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Pesaj para los noájidas

A mis amigos y hermanos noájidas:

¡Shalom!

Introducción
Pesaj es la primera de las festividades en la historia de la nación judía.
En ella, los judíos no sólo recordamos, sino que vivenciamos en cierta medida, las penurias y la redención que gozamos.
Tal como está dicho:

«En cada generación debe considerarse cada judío/a como si hubiera sido redimido/a de la esclavitud de Egipto«
(TB Pesajim 116b, a partir de Shemot/Éxodo 13:8)

Esa redención nos la proveyó el Eterno, (Él y nadie más, ver Shemot / Éxodo 11:4), hace más de 3300, cuando Él nos libertó de la terrible esclavitud a la que estábamos sometidos en Egipto.

Este hecho es fundamental en nuestra historia, y en nuestra forma de ser, por tanto debemos a diario recordarlo y que jamás se pierda de nuestras conciencias: el Padre nos liberó y por eso, sin excusas o dudas, le debemos nuestra vida y nuestra libertad.
Es un mandamiento para los judíos preservar este recuerdo, tal como está dicho:

«para que te acuerdes todos los días de tu vida del día en que saliste de la tierra de Egipto.«
(Devarim / Deuteronomio 16:3)

No hay dudas de que es una fiesta nacional, además de agrícola y espiritual, de los judíos; pues somos nosotros los que fuimos liberados (Devarim / Deuteronomio 6:21), son nuestros antepasados los que fueron rescatados por el Mismo Padre de garras de la esclavitud. Es nuestra historia, y no de nación ajena.
Para que no queden dudas, el Eterno nos lo dice claramente en Su perfecta Torá:

«Los Hijos de Israel celebrarán Pesaj a su debido tiempo.«
(Bemidbar / Números 9:2)

No dice los gentiles, ni el que quiera, sino que dice: «los hijos de Israel», es decir: los judíos1.

Por lo tanto, tú mi querido amigo noájida NO tienes que celebrar Pesaj, pues no es lo que el Eterno te demanda, ni lo que nutre tu espíritu.

Para los noájidas
Sin embargo, el gentil que se esfuerza por permanecer devoto al Eterno, puede (y le conviene) marcar estos días de Pesaj en su agenda, para vivirlos de una manera diferente al resto de las semanas normales.
Ahora bien, que esta vivencia no se transforme en usurpar la identidad judía, que no le corresponde, pues de hacer así, está siendo rebelde contra Dios, pues pretende ser más sabio que el Padre, atribuyéndose acciones que Dios no le ha conferido como propiedad.
Es decir, si toma para sí festividades o acciones que Dios ha dado en exclusividad a los judíos, en lugar de estar haciendo bien las cosas, está trayendo miseria y destrucción al mundo.

¿Por qué habrías tú, amigo noájida, de marcar estos días como especiales?
Te puedo ofrecer dos respuestas:

  1. Afirmar la redención universal de Mano de Dios
    Pesaj, en la historia universal, es la primera proclamación de la libertad de la persona, así como es la primer manifestación de la autodeterminación de los pueblos. No fue una arenga surgida por intereses del momento, o conveniencia política; fue una declaración del Padre de todos los seres. Por tanto, el mensaje de «liberación» de Pesaj se convierte en universal.
    Es la idea que debes hacer tuya, es la idea a la que debes dar vida en estos días, y para todos los días.
    Libertad para ti, para los tuyos, para tu prójimo y para la sociedad.
    Creo que es suficiente importancia como para acompañar el festejo judaico, con celebraciones noájidas, que tengan su propio carácter.

  2. Asociarse y colaborar en la obra de traer santidad al mundo
    Los noájidas son los socios «mayoritarios» de los judíos en la obra de atraer bendición y santidad al mundo. Por tanto, cuando los noájidas celebran Pesaj (a su manera), están ayudando y fomentando a que los judíos lo celebren (como Dios les ha mandado a los judíos). Colabora con tu vecino o conocido judío, como tú puedas y él pueda precisar. Quizás el judío no recuerda que es la festividad, o ni siquiera sabe qué es lo que se festeja, o no tiene medios económicos para adquirir matzá o vino, o puede estar involucrado en idolatría, o… ¡tantos factores en contra de la belleza espiritual para el judío! Entonces, ¿qué esperas para darle una mano? Recuérdale que es Pesaj, contáctalo con nosotros para que reciba información, dale caridad si no tiene medios, enséñale que está en tremenda idolatría si aún es de los «mesiánicos», o… ¡tanto tienes para hacer como noájida!
    Y si tienes algún familiar o amigo gentil, que no está actuando correctamente, pues viola algunos de los mandamientos que Dios ha dado a los gentiles: háblale del mensaje de libertad para todos, de solidaridad, de amor sin condiciones, del trabajo en equipo, de la fidelidad al Eterno. Invítalo a participar de encuentros noájidas, date tiempo para que él se sienta valioso, pues es un hijo de Dios, es tu hermano…
    Este es otro de los motivos para que tú, mi amigo noájida, tengas a Pesaj como una fecha de singular valor en tu calendario anual.

Esto podrías hacer…
¿Qué puedes hacer como noájida para que tu vida tenga un calidad diferente en la época de Pesaj?
Paso a enumerarte algunos actividades e ideas, que no son obligatorias, sino pautas de positivo influjo para tu vida:

  1. Los días previos a la festividad, haz una limpieza general en tu casa.
    Para los judíos esto se debe hacer para eliminar todo rastro de jametz, alimento fermentado. Pero tú no tienes obligación de mantener tu casa limpia de estos productos.
    Sin embargo, es parte de la vida noájida el mantener un ambiente, un hogar, un cuerpo limpios y saludables. A veces no tenemos tiempo para limpiar a fondo nuestras residencias, pues bien, ahora tienes la oportunidad para hacerlo.
    Y mientras sacas lo que no usas (recuerda que hay muchos indigentes que pueden beneficiarse con algunas cosas de aquello que tu no quieres más), en tanto estás esforzándote, acuérdate de cómo los antepasados de los judíos fueron esclavos durante siglos, como padecieron de innumerables tormentos, pero que finalmente encontraron la libertad por directa intervención del Padre.
    Y mientras meditas en esto, no olvides que en nuestro corazón y en nuestra mente suelen haber pesadas manchas, a las que dejamos allí por mucho tiempo. Entonces, aprovecha la época previa a Pesaj para limpiarte a fondo tu alma, tus pensamientos. Libérate de esas esclavitudes que te dominan: adicciones, malas relaciones, religiones contrarias a Dios, malos hábitos, etc.
    Es tu momento para limpiarte, por tanto, para liberarte.

