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El noajismo y el espaguetti

Italia, su espaguetti, tagliatelli, fetuccini, , linguini, fusilli lunghi, bucatini, pappardelle, tonnarelli… qué maravilla…!  Ni qué decir de los tortellini, tortelloni, canelones, lasagna, ravioli.

No dejemos a un lado sus salsas: Salsa al Pesto, salsa Segrisola, salsa de Tomate Italiana, salsa boloñesa, salsa vegetal para pasta, salsa Scarparos, y un largo etcétera.

Pero… ¿qué tiene que ver el noajismo con todo esto?

Miremos:

Supongamos que en Italia hace miles de años sucedió un evento magno, un evento en el cual el pueblo italiano recibió el gran libro del espaguetti. Dicho libro contiene los ingredientes para preparar un espaguetti único, sin igual, imposible de imitar.

Además el libro cuenta con recetas de salsas, las mejores, inigualables, para chuparse los dedos…! Ni la receta de la Nona los iguala…!

Imaginemos que la entrega del libro del espaguetti fue la manera oficial en que Italia se convirtió en sinónimo de pasta. Fue allí donde se marcó el momento histórico en que dicha nación quedó marcada como la representante por excelencia en materia de espaguetti.

Sin embargo, siglos antes, imaginemos, ya los italianos sabian hacer pasta, pero no fue hasta ese entonces en que habian sido seleccionados para ser los representantes de una tradición que seria transmitida de generación en generación. Hasta convertirse en su signo distintivo.

Por otro lado, todas las demás naciones tambien sabian hacer espaguetti, pero no al estilo italiano. Ellos, las naciones,  sabian preparar la pasta con una receta menos complicada, una salsa un tanto más básica si se quiere.

No obstante, solo los italianos desarrollarian a lo largo de los siglos un cumulo de conocimientos relativos a la pasta y a las salsas que llegaria a constituirse en su bandera, en su legado, en su tradición.

Las demás naciones tambien comerian uno que otro espaguetti, una que otra salsa, pero no seria su principal tradición, ya que a tales pueblos no les fue dado el gran libro del espaguetti.

Dejemos a un lado el espaguetti, pensemos en el noajismo.

El pueblo hebreo fue y es el receptor de una voluntad Divina, fueron elegidos como depositarios de la Torá. Su signo distintivo es la Torá. Si en Italia la principal tradición es el espaguetti, si en la India la principal tradición son las especias, si en el Reino Unido la principal tradición es el té, si en Argentina la principal tradición son los cortes de carne… en Israel, la principal tradición es la transmisión de la Torá.

Italia es experta en transmitir de generación en generación la receta del espaguetti. El pueblo hebreo es experto en transmitir de generación en generación el conocimiento de la Torá.

Así como nos acercamos a un cheff italiano, así como confiamos en la receta de la nona, porque ellos son los expertos en la materia, pues su tradición milenaria lo avala, DEL MISMO MODO debemos aprender a confiar en lo que los maestros de Torá enseñan respecto a la identidad noájida, ya que ésta (sin ser obligación) reposa en el seno de la tradición judia, sin que esto signifique que el noajismo en su esencia sea judio.

Lo que significa es que el pueblo judío, cuando aun no habia sido elegido como depositario de la Torá, ya tenia amplia experiencia en la práctica de los mandamientos dados a Noaj. Y dicho conocimiento quedó en la memoria nacional, quedó grabado en la Tradición.

Por tanto, son los maestros de Torá los «Top Cheff» los únicos confiables respecto al tema noájida.

Si logramos entender la idea arriba expuesta, quizás logremos entender por qué los Siete Mandamientos de Noaj no están explicitos en la Torá del mismo modo en que están los llamados Diez Mandamientos.

Si logramos entender tal idea, podremos comenzar a entender por qué para los noájidas no hay un «recetario», un libro lleno de mandamientos y explicaciones dadas por Dios.

Nosotros, los demás paises, podemos comer espaguetti, prepararlo incluso al estilo italiano, pero la verdadera pasta italiana solamente la preparan los italianos que recibieron la receta que se transmitió de generación a generación. Lo máximo que podemos hacer es cocinar la pasta, hacer la salsa, pero dificilmente tendrá el sabor caracteristico de Italia, porque ellos son los expertos en la materia, ellos cuentan con una tradicion milenaria al respecto. Nadie ha preparado más pasta que ellos. Nadie ha comido más pasta que ellos.

Lo mismo sucede con el pueblo judío. Los maestros de Torá son los expertos en la materia, y a menos que confiemos en lo que nos están diciendo, los noájidas terminaremos con una crisis de identidad sumamente destructiva.

Pero, ¿cómo confiar en lo que los maestros de Torá nos están diciendo?, ¿Cómo saber que no es un plan orquestado por unos cuantos rabinos para mantener a los gentiles lejos del asunto judio?

Como dijo Tebbie el personaje central del film «El violinista en el tejado»: Tradición.

Una tradición que se transmitió entre miles, personas dedicadas enteramente a la comprensión y prácticapasando por la transmisión fiel de dicho conocimiento.

