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http://fulvida.com/ajenos/misioneros/el-falso-nuevo-testamento
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Gloria Win nos consulta:
Hola… desde Tijuana pregunto, qué es ser Noájida? Tengo tiempo esperando una respuesta directa de alguien que me diga por qué no debo creer en esos grupos mesiánicos y mucho menos en Yahshúa como Mesías. Deseo una respuesta concreta y directa de la persona que lea este correo, lo ruego con toda mi
Gloria Rendón Alvarez
roosario nos consulta:
yo no estoy segura de que religion soy , ya que yo no creo en un dios , me gustaria si me pudieran decir costumbres y creencias judias . muchisimas gracias!
rosario bermejo 12 estudiante hurlingham argentina
El inspirado salmista pareciera contradecirse:
«Cuando contemplo Tus cielos, obra de Tus dedos, la luna y las estrellas que Tú has formado, digo: ¿Qué es el hombre, para que de él Te acuerdes; y la persona, para que lo visites?»
(Tehilim / Salmos 8:4-5)
El hombre es pequeño ante la magnanimidad de la naturaleza.
Es un granito de polvo distante, en medio de una orquesta inmensa y bella.
El hombre es cual nada, una ínfima presencia ignota e ignorada.
Tal como profundiza en el pasaje que menciona:
«Oh Eterno, ¿qué es el hombre para que pienses en él? ¿Qué es el hijo del hombre para que lo estimes?
El hombre es semejante a un soplo; sus días son como la sombra que pasa.»
(Tehilim / Salmos 144:3-4)
Pero, el mismo salmista dice que somos como ángeles:
«Lo has hecho un poco menor que los ángeles y le has coronado de gloria y de honra.
Le has hecho señorear sobre las obras de Tus manos; todo lo has puesto debajo de sus pies»
(Tehilim / Salmos 8:6-7)
¿Acaso es una contradicción?
En realidad, el salmista hace dos movimientos complementarios, que en nada se contradicen.
Por un lado reconoce la pequeñez humana, pero inmediatamente testimonia la grandeza que radica en el humano.
Una grandeza que no está en su magnitud física,
ni en su potencia material,
sino en eso inasible q es el espíritu…
La belleza de la persona,
más allá de la máscara y las cáscaras,
está en saberse hijo del Eterno y actuar como tal.
Porque cuando se introduce en Torá y vive con el cumplimiento de los preceptos,
entonces está desplegando la hermosura y grandiosidad que está en nuestra esencia.
Cuando se aparta de esta Buena Senda, se encuentra reflejado en estas palabras:
«Pues yo era ignorante y no entendía; yo era como un animal delante de Ti.»
(Tehilim / Salmos 73:22)
¿No es un pensamiento arrobador?
En una conversación que mantuvimos hoy, un noájida me hizo alguna pregunta que llevaba tufillo a doctrina perniciosa de falso judío falsamente mesiánico.
Las típicas confusiones y palabrerías que esconden la vileza de una doctrina de perdición, pero que se arropan como si fueran de santidad.
Al indagar al respecto, el noájida admitió que realmente era la palabrería de un «mesiánico».
Mi respuesta fue algo así como: «Si está buscando la Verdad y la Buena Senda, ¿qué hace leyendo e investigando en palabras de mentira y perdición?»
Este es mi consejo para todo noájida y judío, para todo fiel del Eterno.
Si quieres saber y aprender lo que te corresponde y compete, NO busques en el pozo vacío de agua pero lleno de veneno que es la ideología «mesiánica».
¿Qué ganas inspeccionando los escritos de los propagandistas de la fe mentirosa?
¿Crees que te acercas a tu esencia luminosa si te enlodas en las filosofías idolátricas y corruptas?
Por tanto, oigamos y atendamos las palabras del inspirado David:
«Apártate del mal y haz el bien»
(Tehilim / Salmos 34:15)
Ambas secciones del consejo del salmista deben ser puestas en práctica.
Apártate del mal: aléjate de los falsos judíos falsamente mesiánicos, de los netzaritas, ebionitas, judíos por Jesús, y cualquier otro propalador de idolatría más o menos encubierta.
