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Isaías 53 develado

Los malvados idólatras, que se disfrazan de santidad, insisten en descubrir a su falso redentor y falso dios en las líneas de Isaías 53.
Sobre esto ya hemos escrito anteriormente, así pues busca lo que está publicado en serjudio.com.

Ahora te daré un breve resumen, una lectura comprensiva del capítulo, pero antes tienes un deber.
Habrás de leer el capítulo 52 y el 54 y contestar a una simple pregunta:
¿Quién es el desolado, arruinado, adolorido, que el Eterno eleva por sobre sus opresores y sostiene en un sitial de grandeza?

(La respuesta te la facilito ahora: el pueblo judío. Pero, ve, lee, comprúebalo).

Esto es importante que lo sepas, porque te da la correcta idea de en dónde estás parado: en una sección que trata sobre la caída, exilio y restauración del pueblo judío.
Te describe al siervo sufriente con declarada claridad: es el pueblo judío, ve, léelo por favor, no me creas a mí, está en el capítulo 52 y 54 de Isaías.
¿Los habías leído, no?

Ahora:
(1) ¿Quién ha creído nuestro anuncio? ¿Sobre quién se ha manifestado el brazo del Eterno?
Las naciones gentiles, especialmente los enemigos de Israel y del Eterno reconocen pasmados lo que de otra forma no podrían creer.
Ellos con sus propios ojos están viendo el renacer del sometido Israel.
Aquel pueblo judío que creían muerto y perdido, ahora está más vivo que nunca, más promisorio que siempre.
Ellos ven el renacer del siervo, del pueblo judío y están estupefactos, pero la realidad es clara, nadie ha derrotado por completo a Israel, ningún genocida a conseguido la «solución final», e Israel renace de entre las llamas de los hornos crematorios, revive, retorna a su patria, se fortalece, está a la cabeza de las naciones señalando la ruta a seguir.
Miremos el siglo XX, el pueblo judío estaba destinado a perecer, a ser exterminado, nazis, imperialismo soviético, imperialismo islamista, cristianismo, entre otros quisieron acabar con los judíos, pero no lo consiguieron ni lo conseguiran.
¿Quién lo hubiera creído de no haberlo visto?
¿Cómo negar el milagro constante que permite al pueblo judío sobrevivir a todos los planes para eliminarlo?
¿Cómo negar que es Dios el que lleva con Su brazo a Israel a resurgir y fortalecerse?

(2) Subió como un retoño delante de él, y como una raíz de tierra seca. No hay parecer en él, ni hermosura; lo vimos, pero no tenía atractivo como para que lo deseáramos.
Nadie daba un centavo por la nación judía a principios del siglo XX, mucho menos durante las persecusiones infames y matanzas millonarias de los salvajes nazis.
¿Quién hubiera dicho que el pueblo judío renacería?
Pero además, la tierra de Israel estaba convertida en un pantano desértico, pero de pronto con la mano de judíos fue renaciendo, se fue convirtiendo en un jardín florido, hermoso, productivo, bello, impresionante.
Rodeado de enemigos sin fin, igualmente resistió y resiste. No con la fuerza de las armas, ni de la potencia economómica-política, ya que todos estos están en manos de sus enemigos.
Del lado judío está el Eterno, esa es su fuerza y sentido.
Israel como un pequeñito retoño renació, nadie daba un centavo por él; las apuestas estaban en contra augurando el porvenir del estado de Israel.
Pero, ahí está, firme, aguerrido, creciendo, rodeado de lobos feroces pero vivo y con vida. Es una potencia cultural, potencia espiritual, potencia que no agrede ni conquista, sino que sobrevive y dota de vida a quien quiere sumarse a su lado.
Pero antes, durante siglos era un asco…
Y la nación judía, masacrada, detestada, acusada en falso, ¿qué atractivo tenía a ojos de las gentes?
Ellos se mofaban del siervo sufriente, hacían burla de los judíos…

(3) Fue despreciado y desechado por los hombres, varón de dolores y experimentado en la enfermedad. Y como si escondiera su rostro, lo menospreciamos y no lo estimamos.
¿Quién tenía en estima a los judíos?
La larga lista de odios, agresiones, exilios no tiene límite.
Dolores miles, tormentos sin par.
Siempre a manos de ignorantes, o de rebeldes en contra del Eterno.
Se nos malatrató de todas las maneras posibles: se nos echó de nuestra patria, se nos prohibió la residencia en muchos lugares, se nos negó el derecho a «ser humanos», se nos confiscaron los bienes, se nos vetó el poder trabajar, se nos impuso duros castigos, se nos acuso vilmente de asesinos de dioses, se nos demandó convertirnos a la prostituida religión o morir en la hoguera… ¿sigo contándo las miles de torturas a las que se nos sometió por parte de nuestros enemigos?
¿Y quién daba un centavo por nosotros?
¿No fuimos en todas las generaciones un siervo doliente a causa de los enemigos de Dios?

(4) Ciertamente él llevó nuestras enfermedades y sufrió nuestros dolores. Nosotros le tuvimos por azotado, como herido por Elokim, y afligido.
Los malvados perseguidores de Israel tenían, y desgraciadamente aún tienen, el desparpajo de maltratarnos, violarnos, agredirnos, matarnos, etc. y todavía dicen que es a causa de que Dios nos rechazó.
¡Estupidez y maldad!
Son ellos, nuestros ofensores los culpables de nuestros males.
El pacto eterno entre Dios y el siervo, que es Israel, es inquebrantable, pero los malévolos siguen empecinados en querer destruirnos, porque odian al Eterno, porque detestan Su Presencia.
Adoran dioses humanos, siguen las tonterías de sus doctrinas, se aferran a sus santos, odian a Israel porque odian al Padre Celestial.
Así ha sido desde siempre, y lo seguirá siendo hasta la Era Mesiánica.

A causa de las enfermedades morales y emocionales de nuestros enemigos, los judíos sufrimos.
Ellos nos martirizan porque están enfermos del alma, sucios hasta más no poder.
Son de lo más aberrante, pero se disfrazan de santidad.
Tan, pero tan perversos, que quieren hacer creer que ellos son los herederos de la herencia que el Eterno ha dado a Israel, pero en verdad solamente siguen sus propias doctrinas de perdición, aman sus negocios, se arrodillan ante el Baal del poder.
Sucios malhechores que castigan a Israel, que lo acusan de sus propias maldades, pero son ellos los enfermos que acusan al sano de sus enfermedades.

(5) Pero a él lo han angustiado nuestras transgresiones, nuestros pecados lo han afligido. El castigo que nos trajo paz fue sobre él, y en sus heridas fuimos nosotros sanados.
Ellos creyeron que acusando a los judíos de sus propias ignominias estarían salvados de tener que pagar su deuda enorme ante el Eterno.
Al tratarnos de «deicidas», creen que se escapan del juicio del Eterno.
Al tratarnos de traidores, ellos creen ser fieles.
Pero son ellos los que asesinarían a Dios si pudieran.
Son ellos los que viven en constante transgresión y traición al Eterno.
Creen que por maltratarnos, ellos estarán libres de culpa.
Creen que por inventarse un redentor ellos serán redimidos e Israel castigado.
Creen que por acusar a Israel de crímenes que no comete, ellos son justos.
Pero no dejan de ser hediondos truhanes, piratas de la fe.
Como esos «progres» europeos que odian a Dios y a los judíos, y por eso cada acción legítima defensiva del Estado laico de Israel lo toman como una agresión imperialista; pero a cada violento ataque del imperialismo islamista en contra de Israel lo justifican con impunidad y mantos de piadosa mentira.
Como siempre, los enemigos del Eterno odian a los judíos, y achacan a ellos sus propias enfermedades.
Creen que así son más libres, pero solamente son más inmundos.
El siervo, el pueblo judío, sufre a causa de sus locuras.

(6) Todos nosotros nos descarriamos como ovejas; cada cual se apartó por su camino. Y el Eterno lo hirió, con el pecado de todos nosotros.
Ahora las naciones van despertando, de a poco reconocen su maldad, su estupidez, su aversión a Dios que los llevó a odiar a la nación judía.
Ven el renacer de Israel, a la par que están en el período del renacer de la conciencia noájica; entonces se dan cuenta que fueron como ovejas tontas, que perdidas no seguían al Pastor, el Eterno.
Y reconocen que los males del siervo sufriente, del pueblo judío, fueron a causa de ellos.
Ellos con sus conductas maltrataron a Israel, al siervo sufriente, ellos y nadie más.
El Eterno lo permitió, pero cada nación es responsable de sus propias culpas, nadie más.
Cada gentil que hirió a Israel, o fue cómplice de la agresión (como los que fueron cristianos, por ejemplo) deben hacerse cargo de su parte de la culpa y tratar de sanar las heridas. Deben pedir perdón, deben encontrar el camino de la reconcililación, deben ser constructores de Shalom, para equilibrar el daño que han causado.
En el pasado eran ovejas destructoras, ahora se deben reconocer como lo que son: noájidas, personas, constructores de Shalom.

(7) Él fue oprimido y afligido, pero no abrió su boca. Como un cordero, fue llevado al matadero; y como una oveja que enmudece delante de sus esquiladores, tampoco él abrió su boca.
Israel, el siervo sufriente, durantes siglos fue víctima, un puñadito en medio de inmensos océanos de enemigos.
Nadie le prestaba atención a sus palabras, nadie quería oir sus expliaciones. El odio puede más que el oído.
Tal como pasa todavía hoy, con aquellos enfermos del alma que se siguen aferrando por ejemplo a la mitología del dios colgado. O a esos «progres» que defienden a capa y espada el imperialismo islamista con tal de liquidar al Estado de Israel.
En la ONU, ¿quién atiende a Israel?
En el mundo, ¿quién daba lugar a los judíos para defenderse de las continuas agresiones de sus perseguidores?
El siervo sufriente, el pueblo judío, andaba en silencio, como cuando de a miles, de a millones fueron llevados a las cámaras de gas del infernal Hitler.
En silencio, como ovejas que van al matadero…
¿O no es esa la historia?
Acá no hablamos de mitos, de héroes de pacotillas inventados por piratas de la fe. Estamos testimoniando con la historia, cruel y cierta. Antigua y actual.
La historia que no deja momento de respirto al siervo sufriente, al pueblo judío.

(8) Por medio de la opresión y del juicio fue quitado. Y respecto a su generación, ¿quién la contará? Porque fue cortado de la tierra de los vivientes, y a causa de la transgresión de mi pueblo fueron heridos.
Pero, llegará el momento del fin del exilio para el siervo.
Los tormentos y genocidio de parte de los enemigos finalizarán.
El siervo dejará de sufrir, aunque nadie dé un centavo por él. Aunque parezca imposible.
La generación que vea el renacer del pueblo judío no dará crédito a sus ojos, pero no podrá menos que testimoniar el renacer del retoño de Israel.
Cuando pase el tiempo del exilio, cuando nuestras propias cuentas sean saldadas, entonces el renacer será a vista de todos.
La Era Mesiánica golpeará con fuerza a todas las puertas y corazones, nadie osará negar lo evidente, que es el reino del Eterno en el mundo.
Un reino real, de oceáno a océano, con esplendor, con prosperidad, con justicia, con equidad.
El siervo muerto demuestra que sigue vivo y que ahora es el que lidera el renacer de la humanidad.
El renacimiento ya ha comenzado. El siervo resurge de los huesos secos y que parecían sin vida.
Israel ha vuelto a parte de sus fronteras. Jerusalén es nuevamente capital de un Estado hebreo. Hay un despertar noájico, de retorno de los gentiles a la Buena Senda.
Estamos en los momentos iniciales del renacer, estamos a horas nada más del comienzo a pleno de la Era Mesiánica.
¿Podemos permitirnos seguir durmiendo?
¿Podemos tolerar que los fanáticos, asesinos, idólatras, terroristas, imperialistas, piratas de la fe, sigan liderando?

(9) Y dispuso con los impíos su sepultura, y con los ricos en sus muertes. Aunque nunca hizo violencia, ni hubo engaño en su boca.
Los judíos fueron tratados con brutalidad, con falta de humanidad, como si fueran escoria.
Se nos acusó de comunistas y de capitalistas; de nacionalistas y de universalistas; de cerrados y abiertos; de afines a la Tradición y de renovadores; se nos acusó de todo, por cualquier cosa se nos quiso eliminar.
Pero a pesar de esto, el siervo prevaleció, Israel está vivo y cada vez más luminoso.
Se nos ha dado por muertos muchas veces, pero nadie logró ni lograra eliminar al pueblo judío de la tierra.
Nosotros prevalecemos, no por la violencia, no por la fuerza, no por las mentiras, no por engaños, sino por la fidelidad al Eterno a través del estudio de Su Torá y el cumplimiento de los preceptos que se nos ha ordenado.
El siervo no precisa disfrazarse de santo, solamente precisa ser fiel, como lo ha hecho siempre.

(10) Y el Eterno quiso quebrantarlo y le enfermó, si pusiera su espíritu cual sacrificio por la culpa, verá descendencia, alargará días; y la voluntad del Eterno en su mano prosperará.
El Eterno permitió las torturas que padecimos.
Es parte de Su plan.
Todo lo que Él hace es justo y bueno, aunque no lleguemos a entenderlo.
La maldad de nuestros agresores contenía una chispa de esperanza.
Con cada azote se abría una herida en nuestra piel, pero al mismo tiempo algo positivo estaba germinando.
A pesar de los intentos de nuestros enemigos, a pesar de la voluntad sucia de los defensores del mal.
Por eso el sufrimiento del siervo, el dolor del pueblo judío, no es en vano.

(11) Por su vivo esfuerzo verá y quedará satisfecho. En su conocimiento mi siervo justo hará lo justo para muchos, y sus pecados él tolerará.
Los gentiles que reconocen el liderazgo espiritual de Israel y que por eso se hacen aliados en la construcción del Shalom, encuentran el camino correcto.
Pero, los que siguen aferrados a dioses colgados, a mitos del pasado, a rencillas en contra de los judíos y en contra de Dios, esos perecen… no tienen posteridad ni vida en la Era Mesiánica.
Por esto, es tan importante el despertar noájico, para que sean cada vez más los constructores de Shalom, que derriten la cera de la idolatría, que quiebran las cadenas de la mentira, que se alían con los judíos en fidelidad para ser edificadores de un mundo mejor.

(12) Por tanto, yo le daré parte con los muchos y con los fuertes repartirá botín, porque derramó su vida hasta la muerte, y a los transgresores ha contado; y él que llevó el pecado de muchos, para los transgresores intercederá.
El sufrimiento no ha sido en vano.
Por cada mortificación el siervo, el pueblo judío, recibe gratificaciones espirituales sin par.
Por cada herida recibida, la nación judía adquiere conocimiento, estatura moral, compromiso con la vida.
Los agresores de Israel perecen y son como el polvo que se lo lleva el viento, pero aquellos que sostienen a Israel son fundamentos del mundo.
Cada gota de sangre judía es vengada por Dios, y ninguno de los ofensores se escapará al juicio severo del Eterno.
Pero cada ayuda es bien cobijada en el seno celestial y retribuida con vida y abundancia eternas.

Resp. 204 – Apellidos de judíos asimilados

nelson Alvarez nos consulta:

Gracias por este espacio, quisiera saber si las personas que inmigraron a colombia por causas que de todos es conocidas como son descubrimiento de america loego los exilios por caosa e la primera y segunda guerra mundial donde a America llegaron los \»Judios Marranos\» que son los que tuvieron que c
Nelson Alvarez, 45, Arquitecto, Bogota Colombia

Shalom,
«Bendito el que viene en el nombre del Eterno.» (Tehilim / Salmos 118:26).

Debe saber que este sitio NO se dedica a temas judaicos, sino al noajismo, que es el camino de perfección que el Eterno ha trazado para los gentiles.
Por tanto una pregunta que trate de «apellidos judíos» sería más apropiada de hacer en SERJUDIO.com.

Debe saber que los apellidos NO determinan en modo alguno la identidad espiritual de la persona, ni siquiera sirven para aclarar la conexión con un pasado judaico o no.
Los apellidos son una invención moderna, muchas veces sujetos a modificaciones que imposibilitan reconocerles cualquier valor dentro del marco legal espiritual.

El hecho cierto es que judío es aquel que ha nacido de vientre judío, o que habiendo nacido gentil se ha convertido formal y legalmente al judaísmo, de acuerdo a la ley y ante un tribunal rabínico «ortodoxo».

Así pues, si algún antiguo judío llegó a tierra americanas pero tuvo hijos con una señora genitl, no importa el apellido de los decendientes, esos niños son completamente gentiles.
Si una «judía oculta» (marrana, como feamente se los denominó) desposó a un señor gentil, sus hijos tendrán el apellido del papá pero serán judíos. El problema con esto es que probablemente estos niños crecerán como gentiles, desconociendo sus raíces, su identidad espiritual, por lo que al ser hombres desposarán mujeres gentiles y su descendencia será gentil.

Por tanto, el apellido NO determina nada, ni sirve para trazar un linaje cierto.

Lo mejor que el gentil puede hacer es dedicarse con esfuerzo y amor a cultivar su propia identidad espiritual, a través del conocimiento y cumplimiento de los preceptos noájicos.
Esa es la Buena Senda que el Padre Celestial trazó para los gentiles, sin complicaciones, sin confusiones, sin menoscabos.

Por supuesto que el gentil puede apasionarse por informarse o conocer acerca de temas judaicos, o de linajes, pero que eso no se convierta en motivo de caos y tribulaciones emocionales y espirituales.
Que la ilusión, muy normal, de querer ser «otro» no los lleve por el camino del error, de la falsedad interna y externa, de la neurosis como se llamaría en ciertos ámbitos.

Su misión es ser usted mismo, llegar a ser aquella persona que puede llegar a ser, a través de la correcta nutrición de cada uno de sus cinco planos de existencia. Para que sea un constructor de Shalom, a través de todas sus potencialidades y virtudes.

Si le quedan dudas pertinentes, hágalas llegar.

Que sepamos construir Shalom.

More Yehuda Ribco

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Quienes oyen y no entienden, miran y no pueden ver?

  Isaias 6:9 y 10  

Mateo 13:14 al 15

Se cumple en estos versos Isaias 6:9 y 10?

14-En ellos se cumple la profecía de Isaías: Oír, oiréis, pero no entenderéis, mirar, miraréis, pero no veréis.        

15-Porque se ha embotado el corazón de este pueblo, han hecho duros sus oídos, y sus ojos han cerrado; no sea que vean con sus ojos, con sus oídos oigan,  con su corazón entiendan y se conviertan, y yo los sane. 

Israel es el pueblo de D-s y lo será siempre. El llamado Nuevo Testamento usa estos versos para demostrar una profecía que en realidad no existe. Dice que D-s abandono a su pueblo y que ahora son los gentiles el Israel espiritual.

Creen que esta sea la verdad?

Han leído lo que en realidad dice isaias?

Si analizamos lo que en realidad dice este hermoso libro nos daremos cuenta que esto es solo una alteración de esta profecía y que no tiene base alguna….

Analicemos:

Usemos estos versículos y algunos mas. Se que a los cristianos les gusta estos versículos solamente,pero la verdad es otra si se leen los demás versículos.

Isaias 6:9 al 10

(9) Y dijo: Ve y di a este pueblo: Oíd bien, pero no entendáis; y mirad bien, pero no comprendáis.

(10) Haz insensible el corazón de este pueblo; ensordece sus oídos y ciega sus ojos, no sea que vea con sus ojos, y oiga con sus oídos, y entienda con su corazón, y se vuelva a mí, y yo lo sane.

Hasta aquí los versículos cristianos. Lo que le sigue a esto fue omitido.

Porque?

Veamos:

(11) Yo dije: ¿Hasta cuándo, Señor? Y él respondió: Hasta que las ciudades queden desoladas y sin habitantes, y no haya hombres en las casas, y la tierra quede devastada;

(12) hasta que el Eterno haya echado lejos a los hombres y sea grande el abandono en medio de la tierra.

(13) Pero aunque quede en ella la décima parte, volverá a ser consumida como la encina o el roble de los cuales, después de ser derribados, aún les queda el tronco. Su tronco es la simiente santa.

Quienes serán destruidos?

Los desobedientes!

Quienes quedaran?

La santa simiente de Israel. Esta es la parte que no les conviene a los cristianos decir, Interesante, verdad?

Esta es Su promesa y D-s cumple Su palabra y mas por amor a nuestros patriarcas.

Esta maldición era temporera y como es evidente en los demás versículos, solo permaneció hasta que las diez tribus del norte de Israel fueron exiliadas a Asiría.

Veamos algo mas:

Amos 5:1 al 3

1-Oíd esta palabra que es una lamentación por vosotros, oh casa de Israel:

2-a caído y no se levantara la virgen de Israel, derribada sobre su tierra, no hay quien la levante.

3-porque así dice D-s el Eterno: La ciudad que salía en campaña con mil (guerreros) tendrá cien y la que salía con cien tendrá solo diez de la casa de Israel.

Amos predice aquí el exilio de las diez tribus no recuperaran su Gloria ya que serán separadas y esparcidas. Aun así regresaran a Eretz y serán reunidas con las otras tribus de Judea, para esa época y un rey de Judea (mesías) de la casa de David regirá sobre toda la nación.

Ver Jeremías 30:3

Porque vendrán días dice el Eterno, en que haré volver del cautiverio a mi pueblo Israel, y judá, dice el Eterno y haré que retornen a la tierra que di a sus padres y la poseerán.

Ezequiel 37:21 al 24

21-Y les dirás así: Así dice el Eterno He aquí que tomare a los hijos de Israel de entre las naciones donde fueron, y los reuniré de todas las partes a donde fueron y los traeré a su propia tierra:

22-Y haré de ellos una nación en la tierra sobre las montañas de Israel y un rey será rey de ellos, y no serán mas dos naciones y no estarán mas divididas en dos reinos,

23-ni se contaminaran mas con sus ídolos, ni con sus cosas detestables, ni con ninguna de sus transgresiones, si no que yo los salvare de todas sus moradas donde han pecado, y los purificare de modo, que serán mi pueblo y Yo seré Su D-s.

24-Y mi rey siervo David reinara sobre ellos y todos ellos tendrán pastor. Andarán en mis preceptos y observaran mis estatutos y los cumplirán.

El versículo 28 dice que las naciones sabrán que El, es El Eterno cuando Mi Santuario este en medio de ellos para siempre.

Aquí esta hablando de lo que será el futuro de Israel y Moshia. Será por medio de la simiente de David. Las naciones se darán cuenta que D-s esta entre nosotros ya que el Santuario estará en medio de nosotros PARA SIEMPRE…….

Sabemos que no es para la época de David sino de su descendencia ya     que David para su época no construyo el Templo sino su hijo y dice bien  claro que el templo estará para siempre y no por un tiempo nada  mas. Tendremos un tercer Templo y este será para siempre.