El noajismo no reposa sobre la revelación de un individuo que aguantó hambre durante un mes en el desierto, y luego se apareció diciendo que habia recibido una epifania en la cual le indicaban que él era el elegido.

El noajismo reposa sobre algo sumamente firme, potente, fuerte, una cadena de conocimientos llamada Tradición. No una tradición noájida, ya que tal cosa no existe. No podemos ir a buscar en la Torá las raices hebreas de los gentiles tal como lo hace la religión llamada mesianismo o netzaritas.

Lo que si debemos considerar es que es esa Tradición la que contiene la manera correcta de cómo se practican los Siete Mandamientos y sus ramificaciones. No a la manera judia, pero si a la manera de un pueblo que primeramente fue noájida y luego, por su excelencia en el compromiso con su identidad, fue elegido para ser el depositario de mayores resposabilidades, y luego desarrolló su identidad espiritual judia, que nada tiene que ver con la identidad espiritual noájida.

Quizás no logremos comprender la magnitud del asunto, puesto que como gentiles carecemos de ese bagage milenial conque cuenta el pueblo judío. Recordemos que mientras el pueblo hebreo se dedicaba a la práctica asidua de su identidad espiritual, las demas naciones se dedicaban incluso al espaguetti. Lo cual no es malo, ya que hoy en dia todos comemos espaguetti. Y hoy en dia todos podemos conocer qué es el noajismo gracias a una nación que no se pasó milenios cocinando pasta.

Algo debemos aceptar, y creo que en eso estamos de  acuerdo: El experto en asuntos de Torá es el pueblo judío. Y es gracias a ellos que muchos de nosotros hemos despertado la conciencia de nuestra identidad espiritual.

En fin, frente a nosotros dos opciones: Tener confianza, puesto que incluso los Siete Mandamientos de Noaj son parte de los 613 mandamientos que el pueblo judío tiene como responsabilidad guardar, y nos están siendo enseñados por una nación que en su momento se hizo experta en la materia, o

salir corriendo creyendo que los judíos nos quieren dominar y nos están vendiendo una falsa voluntad Divina. Y por tanto, todos debemos hacernos judíos.

De igual modo entonces todos corramos a hacernos italianos ya que quizas el espaguetti que Italia nos enseñó a hacer no sea el verdadero espaguetti.

Pensemos.

El Llamado al despertar

Las Causas Naturales.

En el mundo nada escapa a la voluntad de Dios, aún lo natural proviene de Él, por más que las personas atribuyan tal mérito a la madre naturaleza. Sin embargo no conocemos los misterios de Dios y el porque de su accionar con el mundo, por consiguiente no tenemos la capacidad para discernir lo que Él hace. Así como un insecto jamás comprenderá ni podrá resolver los problemas matemáticos, ni entender su profundidad y propósito.

Pero la Tora nos deja un relato universal sobre el llamamiento o despertar de la conciencia Noajida conocido mundialmente como el Diluvio, del cual podemos comprender parcialmente cual es en parte el objetivo de Dios al enviar catástrofes naturales al mundo.

Otra historia relatada en la biblia es el libro de Jonás, donde demuestran dichas palabras que Dios mandaría destrucción a una ciudad si los habitantes no se arrepentían de sus malos hábitos y se encomendaban a vivir como seres humanos, cumpliendo con el código de leyes que Dios otorgó a la humanidad, únicas leyes que otorgan paz, amor, bondad al mundo y una vida llena de dicha y felicidad.

Catástrofes naturales hoy en día.

Últimamente han ocurrido catástrofes muy seguidas: terremoto en Haití, Chile, sismos en la Argentina, Ola de Frío en Europa, Inundaciones en Brasil, Argentina, etc. y cuantas catástrofes más están ocurriendo en la actualidad para despertar la conciencia que duerme en cada ser humano. Damnificados, perjudicados, heridos, desaparecidos, fallecidos son algunas de las consecuencias que suceden a raíz de las catástrofes.

Pero cabe la pregunta: ¿Porque pasa esto?

Reitero, si bien no entendemos el asunto completo lo entendemos parcialmente. ¿A que me refiero?

El objetivo es sensibilizar, despertar solidaridad, importancia al mundo pero por sobre todo al prójimo, dar caridad, ser unidos, ser un apoyo para el otro y a la vez el despertar Noajico. El mundo debe recordar que están en un mundo, donde hay vidas importantes, una misión especial para cada uno.

Es hora de que las personas se desconecten un poco de la rutina, del trabajo, del egoísmo, de la idolatría, de cada cosa que no aporta bien al mundo. Es hora de que cada ser humano busque llenar ese vacio que grita en alta voz llenarse.

Les pondré un ejemplo para que vean como algunas personas no cambian a pesar de que se les desmorone la vivienda, se les desaparezca familiares, pierdan amigos y pase lo que les pase.