Apártate del foco de infección espiritual.
Rompe las cadenas que te vinculan con el error y el pecado.
Toma distancia de todo lo que es anti-Torá, porque siguen al personaje que llaman Jesús o Yeshuah (o con cualquiera de sus alias).
Es necesario, imprescindible que te apartes del mal, pero no es suficiente, también debes hacer el bien.
Es decir, busca maestros que te enseñen aquellas porciones de Torá que son aptas para ti. Profundiza en el estudio de los mandamientos universales y sus derivados. Actúa con moderación y equilibrio, con bondad y justicia, siguiendo las pautas que desde la Torá emanan para ti. Dedica tu vida al esfuerzo de construir Shalom.
Ambas secciones del consejo son indispensables, recuérdalo.
Tenlo presente para la próxima vez que entables conversación con un emisario de la confusión y del horror, alias misionero, alias falso judío falsamente mesiánico.
Estás poniendo en riesgo tu vida, tu integridad, tu Shalom. Tanto en Este Mundo, como en la Eternidad.
FELICIDADES MORE Y ESPERO QUE HAYA TENIDO UN
EXCELENTE SHABBAT !!!
Le escribo antetodo para darle mis sinceros agradecimientos por las enseñanzas que me ha brindado y que han repercutido de manera favorable en mi casa. Quiero contarle que hasta ahora hemos tenido mucho exito con nuestro hijo en cuanto a las nuevas cosas que le hemos inculcado, ya le enseñamos a orarle al Eterno sin gestos ni nada que se le parezca, asi como tambien ha comprendido el porque NO a las novenas, a los villancicos y en general a la navidad, y todo esto en gran parte se lo debo a ud. a sus palabras, a sus respuestas tan apropiadas y tan a tiempo: MIL GRACIAS MORE y MIL GRACIAS AL ETERNO porque permitio que Alvaro se cruzara con ud., porq insistentemente y con mucha paciencia el me comenzo a indicar el camino, porque aqui estoy cada vez mas contenta y creamelo, es indescriptible la emocion que siento, es como cuando uno se enamora por primera vez (como cuando me enamore de Alvaro) se siente una fuerte emocion viva y radiante a cada instante y cada vez se hace mas fuerte … No tengo mas palabras, se que ud comprende lo que con palabras trata de decir mi corazon, en todo caso MIL GRACIAS MORE… DIOS LO BENDIGA.
Por otro lado estoy confundida acerca del januca, antes de preguntarle he leido algunos articulos que estan en fulvida, pero quisiera saber con precision que esta permitido y que no. Ya le he dicho en mis anteriores correos, esta vez quiero hacer las cosas correctamente, no por la tradicion ni por el consumismo de la epoca, sino porque con mis actos y mi nuevo proceder agrado a Dios y voy dando poco a poco testimonio de vida.
Entonces cuenteme si adornar con luces esta bien o no, el arbol, que restricciones o que cosas deben y no deben ser … Por supuesto tengo completamente claro que el pesebre NO, pero de lo demas que si y que no. Deme una guia por favor.
Ya sabe More, sus palabras y enseñanzas son muy valiosas para mi.
Con respeto y mucho cariño
PD1. su respuesta es muy importante para mi. A modo de anecdota le cuento que es la primera vez que no hago nada en diciembre (de lo tradicional alusivo a la navidad y a la temporada) pues por ahora ud es la unica fuente que tengo para ir lo mejor posible por el camino de la rectitud en mi espiritualidad.
PD2. le cuento que mi esposo se puso en contacto con Hernan Juri, un noajida de aca de Cali para que celebremos juntos a la manera que debe ser el januca, parece ser que este se va a poner el contacto con otros noajidas y por primera vez vamos a pasar una excelente temporada …
Bendito sea el eterno y alabado por ello.