Ahora me pregunto?

Quienes son los que oyen y no entienden, miran y no pueden ver?

Piensalo.

Isaias 53:6 y 7

Isaías 53:6 y 7
(6) Todos nosotros nos descarriamos como ovejas; cada cual se apartó por su camino. Y el Eterno lo hirió, con el pecado de todos nosotros.
(7) Él fue oprimido y afligido, pero no abrió su boca. Como un cordero, fue llevado al matadero; y como una oveja que enmudece delante de sus esquiladores, tampoco él abrió su boca.

De quien se habla aquí?

Fácil de entender para todo aquel que estudia la Tora del Eterno. En Jeremías 16:19 vemos como las naciones admitirán que han ido por camino equivocado. Se darán cuenta que ellos han negado que Israel tienen la verdad de D-s.

El salmo 44:12 dice también. Nos entregaste como ovejas al matadero, y nos has esparcido entre las naciones.

Salmo 44:14 Dice: Nos convierten en objeto de mofa para nuestros vecinos, en burla para los que están alrededor nuestro.

Salmo 44:23 Pero por ti nos matan todo el día y somos como objetos que van al matadero.

Jeremías 50:17 “ISRAEL” es una oveja descarriada. Apartaronla los leones, primero la devoro el rey de Asiría y al final nabucodonosor rey de Babilonia rompió sus huesos.

Con estos versos explicamos con detalles el verso 6 y 7 de Isaías 53. como podemos entonces interceder por los demás? Lee Jeremías 29:7 allí vemos que si oramos por las naciones en donde nos encontramos tendremos paz, asi intercedemos por los demás cuando estamos en exilio.

Si lees Joel 2:25 al 3:2 veras otra profecía del rescate de Israel y su intervención a otras naciones. Nada mas hay que agregar a esto. Solo con estudios y entendimiento podemos entender la Tora y ver en ella lo que en realidad dice y no invenciones humanas. Si leyeran isaías como un solo libro verán la verdad.

Isaias 53:8

Isaias 53:8
(8) Por medio de la opresión y del juicio fue quitado. Y respecto a su generación, ¿quién la contará? Porque fue cortado de la tierra de los vivientes, y a causa de la transgresión de mi pueblo fueron heridos.

Quien fue quitado de la tierra de los vivientes?

Segun los cristianos y su teología, Jesús sufrió y murió por el pecado de Adam y Jesús termino con este castigo

Romanos 5:10 al 14

10-Si cuando éramos enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, ¡con cuánta más razón, estando ya reconciliados, seremos salvos por su vida!
11-Y no solamente eso, sino que también nos gloriamos en Dios, por nuestro Señor Jesucristo, por quien hemos obtenido ahora la reconciliación.
12-Por tanto, como por un solo hombre entró el pecado en el mundo y por el pecado la muerte y así la muerte alcanzó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron;
13-porque, hasta la ley, había pecado en el mundo, pero el pecado no se imputa no habiendo ley;
14-con todo, reinó la muerte desde Adán hasta Moisés aun sobre aquellos que no pecaron con una trasgresión semejante a la de Adán, el cual es figura del que había de venir

Isaias dice que fue quitado por la trasgresión de Israel pero según Romanos no fue por el pecado del pueblo sino por toda la raza humana. Que tiene que ver Isaias con Jesús? Nada!

Como es que pueden decir los cristianismo que Jesús fue castigado por el pecado de mi pueblo (Israel) Eso es lo que dice este versículo y no como dicen los cristianos que fue toda la raza humana. Hay una gran diferencia entre Isaias en traducción hebrea y la no hebrea.

Por la transgrecion de mi pueblo fue golpeado, Hebreo LAMO se traduce como golpeado por la traducción no hebrea, pero en realidad se traduce en ves de “fue” se traduce “fueron” véase Isaias 44:7…. 16:4 donde se uso correctamente la traducción de esta palabra hebrea en las versiones no judías. Porque no se tradujo esta correctamente en este versículo? No convenía? No cuadraba la profecía con Jesús y se tubo que alterar la palabra de D-s aquí? Cree que a D-s le agrada esto? No!

Este versículo dice algo diferente a lo que quiere aparentar el cristianismo. El que el siervo fuera quitado de la tierra de los vivientes no quiere decir que fuese muerto, sino exiliado de la tierra de Israel. O sea se habla aquí de destierro. Vea Ezequiel 32:23

Vease la caída en Ezequiel 32:23 al 27 en estos versículos vemos el castigo de aquellos que aterrorizan a Israel. Ezequiel 26: 20 al 21 Habla de Israel la tierra de los vivos por igual, pero esta tierra es Israel. Repito cuando habla que será quitado de la tierra de los vivos se refiere que será quitado de Israel en exilio.

Respuesta a una madre

Aquí abajo transcribo tal cual recibí un email de una mujer noájida (solamente edite los datos personales).
Mis respuestas van intercaladas en color azul, entre el texto de la carta.
Espero poder servir de guía para la señora que escribió esta sentida misiva, así como todos los que al leerla se sientan movidos a desarrollar lo mejor de su potencial.

La carta.

Hola More …
espero que haya pasado un buen Shabbat
mil gracias por contestar tan pronto, no me lo esperaba
Dios lo bendiga …

Igualmente para usted.
Quiera el Eterno que comencemos una semana llena de Luz, de Bien y Justicia.
Que podamos ser socios en la obra de construcción del Shalom.

Ahora si:
Ud me pregunta que es lo que siento ? hay more esa pregunta si que me hizo temblar …

Yo sé que cuesta a las personas expresar sus sentimientos.
De hecho, para gran cantidad de gente es complejo entrar en contacto con lo que sienten, ¿cómo no será expresarlo?
Estamos acostumbrados a vivir en un mundo teatral, pasamos por la vida como si estuviéramos en un gran escenario y nosotros fuéramos actores de una extraña obra.
Pero, realmente somos personas, en toda la amplitud de la palabra.
No meros espectadores, ni solamente actores.
Somos aquello que estamos haciendo.
Por tanto, el conectarse con sus sentimientos y aprender a expresarlo por medio de la Comunicación Auténtica puede serle de poderosa herramienta a la hora de plantearse la vida con responsabilidad y compromiso.
Es bueno que se vea al espejo del alma y tenga el valor de hablarse con sinceridad, desde lo más auténtico de su fibra, aunque sea entre temblores. O precisamente, a través de esos temblores que manifiestan su deseo de hacer bien las cosas.

despues de sentarme un buen rato a pensar antes de escribir este correo
descubrí que son muchas las cosas que siento.

Es bueno reconocerlo y expresarlo a través de la Comunicación Auténtica.
Además estaría bueno que pudiera escribir una lista de sus sentimientos y sensaciones, de modo tal de no dejar nada de lado y ordenar también el borbollón de pensamientos que emanan de sus sentimientos que han estado reprimidos o camuflados.

primero siento rabia, pero es una rabia rara, es una rabia como de confusion
profunda (espero que pueda entender lo que quiero decir con ello)

Creo que sí, que la comprendo.
Es como una llamarada que surge desde las entrañas y penetra el pecho, que ahoga un poco y probablemente estimula el llanto o el gemido.
Como el vapor reprimido de la olla a presión que está buscando una vía de escape.
Un ardor que la hace retorcer, pero quizás sin tanto dolor y más con tristeza.

y es
contra A* (mi esposo) quien puso en mi toda la duda, quien fue el que
comenzo todo esto (y que ahora muy en el fondo se lo agradezco).

Es un hecho que muchas veces las personas que se liberan de una oscura y antigua cárcel reprochan a su libertador. ¿Sabe por qué?
Pues, porque en la oscura prisión no había luz, y de pronto los ojos duelen al contacto con el resplandor de la libertad. Eso hace sufrir un tanto.
Los pulmones estaban apagados, apenas si manteniendo un hilito de vida. Cuando la puerta de la celda se abre, entra una ráfaga fresca, plena de vitalidad, que entumece un poco al angustiado pecho cansado de no respirar con pasión verdadera.
Pero, lo peor de todo, es que el alma se había habituado a la herrumbrada vida dentro de la prisión. La monotonía, la ruina cotidiana, el rumor zumbante y constante lleno de vicio eran los vecinos habituales. Ahora, se debe actuar de otra manera, debe uno pararse sobre sus pies, ya no quedar tirado en la podredumbre. Ahora se debe uno hacer cargo de su vida, ser el amo de sus decisiones. Y eso pesa, eso duele… si en la vida de esclavitud todo parecía más fácil. Había un cruel amo, había tiranos capataces, había látigos y humillaciones, había labores interminables para beneficio ajeno. Pero, el alma se había entrenado para vivir de esa manera.
Ahora llegó un libertador, que sin pedir permiso rompió las cadenas, destrabó la puerta, trajo la libertad… tan temida…
Eso, mi querida señora, es tan común.
Ese «odio» hacia el libertador.
Esa etapa de desasosiego, de falta de calma, de dudas, de incertidumbre, de querer volver a la maldición esclavista de Egipto con sus faraones mortales.
Es tan común.

Imaginese que cuando nos casamos a pesar de que era catolica y me habian criado en un
ambiente catolico, precisamente por haberme educado en un colegio catolico y
por tanta imposicion que senti acerca de la religion, yo tenia mis reservas,

Me lo imagino… años de adoctrinamiento en la ceguera de la fe, años de cruel represión de pensamientos y sentimientos, años de someterse a los designios bizarros de los imperialistas del momento… sí que me lo imagino…
Una vida dentro de la jaula del domador, para ser adiestrada, cual fiera de circo que debe invalidar su esencia para divertir a los extraños…

en cambio el estaba mucho mas ciego que yo e inclusive llegamos a tener
disgustos serios porq yo contradecia muchas cosas que
el antes creia y ahora mire como es la vida o no se si decir los designios
de Dios, el es ahora quien comenzo a influerciarme en este «nuevo
despertar».

Alabe al Eterno por esto entonces.

Segundo me siento desubicada, antes le creia a mi familia, al colegio en el
que fui educaba y a la iglesia, le creia con mucho disgusto pero al fin y al
cabo le creia…

La primer persona que redescubrió al Padre Celestial, que reconoció su unicidad, su infinita grandeza, su inexplicable naturaleza, ese pionero fue el patriarca judío Avraham.
A él el Eterno le dijo: «Sal de tu tu tierra, de tu cultura, de la casa familiar y vete a la tierra que Yo te mostraré«. No le dijo adonde lo llevaría, ni le mostró fotos o postales de ese lugar. Le pidió que dejara todo lo que era conocido, todo lo antiguo y nefasto para embarcarse en un viaje de descubrimiento, para encontrar el punto máximo al cual el patriarca podría llegar.
Usted tenía su tierra, su cultura, su familia, su ideología, su religión… su ceguera, sus cadenas, su prisión…
De pronto, el mensaje liberador llega a usted.
Y usted está en un plano lo suficientemente elevado como para prestar atención a ese llamado que proviene de los Cielos.
Le dice el Eterno «Vete, vete de todo esto que llamas hogar pero que realmente es una cárcel, una tumba para ti que aún respiras y tu corazón late. Vete, ten confianza que llegarás a esa tierra que Yo tengo preparada para ti. No te impacientes, aún no llegaste, entonces no pidas verla ni entenderla. Solamente te pido que salgas de la prisión, ya tienes la puerta abierta, cuentas con un guía que te conducirá. No temas y se valiente, porque por delante de ti encontrarás un camino hacia la tierra prometida.«

y ahora a quien le creo ?

Crea en el Eterno, en nadie más.
Para lo cual, estudie, analice, pregunte, critique, dude, enfrente, exprese sus pensamientos, manifieste sus sentimientos, colabore, trabaje, edifique, cumpla con su parte de la tarea, no se someta a persona alguna que se imponga a la fuerza.
Creo que es un camino bastante diferente al que la habían adiestrado a seguir.
Aquel camino de la fe ciega, del silencio, de la sumisión, de la humillación, eso YA FUE…

eso no significa que no crea en
Dios,

Mejor sería que no creyera en ese dios que le han inculcado, que cree que existe, pero que no es más que inventos, retazos de verdad cosidos a grandes porciones de mentira y fraude.
Más contento estaría si me dice que desconfía en ese patético dios que le han inyectado, que desprecia esas enseñanzas, esas ideas tontas y tóxicas que han podrido al mundo.
Porque, es difícil alcanzar la confianza en el Uno y Único mientras esas imágenes toscas de la religión sigan interfiriendo sus procesos mentales.

son como cosas de religion, como sentir entonces,  ahora pertenezco a
que?

Pertenece a Dios, al Uno y Único.
Es parte de un matrimonio, mutuamente con su marido.
Es parte de  su familia.
Es parte de su nación.
Es parte del mundo.
¿Le parece poco?

y a que debo obedecer o seguir?

Debe seguir la Buena Senda que el Eterno ha trazado para los noájidas.
Debe cumplir con los mandamientos para las naciones con sus derivados.

mi marido me enseño que no es necesario hacer parte de nada,

Así es, no es necesario ser parte de un cuerpo «religioso», pero sin dudas que sí formar parte de instituciones o comunidades que sostengan y difundan la Buena Senda.

simplemente creer en Dios y hacer el bien …

Esto es cierto.
Pero no olvidemos que somos seres sociales, que tenemos que interactuar, que somos nutridos por la sociedad y al mismo tiempo somos sus constructores.
Por tanto, que el noájida aprenda del ejemplo de su ancestro Noaj/Noé, para NO cometer el mismo error que él cometió.
Él se encerró en su burbuja de virtud.
Metió en ella a su familia.
Y se despreocupó de la sociedad.
O se cansó de no recibir respuesta favorable, y desanimado optó por recluirse en su burbuja.
Ciertamente que era un gran hombre, pero tan pequeño cuando se lo considera en su escasa o nula influencia positiva en su entorno social.
Así NO debiera proceder el noájida.
Sino que debiera ser un motor de desarrollo social, un constructor de Shalom.
La construcción del Shalom no se reduce al individuo ni al medio más cercano, el familiar, sino que a todos aquellos ámbitos que el noájida pueda alcanzar.

pero esto
es complicado.

Justamente… ¡todo lo contrario!
Complicado es vivir una vida de falsa espiritualidad, en eso que se llama religión.
Complicados son los rituales, salmodias, cantos, misas, ministerios, y no sé cuantas tonterías más que se inventan las personas para complicar sus vidas en vez de vivir de la manera sencilla que el Eterno ha marcado.
Hacer el Bien, hacer lo Justo… ni más ni menos, eso es lo que Dios pide de usted.
El resto, son adornos en el mejor de los casos… si es que no son actuaciones o piruetas mortales.

Me siento sin religion,

¡Alabemos al Eterno por esto entonces!
Así debe ser.
Así es como Él ha diseñado a la persona, para que viva sin religión.
En vez de llorar o quejarse por lo que no tiene, contemple y agradezca por todo lo bueno que sí tiene.
Se está lamentando por que siente que le faltan cosas, que realmente son tóxicas y nocivas.
Pregunta por una religión, cuando en realidad es una alegría el hecho de que recién ahora pueda vivir realmente como Dios quiere que viva.
Tiene mucho a su favor, un mundo por construir… ¿no le parece que es mejor poner la vista y el esfuerzo en el presente, en vez de estar quejándose por cosas insignificantes?
Religión… una de las cosas más insignificantes y perjudiciales de la historia…

 para donde voy,

Para donde la precisen para ser constructora de Shalom.
Empiece siempre por casa, pero eventualmente vaya ampliando su grado de acción.
Si usted actúa con bien y justicia, de acuerdo a los parámetros de la verdad del Eterno, encontrará que pronto habrá más gente a su alrededor que colabora con usted, que se asocia a la causa noájica.
Mientras más participe positivamente, más frutos de bien cosechará.

que hago,

Lo bueno y lo justo.

como rezo,

Hable con el Padre Celestial, exprese el contenido de su corazón a través de la Comunicación Auténtica con Él.
No precisa nada más, ni nada menos.
Si quiere una guía, porque se siente insegura en sus primeros pasos, puede descargar el libro de rezos que tenemos en este sitio y hacerlo su compañía diaria.

con quien hablo en caso de que necesite consejo,

Con su marido.
Con sus amigos.
Con su sicólogo.
Con su líder noájico.
Con un profesor universitario.
Con un anciano sabio.
Con un rabino.
Con un erudito laico.
Con tanta gente… depende del consejo que ande buscando y del puerto al que quiera llegar.
La vecina puede ser buena consejera para aprender a hornear el pan, pero probablemente no sea tan idónea en caso de que tenga alguna dolencia.
Es cuestión de sentido común, ¿no le parece?

 con quien me confieso si
necesito sentir alivio …

Con Dios, ¿con quién más?
Con un maestro, un rabino, un amigo, su esposo, conmigo, etc.

Es un desubique muy tremendo…

Sí, la entiendo.
Pero como le dije más arriba, usted está viviendo un proceso normal de reacomodamiento.
Es la esclava que encontró de repente la libertad y todavía no sabe cómo ha mejorado su vida en relación a la etapa de esclavitud.
Ya se quitará de encima la pesada mochila de su pasado.

Tercero siento recelo (y espero que esta palabra sea bien utilizada) recelo
de que ? a quien le creo ahora si la imagen de Jesus como me la pinta
Al***, como la he ido descubriendo a traves del estudio es de mentira ?
Al** le creyo a ud y a las cosas que el a logrado leer, analizar, y
asimilar … el me habla de la Torah, de Moises etc …

Ya le dije, pregunte, analice, dude, critique, siempre con respeto, pero nunca baje la cabeza por vergüenza o por no confrontar.
Crea aquello que es pasible de ser creíble, porque Dios le ha dado la cabeza para algo… ¿no le parece?

Entonces, ahora le creo a los judios ?

A «los judíos» no tiene que creerles.
Confíe en los maestros judíos que usted ha escogido, aquellos que le hablan sin complejidades inútiles, que le aportan citas y fuentes para sus palabras.
No todos los judíos son conocedores de su propia herencia… ¡mucho menos de la herencia de los noájidas!
Tenga cuidado en esto.

ahora tengo que entender que los judios son los que tienen la verdad ?

A diferencia de los gentiles, los judíos han vivido más de tres milenios en el exilio, sufriendo todo tipo de miserias y horrores, y sin embargo jamás abandonaron su legado espiritual. Se mantuvieron firmes a la la Palabra revelada del Eterno, a la Torá.
A diferencia de las naciones que se dedicaron a conquistar, asesinar, violar, robar, masacrar, inventar religiones y de paso olvidar la herencia espiritual que el Eterno les había dado.
Así pues, ¿quién tiene mejor acceso a la herencia espiritual?

ahora tengo que entender que asi fue la voluntad de Dios ?

Los que desperdiciaron su propia herencia espiritual fueron los gentiles, no los judíos. Eso no fue voluntad de Dios, sino la decisión de sus antepasados, de los suyos, que escogieron hacer lo que les complacía en vez de acatar los sencillos mandamientos que el Eterno les había dado.
Así pues, no achaque los errores y delitos de sus antiguos antepasados ni a Dios ni a los judíos.
Ni Dios ni los judíos les robaron a los gentiles su patrimonio espiritual, sino que fueron los gentiles de antaño los que escogieron el camino de la idolatría y la inmoralidad.
Gracias a Dios, la Voluntad de Él fue que hubiera un pueblo de sacerdotes, una nación que a pesar de todos los horrores que tuvo que vivir se mantuvo leal. Una nación que puede servir como Luz para las Naciones.
Esa sí es la Voluntad de Dios, que usted debiera reconocer y agradecer.
Ya que sus propios antepasados tiraron a la basura la herencia espiritual que Dios les había dado, y le heredaron espejitos de colores, mentiras y religiones.

¿Le parecen como una bofetada estas palabras que acabo de escribirle?
Si es así le cuento que no es una bofetada, sino el pegarse con algo que se llama «realidad».
Es cómodo y fácil echar culpas a Dios y los judíos, a satanás y los duendes, a los demás.
Pero la grandeza está en reconocer los propios errores, enmendarlos y entonces llevar una vida de verdad, de plenitud.
Es la hora de despertar, salir de la prisión y ser libre para ser feliz.

ahora tengo que entender que no tengo privilegios de acceder a toda la torah
porque es solo para el pueblo judio ?

Sí, es de los judíos. Esa es NUESTRA herencia, no la de los gentiles.
Si tiene inconvenientes diríjase al que así lo determino: quéjese con Dios.
¡Pero ALTO!
Antes de reprochar y reprobar, tómese un momento para considerar esto. Si sus antepasados mancillaron siete simples mandamientos, los dejaron de lado, se burlaron de ellos… ¿cree usted que eran merecedores, o capaces, de recibir un legado de 613 mandamientos sumamente difíciles?
¡Vamos mujer!
Si usa el sentido común se dará cuenta de que en realidad no tiene que ir a quejarse con Dios, ni envidiar a los judíos… sino pedir cuentas a sus propios antepasados, esos que abjuraron de Dios, que se fueron detrás de Baal, Jesús y otras perdiciones. Esos que debían respetar siete mandamientos, pero les pareció demasiado y se cansaron pronto…
Así que… ya ve, no se tiene que quejar con Dios, ni mucho menos pretender usurpar la propiedad de los judíos… mejor vaya a sus antepasados y exíjales por las acciones que cometieron. Vaya a sus contemporáneos y enséñeles a vivir de acuerdo a los siete mandamientos universales. Recién entonces quéjese por no haber recibido 613 mandamientos.
(Realmente, yo no sé qué tiene de mejor tener que cumplir 613 mandamientos pesadísimos… pero la envidia es así…)

entonces me surgen muchos reproches como ¿porque no fui judia entonces?

Porque su mamá no lo fue al momento que usted nació.

¿porque no supe la verdad desde el comienzo?

Porque sus antepasados prefirieron a Jesús y otras fantasías, en vez de a Dios y Sus verdades.

¿como creer si ahora todo en lo
q he creido se me derrumba y se me muestran algo completamente opuesto?

Usando la cabeza y no la costumbre.

ahora resulta que era
idolatra

Si, lo ERA.
Gracias a Dios que su marido se topó conmigo.
Gracias a Dios que él resistió mis palabras.
Gracias a Dios que él continuó adelante, redescubriendo la Buena Senda que le habían ocultado sus antepasados.
Gracias a Dios que él se puso firme a la hora de ayudarla a usted a ser libre…
Gracias a Dios que ERA idólatra, ahora está empezando a despertar a la vida verdadera.

y de una carta que lei que ud mismo escribio titulada «el gato
que se quemo con la leche, ve la vaca y llora» entendi (tambien con lagrimas
en los ojos). entendi muchas cuestiones que poco a poco e ido asimilando
porque no puedo ser mentirosa con ud y decirle que ahora creo completamente
en que soy noajida y debo actuar como tal. Y aqui viene mi peor sentimiento:

De a poco, está bien. Así es.
Paciencia, muuuuchhhaaa paciencia.
Respeto, amor, sentido común, integridad y voluntad de continuar.
Sin desesperarse ni abandonar la senda recta.

