad, aunque es una fuente fundamental de divisas, el sector aportó poco más de 19.000 millones de pesos al Producto Bruto Interno en 2007, lo que representa el 5% de la economía nacional, fue uno de los que menos tributó –1.170 millones de pesos, equivalente al 4% del total– en concepto de Impuesto a las Ganancias y ocupa al 11% de la población activa. Su contribución al crecimiento global entre 2002 y 2007, fue del 3,76%. Lo expuesto no implica disminuir su incuestionable importancia, sino desmentir la pretensión totalizadora que se revela en algunos discursos. Por ejemplo, la que manifiestan sus dirigentes al considerar como un acto solidario y responsable el no haber interrumpido el transporte de alimentos durante la segunda etapa de su arremetida y prometer que no van a desabastecer a la población, como si se tratara de una graciosa concesión y no de una obligación legal.
Está claro que el tenso clima social imperante no ha sido fruto de azarosos acontecimientos, sino consecuencia de una operatoria minuciosamente planificada por ciertos grupos económicos, la derecha política y algunos grandes medios de comunicación. Algo de todo esto confluyó en el acto del 25 de mayo en Rosario, donde junto con los dirigentes agrarios pudo verse a los Rodríguez Saá, Carrió y Blumberg, entre otros.
Sin embargo, esta operatoria que merced a la abrumadora campaña mediática ha concitado la adhesión de una fracción importante de la ciudadanía, no está dirigida exclusivamente contra el Gobierno, sino contra cualquier propuesta que apunte a la intervención estatal en sus negocios. Lo que se está jugando en esta dura pulseada es si quien decide la asignación de recursos y la distribución de la renta es el Estado o el mercado. Una crucial discusión política que explica las dificultades para arribar a acuerdos.

Avance sojero
En este sentido, las retenciones –que están siendo aplicadas, con distintas características en 40 países del mundo entre los que se cuentan algunos tan disímiles como Rusia, Ucrania, Colombia y Costa Rica– son, además, una herramienta fundamental, apta para desvincular los precios internos de los alimentos de los que rigen en el mercado internacional. En el caso de las que se aplican a la soja, los cuestionadores de su vigencia argumentan que no se trata de un alimento que se consuma significativamente en la Argentina, omitiendo consignar que el continuo avance de la superficie sembrada de ese producto en detrimento de la que se dedica a otros cultivos, a la ganadería o a la lechería, deteriora la tierra, la satura de fertilizantes y herbicidas, disminuye la diversidad, limita la oferta agroindustrial y destruye empleo rural.
Curiosamente, este instrumento económico fue utilizado en la década del 60 por el ultraliberal ministro de Economía de la dictadura de Juan Carlos Onganía, sin que los directivos de la Sociedad Rural manifestaran la menor oposición. Más aún, cuando se comercializó la cosecha 1995/96, en pleno auge del laissez faire, la sobrevaluación de la moneda era equiparable a un promedio de retenciones del 44,2%, circunstancia que pareció no preocupar a las entidades ruralistas que –con la excepción de la Federación Agraria Argentina– acompañaron fervorosamente esas políticas.
¿Por qué el paro patronal y las indignadas asambleas cuando los principales reclamos de los chacareros que producen menos de 500 toneladas ya fueron contemplados a través de los reintegros y los subsidios en los fletes? Porque algunos de los promotores de las medidas están seducidos con la posibilidad de constituirse en epicentro de un polo opositor capaz de neutralizar y desalentar cualquier intento de fortalecer la intervención estatal en la economía, única garantía de soberanía alimentaria. Pero también porque la estructura del campo argentino ya no es la de hace tres o cuatro décadas. Casi ha desaparecido el latifundio improductivo ante el estímulo de los altos precios de las materias primas y surgió un nuevo modelo basado en las instalación del capital financiero como dinamizador de la producción, expresado fundamentalmente por los pooles de siembra, asociados a media docena de poderosas empresas agroalimentarias multinacionales, que arriendan tierras en la pampa húmeda a altos valores, lo cual determinó que para muchos pequeños y medianos propietarios fuera más rentable alquilar sus campos sin asumir mayores riesgos que trabajarlos personalmente.

Más concentración
El fenómeno, nada menor, empujó a una fracción de los pequeños y medianos productores, víctima objetiva de la situación descripta, a actuar como aliada de sus victimarios, política suicida que a corto plazo puede potenciar las contradicciones ya existentes en las organizaciones.
Como consecuencia de estos cambios, se ha agudizado el proceso de concentración de la tierra. Del total de las explotaciones en todo el territorio nacional, el 10% dispone del 78% de la superficie, el 90% restante posee el 22%. Los fundos de menos de cien hectáreas –el 58% de los establecimientos– controlan apenas el 2,8%.
Además, unas 280.000 familias numerosas pertenecientes a 22 pueblos indígenas y otras 220.000 que suman más de 1.500.000 de personas, no producen soja ni están vinculadas a los agronegocios, siembran y crían animales para autoconsumo. 1.300.000 peones rurales laboran con los salarios más bajos del mercado o lo hacen informalmente sin protección social alguna y centenares de miles de productores fueron expulsados de sus tierras por el modelo imperante y pasaron a engrosar las filas de los excluidos en las grandes urbes. Todos ellos carecen de la visibilidad que otorgan los grandes medios de comunicación y sus opiniones no son tenidas en cuenta a la hora del debate.
Por su parte, el Gobierno se abroquela y resiste las presiones, que se fueron haciendo mayores como fruto de sus propios errores políticos, en la convicción de que cualquier paso atrás significaría no sólo una señal de debilidad que precipitaría otros reclamos sectoriales, sino también la legitimación de la acción directa para la obtención de reivindicaciones. No obstante, a la hora en que se escriben estas líneas, parece dispuesto a aceptar alternativas que no supongan la derogación lisa y llana de las retenciones móviles.
Cualquiera sea el resultado de las negociaciones en marcha, no habrá soluciones mágicas ni rendiciones incondicionales. La matriz distributiva, conviene recordarlo, conserva muchos rasgos del modelo neoliberal. No se ha gravado la renta financiera ni se tomaron medidas firmes con el fin de revertir o, al menos, detener el proceso de concentración y extranjerización de la economía.
Así, la imposición de retenciones es condición necesaria pero no suficiente para instaurar un esquema más equitativo, que requiere –entre otras cuestiones– avanzar en una ley de Arrendamientos que detenga la expansión de los fideicomisos financieros y los fondos de inversión, erradicar las condiciones de explotación del trabajador rural, hacer cumplir la ley de bosques para acabar con los desmontes, impedir que las grandes empresas productoras de aceite, usinas lecheras y frigoríficos monopolicen las compensaciones o los subsidios, y utilizar los fondos que de ellas se derivan, no para sostener el sistema de premios y castigos a los gobernadores provinciales, sino para promover efectivamente una redistribución de la riqueza que favorezca a los sectores más postergados de la sociedad, lo cual exige una gigantesca acumulación de fuerzas políticas y sociales que trascienda los objetivos coyunturales y apunte a una profunda transformación de las estructuras vigentes.