  2. En la primera noche de Pesaj, convida a familiares y allegados (todos gentiles, por favor) a una cena festiva en tu hogar.
    Que haya ricos manjares, y ten a disposición vino (una copita por persona como máximo), y algunas matzot. Recuerda, ustedes no tienen obligación de comer matzá, que ni siquiera cruce por tu mente esa idea; pero tendrán ambos alimentos como símbolos: el vino para que celebren la libertad (una copia libera, una botella esclaviza); el pan ácimo para que tengan presente la pobreza de los judíos en Egipto, que solamente comían ese pan miserable. Alegría y miseria a la mesa, para que en nuestras vidas aprendamos a celebrar en los momentos de gozo, y a aceptar con entereza los tiempos de dolor. Ambos momentos sobrevendrán a nuestras vidas, y debemos celebrar así como padecer cuando corresponde.
    Pero además, sirve para que tengamos presente a los que sufren, a los que se alimentan miserablemente, a nuestro prójimo abatido, al necesitado de dinero o afecto; para que hagamos lo que tenemos a nuestro alcance para llevarles un bálsamo y verdadera esperanza.

  3. Que la cena o reunión familiar (o a veces comunitaria), presente claramente el motivo del convite: estamos para celebrar la vida, la libertad, la fidelidad a Dios, el amor al prójimo, el respeto a Israel.
    Si entre tus invitados hay misioneros (o personas que tienen fe en falsas deidades, en particular los que son muy militantes: los de Jesús), debes advertirles con tajante nitidez que no permitirás ni un intento para profanar la velada con sus imprecaciones tendientes al error.
    Por ejemplo: que ningún trasnochado diga que el vino es sangre y el pan ácimo el cuerpo de alguna mitológica deidad. O por ejemplo: que nadie se atreva a mencionar que la redención viene por tener fe en falsos dioses, cuando sabemos que Pesaj celebra precisamente todo lo contrario, que solamente Dios (el que libertó a Israel) es el único que «salva» (Ieshaiá / Isaías 45:22).

  4. El marco físico se ve engalanado si se tiende un mantel blanco sobre una mesa solemne, llena de manjares y saludables bebidas. NO se abstengan de comer leudado, aunque sí sería conveniente limitar (aunque no eliminar totalmente) los alimentos que son considerados impuros en el kashrut.
    No olviden agradecer brevemente al Uno y Único, proveedor de sustento antes de ingerir el alimento.

  5. En el transcurso de la cena se debe proceder a lo esencial, que es el conversar acerca de los relatos de la redención de Israel de la esclavitud, y el largo y tortuoso camino que lo llevó finalmente a poder despojarse de las cadenas espirituales que cargaron incluso décadas después de romper las cadenas físicas.
    Es importante que como material de referencia NO se utilicen Biblias, esas que surgen de la fantasía enviciada de los ajenos al judaísmo; ni comentarios o interpretaciones que no sean las provistas por maestros judíos idóneos; ya que (nuevamente lo digo) a veces por querer hacer lo bueno, uno tropieza con la tentación conducente de lo negativo.
    Les recomiendo que usen los textos publicados en este sitio, serjudio.com, y en nuestro sitio hermano fulvida.com .

  6. Sería excelente que todos los invitados pudieran participar, haciendo preguntas pertinentes y no capciosas, y relatando lo que hayan aprendido acerca del evento de la libertad de Pesaj, o que expusieran conceptos prácticos acerca de «la libertad».
    Por otra parte, aprovechen la oportunidad para disfrutar de la conversación con amigos y familiares; sin apuros, sin la molestia de la TV o radio, sin teléfonos, sin traer a la mesa temas de polémica innecesaria.
    Bonito sería que la conversación girara en torno a temas altruistas, elevados, de inspiración, y de concordia familiar.
    Y por supuesto, que no se abstengan de alabar y agradecer al Eterno por los bienes (pocos o muchos) con los que les ha bendecido en sus vidas. Que sea un trago de libertad en medio de la vida ajetreada… por favor…

  7. Si hay niños, haz lo posible para que ellos participen y se interesen en el tema.
    Prepara juegos, dales material de lectura previa, enséñales canciones, etc.
    Que sea un momento de encuentro familiar, ¿qué más bello hay?

  8. Es muy bueno si los invitados se comprometieran (de ahora en adelante) en el esfuerzo por atraer la redención al mundo, por el único medio humano posible: el cumplimiento de los mandamientos que Dios le ha dado a cada quien.
    Como parte de este compromiso, que cada cual procure acercar a más gentiles al estilo de vida que les es propio y saludable: el noajísmo.

  9. Durante cada día de los siete de Pesaj, estaría muy acorde que te tomaras un par de minutos para alabar al Eterno por la liberación de Israel, y para rogarLe por la pronta venida del Mashiaj con la consecuente redención final de todas las naciones de la tierra.

  10. Es muy bueno que aumentes las cantidades destinadas a tzedaká -caridad, contribuciones económicas a pobres o instituciones de educación judía-, pues es uno de los modos de asociarse con Dios en la tarea de redimir al mundo (no olvides que Pesaj es, en rigor, la celebración de la libertad de los padecimientos materiales).
    Puedes hacernos llegar tus aportes, que nos serán de gran ayuda para continuar con nuestra labor educativa y libertadora; haz clic aquí por favor.

  11. En todo momento debe quedar absolutamente claro que el gentil se está refiriendo a la historia de Israel, que no le es propia, y a los milagros, hechos maravillosos, y liberaciones que el Eterno proveyó a los judíos.
    En todo momento el gentil debe guardarse de no tomar para sí mandamientos rituales que son exclusivos de los judíos, y que no le reportan bendición al gentil que se los atribuye arbitrariamente.
    Tenlo siempre presente, para Pesaj y para cada día.

  12. Por último, sería hermoso si pudieras conseguir la invitación de judíos piadosos para que pasaras con ellos alguna de las dos cenas festivas (en la diáspora) del comienzo de la festividad.

Creo que con estas actividades e ideas, tú y los tuyos estarán en el camino de los que actúan con fidelidad al Eterno, y con amor al prójimo.
No romperán las normas de Pesaj, y crearán un ámbito de paz, libertad y verdadero desarrollo espiritual.

Un gran abrazo a todos mis hermanos, noájidas y judíos, que a pesar de las dificultades aman intensamente a Dios y desean servirLo y por tanto aman a su prójimo y le ayudan.
Y un gran abrazo a ti, hermano y amigo, que todavía estás bajo el liderazgo equivocado pero que sabes que pronto te liberarás y nos acompañaras en el Camino del Bien y de Luz.

Shalom, cuídense y gocen de lo permitido

Moré Yehuda Ribco
(Publicado originalmente en serjudio.com, en vísperas de Pesaj 5766
Republicado por primera vez en FULVIDA en el 2007)

Notas:

1- Para los que siempre buscan «peros», para hacer lo que se les antoja y no lo que les corresponde, les aclaro que lo que está escrito en Bemidbar / Números 9:14 refiere a conversos al judaísmo, y no a gentiles; o a moradores temporarios en la tierra de Israel.