Cuarto siento miedo. More yo soy madre y si antes de serlo hubiera
enfrentado todo esto que ahora me pasa el camino seria muy facil porque ya
tendria todo claro y criaria a mis hijos con toda la certeza de mi creencia
y la de mi marido. Pero no es asi, las dudas surgen y surgen, las
confusiones y los lamentos y la rabia y toda esta etapa que mi esposo y yo
hemos llamado «de transicion» es ahora.

Así es la cosa, de nada sirve decir «qué sería ahora si antes hubiera sido otra cosa».
Concéntrese en el aquí y ahora, en cómo vivir haciendo el Bien y la Justicia.

Desde que siento que «ABRI MIS OJOS» siento como una aguja atravesada en mi
ser que no me deja dormir, vive conmigo dia y noche, sueño con esto, me
levanto pensando en esto, voy a trabajar con esto en mente, quisiera
gritarle al mundo lo que ahora siento para que me digan algo lo que sea pero
no quiero sentirme tan sola en esto tan duro y dificil para mi, y digo que
lo vivo sola porque es algo tan complejo que a cualquiera aca en mi pais les
parece que es absurdo, estupido, ridiculo y ud supiera tan solo con los ojos
con los que soy juzgada: aca en mi pais hay una frase de una cancion que
aplica en este caso: «si tu mirada matara, ahora estaria en el cielo, hay
que miedo».

Paciencia.
Si usted se mantiene firme en la Buena Senda, si no afloja, si no se irrita, si no disputa con los extraviados, verá que ellos se acostumbran y hasta se interesen en usted.
Pero, debe ser paciente y constante.
Como la gotita que cae una y otra vez, y por su paciente constancia logra quebrar la dura piedra.
Es cierto que la opinión de la gente pesa. A uno no le gusta ser un «bicho raro». Pero si se mantiene serena, con buen ánimo, emplea la Comunicación Auténtica, es noble en todos sus tratos, entonces la gente se acostumbrará a su presencia diferente, y dejará de ser diferente para ser una más.
Ese momento no está lejano, pero depende de sus conductas y reacciones.

Y esa aguja continua alli y estara hasta que este totalmente convencida de
lo que ahora estudio, leo, analizo y asimilo porque esta vez no me voy a
tragar todo entero, no me voy a dejar comer a cuento, quiero estudiar y
estudiar y estudiar y alli es donde entra ud o quien quiera que por favor
pueda darme una ayuda amiga de emergencia

Siga estudiando, siga preguntando, siga siendo paciente, siga construyendo Shalom.
Aprenda que no depende de otros para alcanzar su completud.
No es a través de clérigos, pastores, curas o santos que llega a Dios.
No precisa fe, ni ser esclava de nuevas doctrinas irracionales.
Sienta que es dueña de su vida, aunque dude, aunque no tenga todo en claro, aunque sepa que le falta mucho hasta alcanzar el buen puerto.
Siga firme, pregunte, estudie, dude, critique, use el sentido común, admita sus errores, reconozca sus impedimentos, sepa sus límites, pero no se deje avasallar por los soberbios y los burladores.
Serenidad y firmeza. Honestidad intelectual y pureza de sentimiento.
Siga indagando, siga rompiendo cadenas.

porq volviendo al tema de ser
madre es alli donde entran todas las dudas que le plantee en el correo
anterior:
Estamos en una epoca de muchisima tradicion ud la conoce bien y la verdad mi
mayor anhelo es
HACER LO CORRECTO, NO ME QUIERO SEGUIR EQUIVOCANDO, NO QUIERO GUIAR A MIS
HIJOS POR EL CAMINO
FALSO,

Entonces… ¡aprenda cuál es el camino correcto y sígalo!
Sin repetir lemas y eslóganes. Sin volver a las conductas del esclavo.
El noájida es un constructor de Shalom, no un esclavo en obras faraónicas.
Hasta ahora usted fue una esclava que llevaba y traía bloques inmensos para edificar pirámides, catedrales, cruces, etc. Era una esclava más de la tiranía férrea de la religión falsa.
Pero ahora está parada sobre sus pies y mira con firmeza hacia sus captores.
Tiene el poder de romper cada vez más cadenas.
Tiene el poder de desarrollar sus potenciales positivos.
No se deje engañar, no caiga en sectas y doctrinas oscuras.
El noajísmo es liberación, es serenidad, es moderación, es equilibrio.

porque me toco ahora y no antes?

¿Y qué gana haciendo esa pregunta?

es la pregunta que con rabia y
lagrimas en los ojos me hago a diario, me respondo a mi misma que son cosas
de Dios

No, no son cosas de Dios.
Son cosas de sus antepasados, de su país, de su sociedad, de tantas cosas…
Es fácil echar culpas a los otros, pero mejor empezar por ver las propias responsabilidades y ver cómo hacer para perfeccionarse.

pero me la puso dificil (y perdoname Dios mio santo por todo lo que
diga, sienta y reproche que pueda llegar a ofenderte) pero paralelamente a
resolver todas estas cuestiones a nivel personal estoy formando personitas
que me necesitan segura de cada paso que de, sobre todo si se trata de la
parte espiritual, asi que lo ULTIMO QUE YO DESEO EN LA VIDA ES QUE MIS HIJOS
ME DIGAN «mamá, porque nunca me enseñaste la verdad» o peor «mama, por tu
culpa hemos desperdiciados hermosos dias de mi vida, etc». NO QUIERO NO
DESEO QUE ellos pasen por la que yo estoy.

No nacemos sabiendo.
Tampoco obtenemos el título de padre o madre.
No somos perfectos.
No tenemos todas las respuestas.
¿Y qué?
¿Por eso nos paralizaremos y no haremos nada hasta estar seguros al 100% de lo que emprendemos?
Si usted sabe ABC, enseñe eso a sus hijos.
Si sabe que 1-2-3 es algo negativo, avísele a sus hijos.
Paciencia, esfuerzo, voluntad…

Ahora entiende el porque de mis preguntas sobre mis hijos ?
ayudeme por favor, a gritos se lo pido. Quiero hacer lo correcto y mas que
eso necesito
estar tranquila de que eso es.
QUIERO QUE ELLOS SEAN FELICES

Yo también.

por eso si la educacion Hebrea es la correcta para ellos hare todo lo que
este a mi alcance para obtenerla, (J*** nuestro hijo es un niño con un
potencial intelectual muy superior y esta certificado por medio de las
pruebas del coeficiente intelectual) esto se lo digo pq si la opcion no debe
ser tan radical digame more:

Si no hay colegio laico, verdaderamente laico, entonces averigüe en el colegio judío. Pero, NO para que le enseñen judaísmo, sino para que no se contamine con las perversiones de las religiones que infestan los otros colegios.
¿Queda claro?
La educación de los hijos es un tema central y principal.

como le enseño a mi hijo a no creer en mitos, en rituales, en idolatria si
se mueve en este ambiente tanto en la familia, como en el colegio y en el
barrio. Deme el truco pero ayudeme a que mi hijo no se vaya a ver frustrado
desde tan peque.

Frustraciones habrá. Nadie que esté vivo no sufre frustraciones.
El hogar es el mejor semillero de buenas conductas, de buenos pensamientos, de buenos sentimientos.
Si su hogar es noájico, se vive de acuerdo al noajísmo, se respira construcción de Shalom en todos los planos, entonces sus hijos tendrán la mejor formación y orientación.
Pero, no dependa de colegios o «salvadores», recuerde que es usted la reina en su casa, la que debe tomar las riendas para formar a esos niños.

Disculpeme por la extension de mi correo asi como si de pronto siente
malestar porque es la repeticion de la repetidera que a diario de pronto
tiene que responder. No soy egoista insistiendo en mi emergencia, pero
argumento que anhelo la verdad no solo para mi sino para mis hijos y la
forma adecuada de afrontarlo.

La comprendo y la entiendo.
Ahora, relea todo lo que le respondí.

Por otro lado es totalmente un honor y no dude de ello, colaborarle
tecnicamente en lo que necesite implementar en los sitios Web serjudio.com y
fulvida.com Digame que quiere, que idea tiene, que tiene en mente y haremos
lo posible mi esposo y yo por
complacerlo no lo tome por interes de que necesitamos de ud. Sino porq la
labor que ud hace por medio de esos sitios es maravillosa y es honorable
para nosotros contribuir en un pequeño porcentaje con ellos.

Toda colaboración es siempre bienvenida.
Precisamos ayuda técnica para mejorar los sitios web, dinero, publicidad, difusión, colaboradores, gente dispuesta a dar una mano, etc.
Si a FULVIDA no la hacemos entre todos, no la hace nadie.

Que este muy bien, con cariño y respeto
DianaP.

Que el Eterno los bendiga, que sepamos construir Shalom.

9 de Av para el noájida

Recordemos que el exilio de Israel, con la actual usurpación del Monte del Templo, es una situación en extremo triste para la nación de Israel, pero repercute en toda la humanidad de manera negativa.

Por tanto, el anhelo por la Era Mesiánica no es exclusiva de la nación de Israel, sino para toda persona fiel del Eterno.
Esto lleva a que el 9 de Av sea un día de pesadumbre y reflexión para el noájida, no solamente por hechos del pasado, sino por el Exilio actual de la humanidad, que vive lejana del SHALOM, de la integridad.

Tenlo presente.
Visita esta página e infórmate.
http://serjudio.com/rap3101a3150/rap3104.htm

Si te quedan dudas, por favor házmelas llegar por email.
Saludos y bendición

El verdadero MESÍAS / MASHIAJ

Resumamos características principales de la Era Mesiánica, de acuerdo a lo que ha sido profetizado verdaderamente:

• Dirección política de Israel a cargo del Mashiaj, soberano descendiente de la dinastía davídica.

• Reunificación de los exiliados de Israel y Yehudá en la Tierra de Israel.

• Estado reunificado y consolidado, sin rupturas ni grietas internas.

• Cumplimiento cabal de los preceptos por parte de los judíos.

• Afirmación del valor insustituible de la Torá como modo de vida judío.

• No habrá nuevos exilios ni diásporas para los judíos, quienes habitarán con seguridad y tranquilidad dentro de los límites de nuestra Patria (Israel).

• Paz interior.

• Re-edificación del Mikdash -Santo Templo de Jerusalén-.

• Permanencia y vigencia del Templo.

• Permanencia y vigencia de todos los mandamientos de la Torá (aquellos considerados como rituales al igual que los considerados como morales).

• Paz externa, lo que reporta independencia y soberanía nacional.

• Bienestar, armonía y prosperidad.

• Reconocimiento del Eterno por parte de las naciones.

• Aceptación por parte de las naciones de la especial vinculación entre Dios e Israel.

Si quieres aprender más sobre esta temático te invito a que visites la sección «MASHIAJ«, que cuenta con numerosos y bien fundamentados textos para tu estudio y enriquecimiento espiritual.

Autoestima (capitulo 3)

CAPÍTULO 3

Por el RAV. AZRIEL TAUBER

PENSAR Y SER

Era el último minuto de decisión para Dany. Cada vez que se encontraba a sí mismo decidiéndose por ir al seminario, las mismas palabras se repetían en su cabeza, ¿para qué lo necesito? Entonces se sentía aliviado pues decidía no ir, hasta que las palabras de su amigo retumbaban en su mente: ‘todos ustedes los israelíes tienen la misma expresión. ¿Acaso todo gira alrededor de ti mismo y de tus necesidades?’ Y entonces se encontraba a sí mismo considerando la idea de asistir. ‘¿Pero qué voy yo a sacar de todo esto? pensaba. ‘Ahí vas nuevamente, yo, yo, yo; ¿acaso todo tiene que girar alrededor de mi yo?’

Llegó justo antes de la puesta del sol, pero no se sentía bien. Más bien, se sentía obligado a estar ahí, a pesar que no era nada más que su propia conciencia la que lo obligaba. ‘Olvídalo’, se decía haciendo caso omiso de sus pensamientos negativos. ‘Ya estoy acá. De todas formas puedo pasar un buen rato’. Pero realmente todavía no estaba ahí.

Dany durmió en el cuarto del hotel durante la primera clase antes de bajar al lobby, donde la clase estaba justamente terminando. De repente oyó a alguien llamarlo por su nombre con emoción, —¿Dany? ¿Eres tú?

Moshé, —respondió Dany con alegría. Moshé era uno de los contactos de negocios más frecuentes de Dany.

Dany, ¿qué es lo que estás haciendo aquí?

Lo mismo que tú.

Sí, pero estoy sorprendido. Pensé que serías la última persona en venir acá.

Yo también soy judío. Además, ahora que tú estás acá, sé que tomé la decisión correcta. Estoy tan contento que estés acá, Moshé, —Dany repitió—. Quiero comentar contigo una idea de negocios.

Después de Shabat.

¿Después de Shabat? Desde que te volviste religioso, no se puede platicar contigo.

Eso no es verdad.

Sólo estoy bromeando, —dijo Dany.

Escucha Dany, la primera conferencia ha terminado. ¿Cómo es que no te vi ahí?

Estaba en mi cuarto, descansando.

Te perdiste una buena conferencia.

¿De que se trató?

Autoestima.

En ese caso, no me siento tan mal. Yo sé que los israelíes no somos perfectos, pero si hay algo de lo que no carecemos, es autoestima.

En ese momento, Moshé vio al rabino salir de la sala de conferencias hacia el vestíbulo.

Rabino—, lo llamó.

¡Ah!, Moshé —dijo el rabino mientras caminaba hacia ellos—. Me dio mucho gusto verte entre el público.

Y yo estuve feliz de estar ahí.

¿Tú esposa está acá?

Sí. Fue a ver al bebé. Pronto bajará para encontrarse conmigo, aquí en el vestíbulo.

Y ¿quién es tu amigo?

Él es Dany. También viene por el fin de semana.

Gusto en conocerte Dany. ¿Te vi entre el público? —preguntó el rabino.

No pude llegar a la primera clase, —admitió Dany—. Pero escuché que trató sobre la autoestima y, créame rabino, eso es algo que no necesito.

El rabino hizo una pausa. —Creo que podrías tener una impresión equivocada, —le dijo el rabino—. Un judío puede tener alta autoestima en determinada área, tal como en los negocios, en los deportes o alguna otra, sin embargo, eso no significa que tenga una autoestima judía.

Tiene usted un punto interesante rabino. La verdad es, no obstante, que yo conozco lo que quiere decir ser judío. Yo combatí en la guerra por el pueblo judío.

Y ¿aún estás peleando por el pueblo judío?

Combatí en una guerra. Espero nunca tener que pelear otra vez.

No estoy hablando acerca de arriesgar tu vida en el campo de batalla. Los Sabios relatan la historia de un hombre que exclamaba en las calles a los soldados que regresaban de la guerra: ‘Han regresado de una batalla, para combatir en otra mucho más difícil. La batalla contra ustedes mismos, en contra de sus pasiones’.5 En otras palabras, un judío tiene que luchar cada día por sí mismo y su pueblo. La batalla que tiene lugar en la intimidad de tu corazón es de muchas maneras, más significativa que la batalla con tanques y armas en el campo. Nuestros enemigos físicos son tan solo manifestaciones de nuestros enemigos verdaderos, los espirituales. Si no los conquistamos, nos volvemos nuestros peores enemigos. Y solamente nosotros podemos vencernos a nosotros mismos.

Hay mucho de verdad en lo que usted dice, rabino. Sin embargo, usted no se debe preocupar por mí. He visto milagros con mis propios ojos. Yo creo en Hashem completamente; quizá no en la forma en que ustedes los religiosos lo hacen, pero yo creo en Él.

Y ¿cómo creen los religiosos en Hashem a diferencia de ti?

Ellos cuidan todas las mitzvot.

¿Y tú no?

En realidad no. Y créame rabino, mis amigos han tratado de convencerme, pero no es para mí,

No es para ti porque tú no crees que Hashem le dio al pueblo judío 613 mitzvot.

No. Ésa no es la razón. Yo no cuido las mitzvot porque no quiero renunciar a las cosas buenas de la vida.

El rabino hizo una pausa. —Dany, ¿te importaría si te hago una pregunta?

No. Adelante por favor.

Cuando tienes hambre, ¿qué es lo que haces?

Me alimento.

¿Te alimentas a ti o a tu estómago?

¿A qué se refiere?

¿Es tu cuerpo tu yo, o tu yo es algo más?

Por ‘algo más’, ¿se refiere a un alma?

Sí.

Rabino, yo podré ser un alma, pero también soy un cuerpo. Y no quiero negar que soy un cuerpo.

Yo tampoco quiero que lo niegues, pero quiero asegurarme de que estamos de acuerdo en algo. Tu yo real es tu alma. Tu cuerpo te ha sido prestado por Hashem. Es como un automóvil rentado. Si tú vas de vacaciones por un mes y rentas un automóvil, después del mes no lloras cuando tienes que regresarlo. Hiciste buen uso del automóvil mientras lo necesitaste y luego lo regresas a Avis o a Hertz.

Nosotros hemos tomado un viaje a la tierra y hemos rentado un vehículo por 70 u 80 años. Cuando llega el tiempo de regresarlo, lo regresamos. Sólo tenemos que asegurarnos de que no lo hemos dañado. No hay pólizas de seguro. Somos responsables por cualquier daño.

Hashem nos prometió que si hacíamos buen uso del cuerpo, Él nos lo daría de regreso en el mundo eterno. En ese mundo, nuestros cuerpos físicos serán reconstituidos de tal manera, que aun ellos serán espirituales. Entonces seremos capaces de hablar de ellos, como hablamos de nosotros mismos. Sin embargo, ahora sólo estamos ‘rentándolos’. No deberíamos crecer tan apegados a ellos al extremo de que nuestra identificación esencial sea con ellos. Por lo tanto, Dany, te pregunto otra vez: ¿realmente eres tu estómago o tu alma?

Si lo pone de esa manera, rabino, por supuesto que soy ante todo, un alma.

Entonces, no puedo entender por qué tú piensas que cuidando mitzvot renunciarás a las cosas buenas de la vida. En todo caso, es lo contrario. Si tú no cuidas la Torá y las mitzvot, no sabes cómo disfrutar realmente de la vida.

¿Cómo puede decir eso?

Porque en la vida hay más que llenar tu estómago. No existe nada más satisfactorio que llenar tu alma. Si pasas el día colmando tu estómago o sumergiéndote exclusivamente en la búsqueda de objetos materiales, estás descuidando tu alma. Se está desnutriendo. Y si, como tú admitiste, una persona es primariamente su alma, ¿cómo puedes estar feliz si no alimentas tu alma con el alimento espiritual que ansía?

Admito que no soy una persona espiritual.

Si no es así, ¿cómo puedes incluso disfrutar lo físico? Si tu alma no está experimentando el deleite de comer, entonces ¿quién? ¿Tu estómago? El estómago de un animal también da cierta medida de satisfacción cuando está lleno. Pero tú eres un ser humano. Y un judío además de eso. No puedes estar experimentando plenamente los placeres de este mundo sin un alma sana, bien alimentada.

Soy feliz como soy, —dijo Dany—. Si fuera fácil desarrollarse en una persona espiritual, yo podría hacerlo. Pero no tengo herramientas para ser una persona espiritual.

¿Puedes pensar?

Por supuesto.

Entonces tienes todas las herramientas que necesitas. El pensamiento es la ventana del alma.

Mi problema, rabino, es que yo ya pienso mucho. Usted sabe lo que los rabinos dicen: yosif daat, yosif majov, ‘a más conocimiento, más dolor’.6 De algo sirve ser tonto. La gente superficial siempre está feliz. La gente exageradamente intelectual es infeliz. Es por esto que yo digo que pienso demasiado.

No fue cualquier rabino el que dijo esto, —respondió el rabino—, sino Shlomó Hamélej, el más sabio de todos los hombres. Y, Dany, si el más sabio de todos los hombres dijo esto, puedes suponer que hay algo más en sus palabras, porque la adquisición e incremento del conocimiento es la esencia del enfoque de la Torá.

Entonces ¿qué quería decir?

Se estaba refiriendo a un tipo específico de persona; una persona que se enorgullece exclusivamente de su intelecto, o una persona que no hace otra cosa más que intelectualizar todo el día. Una persona no es su intelecto. El intelecto tiene la intención de servir a la persona. Es un instrumento. Una persona tiene que vivir, lo que significa, que tiene que ser feliz en su vida física y usar su intelecto para producir cambios en su vida física. Ésa es la persona completa. La persona que hace de su intelecto el objetivo, experimenta dolor en el grado en que incremente su intelecto.

Una persona equilibrada, por otro lado, que participa de lo físico, así como de lo intelectual, no experimenta dolor a medida que incrementa su conocimiento. Totalmente, al contrario, incrementa su habilidad para tomar placer en la vida. Y es por esto que Hashem nos dio un estilo de vida de Torá y mitzvot, que balancea perfectamente la parte intelectual de la persona con la parte física. Sin Torá y sin mitzvot, ¿cómo puede uno derivar la máxima felicidad aun en su vida física?

Pero, rabino, usted no puede negar que la Torá le prohibe a la persona los placeres de este mundo. Te dice todas esas cosas que no puedes hacer.

Por cada placer que la Torá te ordena abstenerte, existe un placer equivalente que nos permite y alienta a participar de él. Y nos orienta en cómo participar en ese placer equivalente para que lleguemos a poseerlo, y no que él nos posea a nosotros.

Pero yo conozco gente judía que dice que cuanto más infeliz e insatisfecha sea la vida de uno, más grandeza tiene la persona. Un rabino me dijo esto. Incluso citó la siguiente afirmación: ‘No digas que no comes jamón porque es repulsivo. Más bien, no es repulsivo y si fuera posible te lo comerías, pero qué puedes hacer, si el Creador del cielo y la tierra te dijo que no te lo comas’.7 En otras palabras, este rabino me dijo que la Torá lo priva a uno de los placeres de este mundo, para que uno pueda servir a Hashem con motivaciones puramente espirituales.

Eso no es verdad. La persona que te dijo eso pudo haber entendido mal la idea. Esta cita sólo tiene la intención de enfatizar la importancia de la pureza de los motivos. No nos exhorta a hacer nuestra vida desdichada. Por el contrario, la Torá nos advierte: ‘Las malas noticias (predichas y enumeradas en los versículos previos), vendrán sobre ti porque no serviste a Hashem con alegría y buen corazón’.8 La Torá nos obliga una y otra vez a servir a Hashem con nuestro cuerpo y tomar placer de ello. Tenemos el mandamiento de estar satisfechos y regocijarnos en cada paso del camino en que servimos a Hashem con nuestra existencia física, con nuestro corazón y con nuestras emociones.