Felíz día :)
Diana Hurtado
Colombia
Es importante tener presente que hay muchas cosas que aprender y mucho que andar y compartir en la vida que el Señor nuestro Dios nos da en este mundo, por ello doy gracias primeramente al Eterno por la sabiduría y sencillez que ha puesto en las enseñanzas del More Yehuda Ribco quien con esa pluma sencilla trae a nuestras vidas la enseñanza de un camino al cual Hashem nos llama a andar como Justos, por ello pido al Eterno grandes bendiciones que multipliquen la sabiduría para tratar cada asunto de la vida que comparte con todos aquellos que hemos visto la Luz del Eterno a través de sus enseñanzas, Publicado con autorización del More Yehuda Ribco
II.- CUATRO NIVELES DE SINCERO ARREPENTIMIENTO
GENESIS 44:23
Lic. Yehuda Ribco Shabbat: Tevet 7, 5766; 6/1/06
Un comentario a la Parashá Vaigash
Esencia y máscaras
En la parashá de esta semana, los hermanos, más específicamente Yehudá el líder, recuerdan que Iosef, en su personificación del mandamás egipcio, había dicho:
«‘…Si vuestro hermano menor no viene con vosotros, no veréis más mi cara…'» (Bereshit / Génesis 44:23)
En cierta manera, estas palabras eran su reto, su prueba hacia los hermanos.
Pues, ellos debían demostrar que existía el tal hermano menor que ellos habían mencionado, pero que estaba ausente. Además, debían exhibir que eran capaces de viajar con suficiente armonía como para traerlo en paz hasta Egipto. Que habían cambiado y que ya no eran los hermanos pendencieros y envidiosos que lo habían lanzado a él al oscuro pozo y a la dura esclavitud.
Además, era también una manera para poder reconocer que el padre y el hermano menor confiaban lo suficiente en ellos como para admitir este viaje en conjunto. Pues, si padre o hermano menor desconfiaban de la honorabilidad de los hermanos, difícilmente el hermanito viajaría con ellos.
En cierta manera, la frase que citamos era también algo así como su amenaza hacia los hermanos. Pues de no traer al hermano, no habría realmente comida.
Además, ellos estarían demostrando que no eran dignos de confianza, pues decían algo y luego no lo cumplían. Y además, era la clara amenaza de que terminarían en prisión de por vida, o algo peor, si aparecían nuevamente en Egipto sin Benjamín.
Pero, en cierta manera este enunciado de Iosef era también una profunda enseñanza hacia sus hermanos (y de paso para nosotros). Tal como si les estuviera diciendo:
Ustedes que no supieron comportarse correctamente con el hermano menor en el pasado, tienen ahora la oportunidad de redimirse mediante la teshuvá -el sincero arrepentimiento-. Pueden revivir aquella situación, y tomar ahora una decisión errónea como antaño, o una acertada que cambiará para siempre sus vidas.
Si escogen bien, se limpiarán de una enorme carga, de mucho resentimiento y dolor.
La decisión depende exclusivamente de ustedes, son ustedes los que escogerán si me volverán a ver como hombres íntegros o si continuarán cargando su pesada culpa de por vida.
Cuando dijo «…no volveréis a ver mi rostro…», la idea era que eventualmente volverían a ver al príncipe egipcio, que era la careta más imponente que ocultaba la verdadera personalidad de Iosef; pero, para volver a ver a Iosef el hermano, al Yo Auténtico, ellos debían hacer teshuvá, y ese era el mensaje oculto de la frase.
Y he aquí una gran enseñanza para nosotros. Si nos concentramos en lo esencial y hacemos lo correcto para obtener bendiciones de paz, la serenidad insuflará vida a en nuestras vidas. Si nos enfocamos en nuestro Yo Esencial o Auténtico para comunicarnos con el Yo Auténtico del prójimo, sin dejarnos engañar por los Yoes Vividos1, por las caretas que nos ponemos por miedo, entonces lograremos un enlace vital que nos fortalece. Si hacemos que nuestro hermano menor, aquel que no está contaminado por los valores pasajeros, por las modas, por los adoctrinamientos, ese hermano menor que permanece casto y puro, si hacemos que él vaya con nosotros, que se manifieste, entonces podremos hallar el verdadero rostro de nosotros y de nuestro semejante.