Uno de nuestros preceptos que Dios nos otorgo como ley espiritual es la prohibición del robo y el cumplirlo conlleva una ardua tarea en la actualidad pero a la vez nos deja paz, armonía interior, recompensa divina y muchas más ganancias. Ahora veamos y es muy conocido el hecho de que algunos habitantes de chile (por poner un ej. actual) dejándose llevar por su ego, para engordarlo, por que «la están pasando mal», ¿que es lo que hacen? roban, saquean, dañan a otros. Cuando Dios busca y les advierte que pueden vivir en paz y en armonía con Él, cumpliendo sus preceptos, ellos (algunos) hacen correr sus pies al mal, escapan de las responsabilidades, se atan vendas en los ojos y siguen dándose entre ellos el daño que están recibiendo. Y que decir de aquellos que pierden tiempo, dinero, buscando ser judíos, buscando sentirse judíos, cuando la tarea es otra y algo mas importante que ello.

Dios constantemente advierte y la historia lo demuestra, pero aun así la historia también registra hechos que debieron suceder para que las personas despierten de sus sueños, de sus fantasías y quieran vivir una vida, además de hacernos entender que «algo» se esconde detrás de una catástrofe.

Pero no solo esta en las manos de Dios el querer despertar a otros, es nuestro trabajo como socios en la sagrada tarea de construir Shalom ayudar a despertar a quienes quieren mejorar y empezar a vivir la vida sin podridas religiones, bastardos que buscan al dios dinero, ignorantes que niegan la existencia de Dios y malhechores que destruirían el mundo por solo tener las comodidades para ellos solos.

No solo es un llamado para ellos sino también para nosotros junto con la oportunidad de ayudar y crecer.

Una vida de paz, armonía, solidaridad, felicidad, belleza, bondad, amor nos esta esperando, pero debemos ayudar para que la misma acelere. Dios esta esperando y nosotros:

¿Cuanto queremos esperar?

Ya es hora de trabajar, de dejar las excusas en un rincón olvidadas, de olvidar los peros y las fantasías locas, de tirar la vergüenza a la basura, de desenmascarar a los que adoran a los diezmos y juegan con los sentimientos y voluntad de la gente hacia Dios, de poner manos a la obra y dejar los bostezos perezosos, es hora de que seas un constructor de Shalom…

O no?

“”¡Si aún no eres parte de la comunidad de Fieles a Dios, eres la pieza del rompecabezas que falta!””



Denunciar y detener a los «fetraficantes» sin miedo

En más de una ocasión nos hemos topado con alguno de esos malandrines que han aprendido -a medias- un par de conceptos judaicos y pretenden hacerse pasar por maestros, sabios, líderes, etc.
Por lo general estos malandrines solían ser pastores evangélicos, que de un día para el otro se hacen llamar «rabino mesiánico», o títulos estrafalarios similares (haham, profeta, rohe, ioresh, more, etc.) y que quizás de pronto hasta se hicieron líderes noájicos, o «gentiles justos mesiánicos» o cualquier otro rol que se inventaron o que consiguieron con «sincera astucia».
Sea cual fuera la careta que muestren, lo que no pierden son las mañas para manipular a la gente, envolver en sus telarañas a los de buen corazón, pedir dinero para tal o cual causa para quedarse ellos con la gordura más sabrosa, convertir sus bocas en cloacas en contra de los que no están en su sintonía, hacerse las pobres víctimas en una clásica jugada de manipulador, etc.
Siguen con sus astucias, con sus corrupciones, con sus perversiones, y sin dudas con sus carismáticas personalidades, que los llevan a parecer simpáticos, entradores, convincentes, firmes en sus creencias, aunque ayer fueron evangélicos, hoy mesiánicos, mañana noájicos, pasado noájicos de Jesús, en un mes noájida cabalístico o noájida jasídico y así siguen cambiando de disfraz pero siempre apegados a su ambición, al amor por el dinero, al deseo de dominar a otros, a su pasión por que su nombre sobresalga, etc.
Hacen del engaño en el área de la fe su trabajo, su profesión más rentable, y son expertos, hábiles, preparados, entrenados, saben cómo conseguir ese diezmito o esa ofrenda, entienden a la perfección los mecanismos emocionales para llevar a sus audiencias hacia lugares infectados de maldición pero que a ellos personalmente les brindará platita.
En el nombre de la religión o de lo espiritual van engañando, metiendo ideas terribles en sus audiencias, generando miedo y duda y resentimiento en quien le presta atención, todo en nombre de la religión, de algún dios que les promete salvación a cambio de que la gente deje plata y siga con fidelidad de oveja ciega a este pastor.
Son hábiles, lo repito, astutos como su modelo original: el serpiente de Edén.
También mencionaba a Dios, también quería hacer creer que buscaba el beneficio de sus oyentes, también hacia de la religión su negocio, también era la más astuta de la ciudad, también mentía con una calidad impresionante que hacía parecer a la verdad mentira y a la mentira verdad, también despreciaba y menospreciaba a quien pudiera desenmascaralo, etc.
Sí amigo mío, como ese o esa pastor/a que tienes a tu lado, que te dice que eres judíos «sefaradita» porque en tu apellido hay una «z», o porque tus antepasados fueron españoles, o porque eres judío por fe, o porque eres noájida pero debes estudiar la parashá, o eres noájida pero tienes que convertirte a judío para ser completo, o vivir como judío pero sin convertirte con rabino ortodoxo, etc., etc… sea lo que sea, nunca falta el pedido de dinero, o el hacerte sentir culpable o con miedo o fracasado, o presionarte para que hagas lo que él quiere y le conviene, etc.
Todo sazonado con técnicas de manipulación sutiles y con muchas alabanzas a «dios», y con alelushas y con sentimentalismo, y mensajes proféticos que solamente él recibe, etc.
Un gran producto comercial, que te hace vibrar, que te hace creer, que te lleva al abismo.