Es por esto, que a diferencia de muchas religiones orientales en donde el objetivo es desarrollar el lado espiritual, en tanto que se mata el lado físico, la Torá equipara la realización espiritual con la total participación del mundo físico. Debes casarte, establecer una familia, volverte parte de una comunidad según el modo de la Torá y, sólo entonces te has convertido en un verdadero servidor de Hashem. La Torá no nos permite evadirnos de los placeres físicos,

Si necesitas una prueba más, —agregó el rabino— toma Shabat. Shabat se santifica sobre una copa de vino; la mitzvá verdadera se hace sobre vino y no sólo con jugo de uva (no obstante que es aceptable). Un vino fuerte y embriagante se sobrepone al intelecto y debilita la razón. Ésta es la forma en que empezamos a santificar nuestro día más sagrado. Y después comemos, cantamos e interactuamos con nuestra familia durante las próximas 24 horas. Todo es muy físico. Si ésta es la forma en la que actuamos en el sagrado Shabat, entonces debería estar claro que la santidad es dependiente de las necesidades del cuerpo, y no se contrapone a ellas. El judío ideal es aquél cuyo cuerpo participa completamente con su intelecto, con su yo espiritual.

Por lo tanto, Dany, si tú me dices que no cuidas las mitzvot debido a que no puedes renunciar a las cosas buenas de la vida, yo te pregunto: ¿cómo puedes experimentar las cosas buenas de la vida si no tienes la Torá y las mitzvot como tu guía?

Pero rabino, uno no necesita la Torá para disfrutar la vida.

Quizá uno no necesita la Torá para tener una experiencia satisfactoria temporal. Sin embargo, la Torá le enseña a uno cómo hacer esta experiencia duradera y significativa. Ninguna de las cosas materiales de este mundo trae placer duradero a menos de que estén filtradas por la Torá.

Pero ¿qué hay cuando compras ese automóvil para el que estabas ahorrando?

¿Cuánto dura este tipo de felicidad? La respuesta es: hasta que descubres otra cosa que ansíes. Rápidamente, el instinto adquisitivo se vuelve una adicción y te vuelves más infeliz que nunca. Como dije, la Torá te enseña cómo poseer el mundo físico, no ser poseído por él. Es por esto que no puedo entender cómo dices que eres capaz de ser feliz sin la Torá.

Rabino, yo conozco gente rica, no religiosa que es feliz.

Parecen ser felices en el exterior, pero no sabes qué pasa en su interior. Además, aun si exhiben cierta felicidad externa, quién dice que son ricos como seres humanos. Una vaca también es feliz cuando es conducida al pasto. Así también, algunas personas son apenas algo más que vacas conducidas al pasto con toda su riqueza. Su felicidad no es ni profunda ni duradera. Admitiendo que aun la felicidad externa tiene sus ventajas, es la felicidad espiritual interna no dependiente de circunstancias externas la que finalmente es importante. Y no puedes tener la satisfacción interna sin los objetivos de la Torá.9

Yo no sé, —dijo Dany—. Todo lo que sé es que si D–os me hiciera millonario, sería feliz aun sin Torá.

¿Cómo puedes estar tan seguro? Conozco gente rica que es infeliz. Y conozco gente pobre que es feliz. La comodidad material es finalmente independiente de la capacidad de la persona para experimentar felicidad.

Pero ayuda.

Algunas veces. Y algunas veces daña. Tú sabes, los países escandinavos tienen una de las tasas de suicidios más altas del mundo. La ironía es que para mucha gente, ellos representan la sociedad en la cumbre del progreso humano: rubios, de ojos azules, nórdicos conocidos por su naturaleza no agresiva y sistema político progresivo, donde la riqueza se distribuye equitativamente. Y la verdad es que la riqueza está distribuida en esos países en forma relativamente uniforme. Nadie es muy rico ni muy pobre. Sin embargo, tienen una tasa de suicidios inusualmente alta,

¿Por qué habría de ser?

En mi opinión, el problema en Escandinavia es que no existen las apariencias externas de status y logro material, que frecuentemente funcionan para hacer que la gente sin ninguna otra fuente de autoestima se sienta bien acerca de sí misma. Mientras que en los países más occidentalizados, el materialismo sirve como un tipo de opio que nubla el miedo que uno siente por la falta de valor interno; los escandinavos con frecuencia tienen que enfrentarse a la desnuda, cruda, y sobria verdad. Ya que no conocen cómo generar un verdadero sentido del yo, muchos de ellos, por lo general intelectuales, llegan a sentir que la vida no tiene valor y cometen suicidio. La conclusión, Dany, es que no es la comodidad material la que trae la felicidad duradera.

Entonces, ¿qué la trae? ¿la Torá? ¿Me va usted a decir que no hay personas ultraortodoxas que son infelices?

Puede haber personas ortodoxas que son infelices pero eso es porque no poseen la Torá tan profundamente como debieran. Verás, no basta con observar la Torá superficialmente o creer en sus principios por hábito. La verdadera felicidad depende de una mente sana, activa y pensante, una mente que se esfuerza por entender lo más posible el significado profundo de la Torá y las mitzvot. Las personas que están infelices, son infelices porque no piensan; no saben cómo pensar, cómo utilizar su capacidad de pensar. Déjame explicarte a qué me refiero.

Podemos decir que una flor está viva porque despide un aroma agradable. Si se marchita o huele mal, está muerta o está muriendo. ¿Cómo sabemos que un ser humano está vivo?

¿A qué se refiere? Come, respira.

Un animal también come y respira. Mi pregunta es mucho más profunda. ¿Cómo sabemos que lo que hace único a un ser humano es vida y bienestar?

Dany pensó por un momento y se aventuró, —¿Un ser humano usa herramientas?

Muchos animales también usan ramas y objetos como herramientas.

¿Un ser humano puede sonreír?

Un simio también se sonríe.

Entonces me rindo.

Un ser humano puede pensar.

Pero rabino, —dijo Dany—, un simio también puede pensar.

No como un ser humano. De hecho, hay algo tan único acerca del pensamiento humano que, en comparación a él, es como si los animales no pensaran en lo absoluto.

¿Qué es?

La capacidad de sobreponerse al instinto debido al proceso de pensamiento. La verdad Dany, es que la mayoría de las personas no piensan. Piensan por los mismos objetivos que un animal piensa, sobrevivir, adquirir mejores cosas materiales, pero no piensan en la manera única en que el ser humano piensa para sobreponerse a sus instintos. Y si un ser humano no está pensando en la manera única que un ser humano piensa, ese ser humano no puede ser feliz. ¿Acaso puede un pez ser feliz si no puede nadar? ¿Puede un pájaro ser feliz si no puede volar? ¿Puede una vaca ser feliz si no puede comer? Así también, un ser humano no puede ser feliz si no puede, o no hace uso de la habilidad que lo hace único: su capacidad de pensar realmente.

El rabino hizo una pausa y decidió elaborar más aún. —Si yo tuviera que clasificar a los seres humanos —dijo—, diría que hay tres tipos: aquéllos que no piensan. Aquéllos que piensan que piensan. Y aquéllos que realmente piensan. La mayoría de la gente no piensa. Muchos creen que piensan. Y solamente unos pocos realmente piensan.

Imagínate un fumador asiduo, que su doctor le dice que si no deja de fumar pronto, va a morir. ¿Cómo reaccionarían los tres diferentes tipos de seres humanos? El primero, se muere antes que pensar. Se dice a sí mismo, ‘Sólo vives una vez, así que debes experimentar tanto placer como sea posible. Si fumar es uno de mis placeres, ¿qué tiene la vida de bueno si yo no puedo fumar?’ Por lo tanto no va a dejar de fumar. Y conocemos gente como ésa, que continúa fumando a pesar del conocimiento que fumar los va a matar. Estas personas preferirían morir antes de pensar qué se están haciendo a sí mismas.

Después hay una persona más seria. Si su doctor le dice que tiene que dejar de fumar, llegará a su casa y dirá: ‘Ya está. Tiro mis cigarros. Voy a dejar de fumar’.

Sin embargo, se levanta al otro día y lo primero que siente es un fuerte deseo de un buen cigarro. Inicia un diálogo interno consigo mismo. ‘Estoy totalmente comprometido a dejar de fumar. Mi vida es más importante que el cigarro. Sin embargo’, él agrega, ‘¿un pequeño cigarrillo realmente me matará?’ Sin una pausa él responde: ‘No’, y fuma el cigarro, jurando que es el último.

Unas horas más tarde, tiene el mismo deseo y el mismo diálogo cruza por su mente. Al final del día se fumó tres cigarrillos. No obstante, no le molesta porque razona que realmente combatió su hábito. Y lo hizo. Estaba pensando en lo que él estaba haciendo o así parecía, y eso le dio la fuerza para fumar solamente tres cigarrillos.

El problema es que al día siguiente se fumará seis cigarros. Y al tercer día se fumará doce. Y así seguirá antes que se dé cuenta que está encadenado al cigarro otra vez. ‘¿Qué puedo hacer?’, dice derrotado. ‘Lo que vaya a pasar, que pase. Yo no puedo hacer nada’.

Esta segunda persona es una que cree que piensa. Por un momento pareció como si realmente estuviese pensando. La verdad es, no obstante, que realmente no lo estaba haciendo. Él sólo creía que estaba pensando. Cuando se preguntó a sí mismo, ‘¿Acaso un pequeño cigarrito va a ser la diferencia?’ Su yo habitual estaba manipulando su mente pensante. Se hizo preguntas cuyas respuestas ya sabía. No se atrevió a preguntar: ‘Si me fumo aunque sea sólo un cigarro, ¿seré capaz de romper realmente mi hábito?’ Si se hubiera preguntado así, su mente racional le hubiera dicho que no fumara ni un solo cigarro.

Una persona que solamente cree que piensa, manipula su mente. Limita su pensamiento a parámetros que se acomoden a sus hábitos de vida. El pensador real es uno que quiere ser honesto al extremo donde duele. ‘No me importa lo que quiero, lo que pienso que necesito, lo que estoy deseando’, dice. ‘Yo sólo quiero saber la verdad absoluta’. Éste es un pensador real. No tiene miedo de enfrentarse a sí mismo. Quiere conocer la verdad aun cuando él está equivocado.

Pensar realmente significa no dejar que nuestros deseos interpreten la realidad por nosotros. Más bien queremos saber la verdad, la verdad objetiva, y queremos cambiarnos a nosotros mismos para alinearnos con esa verdad objetiva no importando cuánto nos duela.

Es por esto, Dany, que la verdadera razón por la que la gente es infeliz, es porque no utilizan su don humano único: la capacidad de pensar, de pensar realmente hasta el punto de poder sobreponerse a sus hábitos, a pesar de la dificultad y el dolor. No importa cuánta gente trate de traer felicidad a su vida, mientras su verdadero yo esté perdido, van a ser infelices. ¿Quién eres tú? Eres un pensador. Si no piensas, no puedes ser feliz.

El rabino se detuvo por un momento y luego continuó. —Si tú no quieres pensar, estás huyendo de ti mismo. Y si huyes de ti, no existes ‘tú’. Tu ser puede experimentar placer o satisfacción temporal, pero no existe un ‘tú’ para hacer la experiencia significativa y duradera. Ya sea que tengas cualquier otra cosa, una carrera, dinero, matrimonio, hijos, etc., te sientes infeliz porque esas cosas no son tú.

A medida que uno piensa menos, menor es su autoestima genuina. Uno que huye de sí mismo día tras día, realmente no es nada. Ésa es la causa de baja autoestima. La verdad, yo diría, es que no hay tal cosa como baja autoestima. Si no existe un yo, no existe estima. Y la triste realidad es, Dany, que la mayoría de nosotros no queremos conocernos honestamente. No queremos enfrentarnos con el dolor de perseverar en el pensamiento que sabemos es verdad. Si te evades a ti mismo, al final no puedes ser feliz.

Pero rabino, deben existir muchas psicologías y filosofías, aparte de la Torá, que destacan la importancia de pensar.

Comparadas con la Torá no son nada.

¿Cómo puede usted decir eso?

Estoy consciente de que el mundo moderno se enorgullece por su conocimiento, el cual, nos han hecho creer, está continuamente evolucionando, avanzando y progresando. Y parece ser así porque, por ejemplo, hay muchos doctores y profesionales que elaboran teorías y escriben artículos cada día. El conocimiento se está apilando. Sin embargo, sin importar cuán magnánimos hagan creer que son, todas sus teorías están fundamentadas en ciertas suposiciones producidas dentro del encuadre de su mente racional humana. Las teorías se están produciendo regularmente, pero son un reciclaje de las mismas suposiciones publicadas en la última revista mensual. Todas esas horas de pensamiento-hombre tienen valor limitado pues existen dentro de un sistema cerrado que contiene numerosas verdades parciales y limitaciones hechas por el hombre.

Sin embargo, aquél que crea nuevos mundos de pensamiento sobre los axiomas de la Torá, está empezando con una verdad 100 por ciento no adulterada, porque la Torá se originó en el Sinaí, de una fuente superior al ser humano. Aun si una teoría hecha por el hombre empieza con un 99 por ciento de verdad, hay una mayor distancia entre esa teoría y la Torá, que entre esa teoría y una teoría hecha por el hombre basada en un 1 por ciento de verdad. La Torá del Sinaí es la única fuente objetiva de verdad absoluta en este mundo. Cualquier verdad puede ser rastreada finalmente hasta el Sinaí. Cualquier cosa fuera de la Torá está casi seguramente ligada con impurezas que ensucian la mezcla completa y la invalidan como una fuente confiable de verdad.

Eso es lo que usted dice rabino. Pero otras personas dicen lo contrario. ¿Cómo lo podemos probar?

El tiempo es la verdadera prueba. Un cohete que apunta hacia la luna y está un grado fuera de objetivo, en los primeros segundos después del despegue se desviará de la luna por diez mil millas si no se toma una acción correctiva. Así también, la diferencia entre la verdad de la Torá y la mejor verdad hecha por el hombre, no se ve automáticamente justo al principio. Sólo puede ser observada mejor a través del tiempo.

Tan sólo hace menos de un siglo, muchos judíos creyeron tan fuertemente que el comunismo era una forma superior de vida que rápidamente abandonaron la observancia de la Torá. Y estaban tan seguros de sí mismos, que algunos incluso entregaron a sus padres a las autoridades por observar secretamente la Torá. No obstante, el comunismo duró poco más de 70 años.

En la actualidad, existen otras filosofías y sistemas que reemplazan al comunismo. Y muchos judíos son engañados a pensar que tienen valor real. Sin embargo, sólo la Torá ha permanecido como una fuente sólida de valores a lo largo de 3,300 años, incluyendo los últimos 2,000 años de exilio en muchos países extraños, bajo diferentes civilizaciones. Se ha expuesto a la tormenta del empobrecimiento externo y la persecución, y ha sobrevivido a las acusaciones de los ‘progresistas’ cuyos valores se han ido con el viento en menos de una generación. Y continuará siendo así. Ha resistido la prueba del tiempo. Sólo un ignorante o un tonto la descartaría por el último ‘ismo’.

Dar y Recibir

Cuando el rabino terminó la frase, la esposa de Moshé, una pareja de amigos suyos y algunos otros se unieron a ellos. Mientras se juntaba la gente, Dany, que estaba perdido en sus pensamientos, dijo bruscamente: —Rabino, no voy a discutir con usted sobre el último punto. Usted probablemente esté en lo correcto. No hay nada como la Torá. Pero si usted me preguntara, le diría que el problema con el mundo no es que la gente no piense lo suficiente, sino que son egoístas y egocéntricos. Si la gente aprendiera a no ser sólo para sí misma, el mundo sería un lugar mejor.

Estoy de acuerdo contigo, Dany, pero aun el darle a otros, es totalmente dependiente de los pensamientos de la persona. Si uno no se pregunta a sí mismo cuando se enfrenta a la elección: ¿estoy escogiendo basado en mi necesidad de recibir o en mi necesidad de dar?, es casi seguro que no está dando.

¿Por qué?

Porque las apariencias son engañosas. Muchas veces, desde el exterior, un acto parece ser de recibir, cuando en realidad es un acto de dar. Inversamente, muchas otras veces, el acto de una persona parece de dar, cuando el acto realmente es de recibir. Dar y recibir son dependientes en definitiva de la motivación subyacente.

Imagínate por ejemplo, una persona viviendo en una comunidad acosada por ladrones y asaltantes. Un día esta persona se levanta a la medianoche y vigila las calles hasta el amanecer, manteniendo segura a la comunidad. Hace lo mismo la siguiente noche y la siguiente. Continúa haciéndolo noche tras noche por los siguientes 30 años, llueva o nieve, fin de semana o Shabat. Y la comunidad no lo descubre hasta que muere. Qué tremenda generosidad de esta persona. Podemos imaginarnos cómo la comunidad lo va a elogiar. No van a tener suficientes palabras para alabarlo.

Poco tiempo después, sin embargo, se difunden noticias que este hombre realmente estaba contratado para andar por las calles y se le pagaba una compensación del rey por hacerlo. De repente, toda su abnegación se arruina. Todos los elogios y apelativos prodigados sobre él en su funeral se ven bajo una luz diferente.

¿Es eso justo, rabino? —preguntó Dany—. Piense cuánto hizo por la comunidad. ¿A quién le interesa si tenía motivos ulteriores? Vea cuánto le dio a la comunidad.

Tienes razón. No obstante, la verdad es que este acto de dar se perdió una vez que se supo que lo hizo por dinero. Quizá no lo estaba haciendo para darle a otros, sino para recibir para sí mismo. Sin embargo, si no hubiera tomado dinero, su naturaleza de dar hubiera sido clara para todos. Una vez que lo hizo por dinero, no importa qué tan grande es el acto, su posición como un dador se cuestiona.

Ahora, lo contrario también es verdad. Recibir, puede ser un acto de dar, si el propósito final de recibir es poder dar más y mejor. Piensa, por ejemplo, acerca de un doctor. Las personas se vuelven doctores por una de dos razones: ayudar a otros o hacer dinero. Estos últimos usan la enfermedad para hacer dinero. Los primeros, curan a los enfermos a fin de ayudarlos y solamente reciben dinero a fin de mantenerse a sí mismos y a sus familias para que puedan seguir ayudando a otros. Toman solamente para poder dar.

¿Cómo puede uno evaluar la verdadera motivación? —preguntó el rabino retóricamente—. No es fácil. Generalmente las consecuencias se incrementan a través del tiempo de acuerdo a la motivación. En otras palabras, cuando uno está motivado a hacer algo por una razón y lo hace, desarrollará su motivación subyacente aún con más ímpetu. Por ejemplo, si uno quiere ser doctor por la razón de ayudar a otros, pero para poder ser doctor uno tiene que pagar sus gastos, incluyendo los préstamos de la Escuela de Medicina, gastos fijos, seguro por actos de negligencia, etc., entonces, mientras más practique uno la medicina, se convertirá en mayor dador. Cada vez que trabaje con una persona enferma, ejercitará su músculo de dar.

En cambio, si uno se vuelve doctor porque realmente quiere hacer mucho dinero o ganar una posición, entonces mientras más practica curando a otros, menos paciencia y cuidado va a tener con sus pacientes. Es por esto que muchas veces encuentras doctores que pueden hacer toda la diferencia del mundo con unas palabras amables, un afectuoso ‘Hola, ¿cómo está usted hoy?’, pero nunca las dirán. En lugar de eso, el doctor actúa como si te estuviera haciendo un gran favor al permitir que estés en su presencia por un minuto. Él no se hizo doctor para ayudar a otros, sino para ayudarse a sí mismo.

¿Cómo debería una persona decidir su línea de trabajo? El objetivo del trabajo no es hacer dinero. El objetivo del trabajo es beneficiar a otros.10 Bajo las mismas condiciones, si uno tiene la elección entre un trabajo ganando $1,000 a la semana sentado frente a una computadora y especulando en la bolsa de valores contra un trabajo ganando $1,000 a la semana manteniendo las calles seguras contra el crimen mientras otros duermen, el último trabajo es preferible. El resultado es que, en este caso, si la persona con la elección de volverse un especulador por computadora en la bolsa de valores o un vigilante nocturno, elige ser un vigilante nocturno, su trabajo de toda la vida será realmente uno de dar a otros.

Así, —preguntó Moshé—, aunque esté recibiendo un salario, él merece todos esos elogios.

Sí. Si él elige este trabajo porque su motivación profunda es ayudar a la gente, él es un dador. Ganar dinero de ningún modo lo descalifica a uno automáticamente de ser un dador. La razón original por la que nos hemos adentrado en esta conversación, sin embargo, —añadió el rabino—, es que quería explicarte cómo el que uno sea un pensador o no, hace toda la diferencia en el mundo, aun en lo referente a actos de caridad. Las apariencias son engañosas. Los dadores pueden ser receptores. Los receptores pueden ser dadores. La diferencia son los motivos subyacentes que uno justifica para uno mismo en la mente. Y si uno no analiza sus motivaciones y las pone en orden, obstaculiza seriamente su capacidad de ser un dador.

¿Para qué estoy viviendo? ¿Qué es lo que realmente quiero lograr? El minuto que te detengas a pensar, te arriesgas a distanciarte de la motivación de dar, la motivación que determina el verdadero valor de todo lo que hagas. Y eso Dany, es por lo que en mi opinión el problema real del mundo es que la gente no piensa. Muchos creen que piensan, pero no utilizan su poder de pensamiento para sobreponerse a sus instintos materialistas los cuales los disponen a ser receptores. Usan su intelecto para hacer dinero o recibir honor, para convertirse en receptores más eficientes, pero no lo usan para refinar su yo interior, para sobreponerse a su instinto de recibir.

Aún estando de acuerdo con lo que usted está diciendo, ¿qué tiene que ver la Torá con eso? Yo puedo pensar sin la Torá.

Tú puedes creer que piensas, y tal vez una que otra vez realmente pienses, pero solamente la Torá tiene el poder de hacer a una persona un pensador cada momento de su vida. En tanto que la Torá nos exige que comamos, nos casemos, interactuemos con otros y que en general tomemos parte en la vida física, nos obliga cada día, cada momento a pensar en nuestro interés en el mundo material. Quiero comer lo que yo quiera, pero la Torá me dice que sólo coma kosher. Quiero acumular dinero y posesiones, pero la Torá me ordena dar y dar y dar a otros. Cincuenta… cien… doscientas y más veces cada día, nos vemos obligados a renunciar a una parte de nuestro interés en el mundo material. Cuando se combina con una mente inteligente y activa, nada como la Torá tiene el poder de desarraigar completamente del corazón humano el deseo natural de recibir, de ser egocéntrico y egoísta.

Ego Contra Autoestima

Ahora creo que realmente estoy confundido, rabino, —dijo Dany—. Antes usted me dijo que el ego es bueno, que debo tener autoestima. Ahora me dice que el ego no es bueno. ¿Cuál es la respuesta?