Fuente: http://www.acciondigital.com.ar/

Shoá

El día de hoy, de acuerdo al calendario universal, se recuerda a los seis millones de mártires judíos muertos por la maquinaria sanguinaria nazi y de sus aliados.
Seis Millones de inocentes muertos, entre ellos un millón y medio de infantes, solamente por el crimen de «ser judíos».
En total fueron decenas de millones los que murieron a causa de los enemigos de Dios y del Hombre, pero recordamos especialmente a estos seis millones pues no eran combatientes, no era terroristas, no eran criminales, no eran parte de los pueblos en lucha, sino que eran el objetivo principal de los nazis. La victoria de los nazis no la contaban por territorios conquistados, sino por judíos asesinados.
Es nuestro deber ser constructores de Shalom para que estas cosas nunca más vuelvan a suceder.
Que todos los que somos leales al Eterno, los que vamos por la Buena Senda, trabajemos juntos para hacer de nuestro mundo un verdadero paraíso.

Sea la memoria de los mártires bendita.

Fuera satanas…?

Pense que quizas a muchos le serviria una buena aclaracion de quien es el Satan, pero antes de ponerme a escribir y buscar informacion, les dejo un articulo ya listo y muy claro… para aclarar ideas, y para recordarlas…

Qué papel tiene Satanás, el diablo, los demonios para la religión judia?
Tienen existencia como personas?
Gracias por su atención.

Gracias por comunicarse.

El libro de Iyov / Job (caps. 1 y 2) nos presenta a un personaje del mundo espiritual, a uno de los numerosos enviados del Eterno (denominados en el lugar como «hijos de Elokim«), cuya específica y particular misión es fisgonear las acciones de las personas en la Tierra, y ser luego el acusador ante el divino Trono. Se lo señala como «satán», que es una forma de denominarlo en relación a su función, pues lehastín en hebreo es «acusar». Como verá, no es un nombre propio, sino el de una profesión.
La misma voz se utiliza para denominar al que está en contra, o es un adversario.
En este libro del Tanaj, es evidente que el satán -el acusador- no es una potencia contraria al Eterno, ni un ente maléfico, ni una persona que tienta e induce al mal, ni nada de lo que comúnmente nos venden los paganos como Satán (en mayúsculas), sino, un obrero de Dios. Un obrero de rango inferior, pues su sitio no está en el mundo espiritual, sino «recorriendo y andando por la Tierra» (Iyov / Job 2:2)
En el Tanaj en otras tres oportunidades se hace uso de este verbo de un modo que puede interesarnos al respecto de su consulta:

  1. «y el enviado de Hashem le dijo: –¿Por qué has azotado a tu asna estas tres veces? He aquí, yo he salido como adversario (lesatán), porque tu camino es perverso delante de mí.»
    (Bemidbar / Números 22:32)

  2. «Después me mostró a Iehoshua [Josué], el sumo sacerdote, el cual estaba delante del enviado de Hashem; y satán [el acusador] estaba a su mano derecha para acusarle.
    Hashem dijo a Satán [el acusador]: –Hashem te reprenda, oh satán [el acusador]. Hashem, quien ha escogido a Ierushalaim [Jerusalén], te reprenda. ¿No es éste un tizón arrebatado del fuego

    (Zejariá / Zacarías 3:1-2)

  3. «Satán [el acusador] se levantó contra Israel e incitó a David a que hiciese un censo de Israel.»
    (1 Divrei Haiamim / I Crónicas 21:1)

Expliquemos las tres citas brevemente.

  1. El enviado de Dios actúa como satán -adversario acusador-, ante aquel que por propia decisión decide andar por el camino del error. Y se interpone en ese camino, para refrenar el avance hacia el mal, o para desviarlo hacia un puerto mejor. Así que, en lugar de actuar en contra de los mejores intereses de la persona, está oponiéndosele para encaminarlo hacia el Bien.

  2. En este caso el acusador aparece en una visión profética en sueños del profeta Zejariá, y simboliza el error del Sumo Sacerdote Iehoshua (mencionado en el versículo) que teniendo a sus propios hijos desposados con mujeres idólatras no hizo nada para que enmendaran tal situación (Ezrá / Esdrás 10:18). Es decir, satán en esta cita, no es una persona ni un personaje, ni una entidad separada del nombrado Iehoshua, sino el símbolo del error o pecado que con su presencia estaba acusando al Sumo Sacerdote. El estigma del pecado, que porta la conciencia del pecador.
    Para el que encuentra en el Tanaj un pozo de profunda sabiduría, comprenderá así que satán, es algo bastante diferente al cornudo de los cuentos infantiles. El satán está en nosotros, lo creamos nosotros… ¡para hacernos conscientes de nuestros yerros y que podamos enmendarnos! Sin satán, no hay conciencia del pecado… ¿se entiende la profundidad de esta aseveración? ¿Se entiende qué tan alejado estamos los fieles al Eterno de los idólatras que entronizan a personas, a cosas, o a demonios?

