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Hay Que Actuar Ahora

«Cuando llega el tiempo en que se podría, ha pasado el tiempo en que se pudo.»

— Marie von Ebner-Eschenbach

 

Hace poco encontré esta frase divagando en internet, me llamó bastante la atención y se me hizo imposible no pensar en ustedes y en Fulvida. Lo hice porqué sé (o por lo menos me ha pasado a mi) que alguna vez hemos estado en situaciones en las cuales es necesario actuar de inmediato porque luego puede ser muy tarde.

Tarde para cambiar el mal día por el que estas pasando, tarde para sentirte mejor, tarde para realizar una buena acción, tarde para cambiar tu vida… tarde para cambiar la vida de alguien. Y es increíble, pero a veces hasta tardar 5 minutos significa que ya es tarde! Los momentos precisos para actuar no se buscan, simplemente llegan y por tanto no deben desaprovecharse.

Entonces ¿Qué es lo que tu como Noajida no debes desaprovechar?. Buena pregunta, porque son muchos los momentos que Dios nos regala a diario para aprovecharlos al máximo, superarnos como personas, desafiarnos a nosotros mismos y ver que tan bien o tan mal podemos actuar. Por ejemplo: Cada dia que nos despertamos, es preciso agradecer porque para muchas personas ya fue muy tarde, y nosotros aun tenemos la oportunidad de despertar. Cuando se presenta la oportunidad de un trabajo tan esperado y simplemente por no confiar en nuestras propias capacidades decimos que no, y ya luego es muy tarde porque a lo mejor esa oportunidad se vuelva a aparecer… y así con tantísimas cosas!

Y algo muy importante que debemos tener siempre presente, que es necesario actuar cuando nos encontramos en el camino con personas que necesitan ayuda… especialmente espiritual. Esto no debe confundirse con “profetizar” porque en muchas ocasiones se ha discutido que esa no es una tarea del Noajida, pero lo que si nos concierne a nosotros es construir a diario Shalom y que mejor manera de hacerlo que ayudar a alguien a despertar del mundo idolátrico en el que vive, aprovechando que esta misma persona esta sin querer dispuesta a cambiar, y de acuerdo a lo anterior a veces puede ser demasiado tarde si no se actua en el momento preciso, cuando esa persona se cruza en el camino, cuando Dios mismo la coloca ahí para probar tu capacidad de construir un mundo mejor ayudando a los demás… acá no vale decir, umm tal vez le diga después que existe un lugar llamado Fulvida, cuando termine de hacer esto le digo que hay algo maravilloso que se llama “Ser Noajida”, quizá la otra semana lo invite a mi casa para tomar un té y hablar sobre el tema. No! Porque tal vez luego puede ser muy tarde y esa persona encontrara otras opciones y jamás va a tener la oportunidad de despertar.

Lo mismo sucede con los grupos de fulvida que se encuentran en las diferentes ciudades. El momento de actuar es ahora, las ideas y los proyectos no deben quedarse ni escritos ni en solo palabras, las ganas deben transformarse en hechos porque esa es la única manera de dar a conocer al mundo el estilo de vida que hasta ahora nos ha traido tantas alegrías… y es preciso actuar ahora mismo, porque nuestra labor es construir Shalom!

Entonces, pensemos en cuantas oportunidades hemos perdido en la vida para actuar y pensemos tambien que hoy es un dia para cambiar y no se debe desperdiciar.

 

Siete la base de la plenitud

Los siete mandamientos de Noé/Noaj no deben ser vistos como limitantes; al contrario, representan un extenso código de moralidad.
Son raíces para poblados árboles de reglamentos y virtuosas conductas.
A continuación les presento dos listas que enumeran mandamientos propios de los judíos pero que constituyen reglamentos para los noájidas.
Esta temática la he tratado en otras ocasiones, así que el lector interesado puede buscar en el sitio y en SERJUDIO.com para hallar mucho más del buen pan espiritual noájico.


Las 30 leyes codificados por Samuel ben Hofni Gaon, basadas en la tradición histórica noájica:


  1. Creer en la unicidad de Dios.
  2. No a la idolatría.
  3. No cometer blasfemia.
  4. Elevar los rezos a Dios.
  5. No jurar en falso.
  6. No cometer suicidio.
  7. No asesinar.
  8. No incurrir en adulterio.
  9. Formalizar los matrimonios mediante intercambios de bienes.
  10. No mantener relaciones sexuales incestuosas.
  11. No mantener relaciones coitales homosexuales.
  12. No al bestialismo.
  13. No castrar.
  14. No comer de un animal muerto naturalmente.
  15. No comer el miembro de un animal vivo.
  16. No comer ni beber sangre.
  17. No cruzar especies de animales.
  18. Administrar justicia
  19. Ofrecer sacrificios a Dios, como está estipulado.
  20. No robar.
  21. Respetar al padre y la madre.
  22. No adorar al Molej/Moloc (sacrificios infantiles).
  23. No a la brujería.
  24. No consultar adivinos.
  25. No hacer conjuros.
  26. No realizar hechicerías.
  27. No consultar a los médium.
  28. No consultar espíritus negativos.
  29. No practicar magia.
  30. No a la nigromancia.

Esta es la lista moderna basada en una comparación de los preceptos noájicos con los judaicos, fue elaborada por el Doctor A. Lichtenstein, de acuerdo a Maimónides.

Primer fundamento: No idolatría

  1. Prohibido pensar en la posibilidad de que exista una deidad que no sea Dios, el Uno y Único.

  2. Prohibido hacerse, o mandar a hacer, cualquier imagen con fines de adorarla.

  3. Prohibido hacer ídolos para uso de otros.

  4. Prohibido hacer cualquier escultura (de las vedadas), aunque no sean expresamente con fines idolátricos.

  5. Prohibido jurar por cualquier falsa deidad, ni adorarla, ni ofrendarle cualquier cosa, ni realizar ningún ritual religioso frente a un ídolo, incluso aunque no sea el acto habitual de adorarlo.

  6. Prohibido adorar cualquier idolatría de acuerdo a sus ritos corrientes.

  7. Prohibido sacrificar a los hijos, o hacerlos pasar por el fuego, en honor al Molej/Moloc.

  8. Prohibido la práctica y consulta de Ov.

  9. Prohibido la práctica y consulta de Iddoni.

  10. Prohibido recurrir a cualquier cosa idolátrica, sea de palabra, pensamiento, acción o cualquier otra cosa que pueda inducir a apartarse de Dios.