Cuando yo digo ego, —explicó el rabino—, me refiero a algo enteramente diferente a la autoestima. La autoestima y el egocentrismo no están separados por una línea delgada. Son dos categorías del todo diferentes. El egocentrismo gira en torno a ‘obtener lo que yo quiero’. Debo poseer cualquier cosa de valor que alguien tiene. Todos deben ceder ante mi voluntad porque yo sé todo mejor que los demás. Eso es egocentrismo.

La autoestima, en contraste, no depende de obtener lo que uno desea. Autoestima es el reconocer el lugar de uno en el universo; es la apreciación de saber lo que uno ya tiene, de lo que uno ya es. Uno es una creación en las manos de Hashem. ¿Qué más necesita uno? En cambio, la persona egocéntrica es infeliz a menos de que obtenga lo que quiere. La persona con autoestima se acepta a sí misma como es y está siempre activa en el proceso de desdoblar capas más profundas de su yo.

El problema real con la persona egocéntrica es que no puede pensar como se pretende que un ser humano lo haga; no se puede sobreponer a sus deseos instintivos. Aun si él domina sus deseos físicos, si piensa que su mente es el centro del universo, no va a ser capaz de pensar objetivamente. Pensará que todo lo que él hace está bien y nadie más puede decirle algo diferente.

La Torá te entrena a pensar independientemente de tus deseos físicos así como de tus necesidades egocéntricas. No sofoca nada que necesite ser expresado; sólo le enseña a uno cómo enfocar sus deseos para bien. Y lo mismo es cierto para el ego. La Torá no aplasta tu ego, tu verdadero yo, sino que te ordena a verte continuamente en relación a Hashem. Si lo haces, te sientes bien acerca de ti mismo y aún así permaneces humilde sobre tus logros.

Al limitar la lujuria y el ego, la Torá encauza estos potenciales para el bien último. Te da la oportunidad de independizarte de los impulsos egoístas de tu ser para que tu mente pueda reflexionar libre y lúcidamente acerca de las cosas importantes en la vida. Recuerda, pensar equivale a vivir. No es suficiente estar pensando que piensas. Debes pensar hasta que duela. Debes enfrentarte a ti mismo y cambiar.

Viviendo Fuera de la Realidad

Alguien de entre la gente levantó la voz:—¿Está uno permitido a dejar de pensar alguna vez?

Realmente no. Somos responsables de pensar cada acto en cada momento. Eso es lo que significa estar pensando continuamente en la Torá día y noche. Y es tan cierto para mujeres judías como para hombres judíos.11 En cualquier momento, la persona está obligada a estar pensando de acuerdo a la Torá, es decir, uno debe estar constantemente apartando las poderosas contracorrientes de los deseos personales, presión de los compañeros e influencias sociales para obtener la verdad.

¿Qué hay acerca de nada más relajarse, leer una novela o algo así?

Cualquier momento que entregamos nuestra personalidad a pasatiempos tales como novelas, revistas, periódicos, videos, cines, etc., estamos cometiendo una especie de suicidio. Por supuesto, eso no quiere decir que uno no tiene permitido tomarse unas vacaciones de uno mismo de vez en cuando para recargar baterías. Si tú sabes que tienes exceso de tensión, tómate las vacaciones. No es diferente a una persona que sabe que está cansada y necesita una siesta. Sin embargo, cuando leer fantasías ligeras y sin sentido se convierte en un escape habitual de la realidad, entonces uno está cometiendo un suicidio espiritual lento, largo e indoloro.

¿Dónde dice que uno no debe hacerse el hábito de involucrarse en tales cosas?

La Mishná nos enseña: ‘Uno que lee sefarim jitzonim, literalmente libros externos, no tiene porción en el mundo venidero’.12 Algunos interpretan sefarim jitzonim como libros de herejía. Sin embargo, el Maharal explica que sefarim jitzonim no son libros que están prohibidos por la Halajá (como son libros de herejía o pornográficos), sino que, él explica, se refiere a libros cuyo propósito entero no es otro que matar el tiempo. Sefarim jitzonim, libros externos, son libros que lo ‘sacan’ de la realidad. Dan una excusa para no pensar. Las personas que los leen religiosamente están entre aquéllos que no tienen porción en el mundo venidero.

Parece un castigo cruel.

No tiene nada que ver con el castigo. El versículo dice: ‘Puesto que (la Torá) es nuestra vida y la longitud de nuestros días’ y los rabinos explican: es ‘nuestra vida’ en este mundo y nuestra ‘longitud de los días’ en el mundo venidero.13 Tú tienes que vivir aquí: ‘puesto que la Torá es nuestra vida’ aquí. Pero la Torá que convertimos en nuestra vida ahora, se convierte en ‘la longitud de nuestros días’ en la vida eterna. En otras palabras, esta vida es la base de la otra vida. Los 80 o 90 años que abarcan esta vida no son nada comparados con la eternidad. Sin embargo, Hashem creó el mundo de tal manera que son un factor determinante en cuanto a cómo vivimos nuestra vida en el mundo venidero. Lo que haces contigo en esta vida es lo que serás en la vida venidera.

Por lo tanto, las personas que acostumbran escaparse siempre fuera de la realidad, pierden su porción en el mundo venidero, no porque son castigados por desperdicio de tiempo, sino porque si ellos pierden todo su tiempo en esta vida, no existe materia sobre la cual subsistir en la otra vida. No es un castigo, sino un resultado natural de no pensar, de no usar la esencia de nuestro ser para vivir esta vida. Pensar es vida. Si no aprovechamos cada pequeña oportunidad para afectar esta corta vida, estamos afectando negativamente nuestra vida eterna.

Cada Momento de Vida, un Gozo Permanente en Avodat Hashem

Rabino, este último punto que comentó es interesante para mí, —dijo Dany—. Usted dijo que no hay vida eterna si uno no tiene vida presente. ¿Puede explicarlo con más detalle?

Sí. Cometemos el error de pensar que existen dos mundos: olam hazé, este mundo, y olam habá, el mundo venidero. Y pensamos que aquellas personas que son afortunadas, serán capaces de dejar este mundo e ir al otro como una persona que deja un apartamento para irse a otro. Ése es el error.

Cuando Shabat llega, ¿te mudas a otra morada? No, tú recibes Shabat en la misma casa o apartamento que habitaste durante la semana. No obstante, si es una casa judía que funciona propiamente, la misma morada se transforma. Ha tomado el aura de Shabat. La basura física y espiritual se arroja fuera. (Ambos tipos de basura se deben sacar también durante la semana). Se pone el mejor mantel. Los mejores utensilios se sacan. Todo es blanco. No te mudaste. No cambiaste de aire. Más bien tomaste el dominio de donde vives toda la semana y lo transformaste en Shabat.

Este mundo es como un día entre semana que desemboca en el eterno Shabat. Un día se va a volver el mundo venidero, olam habá. Así, no hay otro mundo. Nosotros sólo sabemos de un mundo: este mundo. Sin embargo, este mundo está en el proceso de convertirse en el mundo venidero. Por lo tanto, lo que hagas con tu vida en este mundo, es exactamente en lo que se convertirá en el mundo venidero.

En Tehilim está escrito: az yimale s’jok pinú ‘entonces (cuando el Meshíaj llegue) nuestras bocas se llenarán con risa’. Reiremos, y reiremos y reiremos y nunca dejaremos de reír. El Gaón de Vilna pregunta: ¿Qué es tan bueno acerca de reír continuamente por siempre? Generalmente reímos cuando nos sorprenden con buenas noticias. Por ejemplo, si te enteras que ganaste la lotería, lo primero que vas hacer es saltar de alegría y dejar que todos sepan lo feliz que estás. Sin embargo, si sigues saltando así durante todo el siguiente mes la gente pensará que eres anormal. Y estarán en lo correcto. No quieres continuar riendo. Lo vas a seguir disfrutando un mes después, pero seguramente con más calma, con otra perspectiva. Seguir riendo no es normal.

¿Qué pasa, no obstante, si un momento después que recibiste la noticia que ganaste la lotería, te sorprenden con una noticia que no es menos fantástica que la previa? Esto requiere una nueva risa. Y digamos que un minuto más tarde hay de nuevo una sorpresa para ti. Nuevamente te vuelves a reír. Y después de ésta, otra. Y así sucesivamente. El placer que sentiste con el primer golpe de la noticia original se renueva una y otra vez como ola tras ola a la orilla del mar. No es anormal mantenerse riendo si recibes continuamente buenas noticias.

El Gaón de Vilna explica que ésta es la diferencia entre esta vida y la siguiente. Alcanzar el objetivo que uno se propone es la fuente de felicidad.14 Sin embargo, después de la exuberancia inicial, el entusiasmo se desvanece; la sorpresa se ha ido. Quizá disfrutes con el recuerdo, pero no lo revives una y otra vez. Él explica, sin embargo, que en el mundo venidero vas a descubrir una sorpresa nueva cada segundo. No va haber un solo segundo que no contenga una sorpresa para ti. Y esto te va a mantener riendo y riendo por siempre, mientras permaneces normal.

La pregunta es: ¿cuáles pueden ser las noticias que te mantienen tan entusiasmado? La respuesta es: cada momento de tu vida en este mundo. Los Sabios enseñan: Olameja tiré b’jayeja, ‘tu mundo, lo vas a ver en tu vida’.15 Este mundo no es realmente el mundo. Olameja, tu mundo, es olam habá, el mundo venidero. Sin embargo, ¿en qué consiste el olam habá? Jayeja, tu vida en este mundo, olam hazé. Olameja tiré b’jayeja: aquellas cosas que logres aquí, en tu vida pre-olam habá (jayeja) son las mismísimas cosas con las que vas a subsistir en tu vida futura (olameja).

Si vivimos nuestra vida como debe ser vivida, nuestra conducta de hoy afectará directamente nuestra vida en el mundo venidero y lo va a ser en tal grado que habrá felicidad infinita. Esos momentos valiosos y placenteros que experimentamos en esta vida son los placeres que experimentaremos en la vida del mundo venidero, excepto que vamos a descubrir sorpresas más profundas y enteramente nuevas acerca de cada buen momento por siempre. Y es por esto que tienes que disfrutar la vida ahora. No importa por lo que estás atravesando, debes darte cuenta que, debajo de la superficie, por lo menos, estás ganando enormemente con cada segundo de tu vida ahora.

A veces las personas renuncian a la vida. Dicen: ‘no puedo ser feliz en esta vida, espero que en el otro mundo tenga mejor vida’. Están cometiendo un gran error. Están evadiendo la responsabilidad de vivir, de disfrutar la vida, ahora. Racionalizan que mientras estén sufriendo van a obtener el olam habá, el mundo venidero. Éste es un pensamiento incorrecto. No puedes desarrollar realmente olam habá si no tienes olam hazé. Conocer lo que estás ganando en olam habá en esta vida, debería electrizar tu capacidad de disfrutar y experimentar esta vida, aun si estás sufriendo. El sufrimiento no debe resultar en estancamiento y desesperación. Si no haces nada en el olam hazé no vas a tener nada en el olam habá. Y eso es el infierno. Por lo tanto, una persona debe encontrar fuerza para hacer cualquier cosa que pueda, incluso en medio de la adversidad.

Pero ¿cómo puede una persona estar feliz en medio del sufrimiento?

Al darse cuenta que cada segundo de su vida aquí, contiene dentro de él, la semilla del olam habá. La verdad es que un pequeño logro en medio de la adversidad vale generalmente más que un gran logro durante tiempos fáciles. Si entiendes que cada objeto y experiencia en esta vida es la fuente de tu placer en la vida venidera, entonces irradiarás tranquilidad y satisfacción aun en tiempos difíciles. El problema es que no tomamos nuestras vidas con suficiente seriedad. No apreciamos cómo esta vida se va a transformar en vida eterna. Mira tus manos. Estas mismas manos son las mismas manos que vas a tener en la eternidad.

Rabino, ¿se está usted refiriendo a tejiat hametim? —preguntó alguien.

Sí.

¿Qué es eso? —inquirió otra persona.

Tejiat hametim es la época de eternidad que va empezar después que la historia, como la conocemos, llegue a un clímax seguido por la llegada del Meshíaj. Para aquéllos que lo merezcan, el cuerpo será reconstituido del polvo, y el alma va a reingresar a él. El Rambam incluyó el axioma de la Resurrección de los Muertos en sus 13 principios de fe del judaísmo. La pregunta es: ¿por qué es tan importante que si uno no cree en ese axioma, no cree en el judaísmo? Después de todo, uno puede entender por qué creer en D–os, Providencia Divina, recompensa y castigo y otros principios similares son preceptos inalterables de la fe. Sin embargo, ¿qué diferencia hace si uno cree o deja de creer que eventualmente después de la muerte el cuerpo de uno será reconstituido y el alma le será devuelta?

Esto es especialmente difícil de entender cuando consideramos el hecho que una persona no es su cuerpo. Un cuerpo es como un traje. Una vez que tu traje se desgasta, ¿te importa qué pase con él? Te sirvió bien mientras duró, pero no eres tú. Una vez que el alma deja el cuerpo y va a donde sea que vaya, ¿a quién le importa lo que pasa con el cuerpo? Más aún, ¿quién dice que todos quieren que se les regrese el mismo cuerpo?

Sin embargo, la respuesta es que nos enseña cuán importante es cada parte de nuestra vida, incluso nuestra vida física. Tenemos que decir: ‘Hashem, Tú me diste este cuerpo y este conjunto de circunstancias físicas. Un día todo esto va a ser parte de la eternidad. Ahora sucede que es material, pero un día llegará a ser espiritual, una parte permanente de olam habá’. Cuando puedas decir esto con convicción, llegas a tener un nuevo respeto por ti mismo, por cada aspecto de tus circunstancias presentes de vida, incluyendo las físicas.

¿Todas las cosas físicas?

Sí.

¿Qué hay acerca de las posesiones?

También

¿Aun el dinero?

Ciertamente. Hashem pone una gran cantidad de responsabilidad en nuestras manos cuando nos otorga dinero. Es una cosa potencialmente sagrada que puede ser usada para tzedaká (caridad) y otras mitzvot. Consecuentemente, tienes que pensar mucho acerca del dinero que gastas. Y es, nuevamente, donde pensar es tan importante. Debes saber cuándo donarlo y cuál es la causa correcta para donarlo. Si Hashem te da dinero, debes vigilar cada centavo, no por ser tacaño, sino porque cada centavo tiene un uso específico para el que te fue dado.

¿Cada centavo?

Sí. Cada centavo es del cielo. Si lo usas adecuadamente te vas a beneficiar de tu dinero, no solamente en este mundo, sino en el mundo eterno. Tu dinero se convertirá por sí mismo en parte de la eternidad. Y este conocimiento te debería dar el placer que necesitas para sentir aquí. Déjame ilustrarte a qué me refiero con un incidente personal.

Una vez necesitaba viajar a las afueras del estado para dar una conferencia. Mi tanque de gasolina estaba a la mitad, pero para asegurarme quise llenarlo. En ese entonces la gasolina costaba 95 centavos por galón en la carretera y aproximadamente $1.15 en cualquier otra parte. Entré a una gasolinera en la ciudad y estaba a punto de llenar el tanque cuando recordé que podía conseguir la gasolina más barata en la carretera. Argumenté conmigo mismo que no valía la pena ahorrarme 20 centavos por galón y no llenar el tanque inmediatamente. No obstante, cuando leí el letrero que decía $1.15 por galón no me atreví hacerlo, y conduje hasta la siguiente gasolinera y vi que el precio era $1.12, pero aún no podía gastar el dinero.

Me dije, ‘¿Acaso no eres un tonto perdiendo diez minutos entrando y saliendo de estas gasolineras para ahorrarte $2.00 por medio tanque de gasolina?’ Al mismo tiempo me dije: ‘$2.00 son $2.00. Tienes una responsabilidad con el dinero que Hashem te da’.

Decidí entrar a la carretera sin llenar el tanque. Después de un par de salidas, para mi sorpresa, vi una gasolinera vendiendo el galón a 83 centavos. ‘Mira’, le dije a mi hija que estaba viajando conmigo, ‘Hashem me recompensó. Está incluso más barato de lo que generalmente pago en la carretera’.

Llené el tanque por $12.46, saqué un billete de $20.00 y entré a la pequeña tienda a pagar. Al entrar, recibí una mirada muy fría, antisemita, de un gentil detrás de la caja registradora. Un par de amigos suyos estaban ahí también y no era muy difícil leer su mente. Tratando de no sentirme intimidado, le pasé los $20.00. Me dio el cambio, el cual no conté y me salí.

Cuando regresé al automóvil, conté el cambio y me di cuenta que me había regresado $7.00 más de lo que me debía haber regresado. En lugar de cobrarme $12.46, me cobro $5.46. En una fracción de segundo, la siguiente conversación pasó por mi cerebro.

Estrictamente, de acuerdo a la Halajá, el dinero es mío. Además no me debo preocupar por causar profanación del nombre de Hashem. Más tarde, cuando descubran el error, no van a pensar que yo me marché deliberadamente con el dinero, porque las personas con frecuencia meten el cambio en sus bolsas sin contarlo. Y además, yo no le debo nada a esos antisemitas. Podía verlos burlarse de mí a través de sus apariencias. ¡Qué bueno!, pensé, se lo merecen. El dinero es mío. Quería ahorrarme $2.00 y no sólo me los ahorré sino que obtuve $7.00 más. Fui recompensado inmediatamente por actuar responsablemente con mi dinero.

Después, también en una fracción de segundo, me recordé a mí mismo las palabras de Moshé Jaim Luzzatto en su Mesilat Yesharim: A pesar de que el error monetario (en este caso) sería permitido conservarlo, te corrompes a ti mismo si te quedas con el dinero. Te acostumbras a recibir dinero por el que no trabajaste. Por lo tanto, midat hajasidut, el atributo de ir más allá de lo que la Halajá dictamina directamente, indica que no es apropiado quedarse con el dinero. Así como las palabras del Mesilat Yesharim llegaron a mi mente, inmediatamente un tercer pensamiento cruzó por mi mente. Quizá podría hacer un kidush Hashem, una santificación del nombre de D–os.

Entré nuevamente a la tienda y recibí otra vez la misma mirada hostil que parecía decir: ‘este judío está de regreso. ¿qué quiere ahora?’ Me acerqué a la caja registradora y dije: ‘Me dio cambio de más. Yo le dije que fueron $12.46, y me dio $7.00 de más’.

Su cara se puso roja. Probablemente había estado pensando, ‘si le das la mano a un judío, tienes que contar tus dedos para estar seguro que no te robó uno’. Y ahora, ahí estaba yo regresando el dinero. Podía notar que estaba turbado.

Lo siento’, dijo mientras tomaba torpemente el dinero que yo le había regresado. Nerviosamente, pero con gratitud genuina, me agradeció no una, sino dos veces.

Regresé al automóvil y le conté la historia a mi hija. ‘Imagínate lo que pasó acá’, le dije. ‘Fui capaz de realizar la gran mitzvá de kidush Hashem sin que me costara un centavo. ¿Qué hice para merecer esta mitzvá? Hace una hora y media, salí de mi camino para ahorrarme $2.00. Mitzvá goreret mitzvá, una buena acción trae otra buena acción. Si hubiera tomado el camino fácil y gastado los $2.00 antes de llegar a la carretera, nunca me hubiera detenido en esta gasolinera.

El dinero no es algo con lo que se debe ser frívolo. Es una herramienta que te ayuda a funcionar adecuadamente en el mundo de Hashem. Y cada centavo tiene su propósito. La ‘pequeña’ oportunidad de ahorrar $2.00 puede llevar a obtener recompensa en este mundo y en el mundo venidero. Y lo mismo es verdad para cualquier otra cosa de naturaleza física. Nuestras manos, nuestros cuerpos, nuestro dinero, nuestra casa, nuestra pareja, nuestros hijos e incluso nuestro tiempo. Todo lo físico es un regalo con potencial para ser convertido en eternidad.

¿Qué es vivir? —continuó el rabino—. ¿Cuándo se nos considera vivos? Cuando utilizamos el presente y lo aprovechamos en una experiencia que va a contener la vida del mundo venidero. Y cada momento puede hacerse efectivo. Pero tenemos que vivir este momento presente. Si son las 9:32, tenemos que vivir a las 9:32. Si perdemos la oportunidad de las 9:32, no estamos viviendo, estamos meramente existiendo en el planeta.

Déjame ampliar esto con una historia. Un muchacho de 18 años que estudiaba en una yeshivá en Inglaterra se enfermó de cáncer. Se puso tan grave que los doctores le dijeron que ni la quimioterapia lo iba a ayudar; aconsejaron a la familia que lo llevaran del hospital a la casa a fin de vivir sus últimos días con sus seres queridos.

Sin embargo, la familia no se rindió. Lo trajeron a Estados Unidos y encontraron un centro médico no muy lejos de mi casa. De hecho, terminaron por quedarse en casa de mi yerno. Los doctores les dijeron que tenían una terapia experimental que, a pesar de ser muy dolorosa, podría extender su vida por un par de meses. Los doctores insistieron, no obstante, que sólo aplicarían la terapia si el paciente firmaba un papel liberándolos de toda responsabilidad por el procedimiento.

Los padres consultaron a una autoridad grande en Torá, si a su hijo le estaba permitido, o más aún, si estaba obligado a tomar esa terapia. El rabino concluyó que, en su caso particular, el único que podía tomar la decisión final era el hijo.

Al poco tiempo, el padre me llamó por teléfono y me dijo que su hijo quería hablar conmigo. El muchacho les pidió a sus padres que salieran un momento a fin de poder hablar a solas conmigo.

Sé que voy a morir pronto’, él me dijo, ‘y no tengo quejas en contra de Hashem, aunque no entiendo el porqué esta situación me llegó a mí. No tengo miedo. Lo que más me molesta es que mi familia va a sufrir. Sin embargo, si esto es lo que Hashem quiere, yo estoy deseoso de aceptarlo de todo corazón’.

No obstante’, él continuó, ‘me han dicho acerca de una terapia que puede extender mi vida un mes, más o menos, y que la decisión de tomarla o no depende completamente de mí. Yo no sé qué finalidad tiene tomarla. ¿Qué estoy logrando al vivir un mes más? Ya estoy imposibilitado, acostado acá conectado a todos estos tubos; no me puedo concentrar por más de cinco minutos. Mi familia va a perder un hijo, y ¿no sería imponerles más agonía que estén viendo mi estado un mes más? ¿Qué debo hacer?

Primero le dije que no esperara que yo tomara la decisión por él. Estuvo de acuerdo. Luego le dije que lo único que podía hacer era enseñarle qué tan valioso era vivir un mes más. Si él entendía qué tan valioso era, entonces podía tomar una mejor y más informada decisión.