  3. Aquí tenemos en la voz satán a otra personificación de una de las fuerzas que mueven a los humanos. Nos recorren dos pulsiones básicas, una que tiende hacia el Bien (Ietzer hatov), en tanto que la otra pulsión nos incita hacia el error (Ietzer hará).
    Es común corporizar -simbolizar- a esta última pulsión como el Satán. Si releemos la explicación «2», podremos quizás comprender la razón.
    El Hombre, puede optar por andar por el sendero del bien o del mal. Al deseo por este último lo podemos representar como el satán, pues si erramos y nos extraviamos, nuestro error atestiguara en nuestra contra, nos señalara como lo hace un buen acusador, acusador que es el error que nosotros hemos generado, el acusador que proviene de nosotros. Error que si es remarcado, nos da la oportunidad de ser enmendado y de reparar lo reparable…

Ninguna de estas 3 citas contradice la primera del libro de Iyov, que presenta al satán como un ángel -enviado de Dios- pues si lee este artículo comprenderá que los ángeles son instrumentos, en ocasiones energías, en ocasiones acciones de las personas, personas como usted o yo.

Ahora bien, ¿existen personas que sean satán?
Si relee lo que hemos recién dicho, comprobará que sí, pero repito, el satán en realidad no está buscando nuestra perdición, sino al contrario, que nos elevemos sobre nuestras bajezas, que eludamos el corto sendero del mal, que retornemos hacia la esencia de todo lo que es correcto.
¿Esto hace del satán un buen muchacho, del cual es loable ser amigo?
No.
Ni buen amigo, ni deseable su compañía. ¿Para qué esperar caer en el error y de ahí recuperarnos, si podemos actuar con corrección desde antes?
Ya el más sabio de los hombres expresó:

«No entres en el sendero de los impíos, ni pongas tu pie en el camino de los malos.
Evítalo; no pases por él. Apártate
(sté – de misma raíz que satán) de él; pasa de largo.»
(Mishlei / Proverbios 4:14-15)

Por último, demonios, al parecer existen. Son otro tipo de criaturas, al igual que el resto de lo existente son seres creados por Dios, y que cumplen algún papel en Su Obra. Por lo que parece, son en esencia habitantes de dimensiones o mundos paralelos al nuestro. Que no comprendamos su naturaleza o su modo de existencia (que nos podría resultar estremecedor o aberrante, si fueran como las películas nos los muestran según las fantasías de los autores), no los convierten en seres malvados, sino en entidades difíciles de definir, y de compatibilizar con nuestros estándares. (Dicho de manera más simple, un león que aterroriza a una aldea no es malo -ni bueno-, es meramente un león a-moral, que hace lo que está determinado genéticamente a hacer)

Quedo a las órdenes.

Tomado de Serjudio.com – Autor Yehuda Ribco

Se preguntaran que ando haciendo por ahi? (siendo gentil en pagina judia)… solo usmeando…

Un héroe brasileño

Sale finalmente la biografía de Souza Dantas, el Oscar Schindler de Brasil

A comienzos de la década del 40, desafiar las más banales orientaciones de Nuevo Estado era temeroso. Dependiendo del caso, el destino era inevitable, la cárcel. Fue un período mucho peor para Europa, donde el avance de la ocupación nazi imponía un clima de terror. Pues fue en ese el escenario el capítulo más intenso de la vida del Embajador Luis Martins de Souza Dantas, quien durante veinte años condujo la misión diplomática brasileña en Francia. Movido por lo que llamó más tarde «un sentimiento de piedad cristiana», desafió al mismo tiempo a las dos dictaduras. Concedió visas diplomáticas para entrar a Brasil a centenares de personas que desde el punto de vista de la política de inmigración brasileña, eran considerados indeseables. Eran judíos, comunistas, homosexuales que huían del horror del nazismo. Con su gesto, Souza Dantas salvó cerca de 800 personas del exterminio. Se tornó en el equivalente brasileño del industrial alemán Oskar Schindler, quien salvó del holocausto a 1200 personas, conforme a lo que relató Steven Spielberg en su película, La Lista de Schindler. La memoria de los actos del diplomático quedaron olvidadas durante décadas. Solamente ahora se comienza a reservar su verdadero lugar en la historia. En abril, se iniciará el proceso de reconocimiento del embajador como un «Justo entre las Naciones». Será uno de los pocos en recibir tal honor del Museo del Holocausto, en Israel, concedida solamente a quienes, bajo el yugo nazi, se arriesgaron por el bien de otras personas.

Los hechos de Souza Dantas aún no están en los libros escolares. Estuvieron durante décadas restringidos a la memoria de las familias que ayudó a salvar. Una parte importante de esa historia quedó confinada en los documentos de la burocracia del Estado, guardados en forma de memorandos en los archivos históricos de Itamaraty (Cancillería de Brasil) y en el Archivo Nacional. Juntando principalmente esas dos fuentes de información, el historiador carioca (de Río de Janeiro) Fabio Koifman, construyó una biografía más nítida del embajador. El resultado es la disertación de su maestría en la Universidad del Estado de Río de Janeiro (UERJ). Los mas de 7500 documentos que reunió lo ayudaron a erigir la lista de los 425 judíos salvados por Souza Dantas, que son la base del proceso de reconocimiento del Museo del Holocausto. De los testimonios recogidos a lo largo de cuatro años de trabajo, surgen historias impresionantes y hasta ahora inéditas como la del director de teatro polaco Zbigniew Ziembinski, considerado uno de los mayores revolucionarios de las artes escénicas de Brasil. Fue gracias a Souza Dantas que él llega a Río de Janeiro en 1941, después de deambular por Europa en busca de una salida del infierno de la guerra. «Tenia gente acostada en el piso, enfrente de las embajadas, pidiendo, esperando, sometida a los mayores escarnios, a las mayores torturas», recordó Ziembinski años mas tarde en un registro inédito de sus memorias. «Hasta que, de repente, se oyó que existía un Quijote… el famoso embajador Dantas».