Conversión al judaísmo y estudio de Torá para el gentil en relatos del Talmud

Prestemos atención a un, aparentemente, sencillo y conocido relato verídico del TALMUD:

«Enseñaron nuestros Maestros acerca de un gentil que se presentó ante Shamai (el supremo jefe de la academia que lleva su nombre), y le dijo:
‘¿Cuántas Torot tienen ustedes?’.
Le respondió:
‘Dos, una Torá Escrita y una Torá Oral’.
Le dijo el gentil:
‘La escrita yo te la acepto, pero la oral no la acepto. Conviérteme al judaísmo para que me enseñes Torá Escrita’.
Shamai lo expulsó de inmediato de su presencia de modo tajante.
El gentil fue ante Hillel (el supremo jefe de la academia que lleva su nombre), con similares pretensiones.
Hillel lo convirtió al judaísmo.
Luego le enseñó el alefato:
‘Ésta es una alef, ésta una bet, ésta una guimel, etc.’.
Al día siguiente se lo enseñó pero al revés.
Entonces el reciente converso le reprochó:
‘¿Cómo me dices que es así si ayer me dijiste que era de otra manera?’.
Le respondió el sabio:
‘¿Y tú qué me reprochas a mí? Si confías en mí, aceptarás lo que te enseñe. Que la Torá Oral debes admitirla, también lo aceptarás’.
El converso reconoció su torpeza anterior, fue humilde ante su maestro y aprendió lo que él le enséñó.»

Talmud Babli, Shabat 31a

Hay tantas enseñanzas y consejos de vida en este texto que podríamos escribir un libro, pero quiero centrar en unos pocos puntos, nada más. En aspectos netamente relacionados con pretensiones de gentiles al respecto de estudio de Torá y de cuestiones atinentes en exclusiva a la nación judía.

Ante todo, no podemos dejar de pasar la ignorancia irreverente y casi blasfema del gentil al comienzo del relato.
Él, amparado en su torpeza egoísta, se creía en condiciones como para contradecir a un enorme sabio y además definir qué era lo correcto y qué no en cuestiones de Torá.
¡Por favor!
Eso es de mediocre, de arrogante, de vacío, de débil mental, de pobre de conocimiento y de espíritu… ¿no les parece?
El perfecto extraño y hueco quiere enseñarle al maestro de maestros lo qué era el área de trabajo y vida del maestro… ¿no es de una irreverancia necia y patética?
Este gentil decidió, basado en su ceguera, que sí a una parte de la Torá, pero que no a otra. Y con esa base impuso sus condiciones de cómo habría de ser su conversión al judaísmo.
Me suena mucho a esos que vienen cada dos por tres a decirme que no se convertirán al judaísmo por la vía legal de la ortodoxia, sino que se ampararán en la reforma, en los conservadores, en su fe, en vaya uno a saber en qué… porque ellos creen, ellos escucharon, a ellos les dijeron por allí que las cosas se pueden hacer así como ellos quieren. Que no cuenta la halajá (reglamentación legal vigente), ni las condiciones marcadas claramente por la ley, ni los requerimientos indispensables espirituales… ¡qué les importa a ellos!
Ellos harán lo que les parezca, opinarán lo que se les ocurra, repetirán lo que algún oscuro «rabino» (si es que lo fuera) les dijo, o cosas aún peores, tales como comerse la fantasía burda y tóxica de los falsos judíos mesiánicos o fantoches similares.
Como sea, esa actitud del gentil del relato se suele evidenciar en la actualidad con demasiada frecuencia.
Por supuesto que hay falsos maestros, curreros, fetraficantes, palurdos con título, que puede hacer su dinero y obtener poder vendiendo «conversiones» al judaísmo, inventando pretextos para que la gente se «convierta», y otros etcéteras más. Tales como esos miserables que nos robaron el famoso y lucido nombre de SERJUDIO, para poner su dudosamente legal sitio con similar nombre que el nuestro, pero que lleva a la gente a los más crueles errores, mentiras, engaños y probablemente estafas. Una de esas espantosas mentiras es decir que es obligatorio que el gentil se convierta al judaísmo… y con la astucia típica del serpiente del Edén, con la habilidad para el engaño del timador, usan palabras rebuscadas para «demostrar» su punto de vista. Claramente el entendido reconoce la moneda falsa y la aborrece por vil. Pero, el ignorante, o el apasionado que no mide sus asuntos con la vara correcta, quizás se deja llevar hacia el abismo asqueante de la mentira espiritual y de la estafa.
No faltan los que son ignorantes y se dejan embaucar por los avivados que quieren dinero, o fama, o poder.
Así pues, de esos ignorantes abundan, ¡y cuántos! en la actualidad, que se dejan convencer por los fetraficantes de la secta judía o ajena que sea, para hacer supuestas conversiones al judaísmo, que no son nada más que papeles sin valor, parodias, burlas, engaños, nulos completamente de cualquier valor como verdadera conversión. Y, tristemente, el laico Estado de Israel mira para otro lado y deja que estos no-conversos obtengan derechos que solamente corresponden a verdaderos judíos, sean nacidos o convertidos correctamente.
Pero, gracias a Dios habemos los que como Shamai e Hillel no admiten ni un milímetro de falsedad, que no toleran la mentira, que se oponen al engaño, que llaman a las cosas por su nombre aunque a algunos les haga temblar la verdad.

Este fue el primer tema: los que dicen querer convertirse pero se vienen con un manojo de pretensiones ridículas, de falsas creencias, que difícilmente les facilita el camino a la verdadera conversión al judaísmo.

Pasemos al segundo tema.
Éste tiene que ver con el orden del relato.
Léelo y responde por favor: ¿qué hizo primero el sabio de sabios Hillel, convirtió al gentil o le enseñó Torá?
Pues… ¡ni siquiera le enseñó el alefato, el abecedario hebreo antes de convertirlo!
¡Mucho menos le enseñó o estudio junto a él Torá!
Te recuerdo algunos links, para que retengas en tu mente y corazón y agradezcas que este humilde Moré te alimenta con el buen pan espiritual que te hace bien y bendice:

Esta es una breve recopilación de decenas de textos que publicamos que están avalados y basados en la Torá misma, en la legislación correspondiente, en las palabras de los Sabios de todas las épocas.
Pretender contradecir esto, es como el gentil del cuento que se cree con derecho a opinar y decidir acerca de lo que no sabe y no le compete.
¿No era de infame y tonto inmiscuirse en donde no le corresponde y está prohibido por el mismísimo Dios?

En resumen, el gentil NO DEBE dedicarse al estudio de Torá, ni siquiera al estudio del hebreo (como lengua sacra), sino que eso compete en exclusiva a los que son parte integrante legalmente del pueblo judío.
Pero, claramente el gentil puede estudiar lo que le corresponde de la Torá de Israel, que son las cuestiones que lo refuerzan en el conocimiento y aplicación de los Siete Mandamientos y sus derivados legales, siempre y cuando sean con estricta vigilancia de un maestro judío experto, para que el estudio de buena voluntad no termine derivando en hipocresía y terror.
Esto no es lo que el humilde maestro Yehuda decidió, sino lo que la LEY de Dios ha decretado. Quien quiera oírlo, qué bueno; quien busque excusas para hacer otra cosa… qué malo, aunque sea con buenas intenciones.