Segundo fundamento: No blasfemar

  1. Reconocer la existencia del Eterno.

  2. Reverenciar a Dios.

  3. Rezarle a Dios.

  4. Santificar el Santo Nombre de Dios, incluso a través del martirio.

  5. Prohibido execrar el Santo Nombre de Dios, aunque se llegue al martirio.

  6. Estudiar las partes permitidas de la Torá.

  7. Honrar a los sabios de la Torá, y respetar a los maestros propios.

  8. Prohibición de maldecir (proferir insultos).

Tercer fundamento: No robar

  1. Prohibido hurtar (en secreto).

  2. Prohibido robar (abiertamente).

  3. Prohibido usurpar.

  4. Prohibido estafar (mentir).

  5. Prohibido negarse a pagar lo que se adeuda.

  6. Prohibido cobrar de más.

  7. Prohibido codiciar.

  8. Prohibido desear lo ajeno.

  9. Permitir al obrero comer de los frutos de su labor, cuando se dan determinadas condiciones reglamentadas.

  10. Prohibido para el obrero comer de los frutos de su labor, cuando las condiciones no lo habilitan.

  11. Prohibido para el obrero llevarse los frutos de su labor, deben ser ingeridas en el lugar de trabajo.

  12. Prohibido secuestrar.

  13. Prohibido usar falsos pesos y medidas.

  14. Prohibido poseer falsos pesos y medidas.

  15. Se debe ser exacto en el uso de pesos y medidas.

  16. El ladrón debe devolver, o pagar por, lo que ha robado.

Cuarto fundamento: No asesinar

  1. Prohibido asesinar a cualquier persona (asesinato no es lo mismo que matar o ajusticiar).

Quinto fundamento: No relaciones sexuales ilícitas

  1. Prohibido copular con la madre.

  2. Prohibido copular con la hermana.

  3. Prohibido copular con la esposa del padre.

  4. Prohibido copular con la esposa de otro hombre.

  5. Prohibido copular un hombre con un animal.

  6. Prohibido copular una mujer con un animal.

  7. Prohibido mantener relaciones sexuales homosexuales masculinas.

  8. Prohibido mantener relaciones sexuales un hombre con su padre.

  9. Prohibido mantener relaciones sexuales con el hermano del padre.

  10. Prohibido ponerse en cualquier situación que pueda derivar en un acto sexual prohibido.

Sexto fundamento: Establecer cortes de justicia

  1. Designar jueces y oficiales de justicia en cada una de las comunidades.

  2. Tratar con igualdad a los litigantes.

  3. Indagar diligentemente en el testimonio de los testigos.

  4. Prohibido proceder maliciosamente contra alguno de los litigantes.

  5. Prohibido que el juez reciba regalos o sobornos de los litigantes.

  6. Prohibido que el juez honre a uno de los litigantes en juicio.

  7. Prohibido que el juez actúe movido por el temor a uno de los litigantes.

  8. Prohibido que el juez llevado por su compasión favorezca a un litigante pobre.

  9. Prohibido que el juez discrimine a un litigante porque sea un pecador.

  10. Prohibido que el juez, llevado por su debilidad, no imponga las penas justas y apropiadas.

  11. Prohibido que el juez discrimine contra el extranjero, el desamparado o el huérfano.

  12. Prohibido que el juez oiga la declaración de uno de los litigantes en ausencia del otro.

  13. Prohibido designar a un juez con reconocida ignorancia de la ley.

  14. Prohibido incriminar bajo evidencia circunstancial.

  15. Prohibido castigar por delitos cometidos bajo coerción.

  16. La corte es la capacitada para administrar la pena capital.

  17. Prohibido que la ley sea tomada bajo propia mano, vengarse.

  18. Obligación de prestar testimonio en la corte.

  19. Prohibido prestar falso testimonio.

Séptimo fundamento: No comer partes de un animal con vida

  1. Prohibido comer partes de un animal que esté con vida.

  2. Prohibido comer partes de un animal que haya sido matado por otro animal.

Noajismo y equilibrio Mundial

Amigos apreciados ¿que les parece el Noajismo?, la herencia que nuestro antepasado Noaj recibió por parte del Todopoderoso después del diluvio, las 7 leyes que dan al mundo estabilidad y verdadero progreso además de ser la voluntad del Eterno para con las Naciones del mundo, ¿Qué les parecen estas sencillas pero profundas y benditas leyes?

Para quien ha saboreado la estabilidad el confort que da el cumplir con estos Mandamientos, podrá decir que es realmente edificante y constructivo cumplir con estas leyes además que su efectividad para dar equilibrio a la existencia es por demás notable, pero para aquel que aun no pondera realmente el significado de estos Mandamientos y por lo tanto no los cumple podrá decir que son incompletos hasta inútiles, obviamente esto es causa de una opinión nacida de la ignorancia y de un prejuicio basado en una idea relacionada con conceptos religiosos que ha diseñado el hombre a través de los tiempos, por supuesto que estos preconceptos no son atinados ni mucho menos ciertos, pero tomemos un ejemplo para dar claridad a esta afirmación y ver realmente lo que pasa a nuestro alrededor y darnos cuenta de que realmente estas 7 leyes aplicadas a la vida cotidiana es lo que compone y rectifica el Mundo.

Tomemos el caso más típico que vemos por aquí:

Personas tratando de ser alguien que no son, tomando algo que no les pertenece, por ejemplo judíos mesiánicos (así dicen llamarse) son personas gentiles que bajo argumentos poco creíbles pero bien elaborados justifican su proceder en algunos pasajes de la Tora o el Tanaj, y toman para sí mismos modos Judíos y se apropian de algo que de ninguna manera les pertenece, amenazando la integridad incluso la misma existencia de un pueblo que ha sido elegido para ser Luz de las Naciones el Pueblo de Israel, personas que adoran a un hombre(jesus) como un Dios pero que disfrazan su creencia en algunas cosas Judías para darle buen rostro a la espantosa mentira que predican.

Y platicar con ellos puede resultar complejo hasta cansado pues arguyen se justifican algunos afirman incluso que Dios mismo les habla para indicarles lo que deben hacer bueno el ego amigos puede hacer que la persona llegue a creer lo mas ilógico de esta tierra, pero su error más grande radica en el incumplimiento de uno de nuestros potentes Mandamientos.