Ziembinski, cuyo origen judío nunca fue probado, estaba entre los centenares de personas que vinieron para Brasil en los barcos que hacían la travesía a través del Atlántico. El viaje no constituía un problema mayor. El gran obstáculo para los refugiados no era conseguir un navío, aunque fueran raros. Difíciles eran los visados necesarios para la entrada a los países de destino. Como es común hasta hoy en día, el éxodo de refugiados era un fantasma para muchas naciones. En Brasil, se sumaba a la lista de dificultades la orientación contraria a la inmigración de judíos. Mismo, sabiendo del riesgo que traía contrariar a Vargas, Souza Dantas mandó a abrir las puertas de su embajada en Vichy, para donde se transfirió a la representación diplomática luego de la ocupación de Francia por los nazis. Su coraje, en tanto, le trajo problemas, como un sumario abierto por el departamento administrativo del servicio público a cargo de Vargas. Fue acusado de dar visado irregulares. En un telegrama a Itamaraty, Souza Dantas afirmó en su defensa que después de la prohibición no dio «siquiera una visa». Era mentira. Desobedeciendo las órdenes expresas, salvo aún decenas de personas. La prueba viva de la falta de temor del diplomático llegó para Koifman por medio del testimonio de la polaca Chana Strozemberg, cuya visa fue emitida en enero de 1941, un mes después de la prohibición, pero con datos falsos.

Para dar curso a su acción solidaria, Souza Dantas, usó los más diversos expedientes. Concedió visados diplomáticos a portadores de pasaportes comunes, para que tuvieran más garantía de aceptación. Algunos ni siquiera tenían el documento. Escribía normalmente en francés en los pasaportes para facilitar la lectura en el puerto de embarque. Mas allá de utilizar un idioma extraño – el francés – en un papel destinado a las autoridades de inmigración brasileñas, al menos utilizó los procedimiento de rutina para el estampillado. Koifman asegura que ese fue uno de los muchos casos de visados dados a las personas. En otros, él le sirvió de mediador ante colegas de otras embajadas para obtener visados como si fueran brasileños. Lo más precioso de las memorias del embajador es que en un tiempo en que muchos diplomáticos vendían visados y aceptaban joyas como pago, él nunca se corrompió. El marido de Chana Strozemberg, como agradecimiento, llegó a insistirle a Souza Dantas para que aceptara un presente. Como respuesta oyó una sugerencia: que lo donase a la Cruz Roja Internacional. La lista de bienes dejados por el diplomático, recogidos en su cuarto del Gran Hotel de París, donde vivía cuando murió en 1954, registra como objeto más valioso una cadena de oro con la medalla de barón de Río Branco. Del trabajo cuidadoso de Koifman brota una de las más dignificantes biografías brasileñas.

extraído de http://www.raoulwallenberg.net

Fue verdad… una triste historia.

El ultimo dia de la humanidad…

05:00 am (aprox). Despues de un buen descanso, creo que muy merecido, Noaj abre sus ojos al despuntar el alba; «Mode ani lefaneja melej…» (te agradezco yo a ti Rey…) fueron sus primeros susurros casi con un suspiro, a gusto de haber tenido una noche reparadora…  Como de costumbre, despues de haberse aseado, comenzo a elevar su plegaria al Creador, diciendo… 

«Elohay neshama… Di-s mio, el alma que tu me has dado es pura.

Tu la has creado, tu la has formado, tu la has insuflado en mi,

y tu la preservas en mi interior…»

Durante mucho tiempo fue motivo de burlas y bromas, no es para menos, ya que el apodo de «trastornado», recorrio grandes distancias; en otras tierras se sabia de un tal granjero que se dedico a construir una especie de barcaza, pero como es normal entre la gente, al ser un emprendimiento que llevo mucho tiempo, se fueron olvidando, pero su fama de loco quedo instalada…

Hace unos cuentos dias, Noaj finalizo su trabajo… y volvio a ser noticia, pero con el abance de la correspondencia, su locura catalogada recorrio aun mas distancias que años atras… de todas partes y aun remotas tierras venian a ver este gran fenomeno, ya que dedicarse a la construccion de un «transatlantico» en el desierto, es motivo de asombro… Por supuesto, las burlas no faltaron otra vez… risas… carcajadas… no faltaron en la puerta de su casa hasta altas horas de la tarde…

Retornando hacia aquella mañana fresca, despues de haber alimentado a los animales, se sento a la cabecera de la mesa a desayunar con su familia, estaban todos; los tres hijos de Noaj, ya muchachos, sus esposas… Noaj desde que termino con los detalles de la construccion, venia presintiendo algo extraño en su interior…algo que hacia años no lo sentia, no sabia describir que era, pero lo cierto era que algo muy fuerte se aproximaba… sabia que en algun sentido, su vida y el destino de la humanidad hiban a tomar un giro extraordinario…