Ahora, ¿sería correcto denunciar públicamente a una persona como esta?
Mira claramente.
Entre los dos o tres conceptos que a medias se aprendieron de judaísmo, mencionan el no hacer «lashón hará», es decir, no hacer maledicencia, no declarar lo negativo que se sabe de alguna persona.
Con la misma excusa me escriben cada dos por tres diciendo que no puedo seguir diciendo del tal Jesús que era pecador, blasfemo, rebelde, terrorista, infame, de la peor calaña… pues sería -según ellos- hablar negativamente de un buen tipo.

Lo cierto es que la ley judía, que no es mandamiento para ti como gentil justo/noájida, pero que es sanamente aplicable, dice precisamente otra cosa.
Claramente expresa la ley judía que cuando se sabe de alguno que es pecador habitual y voluntario, no hay que tener concesiones con una persona así y se la debe denunciar siempre que se pueda, para que nadie caiga en sus redes, para que ningún inocente se perjudique.
Precisamente es parte del respeto a la persona y a Dios no dejar a los malvados que prosperen a causa de nuestro silencio o neutralidad.
Te lo transcribo de las famosas e ineludibles leyes del Jafetz Jaim capítulo 4, regla 7-8 (de la versión mexicana de la guía del   Rav Pliskin):

Si alguien ha desechado por completo la observancia de los preceptos, o continuamente viola algún precepto cuya severidad es conocida por todos, está permitido avergonzarlo por motivo de sus faltas. Ya que él no ha sucumbido a la tentación, sino que consciente y voluntariamente viola los preceptos de Dios, está permitido relatar a otros sobre su conducta.
Cuando esa persona comete un acto que puede ser interpretado como bueno o malo, no se le debe dar el beneficio de la duda. La prohibición de decir cosas que irriten a alguien, no se aplica a esta persona. Por lo tanto está permitido avergonzar a esa persona.

Está muy claro entonces lo que debes hacer, siempre y cuando no exageres, no mientas, no hables por rumores y no busques algún placer de esto.
Solamente por el amor a las criaturas de Dios debes hacerlo, para salvar al prójimo de las trampas de estos piratas de la fe, para detener el avance de la corrupción de los enemigos de Dios y del hombre.
No estarás pecando si cuentas lo que sabes, si lo denuncias públicamente, si le quitas la careta para que se vea su fiero rostro verdadero.
Tenlo presente, ahora y siempre.
Por supuesto, cuida de no caer tú presa de tus palabras, cuídate para que no puedan actuar en tu contra legalmente, pero no dejes que por tu miedo o debilidad el malvado siga desparramando su infernal veneno.

Espero que la enseñanza que viene desde lo más profundo de la Torá, adecuado para el noájida, te llegue al alma y te mueva ahora mismo a dejar sin poder al perverso, a ese que conoces, que sigues perdonando, al que sigues escudando y por tanto haciéndote cómplice de su maldad.

Por último, estos timadores y algunos que los siguen te saltarán con que no debes juzgar, que solamente Dios es el juez.
Tienes al menos dos respuestas, la primera es que ellos hablan de «dios», pero adoran a su dios EGO, que es dinero, poder, fama, automóvil de marca y muy caro, casa bonita, acostarse con jovencitas de la congregación, dioses ajenos, etc.
La segunda respuesta es la que sin errores te brinda la cita que te di, allí dice que no debes ser compasivo con alguien así, un reconocido pecador, vulgar en sus actos aunque quiera hacerlas parecer como la gran cosa.

Quizás sigas dudando, porque el veneno de estos timadores te ha penetrado profundo, entonces tómatelo con calma. No me creas a mí, indaga, investiga, encuentra evidencias, busca la verdad hasta hallarla.
Pero ten presente que si no los detienes tú que sabes lo que están haciendo, entonces te haces cómplice de sus maldades y tendrás tu porción de dolor en el mundo venidero.
El pecado de estos fetraficantes es terrible, porque engañan, mienten, roban, llevan a la miseria al prójimo, llevan a la desesperación/enfermedad/muerte a otros, dan falso testimonio, hacen pecar a otros, son blasfemos, adoran dioses ajenos… ¿tú quieres ser realmente el cómplice de esta gente?

No es ante este simple maestro ante quien deberás rendir cuentas… es ante Dios quien te ordenó los Siete Mandamientos y espera de ti que los cumplas con fidelidad.