Para comprender esto solo hay que razonar algo muy sencillo, una operación entre particulares, un traspaso de propiedad, que se hace de parte del dueño hacia el nuevo propietario de dicho bien, entonces el dueño actual traspasa el bien mediante un título de propiedad, con el cual el nuevo propietario acredita la legal posesión de dicho bien.

Lo mismo pasa con la Tora, pues esta tiene un depositario alguien que vela por su contenido y de quien el mismo fue otorgado en posesión para ellos hace miles de años.

Para sostener esto atendamos las eternas palabras de la Tora de Israel:

Moshe [Moisés] nos prescribió la Torá, es heredad de la congregación de Iaakov [Jacob].” 

(Devarim / Deuteronomio 33:4)  El subrayado es mío

Estas palabras fueron dictadas por ¡Dios mismo!, el Dueño de todo de absolutamente todo dijo que LA TORA ES ¡HEREDAD! DE ISRAEL no dice de las Naciones o de los mesiánicos o de los cristianos, dice claramente DE ISRAEL.

Y bueno ahí tenemos un “TITULO DE PROPIEDAD” otorgado por el Creador del Universo para con el Pueblo Judío, y es que en estas situaciones de herencias divinas solo las palabras del Rey de reyes son las que valen pues el Dueño de todo de absolutamente todo es Dios mismo, y solo Él puede decir esto es tuyo y esto es de él, nadie puede venir y decir esto es mío y esto es tuyo de acuerdo a su propia voluntad, sobre todo tratándose de asuntos divinos donde Dios pues simplemente es Dios, se comprende?

Entonces ya vemos que el Pueblo Judío tiene el “Titulo de propiedad” de la Tora otorgado por el mismísimo Eterno, entonces que pasa cuando ALGUIEN “NO JUDIO” TOMA PARA SI una letra un ápice de lo que es de Israel, ¿Cómo se le llama a eso? ¿Cómo se le llama cuando alguien toma para sí algo que NO ES DE EL?

¿Cómo se le llama?

Fácil, se le llama ¡ROBO!      

Y el robo es una de las seis prohibiciones de nuestros Mandamientos curioso ¿no?

Para que exista orden, equilibrio, estabilidad y armonía entre todos solo hace falta respetar 7 Eternos Mandamientos que fueron entregados a nuestro ancestro Noaj por parte de Dios mismo.

Si estas personas respetaran lo que no es de ellos, si cumplieran con el Mandamiento “NO ROBAR” este gran mal no existiría, apreciados, si Dios no es humano para equivocarse, y si dio 7 Mandamientos es porque eso es lo que edifica y construye.

Pero cuando la persona cree que Dios es humano o lo enuncia falsamente pensando que puede morir o está sujeto a nuestras leyes, ya está en camino de transgredir los 7 Mandamientos trayendo así caos y miseria a su vida y al mundo entero.

Pero cuando la persona cree en Dios el verdadero Dios que se revelo así mismo a través de la Torá, entonces respetara Su voluntad atrayendo así orden armonía verdadera paz y  bienestar para todos en este Mundo y en el que viene.  

Hasta aquí queda demostrado como los grandes males de la humanidad son a causa del incumplimiento de los 7 Mandamientos, y podríamos escribir miles de hojas para demostrar como las transgresiones a los Mandamientos son lo que originan que la miseria el sufrimiento el miedo sean el pan de cada día de millones de seres humanos, pero si Dios quiere ya habrá oportunidad.

Este texto tiene dedicatoria especial a aquellos que predican en sectas como “judíos mesiánicos”,  “judíos en jesus”, “efraimitas”, “tribus perdidas”, “Israel espiritual” o cualquier otro disparate que se le haya ocurrido a algún trasnochado y extraviado predicador de estas sectas, para demostrarles que andan en el fango y no están haciendo otra cosa más que robar y robar y robar, y que solo hunden a los pobres ingenuos que les creen y los siguen tomando algo que Dios dijo que no es de ellos si no de la santa Nación de Israel, que es Luz de las Naciones, como vemos con nuestro querido More Yehuda Ribco que nos enseña a caminar bajo la Luz del Eterno cumpliendo con nuestros Mandamientos y mejorando así en forma verdadera nuestra existencia y las de los que nos rodean.           

Abrazos para todos mis hermanos Noajidas que respetan sus 7 Mandamientos y que se con certeza que creen en el Uno y Único Dios que creo los cielos y la tierra, y así dan confort a sus vidas verdadero sentido de existencia además de una paz que desborda de su interior hacia el exterior creando así un halo paradisiaco de bondad que los rodea y se percibe ahí en donde quiera que se encuentren.

Saludos!!!!!         

Conversión al judaísmo y estudio de Torá para el gentil en relatos del Talmud

Prestemos atención a un, aparentemente, sencillo y conocido relato verídico del TALMUD:

«Enseñaron nuestros Maestros acerca de un gentil que se presentó ante Shamai (el supremo jefe de la academia que lleva su nombre), y le dijo:
‘¿Cuántas Torot tienen ustedes?’.
Le respondió:
‘Dos, una Torá Escrita y una Torá Oral’.
Le dijo el gentil:
‘La escrita yo te la acepto, pero la oral no la acepto. Conviérteme al judaísmo para que me enseñes Torá Escrita’.
Shamai lo expulsó de inmediato de su presencia de modo tajante.
El gentil fue ante Hillel (el supremo jefe de la academia que lleva su nombre), con similares pretensiones.
Hillel lo convirtió al judaísmo.
Luego le enseñó el alefato:
‘Ésta es una alef, ésta una bet, ésta una guimel, etc.’.
Al día siguiente se lo enseñó pero al revés.
Entonces el reciente converso le reprochó:
‘¿Cómo me dices que es así si ayer me dijiste que era de otra manera?’.
Le respondió el sabio:
‘¿Y tú qué me reprochas a mí? Si confías en mí, aceptarás lo que te enseñe. Que la Torá Oral debes admitirla, también lo aceptarás’.
El converso reconoció su torpeza anterior, fue humilde ante su maestro y aprendió lo que él le enséñó.»

Talmud Babli, Shabat 31a

Hay tantas enseñanzas y consejos de vida en este texto que podríamos escribir un libro, pero quiero centrar en unos pocos puntos, nada más. En aspectos netamente relacionados con pretensiones de gentiles al respecto de estudio de Torá y de cuestiones atinentes en exclusiva a la nación judía.