Esta prohibición de dedicarse al estudio de Torá incluso se aplica al gentil que está en camino de conversión, pues esta persona puede y debe estudiar acerca de judaísmo, sus fiestas, rituales, el compromiso de cambio de vida que le significará el convertirse a judío; pero, el gentil en proceso de conversión tampoco se dedica al estudio de Torá, tal como tampoco observa el Shabat o festividades según sus reglas respectivas; saben porqué: ¡por qué no le corresponde ni le pertenece!
¡Cuánto menos para el gentil que quiere seguir siendo gentil, con todo su derecho y bendición por eso!

No faltará el avivado de siempre que busca justificar su EGO con cualquier cosa, por supuesto que también con la mentira más sutil o la más burda.
No faltará el que diga que este relato es un cuentito y que el orden no importa y que tal y cual.
Por supuesto, actúa como el gentil del relato, pretendiendo cosas que no son, imponiendo sus falsedades como si fueran verdaderas.
Es lo que hacen siempre, esos pastores del error.

Pero, que no quede en mis palabras, no me creas a mí en nada de lo que te digo por favor, no me creas, sino que analiza, investiga, coteja, pero siempre con personas de altura y valor real, con fuentes originales y ciertas, con lo que puede ser usado para cotejar.
En este caso, te ayudaré con otro relato verídico:

«Otro caso de un gentil que se presentó ante Shamai, a quien le dijo:
‘Conviérteme con la condición de que me digas TODA la Torá mientras me sostengo en un solo pie’.
Shamai lo expulsó con la vara de medición que usaba en la construcción.
El gentil fue ante Hillel con la misma propuesta.
Hillel lo convirtió al judaísmo.
Luego le enseñó Hillel: ‘Lo que te sea odioso a ti no se lo hagas a tu prójimo; esa es la esencia de la Torá completa, ahora vete a estudiar en profundidad el resto’.»
Talmud Babli 31a

Como ves, nuevamente un gentil pretensioso con respecto a las condiciones que impone sobre cuestiones de judaísmo, espiritualidad, vida noájica, etc.
Similar al caso anterior, parecido a cientos o miles que pululan por las calles de ciudades y de internet.
(¿Quizás tú eres o eras uno de ellos? Cuéntame si quieres aquí debajo, en la sección de comentarios).

Y nuevamente el sabio maestro primero lo convierte y luego le enseña la esencia de la Torá y entonces recién le indica que se vaya a estudiarla.
¿Entiendes?
No es el moré Yehuda quien lo dice… ¡esa es la realidad!
De hecho, del propio relato puedes advertir que ni siquiera le enseñó el mandamiento judío (uno de los 613) que dice: «Ama a tu prójimo como a ti mismo», ¡ni siquiera eso le dijo -como mandamiento o estudio- antes de convertirlo legal y realmente a judío!

Tienes mucho para meditar.
Mucho para reparar de tus acciones y creencias tergiversadas.
Mucho para conversar con la gente de tu cercania, para ver si comienzan a hacer las cosas bien, como Dios manda, o si seguirán haciendo las cosas torpes dle necio.

Mi cariño para ti.

 

Una Tortuga en el Poste

Un joven Noajida está paseando por la plaza de un pueblo de nuestras serranías y decide tomar un descanso. Se sienta en una banca, al lado se encuentra un señor de más edad (Igualmente Noajida), naturalmente, comienzan a conversar sobre el país, el gobierno y finalmente sobre los cristianos y similares.

 

El señor le dice al joven:

– ¿Sabe joven? “LOS CRISTIANOS Y DEMAS IDOLATRAS SON COMO UNA TORTUGA EN UN POSTE” –

 

Después de un breve lapso, el joven responde:

– No comprendo bien la analogía… ¿Qué significa eso señor? –

 

Entonces el señor le explica:

– Mira chico, si vas caminando por el campo y ves una tortuga arriba de un poste de alambrado haciendo equilibrio ¿Qué se te ocurre? –

 

Viendo la cara de incomprensión del joven continúa con su explicación:

– Primero: No entenderás cómo llegó ahí. Segundo: No podrás creer que esté ahí. Tercero: Sabrás que no pudo haber subido allí solita. Cuarto: Estarás seguro que no debería estar allí. Quinto: Serás consciente que no va a hacer nada útil mientras esté allí… Entonces lo único sensato sería a ayudarla a bajar –

 

Analicemos esta analogía sabiendo que algún día también fuimos aquella tortuga maromera, nunca supimos como llegamos allí porque simplemente desde que nacimos nos colocaron una venda en los ojos… ahora que ya despertamos a la verdad nos parece increíble que tantas personas sigan tan ciegas y sordas a causa de la idolatría. Si bien el Noajida no tiene la obligación ni debe “Hacer misión tratando de convertir a las personas al Noajismo” puede brindar una luz de esperanza y verdad a aquellos cristianos y similares que se dejen ayudar (recuerden que hay gente con vacios espirituales y sed de Di-s gigantes).

Para construir Shalom no basta con nosotros solos, ni con unos cuantos… hacen falta todos los días más y más personas que estén deseosas de ayudar.

Resp. 691 – ¿Con quien casarse?

Angelica nos consulta:

Siendo parte de una comunidad no muy grande en México, como lo es la noajida, ¿cuales son las opciones para casarse para un noajida?
Angélica Jiménez 43 años Lic. en la Enseñanza de Inglés Veracruz Mex

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Resp. 669 – Cuesta ayudar a despertar a la conciencia noájica.

Morè a veces me es dificil entender por que a personas les gusta vivir en la miseria (idolatria). Les habla uno un poco de Noajismo , reaccionan por un momento pero tristemente despues siguen en su adormecimiento. Seguire en mi trabajo a ver si se logra formar un buen ejercito. Bendiciones.

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Dios

 

Dios

Cuando escuchas la palabra Dios, que es lo primero que se te viene a la mente?, ¿Cuando tu hijo te pregunta acerca de Dios, que respondes?, ¿Que es Dios?…

¿Que es Dios?

Para cualquier chico Dios es alguien grande, barbudo, sentado en su trono, castigando a los que se portan mal, etc. Ellos suelen hacer preguntas curiosas tal como por ej: ¿Quién creó a Dios? Pero para un adulto esa percepción no es aceptable, más bien nosotros somos consientes de que no es así. ¿Que es Dios?, es una pregunta que nuestro entendimiento es incapaz de explicar. No podemos explicar que es Dios, porque no tenemos las herramientas para ello, pues Dios mismo creó las leyes de la lógica y la razón. Y si encontramos alguna definición de Él, no es a Él a quien definimos sino a algo que nuestra mente captó o a alguna percepción errónea que hemos adquirido con el tiempo, en la vida. Pues hemos sido influenciados por religiones, padres, amigos, libros, música.