A construir Shalom, también erradicando -legalmente- a las malas hierbas del jardín del Eden.

Resp. 711 – La Salvación para el gentil

quisiera saber si me pueden ayudar mediante la biblia ya que no entiendo hebreo de que manera seremos los gentiles salvos sin tener que convertirnos al judaismo ,grcias.
maria alejandra vega
35 años
ama de casa ,
ciudad de magdalena , argentina

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Parashá Itró: Una enseñanza del límite impuesto en el monte Sinaí

Esta semana corresponde al pueblo judío la lectura de la porción de Torá llamada Itró.
En ella se encuentra el relato de la Revelación en Sinaí, con el enunciado del Decálogo (los llamados «diez mandamientos»), así como el comienzo de la entrega de la Torá por parte de Dios a Israel a perpetuidad.
Veamos una enseñanza para las naciones noájidas de las tantas que podemos extraer de este pasaje.

Está expresado:

«Tú señalarás un límite al pueblo, alrededor, diciendo: ‘Guardaos; no subáis al monte ni toquéis su límite. Cualquiera que toque el monte, morirá irremisiblemente.
Nadie pondrá sus manos sobre él, porque ciertamente será apedreado o muerto a flechazos; sea animal u hombre, no vivirá. Sólo podrán subir al monte cuando el shofar suene prolongadamente.
‘»
(Shemot / Éxodo 19:12-13)

Podríamos hacer unas preguntas obvias, necesarias y de gran instrucción.

1- ¿Por qué había que poner un limite entre el lugar apropiado para el pueblo y aquel vedado para él?
2- ¿Por qué Dios no fulminaba directamente a quien trasgrediera el límite en lugar de requerir que sean personas del pueblo las encargadas de hacerlo?
3- ¿Quién habría de querer aventurarse a siquiera tocar el monte Sinaí, siendo que habría un espectáculo impactante que acompañaba la Revelación de Dios, pero que llenaba de terror a quien estuviera allí?

Podríamos seguir confeccionando preguntas, pero ahora intentaremos una sencilla y clara respuesta para cada una de las preguntas.

1- Porque Dios quería marcar la diferencia entre un ámbito y el otro, para dejar bien claro que uno y otro corresponden a diferentes «realidades». Fuera del límite del monte era para el pueblo, dentro del límite para aquel anunciado y designado por Dios para estar allí.

2- Porque Él impuso el límite, pero era menester de Sus fieles hacer caso y actuar conforme a Su Voluntad.

3- Alguna persona que pretendiera un estatus o posición o posesión que no le correspondía por derecho en este momento.

Tú puedes imaginar y meditar tus propias respuestas si deseas, pero recuerda que son solamente tus opiniones.

Ahora, con las tres respuestas que te ofrecí, veamos qué aprendemos para la vida noájica.
Será una moraleja, de muchas que podemos extraer.

1- Dios delimitó un terreno espiritual para el pueblo judío y otro para las naciones.
Para los judíos hay Torá y 613 mandamientos y tierra de Israel, entre estos dos entes (Torá/mandamientos y tierra de Israel) y la congregación de Israel hay una relación espiritual, esencial, sumamente profunda, que hace que uno sea nexo del otro indisolublemente.
Así pues, hay un límite marcado por Dios, no por hombres o instituciones judaicas, sino por Dios; Quien marcó el terreno para la nación judía y fuera de ese marco está el otro terreno sagrado, el que corresponde a la espiritualidad noájica con su santo legado y camino de los Siete mandamientos universales.
Quien está fuera del límite, quien es gentil, no tiene autorización para entrar al terreno correspondiente a la nación judía, ni siquiera tocarlo con su mano.
Por supuesto que aquel que tiene una voluntad pura e intensa de servir a Dios tal como deben hacer los judíos, puede transitar por un proceso de conversión formal y legal al judaísmo, para entonces ser apto para entrar al terreno de Israel. Esto corresponde al pasaje que menciona aquello de que recién el pueblo podrá ingresar luego de llamado extenso del shofar.
Así pues, el noájida tiene su porción perfecta fuera del terreno de la Torá/mandamientos, y está bien así, no precisa otra cosa.
Pero aquellos pocos individuos que se comprometan a servir a Dios al modo judío, escucharán ese llamado interno y harán lo que deberán hacer para estar dentro del marco legal pautado por Dios.

2- Porque Dios ha marcado los mandamientos e impuesto los límites, pero es de cada persona y de cada sociedad hacerse cargo de construir Shalom con las herramientas que cuentan según disposición divina.
Dios no fulminará al noájida que se apropie del legado judío de manera ilícita, al menos no en Este Mundo, pero corresponde que los encargados de ser leales a Él sostengan los límites impuestos por Él.

3- Alguien que fuera llevado por sus emociones, por lo maravilloso, por la fascinación del momento y que no razonara acerca de lo que es correcto, justo y bueno.

Hasta aquí querido hermano mío una reflexión, la cual te presento para que leas, estudies, indagues, analices, critiques, compartas y construyas Shalom.