Ante todo, no podemos dejar de pasar la ignorancia irreverente y casi blasfema del gentil al comienzo del relato.
Él, amparado en su torpeza egoísta, se creía en condiciones como para contradecir a un enorme sabio y además definir qué era lo correcto y qué no en cuestiones de Torá.
¡Por favor!
Eso es de mediocre, de arrogante, de vacío, de débil mental, de pobre de conocimiento y de espíritu… ¿no les parece?
El perfecto extraño y hueco quiere enseñarle al maestro de maestros lo qué era el área de trabajo y vida del maestro… ¿no es de una irreverancia necia y patética?
Este gentil decidió, basado en su ceguera, que sí a una parte de la Torá, pero que no a otra. Y con esa base impuso sus condiciones de cómo habría de ser su conversión al judaísmo.
Me suena mucho a esos que vienen cada dos por tres a decirme que no se convertirán al judaísmo por la vía legal de la ortodoxia, sino que se ampararán en la reforma, en los conservadores, en su fe, en vaya uno a saber en qué… porque ellos creen, ellos escucharon, a ellos les dijeron por allí que las cosas se pueden hacer así como ellos quieren. Que no cuenta la halajá (reglamentación legal vigente), ni las condiciones marcadas claramente por la ley, ni los requerimientos indispensables espirituales… ¡qué les importa a ellos!
Ellos harán lo que les parezca, opinarán lo que se les ocurra, repetirán lo que algún oscuro «rabino» (si es que lo fuera) les dijo, o cosas aún peores, tales como comerse la fantasía burda y tóxica de los falsos judíos mesiánicos o fantoches similares.
Como sea, esa actitud del gentil del relato se suele evidenciar en la actualidad con demasiada frecuencia.
Por supuesto que hay falsos maestros, curreros, fetraficantes, palurdos con título, que puede hacer su dinero y obtener poder vendiendo «conversiones» al judaísmo, inventando pretextos para que la gente se «convierta», y otros etcéteras más. Tales como esos miserables que nos robaron el famoso y lucido nombre de SERJUDIO, para poner su dudosamente legal sitio con similar nombre que el nuestro, pero que lleva a la gente a los más crueles errores, mentiras, engaños y probablemente estafas. Una de esas espantosas mentiras es decir que es obligatorio que el gentil se convierta al judaísmo… y con la astucia típica del serpiente del Edén, con la habilidad para el engaño del timador, usan palabras rebuscadas para «demostrar» su punto de vista. Claramente el entendido reconoce la moneda falsa y la aborrece por vil. Pero, el ignorante, o el apasionado que no mide sus asuntos con la vara correcta, quizás se deja llevar hacia el abismo asqueante de la mentira espiritual y de la estafa.
No faltan los que son ignorantes y se dejan embaucar por los avivados que quieren dinero, o fama, o poder.
Así pues, de esos ignorantes abundan, ¡y cuántos! en la actualidad, que se dejan convencer por los fetraficantes de la secta judía o ajena que sea, para hacer supuestas conversiones al judaísmo, que no son nada más que papeles sin valor, parodias, burlas, engaños, nulos completamente de cualquier valor como verdadera conversión. Y, tristemente, el laico Estado de Israel mira para otro lado y deja que estos no-conversos obtengan derechos que solamente corresponden a verdaderos judíos, sean nacidos o convertidos correctamente.
Pero, gracias a Dios habemos los que como Shamai e Hillel no admiten ni un milímetro de falsedad, que no toleran la mentira, que se oponen al engaño, que llaman a las cosas por su nombre aunque a algunos les haga temblar la verdad.

Este fue el primer tema: los que dicen querer convertirse pero se vienen con un manojo de pretensiones ridículas, de falsas creencias, que difícilmente les facilita el camino a la verdadera conversión al judaísmo.

Pasemos al segundo tema.
Éste tiene que ver con el orden del relato.
Léelo y responde por favor: ¿qué hizo primero el sabio de sabios Hillel, convirtió al gentil o le enseñó Torá?
Pues… ¡ni siquiera le enseñó el alefato, el abecedario hebreo antes de convertirlo!
¡Mucho menos le enseñó o estudio junto a él Torá!
Te recuerdo algunos links, para que retengas en tu mente y corazón y agradezcas que este humilde Moré te alimenta con el buen pan espiritual que te hace bien y bendice:

Esta es una breve recopilación de decenas de textos que publicamos que están avalados y basados en la Torá misma, en la legislación correspondiente, en las palabras de los Sabios de todas las épocas.
Pretender contradecir esto, es como el gentil del cuento que se cree con derecho a opinar y decidir acerca de lo que no sabe y no le compete.
¿No era de infame y tonto inmiscuirse en donde no le corresponde y está prohibido por el mismísimo Dios?

En resumen, el gentil NO DEBE dedicarse al estudio de Torá, ni siquiera al estudio del hebreo (como lengua sacra), sino que eso compete en exclusiva a los que son parte integrante legalmente del pueblo judío.
Pero, claramente el gentil puede estudiar lo que le corresponde de la Torá de Israel, que son las cuestiones que lo refuerzan en el conocimiento y aplicación de los Siete Mandamientos y sus derivados legales, siempre y cuando sean con estricta vigilancia de un maestro judío experto, para que el estudio de buena voluntad no termine derivando en hipocresía y terror.
Esto no es lo que el humilde maestro Yehuda decidió, sino lo que la LEY de Dios ha decretado. Quien quiera oírlo, qué bueno; quien busque excusas para hacer otra cosa… qué malo, aunque sea con buenas intenciones.

Esta prohibición de dedicarse al estudio de Torá incluso se aplica al gentil que está en camino de conversión, pues esta persona puede y debe estudiar acerca de judaísmo, sus fiestas, rituales, el compromiso de cambio de vida que le significará el convertirse a judío; pero, el gentil en proceso de conversión tampoco se dedica al estudio de Torá, tal como tampoco observa el Shabat o festividades según sus reglas respectivas; saben porqué: ¡por qué no le corresponde ni le pertenece!
¡Cuánto menos para el gentil que quiere seguir siendo gentil, con todo su derecho y bendición por eso!

No faltará el avivado de siempre que busca justificar su EGO con cualquier cosa, por supuesto que también con la mentira más sutil o la más burda.
No faltará el que diga que este relato es un cuentito y que el orden no importa y que tal y cual.
Por supuesto, actúa como el gentil del relato, pretendiendo cosas que no son, imponiendo sus falsedades como si fueran verdaderas.
Es lo que hacen siempre, esos pastores del error.