Él es una realidad, y nosotros somos una extensión de esa energía divina. Por lo tanto no podemos explicar ni entender que es Él.  Asimismo en el mundo no hay dos realidades diferentes. Él es la Raíz. Es el todo del círculo y nosotros somos la parte, por lo tanto buscar definiciones de Dios o tratar de comprenderlo sería como que la parte quiere explicar el Todo y la parte no explica el Todo el Todo explica la parte.

¿La causa de Dios?

Dios no tiene causa, porque es Dios. Es una naturaleza diferente a la nuestra, por así decirlo, solo Él puede entender que es Él. Estamos acostumbrados a la naturaleza de causa y efecto, pero Dios es la Causa de las causas y Él no tiene causa, porqué el término causa no se le aplica. Por el solo hecho de que Él es Dios y no un ser material o algo que se relacione con la materia. Tratar de comprenderlo, de imaginárselo, es algo que esta más allá de la razón. Pero tenemos un atisbo de lo que es Dios, no tiene forma, no tiene cuerpo, no tiene materia y sabemos a la vez lo que No es Dios.

Una vida sin Dios.

Ahora, ¿si no podemos entender su naturaleza, como podemos acercarnos o relacionarnos con Él? Pero antes de responder lo último hay que tener en cuenta la siguiente pregunta: «¿Para que necesito a Dios en mi vida?»……..

Existen personas conocidas como ateas, término que se utiliza hacia las personas que no creen en Dios por diferentes razones. ¿Que sentido tiene para ellos la vida?¿Para que sirve el bien?¿Para que sirve el mal?¿De que sirve haber nacido en una familia con valores? Para ellos los términos recompensa o castigo no existen o no se relacionan con sus vidas. Pues la vida solo existe y nada más, le toca vivir y entonces solo buscan placeres, diversión, entretenimiento y variadas cosas que el ego les reclama. ¡Que vida con tan poco sentido, pues con ese pensamiento la vida no se vive tal cual es, se pierde todo lo que la vida esta dispuesta a entregar y la belleza de la misma!

Imagínate entonces a un ateo y su pensamiento inútil de la vida y comprenderás cuanto necesitas a Dios para que tu vida tenga sentido. Pues una vida sin sentido, no es vida y un ser humano sin Dios no es nada.

La búsqueda de Dios y la relación.

«Abuelo- le dijo llorando el nieto- estábamos jugando a las escondidas, y resulta que hallé un excelente lugar para ocultarme. Estaba deleitándome pensando cuanto tardarían mis compañeros en descubrirme. Pero el tiempo pasó y yo ya no escuchaba sus voces. Salí a ver que pasaba y los descubrí jugando a otra cosa. ¡Me abandonaron y me defraudaron, cambiaron un juego interesante por otro de tonterías!

-No llores hijo- respondió el sabio abuelo- también Hashem se oculta para otorgarnos el privilegio de buscarlo y la suprema dicha de encontrarlo. ¿Pero que hacemos nosotros? Lo abandonamos allí para ocuparnos de otras cosas que, en nuestra necedad, pensamos que son más importantes.»

Ciertamente a Dios no puedes invitarlo a tomar un café, a jugar un futbol y conversar sobre distintos temas, esa no es una manera de relacionarse con Él. Sin embargo ahí esta Él, esperando que lo busques, que converses atráves de una plegaria, que lo encuentres en el mundo, en el escenario que Él creó para ti. Esperando que te eleves atraves de un acto de bien, que disfrutes de la dicha y Atento a que no desperdicies la oportunidad de Conocerlo.

Hoy sales a la calle, transitas por distintos lugares, disfrutas la belleza del mundo. Contemplas árboles, casas, tierra, cielo, sientes el viento en tu rostro o en tu cuerpo. Nubes, sol, plantas, agua, te encuentras con millones de cosas que hay en el mundo.

La tierra siempre es la misma, el agua siempre es la misma, el sol siempre es el mismo, el mundo siempre es el mismo. Y ahí están, cumpliendo con sus requisitos, pero a la vez te muestran la Mano Conductora de Dios.

Dios es el factor determinante para tu vida. La manera en que te comportas o como piensas todo depende de la relación que tengas con Dios. El misionero que cree en Dios como humano no actuará ni se comportará como un Noajida que conoce y entiende a Dios como lo que es, por así decirlo.

Que tipo de ojo utilizamos cuando salimos de nuestras casas? veamos un ejemplo:

«Cierto individuo esta en el cajero automático, una fila larga se encuentra detrás de él. Desesperado le pide a Dios que su tarjeta entre en el cajero, pues no sabe lo que sucede que la misma no entra. Y ante el temor al que dirán los demás le ruega a Dios que lo ayude: «Dios, por favor, haz que entre mi tarjeta, te lo ruego…», en ese instante su tarjeta entra completa y él dice: «¡ay menos mal!; ya no te preocupes Dios, la tarjeta ya entró».

Esta es una clase de persona que no observa la Mano divina en los asuntos mundanos, siendo que los mismos suceden por Su voluntad. No olvides que Dios trasciende los límites de la creación física y espiritual.

No es raro escuchar el famoso dicho de aquellos empesinados en no ver a Dios en el mundo: «Ver para creer», la realidad de esto es: «Creer para ver». No necesitamos de un milagro para creer y llevar a la práctica lo que nuestro Amo desea, más bien el mundo entero con sus muestras es un milagro natural.

El sol siempre sale y entra por el mismo lugar, el mar no inunda la tierra, el mundo sigue un curso natural, tal como esta escrito: «Y los estableció para siempre, imponiéndoles un orden que jamás se modificará…Salm. 148:6». Nada en el mundo es casual, todo responde a la Sabiduría Divina. La casualidad no existe y el único milagro de todos los días es la rutina de la naturaleza. Solo el ojo de un siervo puede captar la Mano Divina y ver a Dios. Ese es tu desafío, ver a Dios en la naturaleza. No necesitas de un milagro sobrenatural, pues para un siervo de Dios el milagro es el orden natural.

El ser humano y la Naturaleza.

La naturaleza es un medio para alcanzar alturas espirituales. Debes contemplar, debes observar con delicadeza el sitio donde te encuentras, debes tener en tu mente la idea fija de que Dios es la Raíz del mundo y de tu vida y que a la vez todo se recrea, cada microsegundo que pasa es una nueva recreación del mundo, constantemente el mundo esta siendo creado por Dios. Y al estar en armonía con Dios entras en armonía con el universo entero, tal como esta escrito: «El sol no te molestará de día ni la luna de noche…Salm. 121:6».

Pero, ¿Dios esta jugando a las escondidas con nosotros? No. Entonces, ¿Por qué no se muestra?

Quizás sea porque la naturaleza es Su máscara y Él la utiliza para esconderse, tal como un amigo lo haría detrás de una máscara y espera a que descubramos quien  es Él. Esta respuesta no puede ser posible, porque Dios no se esta escondiendo de nosotros detrás de una máscara. Somos nosotros los que usamos caretas y ponemos excusas para no ver a la Providencia Divina y llevar a cabo Su voluntad.