“Discutí con Dios, pero en el fondo sabía que lo que me hicieron , lo hicieron los hombres”


David Galante, sobreviviente griego del sitio de exterminio de seres humanos más grande de todos los tiempos, cuenta su odisea 65 años después de que el lugar llegara a su fin, el 27 de enero de 1945.
 
 
 
 
 
 

Enero 27 de 1945. “Vimos un movimiento en la nieve, era gente que se movía con sábanas blancas, eran los soldados rusos. Les hicimos señas para indicarles que se podían acercar, vieron cómo estábamos, la cantidad de muertos, se descomponían”.

Enero 27 de 2010. El mundo mira hacia Auschwitz, un antiguo cuartel de la monarquía austro-húngara situado en inmediaciones de Cracovia, en Polonia. Un complejo de 40 kilómetros que, entre sus paisajes forestales y pantanos, fue utilizado por la Schutz-Staffel, mejor conocida como la S.S. (la élite de la Gestapo) para cometer los peores crímenes de los que la humanidad tenga registro, los mismos conocidos como la Shoah o el Holocausto.

“Arbeit macht frei”, que significa ‘El trabajo los hace libres’, es un cartel de desprecio y sarcasmo visible a la entrada de este campo de concentración, que en época de guerra abrió “sucursales”. El 18 de diciembre pasado, cuatro ciudadanos polacos hurtaron la placa que porta el lema y hace unos días la recuperaron cortada en tres pedazos. “¿Dónde estaba Dios en aquellos días, cómo pudo tolerar ese exceso de destrucción, ese triunfo del mal?”, dijo el papa Benedicto XVI cuando conoció, en 2006, ese sitio de exterminio.

Allí, en medio de ese infierno donde murieron seis millones de personas por el simple hecho de nacer judíos, estuvo David Galante. Oriundo de la Isla de Rodas, en Grecia, este hombre de voz pausada y con el acento que le ha dado vivir en Argentina la mayor parte de su vida, recuerda lo que pasó.

“Tengo 85 años de edad, soy griego. Tengo una esposa y dos hijos y vivo en Buenos Aires hace 62 años. En 1944, durante la guerra, los alemanes invadieron la Isla y nos tomaron a los judíos. Éramos padre, madre, tres hermanas y dos hermanos. A todos nos llevaron a Auschwitz”.

Luego, por su condición de civiles judíos, tuvieron que vivir lo que nadie imaginó. “En el campo de concentración perdí a mi padre y a mi madre (Abraham y Rebecca) porque apenas llegamos fueron enviados a la cámara de gas. Junto a mis hermanas y hermano (Rosa, Juana, Matilde y Moshe) nos llevaron a trabajar. Nos iban desahuciando para reducirnos a cenizas y cuando alguien no servía lo eliminaban. Trabajábamos en la nieve durante 12 horas y nos daban de comer una vez por día un pedazo de pan o un tazón de caldo. Mis hermanas no aguantaron y fallecieron”.

“Nos desnudaban y los que no estaban sirviendo los iban eliminando en las cámaras de gas o crematorios. Yo estaba jovencito y esto quizás me ayudó mucho porque tenía muchas ganas de vivir, a pesar de todo. Las matanzas eran comunes, se vivía al día. Éramos miles de personas”.


Al borde de la muerte



Y dejó de ser conocido como David Galante. En adelante sería llamado B7328. “Nos pusieron un número en el brazo. Nuestro nombre no existía más, nos llamaban por ese número. Lo tengo todavía en el brazo grabado con una tinta”, asegura. “Era un problema porque no hablábamos alemán, polaco y tampoco idish, un idioma de los judíos de Europa Oriental, así que adaptarnos era difícil. Nos daban una orden y como no entendíamos nos pegaban”, agrega.

En medio de esas adversidades llegaron dos momentos en los cuales estuvo a punto de morir. “Estábamos en fila y un oficial nos estaba contando, sacó un revólver y disparó. Me rozó la nariz, sangré un poco y quien estaba al lado mío fue asesinado. Diez centímetros más adelante y yo moría”.

De la otra situación, sostiene, aún no sabe cómo se salvó. “Estaba enfermo porque fui a trabajar con un grupo de soldados rusos prisioneros y en determinado momento fui al baño y cuando salí no podía abrocharme los pantalones porque tenía los dedos medios congelados del frío que hacía: 10, 20 grados bajo cero en Polonia. Había un fuego cercano donde estaban soldados nazis y me acerqué. Uno de ellos me dio una patada y quedé dentro del fuego, se me quemaron los pies”.

Y prosigue: “Con los días las quemaduras fueron empeorando, se infectaron y llegó la fiebre. No estaba en condiciones de trabajar y fui a la enfermería, que era la antesala de la muerte porque el que entraba no salía. Por esos días había llegado una orden de Berlín de destruir las cámaras de gas y los crematorios porque las tropas soviéticas estaban muy cerca y no querían dejar evidencia. Un médico judío me ayudó mucho, permanecí en la enfermería, hasta que los alemanes evacuaron el campo. De no ser por eso me habrían matado”.