Pero, que no quede en mis palabras, no me creas a mí en nada de lo que te digo por favor, no me creas, sino que analiza, investiga, coteja, pero siempre con personas de altura y valor real, con fuentes originales y ciertas, con lo que puede ser usado para cotejar.
En este caso, te ayudaré con otro relato verídico:

«Otro caso de un gentil que se presentó ante Shamai, a quien le dijo:
‘Conviérteme con la condición de que me digas TODA la Torá mientras me sostengo en un solo pie’.
Shamai lo expulsó con la vara de medición que usaba en la construcción.
El gentil fue ante Hillel con la misma propuesta.
Hillel lo convirtió al judaísmo.
Luego le enseñó Hillel: ‘Lo que te sea odioso a ti no se lo hagas a tu prójimo; esa es la esencia de la Torá completa, ahora vete a estudiar en profundidad el resto’.»
Talmud Babli 31a

Como ves, nuevamente un gentil pretensioso con respecto a las condiciones que impone sobre cuestiones de judaísmo, espiritualidad, vida noájica, etc.
Similar al caso anterior, parecido a cientos o miles que pululan por las calles de ciudades y de internet.
(¿Quizás tú eres o eras uno de ellos? Cuéntame si quieres aquí debajo, en la sección de comentarios).

Y nuevamente el sabio maestro primero lo convierte y luego le enseña la esencia de la Torá y entonces recién le indica que se vaya a estudiarla.
¿Entiendes?
No es el moré Yehuda quien lo dice… ¡esa es la realidad!
De hecho, del propio relato puedes advertir que ni siquiera le enseñó el mandamiento judío (uno de los 613) que dice: «Ama a tu prójimo como a ti mismo», ¡ni siquiera eso le dijo -como mandamiento o estudio- antes de convertirlo legal y realmente a judío!

Tienes mucho para meditar.
Mucho para reparar de tus acciones y creencias tergiversadas.
Mucho para conversar con la gente de tu cercania, para ver si comienzan a hacer las cosas bien, como Dios manda, o si seguirán haciendo las cosas torpes dle necio.

Mi cariño para ti.

 

Sé feliz con tu porción

Encontramos un muy interesante midrash, narración y/o explicación de los Sabios:
Rabí Aba bar Zemina era sastre,. Cierto día fue contratado por un oficial romano. Cuando llegó la hora de comer se le ofreció carne, pero él se negó a aceptarla puesto que no era kosher -apta espiritualmente-.
El dueño de la casa le amenazó: “Si no comes de esta carne que te ofrezco, te mataré”.
El sastre contestó: “Haz conmigo lo que quieras, pero no comeré.”
El gentil sonrió y dijo: “Te diré la verdad. Si hubieras comido de la carne que tu dios te prohibió, hubiera tenido ganas de matarte. Si eres judío, sé judío; si eres gentil, actúa como gentil.”

Sheviit 4:2

No es casual que los sabios plasmaran esta anécdota y la trasmitieran dentro del conjunto de lecciones sagradas de la Tradición.

Entre sus muchas enseñanzas rescatamos una que es fundamental.
Para la persona judía existe una senda que le es propia, que si se desvía de ella se acarrea el mal.
Ese camino para el judío se llama judaísmo, cuya base principal es la Torá con sus 613 mandamientos para los judíos.

Para la persona que no es judía, es decir, para el gentil, existe su propia senda espiritual, alternativa exclusiva para los gentiles.
Ese camino de santidad para los gentiles se denomina noajismo, cuya base fundamental son los Siete Mandamientos para las naciones.

Como expresaron los Sabios a través de esta historia verídica, para que el mundo esté en armonía es necesario que el judío viva como tal, respetando sus propias costumbres y mandamientos; pero es igualmente imprescindible que el gentil viva de acuerdo a su propia idiosincracia espiritual, con apego al cumplimiento de los Siete Mandamientos.
Que el gentil no se aparte ni para un lado ni para otro: que no desbarranque hacia la idolatría o hacia cualquiera de los otros pecados que lo enrumban hacia el abismo; pero que tampoco se crea con derecho o deber para apropiarse de aquello que Dios ha decretado para que sea perpetuamente exclusivo de los judíos.

El gentil tiene los Siete Mandamientos como marco, como base, como raíces, de las cuales se derivan numerosas reglas de vida que muchas veces coinciden con mandamientos que Dios decretó para los judíos. Por ejemplo, Dios no ordenó al noajida “no estafar”, pero es una regla necesaria derivada del mandamiento de “no robar”, que calza perfectamente con alguno de los mandamientos entregados por Dios a los judíos.
Pero, están aquellos mandamientos que Dios ha decretado exclusivos de los judíos, que no pueden ni deben ser tomados por los gentiles. ¿Con qué excusa un gentil puede apropiarse de la herencia y patrimonio de los judíos que Dios determinó exclusivo para ellos?
¿Con qué descaro algun gentil puede pretenderse puro, justo, espiritual, cuando vive usurpan una identidad que le es ajena, aunque se justifique diciendo que lo hace para escalar en santidad?

Así pues, eres gentil, vive como tal.
Conoce los Siete Mandamientos y vívelos.
Conoce los reglamentos derivados y las costumbres que te conciernen y con ellos sé un constructor de Shalom.
En cuanto a lo que pertenece en exclusiva a los judíos, déjaselo a ellos.
Sé feliz, eres noájida.

¿Qué descendió para los gentiles en Sinaí cuando descendió la Torá para los judíos?

En el santo Talmud, recopilación sagrada de la Torá Oral, encontramos el siguiente pasaje que resulta a la vez misterioso y esclarecedor:

«¿Por qué se llama Sinaí al monte (en donde Dios entregó la Torá a los judíos)?
Repondieron los sabios: es el monte en que descendió la envidia/odio (siná) de los gentiles en contra de Israel»
Talmud Babli, Shabbat 89a

Los sabios de la santa Tradición no dejan pasar detalles, ven el bosque pero no dejan de ver el árbol. Ellos quieren saber porqué el monte escogido para ser el lugar en el cual recibió el pueblo judío la Torá se llamaba Sinaí.
Nos dicen algo sorprendente, una verdadera revelación, la palabra «sinaí» deriva de la misma raíz idiomática que «siná», que significa odio al mismo tiempo que envidia.
El monte se llamaba de otra manera, pero cuando Israel recibió a perpetuidad la Torá en ese sitio, el monte fue llamado de otra manera, en alusión a algo trascendente que había ocurrido allí.
Pero, no se le denominó «monte de la luz», ni «monte del encuentro con Dios», ni «monte de la recepción de la Torá»… se le llamó y se le conoce luego de milenios como «monte donde descendió el odio/envidia de los gentiles en contra de Israel«.
Pero, ¿cómo es esto?
Si lo que descendió allí fue la Torá que Dios entregó a perpetuidad como herencia y patrimonio de Israel, ¿cómo nos dicen los sabios santos que lo que descendió fue el odio/envidia?