Quizás la naturaleza sea la herramienta de Dios para que nos acerquemos a Él y lo descubramos. Esta respuesta tampoco es posible, porque Dios no necesita de herramientas o instrumentos, pareciera como que Él necesita o depende de ese determinado instrumento (del mundo) y Dios no necesita ni depende de nada.

Dios se muestra, en este mismo instante te mantienes por Su voluntad. Cada hoja que se mueve, cada objeto o proceso que veas es una «muestra» de Dios, de Su realidad. Decir que Dios no se muestra en el mundo es como decir que un ser humano vive sin aire.

La relación con Dios.

Para ver la realidad tal como es uno debe estudiar y mejorarse para crecer y adquirir la verdadera percepción de la realidad. Aprender a mirar lo de adentro antes de mirar lo de afuera. Para lograr esto  la única y única manera de relacionarse con Dios adecuadamente, viviendo y entendiendo la vida como Él quiere, es atraves de los siete preceptos, atraves de la identidad que Él escogió para ti. La naturaleza es el mundo que Él eligió para que tú perfecciones, para que trabajes y hagas de este mundo una morada para Él. Debes utilizar lo material para un objetivo espiritual.

Para descubrir a Dios hace falta voluntad, para querer verlo hace falta querer mirar, para relacionarse con Él hace falta estudiar tu identidad, para mejorar y perfeccionar el mundo en aras de Dios hace falta que te conduzcas adecuadamente por la vida. Hay mucho por hacer, mucho por perfeccionar, mucho por mejorar, mucho por estudiar, mucho por disfrutar. Muchas cosas están a tu alcance, abre los ojos y vive la vida, vive el Noajismo, vive tu identidad. Hay un mundo fuera de ti que te esta esperando para que lo eleves y lo transformes en un recipiente adecuado para la Divinidad.

El mundo se compara con una planta, así como  esta última se mantiene y crece solamente si le das el debido cuidado y la riegas con el único elemento que logrará ello, es decir, el agua. Del mismo modo el mundo para crecer necesita de tu aporte, de tu cuidado y de aquellos elementos indispensaables que lo harán crecer y mejorar, es decir,  buenas acciones, una conducta dentro de lo moral y la sumidad a la voluntad de Dios.

Tienes todas las herramientas que necesitas para crecer, para mejorar y ver a Dios. ¿Seguiras con los ojos abiertos pero cerrados o te quitaras la venda y empezarás de una vez por todas a ver al Mundo tal como lo que es?.

Saludos!

 

 

 



A la sombra del monumento… ¿patrio?

obleiscoDos compatriotas míos se encuentran junto al Obelisco de Montevideo, hace tiempo no se veían.
Conversan de la vida, de sus vidas, de sus cosas, como viejos conocidos en un ocasional reencuentro.
Felipe: En verdad te repito, qué bueno volverte a ver.

Carlos: Lo mismo digo, que suerte haber podido ponernos al día.

Felipe: Cierto, cierto. Es como una señal habernos encontrado bajo la sombra del Obelisco, que recuerda lo mejor de nuestra patria.

Carlos: Sí… sí… tenés razón… ahhhh….

Felipe: ¿Pasa algo?

Carlos: No… nada, mira, este… ¿qué querés que te diga? A mí no me llama mucho la atención el Obelisco. Todo bien con este monumento, con la patria, con el homenaje a los constituyentes de 1830… pero no podés comparar este pequeño monumento con la «Tugg Aiffal» (así lo pronunció el muchacho queriendo decir Torre Eiffel en algo parecido al francés)… ah, la «Tugg Aiffal»… ¡eso sí que es un monumento!

Felipe: Sí amigo, todo bien, es verdad, es imponente, es un coloso, pero son cosas diferentes. Aquel homenajea no se muy bien qué, pero este obelisco, es nuestro.

Carlos: Bah… nuestro, lo que se dice nuestro no es. A mí no me desagrada, es lindo, está bien construído, pero… ¿qué querés que te diga? No lo siento en mi corazón como …. nueeesstrrrrroooo…
Es una obrita simpática, con todo respeto te lo digo, no te me ofendas, pero… ¿estuvistes en «Paguí» (como pronunció París)? ¿Vos vistes la majestad de LA Tugg? Ocupa «le paisash» (el paisaje) con una «gradetur» (supongo que grandeza) inconmensurable… este obelisquito, bueh… este obelisquito como que no sé, como que no es del primer mundo, ¿vistes?

Felipe: Yo qué sé, pero es nuestro, habla de nuestros valores, de nuestra identidad, de nuestra historia de nuestra primera Constitución. Es algo bien nuestro. En cambio, la Torre Eiffel…. yo qué sé…

Carlos: Ah pibe querido, «mon garsón» (mi muchacho, en ese francés chapucero), no me hables de Constitución, si sabemos que «la fraternités, la igualded et la liberité» (fraternidad, igualdad y libertad en algo parecido a francés) es un invento de la poderosa nación franca. Nosotros no somos nada delante de ellos. Ellos, nuestros hermanos mayores, con el grito revolucionario, el julio libertario que trajo una nueva idea al mundo.
Nosotros somos una sombra, una nada delante de la majestad de «La Frans» (Francia).
Mondié una nada… nada…

Felipe: Parece que te gusta mucho lo francés, ¿no?

C: Pero, ¡por supuesto! ¿No oístes hablar de Volter, de Napolión, de Montesqius, de Brishit Bardot, del inspector Clusó? Son tantos y tantos los héroes franceses, tan rica su historia, tanto bien regalaron al mundo, que no tenemos cómo dejar de pretender ser herederos y partícipes de la francosidad.

F: Pero, mi viejo, amigo, querido, nosotros somos uruguayos. Está bien que somos un pequeño pueblo, recién nacido, no estamos en el primer mundo, pero somos alguien, tenemos nuestra identidad, nuestra cultura, nuestros valores…

C: ¿Valores, cultura? ¡Nada de eso! ¡Somos nada delante de La Frans!
Ulalá… menos que nada…
Ellos tienen milenios de historia, próceres deslumbrantes, un poder inmenso.
¡Qué no daría para estar ahora mismo en la Galia para enarbolar orgulloso la bandera tricolor!
Charls Degol, mesié Guishotín, Charls Asnabur y el actor Depardiú… ¡ese es un artísta! DEPARDIÚ, te lo deletreo si querés…

F: No, gracias, lo tengo visto.

C: Claro, ¿cómo sería de otra manera? Mira, entendeme, todo bien que nací acá, en el paisito, pero no me siento muy uruguayo, mi corazón ama a La Frans, lloran mis ojos cuando veo la bandera tricolor lucir su belleza, me emociono hasta el tuétano cuando escucho La Marsheshes, que vos sabés es el himno patrio…

F: Sí, claro, todos sabemos eso…

C: Mi vida va a estar completa el día que pise por primera vez La Frans, camine por Les Champs Elisiés, pase debajo de Le Arch de Triunf, coma uno de esos panes largos… ahora no me acuerdo como se llaman, pero son típicos, todo francés los come junto con el vino de la Borgón… ¿sabías no?