No decia palabra alguna, su esposa casi entrelabios le pregunto que le pasaba… Noaj solo la miro, transmitiendole su angustia, ella vajo la mirada y pudo intuir tambien que ese dia, no seria un dia como cualquier otro; Habian terminado el arca, durante el proyecto fueron ahorrando y almacenando alimentos para sustento de ellos y los animales… los animales… era otra gran incognita para ellos, no sabian como, cuando, de que forma hiban a traerlos, ellos pensaban que tendrian que ir de caza para traer a las bestias!!! Pero su esposa, eshet jail (mujer de valor), levantaba sus brazos en cada momento que Noaj nesecitaba… –«El Di-s de nuestros padres nos ayudara», eran las consoladoras palabras de ella, que constantemente apaciguaban las angustias de Noaj…

El ambiente estaba espeso, la opresion en la atmosfera era sentida aun por los animales, que de algun modo presentian el devenir, retovados en los corrales. Pasado algunas horas, el griterio de la muchedumbre comenzo a oirse, entre la perplejidad y el terror, la gente corria de un lado hacia el otro… La prensa cubria todas las noticias del fenomeno jamas antes visto, los brujos y hechiceros  lanzaban conjuros hacia sus dioses, preguntando las causas del suceso… Noaj, al salir apresurado de su tienda, no logro creer lo que vehian sus ojos, con un nudo en la garganta intento gritar a su familia, pero no lograba tener reacciones… su familia quedo atonita. Los muchachos tomaron a su padre por los brazos, lo llevaron hacia el arca… La vista era increhible! en el valle y a toda prisa, abanzaban miles de animales de todas las especies, aves, reptiles, mamiferos, herviboros y carniboros, todos juntos y en absoluta paz, como si habian de antemano «hablado», estos se dirigian hacia la ciudad…

No era comun ver algo asi en la ciudad, la gente no sabia que creer, si esto presentaba un buen augurio para ellos o no, muchos estaban aterrados, pero habia quienes decian que esta misma, era una profecia cumpliendose por sus dioses…

De las especies tambien nunca vistas, comenzaron a entrar al arca, en orden y de a dos, como si alguien los guiara con callado… Durante horas, aun perplejos,  Noaj y la familia estuvieron acomodando a sus raros «huespedes», desde los grandes hasta los pequeños. Ya casi faltaba poco, muy canzado nuestro gran Hombre, dejo que sus hijos terminaran la tarea, mientras el entrando en su cuarto y se dejo caer de rodillas, mirando hacia el cielo, aun con el asombro sobre el… dijo algo parecido a esto:

«Adon Olam… asher malaj beterem kol yetsir nibra le’et na’asa

bejeftzo kol azay melej shemo nikra…»

(Soberano del mundo, que reino antes que toda cosa formada fuese creada.

Cuando todo fue formado por medio de su voluntad, entonces

fue llamado Rey…)

Todavia con lagrimas en sus ojos, sabiendo que el momento habia llegado… siguio rogando a su Creador… algo muy dentro le decia que la suerte estaba echada, las Palabras que Di-s le habia hablado hacia años atras, estaban tomando cumplimiento en ese momento… antes de terminar su clamor, todavia sollozando un ruido infernal se abrio paso quitandolo de su meditacion… los gritos eran aun mas fuertes afuera, corriendo a ver a sus hijos, estos se encontraban entrando los ultimos animales… de repente otro estruendo en las nubes rojizas se hizo sentir, el arca era una sinfonia de alaridos e inquietud!!! Afuera habia invadido el terror y el panico, la mayoria maldecia y razgaban sus ropas, huian de la ciudad despaboridos, de pronto y mas terrible que el anterior otro trueno parecio razgar la tierra, el relampago que causo dejo ver a Noaj la cara desfigurada de miedo de sus vecinos, aquellos que alguna vez reian y mofaban de el y su familia…

Para Noaj fue conmovedora aquella escena, pero sin mas remedio ordeno cerrar las puertas del arca… De repente, la ciudad acallo unos instantes, algo que nunca habia ocurrido, como si el firmamento se hubiera convertido en un macabro enemigo, la grandes gotas de agua comenzarona  caer… a los pocos minutos habian zonas anegadas, los arroyos se habian rebalzado, la gente corria de un lugar a otro sin saber donde ir, madres con sus hijos, padres con sus familias, golpeaban las bases del arca clamando a Noaj que los dejase entrar, las aguas hiban cobrando sin piedad sus primeras victimas, para el fue muy traumatica su situacion, era gente que conocia, debatia en su interior si abrirles o acatar las palabras que el Creador le habia ordenado… llorando desconsolado, Noaj eligio con dolor hacer la voluntad de Di-s, a pesar de no entender el por que ocurria esto… siempre se decia que lo que el Soberano del Mundo hacia era para bien… pero esto???? como encontrarle una explicacion logica o racional… gente estaba muriendo, niños… mujeres, animales… Aprendio varias lecciones en esto, una de ellas que a pesar de lo que sucedia afuera, a pesar de estar en una encrucijada fatal, muy a pesar de la gran desgracia, opto por Obedecer y serle Fiel al Eterno…

Las aguas ya casi cubrian las chozas y tiendas, y el arca comenzaba a balancearse. Adentro la familia solo lloraba y para distraerse de lo que ocurria, habian animales que sustentar, asi que comenzaron a atenderlos… los truenos y el repiqueteo del agua era muy fuerte, una lluvia con estruendo de cazacada, solo un par de horas habia pasado, ya el arca estaba en movimiento, sin rumbo fijo, a la veda de las aguas. Mientras atendian a los animales, nuestro Hombre de rostro curtido, larga barba y manos rudas, recordaba los rostros de las personas que se burlaban de el… las risas de sus difamadores, mientras un sentimiento leve de culpa lo invadia, quizas tuve que insistir en hablarles de lo que sucederia… se decia a si mismo, las lagrimas salian de sus ojos para morir entre la tupida barba, mientras en sus pensamientos se decia que si hubiese sabido lo terrible, desgarrador que seria, quizas no solo su familia se hubiera salvado… pensaba en los niños de pecho, sin entender se preguntaba por que aun ellos quedaron fuera a pesar de su inocencia… si hubiese tenido mas tiempo… tan solo un poco mas… era su mental lamento…

Ni una palabra salio de ellos durante horas… nadie quizo cenar, las mujeres estaban cubiertas con sus velos… como expresando algun tipo de luto. Lo cierto es que nadie podia conciliar el sueño, a pesar de haber trabajado todo el dia, calcularon que seria cerca de la medianoche… A Noaj no le cabia en la cabeza que en tan solo horas, la raza humana seria extinta… como es posible se cuestionaba una y otra vez… Todo lo que habia conocido, vivido, tantos años de trabajo, durante dia y hasta entrada la tarde compenetrado en la labor del arca, para solo en horas… ver ser deboradas por el agua cientos de hogares, no cientos… miles, millones!!!