Debes reconocer que los sabios no se equivocan en asuntos de espiritualidad, si ellos dicen que descendió la «siná» de los gentiles en contra de los judíos, así mismo es.

Odian y envidian a Israel, porque fue el pueblo que se esmeró y se consagró al punto de ser meritorio para recibir la Torá.
Odian y envidian a Israel, porque a pesar de ser una nación débil y pequeña, con muchas desventajas materiales, igualmente pudo ser leal, con sus altibajos, pero nunca habiendo caído tan bajo como el resto de las naciones del mundo.
Odian y envidian a Israel, porque cuando los hebreos eran noájidas (en el tiempo antes de la entrega de la Torá) vivían de acuerdo a los Siete Mandamientos y por eso fueron escogidos para recibir la Torá.
Odian y envidian a los judíos, porque son ellos los dueños perpetuos de la Torá y no las naciones del mundo.
Odian y envidian a los judíos, porque ellos tienen de primera mano un texto sagrado que ellos anhelan para sí, que desean obtener, que quieren ser dueños, que desean leer y estudiar y de no poder hacerlo quemarán el texto y exterminarán a los judíos.

Así ha sido en el pasado y sigue siendo hoy en día.
No han faltado los desgraciados asesinos que llevaron a la muerte más horrenda a judíos, individuos y colectivo, a causa de su odio. Y los sigue habiendo. Ejemplo actuales, los imperialistas árabe-musulmanes; sus atrofiados aliados que se hacen llamar «progesistas», especialmente los eruropeos; los nazis de toda calaña, entre otros miembros de esa fauna vil que infesta el mundo.

No faltan los malvados que no pretenden aniquilar judíos, pero sí erradicar el judaísmo. Promueven la asimilación de los judíos, impiden el pasaje de la tradición de una generación a la siguiente, perturban la vida judía, sin por ello atacar directamente el cuerpo del judío.

Están los otros espantosos enemigos de Dios y de los judíos, que son los que dicen «amar a los judíos», pero actúan de un modo vil y traidor. Son los que se hacen llamar «nuevo israel», «israel espiritual», «israel en cristo», «judíos mesiánicos», entre otros farsantes, piratas de la fe y rebeldes en contra de Dios.
Una clase especial de estos últimos son los noájidas que no pretenden dañar directamente a los judíos, ni agredir al judaísmo, pero su odio interno, su envidia poderosa, su EGO al comando de sus vidas, les impulsan a buscar cosas judías para apropiárselas, para hacerse amos de ellas, para leer Torá, estudiar Torá, actuar a modo de medio-judios, etc., todo con la «sagrada excusa» (tono irónico) de querer hacer las cosas de modo «espiritual»… como «gentiles justos».
Y esta clase de enemigos de Dios van por la vida diciendo que son gentiles justos, cuando no lo son realmente. Porque, niegan la Voluntad de Dios que decretó que la Torá es de Israel y no de los gentiles; el mismo Dios que impuso la ley de que el gentil no debe estudiar Torá, sino dedicarse a conocer y cumplir con los Siete Mandamientos y no otra cosa para llenar de espiritulalidad su vida.
Esta clase de gentil rebuscado, inventor de excusas floridas, eterno víctima de la incomprensión de otros (según fantasea), también odia profundamente a los judíos, y al mismo tiempo los envidia. Quiere ser uno de ellos, quiere convertirse, pero no le da el alma como para hacerlo de la manera legal y correcta. Quiere ser un judío, por eso tiene cien libros de judaísmo en su biblioteca, recita de memoria pasajes talmúdicos, tiene en su ropero su disfraz de judío ortodoxo, usa nombretes judaicos en su facebook, lee y enseña Torá (eso dice hacer), se busca alguna supuesta autoridad judaica que le dé cabida a tales disparates, pero en el fondo, en el triste y patético fondo de su alma, odia intensamente a Dios , a los judíos, y les tiene inmensa envidia.

Qué triste alma… qué desgraciado vagabundear por el mundo, errante y sin sentido, aferrándose a cualquier cosa que le satisfaga el EGO del momento…

Así es amigos queridos, esos gentiles que rechazan la enseñanza santa de que no se entrometan en cosas de Torá, que se creen con «superioridad» para tomar lo que se les antoja de la propiedad de Israel, no hacen otra cosa que seguir viviendo como sus antepasados que se arrodillaban delante del estiércol de la religión: odian y envidian a Israel, y por eso son esclavos de sus EGOS inflados y ávidos, codician lo que no les pertenece, traicionan a amigos y allegados con tal de obtener lo que no es de su propiedad, se envilecen pero siempre con una excusa brillante a flor de labios.
Tienen grandes proyectos que no dejan de ser vanidosas fantasías de un EGO desesperado por recibir mimos y caricias.
Odian y envidian a los judíos, por eso quieren tanto ser como un judío.
Odian y están enojados contra Dios, por eso meten la palabrita «dios» cada dos por tres, pero carecen de Dios en sus vidas.

Y, como la Tradición y la ciencia nos enseñan, aquel que envidia y odia, en el fondo solamente se odia a sí mismo. Porque no se ama, porque se rechaza, porque se desconoce, porque se desprecia, porque se siente poca cosa, porque se cree apartado de la «mano» de Dios.
Se odia a sí mismo…

Es a causa de gente como estas que el monte Sinaí recibió su nombre, gente infeliz, desgraciada, desagradecida, que no tienen la capacidad de ser leales a su identidad, que por ello repudian los vitales y perfectos Siete Mandamientos, pero se creen capaces de escoger aquellos rituales y costumbres judaicos que les puedan acariciar su inflado EGO.