Y aunque este sufrimiento parecía no tener fin, estaba a punto de culminar. “Teníamos rumores de que los aliados estaban avanzando, que ganaban la guerra, pero eso no era ningún aliciente, pensábamos que nos iban a matar a todos. En la mañana del 27 de enero vimos un movimiento en la nieve, era gente que se movía con sábanas blancas, eran los soldados rusos que avanzaban. En Auschwitz pesé 38 kilos, era un esqueleto cuando me liberaron y de los 1.800 judíos que salimos de Rodas nos salvamos 150”.

El infierno había terminado, muchos alemanes huyeron, otros fueron capturados y unos más abatidos. “Volví a Rodas a ver si encontraba a un familiar. No encontré a nadie, pero me enteré, a través de la radio del Vaticano, que un hermano mío, Moisés, estaba en Roma. Dos años después vinimos a Argentina, un hermano (Hizkiá) estaba aquí desde antes de la guerra”.


Fin del silencio

 

 

Dicen quienes conocen a David Galante que luego de su liberación duró 50 años en silencio. Sólo pensaba en rehacer su vida y para ello se vinculó a una fábrica de bicicletas en Buenos Aires. Durante todo ese tiempo se enamoró de Raquel, su esposa, con quien tuvo a Sandra y Ezequiel, quienes a su vez le dieron a sus nietos Daniel y Yamit.

No hablé sino hasta 1995, me costaba mucho. En ese entonces se comentaba la película La lista de Schindler y la gente quería saber más de lo que pasó. Entonces nos juntamos un grupo de sobrevivientes y empezamos a contar. Se fundó en Argentina la Fundación Memoria del Holocausto y ahora trabajamos con testimonios”, asevera. “Discutí con Dios, pero en el fondo sabía que lo que me hicieron en Auschwitz lo hicieron los hombres”, explica.

Ahora que el mundo conmemora 65 años del fin de ese campo de exterminio, este hombre reconoce que, aunque duerme tranquilo, no todos los sobrevivientes han logrado superar el trauma. “Hay gente que no quiso tener hijos por temor a que les ocurriera lo mismo que a ellos”.

Finalmente, este judío insta a quienes administran el mundo a conocer historias como la suya para evitar desgracias. “La humanidad no ha aprendido la lección. Después de la II Guerra Mundial pensé que no iba a haber más guerras. Sin embargo, los genocidios siguen. El mundo debe aprender de esto para que no se repita y nuestros hijos tengan un mundo mejor”.

El Museo del Holocausto de Buenos Aires

 

Considerado como el único de su tipo en Suramérica, el Museo del Holocausto de Buenos Aires desarrolla a través de textos e imágenes los sucesos antes, durante y después de la Segunda Guerra Mundial. Además, cuenta con muestras itinerantes propias y de museos de Estados Unidos e Israel. También produce materiales educativos para docentes y alumnos, como son ‘El Holocausto en 10 láminas’ y la revista académica Nuestra Memoria, editada de manera ininterrumpida desde 1994.

Tomado del periodico el Espectador de colombia.



Los que se bajan del arca…

Algunas personas dejan de lado el noajismo y regresan a las oscuras sendas de la idolatría, del engaño, de la esclavitud, de la oscuridad, del saber que se vive en mentiras pero callar y mirar a otro lado, etc.

Razones, se pueden dar varias.

Está el ex «algo» en el mundo evangélico/mesiánico, etc., que ahora ya no ocupa cargo de honor, que no curra con diezmos y otras ofrendas mal habidas, que no se regodea más con el poder decidir por los demás. Entonces, el afán lo hace regresar al púlpito manchado de sangre y maldad.
Es que el EGO es muy poderoso, anhela dinero, poder, renombre, el gustito de sentirse por un rato algo más que el prójimo.
Así como el dinero que entraba a raudales y ya no entra más, desde que se dejó de lado el engaño y estafa de vivir de las religiones.

Está aquel que se siente presionado por su familia, por su pareja, por sus padres, por el medio social. En todos lados se ve rodeado de seguidores del colgado, de tal o cual versión o secta.
Lo atiborran de quejas, reclamos, amenazas, maldiciones; lo seducen con promesas, habladurías, etc.
Cansado de pelear contra todo y todos, de ser incomprendido, de ser sometido a todo tipo de vejámenes, el noájida decide tirar la toalla, bajar los brazos y retornar al rebaño de las ovejas que ciegamente corren felices al matadero espiritual.

Está aquel que siente que vivir como Dios reclama del gentil es demasiado pesado, pues implica una casi total libertad acompañada de una inmensa responsabilidad.
No creen soportarlo.
Es que parece que no todos están preparados para vivir como Dios quiere, con madurez, con actitud positiva, con empeño, con criterio, como constructor constante de Shalom.
Prefieren la tibia cunita y los pañalcitos de la religión, que les pegan palmaditas en el traserito cuando hacen algo que al papá pastor desagrada pero luego dan una rica mamadera (biberón) llena de promesas que nunca se cumplirán.