Es un hecho que todos cargamos con algún resentimiento, más o menos profundo, más o menos consciente, más o menos activo y perjudicial. Desde incluso antes de nacer nos van depositando sentimientos, ideales, sueños, agresiones, libretos que no son nuestros, pero que se van convirtiendo en una máscara que encubre nuestra auténtica identidad. Nos vamos familiarizando con las máscaras de aquellos que nos rodean y vamos por la vida creyendo que las máscaras que presentamos son nuestra identidad. ¡Pero ciertamente que esto no es así! Nuestra identidad esencial no se ve disminuida o crece con los influjos externos, es un núcleo estable y permanente (incluso nos sobrevive luego de la muerte a Este Mundo). Pero tristemente la mayoría vivimos una vida de engaños, voluntarios pero en general involuntarios, y provocados por enfocarnos en las máscaras en vez de en la identidad esencial. Como esas máscaras nacen a partir de las máscaras de los otros, nuestros sentimientos de los sentimientos de otros, nuestros pensamientos negativos de pensamientos negativos de otros, etc., debemos hacer un profundo proceso de reparación, de teshuvá, para retornar a nuestra esencia y de esa manera hacer nuestra parte para redimir al mundo.
«Teshuvá», en el contexto de valores y ética se traduce generalmente como «arrepentimiento». También puede ser entendida como «respuesta» o como «reparación».
Todas estas acepciones que de cierta manera ya hemos usado hasta ahora, pero de hecho, la traducción literal es «retorno». ¿A qué o quién retorna el que retorna, el que hace teshuvá? Pues, retorna a su auténtica identidad, a su Yo Esencial, a la chispa de divinidad que nos da vida. Retornando, reencontrando cada uno de nosotros nuestro Yo Esencial, estamos también encontrando el camino para cumplir cabalmente el mandamiento que nos dice:
“… [Haz de saber que] Yo soy, el Eterno tu Elokim que te saqué de la tierra de Egipto, de la casa de esclavitud…» (Shemot / Éxodo 20:2)
En nosotros está continuar liberarnos o seguir siendo los esclavos del sentimiento adverso, y así ir por la vida como un derrotado, que no está libre para gozar y crecer. Padeciendo esclavitud emocional, mental y espiritual, que nos llevará a in-cumplir de cierta manera el precepto que nos ordena:
«…No tendrás dioses [poderes] ajenos delante de Mí…» (Shemot / Éxodo 20:3)
¿Cómo es esto? Pues, el que está esclavo de «poderes ajenos», que es adicto a todo tipo de dependencias (personas, cultos tóxicos, Jesús, drogas, Internet, fama, dinero, etc.), está ante-poniendo su «droga» al Eterno. Por ejemplo, el ambicioso que está fervientemente detrás de la adquisición de dinero, ¿acaso es íntegro de corazón y acciones para con el Eterno? Quizás sea una buena persona, excelente ser humano y hasta alma caritativa, pero si su fervor está puesto en el dinero, está esclavo de su dependencia. Tal como este esclavo, son todos los otros que dependen (en un sentido profundo y existencial) de valores, objetos o personas que no son el Eterno.
Aprendamos entonces que está en nosotros el optar por dejar el pesado pero conocido camino del dolor, para comenzar el del retorno, y posterior crecimiento.
Aprendamos a vivir menos nuestras máscaras, y menos a juzgar las máscaras de nuestro prójimo, para poder re-encontrarnos un poco más con el prójimo verdadero y con nuestro Yo verdadero.
Para lograrlo, primero debemos hacer caso al salmista:
«…Apártate del mal y haz el bien…» (Tehilim / Salmos 37:27)
Cuatro son los niveles para comprender este profundo consejo, tal como cuatro son las etapas para desarrollar este versículo a plenitud en nuestras vidas4:
En nuestro interior así como en el mundo, el mal está mezclado y confundido con el bien. Recordemos que el fruto del árbol del Conocimiento se llamaba «del bien y del mal» (Bereshit / Génesis 2:9), es decir, de ambos confundidos en un sólo elemento. Si hubiera sido solamente fruto para conocer el mal, el Eterno no se habría avergonzado de mencionarlo así… Siendo que la luz y la oscuridad se funden en un abrazo caótico (Bereshit / Génesis 1:4), ¿cómo discernir a simple vista cuál parte del fruto es para bien y cuál no lo es?