Pobre gente, se odian a sí mismos, porque se saben impotentes, infértiles, vacíos, carentes de bendición aunque gocen de muchos bienes materiales.
Pobrecitos, son merecedores de nuestra compasión, porque odian ya que no tiene capacidad de hacer otra cosa. Envidian, porque no se dan cuenta de que con el noajismo, con los Siete Mandamientos, ya tienen la porción santa y eterna suficiente para alcanzar plenitud y bendición en este mundo y en la eternidad.
Pobres almas sufridas, a las cuales no debemos rechazar ni condenar, aunque sí ser tajantes y claros en los límites sagrados que han sido impuestos por Dios y que en modo alguno podemos nosotros violentar para dar satisfacción a sus alocados EGOS.

Así pues, querido hermano noájida, cuando veas a ese pobrecito desgraciado que se cree capaz de decidir qué puede y qué no puede hacer o tomar del judaísmo, en tanto desprecia su propia Torá, su propia esencia, su propiedad espiritual; cuando te topes con él, sé compasivo, comprende la miseria de su alma, no lo atormentes, pero ponlo en su lugar caballerosamente y dale un salvavidas llamado FULVIDA para que dejen de odiarse y de envidiar a otros.

Por otra parte, otros muchísimos gentiles quizás no estén conformes con que sea Israel el pueblo elegido para haber recibido la Torá y los 613 mandamientos. Sin embargo, sus almas no se dejan llevar por la vanidad y la maldad. No permiten ni toleran que sea el EGO el que controle sus vidas. Entonces, comprenden que como gentiles tienen un sagrado rol, una tarea única y especial, un camino hacia la santidad, una tarea espiritual brillante, su conexión propia con Dios, su Torá, que son los Siete Mandamientos Universales.
Se hacen conscientes de su identidad, de su propio pacto, de su lugar em el mundo y entonces, el odio no existe, la dependencia tampoco, la esclavitud menos. Cuando se hacen conscientes y viven a plenitud como noájidas, como Dios ha decretado que vivan, ya la envidia hacia los judíos no los corroe más. Ya dejan de sentirse secundarios, por lo que dejan de odiar a los judíos y a Dios. Se aman, se respetan, se valoran, trabajan junto a los judíos como socios de Dios en la tarea de construcción de Shalom.
Junto a los judíos, pero sin inmiscuirse en cosas judías, sin reclamar cosas judías, sin estudiar Torá, sin todas las petulantes necedades de los que siguen siendo esclavos de sus ciegos EGOS.

Está en ti, hermano querido, elegir si serás de los que odian a Dios, odian a los judíos, envidian a los judíos, aunque mencionen a Dios y digan amar a los judíos a cada rato;
o si escoges la vida la bendición, que es aceptar quien eres con sano orgullo, y entonces vivir como te corresponde con sana vitalidad.

¿Qué eliges hoy hermano noájida querido?
¿Que se te conozca como uno que actúa movido por el motor de odio y envidia, o ser reconocido y alabado como uno que alaba a Dios por todo lo que tiene?

Los gentiles que envidian la Torá de Israel

En numerosas ocasiones hemos demostrado con citas de leyes perpetuas y de decretos de rabinos con autoridad que el estudio de Torá está vedado para el gentil, a no ser el estudio de aquellas porciones que le enseñan acerca de los Siete Mandamientos, y/o de aquellas porciones que le refuerzan en su unión con Dios.

Por supuesto que incluso el estudio de las secciones apropiadas debe hacerse bajo guianza estricta de maestro judío idóneo, que conozca tanto el texto santo, como las leyes al respecto del estudio así como el marco legal acorde para el gentil, de modo tal de preservar a la persona del error, ahuyentar el mal y proveer de buen pan espiritual a aquel que está buscando llenar su alma de contenido espiritual y no solamente de brindar manjares de vanidad o de cosas santas pero que no le brindan shalom sino dolor.

Con los asuntos del Eterno no se juega, pero igualmente, el EGO, o la ignorancia, o el afán, o la envidia, o el rechazo de la correccíón impulsan a la persona a negar la verdad, a repudiar las leyes santas, a inventar excusas para hacer lo prohibido pero hacerlo parecer como algo luminoso.

Esta actitud terca, de real rebelión en contra de lo dispuesto por Dios, recuerda el dicho del inspirado sabio:

«Aun cuando el insensato ande en el camino, le falta entendimiento, y a todos hace saber que es insensato.»
(Kohelet / Predicador 10:3)

Veamos bien el verso.
El insensato no anda por valle de muerte, no está transitando el inmundo camino de la idolatría, no ensalza a dioses/salvadores falsos; no, no hace eso el terco del verso; claramente dice que el insensato del verso anda por «el camino».
Se justifica diciendo que quiere estudiar Torá para cumplir lo que le corresponde, que no quiere hacer cosas erróneas, que detesta la perversión del camino del mal.
Así se justifica, con la máscara de las buenas intenciones.
Pero, las buenas intenciones sin el conocimiento, sin el equilibrio, sin la lealtad, suele terminar en tremendos fracasos, en caídas al abismo.
Y es exactamente lo que termina por decir el verso, aunque el necio pretenda andar por «el camino», no deja de hacer las cosas que hace habitualmente: acciones y palabras de insensato.
Para todo aquel que tiene ojos comprensivos es evidente que el insensato es eso… un insensato.
Alguien que pudiendo haber sido humilde, leal, fiel, de bendición, prefiere ser terco, cerrar sus ojos y oídos, buscarse algún pretextito para hacer lo que quiere y no lo que le corresponde hacer.
Entonces, al negarse a vivir como Dios le ha decretado, al usurpar lo que no le pertenece, al pretender andar de una manera que no es la propia, no alcanza la trascendencia, no se compra el paraíso, no adquiere cordura, no avanza en su misión sagrada, sino que se sumerge más profundo en su insensatez.

Dará mil excusas, criticará hasta un punto de más o de menos de aquel que le quiere corregir, inventará filosos argumentos para escudarse, hallará bajo alguna piedra alguna voz que apoye sus desatinos, pero no dejará de ser un insensato que anda como insensato por el camino.

Todos los entendidos lo verán y se apartarán de sus acciones, de sus prédicas, pues reconocen que no tienen verdadera base, sino solamente es EGO astutamente disfrazado de piedad, de anhelo de Dios, pero no deja de ser EGO.