Las horas pasaron, momentaneamente el trabajo esta casi terminado… rendidos todos, mas que sueño fue caer desplomados por el cansancio. Despues de dar la ultima recorrida por el angar de animales… miraba sus rostros y estos dociles y sin mover sus ojos del rostro de Noaj, casi en agradecimiento, inclinaban su cabeza… desde leones hasta pequeñas aves… A Noaj le parecio extraño… debo estar muy canzado se dijo a si mismo… necesito dormir… Mañana sera otro dia… Mañana… si es que hay otro mañana…

                                                                    Continuará…

 

 No sabia si hacerlo, pero queria compartircelo. Actualmente estoy escribiendo una epecie de «novela», acerca de la vida de Noaj, no soy experto en literatura, lo escribi lo mejor que pude, trate de no tener muchas faltas de ortografia, sepan disculparme… Como les decia, llevo escribiendo unas pares de hojas, a partir del encuentro de Noaj y Di-s, hasta… la verdad no se donde, pero un fin tiene que tener… jeje… todavia falta mucho, yo le queria dar un formato de libro, tambien poniendome a soñar, imagino algun director llevando este libro al cine, al mejor estilo Spielberg… se lo imaginan?

Que Hashem los bendiga!

Andres Cabrera, desde Argentina.

Isaías 53 develado

Los malvados idólatras, que se disfrazan de santidad, insisten en descubrir a su falso redentor y falso dios en las líneas de Isaías 53.
Sobre esto ya hemos escrito anteriormente, así pues busca lo que está publicado en serjudio.com.

Ahora te daré un breve resumen, una lectura comprensiva del capítulo, pero antes tienes un deber.
Habrás de leer el capítulo 52 y el 54 y contestar a una simple pregunta:
¿Quién es el desolado, arruinado, adolorido, que el Eterno eleva por sobre sus opresores y sostiene en un sitial de grandeza?

(La respuesta te la facilito ahora: el pueblo judío. Pero, ve, lee, comprúebalo).

Esto es importante que lo sepas, porque te da la correcta idea de en dónde estás parado: en una sección que trata sobre la caída, exilio y restauración del pueblo judío.
Te describe al siervo sufriente con declarada claridad: es el pueblo judío, ve, léelo por favor, no me creas a mí, está en el capítulo 52 y 54 de Isaías.
¿Los habías leído, no?

Ahora:
(1) ¿Quién ha creído nuestro anuncio? ¿Sobre quién se ha manifestado el brazo del Eterno?
Las naciones gentiles, especialmente los enemigos de Israel y del Eterno reconocen pasmados lo que de otra forma no podrían creer.
Ellos con sus propios ojos están viendo el renacer del sometido Israel.
Aquel pueblo judío que creían muerto y perdido, ahora está más vivo que nunca, más promisorio que siempre.
Ellos ven el renacer del siervo, del pueblo judío y están estupefactos, pero la realidad es clara, nadie ha derrotado por completo a Israel, ningún genocida a conseguido la «solución final», e Israel renace de entre las llamas de los hornos crematorios, revive, retorna a su patria, se fortalece, está a la cabeza de las naciones señalando la ruta a seguir.
Miremos el siglo XX, el pueblo judío estaba destinado a perecer, a ser exterminado, nazis, imperialismo soviético, imperialismo islamista, cristianismo, entre otros quisieron acabar con los judíos, pero no lo consiguieron ni lo conseguiran.
¿Quién lo hubiera creído de no haberlo visto?
¿Cómo negar el milagro constante que permite al pueblo judío sobrevivir a todos los planes para eliminarlo?
¿Cómo negar que es Dios el que lleva con Su brazo a Israel a resurgir y fortalecerse?

(2) Subió como un retoño delante de él, y como una raíz de tierra seca. No hay parecer en él, ni hermosura; lo vimos, pero no tenía atractivo como para que lo deseáramos.
Nadie daba un centavo por la nación judía a principios del siglo XX, mucho menos durante las persecusiones infames y matanzas millonarias de los salvajes nazis.
¿Quién hubiera dicho que el pueblo judío renacería?
Pero además, la tierra de Israel estaba convertida en un pantano desértico, pero de pronto con la mano de judíos fue renaciendo, se fue convirtiendo en un jardín florido, hermoso, productivo, bello, impresionante.
Rodeado de enemigos sin fin, igualmente resistió y resiste. No con la fuerza de las armas, ni de la potencia economómica-política, ya que todos estos están en manos de sus enemigos.
Del lado judío está el Eterno, esa es su fuerza y sentido.
Israel como un pequeñito retoño renació, nadie daba un centavo por él; las apuestas estaban en contra augurando el porvenir del estado de Israel.
Pero, ahí está, firme, aguerrido, creciendo, rodeado de lobos feroces pero vivo y con vida. Es una potencia cultural, potencia espiritual, potencia que no agrede ni conquista, sino que sobrevive y dota de vida a quien quiere sumarse a su lado.
Pero antes, durante siglos era un asco…
Y la nación judía, masacrada, detestada, acusada en falso, ¿qué atractivo tenía a ojos de las gentes?
Ellos se mofaban del siervo sufriente, hacían burla de los judíos…