F: No, pero bueno, respeto tu sentimiento, aunque me cuesta mucho entenderlo.

C: Ah, vos todavía no descubristes la pobreza de ser uruguayo comparado con la riqueza de ser parte de la nación franca. Cuando lo veas no vas a querer otra cosa.
Vas a querer parlés vus francés tut le día, vas a ver que sí.
Buscarás los parfumms de la madre patria para bañarte en ellos.
Desayunarás crosans con baguets… ah, me acordé cómo se decía el pan flauta, BAGUETS, te lo repito si querés para que te lo aprendas…

F: No gracias amigo, está todo bien así.

C: Sí, me lo imaginaba, vos debés ser medio antifrancofonense, porque no te veo muy entusiasmado con la idea de ser francés algún día.

F: Este… mirá… soy uruguayo y me siento feliz de serlo. No sé porque querría algún día ser francés o conseguir la legalización a la ciudadania francesa.

C: Claro… claro… sí… no entendés nada del asunto… ualalá mon dié… sos solamente un uruguayito que se cree que con ser uruguayito ya está listo, que está bien así, que no aspira a ser del primer mundo, a ser un ciudadando de primera, de una patria antigua y milenaria. La Patria de los dioses, que nos concedieron la revolución con sus ideas que se siguen hasta hoy mencionando.

F: No soy antinada amigo, ni quiero ser otra cosa que lo que soy: uruguayo. Aprender de las costumbres de mi país, conocer nuestra historia, respetar nuestras leyes, pagar los impuestos aquí, elegir a nuestros representantes, en fin, todo lo que pertenece al uruguayo por derecho y deber.
¿Me entendés?

C: Hmmm… en verdad… no, no te entiendo.
Si querés podés conversar con mi maestro de francés, el te puede enseñar como a mí a reconocer la pobreza de la uruguayidad y la grandiosidad de ser francés.
Quizás no te dé la gasolina como para irte a la madre patria La Frans y hacerte ciudadano legal, pero si oís a mi maestro, de seguro llenarás tu casa de tuggcitas aiffals, de banderitas francesas, festejarás el 4 de julio (sí, dijo el 4 y no el 14), leerás los clasicos de la lengua romántica, etcétera… ¿comprendés vus?

F: Mira flaco, se me está haciendo tarde, tengo que ir a buscar a los chicos al cole, otro día nos vemos y conversamos.

C: Sí, sí, andá… andá a tu aburrida vida de uruguayito, muy responsable y centrado. Tenés esposa, chicos, trabajo, compromisos, diversioses reuruguayas… seguí con tu vidita nene… no tenes el llamado para ser un francés.
Yo me voy, me espera mi maestro de francés, que me enseña maravillas,  progreso, esperanzas, cosas que no tendrás vos nunca viviendo tu aburrida vida de uruguayo.
No tenés identidad, no tenés nada, solamente un… nada… Au revuar Filip… quizás algún día llegués a mon level de espiritualité fransois…

F: Chau amigo-.

LA CULTURA DEL CHAT

Debido a que ya pinto canas tengo la oportunidad de reflexionar sobre muchos hechos trascendentales, uno de ellos es respecto a la cibernètica ,- tambièn llamada ciencia de la informaciòn,- y la computaciòn propiamente dicha.

Cuando apareciò la computadora ocupaba un enorme espacio y tenìa un almacenamiento limitado, se hacìa el trabajo a travès de tarjetas y revolucionò todo lo relacionado a la informaciòn de cualquier tipo.

A medida que se fue propagando su uso, no solo con fines de investigaciòn, aparecieron las màquinas con menor tamaño y con capacidad muy superiores a las IBM.

Aparecieron muchas aplicaciones a travès de dicho adelanto tecnològico y se iniciò el intercambio informàtico llegando a establecerse la llamada cultura del chat, o sea conversar y por escrito dialogar , primero y posteriormente hacer masiva la conversaciòn.

Todo eso ha sido magnifico, pero luego se desperdiciò tal dispositivo ya que al igual que los celulares se utilizan de manera triste para decir cosas banales , tal es el caso de los llamados chateos, podrìamos ingresar a millones de pàginas web o blog y ver què de tonterìas se expresan en tales sitios; sin embargo esa es una cultura, costumbre que los usuarios utilizan para decir cosas sin sentido, irrespetuosas.

Lo triste del caso es que en nuestro caso tenemos una web que la aprovechamos para difundir el noajismo y obtener una enorme enseñanza para vivir acorde a los Preceptos; sin embargo muchas veces ingresan algunas personas que haciendo gala de malcriadeza irrespetan hasta nuestro querido morè queriendo expresar «la razòn de la sin razòn».

lo triste del caso es que tenemos que lidiar con dichas situaciones , pero algùn dìa quizàs El Eterno permita que dicha cultura agarre el respeto, la paz, armonìa que se pretende en Fulvida fomentar y aunque no retornen dichas personas al Camino que nos ha asignado El Santìsimo por lo menos puedan utilizar dicha tecnologìa de punta para convivir en franca armonìa y amor.

Es nuestra tarea, entonces colaborar en la construcciòn de Shalom.

Abrazos para todos desde El Salvador.

Resp. 601 – ¿Qué estoy haciendo mal?

Muy apreciado Licenciado:desde el sur de Chile vayan mis saludos y reconocimiento por todo lo que hace por nosotros los noájicos.Yo continuamente me estoy instruyendo a través de la pagina de fulvida y nada mas.
Desearía que Ud se informara de mi,me interesa su opinión y su guía.
En este momento estoy haciendo lo que sigue:
1-Hago mis oraciones cada día como nos han enseñado en full-vida
2-Estudio a través de full-vida los 7 preceptos universales
3-Cumplo con hacer de mi vida todo lo mas positivo que pueda,doy ayuda a los que lo necesitan
4-Estoy tomando unas clases de decoración y pintura
5-Voy a tomar clases de Inglés.Tengo mis tiempos bastante ocupados.
6-En todos los lugares donde voy hablo del Dios único y UNO
7-Pero me preocupa que aún no haga nada por estos lados en relación a la vida noájica,el hablar es muy poco creo que debo hacer algo mas pero como????
8-Necesito que Ud. me diga que me falta para cumplir con todo lo que el Eterno nos demanda como noájicos.
9-Deseo tenga mas bendiciones cada día y que Hashem le ayude para VER su voluntad
Con gran alegría deseo comunicarme con Ud.

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Día séptimo: Un sorbo de paraíso

Shabbat NO es para el noájida.
Así lo decretó Dios.
Ni siquiera la palabra Shabbat corresponde para que el gentil lo use como nombre para el día, pues refiere a un concepto espiritual que atiende a la realidad del judío y no del noájida.
No debe el noájida atribuirse el Shabbat para sí, ni siquiera con toda la buena intención del mundo.
Tampoco ha de vivirlo como lo hacen los judíos, pues eso constituye una enorme falta en contra de Dios.