El primer paso para crecer es darse cuenta de este hecho: a veces lo que llamamos «bueno» es tan solamente una apariencia de bien, y lo que consideramos «malo» en su esencia tampoco lo es. Cuando no podemos discernir lo que es luz de lo que es oscuridad, no hallamos oportunidades de crecimiento, estamos varados y en caos (Ieshaiá / Isaías 57:20). Por eso es imprescindible aprender a diferenciar realmente lo bueno de lo que no lo es, sin engaños, sin trampas al solitario, sin mediatintas. Saber esto, es el primer paso.
En la práctica es hacer el esfuerzo consciente para cumplir los preceptos «de no hacer» y cumplir los «harás», sin dar excusas ni justificaciones para no cumplir unos u otros.8 – 47:27
1. Por ejemplo: darte cuenta que puedes estar guardando rencor en tu corazón y que por consiguiente no estás amando realmente a tu prójimo como a ti mismo2.
2. El segundo paso es apartarse de lo negativo ANTES de proceder a hacer lo bueno. Es como tener un campo para arar y sembrar pero que está plagado de malas hierbas, que absorberán todos los nutrientes que destinemos a nuestro sembradío y no le darán oportunidad de vivir.
Así pues, en ocasiones la destrucción es imprescindible paso previo para le construcción. La crítica es indispensable para el crecimiento.
El extirpar nuestras cualidades nocivas como antesala para poblar nuestro ser de virtudes. Renunciar a pensamientos, palabras y acciones negativas que nos perjudican sin sentido y dañan sin motivo verdadero al prójimo. En la práctica es esforzarse por cumplir los preceptos de «no hacer» y complementarlos de inmediato con los «harás». Por ejemplo: no guardes rencor en tu corazón para que ADEMÁS puedas efectivamente amar a tu prójimo como a ti mismo.
3. Cuando hemos evolucionado un poco más, estamos en condición de vivir esta frase de otra manera, con más dulzura en nuestros juicios, reconociendo que no estamos libres de errores, lo que significa que si cometemos un error o pecado no por ello somos malos. Si llegamos a ser auténticos en esta vivencia, tampoco juzgaremos severamente a nuestro prójimo, y encontraremos la manera de encauzarnos y encauzarlo sin entrar en penosos conflictos o altercados personales.
Mala es la acción, no la persona que la comete (Kohelet / Predicador 7:20).
De esta manera, hacemos bien y en esta acción constructiva nos estamos apartando del mal, pues «…incluso una pequeña luz dispersa una gran oscuridad…» (Jovat HaLevavot 5:5). Al mismo tiempo, cuando actuemos bien no nos henchiremos de falso orgullo, ni nos sentiremos en falta o culposos si no alcanzamos la meta, pues sabemos que el mal siempre está presente, pero vive solamente si nosotros le damos vitalidad. Este tercer nivel no es fácilmente accesible para la persona que no ha desarrollado una personalidad centrada, humilde, pues no es común que se nos enseñe a juzgar con equilibrio ni a ser gratificadores con mesura. Pero si lo alcanzamos, el mal pensamiento, la mala palabra, la mal acción, el mal sentimiento no tendrán mucha fuerza para obstaculizarnos al hacer lo que es bueno. En la práctica es cumplir los preceptos «harás» de tal manera que ya casi no se tenga que necesitar con urgencia ciertos preceptos de los de «no hacer» (especialmente los de índole ética, en relación al prójimo). Por ejemplo: como amas a tu prójimo como a ti mismo con tanta autenticidad y vigor, entonces ya CASI ni siquiera sientes que algún rencor pueda guardarse en tu corazón.