El inspirado autor anuncia:

«Anda según los caminos de tu corazón y según la vista de tus ojos, pero ten presente que por todas estas cosas Elokim te traerá a juicio.»
(Kohelet / Predicador 11:9)

Sí, así es.
Van con alegría por donde quieren, hacia donde sus emociones los llevan.
Ven algo que anhelan, que codician, que pueden alcanzar -sin importar cómo- y hacia allí se dirigen.
Aunque en la senda luzcan carteles de «Pare», «No estacione», «Calle cerrada», etc., ellos rechazan verlos o dan muchos argumentos astutamente vacíos para dar a entender que no son para ellos, sino para otros, para gente de por ahí, pero no para ellos.
Sus ojos codician, sus corazones arden de pasión insana y con la excusa de querer beber de la Palabra de Dios, de llenar sus almas de «la Palabra», se precipitan hacia lo que no les pertence, pisotean la herencia de otros, usurpan lugares, llegan hasta la traición en caso de ser necesario, pues no se gobiernan en realidad, sino que son títeres de sus EGOS.

Insertan la palabra «dios» cada dos letras, citan frases supuestamente talmúdicas, pronuncian con reverencia nombres de rabinos, saben de memoria textos supuestamente cabalísticos, son máquinas de buscar y repetir cuestiones de judaísmo… pero siguen sin aceptar la verdad impuesta por Dios: el judaísmo es para judíos, en tanto que el noajismo es para noájidas.
En la base del judaísmo está la Torá, en la base del noajismo está el pacto de Dios con la humanidad representado por el arcoiris.

Son sus ojos avaros y sus corazones celosos los que les vuelven necios, desleales, eternos criticones de de otros pero faltos de un mínimo de sincera autocrítica.

Repudian a Dios aunque dicen «dios» cada dos letras.
Viven una vida de falsedad pues no admiten la verdad.
Hasta son capaces de pretender que sus antepasados eran parte del Tanaj o del pacto de Israel, con tal de seguir aferrados a su necedad de envidiar a Israel por la Torá que le pertenece al pueblo elegido y no a ellos.

Y aunque quizás lo sepan, no admiten que Dios finalmente los traerá a juicio por sus acciones, por sus disfraces y peor aún… por llevar a los ingenuos por caminos de falsedad que son bellamente adornados como santidad.

En resumen, querido hermano noájida, si tienes anhelo de Torá, cumple con tu parte, cumple con los Siete Mandamientos, pues ellos son TU Torá.
Si quieres contar historias bíblicas, lee las que corresponden a noájidas, pero no lo que corresponde a la identidad que te es ajena.
Estudia lo que te hará crecer de acuerdo a tu espiritualidad, y no lo que envidias de los judíos.

Por último, si no te gustas la reprensión de este texto, me da mucha pena, porque seguirás en terquedad actuando como insensato en lugar de dejar que la Luz del Eterno penetre en tu alma y de bendición a tu vida.

Dijo el profeta:

«La castigaré por los días dedicados a los Baales, a los cuales ha quemado incienso y para los cuales se ha adornado con sus aretes y sus joyas. Ella se ha ido tras sus amantes y se ha olvidado de Mí’, dice el Eterno
(Hoshea / Oseas 2:15)

Pronto te olvidaste de quien te rescató de la putrefacción del alma, rápidamente te fuiste con tus infidelidades detrás de tus lisonjeros amantes. Ofrendaste a aquellos que te ofrecieron falsas promesas de bendición, huiste con los que te susurraron lo que querías oír.
Pero del Eterno no te puedes escapar, por más disfraces y palabras rebuscadas que presentes.
Cuando llegue el momento del juicio, se te juzgará por tu fidelidad hacia tu identidad espiritual y no por cuanto has usurpado de la herencia que le corresponde a otro.

Llena tu alma del buen pan espiritual de FULVIDA, de noajismo sincero y estricto, entonces reencontrarás a tu hogar, a los tuyos, a tu estabilidad, a tu equilibrio y eternidad.

Sigue andando por el camino que no es tuyo y tu torpeza seguirá siendo tu rostro a ojos del entendido.

A todo el pueblo cristiano y mesiánico del mundo:

Este es un texto publicado hace un tiempo en SERJUDIO.com, vale la pena releerlo, estudiarlo y comentarlo con sabiduría.
Su autor es el Sr. Alfredo Zambrano, de Venezuela.
Vayamos al texto.

A todo el pueblo cristiano y mesiánico del mundo:

Desde lo más profundo de mí ser:

Este es la experiencia de un hombre que decidió servir al Eterno en contra de todo riesgo.

Shalom, estimados Javerim:

Mi nombre es Alfredo Zambrano García, de 39 años de edad. Nací en un pueblo llamado Ocaña, Norte de Santander – Colombia, pero fui criado en la ciudad de San Cristóbal, estado Táchira – Venezuela. Desde que tenía 17 años de edad estuve sumido en el mundo del evangelicalismo y los movimientos protestantes como “predicador” y “conferencista”. Fui creciendo en rango y posición dentro de los círculos cristianos, esto, en cuanto a autoridad y reconocimiento. Viajé a prácticamente todos los estados de mi nación y a un gran número de ciudades en Colombia. Me expandí a Curazao, Ecuador, Argentina, República Dominicana y Guatemala. Estuve entre los así denominados “grandes predicadores” y fui muy bien cotizado.

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Resp. 729 – Necesito una Guia para empezar

Winche nos consulta:

Estimado Moré, realmente noc como llegue a esta pagina si fue por casualidad o por medio del Todopoderoso, desde hace apenas 2 semanas que conosco la pagina, ahora tengo algunas preguntas.
1.- El Noajismo es una religion o solo una identidad?
2.- Hay alguna oración o rezo que podamos realizar nosotros?
3.- Las festividades judías, la debemos celebrar también?
Hasta el momento son mis preguntas, y otra cosa excelente pagina me ha hecho abrir los ojos en muchas cosas.
Un saludo estimado Moré
Alexander Reyes, 16, Estudiante, Caracas, Venezuela.

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Resp. 728 – ¿Cómo dejar de tener miedo?

Esdras nos consulta:

Shalom Maestro (si es que me es permitido decirlo) lo que sucede es que en mi familia todos son muy religiosos y no mucho tiempo llegué aquí pero bueno mi pregunta va
1- ¿Cómo dejar de temerle al Infierno?
2- Es que cuando me digo a mi mismo \»Soy noajida\» una voz (por decir algo) me dice, \»No, estas mal, estás ofendiendo a Cristo\», \»Vas a ir al Infierno\»
3- y recaigo en un círculo de creencias errones,
muchas gracias y espero que Dios le bendiga (si es que me es permitido decirlo)
Esdras Juárez, 17 años, estudiante, México, D.F.

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