(3) Fue despreciado y desechado por los hombres, varón de dolores y experimentado en la enfermedad. Y como si escondiera su rostro, lo menospreciamos y no lo estimamos.
¿Quién tenía en estima a los judíos?
La larga lista de odios, agresiones, exilios no tiene límite.
Dolores miles, tormentos sin par.
Siempre a manos de ignorantes, o de rebeldes en contra del Eterno.
Se nos malatrató de todas las maneras posibles: se nos echó de nuestra patria, se nos prohibió la residencia en muchos lugares, se nos negó el derecho a «ser humanos», se nos confiscaron los bienes, se nos vetó el poder trabajar, se nos impuso duros castigos, se nos acuso vilmente de asesinos de dioses, se nos demandó convertirnos a la prostituida religión o morir en la hoguera… ¿sigo contándo las miles de torturas a las que se nos sometió por parte de nuestros enemigos?
¿Y quién daba un centavo por nosotros?
¿No fuimos en todas las generaciones un siervo doliente a causa de los enemigos de Dios?

(4) Ciertamente él llevó nuestras enfermedades y sufrió nuestros dolores. Nosotros le tuvimos por azotado, como herido por Elokim, y afligido.
Los malvados perseguidores de Israel tenían, y desgraciadamente aún tienen, el desparpajo de maltratarnos, violarnos, agredirnos, matarnos, etc. y todavía dicen que es a causa de que Dios nos rechazó.
¡Estupidez y maldad!
Son ellos, nuestros ofensores los culpables de nuestros males.
El pacto eterno entre Dios y el siervo, que es Israel, es inquebrantable, pero los malévolos siguen empecinados en querer destruirnos, porque odian al Eterno, porque detestan Su Presencia.
Adoran dioses humanos, siguen las tonterías de sus doctrinas, se aferran a sus santos, odian a Israel porque odian al Padre Celestial.
Así ha sido desde siempre, y lo seguirá siendo hasta la Era Mesiánica.

A causa de las enfermedades morales y emocionales de nuestros enemigos, los judíos sufrimos.
Ellos nos martirizan porque están enfermos del alma, sucios hasta más no poder.
Son de lo más aberrante, pero se disfrazan de santidad.
Tan, pero tan perversos, que quieren hacer creer que ellos son los herederos de la herencia que el Eterno ha dado a Israel, pero en verdad solamente siguen sus propias doctrinas de perdición, aman sus negocios, se arrodillan ante el Baal del poder.
Sucios malhechores que castigan a Israel, que lo acusan de sus propias maldades, pero son ellos los enfermos que acusan al sano de sus enfermedades.

(5) Pero a él lo han angustiado nuestras transgresiones, nuestros pecados lo han afligido. El castigo que nos trajo paz fue sobre él, y en sus heridas fuimos nosotros sanados.
Ellos creyeron que acusando a los judíos de sus propias ignominias estarían salvados de tener que pagar su deuda enorme ante el Eterno.
Al tratarnos de «deicidas», creen que se escapan del juicio del Eterno.
Al tratarnos de traidores, ellos creen ser fieles.
Pero son ellos los que asesinarían a Dios si pudieran.
Son ellos los que viven en constante transgresión y traición al Eterno.
Creen que por maltratarnos, ellos estarán libres de culpa.
Creen que por inventarse un redentor ellos serán redimidos e Israel castigado.
Creen que por acusar a Israel de crímenes que no comete, ellos son justos.
Pero no dejan de ser hediondos truhanes, piratas de la fe.
Como esos «progres» europeos que odian a Dios y a los judíos, y por eso cada acción legítima defensiva del Estado laico de Israel lo toman como una agresión imperialista; pero a cada violento ataque del imperialismo islamista en contra de Israel lo justifican con impunidad y mantos de piadosa mentira.
Como siempre, los enemigos del Eterno odian a los judíos, y achacan a ellos sus propias enfermedades.
Creen que así son más libres, pero solamente son más inmundos.
El siervo, el pueblo judío, sufre a causa de sus locuras.

(6) Todos nosotros nos descarriamos como ovejas; cada cual se apartó por su camino. Y el Eterno lo hirió, con el pecado de todos nosotros.
Ahora las naciones van despertando, de a poco reconocen su maldad, su estupidez, su aversión a Dios que los llevó a odiar a la nación judía.
Ven el renacer de Israel, a la par que están en el período del renacer de la conciencia noájica; entonces se dan cuenta que fueron como ovejas tontas, que perdidas no seguían al Pastor, el Eterno.
Y reconocen que los males del siervo sufriente, del pueblo judío, fueron a causa de ellos.
Ellos con sus conductas maltrataron a Israel, al siervo sufriente, ellos y nadie más.
El Eterno lo permitió, pero cada nación es responsable de sus propias culpas, nadie más.
Cada gentil que hirió a Israel, o fue cómplice de la agresión (como los que fueron cristianos, por ejemplo) deben hacerse cargo de su parte de la culpa y tratar de sanar las heridas. Deben pedir perdón, deben encontrar el camino de la reconcililación, deben ser constructores de Shalom, para equilibrar el daño que han causado.
En el pasado eran ovejas destructoras, ahora se deben reconocer como lo que son: noájidas, personas, constructores de Shalom.