De acuerdo’, me dijo.

De toda la Torá’, le pregunté, ‘¿cuál de los mandamientos dirías que es el más importante?’ Intentó adivinar algunos, pero yo le dije: ‘El mandamiento más importante es el mandamiento de estar vivo, como dice la Torá: vivirán por ellos,16 es decir, vivir por los mandamientos, no morir por causa de ellos. La vida es el mandamiento más importante, porque el mandamiento vivirán por ellos nos dice que debemos transgredir la Torá si surge una situación en la que cuidar los mandamientos ponga nuestra vida en peligro. Si estás en una isla desierta y solamente puedes sobrevivir comiendo puerco, no sólo se te permite comer sino que estás obligado a hacerlo’.

Continué y le relaté una discusión sobre la ley de la Torá la cual, aunque hipotética, arroja luz en el tema.17 ‘Imagina una persona anciana en estado vegetativo en su lecho de muerte, y los doctores garantizan a la familia que pueden extender su vida un momento extra, pero el procedimiento requiere que todo judío en todo el mundo transgreda todos los mandamientos, con excepción de asesinato, adulterio e idolatría, que son las tres excepciones a los mandamientos de vivirán por ellos. Sé que es completamente hipotético’, le dije, ‘pero imagina un caso así, y obtenemos la confirmación de que la afirmación de los doctores es legítima; en lugar de morir a los 100 años de edad, gracias a todos los judíos transgrediendo 610 mandamientos, la persona anciana en estado vegetativo morirá a los 100 años más un momento. ¿Qué es lo que la ley de la Torá dictamina en tal circunstancia?

La respuesta es que no sólo está permitido transgredir en este caso, sino que uno debe transgredir para agregar este momento extra. Debes comer puerco en Yom Kipur que cae en Shabat si eso puede salvar una vida judía, de cualquier judío, hasta de uno que se encuentra en estado vegetativo cuya vida entera se ha encontrado en ese estado’.

Esta ley de la Torá’, le dije, ‘nos revela cuánto vale un momento de vida. D–os nos está diciendo que a pesar de que Él creó el mundo para que podemos observar todos los mandamientos de la Torá, un momento de vida, aun en estado vegetativo, es más importante. Es difícil de entender porque no nos damos cuenta lo que es la vida. No nos damos cuenta cuánto ha invertido Hashem en que nosotros estemos vivos. Pero así debe de ser si Hashem exige que transgredamos Sus mitzvot a fin de estar vivos.

Respira profundamente’, le dije a este joven. ‘David escribió: Cada alma (neshamá) agradece a Hashem. Al vocalizar la segunda palabra en forma diferente, el versículo puede ser leído: Cada respiro (neshimá) agradece a Hashem. Cada respiro de aire es un segundo extra de vida, y un segundo de nuestra vida le da a Hashem cosas incalculables’.

Piensa acerca de esto. Un segundo de nuestra vida le da a Hashem cosas inimaginables. No tenemos que comprender necesariamente qué obtiene Hashem con nuestra vida, pero sabemos que Él debe obtener algo grande si Él está deseoso de que se transgreda virtualmente toda Su Torá para ganar un momento de vida. Un solo respiro con esta conciencia es un canto de vida, aun si en esta vida se están experimentando dolores insoportables o si se vive en estado vegetativo’.

Tú me preguntas’, le dije, ‘¿qué puedes lograr extendiendo tu vida un mes más? Yo te pregunto: ¿te das cuenta cuánto Hashem está dispuesto a sacrificar para que tú vivas un momento más? No te estoy diciendo qué hacer’, concluí, ‘pero decidir tomar la terapia es una declaración al mundo que la vida, en cualquier forma, es el regalo más preciado. Nos vas a estar demostrando, cómo una persona a punto de perder la vida está deseosa de pagar el precio más alto posible por más vida. Después de todo, no lo estarías haciendo por ti mismo, porque no tienes miedo de morir; y no lo estarías haciendo por tu familia, porque ellos sólo sufren más al verte en este estado. Lo estarías haciendo solamente porque Hashem te dijo, a través de la Torá, lo que un momento de vida vale para Él. Es una declaración hacia Él que unos pocos respiros más con el fin de agradecerle es tu propósito real para vivir.

Finalmente le dije al muchacho: ‘muchos de nosotros, desafortunadamente, estamos simplemente existiendo; nos quejamos acerca de todas las cosas malas en nuestra vida. Somos insensibles. No sabemos realmente lo que es la vida. No apreciamos el valor de un momento. Sin embargo, ya que tú no tienes otra alternativa más que la de enfrentar la realidad y luchar por cada momento de vida, tú nos puedes enseñar acerca de la vida. Y si tú haces esto, yo te envidio, tú eres nuestro maestro’.

Al final él tomó la decisión de tomar la terapia. Algunos días después, su padre vino a mí con emoción y me preguntó: ‘¿Qué le dijo?, ¿qué le dijo? Todo el tiempo está sonriendo. Los doctores no pueden entender qué bien está tomando la terapia. Me preguntan si sé por qué. Les dije que él está así desde que habló con usted. Rabino, ¿qué le dijo? ¿Lo hipnotizó o algo así? Le aseguré al padre que no hice otra cosa más que enseñarle el punto de vista de la Torá sobre el valor de un momento de vida.

Ahora este muchacho está muy enfermo, como ya dije, pero para sorpresa de los doctores, durante este mes extra, se puso lo suficientemente bien para dejar el hospital por un par de semanas. Terminó quedándose en casa de mi yerno. Lo visité ahí, y me explicó que a veces cuando tiene dolores muy severos, no se puede concentrar lo suficiente para recordar lo que yo le dije. Sacó una grabadora y me pidió que le repita todo. También quería incluir en la cinta, algunas preguntas nuevas que desde entonces surgieron en su mente.

Una pregunta fue que el más malvado de los malvados no sufre más que el equivalente a doce meses en el Guehinom, el concepto judío de infierno. Sin embargo, él ya estaba en el decimotercer mes de su enfermedad. Mi respuesta fue que en el Guehinom tú limpias tu alma; aquí en esta vida, estás expandiendo tu alma, estás haciendo tu alma más de lo que es. Esta vida es un tiempo para producir; en la vida venidera, tú cosechas, pero no siembras nuevas semillas. Es por eso que decimos que un momento de vida aquí es más valioso que una existencia entera en la vida venidera. Cuando él escuchó esto, una enorme sonrisa cruzó por su cara.

Después de un par de semanas, tuvo que regresar al hospital. Escuchaba la grabación constantemente. Los doctores y enfermeras no podían entender cómo es que estaba siempre tan contento. Ellos no se daban cuenta, pero su secreto era que él estaba viviendo verdaderamente cada momento. Vivió tres meses y medio más y el Shabat antes de Pésaj dejó este mundo, pero aun entonces tenía una sonrisa en su cara.

La verdadera felicidad resulta de la conciencia de convertir cada momento en la realización del propósito último. Este joven convirtió respiro tras respiro de esta vida en vida eterna. Y éste es realmente el objetivo de la Torá, enseñarnos cómo traer eternidad a nuestra vida de otro modo, temporal.

Sin embargo, aun las personas observantes de la Torá pueden perder de vista el objetivo. Cuando nos analizamos y nos preguntamos a nosotros mismos: ¿estamos viviendo en el presente? Probablemente responderemos: no. El presente existe, pero en el momento, probablemente estemos en algún lugar muy lejos. Tendemos a reciclar el pasado una y otra vez. Ésta es una de las cosas que deprime a las personas. Por supuesto, otros rechazan la necesidad de obsesionarse acerca del pasado, pero en su lugar, generan escenarios imaginarios acerca de las buenas cosas que les esperan en el futuro. Su expectativa de que tales cosas serán muy buenas, los hace felices en el presente. No obstante, no es el presente el que los hace felices.

¿Está usted diciendo que nunca debemos pensar acerca del pasado o planear para el futuro?

Por supuesto que no. Con frecuencia uno debe recordar el pasado o calcular el futuro a fin de saber qué hacer en el momento presente. El punto es no preocuparse con el pasado o con el futuro como un medio para escapar del presente. Cada momento de vida es totalmente una nueva creación. Ese momento te va a dar el placer de la eternidad por siempre, con la condición de que realmente vivas ese momento.

Cada uno de nosotros debe preguntarse constantemente: ¿qué es lo que el AHORA me está dando a mí? Si Hashem nos da 80 años, más de dos mil millones de segundos, cada segundo puede ser un momento para experimentar el placer del logro. Si yo estoy poniendo algo de substancia a este momento dado, si estoy viviendo, este momento estará conmigo por siempre. Nunca estará perdido. Desde el minuto que yo muera, voy a experimentar este momento de placer por siempre. Sin embargo, si en ese momento estoy viviendo en el pasado o fantaseando acerca del futuro, este momento está vacío. Rabí Israel Salanter señaló que es posible haber estado vivo 80 años y difícilmente haber vivido un año. Cuando una persona muere, incluso una persona envejecida, es probable que no haya tenido más que un par de años de experiencia real de vida.

Pero rabino, una persona debe hacer cosas como dormir. ¿Cómo se puede esperar que uno tenga logros cuando está dormido?

Hasta eso puede ser transformado en eternidad, dependiendo de tus pensamientos. Si eres irreflexivo acerca de las cosas que haces, como ir a dormir, entonces, cada noche estás desperdiciando dormido ocho horas de tu vida potencial. Sin embargo, si te das cuenta que la vida es la oportunidad para servir a Hashem de una forma nueva cada momento y, a fin de poder servir bien a Hashem tu cuerpo necesita descansar, si tienes pensamientos como ésos cuando te vas a dormir, entonces tu sueño es una gran mitzvá. Si tú no sabes por qué estás vivo, entonces, no sabes por qué duermes. Consecuentemente, tu descanso es un desperdicio. La Torá tiene leyes relacionadas con el dormir, que estimulan a la persona a recordar que el dormir tiene un propósito. Y una persona necesita este estímulo debido a que la mayoría no saben cómo ir a dormir. Suena gracioso, pero es verdad. La mayoría de la gente no sabe ni siquiera cómo ir a dormir.

Ninguna actividad está desprovista de la opción de obtener eternidad. Sin embargo, si tú no piensas o no sabes qué es lo que estás escogiendo o, no sabes ni siquiera que tienes una elección, entonces estás permitiendo que la vida se te escape. Por lo tanto, piensa. Nada es más importante que pensar acerca del momento presente ante ti. Nada. Piensa y repítete a ti mismo una y otra y otra vez la importancia absoluta de vivir cada momento.

Uno de los tzadikim acostumbraba levantarse cada mañana y decirse a sí mismo, ‘Shalom aléjem veintiuno de Iyar (o cualquier fecha que fuese). ¡Qué grandioso día! Hemos esperado miles de años por ti. Tú estabas en el plan original de la creación de Hashem. Hemos esperado tanto por ti, y no obstante, el tiempo es corto. Solamente voy a estar contigo por las siguientes 24 horas. Después de eso, nunca te volveré a ver. Por lo tanto, déjame empezar. Prometo que viviré contigo cada segundo’.

Imagina que tienes el honor de recibir a Eliyahú HaNavi y él te va a contestar todas las grandes dudas que tengas. No podrías tener mayor entusiasmo de anticipación, esperando el día en que lo puedas hospedar. Cuando el día llegue, ¿te vas a dormir hasta tarde?, ¿te vas a excusar para tomar un café?, ¿vas a leer historietas o ver la televisión? La verdad es que cada día que vivimos y respiramos en esta tierra es mayor que experimentar la revelación de Eliyahú HaNavi. Eliyahú viene con el fin de enseñarnos cómo utilizar la vida. Pero uno tiene que utilizar la vida. Uno tiene que invertir su capacidad de pensamiento en cada momento presente.

Rabino, ¿cuál es el castigo para alguien que no invierte apropiadamente su capacidad de pensamiento en el momento presente? —alguien preguntó.

El momento que invierto en mí en este momento, permanecerá conmigo por siempre. Todo lo que logre ahora será mi porción en el mundo venidero. Inversamente, cualquier cosa que omita ahora, faltará allá. Los fuegos del Guehinom incluyen los dolores ardientes del desengaño por no haber utilizado apropiadamente la oportunidad que tuviste de vivir la vida.

Por supuesto, el placer del mundo venidero está más allá de lo que cualquier ser humano puede imaginar. ‘Un segundo de placer en el mundo venidero es mejor que la vida entera en este mundo’. Si pudiéramos reunir todos los placeres que toda la humanidad experimentó alguna vez desde el día de la creación hasta el día de hoy y combinarlos en un solo placer, no sería todavía comparable a un segundo de placer en el mundo venidero. Sin embargo, para producir este segundo de placer, tienes que utilizar este segundo del presente en este mundo.

La Joya

¿Existe alguna enseñanza de la Torá que resuma lo que usted ha estado diciendo?

Hay muchas. Probablemente la mejor conocida de ellas es aquélla acreditada a Hilel, que dice: ‘Si yo no voy a actuar por mí, ¿quién lo hará? Y ser sólo para mí mismo ¿qué me hace? Si no ahora ¿cuándo?’18 Déjame explicarte más claramente.

Cada momento es una gema. Y la vida de cada uno ha sido dispuesta especialmente desde el tiempo de la creación de manera que mil millones de momentos, cada uno con su respuesta única, han sido dispuestos para cada quien. No obstante, depende del individuo el descubrir cada momento. Por lo tanto, la primera pregunta que uno debe hacerse es: ¿Si yo no voy a ser yo, quién será? Nadie más puede ser yo. Nadie más puede hacerme.

Cada judío tiene una joya en sí mismo, y la razón absoluta por la que bajó a este mundo fue para descubrir esa joya. Y esa joya solamente puede ser descubierta por ese judío. Si Moshé pudiera bajar del cielo, no podría tomar tu lugar y pulir tu joya.

Hilel continúa: ‘Y cuando soy para mí mismo’, es decir, solamente para mí mismo; cuando me he desarrollado y he pulido mi gema, pero no la utilizo para el progreso de otros, ‘qué soy yo’, es decir, ¿qué valor tiene mi gema? Si una persona no tiene un yo a fin de poder compartirlo con otros y relacionarse con ellos, ¿qué bien es ese yo?

De acuerdo a Hilel, el primer paso es conocer quién eres.19 Tienes que conocer tu propio valor y saber que eres una porción de D os; que estás hecho a imagen de D os. Entonces, después de que desarrolles tu yo único, lo tienes que usar para que otros hagan lo mismo. Una vez que te das cuenta quién eres, te das cuenta que todo prójimo judío es igual porque su alma y la tuya son del mismo D os. Eso se llama ‘Amar a tu prójimo como a ti mismo’. Tienes que amar tu yo real, tu alma. Después puedes amar a tu prójimo.

Hilel concluye: ‘Y si no ahora, ¿cuándo?’ Él trata de decir: que no sólo cada judío es una joya, sino cada momento de la vida de un judío es una joya, como ya dijimos. Por lo tanto, si tú no cumples tu misión en este momento, ¿cuándo lo harás? Es decir, éste es el momento de realizar, porque si no utilizas el AHORA, ¿cuándo tendrás este momento otra vez? Nunca va a regresar. Si ahora no es el momento de ganar tu yo, tu yo del olam habá, ¿entonces cuándo?

Teshuvá

Rabino, —dijo Dany—, sé que está tratando de hacernos sentir bien, pero me ha hecho sentir muy mal. Si lo que usted está diciendo es verdad, entonces he perdido tantos momentos en mi vida, que me estoy empezando a sentir muy deprimido de sólo pensar en ello.

No hay razón para deprimirse. Cada momento de una vida pasada, incluso de una vida de fracaso, fracaso espiritual, puede cambiarse para bien gracias al principio de teshuvá, que quiere decir regreso; regreso al status original de uno como criatura hecha a imagen de D os.

Una de las cosas maravillosas acerca de escribir en una computadora con un procesador de texto, es que no debes tener miedo a equivocarte. Antes de las computadoras, si cometías un error, tenías que usar corrector y muchas veces incluso mecanografiar nuevamente la hoja entera. En la actualidad, simplemente regresas al lugar del error, lo corriges, y el procesador de palabra reorganiza la página entera para ti.

Esto es teshuvá. En un momento, yo puedo regresar a mi status original como una criatura hecha a imagen de Hashem. Y cuando lo hago, puedo corregir todas mis fallas del pasado hasta el presente. Un momento de teshuvá puede mandar ondas de cambio a través de todos los momentos que ya pasaron.

Pero es muy difícil.

No estoy diciendo que es fácil, ¿Pero cuál es la alternativa? ¿Permanecer inmerso en lo físico con una perspectiva materialista? Esto es más difícil a largo plazo porque tu yo real es tu alma y esta alma tiene hambre por la verdad. La gente se deprime porque no se identifica con su alma. No existe nada grandioso o especial acerca del yo físico. Hasta los animales tienen un yo físico. Tarde o temprano tienes que regresar a tu yo real o nunca serás verdaderamente feliz.

Teshuvá significa ‘regresar’ a tu yo real; al alma que está hambrienta de verdad, la que solamente puede tolerar tanto letargo y autoengaño. Cuando pecas, no fuiste tú. Fue la parte física la que pecó, no tú. Cuando haces teshuvá, empiezas a ver tu yo físico como una persona externa y le gritas, ‘¿cómo pudiste hacer eso? ¿cómo pudiste hacerlo? Teshuvá significa que descubres, que revelas tu yo real, y te enamoras de ese yo.

Pero rabino, ¿cómo puede una persona enfrentarse a sí misma si tiene mucha culpa?

La culpa es un medio de instrucción, no de destrucción. Cuando no vives la verdad, te sientes culpable. La culpa te alerta al hecho de que debes buscar activamente un cambio en ti mismo. No es un instrumento de destrucción. La culpa debería guiarte a la teshuvá, a sincronizarte con tu yo real y experimentar el proceso de volver a él. Por lo tanto, no dejes que la culpa te destruya. Úsala para reconstruir tu yo.

Se está haciendo tarde, —agregó el rabino—. Para concluir, es vital que cada uno de nosotros aprenda cómo pensar. Únicamente al hacerlo así podremos ganar autoestima y volvernos quienes realmente somos. No te dejes tranquilizar con comodidades materiales o cegar por las posesiones de otros. La única posesión verdadera es tu yo y el momento que tienes ante ti esperando para ser transformado en eternidad. No obstante, con el fin de obtener esto, debes pensar. Por lo tanto, piensa. Piensa acerca de lo que realmente importa. Y sé consecuente con tu pensamiento. Buenas noches.

Consejo Práctico

Sin embargo, antes que el rabino se pudiera ir, una de las personas que estaba escuchando la conversación dijo: —Una última pregunta, rabino; hablando en forma práctica, ¿qué podemos hacer para adquirir los ideales de los que usted habla?

Como ya dije, repitiendo las ideas una y otra vez. La clave del éxito es la claridad. Claridad de pensamiento es en lo que debemos trabajar, porque hay muchas cosas que opacan nuestra perspectiva. Por lo tanto, debes entender las ideas verdaderas y enseñártelas a ti mismo una y otra vez. Algunas veces, la mejor manera de enseñarlas a ti mismo, es por medio de enseñárselas a otros. Es por eso que yo doy estos seminarios. Realmente me estoy enseñando a mí mismo, repitiendo estas verdades una y otra vez. Ustedes también deberían encontrar formas de repetírselas a ustedes mismos y a otros. Mientras más lo hagan, más éxito tendrán. No obstante, cualquier cosa que hagan, que no sea fuera de la realidad, de la realidad de ustedes.

Dejen que hable más concretamente. El fin de semana se terminó, y estás sentado en tu casa, preguntándote qué vas hacer. No tomes una revista y te pierdas en alguna fantasía. Saca un libro de Torá, pon una cinta de Torá; confróntate a ti mismo. O cuando vayas en el automóvil, no prendas el radio y escuches las noticias acerca de otro asesinato o de algún invitado de un programa que te enseña lo que él piensa es importante. Pon la cinta de Torá que te inspire y te enseñe cómo atrapar el AHORA.

Necesitamos repetir esas ideas verdaderas una y otra vez, especialmente en la actualidad, porque existen muchas fuerzas externas compitiendo por nuestra atención. Te quieren vender algo, ya sea un artículo inútil el cual ellos afirman te dará felicidad o incluso un ideal que suena bonito y que te hará sentir que estás contribuyendo al progreso humano. No pierdas el enfoque. Y si lo haces, debes saber cómo conectarte nuevamente a la realidad para que puedas recuperar la claridad.

Rabino, ¿está usted diciendo que todo en los medios de comunicación es malo?

No es un asunto de bien o mal. Es un asunto de recobrar nuestra mente, nuestra alma. Y por favor, no tomen lo que estoy diciendo como un reproche. Sólo estoy transmitiendo información. Harán con ella lo que ustedes quieran.

¿Por qué no pensamos? La respuesta es muy sencilla. ¡No poseemos nuestra mente! Nuestra mente está controlada por los medios. La mentalidad gentil se ha infiltrado y ha tomado control sobre nuestra conciencia. Nuestra política, nuestra tzedaká, nuestra tefilá, nuestro Shabat, hasta nuestra Torá, todo es enfocado a través de los lentes de ojos no judíos. Eso es lo que significa estar controlado por los medios. Cuando estás controlado por los medios, tú no existes realmente. Estás poseído por otro.

Y da la impresión que nosotros no tenemos el poder para romper nuestra adicción a los medios. No podemos sentarnos por un minuto en nuestro auto sin prender el radio. Hasta tenemos radios especiales que podemos encender mientras nos bañamos. Nuestro más temible enemigo es uno mismo. Estamos aterrorizados de pasar unos cuantos minutos solos. Alguien siempre nos debe estar hablando.

Estamos tan atrapados con nuestras obligaciones, que ¿cuándo tenemos tiempo para estar solos y construir una relación con Hashem? Sí, nuestras obligaciones son reales, vitales y necesarias; y las debemos atender. Pero, ¿qué hacemos cuando tenemos un poco de tiempo libre? ¿Qué hacemos cuando estamos esperando el autobús o el tren? Tomamos un periódico para leer. Tenemos que saber qué está pasando en el mundo El mundo se va a desplomar si no sabemos las últimas noticias.

Nosotros no poseemos nuestra mente.

Yo tenía este problema hace algunos años. Nunca tuve radio en la casa. Nunca leí periódicos laicos. Pero, cada vez que manejaba hacia algún lugar, rápidamente prendía el radio y escuchaba las noticias, ‘WINS, todas las noticias, todo el tiempo’. Las noticias y sólo las noticias. Y, como cualquier persona normal, tenía que oírlas 30 veces al día… junto con todos los informes del tiempo y del tráfico.

Me daba cuenta que estaba mal, pero no tenía el poder de hacer algo al respecto. Después de todo, me decía a mí mismo, estoy viviendo en una sociedad. Debo ser una persona normal.