Están también los que se desaniman porque no tienen las herramientas como para vivir sin las viejas argucias de la religión ni los modelos conocidos de la misma.
Ejemplo, allá cantaban sus cancioncitas religiosas, ahora… ¿qué harán?
Ejemplo, allá tenían su liturgia preparada, «sus levanta tu mano», sus «dí amén hermano»… ¿y ahora?
No ven cómo hacer para seguir con las antiguas payasadas, pero las extrañan.

Están aquellos que se ofenden, solamente por cuestiones de EGO, y entonces dando portazos vuelven al hedor que conocen como hogar.

Están los que dicen tener visiones, sueños, profecías revelaciones, y otros delirios más (o quizás engaños para justificarse ante otros y ante el espejo), que les dicen del mesiansmo milagroso y mágico de Jesús.

Están los que son como adictos, que han pasado por la rehabilitación, pero luego vuelven a caer en esa droga tóxica, mortal, llamada religión.

Y así, podremos ir viendo entre nuestros conocidos, familiares, visitantes, etc. decenas de excusas, de argumentos falaces que los hacen descender del arca de salvación llamada noajismo, para retornar a sendas de dolor y miseria, pero aderezadas con sonrisas y mucha palabrería.

¿Tienes tú algo para aportar para rectificar tal estado de cosas?

Resp. 703 – Leyes Noájidas en la Torá?

Bachita nos consulta:

Hay alguna razón por la que las 7 Leyes Universales no son explícitas en la Toráh , igual que los 10 Mandamientos?.
Bachita Calahorrano, 63, comerciante, Quito,Ecuador

Seguir leyendo Resp. 703 – Leyes Noájidas en la Torá?

El consejo diario 287

Por cada ladrillo que cimentes en la sagrada obra de la construcción de Shalom,
tendrás diez piqueteros dispuestos a derribarlo.

Son tanto tus opositores internos (emociones, creencias, ideas, costumbres, deseos, especialmente el EGO),
como de los externos (cónyuge, padres, familia, amigos, colegas, conocidos, ex-amigos, enamorados, iglesia, TV, etc.).

Depende de ti si continúas siendo socio de Dios en la tarea sagrada que te compete,
o si te dejas llevar por la corriente contraria.

La Generosidad y la ayuda al necesitado

Todos hemos escuchado las palabras:

Caridad, justicia social, bondad, generosidad, compasión, misericordia, piedad, humanidad, sensibilidad, ternura, beneficencia, amor, cariño, atención.

Pero, de esas lindas y hermosas palabras, ¿cuántas verdaderamente hemos internalizado en nuestras vidas y la hemos llevado a la práctica?

Existen muchisimas formas de llevar a la práctica cada una de esas palabras, pero ¿las hemos llevado todas a la práctica?

Para ser sincero existen de éstas palabras muchas que sólo las he escuchado, tengo una idea de lo que puedan significar, pero como no las he practicado, no se lo que significan, con excepción de lo que nos dice el diccionario.

En mi sincero agradecimiento, primeramente al Eterno por darnos la vida (y todo lo que tenemos), y sucesivamente al que tuvo la iniciativa por las páginas serjudio.com y fulvida.com, yo tengo que llevar a la realidad (y a la práctica) tanto las palabras que coloqué al inicio, así como también cada una de éstas enseñanzas que aparecen en la siguiente recopilación:

1. Tzedaká-caridad en el Talmud
http://serjudio.com/rap1301_1350/rap1322.htm

2. Un saludo
http://serjudio.com/rap3051a3100/rap3083.htm

3. Dónde empieza la tzedaká-caridad
http://serjudio.com/rap1301_1350/rap1321.htm

4. ¿Diezmos y gentiles?
http://serjudio.com/rap3101a3150/rap3126.htm

5. Tzedaká: bendición en todo
http://serjudio.com/rap3151a3200/rap3168.htm

6. Dinero y empatía
http://serjudio.com/rap1951_2000/rap1987.htm

7. Quiero ser tzaddik
http://serjudio.com/rap1851_1900/rap1881.htm

8. Resp. 3540 – Pobres y necesitados
http://serjudio.com/respuestas-a-preguntas/resp-3540-pobres-y-necesitados

9. Agradecer y retribuir
http://serjudio.com/rap2051_2100/rap2083.htm

10. El diezmo gentil
http://serjudio.com/rap1951_2000/rap1998.htm

11. Resp. 517 – Negarse a Prestar Dinero?
http://fulvida.com/respuestas-a-preguntas/resp-517-negarse-a-prestar-dinero

12. Resp. 508 – ¿Que debo hacer con las ganancias de mi negocio?
http://fulvida.com/respuestas-a-preguntas/resp-508-%C2%BFque-debo-hacer-con-las-ganancias-de-mi-negocio

Dicho sea de paso, que no tengo idea si coloqué el título correcto, pero escucho sugerencias, comentarios y proposiciones para colocarle a ésta publicación un nuevo nombre.

Que el Eterno te bendiga y te aparte de la idolatría.

Atentamente.

Ing. David R. Fernández U.

Maracaibo-Edo. Zulia-Venezuela.