Sin embargo, el día séptimo (el sábado, para que no queden dudas) debe ser un día diferente para el noájida.
Un día de recuerdo de la Creación, de aprecio de la grandeza de nuestro Padre Celestial, de retorno a la Buena Senda, de familia, de prójimo, de reencuentro con lo mejor que hay de nosotros mismos.

Te propongo entonces que te marques un lapso de elevar tu día sábado en un trozo de paraíso.
Asígnate una hora o dos para delimitarlo como trozo de paraíso.
No puedes, no debes, hacer que sea de 25 horas ese tiempo (al estilo del Shabbat judío), pues estarías actuando de manera incorrecta, fraudulenta; pero sí demárcate un rato en el cual te comprometes a respetar las pautas que te brindaré a continuación.
Te aconsejo que sea una hora o dos, no más, tampoco menos.

Estas son las pautas.

  • No uses aparatos eléctricos o electrónicos.
  • Si la luz está encendida, déjala así, emplea su luz, pero no la prendas ni la apagues.
  • No uses computadora, teléfono, TV, radio, mp3, etc.
  • No andes en vehículos: autos, motos, bicis, buses, patines, lanchas, etc.
  • No compres nada ni vendas nada.
  • No vayas a espectáculos públicos (encuentros deportivos, cine, teatro, etc.).
  • No transportes nada en espacio público, es decir, no lleves carga de un lado a otro. (Ninguna carga, ni siquiera 1 gramo).
  • No repares nada en tu casa, oficina, taller, etc.
  • No trabajes como asalariado ni como patrón.
  • No destruyas ni construyas.
  • No rompas ni repares.
  • No cocines ni prepares comida.
  • No hagas ejercicio físico para otra cosa que no sea recreación.
  • No escribas, ni dibujes, ni pintes ni esculpas ni similares.
  • No uses fuego ni lo apagues.
  • No des de comer a tus animales (tienes otros momentos del día para hacerlo, no justamente este espacio de paraíso que te has comprometido a disfrutar).
  • No proyectes ni prepares nada para hacer o dejar listo para luego de tu tiempo de paraíso.
  • No te acalores en disputas o debates.
  • No insultes ni te amargues.
  • No hables de deudas, cuentas, negocios, problemas legales, enfermedades, etc.
  • No uses dinero (lo que incluye por tanto no hacer caridad justo en ese tiempo).
  • No cuides (arar, cosechar, desmalezar, etc.) tu campo, tu huerta, tus plantas, tu maceta, etc.
  • No te expongas a situaciones que pueden ser dolorosas, riesgosas o fatigosas por demás: alejarte demasiado de la ciudad, nadar, ir a zonas peligrosas, etc.

Recuerda que estas prohibiciones NO tienen para ti un carácter de mandamiento, ni de orden divina, ni de reglamento para que cumplas, ni conllevan obligación de ninguna especie.
Son solamente acciones o situaciones que te abstendrás de hacer por propia voluntad, porque deseas encontrar en este día un tiempo y espacio para hacer algo diferente al resto de los días, para que de esa forma puedas recordar al Creador y Su Presencia constante en el mundo.
No eres más noájida por hacer esto, ni más sagrado, ni tendrás una mejor porción el el Más Allá, ni eres un aventajado moral por abstenerte en estas cuestiones que te he señalado.

Ahora, cuando con responsabilidad y compromiso vivas tu primer hora de abstinencia del dominio creativo del mundo, te encontrarás probablemente confundido, vacío, dubitativo, hastiado, aburrido, pues… ¿qué puedes hacer cuando todo lo anterior no lo puedes hacer?

Te podría dejar experimentar para que luego nos contaras y de esa forma compartir entre todos cómo se llena de paraíso el mundo cuando se deja de querer someterlo a nuestro dominio creativo.
Pero, te brindaré otras pautas, ahora las de lo que se puede hacer y llenan de contenido «espiritual» este marco de tiempo que te has fijado para dar un sorbo al paraíso:

  • Pasea por lugares naturales.
  • Pasea por lugares hechos por el hombre.
  • Siéntate a observar el paisaje, a la gente pasar, a las palomas, los edificios, etc.
  • Conversa con tu pareja.
  • Conversa con tus hijos.
  • Conversa con tus padres.
  • Conversa con el prójimo.
  • Cuenta cuentos (no tienen porqué ser de rabinos, sabios judíos, o cosas que suenan a «espiritual», sino simplemente cuentos).
  • Escucha contar cuentos.
  • Juega con tus hijos.
  • Comparte el tiempo con los de tu familia, con amigos.
  • Disfruta de saborear tu comida, sin apuros, ni interrupciones de sms, sin discusiones, sin que la tele domine el panorama, sin salir corriendo a preparar lo que comes.
  • Disfruta del sexo con tu cónyuge.
  • Toma un café, o algo, con aquel viejo amigo para el cual nunca hay tiempo de reencontrarse. Como no puede ser en un bar o café o similar, deberá ser en la casa de alguno de ustedes, o en un club en el cual no pagues lo que consumes en ese momento.
  • Siéntate en tu sillón preferido a flojear con permiso.
  • Medita.
  • Piensa acerca de la grandeza de Dios, de la belleza de la Creación, de la sociedad del Hombre con Dios para perfeccionar el mundo, etc.
  • Lee.
  • Canta.
  • Léele a tus hijos pequeños.
  • Agradece a Dios por todo lo que te ha dado.
  • Duérmete esa siesta que tanto te gusta y nunca consigues tiempo para tomarla.
  • Estudia, pero sin obligación, sin tomar apuntes, sin preparar exámenes, etc. Que tu estudio no sea eso que suena a «espiritual» (o sea, lo que es judaico), sino que sea de lo que te agrade a ti, por el simple placer de aprender. Biología, historia, política, actualidad, etc. Puede ser material de FULVIDA.com que te has impreso para leer a solas o en buena compañía.
  • Visita enfermos.
  • Invita a gente a comer a tu casa, para conversar de cualquier cosa que quieran, pero de paso puedes hacerles ver la maravilla y placer del noajismo.
  • Descansa, sin tener que dar excusas.

Sé original en compartir con nosotros otras opciones.
Las únicas condiciones son:

  • no contradecir las primeras pautas (las de abstenerse),
  • no hacer algo exclusivamente «religioso» durante ese período,
  • que la actividad sea para «aquí y ahora».

Encontrarás que esa hora o par de horas tienen un sabor diferente, un gusto a paraíso.
Cuantas más personas compartan este sabor, cuanto más gentiles se sumen al ejército de paz de los leales a Dios, más Shalom habrá, más próximos estaremos a disfrutar plenamente de la Era Mesiánica.

Depende de ti, de cada uno de nosotros, que seamos constructores de Shalom.