Un día, ofrecí llevar a un gran erudito de Torá en mi auto. Prendí el motor… y el radio sonó a todo volumen. Estaba muy avergonzado. Me dije a mí mismo. ‘Eres un hipócrita. En frente de personas de carne y hueso te avergüenzas; pero en frente de Hashem ¿no te avergüenzas?’

Continué así y entonces un día ocurrió una tragedia familiar. Una cuñada murió muy joven, dejando cuatro huérfanos pequeños. El funeral fue muy tarde en la noche. A la siguiente mañana, manejé a la ciudad como siempre, y al estar esperando la luz verde del semáforo mientras escuchaba la voz monótona e incesante del radio del locutor, me sonaba como el croar de una rana. De repente, me avergoncé y me enojé conmigo. ¿Qué clase de persona cruel eres? Asististe al sepelio de tu cuñada anoche y en no menos de 24 horas ya regresaste a tu rutina anterior, escapando de ti mismo. Tienes miedo de pensar acerca de ello.

Me dije, ‘si uno puede estudiar Torá o dar caridad en nombre de un difunto, entonces uno puede apagar el radio en su mérito’. Y así lo apagué. Y 23 años más tarde sigue apagado.

Sin embargo, algo inesperado me pasó tres o cuatro semanas después de haber apagado el radio definitivamente. Además de quitar el radio del automóvil, nada de mi rutina cambió, excepto que percibí una claridad y profundidad en mi perspectiva que antes carecía. Entonces me di cuenta. Me había desprendido de los medios. Había tenido esta neblina mental y ahora se había despejado. Podía ver las cosas como si las estuviera viendo por primera vez con ojos frescos, con mi propia mente. Una persona se queja, ‘todo está polvoriento’. Entonces alguien le señala que no es el mundo el que está polvoriento, sino sus lentes. Me di cuenta que éste era yo. Mi Torá, mi política, todo lo había estado viendo a través del polvo de los medios no judíos.

Y pienso que éste es el problema que todos sufrimos en la actualidad. A pesar de nuestra gran inversión en causas judías y educación de Torá, algo está entorpeciendo nuestros esfuerzos. ¡Tenemos un punto de vista goy! Y ni siquiera nos damos cuenta que es goy.

Evelyn

Con frecuencia cuento la historia de un conocido, un hombre que al principio no estaba muy comprometido con la observancia de mitzvot. Sin embargo, poco a poco, se empezó a comprometer más. Empezó a asistir diariamente a clases de Torá. Su esposa se cubrió el pelo. Yo le ayudé a dar esos pasos, pero por más que trataba, había algo en lo que no lo podía convencer. No podía conseguir que se deshiciera de su televisión.

Escuche’, él me dijo, ‘esto es algo a lo que no puedo renunciar. Es algo a lo que mi esposa y yo somos adictos. Vemos una hora en la noche. Eso es todo. Es un programa de comedia y nos reímos un poco. No puedo renunciar a la televisión’.

Este hombre tenía una empleada no judía, llamada Evelyn, a la que necesitaba para dirigir su negocio. Sin embargo, no la aguantaba. Era superficial, no refinada y grosera. Difícilmente yo podía tener una conversación con él, en la cual no mencionara algún incidente desconcertante de Evelyn.

Un día le dije. ‘Sabes, anoche, mientras tú y tu esposa estaban viendo el programa cómico y riendo, Evelyn y su novio estaban viendo el mismo programa. Tú estabas riendo en tu sala y Evelyn estaba riendo en la suya’.

Su cara se puso roja. Unas semanas más tarde me dijo, ‘Estoy muy enojado con usted. Me ha acabado’.

¿De qué estás hablando?, le pregunté.

¿Recuerda esa ocasión en que me señaló que Evelyn estaba riendo con el mismo programa que mi esposa y yo estabamos viendo? Bien, desde entonces, cada vez que prendo la televisión, digo, ‘¡Oh!, Evelyn lo está viendo también’.

Cada vez que tomas esa revista, ese periódico o ves ese programa de opiniones, alguna Evelyn está también sintonizando contigo. ¿Para eso han sido miles de años de sacrificio judío? ¿Un programa no judío de opiniones? ¿Por qué no tenemos el juicio para separarnos de algo diseñado para ocupar la mente de una Evelyn?

La respuesta es que estamos totalmente manipulados por gentiles. Pensamos como gentiles. Vemos el mundo como gentiles. Nuestra política es gentil. Hasta nuestra Torá es vista a través de ojos gentiles. Ni la Torá, ni la caridad, ni ningún esfuerzo servirá si permanecemos sintonizados con la frecuencia de una Evelyn.

Y no te estoy enseñando Jasidut o predicando piedad. Es el fundamento básico de ser judío. Vedibartá bam beshibteja bebeteja, ubelejteja baderej, ‘Y hablarás de ellas al sentarte en tu casa y al viajar en el camino’. Vedibartá bam, Jazal dice, y no devarim betelim. Tenemos que adherirnos constantemente a palabras de Torá y evitar todos las devarim betelim, asuntos vanos. Cuando tengas un tiempo solo, en el auto, en la casa o donde sea, libérate de Evelyn.

Éste es el Holocausto Americano. Un holocausto no es sólo cuando el veneno se deja caer en una cámara de gas llena de personas. El Holocausto Americano continúa ahora mismo. No obstante, en este holocausto nosotros somos los que poseemos los crematorios. Somos los que tomamos cámaras de gas portátiles y las traemos a nuestras casas. Nosotros somos los que estamos envenenando nuestras almas.

La gente dice: ‘Tiene razón. Y es por eso que no dejo que mis hijos la vean’. Pero yo les digo, ‘¿Qué hay contigo? ¿No eres también un niño? ¿No somos todos hijos de Hashem?’

El Gran Debate

Cada uno de nosotros, sin excepción, tiene un alma pura. Cada uno de nosotros tiene belleza y grandeza: el libre albedrío absoluto de atrevernos a ser cualquier cosa que pensemos que podemos ser. Pero primero tenemos que poseer nuestra mente. Debemos tener claridad.

Desconectarnos de nuestra adicción al culto de los ídolos modernos, requiere gran sacrificio, pero la buena noticia es que eso es todo lo que tenemos que hacer para reivindicar nuestra grandeza. No tenemos necesariamente que crear algo positivo. Únicamente tenemos que desistir de lo negativo.

Ésta era la cuestión subyacente de un debate talmúdico.20

Rabba, Ula, (y en otro lugar Rabí Yojanán) (Tres grandes sabios) dijeron, yasi v’lo ajimena, ‘Dejen que llegue (el Meshíaj), pero yo no quiero verlo. (Es decir, no quiero vivir en ese tiempo).

El Maharal explica de sus palabras. ‘No importa qué tan excelsos podamos ser, no podemos garantizar que estaremos a la altura de la prueba de la llegada del Meshíaj. Incluso no podemos estar seguros que vamos a tener el mérito de sobrevivir los desafíos de su llegada’. Sin embargo, una opinión contraria fue registrada:

Rab Yosef dijo: yasi v’ajimena, ‘dejen que llegue, y yo lo voy a ver. Y, más aún, ¡déjenme ser digno de sentarme bajo la sombra de los desechos de su burro!’

¿Cuál es la verdadera discusión subyacente entre los primeros tres Sabios y Rab Yosef?

Existen dos formas de servir a D os, basados en un versículo de Salmos, Sur merá vaasé tov, ‘aléjate del mal, y haz el bien’.21 La primera parte implica simple abstención, manténte alejado de cualquier cosa que sea mala; especialízate en distanciarte del mal. La segunda parte te incita a hacer ‘el bien’, a trabajar en lo positivo, a ejecutar actos de bondad. La pregunta es: ¿alejarse del mal es un medio de hacer el bien? O es lo contrario: ¿hacer el bien es un medio para alejarse del mal? ¿El objetivo es hacer el bien o alejarse del mal?

En esto se centra la discusión de los sabios. Los primeros tres sabios, que tenían miedo de vivir en los tiempos del Meshíaj, decían que una persona se vuelve completa, únicamente concentrándose en el bien. Entendían que las personas en el tiempo previo a la llegada del Meshíaj serían probadas como nunca antes teniendo que vivir inmersos en el mal. Espiritualmente se volverían como esqueletos secos careciendo aun de nervios y venas.

Por lo tanto, ellos concluyeron que no podían garantizar estar a la altura de la prueba. Ya que la prueba final era hacer el bien, ¿cómo podían garantizar que serían capaces de alcanzar el nivel de bien necesario para relacionarse con el Meshíaj en tiempos en los que el mal sería tan dominante? Por lo tanto decían, ‘Dejen que llegue, pero no queremos estar ahí’. No podemos tomar la responsabilidad de decir que vamos a crear la bondad necesaria para superar la brecha entre nosotros y el Meshíaj.

Rav Yosef, por el otro lado, decía que traer el Meshíaj no dependía de cuánto bien haya creado uno para sí mismo, sino más bien, en cuánto uno se ha alejado del mal. Él razonaba que, de cualquier forma, solamente D os podía conferirle a uno el bien fundamental. El Meshíaj va a servir como un conducto de la bondad y la santidad fundamentales. Sin embargo, a fin de ser merecedor de esta bondad fundamental, todo lo que uno tiene que hacer es alejarse del mal.

Por lo tanto, Rav Yosef decía, ‘Dejen que llegue, y lo voy a ver’, porque si el mérito de traer al Meshíaj depende de no ser malo, entonces esto puede lograrse aun bajo las peores condiciones. De hecho, mientras más esté uno rodeado del mal, mayores oportunidades tiene de no participar de él. Consecuentemente, el mérito es mayor.

A la Sombra de los Desechos del Burro

¿A qué se refería Rabí Yosef cuando decía que vivir en la era premesíanica era como sentarse debajo de la sombra de los desechos del burro del Meshíaj’?

El profeta dice que el Meshíaj va a venir como un ani rojev al jamor, ‘un hombre pobre montado sobre un burro’.22 En realidad, existen dos palabras en hebreo para designar una persona pobre: ani y ebyon. Ambas personas pobres no tienen nada, pero el último desea lo que no tiene. El primero, el ani, no tiene y no añora.

El Meshíaj es descrito como un ‘ani montado sobre un burro’. Él va a ser totalmente pobre en cosas mundanas y materiales, y no las va a necesitar. Él estará montado sobre el burro. Jamor, ‘burro’ en hebreo, también significa físico, material (la misma raíz de palabra). Si una persona fracasa en montar o controlar el jamor, entonces a ella la controlan. Quiere cosas materiales. Las necesita. Sin embargo, el Meshíaj será un ani; no las va a necesitar; se va a montar sobre todas ellas y tendrá sus deseos materiales bajo control.

¿Qué quiere decir sentarse bajo la ‘sombra de los desechos’ de su burro?

Antes del advenimiento del Meshíaj, el judío no va a montar encima del jamor– burro-materialismo como lo ha hecho durante los previos 2,000 años de exilio. Va a estar sentado debajo de él. Va a estar manejado por él. Y no sólo no va estar por debajo del burro, sino debajo ‘de la sombra de los desechos’ del burro. El desecho del burro, es parte del alimento que aun el burro rechaza. En otras palabras, los judíos estarán involucrados con el desecho de la sociedad no judía.

Desafortunadamente, vemos qué tan cierto es esto. Mira a tu alrededor. Lo que es aceptable para el gentil actualmente no hubiera sido aceptado hace sólo un par de décadas. Hasta los elementos más bajos de la generación previa hubieran estado conmocionados por el despliegue de permiso, inmoralidad, espectáculos, desvergüenza, arrogancia, etc. Sin embargo, en la actualidad, a tales personas se les llama ‘progresistas’.

A donde quiera que vamos, a donde quiera que nos paremos, estamos debajo de los desechos. De los anuncios de neón del Times Square a los televisores, los cines y puestos de periódicos, toda la inmundicia y los desechos de todo el mundo están cómodamente disponibles, aun en la intimidad de nuestro hogar. A donde quiera que vamos, estamos bajo la sombra de los desechos del burro.

Rav Yosef dijo en efecto, ‘Si D os trae una situación en la que te encuentres a ti mismo viviendo debajo de la sombra de los desechos del burro, y te ves afectado por ello, entonces todo lo que vas hacer es abstenerte y no participar en ella, entonces vas a merecer el Meshíaj’.

La implicación profunda de las afirmaciones de Rav Yosef es que cada persona tiene una bondad natural innata. Esta bondad resplandece como una luz eterna. Todo lo que se necesita es descubrirla. Sin embargo, el bombardeo de los medios, ya sea de los eventos deportivos vacíos, la promiscuidad desvergonzada, la ideología destructiva o simple insensatez, amontona pilas y pilas de hollín sobre esa brillante luz interna.

Una persona siente una chispa de santidad, una experiencia inspiradora, anhela momentáneamente algo más, pero llega a su casa y se conecta a las idolatrías de la sociedad. Es como un paciente en coma que abre los ojos, se desconecta de los tubos y alambres, camina, experimenta un momentáneo anhelo de vida, y luego regresa a la cama, se conecta nuevamente a todas las válvulas que lo ‘mantienen con vida’ y se vuelve a dormir.

La mente es el órgano más preciado. Necesita ejercicio. Prende la televisión y apaga la mente. Después de un momento, la irreflexión se vuelve una forma de vida. No pienses… por lo menos, no mucho. Ciertamente no lo suficiente para tener que cambiar. Conéctate de nuevo. Prende la comedia o el drama. Prende las noticias. Es importante oír el informe del tiempo otra vez. Relájate. No trabajes demasiado. Sólo se vive una vez. ¿Quieres disfrutar la vida? Toma Coca Cola.

Cada vez que te conectas, tu mente se atrofia. La luz brillante dentro de ti se cubre más y más de desechos inmundos.

El Botón

Un día se canceló un vuelo que yo debía tomar. Como compensación, la aerolínea hospedó a los pasajeros en un hotel de lujo para pasar la noche. El hotel ostentaba ‘TV con control remoto con todos los canales de cable en todos los cuartos’. Mientras estaba sentado solo en el bien acolchado sofá de mi cuarto, saqué mi Guemará miniatura y me preparé para mi estudio diario de Torá. No obstante, antes que me diera cuenta, me quedé dormido.

Cuando me levanté varias horas después, me sentí desilusionado y avergonzado porque sabía que mis padres y abuelos hubieran tenido la fuerza para estudiar la mayor parte de la noche. Me desesperé por un momento. Contemplé el anuncio arriba en la pared, ‘TV con control remoto con todos los canales de cable en todos los cuartos’. De pronto, recordé las palabras de Rav Yosef, ‘Dejen que llegue, y déjenme ser digno de sentarme debajo de la sombra de los desechos de su burro’. Y entonces me di cuenta: ¡aquí estoy yo sentado debajo de la sombra de los desechos del burro, debajo de lo desechado por la sociedad no judía!

De mis ancestros, Hashem obtuvo una sólida página de estudio cada día y cada noche. Nosotros obviamente somos una generación más débil. Sin embargo, hay una cosa que poseemos que ellos no tuvieron. Tenemos la ‘TV con control remoto con todos los canales de cable’ solamente a un botón de distancia. Y ésta es nuestra grandeza potencial, porque a pesar de que no estaba a la altura de desempeñar el bien de estudiar esa noche, fui capaz de alejarme del mal aun cuando sólo fuera no dar el golpecito de un botón. Mis antecesores nunca tuvieron este reto. Le pudieron haber dado a Hashem una página de Guemará pero nunca Le dieron el botón.

Piensa Acerca de Esto

Mi recomendación es que pruebes durante 40 días, una abstención voluntaria de las influencias de los medios. Aléjate de ellos, apágalos, arrójalos fuera, cierra tus ojos a ellos, etc. Después de todo, ¿no te lo mereces?

Trata por 40 días. Aclara tu mente. Mantenla absolutamente clara. Te garantizo que tu belleza interior empezará a resplandecer de algún lugar muy dentro de ti. Lo más probable sea que pienses más claramente que nunca.

Sí, pensando.

Al final de los 40 días, cuando hayas experimentado la claridad de estar totalmente desconectado por un rato, reconsidera tus opciones, si quieres. Pero por lo menos, trátalo. Vas a descubrir tu propia santidad, tu propia grandeza. Y verás lo que significa estar en posesión nuevamente de la belleza interna especial que reside en cada judío. La grandeza ya ha sido plantada dentro de cada uno de nosotros. Jayé olam natá betojenu, ‘la vida eterna fue plantada dentro de nosotros’. Remueve lo negativo y lo positivo automáticamente empezará a brillar.

Se está haciendo tarde y si algunos de nosotros no descansamos bien, temo que no seremos capaces de funcionar apropiadamente mañana. Por lo tanto, gracias y les deseo buenas noches.

 

POR EL RAV. AZRIEL TAUBER

AUTOESTIMA Capitulo 2.

CAPÍTULO 2

PERSPECTIVAS

Las hermanas Levine llegaron intencionalmente al hotel unas horas antes de la hora fijada para la primera clase. Desde el momento en que Gail le informó a su hermana mayor Elaine, que planeaba extender su estancia en Israel y tomar estudios de tiempo completo en un seminario para mujeres judías recién observantes, fue como si una cuña se hubiera metido entre ellas. Extrovertida y segura de sí misma, Elaine nunca entendió completamente a su tranquila y más tímida hermana. Pero ahora que su hermana menor se había vuelto ortodoxa — y tenía que estarse recordando a sí misma no usar esa etiqueta enfrente de ella— temía que la grieta entre ellas se ensanchara hasta que no quedara nada de su relación.

Mientras paseaban y platicaban por los alrededores del hotel, lo primero que notó Elaine acerca de su hermana menor fue una confianza interna que nunca antes había reflejado. No era una confianza arrogante — Elaine estaba convencida que Gail era incapaz de ser arrogante — sino una serena seguridad en sí misma. Estaba feliz y triste por este pensamiento. Feliz porque su hermana había encontrado algo, pero triste porque ese ‘algo’ era un ‘algo’ con el que ella sentía, nunca se iba a poder relacionar.

Gail —Elaine remarcó—, estoy feliz de que hayas encontrado tanto significado en tu nuevo estilo de vida, pero confío que no esperes que yo cambie por ti. He venido acá ante todo para compartir momentos muy necesarios con mi hermana, y no para oír a un hombre exponer las maravillas de la sociedad patriarcal.

Ahí estás otra vez —Gail replicó—. ¿Por qué cada palabra tuya debe contener una insinuación negativa acerca de mis creencias?

¿A qué te refieres?

—‘Patriarcal’. Tú sabes al igual que yo, que las feministas lo usan en un sentido despectivo. ¿Cómo puede ser que luches por la igualdad y la eliminación de prejuicios, pero cuando se trata del judaísmo, el sistema de creencia de tu propio pueblo, no dudas en usar adjetivos que indican desprecio y tonos con aire de superioridad?

Escucha hermanita, me has tenido caminando sobre cáscaras de huevo desde nuestra última conversación. Tengo miedo de expresarme. Si quieres que tenga un buen fin de semana, debo ser yo misma. No puedo tener miedo de decir lo que pienso.

A mí no me importa si dices lo que piensas. Todo lo que te pido es que estés un poco más consciente acerca de ciertos términos que expresan insensibilidad hacia la gente y a las cosas con las que yo me he identificado.

Eso es justo. Si digo algo ofensivo, quiero que me lo digas. Pero, al mismo tiempo, debo decir lo que pienso. No quiero tener que preocuparme de desenmascarar un sistema de creencia por lo que es.

¿Tienes miedo que puedas cimbrar las raíces de mis creencias?

Francamente sí.

Bien, he realizado un profundo examen de conciencia y me siento confiada acerca de las cosas que sé. Eso no quiere decir que sé todo, pero si hay algo que no conozco, estoy segura que hay maestros que serán capaces de darme buenas respuestas. Así que no te preocupes por mí.

Si ésa es la forma en que te sientes, entonces contéstame esto: ¿cómo puede una mujer inteligente como tú involucrarse en una religión dominada por los hombres? Y nota que no usé la palabra patriarcal.

Gracias por tu sensibilidad. Contestando a tu pregunta, Elaine, no te has dado cuenta qué tan central y elevado es el papel que la mujer judía desempeña en los círculos de Torá. De hecho, supera por mucho, cualquier cosa que el mundo secular pueda ofrecer.1

¿Cómo puedes decir eso?

El mundo secular ve únicamente las cosas en términos económicos o de poder político. Si una mujer no gana salarios iguales o no maneja el mismo poder político que un hombre, se considera oprimida. Pero la opresión no es resultado primario de fuerzas externas como el dinero o el poder del voto. Existen muchas mujeres prósperas e independientes que están infelices consigo mismas, debido a algún sometimiento interno o debido a que sienten que el reconocimiento externo que la sociedad les da es poco más que superficial. Y, por el otro lado, hay muchas mujeres en hogares observantes de la Torá, que pasan la mayor parte de su día criando niños y pendientes de sus casas, que están felices y realizadas porque tienen una autoestima genuina y porque son apreciadas genuinamente por sus familias, su comunidad y su pueblo.

Y también hay muchas amas de casa infelices.

Pero finalmente, la felicidad no depende de lo económico o de lo político. Sé que esto probablemente te sonará ingenuo, pero existe una manera espiritual de ver las cosas que es totalmente ajena a la manera en que fuimos educadas. En el enfoque de la Torá, cada ser humano es un individuo que juega un papel único en el Plan Divino de la creación, ya sea pobre o rico, hombre o mujer, intelectual o simple. No sé si puedo transmitirte rápidamente el entendimiento que he adquirido el último par de años, pero el papel de la mujer no es inferior al del hombre. Sólo es diferente. Cuando superas ciertas apariencias que el mundo secular afirma que son inferiores, el papel de la mujer judía es mucho más de lo que el mundo secular puede ofrecer.

No puedo entender cómo puedes decir eso. Sin embargo, la verdad es que algunas de mis amigas y colegas están buscando alternativas espirituales. Parece ser una tendencia prometedora. Si tú crees que debajo de la superficie existe finalmente una igualdad, quisiera aceptar que eres sincera. Más aún, voy a admitir otra cosa, si crees que yo no estoy consciente que existen feministas rencorosas, ilusas e incluso antisemitas, estás equivocada. Pero déjame cambiar de tema y preguntarte otra cosa.

Precisamente en ese momento, por el otro lado, se acercaba un hombre con la cabeza gacha, parecía absorto en sus pensamientos.

Éste es el rabino que dará las clases principales —le murmuró Gail a Elaine—. Éste es el momento perfecto para presentarnos, Si tienes una pregunta realmente difícil, es el momento de hacerla. Y no te detengas. Sé tú misma, sólo recuerda ser comprensiva.