(7) Él fue oprimido y afligido, pero no abrió su boca. Como un cordero, fue llevado al matadero; y como una oveja que enmudece delante de sus esquiladores, tampoco él abrió su boca.
Israel, el siervo sufriente, durantes siglos fue víctima, un puñadito en medio de inmensos océanos de enemigos.
Nadie le prestaba atención a sus palabras, nadie quería oir sus expliaciones. El odio puede más que el oído.
Tal como pasa todavía hoy, con aquellos enfermos del alma que se siguen aferrando por ejemplo a la mitología del dios colgado. O a esos «progres» que defienden a capa y espada el imperialismo islamista con tal de liquidar al Estado de Israel.
En la ONU, ¿quién atiende a Israel?
En el mundo, ¿quién daba lugar a los judíos para defenderse de las continuas agresiones de sus perseguidores?
El siervo sufriente, el pueblo judío, andaba en silencio, como cuando de a miles, de a millones fueron llevados a las cámaras de gas del infernal Hitler.
En silencio, como ovejas que van al matadero…
¿O no es esa la historia?
Acá no hablamos de mitos, de héroes de pacotillas inventados por piratas de la fe. Estamos testimoniando con la historia, cruel y cierta. Antigua y actual.
La historia que no deja momento de respirto al siervo sufriente, al pueblo judío.

(8) Por medio de la opresión y del juicio fue quitado. Y respecto a su generación, ¿quién la contará? Porque fue cortado de la tierra de los vivientes, y a causa de la transgresión de mi pueblo fueron heridos.
Pero, llegará el momento del fin del exilio para el siervo.
Los tormentos y genocidio de parte de los enemigos finalizarán.
El siervo dejará de sufrir, aunque nadie dé un centavo por él. Aunque parezca imposible.
La generación que vea el renacer del pueblo judío no dará crédito a sus ojos, pero no podrá menos que testimoniar el renacer del retoño de Israel.
Cuando pase el tiempo del exilio, cuando nuestras propias cuentas sean saldadas, entonces el renacer será a vista de todos.
La Era Mesiánica golpeará con fuerza a todas las puertas y corazones, nadie osará negar lo evidente, que es el reino del Eterno en el mundo.
Un reino real, de oceáno a océano, con esplendor, con prosperidad, con justicia, con equidad.
El siervo muerto demuestra que sigue vivo y que ahora es el que lidera el renacer de la humanidad.
El renacimiento ya ha comenzado. El siervo resurge de los huesos secos y que parecían sin vida.
Israel ha vuelto a parte de sus fronteras. Jerusalén es nuevamente capital de un Estado hebreo. Hay un despertar noájico, de retorno de los gentiles a la Buena Senda.
Estamos en los momentos iniciales del renacer, estamos a horas nada más del comienzo a pleno de la Era Mesiánica.
¿Podemos permitirnos seguir durmiendo?
¿Podemos tolerar que los fanáticos, asesinos, idólatras, terroristas, imperialistas, piratas de la fe, sigan liderando?

(9) Y dispuso con los impíos su sepultura, y con los ricos en sus muertes. Aunque nunca hizo violencia, ni hubo engaño en su boca.
Los judíos fueron tratados con brutalidad, con falta de humanidad, como si fueran escoria.
Se nos acusó de comunistas y de capitalistas; de nacionalistas y de universalistas; de cerrados y abiertos; de afines a la Tradición y de renovadores; se nos acusó de todo, por cualquier cosa se nos quiso eliminar.
Pero a pesar de esto, el siervo prevaleció, Israel está vivo y cada vez más luminoso.
Se nos ha dado por muertos muchas veces, pero nadie logró ni lograra eliminar al pueblo judío de la tierra.
Nosotros prevalecemos, no por la violencia, no por la fuerza, no por las mentiras, no por engaños, sino por la fidelidad al Eterno a través del estudio de Su Torá y el cumplimiento de los preceptos que se nos ha ordenado.
El siervo no precisa disfrazarse de santo, solamente precisa ser fiel, como lo ha hecho siempre.

(10) Y el Eterno quiso quebrantarlo y le enfermó, si pusiera su espíritu cual sacrificio por la culpa, verá descendencia, alargará días; y la voluntad del Eterno en su mano prosperará.
El Eterno permitió las torturas que padecimos.
Es parte de Su plan.
Todo lo que Él hace es justo y bueno, aunque no lleguemos a entenderlo.
La maldad de nuestros agresores contenía una chispa de esperanza.
Con cada azote se abría una herida en nuestra piel, pero al mismo tiempo algo positivo estaba germinando.
A pesar de los intentos de nuestros enemigos, a pesar de la voluntad sucia de los defensores del mal.
Por eso el sufrimiento del siervo, el dolor del pueblo judío, no es en vano.

(11) Por su vivo esfuerzo verá y quedará satisfecho. En su conocimiento mi siervo justo hará lo justo para muchos, y sus pecados él tolerará.
Los gentiles que reconocen el liderazgo espiritual de Israel y que por eso se hacen aliados en la construcción del Shalom, encuentran el camino correcto.
Pero, los que siguen aferrados a dioses colgados, a mitos del pasado, a rencillas en contra de los judíos y en contra de Dios, esos perecen… no tienen posteridad ni vida en la Era Mesiánica.
Por esto, es tan importante el despertar noájico, para que sean cada vez más los constructores de Shalom, que derriten la cera de la idolatría, que quiebran las cadenas de la mentira, que se alían con los judíos en fidelidad para ser edificadores de un mundo mejor.

(12) Por tanto, yo le daré parte con los muchos y con los fuertes repartirá botín, porque derramó su vida hasta la muerte, y a los transgresores ha contado; y él que llevó el pecado de muchos, para los transgresores intercederá.
El sufrimiento no ha sido en vano.
Por cada mortificación el siervo, el pueblo judío, recibe gratificaciones espirituales sin par.
Por cada herida recibida, la nación judía adquiere conocimiento, estatura moral, compromiso con la vida.
Los agresores de Israel perecen y son como el polvo que se lo lleva el viento, pero aquellos que sostienen a Israel son fundamentos del mundo.
Cada gota de sangre judía es vengada por Dios, y ninguno de los ofensores se escapará al juicio severo del Eterno.
Pero cada ayuda es bien cobijada en el seno celestial y retribuida con vida y abundancia eternas.