4. Por último, el cuarto nivel es propio de una persona que alcanza a vivir como un tzadik, una persona que hace que su vida gire en torno a la justicia compasiva. Quizás no lleguemos a este nivel, pero podemos actuar algún día con el ánimo de alcanzarlo. ¿Cómo se interpreta y vive el «apartarse del mal para hacer el bien» para este nivel? Es hacer un proceso de conversión o reciclaje, para decirlo en un término moderno. En este nivel se desprende la chispa de divinidad que está en lo malo3, o se descubre la finalidad positiva. Se recicla el desecho en material productivo. Se descubre el valor de lo despreciado. Se usa el poder para el bien. Se confía en el Eterno y no en dependencias endebles que son ídolos vanos. El apartarse entonces no es un alejarse, sino un desvanecer el mal para convertirlo en bien. En este nivel la conciencia está tan limpia de juicios duros, y tan apegada al Eterno, que no ofende ni teme. Cumple con los preceptos de la Torá con integridad y vive a plenitud.
Es, sin dudas, una persona verdaderamente libre. En la práctica es cumplir y ayudar a cumplir los preceptos de «no hacer» y los «harás», porque así el Eterno lo demanda. Por ejemplo: ayudar al que te guarda rencor en su corazón a liberarse de esa carga oscura y deprimente para que ambos puedan amarse mutuamente.
Notas:
1- El Yo Esencial o Auténtico de cada uno es uno y único, una chispa de divinidad que nos forma. Los Yoes Vividos son múltiples en cada persona.
Incluso aquella persona que se aferra a una sola máscara, a un solo Yo Vivido, no deja de estar oculto detrás de diversos antifaces pero que se han amalgamado defectuosamente en uno que representa su personalidad.
2- «…No te vengarás ni guardarás rencor a los hijos de tu pueblo. Amarás a tu prójimo como a ti mismo. Yo soy el Eterno…» (Vaikrá / Levítico 19:18).
3- Recordemos que el mal también es una creación del Eterno, por tanto su finalidad siempre es para bien. A veces no se puede desarrollar la chispa de divinidad en lo negativo, y permanece en oscuridad esperando ser redimida.
4- Cada una de estas etapas o niveles está como rectificación o complemento para cada una de las cuatro personalidades básicas, lea aquí para tener una idea al respecto.
Preguntas y datos para meditar y profundizar:
El Rav Elías Schwartz cuenta en uno de sus textos:
La primera vez que el tren vino a su pequeña aldea, los jasidim decidieron mostrarle a su Rebbe este avance de la civilización moderna. Mientras el Rebbe se aproximaba a la estación, divisó una larga línea negra, fría, anónima y apática de coches encadenados unos con otros. La maquina estaba al frente, fiera en su plenitud de fuego y calor. Su impetuoso humo se elevaba entre las altas nubes. De pronto, con un estruendo poderoso y una bocanada monumental de humo la locomotora comenzó a andar, y la larga línea negra de coches se movía a su paso. Los jasidim entonces preguntaron con curiosa gracias reverente a su maestro: «Rebbe, Rebbe, ¿qué opina usted de esta maravilla?». El sabio hombre hizo un gesto con sus hombros y dijo: «No es muy novedoso… ¿no les resulta familiar que haya uno fuerte y lleno de fuego interior arrastrando tras de sí a una larga fila de sujetos oscuros, fríos, dubitativos y apáticos?».
Tema publicado con la autorización del More Yehuda Ribco
UNO HACE LA DIFERENCIA
Lic. Prof. Yehuda Ribco // Tammuz 22, 5763 – 22/7/2003
Tomado de la Parasha Bemidbar Matot (“Tribus”)
Este corresponde leer la parashá llamada Matot («Tribus») junto a Masei («Etapas»), que son la novena y la última del cuarto tomo de la Torá, el sefer Bemidbar, conocido en español como «Números».
El mundo es tan diverso, son tantas las actividades humanas, variadas líneas de conocimiento nos cruzan, innumerables son los campos de estudio y acción, que difícilmente podemos tener una perspectiva general de lo que está aconteciendo. Seguir leyendo Uno hace la diferencia- Lic. Yehuda Ribco
me refiero a utilizar el viejo testamento como guia espiritual (de cierto modo )¿sera posible?
de antemano agradezco su atencion
atte
luis zarate
cartagena colombia