Elaine realmente no sentía gran necesidad de preguntarle algo al rabino, pero si iba a preguntar algo, inmediatamente se dijo que iba a ser ‘ella misma’. Sin embargo, Gail empezó a hablar primero.

Rabino, mi nombre es Gail. ¿Recuerda que hablé con usted hace algunas semanas en Israel?

Sí, y ésta debe ser tu hermana de la cual me hablaste. Gusto en conocerte.

Igualmente, —dijo Elaine.

Rabino, —dijo Gail—, mi hermana tiene muchas preguntas.

Entonces ha venido al seminario correcto.

Vamos Elaine, pregúntale al rabino tus dudas.

Rabino, —respondió Elaine—, mi hermana está un poco ansiosa por mí. Realmente estoy aquí para visitarla, no por mi propio interés. Mis preguntas realmente no son teológicas, sino acerca de su bienestar. Y para ser honesta, estoy un poco preocupada por ella. Estoy preocupada por el estilo de vida en el que se ha estado involucrando.

¿Qué te preocupa exactamente?

Fuimos educadas en un hogar muy liberal, donde el intelecto y la independencia eran estimulados. De hecho, cuando crecí y me empecé a desarrollar intelectualmente, llegué a cuestionar algunos de los valores de mis padres, que a pesar de que eran lo que ellos llamaban liberales, para mí eran muy tradicionales. En todo caso, ahora mi hermana se ha ido aparentemente al otro lado. Se ha vuelto muy tradicional en su perspectiva. Mucho más de lo que yo me podía haber imaginado. Y eso me preocupa. Usted verá, intelectualmente, no podría estar más en desacuerdo con los orto…, quiero decir con el judaísmo tradicional. Soy una pensadora independiente. Y aun poniendo a un lado el tema del papel de la mujer en el judaísmo, no puedo entender cómo algunos de los valores morales del judaísmo existen todavía. Éste es un mundo moderno. No estamos viviendo en la Edad Media.

¿Puedes ser más específica?

Tome la institución del matrimonio por ejemplo. ¿Qué derecho tiene su Torá para prohibir ciertas relaciones matrimoniales? Si dos personas tienen placer una con la otra, ¿qué puede tener de malo?

La respuesta más directa, con la que comprendo puedas tener dificultades, es que D–os lo prohibe. Por supuesto, uno primero tiene que estar de acuerdo conque existe un D–os y que la Torá es la fuente de Su voluntad para nosotros. Una vez que estamos de acuerdo en esto, sin embargo, la primera pregunta no es qué es lo que mi mente racional piensa que es bueno o malo, sino qué es lo que la Torá dice.2

Entonces, si uno no acepta la primera premisa, es decir, que existe un D–os, no hay nada de malo en ello, —argumentó Elaine.

El que uno no crea en D–os, no Lo hace desaparecer súbitamente, —respondió el rabino—. La existencia de D–os es una verdad objetiva, independientemente de las creencias subjetivas de la persona.

Eso es lo que usted dice. Yo digo de otra manera. Usted tiene que aceptar que mi manera de ver las cosas es tan legítima como la suya.

El que yo lo acepte o no es irrelevante. No hace que la existencia de D–os sea menos real y, si Él prohibe ciertas cosas, entonces el hacer esas cosas es malo, no importando lo que tú o yo pensemos.

Yo lo veo en esta forma, —dijo Elaine—, una persona puede tener dos deseos: hacer lo correcto y ocuparse en cierta actividad. Si la actividad deseada no se opone con el deseo más dominante de hacer lo correcto, entonces, realizas la actividad; si se opone, entonces no la realizas. Pero, si no puedes comprender por qué la actividad deseada está mal, igual la vas hacer. Yo no deseo hacer mal. Si yo no considero mala la actividad con la que me deseo ocupar, la voy hacer. Para poder considerarla mala, sin embargo, debo saber por qué, entender por qué, reconocer por qué. Sólo entonces seré capaz de abstenerme.

Pensando así, estás convirtiendo a tu mente en el árbitro final del bien y el mal.

¿Qué hay de malo con eso? Si no puedo confiar en mi mente, ¿en qué puedo confiar?

Tu mente es sólo una herramienta de tu voluntad. Si profundamente dentro de ti deseas algo, tu mente te va a apoyar no importando qué tan equivocada estés. El ejemplo clásico son los nazis. Su odio contra los judíos estaba tan arraigado en la psique de los alemanes europeos, que era una segunda naturaleza. Todo lo que Hitler hizo fue dar apoyo intelectual a la gente para expresar su voluntad. Es por eso, que si tú le hubieras preguntado a un nazi que si su trato a los judíos era inmoral, te hubiera contestado directamente a la cara, ‘No’. Su intelecto habría apoyado su voluntad. Los judíos eran alimañas. Eran parásitos. Tenían un plan para controlar el mundo. Él y Hitler le estaban haciendo un gran servicio a la humanidad matando judíos y estableciendo a la raza aria como los dueños del mundo.

Usted no puede usar a los nazis como un ejemplo de la debilidad del intelecto.

Al contrario. En general, el pueblo alemán era considerado como uno de los pueblos más avanzados intelectualmente en la historia del mundo, poseyendo las más renombradas universidades. Y ¿tú sabías que más de un tercio de los comandantes de los campos de concentración tenías doctorados de universidades? El punto es que si una persona – cualquier persona – quiere involucrarse en un asesinato o una relación prohibida, esta persona tenderá a desarrollar una filosofía para acomodar sus deseos, no importando qué tan dotada esté. La mente racional es una herramienta de la voluntad. Es como una marioneta de las pasiones humanas para discernir la verdad. Por lo tanto no se puede depender sólo de ella para juzgar entre el bien y el mal.

Pero la religión judía no puede ser verdad. Ha sido usada por los hombres para oprimir a las mujeres.

Eso no es verdad.

Sí lo es. No puede negar que en un típico shtetl europeo, se esperaba que las mujeres se quedaran en su casa, trabajaran extremadamente duro y permanecieran ignorantes. Si esto no es opresión, entonces no sé lo que es.

Primero, si las mujeres estaban oprimidas, era porque los judíos estaban oprimidos. Los hombres tenían que resistir la opresión de la pobreza y la persecución, no menos que las mujeres. Dentro del hogar judío promedio, no obstante, había respeto, dignidad y honor para todos, especialmente para la mujer. Cuando Shabat llegaba, aun la casa más pobre se transformaba en un palacio de tranquilidad; la mujer, nos enseña la Torá, es el epítome de Shabat. Ella es la eshet jayil, ‘mujer valiosa’, la Reina de Shabat, que irradia tranquilidad y fuerza interior. El Talmud nos dice que por el mérito de las mujeres justas, el pueblo judío fue salvado de Egipto.3 En forma similar, se nos enseña que en el futuro vamos a merecer la redención debido a las mujeres justas. El pueblo judío ha resistido los últimos 2,000 años en el exilio explícitamente por las mujeres quienes fortalecieron el hogar judío, y todo erudito judío sabe esto.

¿Cómo es que las mujeres judías eran ignorantes?

Ése es un mito creado por los librepensadores. Las mujeres judías tenían que ser educadas en todos los detalles de la ley de la Torá que eran relevantes para ellas si iban a dirigir una casa completamente observante. Y esto es un conjunto extremadamente vasto de leyes y detalles. Si las mujeres judías de la actualidad tan solo supieran una fracción de la información que nuestras tatarabuelas sabían, no estaríamos en este terrible callejón en el que estamos. Y aún más allá de las innumerables y minuciosas leyes que debían saber, esas mujeres judías poseían un temor a D–os tan profundo que impregnaba su hogar. No es una exageración decir que la mujer judía ha sido el verdadero cimiento para las grandes figuras de Torá a través de los tiempos.

Ése es el problema. ¿Por qué necesitamos temer a D–os? Tenemos ciencia. Tenemos tecnología. Tenemos conocimiento. ¿Para qué necesito a D–os si tengo mi propia mente?

Ésa es la intolerancia del punto de vista secular; no ganaron nada arrojando a D–os. Todo lo que hicieron fue hacer de la mente humana su dios. Una y otra vez, las ideologías fabricadas por el hombre no han producido nada más que sistemas que oprimen a otros. Nadie puede negar el hecho que algo define la realidad por ellos. Mientras que los judíos observantes de la Torá confían en el D–os de la Torá, el Creador de la ‘realidad’, que es benévolo, omnisciente y verdadero pastor de Su pueblo, un librepensador pone su confianza en la mente humana, este instrumento siempre moldeable que puede ser manipulado muy ingeniosamente y de manera relativamente fácil.

Pero de acuerdo a lo que usted está diciendo, —respondió Elaine—, una persona nunca debería pensar. La mente es inútil.

D–os no quiera. La mente es una maravillosa y vital herramienta.

Pero usted dijo que es algo en lo que no se puede confiar.

Sí, cuando se mantiene sola sin ninguna guía divina, o cuando una persona es esclava de sus deseos materiales o egoístas, de su propia voluntad. Sin embargo, cuando la persona lucha contra sus deseos egoístas para buscar apegarse a la Voluntad Divina, entonces la mente se vuelve un instrumento vital para discernir la verdad y aplicarla a circunstancias particulares de la vida.

Todo lo que estoy diciendo es que la mente por sí sola es limitada, y la historia ha comprobado una y otra vez qué tan imperfecta es. Por lo tanto, probablemente lo más racional que una persona puede buscar es la Voluntad Divina y afinar su mente para estar en armonía con ella.

No puedo aceptar lo que usted está diciendo. Yo tengo que hacer las cosas si les encuentro sentido. Y solamente me voy abstener de hacer cosas que no tienen sentido para mí. Es retrógrado pensar en atenerse al argumento de la Voluntad Divina.

No es retrógrado. Es la idea más progresista. Atenerse a la mente humana es la forma de la moralidad pre-Sinaí. Antes de la revelación en el Monte Sinaí, la moralidad se definía con la razón humana; eran llamados los siete mandamientos de Noaj. Cuando D–os dio la Torá en el Monte Sinaí, los siete mandamientos de Noaj se volvieron anticuados.

¿Qué son los siete mandamientos de Noaj?

Son siete leyes que apelan a la mente racional, tales como no robar, no asesinar, no ser un adúltero, etc. Desde el tiempo de Noaj y, continuando hasta la actualidad, los no judíos son responsables de cuidar los siete mandamientos universales porque son dictados por la lógica. Sin embargo, por ejemplo, esto es lo que hace la observancia de ‘no robar’ para los judíos diferente a la de los no judíos.

¿El mandamiento judío de no robar es diferente al de los no judíos?

Sí. Pregúntale a un justo gentil por qué no debe robar y él te va a decir que si no hubiera respeto por la propiedad de otros, no habría ley ni orden. La sociedad se destruiría. Por lo tanto, la sociedad debe tener leyes para disuadir el robo y castigar a aquéllos que roban. En otras palabras, la prohibición en contra del robo, como de todos los otros siete mandamientos, tienen una filosofía. Y la filosofía dicta la ley.

Cualquier religión basada en los siete mandamientos de Noaj, es una religión válida, —continuó el rabino—. Y más gentiles deberían ser seguidores fervientes de tales religiones. Sin embargo, cuando una ley es ley porque se adapta al entendimiento humano, está, por definición, limitada al entendimiento humano. Un judío, por el otro lado, es parte del pueblo que estuvo parado al pie del Monte Sinaí donde D–os reveló el bien y el mal, lo moral y lo inmoral; esto está finalmente más allá de la razón humana. Para un judío del Sinaí, la ley dicta la filosofía. Y ya que es una ley divina, las razones filosóficas subyacentes deben ser las razones filosóficas fundamentales. Por otro lado, ya que la ley de la Torá es divina, esas razones no son necesariamente comprensibles a la limitada mente humana.

Por lo tanto, un judío no roba porque D–os le ordenó no robar, no porque tenga sentido el tener leyes en contra del robo. Si por alguna razón, de su mente surge un racional que le permita robar, aun así, no debe robar porque la Torá le dijo que no.4 Por ejemplo, si un judío toma dinero de otro y aunque tenga la intención de regresarlo inmediatamente, está, no obstante, transgrediendo el mandamiento de no robar. O digamos que un pobre toma diez dólares de un millonario. Es un ladrón. Él debe tener fe en que D–os sabe que él necesita dinero y que si tiene derecho a ese dinero, lo va obtener por una vía legítima.

Pero ¿el millonario no lo necesita? —preguntó Elaine.

Eso no importa. La persona no sólo tiene una obligación social de no robar, tiene obligación consigo misma y con D os. D–os va a emparejar las cosas al final. El judío se debe apegar a la Voluntad Divina, porque es Divina, no porque le parece que tiene sentido la mayor parte del tiempo. Y ésta es una forma de moralidad más elevada que confiar en valores morales creados y definidos por la mente humana.

Y ¿qué si la Voluntad Divina es irracional?

Si verdaderamente es divina, no es irracional. Te puede parecer, a veces, estar más allá de la perspectiva racional humana, pero esto no la hace irracional. Las razones de D–os son supra–racionales, no racionales. Y es por esto, que creemos que seguir la Torá porque es la voluntad de D–os es más elevado que seguirla porque se adapta a lo que uno piensa que es correcto y bueno.

Simplemente me es muy difícil aceptarlo.

Me doy cuenta que para ti debe ser muy difícil aceptar este punto y respeto tu derecho a ser escéptica. Espero que seas una buscadora de la verdad. Tienes un fin de semana entero para explorar los temas con mayor profundidad. Mi sugerencia es que suspendas temporalmente tu escepticismo a fin de que puedas ver otra perspectiva bajo una nueva luz. Te podría sorprender cuánto sentido tiene.

Rabino, —dijo Elaine con una seriedad no revelada previamente—, no estoy aquí para ver la luz. Y no estoy aquí para tener una mente abierta acerca de la religión. Estoy aquí porque estoy preocupada por mi hermana menor. Y ésta es la única razón por la que estoy aquí. Quizá ha encontrado algo que ella cree la hace feliz, pero en esencia, yo sé que está huyendo de sí misma.

¡Elaine! —dijo Gail impactada.

Gail, déjame decir mi opinión. Tú sabes que me es muy importante expresar mis pensamientos. Gail, existe un nuevo mundo de oportunidades para las mujeres. Está lejos de ser perfecto, pero ¿por qué querría una mujer en esta época enclaustrarse a sí misma en una religión patriarcal y opresiva?

Elaine, déjame decirte algo. Estás muy equivocada acerca de esto. Primero, la Torá no me prohibe, si yo lo escojo así, perseguir las oportunidades de una carrera que tú crees es tan importante. Segundo, yo no estoy huyendo de mí misma. En mi búsqueda encontré algo que tú, nuestros padres y sus amigos, y nuestros compañeros dimos por sentado. Quizá, tú y ellos son los que están huyendo de sí mismos, sumergiéndose en carreras o filosofías seculares que no pueden llegar al descubrimiento de uno mismo, a la verdad y la realización que acompaña a la Torá.

Pero la religión es el opio de las masas, Gail.

En la actualidad, el humanismo, el laicismo, el materialismo y otros similares son el opio de las masas.

Dices eso solamente porque la religión es una forma fácil y conveniente de sentirse seguro en un mundo inseguro.

Y tú lo dices solamente porque el laicisismo, o lo que sea que tú representas, es una forma fácil y conveniente de deshacerse de la responsabilidad de ser el pueblo elegido, de vivir la Torá.

Si puedo intervenir, —dijo el rabino—, yo creo que las dos tienen buenos puntos: Gail desde su perspectiva e Elaine desde la suya. Admito que estoy de tu lado en este argumento, —dijo el rabino dirigiéndose a Gail—, pero no puedes esperar que tu hermana mayor piense de otra manera en este momento. Ella no ha experimentado lo que tú. Y —dijo dirigiéndose a Elaine—, si realmente tienes en mente el mejor interés por tu hermana, trata de entender su perspectiva, en lugar de criticarla y esperando que la deseche de la noche a la mañana.

Pero yo me siento responsable hacia ella y creo que se ha involucrado con la gente equivocada, —dijo Elaine—. Está huyendo de sí misma,

Y ¿qué yo es ése? —preguntó el rabino.

El yo de la mujer moderna que puede pensar independientemente,

¿Qué hay acerca de su yo judío? ¿Está huyendo de él?

Quizá no, pero yo no pienso que sea importante.

Entonces, qué hay acerca de su yo humano, el yo que es único en cada ser humano, sea éste hombre o mujer, judío o no judío, —preguntó el rabino—. ¿Está huyendo de él?

Supongo que depende de cómo usted defina ese yo.

Estarás de acuerdo entonces, que el único aspecto de ser humano, es el conocimiento de que uno existe, de que uno tiene la capacidad de cuestionarse ¿para qué existo? Después de todo, una mesa no sabe para qué existe. Un animal no conoce para qué existe. Nada más el ser humano se hace la pregunta: ¿para qué existo?

No voy a estar en desacuerdo con usted, —dijo Elaine—, pero es por eso que tenemos la ciencia, que nos ha dado acceso para conocernos a nosotros mismos y de conocer nuestro lugar en el universo como nunca antes. Ha habido una explosión de conocimiento en el último siglo. Deje que Gail se convierta en científica si quiere descubrir los secretos del universo.

Entiendo tu punto, —respondió el rabino—. La luna, las estrellas, los lugares más alejados del espacio; el cuerpo, los órganos, los microorganismos; la humanidad, como un todo, ha explorado el espacio exterior y el espacio interior hasta el punto que ha acumulado una increíble cantidad de conocimientos sobre virtualmente todo. Sin embargo, yo sostengo que un tema permanece muy desconocido, poco investigado. De hecho, este tema no es solamente el menos conocido, sino el que menos se desea conocer. La naturaleza humana incluso rechaza el pensamiento de investigarlo.

¿Qué? ¿La religión?

No. El propio yo de la persona. La actividad más dolorosa para una persona es girar todos los grandes microscopios y telescopios hacia el interior de sí mismo para examinar quién es y para qué existe. Ésta es la ruina hasta de los idealistas en la actualidad. Políticos, humanitarios, ecologistas, aun la gente que pelea por los derechos de los animales y que ponen en sus automóviles, ‘Yo freno por los animales’, cuida y se preocupa por todo en el mundo, pero cuando llega a ese pequeño ‘yo’, todo se ignora. Deliberadamente se comprometen en cuanta buena causa haya alguna vez sido inventada, sólo para acallar su conciencia que sabe que deberían estar usando ese esfuerzo para conocerse a sí mismos, para descubrir quiénes son y de cómo deberían estar realizando el ‘porqué’ del universo.

Es por esto que tu hermana no está huyendo de sí misma, —concluyó el rabino—. Ella ha mostrado independencia de espíritu para elevarse sobre las tendencias populares, intelectuales o idealistas de su generación, que a pesar de su brillo y deslumbrante cantidad, no abordan satisfactoriamente la cuestión más esencial: ¿para qué estamos aquí? No obstante, tu hermana ha ido directamente al corazón del asunto. Fue capaz de mirar más allá de un aspecto que pudo haberla desilusionado cuando era menor, porque ella quiere la verdad. Ella quiere saber: ¿por qué? La mayoría de las personas pueden estar huyendo de sí mismas, pero tu hermana no lo está haciendo.

Seguro, —replicó Elaine—, la gente huye de sí misma. Pero ¿quién dice que usted tiene las respuestas? ¿Quién dice que hay una respuesta? ¿Qué si no existe respuesta del porqué estamos acá?

Ésas son preguntas legítimas. Si son sinceras y tú eres una persona honesta, tengo confianza en que encontrarás las respuestas a ellas un día.

No en la religión. No en el judaísmo ultraortodoxo.

¿Cómo puedes estar tan segura? ¿Alguna vez investigaste la Torá como tu hermana lo hizo?

No, yo no veo qué pueda ganar con eso.

Pero puede ser que tu verdadero yo se encuentre detrás de esa puerta que tú has cerrado, arrojado la llave, y concluido que está vacía sin nunca haberla abierto. Recuerda, no importa qué tan inteligente sea una persona, existe una tendencia a escapar de uno mismo, de escapar de lo que está más cerca al corazón.

Conozco lo suficiente para saber que no puede ser verdad.

¿Alguna vez estudiaste de fuentes primarias, de personas que siguen la Torá? Y no estoy hablando de lo que escuchaste de extraños, leíste en el New York Times, o estudiaste en una clase de religiones del mundo. Estoy hablando acerca de ti, de ti misma. ¿Alguna vez trataste de vivir entre judíos observantes de la Torá y sinceramente trataste de aprender sus costumbres? ¿Alguna vez trataste de hacerlo por dos años? ¿Dos meses? ¿Dos semanas? ¿Alguna vez hablaste francamente con un judío realmente conocedor de la Torá?

No puedo decir que lo haya hecho, pero no es importante para mí. No es realmente parte del yo con el que me identifico.

Pero tú eres judía ¿no es así?

Sí.

¿No crees que merece consideración junto con el hecho de que eres una mujer, una estadounidense, un ser humano nacido en el siglo veinte? ¿No crees que por lo menos merece que tú tengas tu mente algo abierta en relación a ello?

No. Pienso que no soy capaz de tener una mente abierta acerca de ello.

Acepto tu honestidad. Y la respeto. Pero, ¿al menos puedes entender por qué tu hermana piensa que merece consideración y tiempo? —el rabino hizo una pausa y luego agregó—. Por la razón que hayas decidido venir a visitarla este fin de semana, ya estás acá. Trata de aprovechar la situación. Si no puedes tener una mente abierta por tu propio bien, por lo menos sé lo suficientemente abierta para ser capaz de obtener un mayor entendimiento acerca de lo que tu hermana es.

Déjela ser abierta acerca de mi punto de vista.

Ella lo era. Crecieron juntas en la misma casa; fueron a la misma escuela, leyeron los mismos libros, vieron los mismos programas de televisión. Ella ya pudo ver el mundo de alguna manera como tú lo ves. Ahora tienes una oportunidad por primera vez de empezar a ver el mundo como ella ha llegado a verlo.

No estoy aquí para decirte qué hacer, —concluyó el rabino—. Sin embargo, tienes un fin de semana entero con tu hermana que ha hecho grandes cambios en estos dos últimos años. Tú no puedes llegar a entenderla si no te pones tú misma, por lo menos un poco, en su lugar. Y este fin de semana es un enfrentamiento con lo que ella ha estado haciendo por más de dos años. Ella no te va abandonar a ti ni a tu familia. Tendrás todo el tiempo que necesites para platicar con ella. Ahora tienes la oportunidad única de aprender acerca de algo que es muy importante para ella. Por lo tanto, si no por otra razón, espero que te quedes.

De cualquier forma, tengo que disculparme, —dijo el rabino—, porque todavía tengo mucho que preparar. Estaré más que complacido de continuar esta conversación después que el seminario haya empezado. Mientras tanto, disfruten su tiempo juntas.

 

Por el RAV. AZRIEL TAUBER.